Capítulo XXIX: El error.

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El timbre sonó cuando estábamos poniendo la mesa, Seth se metió en la cocina con una sonrisa, estaría esperando para dejarnos intimidad. Abrí la puerta y sus ojos reflejaban horas de llanto, hice una mueca y la hice pasar.

Nos sentamos en el sofá y ella me miró apenada, yo sonreí intentando mostrarme agradable, parecía realmente asustada.

-¿Qué ha pasado?

-Es… no sé, imagino que tú podrás ayudarme mejor… -La miré raro-. Es que… necesito que me hagas un favor, no te lo pediría si realmente no lo necesitara…

-Cuéntame… me tienes en ascuas.

-Es que, bueno… no me atrevo a hablarlo con mi madre y mucho menos con mi padre… y tampoco me atrevo a hablarlo con el resto… y no quiero que él se entere…

-¿Él?

-Darlene… necesito que me lleves a Seattle o a cualquier pueblo alejado, si voy a la tienda se enterarán mis padres… y es lo último que quiero –La miré raro, confusa-. Necesito comprar una prueba de embarazo…

-¿Qué?

-Es que… tengo dos semanas de retraso.

-¿Cuándo…?

-Fue sólo una vez, el día que hicimos dos meses mis padres estaban de viaje… y pasó. Le hice prometer que no diría nada, pensé que aún con todo a ti te lo habría contado…

-No, no me dijo nada.

-Darlene… no he querido decirle nada, me da miedo que se asuste no sé… -Empezó a llorar y se abrazó a mí-. No sé qué voy a hacer…

-Cassy… -La consolé-. Lo primero que debes hacer es tranquilizarte. Y lo segundo… le voy a pedir a Seth que nos lleve a Seattle, a la consulta de mi tía. Ella te ayudará… ¿Vale?

-Gracias…

-Vale… -Suspiré-. Voy a llamar a mi tía para contarle todo, después comeremos y Seth nos llevará… ¿vale? –Asintió limpiando sus lágrimas-. Y deja de llorar… por favor… -Asintió-. ¿Estás segura que no quieres que llame a Kevin? Debería ir contigo…

-No… No quiero que él sepa nada… no de momento. No quiero que haga nervios para nada…

-Bueno… es tu decisión, pero no me gusta hacer esto sin contárselo… aunque sea un poco infantil a veces, sé que con esto se comportará… pero repito que es tu decisión.

-¿Tú le llamarías? –Asentí y ella sacó su móvil temerosa-. No sé si…

-Invítale a comer, díselo mejor a la cara. Tranquilízate primero, después dile que venga y cuando terminemos de comer os dejaremos solos para que se lo digas… ¿vale?

-Gracias… -Me abrazó de nuevo-. En serio…

-No pasa nada, voy a ayudar a Seth en la cocina, así te dejo que hables a solas con él.

Cuando llegué a la cocina Seth estaba apoyado en la encimera con una mueca rara. Yo hice otra y me acerqué, poniéndome a su lado y escuchando cómo Cassy hablaba con Kevin. Nos miramos y él parecía preocupado.

-Son demasiado jóvenes… no deberían haber… -Le miré raro-. No es que sea un anticuado, pero la verdad es que al menos podían haber tenido más cuidado… por mucho que digas dudo que Kevin esté preparado para ser padre, mucho menos ella… no iba ni a decírselo…

-Tenía miedo…

-Pero una pareja debe ser capaz de confiar y compartir esas cosas… No me refiero a después de dos semanas… si no a la primera sospecha -Negó y me miró-. ¿Tú me lo hubieras contado?

-Por supuesto… Sabes que tienes la virtud de sacarme casi cualquier cosa que esté pensando… parece que fueras como Edward conmigo… -Él rió y besó mi frente-. ¿Nos llevarás a Seattle?

-¿A ver a tu tía? –Suspiró y negó-. Claro…

-Eres el mejor… ¿Te lo había dicho antes?

-¿El mejor? –Asentí-. No me suena… -Rió y me besó-. Ahora deberías ir al salón, ya ha colgado y está nerviosa, su corazón bombea demasiado rápido… -Le miré sorprendida y rió-. Soy el mejor… ya sabes…

Reí y salí para verla bastante nerviosa. Le sonreí y ella se levantó para ayudarme a poner la mesa. Cuando fuimos a la cocina Seth terminaba de preparar la pasta y la carne, saludando con una sonrisa a Cassy que se sonrojó levemente. Poco después llegó Kevin que se miró a Cassy con preocupación. Quizá la charla no podía esperar a después de comer, así que Seth dijo rápidamente que me necesitaba en la cocina, dejándolos solos. Les miré con preocupación mientras salía, Kevin parecía bastante preocupado y realmente no sabía muy bien cómo iba a reaccionar al primer momento. Seth acarició mi rostro e hizo una mueca para que no me preocupara. Oí algo metálico caer, supuse un cubierto. Seth hizo una mueca y después sonrió, por lo que supuse que todo iba bien. Después se separó y empezó a coger platos, le miré raro pero Kevin apareció en la cocina.

-¿Desde cuando lo sabes?

-Desde hace unas horas.

-Vale… -Seth salió con los platos pequeños y nos dejó a solas-. No entiendo porqué no me ha contado nada antes… yo la notaba rara desde hace unos días… pero…

-Estaría asustada, así que ahora no te enfades con ella. Me ha costado convencerla de que te lo contara… que te portarías bien. Así que no actúes como un capullo, o prometo que te patearé… es culpa de los dos, así que…

-Lo sé… -Suspiró-. No sé que haré si…

-Oye… -Le interrumpí y puse una mano en su hombro-. No te anticipes, no será nada… pero debías saberlo… no debe pasar por esto sola, ahora ella te necesita… ¿vale?

-Gracias…

Salimos y comimos en un incómodo silencio. Recogimos del mismo modo, mucho más incómodo cuando me puse a hablar con mi tía para decirle que necesitaba su ayuda. Cuando terminamos de recoger nos montamos en el coche y no pude evitar mirarle, estaba guapísimo… Seth tomó mi mano mientras conducía, dedicándome una de esas enormes sonrisas que me embobaban.

Paramos frente a la consulta, cuando entramos mi tía me miró mal, pero cambió a un gesto amable al ver a Cassy. La hizo pasar a una habitación con Kevin mientras Seth y yo esperábamos en la salita. Ella salió y me abrazó, mirando a Seth de un modo algo extraño.

Ella estuvo hablándome de su novio y de sus cosas y empezó a preguntar sobre Cassy y Kevin, para después preguntar si hacía mucho que eran sexualmente activos. Vaya manera de preguntarlo… Reí y me encogí de hombros, pero ella miró a Seth y después a mí, temiendo que hiciera más preguntas. Seguro que mamá había hablado con ella sobre nuestra charla… así que le dediqué una mirada amenazante, no más charlas.

Pasaron apenas quince minutos y Cassy y Kevin salieron con aire relajado, todo estaba bien, no iba a ser tía por el momento… Suspiré pero mi tía tenía que hacerlo… al menos eso le dijo el médico. Le dio un sobre bastante grande a Kevin y Cassy y después nos miró, cogió otro y me lo dio. No quise cogerlo, pero ella nos miró de un modo que Seth bufó y lo cogió. Me sonroje hasta el extremo mientras mi tía le miraba un poco mal. Después nos abrazó y regresamos más relajados a Monroe.

Kevin abrió el sobrecito por el camino, leyendo aquellos folletos que hablaban del tema y mostrando una tira de preservativos mientras reía como un bobo. Cassy rió pero pronto me ayudó a reprimir su comportamiento… menos mal que no había sido más que un susto…

-Vaya padre hubieras sido… -Mascullé haciendo que Seth y Cassy rieran-. No me extraña que no quisieras decirle nada…

-Pero yo no me avergüenzo del tema… no como otras… -Pasó su dedo por mi oreja y me volví a pegarle-. Vaya sonrojo te has cogido con el sobrecito…

-Vale, vale… -Cassy me defendió-. Si hubiera sido tu tía o tu madre…

-Además a ella ya le dieron una charla ayer… -Miré a Seth pasmada y rió-. Eso hubiera sido demasiado hasta para mí…

-Y eso que tú eres un sin vergüenza… -Le miré mal-. ¿No?

-Vale… -Rió y tomó mi mano, besándola-. No te enfades, preciosa…

Bufé… pero no podía estar enfadada con él. Cuando llegamos a casa Nessie estaba sentada en la puerta, bufando, mientras Jake nos miraba raro. No hicieron preguntas, llamamos a Ryan y a Wanda y se vinieron también a cenar. Fue una noche genial, los chicos se fueron a coger comida al tailandés y cenamos en mi casa, para después ver películas de risa… me chocó mucho que cuando salía alguna escena subida de tono Jake y Seth se ponían demasiado tensos.

Se fueron pronto y me quedé con Jake, Nessie y Seth. Llamé a mis padres y mi madre me dijo que llegaría el domingo por la noche, después hablé con papá durante un rato mientras Nessie buscaba más películas para poner. Empezó a rebuscar en mi estantería así que cuando colgué me acerqué. Ella cogió una película y me miró sorprendida, “Sexo en Nueva York II”. Reí y la cogí, ella me miró riendo mientras los chicos me miraban raro.

-Es una peli que le gusta mucho a mi madre, aunque nunca me deja verla con ella… -Me encogí de hombros-. Dice que la veremos cuando esté casada… pero ahora que la has sacado… me apetece verla.

-Pero de qué va…

-Es de risa… -Jake cogió la carátula y suspiró negando-. ¿Qué?

-No deberíais verla… sois muy pequeñas para algunas escenas… -Nessie le miró sorprendido-. ¿Qué? Mis hermanas me hicieron verla…

Nessie rió y la puso, sentándose en el sofá mientras Seth reía por Jake y él rodaba los ojos y se sentaba al lado de Nessie, poniendo el brazo por encima de su cuello. Sonreí y me senté sobre Seth, que me abrazó un poco y ronroneó ante la atenta mirada de Nessie, que hizo una mueca y se apoyó en el pecho de Jake. Ellos nos tapaban los ojos y los oídos cada vez que salía una escena comprometida, por lo que reíamos muy alto mientras ellos parecían disgustados.

Cuando Jake y Nessie se fueron él parecía algo molesto, mascullaba algo sobre Edward… por lo que Seth no paraba de reír. Él quitó el DVD y lo colocó donde estaba antes, para no dejar ningún rastro. Reí y negó rodando los ojos, sentándose a mi lado.

-No es para tanto… -Reí y él me miró raro-. ¿Qué?

-Ya… no es para tanto… -Me acercó a él y me besó-. Deberíais dejar de hacer eso, no es bueno incomodarnos… podemos hacer cosas que luego nos harían darnos de cabezazos…

-¿Cómo por ejemplo?

-No quieres saberlo… -Me besó dulcemente-. Creo que es demasiado tarde, deberías irte a la cama… No quiero que cuando llegue tu madre aún estés durmiendo…

-¿Hora de que te vayas? ¿Y tú?

-¿Quieres que me quede otra vez? –Asentí con un gesto de obviedad-. Pensé que igual querías echarme como anoche… -Rió y yo negué-. Vale… Entonces… -Me cogió y me aupó en brazos como a una niña pequeña. Yo reí y me aferré a él-. Es hora de ir a dormir, Señorita McBrown…

-Vale, Señor Clearwater –Reí y él negó, pero le di un enorme beso en la mejilla y me miró sonriente-. Me encanta que estés aquí… no sé qué haré mañana sin ti…

-Espero que me eches un poquito de menos… -Hice una mueca y él rió-. Sólo un poco, con eso me conformo… -Le abracé fuerte-. No pensemos en eso… ¿vale?

Dormimos de nuevo abrazados, mirándonos hasta que me pesaban demasiado los ojos, momento en el que me refugié en su cálido pecho, durmiéndome con el latido de su corazón. Me sorprendió despertarme antes que él, así que me acomodé a su lado y le observé dormir. Sus ojos cerrados con largas pestañas, su nariz en perfecto contraste con sus pómulos, su barbilla y finalmente sus labios. Tuve el impulso de acariciarle el rostro, pero no quería despertarle. Dejé mi mano a unos centímetros de su cara, pero él sonrió dejándome embobada.

-Me gusta despertarme sintiéndote cerca… pero no me importaría en absoluto si además me acariciaras… -Abrió los ojos y sonrió más aún-. Buenos días, preciosa…

-Voy a echarte de menos mucho, muchísimo… -Le acaricié y él buscó besar mi mano-. ¿Qué hago yo cinco días sin ti?

-Bueno… -Acarició mi cara-. Estudiar mucho, llamarme de vez en cuando… pero sobre todo estudiar. Así el fin de semana podremos estar todo entero juntos… -Alzó las cejas-. Me siento mal porque no hayas tocado ni un libro en dos días…

-Pues a mi no me importa… -Reí-. Prefiero tocarte a ti que a los libros… -Hizo una mueca-. Es la verdad… qué le voy a hacer…

Él rió y se incorporó un poco, acariciando mi cuello y mi rostro con sumo cuidado. De vez en cuando depositaba algún beso en mi frente o en mi mejilla, incluso alguna vez en mi nariz, pero casi nunca en mis labios. Aún así… esto era lo mejor que había sentido en mi vida. Me revolví y las tornas cambiaron. Él sonreía y me miraba de ese modo que hacía que mi corazón se revolucionara.

Me senté sobre él para estar más cómoda y él sonrió enormemente, posando sus manos en mis caderas. Seguí acariciando su rostro y su cuello hasta que en uno de los besos rodó, dejándome debajo. Me besó levemente, bajando por mi cuello llegando hasta mi hombro, donde dio un pequeño mordisco.

-Si tienes hambre… puedo preparar algo para desayunar…

-No… -Rió y besó donde había mordido-. Sólo estaba esperando a ver cuánto tardabas a quejarte por mis mordiscos…

-Ya… -Volvió a morderme en el cuello y le aparté-. ¡Seth! ¿Estás loco? –El rió tumbándose a mi lado-. Ahora vas a ver…

Me enganché a su cuello con los dientes, mordiendo flojito mientras él reía, algo que me molestaba. Empecé a morder algo más fuerte, por lo que él volvió a reír, seguro que sabía que le estaba intentando dejar marca, pero no parecía ni notar mi mordisco. Aspiré mientras mordía y él dejó de reír, rodando para librarse de mi mordisco mientras yo reía. Él alzó una ceja y puso una mano en mi estómago, levantando la camiseta y mordiendo rápidamente, tanto que apenas lo vi, en mi tripa. Cuando se apartó…

-No vas a poder hacerme una marca así nunca… -Rió-. Llevas las de perder en ese tema… como mucho el mío durará unas horas… pero ese…

-Te apuñalaré.

-Me encantaría ver cómo lo intentas… -Rió mientras se acercaba a besarme-. ¿Sabes? Esto es más divertido de lo que pensaba…

-¿Esto?

-Sí… estar así, contigo… no entendía cómo alguien puede estar las 24 horas del día con alguien sin cansarse… hasta que te conocí… pero nunca hubiera imaginado que verte dormir o simplemente acariciarte… es perfecto.

-¿En serio? –Asintió-. Pues… yo me estoy cansando de verte, eh… -Se hizo el sorprendido-. Es un poco… no sé…

-Me da igual, voy a irme esta noche, así que vas a tener que soportarme hasta que me vaya… Luego ya lo solucionaremos… te haré un clon o algo así…

-¿Un clon? –Reí y él asintió. Me quedé pensando y lo miré extrañada-. Eso del clon… ¿serviría? –Me miró perdido-. Quiero decir… si tuviera un clon, ¿de cual de las dos te imprimarías?

-¡Y yo que sé! –Me miró muy raro-. ¡De las dos! No sé… -Rió-. Qué preguntas me haces… ni que yo supiera como funciona todo eso… -Suspiró-. Eres… peculiar.

-¿Eso qué quiere decir? ¿Me estás llamando rara?

-Un poquito… -Rió mientras juntaba su dedo índice y pulgar. Yo le fulminé con la mirada-. Sólo un poquito nada más… -Rió y me besó, pero yo le puse mala cara-. Pero me encanta, ya lo sabes…

-¡Calla! –Me levanté y él tiró de mí, besándome-. ¡Seth!

-Has dicho calla… nada respecto a los besos… -Volvió a besarme-. ¿Alguna queja?

-Sí… -Me miró con las cejas alzadas-. ¿Por qué has dejado de besarme?

Estuvimos todo el día sonriendo, besándonos cuando nos apetecía y en permanente contacto. Sólo me separé de él cuando fui a ducharme y cambiarme de ropa… y cuando se alejó inesperadamente cuando estábamos abrazados en el sofá. Sonrió y tomó mi mano, mirando hacia la puerta. Hice una mueca, no quería soltar su mano, pero tampoco que mi madre nos viera así.

-¿Qué? –Hice otra mueca y él suspiró-. Vale, lo capto… ¿me voy?

-No… no quiero que te vayas, pero tampoco que nos vea… no sé…

-Vale… -Soltó mi mano y revolvió mi pelo-. Nada de acercamientos mientras mami ande cerca, ¿no? –Asentí y él sonrió-. Lo apunto…

-No te enfadas… ¿no?

-No… -Se acercó y me dio un beso rápido para apartarse guiñando un ojo-. No quieres más charlas, ¿cierto? –Me sonrojé y él rió mientras oímos la puerta-. ¡Hola Grace!

-¡Seth! –Susurré… no era buena idea que saludara con tanto ímpetu. Mi madre se asomó y sonrió-. ¡Hola mamá! –Me acerqué y le di un beso, mientras Seth seguía sentado-. ¿Qué tal el viaje?

-Bien… un poco largo… ya sabes…

-¿Y papá? ¿Cómo está?

-Bien… con ganas de venir a verte… -Miró a Seth-. ¿Qué tal vuestro fin de semana? Me imagino que fue un poco duro eso de salir del armario, ¿no?

-Un poco… -Seth y mi madre reían y yo me quedé algo extrañada-. Pero era algo que ya se veía venir… -Rió y se levantó-. Bueno, yo debo irme ya… que aún tengo que ir a buscar a Jake y a escuchar cómo mi madre me chilla por salir tan tarde… -Se acercó a mí tan rápido que me asusté, pero sus labios rozaron mi mejilla y revolvió mi pelo-. Te veo pronto… -Hizo un gesto hacia mi madre-. Grace…

-Hasta luego, Seth. Buen viaje.

-¡Espera! Te acompaño al coche… -Mi madre rodó los ojos y yo le seguí, cogiendo su mano nada más salir por la puerta. Lo acerqué a un punto muerto desde la ventana del salón y le besé con pasión, no quería que se marchara, quería que él lo supiera. Sonrió enormemente y depositó un dulce beso en mis labios mientras me alzaba en brazos.

-Cuídate mucho… -Le besé de nuevo y rió-. Como salga tu madre…

-El viernes nos veremos, ¿verdad? –Asintió-. Ten cuidado, llámame en cuanto llegues… -Suspiré-. ¡No te vayas!

-Darlene, cielo… -Me bajó y miró a la puerta-. Te llamo cuando llegue y planeamos algo, ¿vale? Pero recuerda lo que me has prometido… -Le miré raro y él rió-. Vas a estudiar muchísimo… y me aseguraré de que lo haces o no hay trato…

-¡Pareces mi padre o algo así! –Reímos-. Dales un beso enorme a los chicos… y uno más grande para tu hermana y tu madre… -Él asintió y acarició mi rostro-. No corras…

-Darlene… -Empezó a reír y tomó mi mano, acercándose para susurrarme-. No me mires así… me pone muy ansioso que me mires con tanta pena…

-¿Qué quieres que le haga?

-Dame un abrazo… de esos enormes… -Nos abrazamos y me susurró al oído-. Tu madre está en la puerta… pero necesito decirte que te quiero, que no lo olvides hasta que pueda volvértelo a decir en persona… -Me besó en la comisura-. Mi chica preciosa…

-Anda… lárgate… -Sonreí y suspiré-. Zalamero…

Le vi montar en el coche y sacarme la lengua. Parecía estar contento, parecía relajado pero yo ya echaba de menos su mano aferrando la mía. Suspiré y entré a casa, viendo a mi madre corriendo hacia la cocina. Me asomé y rodé los ojos.

-Eres un poco cotilla… ¿No crees?

-¿Me vas a contar qué ha pasado? –Negué-. No hace falta que me digas nada… él disimula al menos mejor que tú… pero tu mirada…

-Mamá… -Hice una mueca y ella me miró apenada-. Vale… -Suspiré y me senté mientras ella palmeaba y se sentaba frente a mí-. Nos hemos besado…

-¿Y…?

-¡Nada! Sólo eso, nos hemos besado un par de veces… -Un par de millones, más bien…-. Pero nada más… no hace falta que me hagas pasar por ese mal rato de nuevo…

-Vale, vale… pero entonces, ¿ya puedo presumir de que mi hija tiene novio? –La miré asustada-. Vamos… tu padre me lo ha preguntado y no sabía qué decirle…

-Bueno… realmente… no me ha pedido que sea su novia.

-¿A no?

-No… así que sólo es un amigo… -Mi madre me miró raro-. Vale, un poco cariñoso.

Reímos y nos pusimos a preparar la cena, cenamos juntas y mi móvil sonó en medio de la cena, pero mi madre me dejó cogerlo y me dijo que había llegado y que ya me echaba de menos. Le dije que estaba cenando y que en cuanto acabase le llamaba.

Mi madre me miraba risueña mientras cenaba engullendo, quería terminar para hablar con él… hasta que me di cuenta de que mi madre me miraba como si estuviera loca. Me calmé y terminamos de cenar. Mi madre rió y me dijo que recogía ella, que me marchara a hablar con mi amigo cariñoso.

Subí a mi cuarto y le llamé, por lo que algo en mi pecho me hizo aguantar el aire, quería tenerlo aquí… me desplomé en la cama mientras le oía.

-Mi madre y Charlie han estado hablando sobre mí… como si no estuviera delante. Es algo que no soporto… -Rió-. Pero bueno…

-¿Qué decían?

-Que desde que tenía novia estaba muy raro…

-¡Ah! ¿Tienes novia? –Bufé-. Pues no le va a hacer gracia saber que has estado demasiado cariñoso conmigo todo el fin de semana…

-Tonta… sabes que lo dicen por ti.

-Pero yo no soy tu novia…

-¿Ah no? ¿Qué somos entonces?

-Pues… la explicación que le he dado a mi madre es que somos amigos muy cariñosos, nada más… -Empezó a reír- pero a mí en ningún momento me han pedido que sea la novia de nadie…

-¡Vaya! Eso si es un fallo… -Hizo un sonido gutural-. Bueno, cambiemos de tema… ¿Qué vamos a hacer el fin de semana?

-No sé… ¿Qué te apetece hacer?

-A parte de estar contigo… poco más… -Rió y yo bufé-. Vale, ya, lo sé… zalamero, pero es la verdad… no puedo evitar ser sincero. Bueno, si eso planear lo que sea vosotras, nosotros nos acoplaremos… ya sabes.

-Claro… siempre nos toca pensar a nosotras en algo… -Bufé-. Bueno, cuando hable con Nessie te digo algo… -Suspiré-. Quiero que sea viernes ya… cómo odio las clases y la semana…

-Bueno, son sólo cuatro días… -Suspiró-. Pero sí, odio que vivas tan lejos…

-¿Yo? –Rió-. ¿Y tú qué?

-Deberíamos mudarnos a Seattle los dos…

-¿Con tía Cyntia? –Reí y él bufó-. Espero que no le diga nada a mi madre… sólo falta que se entere y me de otro sermón… -Suspiré y justo mi madre se asomó por la puerta-. Bueno, voy a dormir, ¿mañana hablamos?

-¿Lo preguntas? –Rió-. Que descanses preciosa… te quiero.

-Lo sé… -Mascullé-. Descansa…

-¿No vas a decírmelo a mí? –Rió-. Daría lo que fuera por ver la cara de tu madre… ¿La tienes ahí, verdad?

-Sí… -Mascullé-. Buenas noches…

Colgué y mi madre me miró preocupada, sacando un sobre abierto y haciendo una mueca. Lo miré con ojos de pánico y ella se sentó a mi lado.

-¿Quieres hablar de algo?

-Te juro… que no es lo que parece. No es mío, es de Kevin… -Mi madre me miró raro-. Bueno, es que Cassy me llamó preocupada… pero no le digas nada a Samantha ni a John, no quiero que Kevin se enfade conmigo…

-¿Han estado aquí? ¿Me voy y mi casa se convierte en un motel para parejas o algo así?

-No es eso… simplemente vinieron a comer y fuimos a Seattle, a ver a tía Cyntia… pensaba que estaba embarazada y la tía nos dio eso para que no tuvieran otro susto… cuando volvimos estuvimos cenando aquí… debió de dejárselo… ya sabes cómo es…

-¿No me mientes?

-No mamá…

-Entonces… -Cogió aire y suspiró-. ¿Nada de situaciones comprometidas este fin de semana?

-A parte de esta conversación y la de antes de irte… bueno, y la conversación con tía Cyntia… nada más. No ha pasado nada, en serio…

-Vale… -Suspiró-. Tendré que creerte… pero entiende que eres muy joven. No podéis jugar con esas cosas… imagina que ella se hubiera quedado embarazada… es un desastre que dos adolescentes se trunquen así la vida… y esto va también por ti. Es muy importante, sois demasiado jóvenes, ¿te imaginas a Kevin siendo padre? O a cualquiera de vosotros… no tenéis trabajo, ni independencia… nada.

-Lo sé… -Asentí-. Pero en serio, no necesito hablar de esto, en el instituto nos han dado charlas… así que puedes evitarte el mal trago…

-Pues no parecen haber funcionado bien… -Me miró ceñuda-. Además, dudo que os cuenten todo lo que hay que saber… -Sonrió-. No quiero que te dejes impresionar por él, es mayor, tiene su propia casa… y es muy tentador.

-Mamá… no hace falta que me expliques nada, pero él no es así…

-Pero es mayor y…

-Mamá… -Suspiré-. Si te cuento algo… ¿Prometes no enfadarte ni contarle nada a nadie? –Asintió-. ¿Ni a papá? –Volvió a asentir asustada-. Cuando estuve con Omar… él también tenía casa y trabajo y era mayor… pero cuando quiso yo no pude. Por eso lo dejamos. Yo creía que él comprendería mi situación, pero al contrario se enfadó y por eso me dejó… pero Seth no es así…

-Tampoco creo que pensaras que Omar sería así…

-Ya… pero sé que Seth no es así… -Me miró de un modo que suspiré y se lo conté-. Hubo… bueno, hablamos del tema cuando te fuiste. Me dejó claro que no tenía ninguna prisa y sé que es verdad… él es diferente y es… especial.

-Bueno… -Suspiró-. Espero que así sea… no sé… no quiero saber más de la cuenta, pero me gustaría saberlo cuando ocurra… -La miré con pánico-. Si quieres… sólo, no sé, es algo importante y me gustaría que lo compartieras conmigo, ya que me he perdido muchas cosas más…

-Mamá… -La miré con una mueca-. Quiero dormir…

-Vale… -Dijo riendo-. Tu vieja madre te molesta… -Besó mi frente-. Buenas noches…

El lunes… fue un lunes de preguntas, evidentemente. Cuando busqué mi móvil me di cuenta que lo había dejado en casa, así que me angustié un poco… Pero cuando llegué a casa quise tener alguna especie de poder, algo así como poderme trasladar, evaporarme y aparecer en otro lugar… Cuando leí su mensaje, no podía querer otra cosa.

Te echo de menos. Y no sólo lo hago porque mi corazón haya perdido el ritmo que me marca el tuyo, porque tenga una extraña angustia siguiéndome desde ayer… si no porque no veo lugar mejor donde estar que a tu lado. Que pases buen día… Yo estoy deseando que sea viernes.

Suspiré y le llamé, hablamos por una hora, hasta que mi madre apareció. Pasamos así toda la semana, hasta que Nessie y yo decidimos que iríamos a verles nada más salir del instituto. Algo que no hizo mucha gracia a mi madre, que volvió a recordarme todas esas vergonzantes charlas y me preguntaba muy seria si iba a ir a casa de los padres de Nessie o a la de Seth. Siendo que habíamos prometido ser sinceras en todo… lo fui. Kevin se mofaba de mí al verme tan nerviosa, pero él no podía entender hasta que punto estaba ansiosa por verle… mucho más sabiendo que al menos él parecía sentir lo mismo que yo. Cuando sonó ambas nos levantamos con rapidez, abracé a los chicos al igual que Nessie y salimos corriendo por el pasillo, apenas me importaba que la gente me mirase como si estuviera loca, sólo corrí siguiendo a Nessie, que abrió rápida su coche y abría la capota mientras yo llegaba y rodeaba el coche. Tiré mi mochila al asiento y entré con torpeza mientras ella sonreía. Salimos de allí como si la vida nos fuera en huir.

Ella puso la radio y torció el gesto, sacando de la guantera un maletín lleno de CDS. Los miré y no sabía muy bien cual elegir, así que puse el primero que vi sin nombrar,




sonando como primera canción una que me llegó al alma viendo cómo Nessie me mostraba imágenes de un pasado que se me antojaba lejano, donde mis ojos parecían vacíos y un presente que se me antojaba maravilloso.

Me levanté y dejé que el aire me diera en la cara, cantando esa mágica canción que me había hecho sentir orgullosa de mí misma. Nessie reía y subió la música, así que reí y seguí cantando. Cuando volví a mi asiento rió y me miró curiosa.

-Noto tu felicidad… y me encanta. Me encanta verte y oírte tan feliz… en serio.

-Gracias… supongo… -Reí-. Te veo bien… mejor que hace unas semanas. ¿Han cambiado las visiones de Alice?

-No… han vuelto a surgir… pero creo que empiezo a ver todo más claro… -Me miró con una mueca-. No voy a preocuparme más… no quiero que ellos se den cuenta de que estoy rara y se preocupen en exceso, ya sabes cómo son…

-Tranquila, no diré nada. Pero no me gustaría que te guardaras todo… no quiero verte mal de nuevo… Quizá te suene un poco egocéntrico. Pero creo que nos merecemos a los chicos, nos merecemos ser felices por fin… -Ella me miró raro-. Creo que va a ser un fin de semana genial…

-Sí… eso creo yo también. Tengo ganas de disfrutar del buen tiempo, Alice me ha dicho que lo hará, así que podremos bajar a la playa a disfrutar de un poco de sol… por poco que sea… -Rió-. ¿Qué te ha dicho tu madre de Seth?

-Bueno, prometimos ser sinceras… así que le he dicho que dormiría en su casa… ha puesto mala cara, pero le he dicho que llevaba haciéndolo varias veces, que tenía una habitación preciosa… -Me miró curiosa-. Bueno, le he dicho que tenía una habitación para mí, he sido sincera…

-Ya, pero seguro que no le has dicho que casi nunca duermes sola…

-Tampoco ha preguntado… -Reí y puse de nuevo la música, cantando ambas a coro la canción-. Me encanta…

-A mí también… además no queda mal… cantamos bien y todo… -Rió y yo negué riendo-. En serio, se te da bien.

-Calla, anda…

Estábamos llegando a Forks cuando Nessie empezó a reír y señaló el bosque que bordeaba la carretera. Miré pero no veía nada, ella seguía riendo y pronto dos lobos saltaron de un lado a otro de la carretera, dejándome boquiabierta y riendo. Nessie aceleró riendo pero el ritmo de los lobos aceleró también, pudiendo ver cómo saltaban entre los árboles y correteaban en paralelo a la carretera dándonos la bienvenida. Paramos en la explanada del taller y Quil y Embry nos saludaron desde dentro, saliendo a saludar.

-Vaya par… -Quil abrazó a Nessie, al igual que Embry y me miraron raro-. ¡Que demonios! –Quil me dio un abrazo y rió mientras Embry negaba-. Bienvenida a la familia…

-Perdónale… -Embry rió y me abrazó algo menos efusivo-. Estar con niñas todo el día le trastorna la cabeza…

-¡Mi chica! –Ni le vi, sólo noté que mis pies se separaban del suelo y unos labios cálidos se posaban en mi mejilla. Reí y le miré… parecía que realmente me había extrañado-. ¿Qué tal?

-Ahogándome… -Dije riendo mientras me bajaba al suelo y veía a Nessie y Jake abrazarse. Él los miró sonriendo y después me miró a mí-. Es que ella es más fuerte… -Reí y le abracé-. Te he echado de menos…

-No sé… -Rodó los ojos y me besó-. Luego te dejo que me lo expliques…

-Vale… -me sonrojé al escuchar las risas de los chicos y la mirada de Nessie-. Bueno… ¿Qué plan habéis preparado para este fin de semana?

Nos metimos al taller a esperar a que los chicos recogieran. Después saqué mis cosas del coche de Nessie y las metí en el de Seth, que no paraba de mirarme por el camino. Cuando paramos sus labios captaron los míos con rapidez, dejándome algo pasmada.

-Tengo algo para ti…

-¿A sí?

-Ven… -Salió del coche y me abrió la puerta, ayudándome a bajar-. Quiero… bueno… -Paró y tomó mis manos-. No he dejado de pensar en eso de que no soy más que un amigo… ¿Cómo era?

-Muy cariñoso…

-Eso, un amigo muy cariñoso… -Rió y negó-. Creo que tenemos que aclarar ese punto… -Le miré divertida y él sonrió-. Me gustaría poder abreviar cuando hablo de ti…

-¿Abreviar?

-Sí… eso de que tengo una amiga muy cariñosa… es largo. ¿No crees?

-Darlene es corto… y si prefieres Dar aún lo es más… -Reí y él me miró y negó-. ¿Qué?

-Quiero poder decir que eres mi novia, eso haría que no tuviera que buscar una definición a lo de ser amigos cariñosos… -Le miré divertida-. ¿Qué me dices?

-No sé si lo entiendo muy bien… ¿quieres decir por ahí que soy tu novia?

-Bueno… quiero que lo seas. Eso sería más fácil… -Reí y negué, mientras él me miraba curioso-. Aunque si no quieres…

-Seth… -negué y le besé-. Creo que no me parece del todo mal… -Él alzó una ceja-. Así que, bueno, si no hay más remedio… aceptaré.

-Ya… -me besó y rió-. Imaginé que dirías algo así… -Volvió a besarme-. Vamos… -Cogió mi bolsa y después mi mano, llevándome a la puerta. Buscó por sus bolsillos y dejó la bolsa en el suelo, me miró con una mueca-. ¡Vaya!

-¿Qué?

-Me he dejado las llaves…

-¿En serio? –Reí y él hizo una mueca rebuscando en sus bolsillos-. Eres un desastre…

-Aquí… -Sacó unas llaves y las miró confuso-. No, no son las mías… -Me las tendió y siguió buscando, mientras yo reía con las otras llaves en la mano-. Ves abriendo, creo que me he dejado las mías en el taller…

-Pero si no son estas… -Le miré raro y él señaló la cerradura. Metí la llave y abrió-. ¿No has dicho que no eran estas?

-No… -Rió y cogió mi cintura-. He dicho que no eran mis llaves… -Cogió las llaves y me las mostró, había un llavero pequeño de madera, con una flor como la de mi anillo-. Son las tuyas…

-¿Qué?

-Bueno… -Rodó los ojos-. Pensé que era un buen regalo si me decías que sí…

-¿Y si te hubiera dicho que no? –Reí y las cogí, mientras él me miraba divertido-. Esto es una locura… ¡no puedes darme las llaves de tu casa!

-Bueno… -hizo una mueca-. Tienes tus cosas dentro… y a tu novio viviendo en ella… así que preferiría que pensaras que también es tu casa…

-¿Estás loco? –Asintió riendo-. ¿Y si te hubiera dicho que no?

-Puede que te hubiera dado las llaves del coche, para que durmieras en él… -Rió y me besó, mientras le empujaba-. Me hubiera dado igual, quiero que las tengas, que te sientas libre de entrar y salir… mucho más de entrar, he de decir…

-Eres… -Le miré, miré las llaves y volví a sus ojos-. A mi madre le dará algo cuando se lo diga… -Asintió divertido ante mi risa-. Esto es demasiado… ¿lo sabes, no?

-No… -negó-. Demasiado será mañana, cuando tengas que acompañarme a comer a casa de mi madre con Charlie y Leah…

-Uh…

-Sí, lo sé… pero quiero presentar oficialmente a mi novia… -me besó e hizo una mueca-. Prometo que nos iremos tan rápido como quieras…

-Pero…

-Preferiría que no tuvieras ese pánico, esas ganas de salir huyendo que estoy viendo en tus ojos… -Hizo una mueca triste-. Si no quieres, lo cancelo…

-No… -Hice una mueca-. Me parece mal, no quiero ser grosera con tu madre ni con tu hermana… ni con Charlie. Ellos no tienen la culpa de que estés sonado… -Hizo una mueca de dolor y le besé rápido-. Gracias… aunque creo que eso se queda corto…

-Bueno… -me besó-. Si quieres puedes cambiarte, hoy le toca a Emily organizar la cena… y queda una hora para que tengamos que salir…

-¿Una hora? –Lo pensé y entré a casa arrastrándolo de la camiseta-. Me sobra con diez minutos… -Le besé-. Prefiero ilustrarte lo mucho que te he echado de menos…

Al final… llegamos tarde a la cena. Cuando llegamos a casa de Emily me reí mucho con la pequeña Claire y con las chicas. Leah me miraba con una sonrisa extraña, no sabría decir muy bien qué me trasmitía, sólo me sonrojaba.

Cuando llegamos a casa estuve hablando con mi madre, mi tía había ido a cenar con ella y había hecho planes para el sábado con su amiga Catherine. También hablé con papá, que me dijo que había pedido vacaciones para la semana de mi cumpleaños, aunque no podría evitar volver justo para ése día. Me sentí mal, iba a ser el primer cumpleaños con mi padre lejos…

Seth me miró apenado y me sentí mal, él no tenía desde hacía años a su padre y sería muy injusto contarle el porqué de mi cambio de humor. Sonreí y me limité a abrazarle en mitad del salón, por lo que él acarició mi espalda consolándome y sin preguntar nada. Me besó y me miró son una enorme sonrisa.

-¿Vamos a dormir ya?

-¿Ya?

-Bueno… -hizo una mueca-. Mañana tengo que levantarme temprano, me toca abrir en el taller… pero si quieres nos quedamos un rato más…

-No… no quiero que dejes de dormir por estar conmigo… -Le besé-. Además estoy un poco cansada con el viaje y todo…

-Vale… -Sonrió-. Te doy dos minutos para ponerte el pijama, no podré soportar más tiempo… -Rió-. Me abrazaré a ti, estés como estés…

Me quedé helada y salí corriendo, subiendo las escaleras a trompicones mientras él reía. Me cambié y abrí la puerta, él esperaba con una enorme sonrisa y sacó la lengua.

-Muy rápida, sí señor… -Me abracé a él y me llevó montada en sus pies hasta la cama-. Me da rabia tener que trabajar mañana… pero si no…

-Tranquilo… Kim me ha propuesto ir a pasar la mañana con ella y con Nessie… así que no te preocupes…

-Me parece bien… -Besó mi frente-. Estás preciosa con ese pijama…

-¿Qué? –Miré mi pijama. A mí me parece un poco corto… con el frío que suele hacer… Pero no hay más que cortos… Alice no pensó en que yo siento más el frío…

-O quizá pensó en esto… -Me abrazó fuerte y retorció sus piernas con las mías-. No sé…

-Esto… -Le miré-. Esto no está nada mal…

-Lo sé… -Rió y besó mi frente-.

Se quedó dormido pronto, así que no tardé en seguirle. Cuando desperté noté el peso de las mantas sobre mi cuerpo… me retorcí y él no estaba. Quité las mantas de encima y pronto tirité, por lo que volví a taparme con ellas. Miré a mi alrededor y me froté los ojos, viendo una nota en la mesilla.

No he querido despertarte… espero que no hayas pasado frío. Coge lo que quieras de la nevera… Nessie me ha dicho que la llames, puedes coger mi coche, yo iré andando… si necesitas algo estoy en el taller (las llaves del coche están junto a las tuyas en la entrada). Te quiero, Seth.

Suspiré y cogí una de las mantas envolviéndome en ellas. Bajé a la cocina y vi que eran las nueve y media de la mañana, aún era temprano. Cogí un poco de leche y un par de galletas, me sentía en una casa tan grande yo sola… extrañamente cómoda. Reí al pensarlo y me levanté, mirando aquella sala tan grande con el equipo de música. Nunca imaginé que una casa pudiera tener algo como esto… negué pensando en que mi novio estaba loco… mi novio.

Me acerqué al equipo de música y rebusqué en toda la pila de CDs, encontrando uno que llamó mi atención, un disco titulado I am… Sasha Fierce. Puse el segundo disco y la sala resonó ante los altavoces y el altísimo volumen. Reí y negué, sólo él podía hacer algo así… bajé un poco más el volumen y me metí a la cocina, recogiendo lo del desayuno.

Sonreí ante el ritmo y la letra de una canción, la cual reflejaba mi estado.




Mi vida ahora parecía un dulce sueño del que no quería despertar. Volví al equipo y lo puse para que repitiera esa canción. Subí a cambiarme, dejando la manta plegada a los pies de la cama, como el resto. Abrí la ventana un poco, ya no sentía tanto frío como al despertarme. Llamé a Nessie y me dijo que debería ponerme el bikini, que íbamos a ir con las chicas a la playa y esperaríamos allí al resto.

Me metí a la ducha perdiendo un poco de tiempo en mis piernas, para después salir a mi habitación cubierta por una enorme toalla rosa. Busqué en el cajón y encontré aquel bañador, pero algo en mí me dijo que lo dejara y cogiera otra cosa. Suspiré al ver la cantidad de bikinis sin que ninguno me dijera nada. Busqué una toalla que llevar a la playa y encontré una azul cielo que me recordó a uno de los bikinis que había tenido en mis manos, el cual escogí.



Me miré al espejo y me veía algo ridícula, pero mi móvil volvió a sonar, con una Nessie impaciente que me esperaba en el taller para llevarme… así que cogí un vestido blanco estampado con flores azul celeste y unas chanclas a juego. Reí al verme tan azul, pero Nessie me mordería como tardase más… Bajé corriendo las escaleras y apagué la música, cogiendo las llaves del coche y las de casa. Cuando cerré y miré el coche me sentí algo extraña, sentí que llevaba toda una vida con Seth… como si esto fuera una rutina, la cual me encantaba.

Subí al coche y conduje con cuidado por el sendero, hasta que di a la explanada trasera del taller, donde Seth salía limpiándose las manos y sonriendo de un modo arrebatador. Cuando bajé del coche me sentí la mujer más afortunada del planeta, me acerqué a él y me besó dulcemente.

-Te veo muy… -Hizo una divertida mueca-. No sé…

-Rara… -Reí-. Esto es una locura…

-Cómoda, más bien… me encanta… -me besó de nuevo-. Nessie te espera fuera, ¿llevas todo? –Asentí mientras cruzaba por el taller y saludaba a los chicos con la mano-. ¿Quieres bajar con el coche?

-No… mejor llévalo tú, no creo que sepa llegar hasta la playa yo sola…

-Como quieras… -Sonrió cuando llegamos a la entrada y Nessie señaló su reloj-. Lleva mucho rato esperando, estaba harta ya de la canción…

-¿Canción? –Rió y yo negué-. ¿Tanto se oye?

-No sé… imagino que tiene que ver con que andamos algo finos de oído… -Rió-. Pásalo bien… nos vemos luego.

-Vale… -Le besé-. No tardes mucho… no me ha gustado nada eso de despertarme rodeada de mantas… -La bocina sonó cuando volvía a besarle así que reí y corrí hacia el coche-. Ya voy… perdona que no sea tan rápida como vosotros…

-Es una impaciente… -Jake resopló apoyado en la puerta del piloto-. Ni que tuviera cinco años… -Dijo riendo-. Luego os veo…

-Te odio… -Él le revolvió el pelo y ella cogió su rostro, dándole un enorme beso cerca de la comisura de los labios y él la miró raro-. Jake… -Nessie resopló-. Ya podías ser tan cariñoso como Seth… al menos eso lo compensaría…

Me quedé estática, como él, mientras Nessie arrancaba. Él se apartó mirándonos extrañado y ella salió pitando de allí. Le pregunté pero dijo que daba igual, que no quería hablar del tema. Pensé que estaba enfadada conmigo por haber tardado pero me dijo que no, simplemente que había dormido mal.

Me conformé con eso, puesto que cuando llegamos a la playa ella parecía estar contenta. Sam y Emily estaban pendientes de Ephraim, que jugaba con Leah, aunque salió disparado hacia nosotras en cuanto nos vio. Nos acercamos un poco más a las sombrillas, donde Paul y Rachel habían montado un pequeño parque para los pequeños. Rebeca nos saludó y nos dijo que la acompañáramos, que el resto estaban en el agua. El resto… nos metimos al agua y vi cómo Jared lanzaba a Kim por los aires. Me sorprendí, mucho más al oír a Claire reír y aplaudir a hombros de ella… Kira.

Nessie corrió y la saludo contenta, era una chica agradable, y la saludé porque me caía bien… por mucho que ella estuviera enamorada de Seth, al menos hasta hace poco. Estuvimos jugando con Claire, yo la lanzaba tan flojito como Kira o Kim… Rebeca la subía a hombros como Nessie para que saltara desde allí, pero Jared… la mandaba directa a brazos de Nessie que estaba en la otra punta del círculo improvisado. Realmente la niña disfrutaba siendo la pelota… hasta que un silbido extraño hizo que empezara a chapotear hacia la orilla.

-Quil… -Bufó Jared-. Ahí están vuestros hombres…

-¡Embry! –Rebeca saltó mientras pude ver que Jake empujaba al chico-. ¡Jake! No seas mal cuñado… -Gruñó-. Hay que ver… es peor que los críos…

-Lo sé… -masculló Nessie-. Y lo peor es que no se entera de nada… -Me miró y negó-. ¿Vamos fuera? Espero que al menos hayan traído más que hambre…

-Seguro que sí… -Kira la cogió de los hombros-. Son muy considerados… qué ganas tenía de verles otra vez… os echaba de menos.

Salimos y caminamos un trozo por la orilla, yo me adelanté con Rebeca mientras pude ver a Seth quitarse la camiseta… algo que no pasó desapercibido para alguien que llevaba detrás, que gritó sin miedo alguno haciendo que mi novio riera y mi alma cayera a los pies. Aquella chica tenía un cuerpazo de infarto… y babeaba por mi novio. ¡Genial!

Miré mis pies cuando nos adelantó corriendo, abrazándose a Seth que sonreía amable como Jake, del cual también se colgó… aunque Nessie no parecía molestarse por ello. Pero ella también tenía un cuerpo de infarto y Kira no parecía tan interesada en Jake… Suspiré al ver a Embry rodear a Rebeca y besarla dulcemente. Seguí andando hacia ellos ahora acompañada por Nessie, que se colgó del cuello de Jake y le dio un beso parecido, dejándole noqueado. La miré raro mientras Seth me guiñaba un ojo.

Un guiño de ojo… ¡Genial! Me giré al oír a Claire gritar, Quil la giraba como a una muñeca de trapo y ella disfrutaba… estaba claro que era el juguete del día. Reí y ella empezó a pedir mi ayuda y la de Nessie. Corrí hacia ella mientras Quil frenaba y la dejaba en el suelo algo mareada. La niña dio tumbos hasta agarrarse a mi pierna.

-¡Es muy diver! –Gritó-. ¡Quiero que se lo hagas a Darlene, Quil!

-¡Oh, no, no! –Reí-. Yo ya estoy demasiado crecidita para que me hagan eso… -Reí y la niña me miró sonriente-. Prefiero ver cómo lo disfrutas tú…

-¡Mira! –La niña señaló a mis espaldas, Leah cargaba con Ephraim que parecía volar en sus hombros-. ¡Eso también es divertido!

-¿Quieres que hagamos una carrera? –Quil se arrodilló ante la niñita, que no tardó a subir a sus hombros-. ¡Agárrate fuerte, niña!

Salieron corriendo mientras yo veía a mi lobo mirándome junto a ella. Sonreí y alcé levemente la mano, haciendo que él saliera corriendo en mi dirección y me cargara como a un saco, corriendo a la par que Quil y su hermana conmigo pataleando.

-¡Eso es trampa! –Gritaban los niños mientras Seth los adelantaba-. ¡Tramposos!

-¡Vale! –Seth giró y yo sentí que me mareaba-. ¿Y si corro de espaldas?

-¡No! –Grité pataleando-. No seas crío… que me voy a caer… -Pataleé y él me bajó, dejando a Quil y Leah adelantarnos-. Deberías recordar que yo no soy de goma como ellos… no quiero acabar con otro chichón…

-Vale… -Puso cara triste-. Perdón…

-¿Perdón? –Alcé una ceja riendo-. Ya te vale… -Hice una mueca y él sonrió, cogiendo mi cintura-. Has dejado plantada a Kira… no está bien.

-No he podido evitarlo… -Me besó-. Estaba esperando un abrazo… y como no venías… -Sonrió-. Así que he pensado que cargar así contigo sería la única manera de tenerte entre mis brazos…

-Ya… -Reí-. La próxima vez, no lo hagas…

-¡Al ataque! –Quil y Leah aparecieron soltando a los niños que corrieron a pegar a Seth-. ¡Tramposo! ¡Nos las pagarás!

Reí al ver a Seth tirarse teatralmente en la arena para dejarse atacar por los pequeños mientras Leah me miraba sonriente. Seth cargó con ellos y se metió de lleno al agua mientras Quil le seguía y Leah se acercaba a mí.

-Cuando digo que Ephraim madurará antes que él… -Reímos-. ¿Preparada para la comida familiar? –La miré con una extraña mueca-. Ya veo…

-Es que… no sé… va a ser raro, creo.

-Bueno… -se encogió de hombros-. Quiero celebrar que al fin tengo cuñada oficialmente… mi madre estaba preparando comida antes de que yo saliera… Espero que tengas hambre…

-No mucha… -hice otra mueca-. Pero creo que haré un esfuerzo…

Reímos y paseamos hasta las toallas, donde Kim, Kira y Nessie jugaban a las cartas contra Jared, Jake y Embry. Me reí al ver a Rebeca apoyada en las espaldas de Embry diciéndoles a sus amigas las cartas que él tenía por señas. Me senté al lado de Nessie y Leah con los chicos, uniéndonos al juego.

Poco después Seth se sentó a mis espaldas, por lo que tapé mis cartas y todas reímos. Leah miró su reloj y miró a Kira por un segundo, que estaba mirándonos con una gesto extraño y bajó su mirada a la mano de cartas.

-Seth… -Señaló su reloj y rió-. Voy a disfrutar viendo cómo sufres por mojar tu coche…

-Antes sería capaz de conducirlo sin ropa… -Reímos y él bufó-. Aún podemos esperar a que se seque… no pienso aparecer por casa así… Sue me mataría…

-Seguro que no has traído ropa para cambiarte… -bufé-. ¿Me equivoco?

-¿Y tú sí?

-Pero yo ya estoy seca… -Le saqué la lengua y el me hizo la burla-. Idiota… aún tendrás que ir andando… -Reí y me levanté-. Leah y yo nos vamos ya…

-¿A sí?

-Sí… -Cogí las llaves que había encima de su camiseta-. Me llevo tu coche, así que tú te las apañarás para ir…

-¿Coger el coche de Seth? –Kira rió-. Te matará si se lo coges… recuerdo cuando Ruth sólo hizo amago de conducir y casi le muerde…

-Pero ella puede cogerlo… -Leah rió-. Ella tiene ventaja sobre Ruth…

-Sí, claro… -Hizo una mueca extraña-. Se me olvidaba ese pequeño detalle… -Dijo riendo-. Me alegra que por fin hallas encontrado a alguien que pueda conducirlo… -Seth le guiñó un ojo y ella sonrió-. Está muy bien…

-Sí… -Besó mi pelo, aunque yo ahora me había perdido-. Entonces, ¿conduces tú?

-¿Acaso lo dudabas?

Seth me besó en la mejilla mientras todos nos despedían con la mano, Leah nos siguió hasta el coche y se montó atrás, mientras yo encendía el motor y me sentía algo extraña al llevar yo el coche. Seth me indicaba por donde ir mientras Leah le tiraba del pelo y se lo revolvía, yo no podía evitar reír al ver cómo se molestaban. Cuando paré Leah bajó de un salto, mientras Sue y Charlie salían a recibirnos. Sue me abrazó levemente y Charlie saludó con la mano, haciéndonos pasar. Seth palmeó en la espalda a Charlie y bromeó con él sobre Nessie, haciéndole reír.

La verdad es que me sentí algo extraña allí, mucho más cuando vi a Billy en el salón. Él me saludó con la mano y Sue dijo que nos sentáramos. Leah la siguió a la cocina y yo decidí ayudarlas también.

-No cariño, no es necesario… eres nuestra invitada.

-No me sentiría bien… -Hice una mueca y Leah rió-. ¿Qué puedo hacer?

-Darlene… ya nos ayudas suficiente aguantando al enano… -Rió sacando los platos-.

-Leah… -Su madre le reprochó con una sonrisa-. ¿Todo bien? –Asentí-. Ten, puedes sacar esto… -Cogí la fuente y me miró fijamente-. Él te quiere mucho… más de lo que ha querido a nadie jamás. Espero que se porte bien…

-Lo hace… no se preocupe, señora Clearwater.

-¿Señora Clearwater? Cariño, llámame Sue… no quiero que eso cambie.

-Mamá… -Seth nos miró raro-. ¿Me necesitas?

-No… ya está todo…

Comimos y me sentí extrañamente como en casa. Sue regañó a Seth por llevar los pantalones mojados, y Charlie porque su ayudante le había dicho que le había visto ir con su coche a altas velocidades. Leah me miraba curiosa durante toda la comida, intercambiando sonrisas con Billy que no paraba de mirar cómo Seth contaba la carrera que había hecho con Jake.

Cuando terminamos les ayudé a recoger y me puse a fregar con Sue, mientras todos traían platos y cubiertos. Seth me besó en la mejilla en uno de los viajes y me hizo sonrojar. Cuando volvió me quitó el plato que aclaraba.

-Vamos, deja de ayudar a mi madre, yo lo haré.

-Oye, que soy capaz de hacerlo…

-No sé yo… seguro que rompes algo y te cortas…

-Seth… -Sue sonreía mientras Charlie le daba más cubiertos-. No seas malo con ella… o al final se arrepentirá y te dejará…

-No seas así… -Seth la miró ofendido-. Se supone que las suegras regañan a las nueras, no a sus hijos… -Bufó y me apartó de la fregadera-. Vaya una madre…

-¡Eh! –Le di un manotazo-. Habla bien a tu madre…

-Hermanito… -Leah rió-. Entiende que empezamos a querer más a Dar que a ti, es mucho más amable… -Me guiñó un ojo-. ¿Me acompañas?

Asentí y dejé a Seth con su madre mientras Leah me llevaba a su cuarto. Me sorprendió ver que tenía un corcho lleno de fotos, el cual me paré a mirar mientras ella sonreía y buscaba por un cajón de la cómoda. Había fotos de bodas, de Ephraim y de ella muy joven con Seth, Sue y un hombre que imaginé era Harry, su padre. Había muchas fotos del pequeño y otras tantas de Seth, un Seth de niño, de algo más mayor y de ahora, una foto de la manada muy joven en lo que parecía la boda de Emily y Sam, con una Leah algo seria al lado de Sam y Seth al lado de Emily.

-Esto de que Ephraim sea tan pequeño me vuelve loca… -Sonrió tendiéndome una bolsita-. Me deja mucho tiempo libre…

-¿Es para mí? –Ella asintió con una sonrisa, abrí la bolsita para encontrar dos pulseras de cuero hechas a mano-. Es preciosa…


-Cada vez que veo la que me regalaste… no puedo evitar sentirme mal, te había gustado mucho… así que bueno, ya sabes que me entretengo haciendo estas cosas, me pareció buena idea que tuvieras algo… no sé. Algo especial. Los pendientes es algo que todas tenemos, pero esto es algo que sólo tienes tú… y que puedes compartir con alguien… imagino que se la darás a Seth, por eso hice esa forma, ya que ahora vuestras vidas están como las cintas, entrelazadas… -Sonrió-. Hace años me hubiera pateado a mí misma por decir estas cursilerías… -Reímos-. Debe ser que eso de la imprimación me está ablandando… no sé.

-Me encantan… son preciosas… -Sonreí y cogí su mano, poniendo una de las pulseras en su muñeca, por lo que ella frunció el ceño confusa-. Mi destino está entrelazado irremediablemente a Seth… es cierto. Pero también quiero que mi destino se una a los vuestros, eres su hermana y… -Suspiré-. He de reconocerte que a veces me desconciertas, pero quiero conocerte mejor, comprenderte… que no sólo nos una lo que Seth siente hacia mí, o lo que yo sienta hacia Seth. Quiero que realmente haya una relación más allá de él con todos vosotros, en especial contigo. Así que esto es algo que tú me regalas para que lo comparta con alguien especial, así que quiero mostrarte que tú también eres especial para mí…

-Bueno… -Sonrió y alzó sus cejas-. No me lo esperaba… -Rió y miró las pulseras, poniéndome la mía-. ¿Esto es una especie de alianza entre cuñadas?

-Preferiría que fuera una alianza de amigas… -Sonreí y ella también, me miró y asintió-. Gracias Leah… -La abracé y ella suspiró-. Lo siento, soy un poco…

-Ya sé… -Se encogió de hombros-. Yo no suelo ser así, pero haré un esfuerzo.

-¿Estás intentando robarme a mi novia? –Seth nos miró confuso desde el marco de la puerta, con una mueca divertida-. Si queréis os dejo solas… pero creo que deberíamos irnos ya a la playa… el sol brilla hoy, lo que es raro y hay que aprovechar…

-¿Vas a conducir tú? –Leah le miró con aire despectivo y él asintió-. Entonces creo que iré a cuatro patas… adelantaros.

Le sonreí y salí de su cuarto observando de nuevo aquella foto de familia que me llegó al alma. Tomé la mano de Seth y nos despedimos de Billy, Charlie y Sue, para después salir en silencio hasta el coche, donde me abrió la puerta caballerosamente antes de arrancar y salir de allí.

La imagen de esa foto no paraba de rondarme la cabeza, él era tan joven, como Leah… y parecían tan unidos… Él me miró confuso y tomó mi mano, besándola y mirando la pulsera.

-¿Y eso?

-Es un secreto entre cuñadas…

-¿Leah te la ha regalado? –Sonreí y asentí-. Pues sí que está sensiblera… -Suspiró y negó-. Me alegra que vuelva a ser como antes… al menos contigo.

-¿Al menos contigo?

-No sé… con mamá y con el resto es distinta… pero a mí me sigue tratando como si fuera un estorbo… -Le miré divertida y él resopló-. Da igual…

-¿Estás celoso? –Reí y él me miró confuso-.

-¡No! Es sólo… da igual… -Acaricié su pelo sonriente y él rió-. Un poco, antes ella era menos borde, es raro, sigue protegiéndome, lo sé… pero…

-Te quiere mucho… -Dije jugando con su pelo-. Es tu hermana… simplemente que ya no eres un niño, se lo pasa mejor molestándote, es una muestra de amor de hermana mayor, nada más…

-No sé… -Me miró curioso-. ¿En serio? –Asentí sonriente, al ver que Seth tenía cariñitos de hermano menor… me resultó tan tierno que no pude evitar besarle en la mejilla-. Te creeré…

Sonrió y paró su coche al lado del de Nessie, pero antes de que bajara volví a besarle sin pensar en nada más que no fuera mi corazón latiendo lleno de ternura hacia él. Un carraspeó me sorprendió y Seth negó.

-Esfúmate, Leah.

-Lo siento, tengo que vigilaros, no quiero que Charlie vuelva a detenerte… eso de que os beséis está prohibido, ¿lo sabéis? –La miré divertida-. En casa hacer lo que queráis, pero en espacios públicos es posible que te denuncien por corrupción de menores…

-Yo no he sido el que ha empezado… -Me miraron y reí-.

-Bueno… si quieres puedes decir eso para defenderte, pero…

-Eres tú el que debería comportarse… -Leah bufó-. Es normal que ella sienta atracción por un tío tan golfo como tú… pero tú eres el malo, ella es una adolescente inocente que no sabe lo que hace… el día que se de cuenta de que no hay quien te soporte se arrepentirá de esto… -Me guiñó el ojo y saltó del coche-. No tardéis…

-¿Tienes prisa por hacer de niñera? –Seth gritó pero Leah ni se volvió, sólo levantó su mano enseñando el dedo central y Seth pitó riendo-. Por mucho que digas que me quiere… a veces es un poco molesta… -Hizo una mueca y me miró-. ¿Por donde íbamos?

-Pues estábamos besándonos, pero como el beso ya ha terminado… Deberíamos bajar a la playa y aprovechar este… -recordé- día tan raro.

-Vale… -Me dio un beso rápido y dulce-. Tú mandas…

Bajamos a la playa y nos sentamos a charlar mientras los chicos jugaban al póker. Me fijé en Quil que recolectaba piedras y se las llevaba junto a Ephraim, que no quitaba ojo a la montaña de arena que Leah hacía como protección del castillo. Me fijé en su mirada cuando veía a Leah ayudar a Claire, parecía furioso. Nessie me tocó y levantó una ceja mostrándome cómo miraba al niño, y rió al levantarse y acercarse a él. Habló con él y el niño hizo una mueca mirando de nuevo a Leah y estampando una piedra en la arena, parecía enfadado. Nessie me hizo un gesto y me acerqué, mientras ella mostraba que las intenciones del niño eran pisotear el castillo… menudo monstruito.

-Pero no es justo… -El niño parecía a punto de llorar y Leah nos miró raro, acercándose-. Ella tiene a Quil… no es justo que también tenga a Leah…

-Ey, principito… -Leah se arrodillo frente al niño-. ¿Por qué esa cara tan larga?

-No quiero que juegues con ella… quiero que juegues conmigo.

-Pero Ephraim… -Leah suspiró y sonrió-. Estamos jugando todos, no tienes que enfadarte. ¿No quieres traerme piedras para que mi parte sea tan bonita como la suya? –El niño negó triste y no sabía si me resultaba tierno… o cargante-. ¿Quieres que juguemos a otra cosa…?

-No… -El niño se cruzó de brazos y Sam se acercó-. Quiero irme a casa.

-Ephraim… -Sam se acuclilló-. Hemos hablado de esto, ¿vas a ser un niño o un hombre? –El labio inferior del niño sobresalió y Leah parecía sufrir por él-. A mí no me das pena como a mamá o Leah… -Sam miró a Leah y negó-. ¿Quieres ser un niño?

-No… -El niño bajó la cabeza y resopló, dejándonos confusas-. Lo siento, he sido egoísta y debo compartir… -Masculló-. Jugaremos a los castillos… -Sam sonrió y se levantó, revolviéndole el pelo-. ¡Pero luego quiero que juguemos a destrozarlo!

-¿Vas a destruir mi castillo? –Leah puso una mueca inocente-.

-No… sólo la parte de Claire… -El niño se encogió gracioso de hombros, estuve a punto de reír pero Sam le miró de un modo que rectificó-. Vale… pero jugaremos a otra cosa… me aburre coger piedras… ¡A las lanzaderas!

-¿Lanzaderas? –Nessie y Leah reían mientras yo miraba confusa al niño-. ¿Me enseñarás a jugar?

-¡Sí! ¡Vamos Leah! Hay que terminar el castillo ya…

El niño correteó hacia el castillo, sentándose junto a la niña que instantes antes odiaba y la ayudó dándole piedras rojas. Leah sonrió y Quil suspiró a lo lejos. Nessie me mostró que se alegraba de que los niños no hubieran acabado discutiendo, siempre que se peleaban acababan discutiendo Leah y Quil…

Negué y volvimos a las toallas, donde Kim peleaba con Embry mientras Jared y Rebeca hacían apuestas sobre sus parejas. Jake acunaba a Wendy mientras se metía con Paul y Rachel le regañaba. Kira peleaba con Seth, algo que me dejó parada, ella intentó darle una patada y él la cogió del tobillo tirando de ella mientras ella saltaba a la pata coja. Mi cara creo que se desencajó, por lo que me giré y miré al mar mientras Nessie me miraba pícara.

-Por mucho que ella quiera enredar, él sabes que es como un niño, sólo juega. Si le dices que verlo así te hace daño no lo hará… -Negué y le resté importancia-. Es molesto, pero tú sabes que él jamás haría nada con ella, él sólo te ama a ti…

-Lo sé… y yo a él… y entiendo que es su amiga, que es algo así como para mí Kevin… no puedo pedirle que se aleje, sería cruel… aunque me molesta mucho saber que a ella le encantaría que yo desapareciera… -Reí sarcástica-. ¿Vamos al agua?

-Claro…

Un grito sonó a nuestras espaldas y nos volvimos, para ver a Kira correr pasándonos a toda velocidad mientras Seth le encorría con un cangrejo en la mano. Le miré raro y él me lo mostró, intentando darme miedo.

-Luego no te quejes si te muerde en el culo… -Él me miró asombrado y Nessie estalló en carcajadas-. Deja de asustar a la pobre chica…

-¿Vas a ponerte de su parte? –Hice una mueca-. Vas a tener suerte, te doy ventaja para que huyas… Tienes diez segundos…

-Seth… no te tengo miedo, así que no esperes que corra…

-¡Tú misma!

Cargó conmigo y empezó a correr hacia la espesura, dejando atrás la playa y llevándome por un sendero, el cual recordé haber hecho una noche hace semanas. Noté que frenaba, estábamos al borde del acantilado y él empezó a reír al ver mi cara de susto.

-Ni se te ocurra tirarme… me haré daño.

-¿Crees que soy capaz de tirarte? –Le miré asintiendo-. Vale sí, pero no de tirarte… -Dio unos pasos hacia atrás y me bajó, cogiéndome ahora en volandas-. No de tirarte sola… pero si de tirarnos…

Corrió y saltó conmigo en brazos mientras yo me aferraba a su cuello y cerraba los ojos. El impacto contra el agua se sintió algo doloroso y frío, pero sus manos pronto repararon esa sensación. Me sacó de la mano a la superficie y supe que debía devolvérsela, cogí una bocanada de agua y le miré enfadada. Él rió y disparé, dándole de lleno en la cara mientras cerraba los ojos y yo reía.

Hizo una mueca divertida y tiró de mí, llevándome bajo el agua y dándome un fiero beso bajo el agua, acercándome a su cuerpo de un modo que no sentí nada de frío, sólo calor… demasiada calor. Mis piernas se enroscaron en su cintura por puro instinto, mis manos se aferraron a su pelo y salimos a la superficie, donde él siguió besándome, frenando su ansia y terminando mordiendo dulcemente mi labio inferior. Nuestras miradas eran intensas, pero él sonrió y cerró los ojos, cuando una ola enorme nos arrastró. Pronto oí las risas de Jake y Nessie, que habían seguido el mismo camino que nosotros, sólo que ellos no se besaban, pero ella le aferraba como si lo deseara. Reí y negué, mientras Seth me cargó a su espalda y empezó a nadar a la par que Nessie y Jake, siendo Nessie la que nos sacaba más ventaja.

Cuando llegamos a la orilla los cuatro reíamos y los chicos nos miraban riendo como si quisieran haber podido hacer lo mismo. Claire correteó hasta Quil, que la cogió en brazos y se metió al agua, siendo lanzada y recogida por Jake, que la lanzó hacia nosotros. Oímos un leve chillido, y Seth se levantó, capturando a Ephraim en brazos mientras Leah reía a unos diez metros. Estaban rematadamente locos, jugar con los niños como si fueran pelotas hinchables… pero ellos disfrutaban y reían de lo lindo. Seth se sumergió tomando mis manos, pronto salí subida a sus hombros… me sentí como si tuviera cinco años, como cuando mi padre cargaba así conmigo. Lo pasamos genial…

Nos despedimos un par de horas más tarde en el aparcamiento, habíamos quedado en que se pasarían por casa después de cenar, al menos aquellos que no tenían bebés a cargo. Kira nos seguía en el coche de detrás con Leah, ya que Seth las invitó a cenar a ambas a casa. Por el camino él tomaba mi mano de manera despreocupada, cuando me fijé en que se desviaban hacia la ruta que Seth me había indicado antes para ir a su casa. Seth sonrió un poco y le miré curiosa.

-Mi hermana ha decidido que quiere cambiarse de ropa para la fiesta… -Me miró con una ceja alzada-. Aunque a ella nunca le ha preocupado mucho eso, menos ahora…

-Eso es que nos deja un momento a solas… ¿no? –Él sonrió y asintió-. ¡Ves! No es tan mala como te piensas…

Él asintió algo reacio, como si le costara aceptar que su hermana era buena, era atenta… era la mejor cuñada que se podría tener. Cuando llegamos a casa abrí la puerta con mis llaves y Seth parecía satisfecho, me miraba con una ternura que me hizo sonrojar… mucho más cuando me invitó a pasar delante y me rodeó con sus brazos, susurrando y dejando que su aliento me hiciera cosquillas por el cuello junto con su nariz.

-Me apetece mucho estar contigo, preferiría estar toda la noche pegado a ti… Si pudiera cerraría puertas y ventanas para no dejarles entrar…

-Ya… -Me giré divertida-. Eso dices ahora… -Hice una mueca y él me miró confuso-. Has sido tú el que ha propuesto la fiesta… así que no digas tonterías…

-¿Crees que si supiera que puedo tenerte cuarenta y ocho horas enteras conmigo sin hacer ninguna estupidez, les invitaría a venir?

-¿Estupidez? –El hizo una mueca y me besó dulcemente, haciéndome sentir un cosquilleo que recorrió cada centímetro de mi cuerpo-. ¿Cómo por ejemplo?

-Vete a cambiar, antes de que me arrepienta y empiece a tapiar las ventanas… -Hice una mueca y reí con él-. En serio, no quiero agobiarte… quiero que disfrutes conmigo, pero tampoco quiero que te aísles del mundo… ya sabes…

-Lo sé… -Le besé-. Voy a cambiarme y a hacer unas llamadas… ¿Necesitas ayuda?

-No, creo que Leah vendrá cargada de comida, yo voy a darme una ducha… -Hizo una mueca y rió, por lo que le miré confusa-. Nada… no quieres oírlo…

-¿Qué? –Negó mientras subía las escaleras de un modo que mi corazón se revolucionó-. ¡Seth! ¿Qué…? Odio que hagas eso…

-Si me necesitas… -Se asomó divertido-. Estaré en la ducha.

-¿Eso es una invitación? –Reí y él asintió con una ceja alzada que me hizo sonrojar-. ¡Lárgate!

Reímos y le vi subir, mordiéndome los labios y como si algo se apoderase de mí, subí a trompicones las escaleras, viéndole apoyado en la puerta del baño con un aire realmente sexy. Me acerqué despacio y le besé, mientras él reía y me acercaba suavemente a él.

-Deberías llamar a tu madre… -dijo mientras me besaba y yo le miré alucinada ¿Qué pintaba mi madre?-. Cuéntale lo bien que cuido de su niña, no vaya a ser que por no llamarla no deje que vuelvas…

-¿Me tomas el pelo?

-No… -Le miré… No, no era broma…-. Date prisa, no creo que mi hermana y Kira tarden mucho a llegar… -Acarició mi pelo, poniéndolo detrás de mi oreja mientras le miraba pasmada-. No hagas que me arrepienta de nuevo, o te meteré de cabeza a esa enorme bañera conmigo…

-No me parece mala idea…

-Lo sé… a mí tampoco… en parte.

-¿En parte? –Le miré mal-. Oye, deberías dejar de hacer esto, sabes… me vuelves totalmente loca… no sé muy bien qué pensar…

-Lo siento… -Hizo una mueca-. Tienes razón… -Besó mi frente con delicadeza-. Prometo controlarme mejor, pero a veces… -Suspiró-. Creo que tiene que ver con eso de ser un perro a veces… -Rió y yo le miré raro-. Es el instinto, no puedo evitarlo, hasta que recuerdo que estoy haciendo todo muy acelerado, pero no puedo evitarlo. Es como si llevara toda mi vida contigo a mi lado, es no sé…

-Sé de lo que me hablas… -Sonreí y le abracé, besando suavemente su mejilla y después su cuello-. A veces es bueno seguirlos…

-Darlene… -Suspiró-. Vas a hacer que realmente acabe encerrado…

-¿Encerrado?

-Sí… si no me encarcelan, tendrán que encerrarme en un manicomio… -Le miré feliz-. Me vuelves loco… -Me besó de una manera intensa, para luego regalarme un par de besos más dulces-. Mi chica preciosa… -Me abrazó y suspiró-. Prometo no volver a comportarme tan…

-No me importa, en serio…

-Pero a mí sí… te lo dije la semana pasada… tenemos mil cosas por hacer y no tengo prisa… aunque a veces quiera hacerlas todas de golpe… -Acarició mi cara de un modo tan tierno que sentí que me rozaba el alma-. Todo a su tiempo, mi amor.

-Seth… -Inspiré y contuve el aire mientras él me miraba curioso. Suspiré y sonreí-. No más gestos tipo regalarme llaves, eso me hace sentir muy rara, feliz, muy feliz… pero creo que es como si esto fuera demasiado rápido. Ya sabes lo que pienso…

-Prometido. No más prisas, me golpearé la cabeza diez veces antes de dar otro paso…

-Mejor… simplemente consúltalo con la almohada y después, si sigues dudando, conmigo… -Asintió y me besó tiernamente-. Te quiero, a pesar de todo… eres mi desastre personal… mi bello desastre personal…

Le acaricié mientras me marchaba de allí con una sonrisa enorme, como la suya. Entré en mi cuarto y hablé con mamá, después con papá y sentí la necesidad de contarle a Kevin todo lo que había pasado. Él escucho atento y dio su opinión. Me dijo que Seth le caía bien, pero que estaba loco, que no era normal cómo se comportaba… Le di la razón en parte, aunque pareció que sugería que lo dejara correr. Pero no podía hacer eso… por mucho que mi mejor amigo me dijera que estaba cometiendo un error ilusionándome tanto… pero él no podía comprenderlo.

Quizá tenía razón, pero no podía ser un error cuando su simple voz llenaba cada parte de mi corazón, cuando su sonrisa dibujaba a su antojo la mía… cuando todo lo que el mundo parecía pensar que era un error, me hacía sentir tan sumamente feliz. Me levanté algo dudosa y llamé a su puerta. Asomé mi cabeza y él estaba con una enorme sonrisa frente al armario, con una simple toalla rodeando su cintura, con ese torso que me hacía suspirar ligeramente mojado. Me lancé a sus brazos y él me miró preocupado, pero no pude más que sonreír y quedarme allí, en mi lugar preferido, donde me sentía feliz… entre sus cálidos brazos.

Sonó la puerta y me aturullé, salí corriendo hacia la puerta e hice pasar a Leah y Kira, que iban realmente guapas. Leah me miró con una enorme sonrisa al ver que no me había cambiado, mientras Seth bajaba poniéndose una camiseta.

-Mamá me ha dado una bolsa llena de comida… ha insistido, no quería que muriésemos de hambre o intoxicadas por tu penosa cocina…

-Ya… -Seth sonrió cogiendo la bolsa y metiéndola a la cocina, pero se volvió antes de entrar-. ¿Quieres que te esperemos?

-No… -Sonreí-. Luego me cambio… no quiero que toméis la cena fría por mi culpa…

Cogí la bolsa de su mano mientras me sonreía y revolvía mi pelo. Cenamos en la cocina y cuando estábamos terminando Jake y Nessie aparecieron con una tarrina enorme de helado de vainilla y chocolate, por lo que me quedé un poco más con ellos. Después llegaron Kim y Jared, por lo que me disculpé, era hora de ducharme y cambiarme. Kira le dijo a Seth que le iba a ayudar a preparar la sala, por lo que los chicos también se ofrecieron mientras Leah y Kim preparaban bebidas. Yo subí algo desganada las escaleras, arrastré los pies hasta mi cuarto y cuando iba a cerrar la puerta algo lo impidió. Su enorme sonrisa me hizo sonreír, se coló en mi baño y abrió el armario que había allí. Sacó un albornoz de color amarillo claro, lo toqué y parecía grueso y confortable, rió y sacó una toalla, cuando la desplegué me di cuenta de que era una toalla turbante, del mismo color del albornoz. Reí y él hizo una mueca.

-Esto no cuenta, es que lo había preparado ya… aunque creo que no lo habías visto… ¿no?

-No… gracias… -Reí y le di un leve beso-. Eres un cielo.

-Lo sé… -Me cogió por la cintura y sonrió-. Por eso estás loca por mí… -Dijo con aire interesante-. Te espero abajo…

Se fue con una sonrisa enorme, dejándome mordiendo mis labios. Me di una ducha rápida y salí del baño con mi albornoz y mi toalla nuevos, parecía una niña, pero me sentía cálida… no tanto como en sus brazos… no había comparación. Me acerqué al armario y un remolino trajo a Nessie, que empezó a reír al verme de esa guisa. Reí algo avergonzada y ella abrió el armario de par en par, rebuscando y sacando un precioso vestido que me pareció algo excesivo, pero viéndola a ella lo reconsideré y acepté. El vestido era demasiado elegante quizá para una noche de fiesta en casa de Seth, pero ella refunfuñaba algo sobre mucha gente elegante.


La miré raro y empezó a pintarme un poco y dejó mi pelo suelto, que ahora quedaba por debajo de mis hombros. Lo cepilló con cuidado y bajamos después de ponerme unas sandalias de tacón… seguía pensando que era demasiado. Pero cuando abrí la puerta de mi cuarto y escuché el murmullo, algo me dijo que no era una fiesta corriente. Comencé a bajar las escaleras y sus ojos se posaron en mí, como si estuviera viendo bajar a un ángel. Recordé que hace un tiempo había tenido una sensación parecida, pero ahora tenía claro que esa mirada iba dirigida a mí. Me sonrojé y me fijé en los dos chicos que le acompañaban, que me miraban contentos. Uno de ellos se acercó y me tendió la mano para ayudarme a bajar, la tomé y la besó, haciendo que me riera.

-Collin, para servirla, señorita… -Reí y agradecí que me aclarase que él era Collin-. Por fin voy a estar en una fiesta en la que Seth tiene a su novia… -Rió y me abrazó dejándome algo noqueada-. Bienvenida a la familia…

-No te pases… -Seth me guiñó un ojo-. Es mi chica, así que quítale tus manazas…

-Darlene… -Brady asintió como saludo y le devolví el gesto-. Te veo bien…

-Está preciosa… -Nessie pasó sus brazos por mis hombros a modo de abrazo-. Ya verás como no desentonas… han venido unas amigas de Kira, además de que Kim está también muy imponente, al igual que Rebeca… no veas como han puesto la sala…

-¿Me acompañas? –Seth me ofreció su brazo y lo tomé gustosa-. Estás preciosa…

Miré la sala, habían juntado los cubiletes en el centro, haciendo una especie de escenario. Kira y Kim me saludaron desde arriba mientras Leah me hacía un gesto que me hizo sonrojar. Quería acercarme, pero me fijé que había demasiada gente a la que no conocía y que Seth me quería presentar. Saludé a Leslie, a Ruth, a Jeannette… todas las cuales me miraban de un modo que me hacían sentir incómoda, como si en vez de presentarles a su novia estuviera presentándoles a una primita pequeña que había venido de visita. Agradecí que Brady apareciera por allí llevándome a la cocina con Nessie y Collin, donde nos escondieron en un rincón para que tomásemos algo.

Me dirigí hacia el salón y me quedé helada en el marco de la puerta. Kira, Ruth y Leslie hablaban sobre mí, sobre lo mal que lo iba a pasar a su lado cuando él se diera cuenta de que era demasiado joven.

-Creo que esa chica… no sabe lo que está haciendo.

-Claro que sí… ¿Acaso no hubieras querido a un chico como Seth con dieciséis? Con casa, fiestero, amable… es lo que cualquier niña sueña a esa edad.

-Pero no sé… -Kira suspiró-. Yo creo que no se dan cuenta del error que están cometiendo. Ella es demasiado joven para él, aunque Seth sea un poco infantil… creo que acabará cansándose de ella… o ella de él. No sé cual de los dos se dará cuenta antes del error, pero esa relación no va a durar.

-A mi me da pena, es muy joven…

-Lo sé… pero yo preferiría que se dieran cuenta pronto y él se diera cuenta de que sigo aquí. Me da pena la chica, de verdad, es maja… pero sigo sin verles compenetrados ni… no sé.

-No tienen chispa… -Rieron-. A esa edad no se puede tener chispa…

-Sí, se puede… mira a Nessie…

-Venga… -Kira suspiró-. No seáis malas. La chica me cae muy bien… me dará mucha pena si acaban mal… se ha hecho con todos.

-Quizá es que no es tan chismosa como vosotras… -Leah bufó-. Vosotras si que estáis cometiendo un grave error infravalorando a esa chica y a lo que mi hermano tiene con ella… deberíais disfrutar de la fiesta y dejar de parlotear…

-Oye Leah…

-Déjalo Kira…

Leah me guiñó un ojo al entrar a la cocina y la seguí con la mirada, topándome con él. Su gesto era serio, preocupado… se acercó y me abrazó, no hizo falta nada más, ni palabras ni besos. Sólo su abrazo me hizo sentir reconfortada. Jake pasó por allí con Nessie y acarició mi coronilla con una sonrisa, también intentaba consolarme. Me pregunté si todos habrían escuchado ésa precisa conversación. Cuando Collin y Brady me miraron de un modo parecido al que había hecho Jake y se acercaron dejando a cinco chicas de su edad plantadas… un resonó en mi cabeza. Me alejé con una sonrisa de su abrazo, y lo arrastré al encuentro con ellos mientras pude notar cómo me miraban… una mezcla entre pena y desprecio. Seth besó mi cabeza y se adentró por la puerta de cristal a la sala, mientras los chicos me presentaban a unas compañeras de clase. Empezaba a sentirme incómoda por sus miradas cuando nos metimos por la cocina a la sala.

Pero había algo que me hacía sentir pletórica, no era el vestido, ni que los chicos de la playa fueran tan cordiales, sino su mirada, que no se apartaba más de tres segundos de la mía. Me acerqué a él cuando se metió en la cabina, me ayudó a subir con una enorme sonrisa.

-¿Puedo pedirte algo?

-No sé… -Posó su mano en mi cintura y me miró de ese modo que me volvía loca-. Sabes que no tienes que preguntar, sólo pide…

-Quiero una canción, pero no sé si la tendrás…

-Si no la tengo soy capaz de ir hasta cualquier lugar donde pueda encontrarla… -Le miré raro y rió-. Sí, o buscarla por Internet…

-¿Puedo? –Él se apartó dejándome el ordenador conectado al equipo de música y me miró, por lo que me puse de espaldas y le miré mal-. ¡Largo!

-Sí, señorita…

Se fue con una enorme sonrisa y busqué hasta que la encontré. Cuando sus ojos me miraron, no pude evitar sonreír. Sabía que él escucharía la letra y todo dejaría de importar, cada comentario, cada mirada despectiva…



Alzó su vaso en mi dirección y me guiñó el ojo mientras le sonreía y bajaba de allí, siendo recogida por Nessie que me hizo subir con Kim y Leah a los cubiletes. Leah se rió y saltó, yendo directa a la cabina y tocando algo. Kim reía mientras bailábamos con la canción, pero yo no podía evitar su mirada, esa que me estaba haciendo enrojecer y querer demostrarles a todos que me daba igual lo que pensaran, que le amaba por encima de todo. Pero Leah volvió y me susurró algo al oído.

-La siguiente canción os va a las tres como anillo al dedo… parece que está hecha para que se la dediquéis a vuestros lobos… -Rió y miró a Nessie-. ¿Crees que podrás enseñarnos el baile anticipándote para que no nos perdamos?

-Si me dices… -Leah le susurró al oído y ella rió-. Vale… espera…

Puso esa sonrisa extraña, casi malévola que ponía cuando mostraba algo. Me fijé en Jared, Embry, Quil, Jake y Seth poniendo cara rara y acercándose. Leah empezó a reír y un flash vino a mi mente, mostrando unos pasos que no creía poder hacer hasta que la música sonó. Empecé a reír, ahora entendía lo de los lobos…




Lla luz de la Luna… Reí y todos los de la manada se acercaron, Rebeca subió con nosotras, bailando todas las chicas mientras ellos nos miraban desde abajo. A mitad de la canción Kim y Rebeca saltaron sobre sus lobos, quedándome arriba con Nessie y Leah, pegando nuestras espaldas mientras bailábamos y reíamos. Quil, Jake y Seth reían, comentando cosas que, posiblemente siendo la única, no escuchaba desde las alturas.

Reímos y bajamos a bailar alguna que otra canción, pero Seth me llevó de la mano con él hasta la cabina y comenzó a buscar, poniendo una canción que me hizo sentir genial, mucho más cuando se acercó silbándome al oído.




Me reí mucho al ver a todos los chicos de la manada, que estaban desperdigados hablando con amigos distintos a lo que ellos llamaban familia y se juntaban para bailar todos juntos.

Empezaba a amanecer cuando Kira y sus amigas aún seguían en la sala, bailando con Collin Brady y un par de chicos más de los cuales no me acordaba. Rebeca y Embry se fueron con Quil, mientras Jared resoplaba angustiado junto con Jake mientras Kim y Nessie no paraban de bailar comigo. Seth estaba emocionado escogiendo las canciones que bailábamos. Cuando la luz bañaba la habitación paró la música y le miramos suplicantes, por lo que aseguró que iba a ser la última de la fiesta. Reímos, ya que llevaba diciendo eso desde que aún era de noche, pero luego se emocionaba. Leah estaba tirada en el sofá negro comiendo un enorme trozo de bizcocho, lo que me hizo reír. La canción empezó a sonar y me guiñó un ojo, acercándose a mí de un modo que me hizo reír.



Se acercó a mí, tomando mi mano y acercándome a él, mientras posaba sus manos en mis caderas haciéndome sentir algo ridícula mientras los pocos que quedaban nos miraban. Él se abrazó a mí y posó sus labios en mi cuello, para después hacerme girar aferrándome por la espalda y moviéndome con él al mismo ritmo, mientras Nessie me mandaba una imagen de cómo debería sentirme y manejaba mi vergüenza para que me dejara llevar. Cuando empezaba a notar que mi cuerpo se dejaba llevar la canción terminó, por lo que Seth gimió en mi oído apenado y rió. Leah me miraba tan divertida que no pude más que acercarme a ella, mientras me hacía un sitio en el sofá y me daba un trozo de bizcocho. Seth me miró divertido pero se fue a la cocina, dejándome allí mientras Leah me empujaba juguetona y se reía.

-Vaya con mi cuñada…

-Vaya con la niña… -Brady reía-. Se os ve bien… -Me guiñó un ojo-. Nunca le había visto así… tan… radiante.

-Sí… yo ni le reconozco… -Leah reía-. Si no fuera porque sigue montando estar fiestas, no creería que fuera él…

-Pues yo le veo igual… -La chica apoyada en el cubilete, con el ombligo al aire enseñando un pendiente del conejito playboy hizo una mueca extraña-. Sigue siendo igual de fiestero e igual de golfo…

-Jeannette… -Ruth suspiró-.

-Yo no le veo cambiado para nada…

-No sé… pero es una estupidez que hablemos de eso, sólo llevan saliendo una semana… y dudo que pueda considerarse como una pareja normal… sólo se han visto tres días y ella es demasiado inocente… -¿Hola? ¿Era necesario que me levantara y me señalara para que dejaran de hablar como si no estuviera delante?-. Dudo que acabe bien.

-Ya… -Nessie bufó-. Pues yo creo que no ha cambiado, sigue siendo el mismo pero ahora en vez de besar a la primera que le apetece por aburrimiento ha encontrado a alguien a quien besar por algo más que por pasar el rato…

Una sonrisa maliciosa luchaba por salir en mi rostro. Me entraban ganas de levantarme y hacerles un gesto feo, para que se fastidiaran, yo era la chica que él estaba buscando desde que tenía uso de razón, con ellas sólo se entretenía… pero hubiera estado feo… además no me hizo falta, porque mi novio fue más rápido que todo eso. Apareció con tres tazones, me tendió uno de leche fría, Nessie le miró raro pero le dio zumo, por lo que sonrió y a Leah le dio algo que parecía batido de chocolate.

-¿Queréis algo para desayunar? –Ellas negaron y él se encogió de hombros, sentándose tras de mí en el sofá y abrazándome, besando mi pelo… la venganza y la leche… frías… Sonreí para mis adentros-. ¿Vais a dormir antes de iros, no? –Miré a Nessie y asintió-. ¿Te quedas con nosotros? ¿O te vas con Jake?

-No… creo que me iré con él…

-¿Leah? –Ella se atragantó y tosió, mirando sorprendido a su hermano-. ¿Qué te ha dado?

-¿Me invitas a tu casa a dormir? –Seth asintió divertido-. No tío… ya te he aguantado bastantes años… ahora le toca a ella… -Se bebió el vaso de golpe y lo dejó en la cocina mientras reíamos. Se acercó y me dio un beso-. Lo siento nena… te tocará aguantarle…

-No me importa… -Sonreí-.

-Ya… como cuando duermes con él no pasas frío… -Rió y me sonrojé, mientras mi novio me besaba en la mejilla-. Buen viaje preciosas…

-¡Espera! Nos vamos contigo… -Nessie hizo un gesto y Jake salió de la cocina-. Cuando te despiertes… o lo que sea, me llamas.

-Vale… -me sonrojé y asentí-. Descansa…

-Bueno… es hora de irse… -Collin se levantó y Brady le siguió-. ¿Os acercamos a algún sitio?

-No… -Kira negó-. Tengo el coche aquí… ¿Vamos chicas?

Todas asintieron y Kim palmeó, haciendo que Jared levantara de la mesa de la cocina y arrastrara los pies hasta despedirse. Me agradó que el chico me diera un beso en la mejilla, como Kim, Collin y Brady, aunque las chicas se limitaron a una despedida con la mano.

Seth no se movió del sitio para despedirse de ellas, seguía sentado a mis espaldas y abrazándome, algo que me hizo sentir… genial… aunque una parte de mí me decía que sólo una chica mala se alegraría por eso.

-¿Esa cara tan larga no será por ellas, no?

-No sé… es que se han debido de sentir un poco mal… entre las contestaciones de Leah y Nessie y que ni te has movido para despedirte…

-Se les pasará… -Bufó-. Son… no sé, no son malas chicas, en serio… pero entre ellas son un poco… -hizo una mueca-. No me gusta que se pongan así contigo… siempre que les presentaba a alguna nueva amiga hacían lo mismo, pero no me molestaba… pero quiero que se den cuenta de que contigo es diferente, no voy a soportar que hagan comentarios así, no contigo.

-Oye… en serio, no quiero…

-No van a dejarme de hablar… -Me cortó-. Lo entenderán, al menos estoy seguro de que Kira y Ruth lo entienden. Leslie… no sé.

-¿Y Jeannette?

-No… no le gusta perder, así que imagino que me retirará la palabra y dirá que he sido tan borde con ellas porque estoy molesto con ella, dirá que me ha dado largas o algo así… -Le miré raro-. Me da igual, en serio… -Sonrió acariciando mi pelo-. ¿Vamos a dormir…? Es tarde… o muy pronto, según…

-Vale… -Suspiré y me dio mucha pereza levantar-. ¿Y si dormimos aquí…?

-Y yo que me reía de Jake cuando lo hacía… -Rió y suspiró, le miré raro y me cogió en volandas, cargándome después como si tuviera cinco años-. Mi niña preciosa…

-Odio que me lleves en brazos… peso mucho…

-No… -Negó y me cargó con un solo brazo-. Apenas lo noto… -Me besó dulcemente y cerré los ojos para recrearme en sus labios. Cuando los abrí estaba tumbada en mi cama con él sobre mí-. Ve poniéndote el pijama… yo vuelvo ahora…

-No… -Gemí-. No te vayas…

-¡Ay! –Me besó dulcemente-. Un minuto…


Reí y me levanté, poniéndome el pijama que le había gustado. Entró justo cuando me ponía el pantalón, mirándome algo obnubilado.

-¿Qué?

-Yo… -Sacudió su cabeza y sonrió-. Me gustan tus piernas… siento si te ha molestado… -Negué amortiguando una sonrisa-. ¿Lista para dormir?

-No… -Le indiqué que se acercara y se sentó a mi lado, abrazándome y recostándome sobre su pecho-. Ahora sí…

Besé su pecho cubierto por una fina camiseta y me fijé en cómo sus dedos trazaban círculos, espirales y corazones en mi espalda. ¿Corazones? Presté más atención y no pude evitar sonreír, mucho más cuando noté sus labios en mi pelo, susurrándome un “Te quiero”.