Capítulo XXVI: Bombardeo de canciones. ₪ Seth POV

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-Sí… -Sonrió pero parecía no llegar a sus ojos-. Mis padres están bastante bien… así que estoy contenta…


-Y lo demás… ¿también bien?


-Sí… -Sonrió de nuevo-. Bueno… debo entrar en casa…


-Oye… te noto rara desde hace unas semanas… -Ella miró a la puerta y parecía querer salir corriendo-. Espera… -Arranqué y ella me miró raro. Conduje hasta el parque y paré en el puente de Skykomish-. Así no tienes tentaciones de huir a tu casa sin explicarme por qué estás así…


-Porque… no quiero que tú… no sé… no quiero acercarme más a ti, me da miedo, porque no quiero que me pase como con Kevin… no quiero que desaparezcas, pero sé que lo harás… y no quiero que de la noche a la mañana pase eso… así que tengo que acostumbrarme…


-No voy a separarme de ti…


-Claro que sí, en el momento que te diga lo que pienso, lo vas a hacer… y no quiero que pase… -La miré dudoso-. Oye, déjalo… es una estupidez, así que…


-No… ¿qué?


-Que sé que acabarás dejándome por ella… -Me quedé helado-. Sí, por tu chica… sé que acabarás yéndote con ella y casi no recordaras a la llorona de tu amiga…


-Oye… es una tontería… -Sonreí y ella me miró mal-. Tú eres mi chica… -Ella pareció enfadar y se bajó del coche-. ¡Eh!


-Déjame Seth… volveré a casa andando…


-Te estoy diciendo que tú eres la chica, no hay ninguna otra… nunca la ha habido, en el fondo lo sabes, sé que lo sabes… así que no debes huir…


-¡Claro que debo!


-No… no si tú quieres quedarte conmigo…


-¿Y si yo no quiero? –Me quedé congelado, mi corazón parecía partirse en mil-. Ya te dije que no quiero nada de eso, no me creo la historia tonta del amor para siempre, no puedo creerlo, así que olvídalo… olvídame…


-No puedo… aunque no quieras nada conmigo, aunque me odies, yo no puedo hacer otra cosa, eres la persona ideal para mí…


-No, no puedo creerte…


-Si no estás preparada, yo tampoco, yo no quiero nada que tú no quieras… no quiero tener citas románticas si tú no las quieres, sólo quiero ser tu amigo y estar cuando te sientas sola…


-Pero yo no me siento capaz de estar contigo… no me veo casada y con hijos como Kim, Emily o las gemelas… todos pensarían que estás loco… y yo no podría soportarlo.


-Vale… pero no me digas que no quieres ni siquiera mi amistad, eso es lo que yo no podría soportar…


-No puedo ser más que tu amiga, yo no quiero pasar por lo mismo otra vez, no quiero algo espectacular… sólo quiero a mi amigo.


-Vale… como amigo, deja que te lleve a casa… ¿vale? –Ella hizo una mueca y asintió. Cuando subimos al coche sonó una canción. Escucha… -Subí la radio-. Es perfecta… -Ella estuvo callada durante toda la canción, que duró poco menos que el trayecto hasta su casa. Paré el coche y la miré-. ¿Puedo al menos abrazarte?




-Sí… -Me abrazó y pude sentir esas ganas irrefrenables de besarla, pero ella se alejó-. Buenas noches Seth…


-Buenas noches…



El domingo pasé el día con mi madre, Charlie, Ed, Bella, Jake y Nessie, la cual hacía el tonto y me provocaba para que peleásemos, como Jake. Todo para que no pensara en ella. Fui a despedirme, pero ella apenas reparó en el abrazo de despedida y parecía que quería perderme de vista. Jake me adelantó poco después con la moto y me siguió hasta casa.


-Seth… -Me miró con una mueca-. No te angusties… es joven… es normal que esté confusa, que no entienda nada y que crea que es una locura…


-Lo sé…


-Acabaréis juntos…


-Me da igual eso ahora… sólo quiero verla feliz… esperaré los años que hagan falta para que se de cuenta, incluso aguantaré las citas que quiera tener… pero verla tan angustiada y que llegue al punto de no querer verme… me mata.


-Lo sé… Y lo siento. ¿Estarás bien?


-Sí… -Palmeé su espalda-. No te preocupes…


La semana fue horrible sin ella, la llamaba y apenas hablábamos, la notaba distante, preocupada y triste, muy triste. Hablé con Nessie al respecto y me dijo que al parecer su madre y su padre habían discutido el domingo, que estaba rara por eso, que no le dijera nada, que seguro acabaría contándomelo.


Pero la semana pasó y no me dijo nada, yo seguía estando histérico y Jake me ayudaba en lo que podía, al igual que el resto de mis hermanos. Me sentía frustrado y culpable de haberle contado todo, de haberme anticipado y de no poder ayudarla ahora. El viernes no sabía si debía ir a verla, pero la parte más egoísta de mi ser me hizo acompañar a Jake hasta Monroe.


Llegamos antes de la hora de salida, por lo que Jake vino a hablar conmigo y a tranquilizarme, pero yo no sabía si era lo correcto que estuviera aquí… no sabía si ella se sentiría peor por verme aquí…


Estaba a punto de marcharme cuando los compañeros de clase de las chicas empezaron a salir. Nessie iba algo alegre, pero preocupada por Darlene, que iba abrazada por Kevin. Él me miró de un modo extraño y la soltó, señalando mi posición. Ella me miró y su gesto se tornó extraño, una mueca entre el dolor y la confusión. Bajó las escaleras mirándome fijamente, pensé que iba a gritarme, pero se abrazó a mí y escondió su rostro en mi pecho. Acaricié y besé su pelo.


-¿Todo bien? –Negó contra mi pecho-. Deberías habérmelo contado… sigo siendo tu amigo y sigo queriendo saber todo lo que te preocupa… nada ha cambiado –Me miró preocupada y la abracé-. Mi niña… Vamos… te llevaré a un sitio donde estemos más tranquilos…



Ella asintió en mi pecho y la metí al coche. Todo el mundo nos miraba, pero cuando entré al coche hizo algo que no me esperaba. Tomó mi mano y me miró suplicante, abrazándome de nuevo.


-¡Ey…!


-No sabía si ibas a volver…


-Claro que he vuelto… estoy aquí, contigo… ¿Dónde iba a estar mejor? –Ella se alejó débilmente y yo le dí un beso en la mejilla, arrancando una leve sonrisa-. Eso está mejor…



Me dirigí al parque, parando el coche de nuevo en el puente. Ella se asomó y miró el agua con rabia, mordiéndose las mejillas. Me apoyé de espaldas al río y la miré, acariciando su rostro.


-Te vas a hacer daño… -Ella hizo una mueca y volvió a mirar al río-. Dime algo… -Me miró raro-. No sé, dime que estoy loco, que soy un gilipollas, que me odias… no sé.


-No puedo… -hizo una mueca-. Cada vez que pienso en algo así… sólo puedo odiarme a mí… -Giró la cara y eso me dolió-. No sé qué demonios he hecho mal… te lo juro. Todo había ido bien durante el fin de semana, el año empezó bien… pero ahora no sé qué pasa, no sé porqué no pueden seguir yendo las cosas bien… no sé ni si quiera porqué han discutido…


-Lo siento… -me puse detrás de ella y la abracé-. Lo siento, en serio…


-Lo sé… -se giró-. Por eso me duele mucho más lo que tengo que decirte –La miré raro-. No puedo verte más. No quiero seguir sintiendo esto, no puedo estar todo el día esperando tu llamada, o a verte… para que luego cuando estés a mi lado me sienta tan bien… y tan mal a la vez.


-Tú… ¿te sientes mal cuando estás conmigo?


-Sí… me consuelas y eres mi amigo, pero no estoy a gusto cuando estás a mi lado… sufro cuando estoy junto a ti. Más que cuando no estás.


-No… -negué-. No lo dices en serio…


-Claro que sí… -Me miró con una mueca de disgusto-. No es justo para ti ni para mí… la relación que tenemos nos hace sufrir…


-Oye, no puedo creerte… yo no sufro, para nada, solo sufro cuando no te veo…


-Pero yo sí –Su mirada me heló la sangre-. Seth… entiendo que quieras venir a ver a Nessie… pero por favor, avísame cuando lo hagas. No quiero volver a cometer el mismo error de hoy, necesitaba abrazarte en parte… y quería verte para hablar contigo. Pero… no creo que pueda soportar esto mucho más… no puedo…


-Oye, mira… piénsalo. Mañana, no sé… mañana podemos hacer algo en grupo, para que no te sientas mal, pero…


-Seth… -me miró de un modo que las palabras se quedaron clavadas en mi garganta-. No quiero estar aquí, no quiero que pases a buscarme ni que te cueles en mi casa… no quiero nada.



Su mirada era tan seria, que todas las partes de mi cuerpo pesaban. La solté y dejé caer los brazos. Ella besó mi mejilla y se alejó, dejándome allí. Una ligera lluvia empezó a caer, acabando en una tormenta bastante fuerte. Una mano helada me tocó, Ed me miraba serio y apenado, apretó ligeramente mi hombro, por lo que reaccioné. Cogí mi coche y le seguí hasta su casa, donde Nessie me abrazó y Jake se unió. No podía ser verdad, no era real… ella no me había dicho eso… era imposible. Pero mi corazón dolía de un modo que nunca lo había hecho… mi alma ahora vagaba sin rumbo buscando esa gravedad que la atraía, pero parecía ser repelida ahora. Pude ver a Nessie dormir en mis rodillas, a Jake echando una cabezada mientras apoyaba su mano en mi hombro. A Bella sentada sobre Ed mirándome ambos apenados. El teléfono sonó y Bella se levantó corriendo, despertando a Nessie que cogió el teléfono.


-Sí, está aquí… No, no tengo ni idea, la llamé anoche, pero no me lo cogió… -La miré y ella me miró congelada-. Ahora mismo voy.


-¿Qué pasa?


-Darlene… no ha ido a casa.



Bastaron esas simples palabras para que mis músculos reaccionaran y saliera disparado hacia su casa. No había nadie en su casa. Corrí al parque y tampoco estaba en su refugio. Busqué en el centro comercial, en la biblioteca, en el cine… no había rastro de ella. Nessie vino corriendo y me mostró que Kevin había llamado a su madre, que estaba en Aurora y ella había dicho que Darlene estaba en Seattle, que había llamado para que su madre no se preocupara, pero no había avisado a nadie más.


Me derrumbé y Nessie y Jake me llevaron a casa. Volví a sentarme en el mismo sofá, pasando allí todo el día pensando en ella, en lo que me había dicho. El teléfono volvió a sonar por la noche, Nessie lo cogió y me miró.


-Tranquila… lo sé. Él también está sufriendo… Sí, lo sé… pero creo que es algo que tienen que arreglar ellos… Vale, pero… vale, está bien… -Me tendió el teléfono-. Es para ti…


-¿Sí?


-No sé porqué te estoy llamando, no debería ni dirigirte la palabra… pero ella está sufriendo de un modo irracional. Ni siquiera cuando la dejó Omar, ni cuando perdió a su hermana o amigos… no sé qué demonios le has hecho, pero te juro que…


-Déjame hablar con ella. Por favor.


-Ahora no puede ponerse… pero más vale que dejes de hacerla sufrir, o te juro…


-Sólo… -Dudé-. Sólo dile que la quiero, que yo también sufro a veces cuando estoy con ella, porqué se que tendré que alejarme… pero esperaré lo que haga falta.


-¿La quieres de verdad?


-No hay nada en el mundo que pueda hacerme sentir como ella lo hace, no hay nadie que pueda infligir más amor o más dolor en mí.


-Ya… -Bufó-. No sé porqué hago esto… -Suspiró-. Trinity Night Club. Esta noche. Ponte guapo… estaremos en la sala grande.



No me dio tiempo ni a darle las gracias, me había colgado. Ed se levantó y miró a su hija con un asentimiento, la cual subió corriendo las escaleras mostrándome que estaría lista en cinco minutos. Bajó con una falda negra y una camiseta de lentejuelas gris, poniéndose unos tacones altísimos. Atusó su pelo rápidamente y se dio un poco de brillo de labios. Jake sonrió y le tendió el brazo, pero a mi me costó moverme, no sabía qué iba a decirle. Suspiré y me levanté, entrando de un salto a mi coche y siendo imitado por mis acompañantes.


Llegamos y dejamos el coche a un par de manzanas. Entramos rápido, sonando Tik-Tok cuando entrábamos a la sala correcta. Pude verlas con unos tipos raros, apoyadas en la barra mientras reían y tomaban chupitos. Nessie me miró como advertencia, no debía montarla allí, aunque me apetecía arrancarle la mano al tipo rubio y rechoncho que ponía su mano en la parte baja de la espalda de Darlene. Cogí aire y pude ver que el hombre se acercaba y la apartaba invitándole a un chupito a parte. Ella sonreía algo forzada hacia aquel tipo, brindando y tomando el chupito. El hombre le dijo algo al oído y ella pidió otro chupito, por lo que me acerqué cuando el hombre pagaba y Darlene esperaba con el vaso en la mano. Lo tomé y me lo bebí, haciendo que ella me mirase mal al igual que el hombre, que me miró muy furioso al principio pero pronto se disculpó y se marchó.


-¿Qué haces aquí?


-Bueno… -Me encogí de hombros-. Me apetecía irme de fiesta… ya sabes… -Su furia era evidente-. Y tú… ¿Qué haces aquí…? Deberías estar durmiendo…


-¿Me vas a decir también que es una casualidad que estés aquí? –Hice una mueca-. Ya… si me quieres tanto… haz lo que te pido –Se separó de la barra dispuesta a marchar-. Aléjate de mí…


-Lo haría… -dije reteniéndola por la cintura y susurrando en su oído-. Si supiera que eso no te iba a hacer sufrir lo haría, si tú fueras feliz sin mí, juro que lo haré… pero hasta entonces no voy a dejar que hagas tontadas como la que estabas haciendo…


-¿Qué? –Me miró furiosa-.


-Mira… -me aturullé y suspiré-. Sólo… ándate con cuidado, no quiero tener que pegarme porque algún capullo se pasa de la raya… estaremos en la otra punta de la sala… -Acaricié su rostro y la acerqué al mío-. No vas a hacer que deje de quererte, digas lo que digas.



Me alejé y me reuní con Jake y Nessie que me miraban preocupados. Intenté hacer bailar a mi sobrina, si ella se preocupaba en exceso por mí Jake me mordería después… Bailaba pero no podía apartar la mirada de ella. Su tía reía y la cogía por los hombros, incluso la hizo bailar un par de veces aunque ella parecía distraída. Ella me miró y después pude notar la mirada apenada de su tía. Se acercaron a nosotros, Cyntia tomó de la mano a Nessie y se metieron en el baño. Jake y yo nos miramos extrañados y unas chicas bastante arregladas se acercaron para bailar. La pelirroja se acercó a mí y empezó a susurrarme al oído que hacía demasiado calor, después que la acompañara a tomar el aire… a lo que me negué… ella hizo una mueca y se abanicó con las manos, volviendo a acercarse a mí y sugiriéndome que la acompañara a su hotel. Le dejé claro que no quería nada, que estaba esperando a alguien. Ella sonrió y me tendió una tarjeta, la cual cogí para meterla de nuevo en su bolso con una amable sonrisa. Una amiga suya se acercó y se marcharon al baño mientras me miraba de un modo poco correcto para haberle dicho que esperaba a alguien. Jake me miró sorprendido y yo me encogí de hombros. Nessie salió de allí mostrándome una imagen de la chica hablando con Cyntia al oído, la cual ahora se llevaba a Darlene fuera del local.


Cuando entraron se acercaron de nuevo, Cyntia hizo bailar a Nessie un poco y a Darlene, que parecía algo rara. Cyntia se acercó a mí y se puso a bailar conmigo.


-No bailas mal… -Se acercó a mi oreja-. No he visto ni a un solo hombre resistirse a los encantos de Ellen… así que debes querer mucho a mi sobrina… -Asentí mientras bailábamos y ella hizo una mueca y me miró seria-. No lo estropees…


-No sé si podré arreglarlo…


-Dale tiempo… -Me miró amable-. Está asustada. Y para ser sincera, yo también lo estaría… -La miré con una mueca y ella sonrió-. Debo volver a la barra… cuídala bien…


-Lo haré…


-Yo me iré pronto… ella tiene llaves de mi casa, así que espero que seas un buen caballero y la acompañes a la puerta… -Sonrió y se acercó a mi oído-. Me va a querer matar cuando me vaya sin avisarla, así que distraerla cuando me vaya…



Se alejó y me guiñó un ojo, acercándose a Darlene y diciéndole que estaría allí, que debía quedarse al menos por Nessie… ella asintió haciendo una mueca. Estuvieron bailando y yo intenté no pensar y dejarme llevar, pero me costaba bastante. Nessie bailó conmigo y me mostró que debía ignorarla un poco, que ella se sentiría mejor si no estuviera todo el rato observándola… así que asentí mientras la hacía girar. Jake me echó una mano y empezó a bailar con Darlene. Estaba preciosa, con una camiseta azul y un colgante que dio mucho juego a Nessie a la hora de bailar con ella. Ella reía y rodaba los ojos cada vez que Nessie jugueteaba con él, pero realmente yo me estaba volviendo loco al verla reír así… y Jake estaba en una situación parecida con Nessie. Era el momento de ponernos amorosos, así que me acerqué a él y pasé un dedo por su pecho, pero su mirada me dijo que él no tenía ánimo de bromas, lo que hizo que las chicas rieran un montón y Nessie abrazara a Jake. Darlene me miró intentando no sonreír pero parecía más relajada. Me acerqué y toqué su colgante.


-Yo creo que si me lo dejas, Jake se pondrá tontorrón… -Ella rió negando-. En serio… o al menos se pondrá celoso cuando Nessie juegue con él…


-Vamos a probarlo… -Rió y se desenroscó el colgante, poniéndolo en mi cuello-. Eso sí, antes de que Jake te pateé, devuélvemelo… no me gustaría que se rompiera…


-Vale, vale… -Reí y me puse a bailar hacia Nessie, que empezó a reír y a juguetear con él como con Darlene. Jake empezó a reír al igual que Dar-. Esa es mi sobri…



Estaba bailando con ella cuando vi que su tía se marchaba, no quería hacerlo, pero debía decírselo a Darlene. Ella corrió hacia su tía, la cual me miró y me despedí en la distancia. Nessie cogió mi cara y me dio un beso en la mejilla, Jake me despeinó y se puso a bailar conmigo en plan raro, cogiendo el colgante. ¡El colgante! Me giré y me topé con ella, la miré raro y busqué a su tía.


-Tengo llaves, me apetece quedarme un poco más… -Sonrió-. No me gustaría perderme como Jake te patea…


Ella jugueteó con el collar dejándome algo embobado por unos segundos, hasta que reaccioné y empezamos a bailar y a hacer el payaso. Nos echaron casi a patadas del local, estuvimos toda la noche bailando y luego la llevé al apartamento de su tía. Nos dio un enorme beso a cada uno y se metió al portal, despidiéndose al entrar a casa de nuevo. Suspiré y volvimos a Monroe, cuando me miré al espejo me di cuenta del collar. Sonreí y me lo quité, guardándolo para llevárselo por la tarde.


Cuando abrió la puerta me miró sorprendida e intentó sonreír. Cuando le mostré el collar empezó a reír y asintió.


-He venido a devolvértelo… al final me lo llevé puesto…


-Sí… -lo cogió y se apoyó en la puerta-. Y al final me quedé sin ver cómo Jake te pateaba… -Reímos-. Bueno… gracias… -le guiñé un ojo y ella bajó la cabeza levemente-. Me lo pasé bien…


-Sí… yo también… -me miró en ese momento de silencio incómodo y jugueteó con su collar-. Bueno, debo irme…


-¿Volvéis ya a Forks? –Asentí-. Oye yo… -Me miró apenada-. Lo siento, en serio… sería mucho más fácil si tú no… -Hizo una mueca y baj-. Eso de la imprimación… no me parece justo.


-¿Recuerdas qué dijiste cuando te lo conté?


-Sí… pero es distinto…


-No veo la diferencia… -ella bajó la mirada-. Bueno… debo irme… -Sonreí y ella lo intentó-. ¿Nos vemos el fin de semana que viene?


-No Seth… lo de ayer no cambia nada. Preferiría que no… no sé… creo que es lo mejor…


-¿En serio? –Ella asintió y mi corazón parecía bombear agujas-. ¿Puedes hacerme un favor? –Ella me miró curiosa-. ¿Puedes abrazarme, por favor? –Ella asintió y se acercó despacio a mí, dándome un abrazo con sabor a larga despedida-. Esperaré de todos modos…


-Seth… -Se alejó e hizo una mueca-.


-Ya sabes dónde encontrarme si cambias de opinión…



Ella asintió con pena y torció los labios, así que me alejé caminando de espaldas mientras ella se despedía con la mano y cerraba la puerta. Monté en mi coche y miré su casa. Quería entrar y suplicarle, quería atarme a ella de forma que jamás se separase de mí, aunque ella quisiera… golpeé el volante por pensar así, arranqué y miré de nuevo su casa, notando una lágrima en mi rostro. La limpié y salí de allí, lo que menos quería era que ella me viera llorar. Jake me siguió todo el camino, no me adelantó ni se puso a la par. Sabía que necesitaba estar solo y me dejó llegar a mi casa así, solo. Me tumbé sobre su cama y lloré, dejando que el miedo y la soledad se apoderaran de mí aquella noche de domingo.


El lunes fue doloroso, cuando llegué a casa no tenía ganas más que de volver a llorar, pero encendí el ordenador buscando música y encontré un correo, algo en mi corazón se reparó. Me había mandado un correo escueto, pero diciendo algo que me consoló.


Lo siento… Estoy tan confusa… no sé qué quiero, no sé porqué quiero que estés lejos, no sé si realmente lo quiero, o si lo que quiero es que no te separes. Quizá he dicho cosas que no han estado bien, pero… no sé cómo tomar esto. Nunca en mi vida me había imaginado tener a alguien como tú a mi lado, un gran amigo, un hermano… algo que anhelaba, alguien como tú… pero cuando apareciste… mi vida era un desastre. Todo iba mal, pero tú estabas ahí. Contigo estoy feliz, y cuando no estás… necesito a ese amigo. Y a veces pienso en ti como algo más… pero no veo posible que pueda funcionar… y eso me duele. Tú eres más alocado, más extrovertido, más… no sé, irreal. Pero eso me encanta… es como la canción que Wanda nos ha mandado hoy… a veces siento cosas como las que dice… quizá así puedas comprenderlo…




Así me siento a veces. Me gustaría poder mantener un equilibrio contigo, pero a veces creo que sería imposible… Por eso te pedí que te marcharas, pero no hace ni un día que te has ido y todo se está volviendo raro. Mi madre ha vuelto feliz de Aurora… y no tenía ganas de contárselo a nadie, excepto a ti.


Espero que a pesar de todo lo que te he dicho, quieras seguir siendo mi amigo, porque no hay nadie que me haga sentir como tú…



Suspiré y cogí el teléfono para llamarla, pero no me contestó. Cuando volví a llamarla me colgó, así que me limité a escribir un mensaje.


No busco otra cosa que verte sonreír, poder verte despertar a mi lado como alguna vez he hecho… los momentos más felices de mi vida han sido contigo… y aunque sea bonito, tienes razón, a veces soy un desastre. Pero cambiaría cada cosa que te hiciera pensar eso, cada cosa que te hiciera creer que soy un desastre… Me gustaría poder estar a tu lado ahora para repetirte lo que ya sabes… Te quiero.


El martes no tenía ninguna contestación ni en el móvil ni en el correo, así que me fui a trabajar algo disgustado. Los chicos parecían preocupados por mí, así que intenté hacer el tonto para que no me preguntaran constantemente. Cuando llegué a casa encendí el ordenador con pocas ganas, pero al ver que tenía un mensaje suyo, mi corazón palpitó.


He estado todo el día dándole vueltas. Cuando he leído el mensaje esta mañana… no sabía qué decirte… así que me he pasado la tarde escuchando canciones estúpidas, las canciones de tu CD… y no sé qué decir aún. Has sido mi mejor amigo, parece que desde que entraste a mi vida todo ha ido un poco mejor, poco a poco mi vida se ha ido solucionando… y ahora no sé qué pensar… sólo puedo darte las gracias y dedicarte esta canción.




Gracias por encontrarme, gracias por soportar todo lo que has soportado… Y después de todo sigues queriendo estar a mi lado… y diciendo que me quieres, cuando debería ser yo la que tendría que suplicarte que estuvieras conmigo y no al revés… Gracias por enseñarme partes de mí que no conocía, como esa que se atrevió a saltar de un acantilado o la que se picó las clases por primera vez con un chico por una cita falsa… Buenas noches.



Suspiré y la llamé, pero no me contestó. Escuché docenas de veces esa canción, hasta que supe qué contestarle. Repasé su correo y contesté punto por punto.


No tienes que darle vueltas a nada, no quiero que lo hagas. Todo ha mejorado por ti, no por mí… tú has cambiado tu vida, tú has hecho que todo vaya bien… el momento en que yo apareciese no tiene nada que ver. Yo también debo darte las gracias, me has hecho sentir lo que creí que jamás sentiría, me has enseñado a querer a alguien de modos muy diferentes… Sigo queriendo estar a tu lado porque haces que mi corazón se sienta vivo, sólo se para cuando tú no estás o quieres que me vaya de tu lado. No te suplico que seas mi chica, ya lo eres… no hay otra manera. Me da igual cómo quieras ser, si mi chica como amiga, o mi chica como algo más que todo eso. Eres mi mitad, así que tú has completado mi vida, he aprendido cosas de mí que jamás hubiera conocido sin ti… Aquella cita falsa fue la mejor cita que he tenido nunca, la primera, así que para mí no fue tan falsa.


Creo que el problema está en que quizá debí haberte dicho esto mucho antes… tendría que haberte llevado a hacer locuras antes, en vez de traerte a conocer a todos, antes de que supieras muchas cosas, como los matrimonios precipitados de las chicas o no sé… Sólo me viene una canción a la cabeza cuando pienso en qué quiero hacer contigo…




Me gustaría que pudieras olvidar todas las historias que te impidan ver un futuro conmigo, todas las cosas que haya dicho o hecho que no fueron correctas, todos los comentarios de los chicos, sus bromas… que olvides todo lo que la gente pueda decir, porque no me importa nada, sólo quiero preocuparme por lo que tú sientas, no por lo que los demás te hagan sentir. No me des las gracias, sólo soy un egoísta que quiere verte feliz, porque así yo soy feliz. Un egoísta que lo único que quiere es tenerte a su lado a cada minuto… porque lo único que tengo claro es que te quiero… y sé que no tiene nada que ver con magia. Te he conocido, me he reído contigo, he sufrido contigo… eres tú la que hace que mi corazón se acelere cuando te veo, no la magia. Ojala pudiera empezar de cero y decirte en el primer momento que corrí por ti que me había enamorado, quizá me tomarías por un loco, pero quizá hubiera evitado todo esto… Lo siento.



Me tumbé sobre mi cama con el ordenador encendido sobre mis piernas. Miré mi móvil y la llamé de nuevo, pero volvió a colgar. Suspiré y empecé a repasar cada momento que había pasado con ella en mi mente, cada momento que había notado que quería besarme y yo no lo había hecho por miedo, cada momento que ella se había sonrojado, cada momento que ella había parecido incómoda… Cada momento que había dejado de llorar en mis brazos, cada momento que se había aferrado a mí.


Algo en mí empezó a crecer, una necesidad imperiosa de llorar de nuevo desesperadamente. Oí mi móvil sonar por un tono y cortarse. Miré de nuevo el correo y había un escueto “No sé qué decir”, al cual contesté con otro correo.


No quiero que digas nada que no quieras decir, sólo lo que sientes. Yo te he dicho lo que pienso, quizá tienes miedo por algo que he hecho o dicho… pero sólo vienen canciones que querría dedicarte a cada momento, como esta



o como esta




o como cualquier otra que hable de lo que siento realmente. Ahora mismo estaba pensando en momentos que hemos pasado, algunos de los que he desperdiciado. Quizá debí decirte aquella noche en la cocina que el delito que quería cometer era besar a una chica demasiado joven, pero que me vuelve demasiado loco. Quizá debí haberte besado en aquel instante… pero ahora me doy cuenta de que quizá no es lo que quieres… Así que siento si en algún momento te he hecho sentir confusa o si en algún momento te he incomodado. No le des más vueltas… sólo quiero ser lo que necesites ahora. Seré tu amigo para siempre si es lo que necesitas… ahora sé que necesitas descansar… así que buenas noches, preciosa.



Me tumbé y empecé a pensar en ella, de todas las formas que la había visto e intenté imaginar no verla de ninguna, pero me mataba. Quería estar junto a ella siempre, aun si elegía estar con otra persona y casarse con ella, querría estar en su boda. Me dormí y soñé con eso, con su boda.


Me desperté muy desganado, no podía hacer nada ahora más que ir a pasar otro día metido en el taller, como un miércoles cualquiera, como hubiera hecho si no la hubiera conocido. Pero había una diferencia, y es que ella seguía metida en mi cabeza, en mi pecho, en cada célula de mi cuerpo.



Fui a cenar con mi madre y mi hermana, que me miraron tan apenadas que me fui nada más terminar de cenar, sus miradas hacían que me doliera más aún, así que prefería estar solo. Cuando llegué a casa, Jake me esperaba en la puerta, iba con sus pantalones cortos y se los quitó en ese mismo momento.


-Esperaba un poco más de romanticismo…


-Ya… -Reímos y me tiró sus pantalones a la cara-. ¿Con eso te vale, pulgoso?


-Sí… empieza a correr…



Me desnudé allí mismo, viendo como Jake entraba en fase y salía hacia el norte, girando después en dirección a Seattle. Después de dos horas corriendo, entendí hacia donde se dirigía.


-¿Por qué vamos por aquí?


-Porque sé dónde puedes coger unos pantalones e ir a ver a tu chica… además, yo también quiero ver a la mía… y si aparezco sin pantalones, Edward y Bella me matarán…


-¿A casa de Esme?


-Seguro que la vidente nos espera…


-Ahí la tienes…



Alice nos esperaba en la puerta del jardín. Nos miró atenta y levanté las patas, por lo que no le costó comprender que íbamos sin ropa. Esme salió con una amable sonrisa y desapareció para volver con un cesto de ropa.


Fuimos a salir de fase y vestirnos, para después separarnos en la ciudad. Apenas había gente por allí, ya era casi la media noche. Me quedé parado en su puerta y algo me dijo que no debía entrar, los ruidos de unos pasos me alertaron de que aún estaban despiertas. Paseé y llegué hasta casa de Rose y Emmett, el cual salió a recibirme con las cejas alzadas, aunque su esposa no fue tan agradable.


-¿De paseo?


-Algo así… -Reímos-. Quería colarme, pero hay movimiento…


-Pasa…



Emmett estuvo escuchando lo que le contaba mientras Rose bufaba algo sobre mi apestoso olor, pero dado que Emmett no tenía la culpa de sus desprecios, me guardé mis comentarios sobre a qué me olía a mí su casa.


Cuando dio la una de la madrugada salí a dar un paseo, en su casa no se oía nada, ni en las de alrededor. Salté por la parte trasera, ya que la ventana de Darlene estaba cerrada. Anduve con sigilo por el pasillo pudiendo oír a su madre dormir. Abrí despacio la puerta y ella estaba de espaldas, su latido era lento, así que me acerqué con cuidado. Dormía, sus ojos estaban ligeramente hinchados y sujetaba un pañuelo en su manita. Lo quité con cuidado mientras mi corazón parecía estar lleno de ácido. Me giré y vi que su ordenador estaba encendido. Me acerqué y abrí un documento, escribiendo silencioso.


Odio que te hayas quedado dormida llorando y que no me hayas llamado para contarme qué sucedía… mucho más sabiendo que posiblemente sea por mi culpa. Como no quiero que te pases todo el jueves pensando en cosas tristes… mira esta página antes de irte.




Prometo venir el sábado… así que más vale que sonrías cuando llegue. Te quiero, preciosa. Que pases un día genial…



Me giré y la miré, acariciando su pelo y besándola lentamente en la mejilla. La pantalla se apagó y me di cuenta que posiblemente no lo viera. Guardé el documento y lo puse en el centro del escritorio de su ordenador, con “Buenos días, preciosa” como título. Cogí un folio y un rotulador rojo.




Lo pegué con un trozo de celo y volví a mirarla antes de irme. Cerré la puerta con cuidado y salté, yéndome algo decaído por dejarla allí sola… pero seguramente si me quedara con ella esa noche se sentiría peor… y si su madre se levantaba… no quería saber…


Me pasé por casa de Ed y Bella y Jake salió con una mueca, la misma que seguramente había hecho yo apenas unos minutos antes.


Llegué a casa reventado, así que no tuve mayor problema para dormir… pero sí para levantarme. Me levanté tarde, una hora tarde… así que salí volando al taller. Cuando llegué Embry y Quil me miraron mal, pero Jake llegó poco después y no dijeron nada. A cambio les dejamos marcharse por la tarde, quedándome a comer allí con el jefe y trabajando toda la tarde. Cuando llegué a casa se me cerraban los ojos, pero miré mi correo antes de dejarme llevar por el sueño. Tenía un correo con un asunto que me hizo sonreír “Sellaré las ventanas de mi casa, lo juro”.


¿Realmente piensas eso? ¿Realmente soy tu todo? Me cuesta mucho creerlo, sé que cuando estamos juntos parece que te lo pasas bien… pero acabarás cansándote de mí, acabarás con una chica del estilo de Kira… más guapa y más divertida…


No lloraba por ti… si no por mí. Porque si fuera lista te estaría diciendo lo que realmente quiero decir desde hace tiempo, pero no me atrevo porque es una locura que alguien como tú quiera estar con alguien como yo. ¿Por qué no me has despertado?



Suspiré y estuve a punto de gruñir de rabia, pero decidí responder con algo de calma, ella se estaba sintiendo mal y no lo arreglaría enfadándome con ella…



Si te hubiera despertado me hubiera sentido peor, porque posiblemente te hubieras sentido algo acosada… Y ahora me voy a poner serio… muy serio.


Tú lo eres todo para mí. Si no te lo crees, habla con mi madre… dice que nunca me había visto tan radiante ni tan triste… radiante cuando estoy contigo y triste cuando me faltas.


No sé si has escuchado bien la canción, deberías volver a ponerla… Nunca querré irme con otra, porque tú eres mi todo… y no tengo que mentir cuando te lo digo, porque es la pura verdad. Siento no haberte contestado antes, pero he estado todo el día en el taller… y tenía el móvil al lado esperando que me contestaras… pero no había pensado en el correo. Espero que esta noche te duermas sonriendo, o soy capaz de volver (si no me duermo mientras corro) y hacerte cosquillas hasta que te duermas riendo. Buenas noches, preciosa.



Me tumbé y esperé intentando no dormirme, quería saber su respuesta, así que me di una ducha para despejarme. Cuando salí miré y tenía ya una respuesta.



Claro… si me despiertas es algo horrible, pero que te cueles, escribas en mi ordenador y me dejes notas que mi madre puede leer… no es acoso, ¿no?


Esperaré a que sea de día para llamar a tu madre… seguro que ella me dice toda la verdad…


Teniendo en cuenta que quizá debería creerte… quiero creerte y te creo… debería decirte muchas cosas, pero prefiero dejarlas en esta canción de la misma cantante que te he enviado en otros correos.




Espero que entiendas que quiero que me avises antes de que llegues el sábado… tengo una agenda un poco apretada ese día… así que tendré que hacer un gran esfuerzo para verte el sábado… algo que espero que tengas en cuenta. Que descanses…



Alcé las cejas sorprendido y empecé a reír, releyendo de nuevo el mensaje. Escuché la canción que me producía una sensación extraña, quería salir corriendo… No había rastro de tristeza, así que quizá hoy era el día correcto… cogí mi móvil y marqué su número con una sonrisa. El teléfono se descolgó pero no escuché nada.


-¿Hola?


-Hola… -Su voz parecía divertida y avergonzada a la vez-.


-Así que una agenda apretada…


-Sí…


-¿En serio? –Hizo un sonido gutural como afirmación-. Podemos retrasarlo para el domingo si te va muy mal… puedo esperar un día más… aunque luego no te quejes si me cuelo en tu casa de noche…


-Siempre tienes una excusa para colarte en mi casa… no sé cómo lo haces… -Rió-. Pero bueno, no hay problema, he llamado para que vengan mañana a sellarlas…


-¿Mañana? –Repitió un sonido como afirmación-. Bueno, tendré que acostumbrarme a llamar a la puerta e inventar una buena excusa para que tu madre me deje subir a darte las buenas noches a partir de ahora…


-¿Te atreverías?


-¿Por verte sonrojar y darte las buenas noches? Sí… no sabes lo mucho que me gusta verte sonrojar… mucho más cuando es por una rabieta… Apuesto a que ahora estás sonrojándote…


-No…


-Ya… -Reí-. Puedo notarlo incluso por tu tono de voz… -Ella se echó a reír-. Entonces… ¿qué planes tienes para el sábado? Por saber a qué hora tengo que pasar a recogerte…


-Pues no sé... estaré muy atareada viendo películas, leyendo y haciendo tareas… posiblemente me cuelgue del teléfono para hablar con Nessie… no sé…


-¿Vas a dejar esos maravillosos planes para quedar conmigo?


-Intentaré acortar lo máximo posible… pero no puedo prometerte nada… Además mi madre va a ir a Chicago a ver a mi padre… por lo que tengo que hacer miles de tareas en casa… así que no sé…


-Bueno, creo que si te va muy mal podré soportarlo hasta el domingo…


-No… el domingo tengo miles de cosas más por hacer…


-Vale, ya veo que me estás dando largas… -Ella empezó a reír-. ¿Te gusta hacerme sufrir o algo así? ¿Sabes las ganas que tengo de verte?


-Me hago una idea… pero tú llevas ventaja, te colaste en mi casa anoche… así que no te quejes… deberías haberme despertado…


-Bueno… la próxima vez lo haré…


-Eso espero…


-O sea, que esperas que me vuelva a colar en tu casa, pero mandas sellar las ventanas… eso me da mucho que pensar…


-Espera… -dijo riendo-. Sí mamá… tranquila… sí… vale, ya voy… -Suspiró-. Oye… tengo que bajar a cenar… ¿Hablamos luego?


-Sí… si no te lo cojo insiste, porque es posible que me duerma en cuanto cuelgue… -Reí-. Luego hablamos… un beso, preciosa.


-Un beso…



Suspiré y me tumbé en la cama, imaginando cómo iba a ser verla ahora, verla de nuevo con la posibilidad de besarla, de decirle sin miedo que la quería…


Me odié al despertarme por la mañana y encontrar un mensaje de ella en mi móvil, no me había querido despertar…



Bajé saltando las escaleras, desayuné y me fui al taller, llegando antes que nadie. Se sorprendieron cuando llegaron y me vieron terminando de arreglar el coche que nos habían traído ayer a última hora. Les conté lo que pasaba y empezaron a bromear, pero se alegraban realmente por mí. Paramos a comer algo y mi móvil sonó. Me sorprendí un poco al ver un mensaje de Nessie y Jake se asomó para leerlo.


Oye… creo que deberías aparecer antes por aquí… Dar ha oído unos comentarios de unas estúpidas y creo que se siente mal… han estado cuchicheando sobre que es imposible que estéis juntos… así que no sé… te lo digo para que hagas algo, no me gusta verla mal… así que mueve el culo.



Eso me cabreó ligeramente y Jake me miró con una mueca. Se levantó y salió al taller, para luego asomarse por la sala.


-¿Adelantamos el viaje?


-¿Qué?


-No hay mucho jaleo… si salimos ya llegaremos a tiempo… -Sonrió-. ¿Quieres salir ya o prefieres dejarla todo el día pensando cosas raras?


-Vamos…



Salí disparado hacia mi casa, quería ponerme algo decente, además de coger el anillo que había hecho para ella tiempo atrás… salimos volando con el coche y paramos en Port Ángeles donde compré un ramo de verónicas. Jake me seguía con la moto, pero no era capaz de adelantarme… no hoy.


Paré el coche y él dejó la moto junto a un banco, sentándose en él mientras yo bajaba del coche. Los chicos ya empezaban a salir, todos me miraban como si estuviera haciendo el mayor de los ridículos… pero me daba igual. Cogí el anillo y la vi salir, por lo que puse la canción que tenía preparada, la cual sabía que le iba a gustar.


Alineación al centro



Ella empezó a reír cuando la escuchó y se quedó parada en mitad de las escaleras. Empecé a cantar para mis adentros y ella empezó a reír de nuevo, mirándome sonrojada y mordiéndose el labio.


No reaccionaba, quizá la había cagado haciendo esto… hice una ligera mueca de disculpa y ella inspiró, dejando caer sus libros. Me quedé pasmado, pero cuando la vi correr hacia mí, no pude más que dejar que me abrazara. Besé su mejilla y me miró totalmente colorada, mirándome con los ojos brillantes y una sonrisa arrebatadora… no pude evitar besarla.


Ella se abrazó más a mí y yo la acerqué todo lo que pude a mi cuerpo, haciendo que ella se doblara ligeramente, por lo que frené mi beso y la abracé de nuevo.


-Eres… -Se escondió en mi hombro-. Me está mirando todo el mundo…


-Mejor… -Reí y ella me miró asombrada-. Así queda bien claro que eres mi chica… no hay que dar tantas explicaciones… -Ella negó sonrojada-. Estas preciosa… Me gusta cuando te sonrojas por mí…


-No… -dijo negando-. Estoy acalorada…


-Pero eso también es por mí… ¿no?


-Puede… -se acercó y me besó dulcemente-. Pero sólo puede… -volvió a besarme-. Y quizá… y digo quizá… pueda despejar mi agenda para verte de nuevo mañana…


-No importa… -La besé despacio y reí-. Iba a colarme en tu casa esta noche…



Me miró de un modo que tuve que volver a besarla, sus labios eran suaves y dulces, se amoldaban a los míos a la perfección, pero un carraspeo hizo que ella se alejara de mí levemente y se apoyara en mi pecho.


-Bueno, parejita… -Nessie se rascó la cabeza-. ¿Cuándo estaréis presentables para quedar con nosotros?


-Quizá mañana… -Dijo Darlene riendo-. O puede que pasado… No sé… ¿Qué propones? Dependerá mucho del plan que me ofrezcáis cada uno…


-No sé… -Nessie miró a Jake-. ¿Una cena?


-Unas pelis… -Jake se encogió de hombros y rió al ver a Dar mirarme-. Creo que espera una contraoferta mejor…


-¿Y bien?


-Bueno… -La miré y recordé que había más gente alrededor-. A mí me parece buen plan… cena y pelis… ¿no? –Ella hizo una mueca y rió asintiendo-. Bueno… ¿Hoy o mañana?


-Mañana… -Darlene lo dijo tan rápido que no pudimos evitar reír-. Si queréis…


-No… -Nessie reía empujando a Jake-. Ahora no intentes arreglarlo… mañana nos vemos… no os empachéis mucho…



La miré apoyada en mí y ella me miró reprimiendo una enorme sonrisa.


-¿Vamos?


-Mi madre no se va hasta… -Miró su reloj-. Dentro de dos horas.


-No me importa saludarla… -Ella me miró sorprendida-. Ya he ido alguna vez a tu casa… ya me conoce… no veo el problema.


-Pues… -Suspiró-. Que ayer hizo demasiadas preguntas en la cena… y como estaba un poco… rara… pues no pude evitar contestar a algunas… -La miré curioso y divertido-. Como que qué sentía por ti… y si sabía lo que tú sentías por mí… que tipo de relación teníamos… no sé…


-Y… oficialmente… ¿Somos amigos, o más que eso?

-Amigos… dudando.


-Ya… -Reí-. Vamos, que veo que me va a tocar responder a mí a las preguntas de mami… -Ella asintió divertida-. Ya te vale… -Besé su frente-. Bueno… se me olvidaba… -Le tendí el anillo-.


-Es… como el de Nessie…


-Bueno, no es exactamente igual… el de Nessie lo hizo Jake y este lo hice yo… Es un símbolo de fidelidad que la manada regala a sus chicas…


-Suena a matrimonio… -Me miró mal-.


-No… suena a que eres la única que me completa… nada más –la miré divertido-. El de matrimonio te lo daré el año que viene, por ejemplo…



Su cara me hizo reír y besé su frente de nuevo, abriendo la puerta del coche para ella. Cuando llegamos a su casa ella se mordía el labio compulsivamente, así que lo arreglé con un breve beso que hizo que saliera disparada del coche provocando mi risa. Ella abrió la puerta algo temerosa y se aclaró la voz.


-¿Mamá?


-Hola conejita… -Se asomó por el arco de la cocina y me miró divertida y sorprendida-. Hola…


-Mamá… ¿te acuerdas de Seth?


-Claro… -me tendió la mano-. ¿Qué tal?


-Hola Grace… -Ella rió-. Siento haber venido sin avisar…


-Tranquilo… pasa… -Me hizo un gesto para que pasara al comedor mientras Darlene bajaba la cabeza-. ¿Qué tal las clases?


-Bien… -Ella me miró sonrojada y yo reí-. Han venido a buscarnos de sorpresa…


-Vaya… -Su madre me miró curiosa y me hizo un gesto para que nos sentáramos, así que me senté y Darlene se sentó en el brazo del sofá, al otro extremo, mientras su madre se sentaba en el silloncito a mi lado-. Así que de sorpresa… ¿Hacéis tantos kilómetros para pasar una tarde?


-No… venimos el fin de semana, nos quedamos en casa de Bella… la hermana de Nessie…


-En casa de Bella… -miró a Darlene que se sonrojó mucho y después me miró a mí-. Ya…


-Mamá… ¿Has hablado con papá?


-Sí… -Dar me miro raro-. Me ha dicho que me recogerá en el aeropuerto… y también que no entiende porqué no quieres ir… que deberías venir conmigo…


-Pero mamá… ¿Qué pinta una hija en un fin de semana romántico?


-Lo mismo que una madre… –Ella nos miró divertida y Darlene se puso demasiado colorada… yo simplemente intenté tapar mi sonrisa por educación, aunque tenía ganas de reírme como un loco- ¿no?


-Mamá, no digas tonterías… -Me miró y yo miré a otro lado para no hacerla reír-. Él no se va a quedar a dormir, ni nada…


-Darlene… -la mujer me miró y yo me rasqué la cabeza-. Me preocuparía mucho menos que se quedara sólo a dormir… ¿Cuántos años tienes exactamente?


-Veinte… -Ella hizo una mueca-. Si no le parece bien que me quede a dormir, no lo haré –Darlene me miró con los ojos como platos-. Darlene… a mi madre tampoco le gustaba que mi hermana llevara a casa amigos cuando estaba sola… y estaba yo, así que puedo imaginar lo que tu madre está pensando, es comprensible que no le guste la idea. Grace, no voy a quedarme si no quieres que lo haga, pero si no me dejas quedarme, deja al menos que ella venga a casa de Nessie… no me gusta la idea de que esté sola en casa…


-Seth… -Suspiró y miró a su hija para mirarme de nuevo-. ¿Sabes cuantos años tiene ella?


-Dieciséis. Los mismos que mi sobrina. Por eso no quiero que se quede sola.


-Ya… -Sonrió-. Veo que captas las ideas rápido… mi hermana tenía razón… -Sonrió levemente y se quedó callada por un momento. Miré a Darlene y luego a su madre, que siguió mi mirada-. Darlene… ¿Sabes qué diría Cameron si te viera? –Ella puso cara de confusión y su madre rió-. Si te hubieras sentado a su lado como hubieras hecho con Kevin, ni si quiera me hubiera molestado en pensar qué pasará cuando me vaya…


-Dar… -me miró tan asustada que me reí con su madre-. Creo que si empujo el sofá, te quedarías en la misma posición… -Su madre rió conmigo y ella se sentó en el sofá enrabietada, cruzando los brazos-. No te enfades… -dije en tono burlón-. Sabes que no puedo evitarlo…


-Ya…


-Bueno… voy a terminar las maletas… -Su madre se levantó riendo y mi chica empezó a pegarme manotazos mientras yo me reía. Su madre se asomó y nos miró, yo sujetando las manos de Darlene y ella ahora intentando huir-. Creo que acabarás lleno de moratones como os peguéis todo el fin de semana así…



Ella rió y se marchó, dejando a Darlene helada y a mí riendo. Me miró raro y se relajó, así que la solté. Me miró confusa y frunció el ceño.


-¿Eso es que deja que te quedes?


-En el fondo sabe que iba a hacerlo… pero queda más educado si se lo pido… ¿no crees?


-¿Y si yo no quiero que te quedes?


-¿No quieres que me quede? –Ella sonrió y negó-. Bueno… entonces… -Me encogí de hombros y me levanté-. Me marcho…


-¡No! –Aferró mis manos y tiró de mí, así que me senté a su lado-. Qué raro me parece todo… -la miré curioso-. No sé… me siento como el primer día que me quedé en tu casa…


-¿En serio?


-Sí… pero es… raro… -Rió-. ¿Crees que se enfadaría si le dijera que tú vives solo?


-Creo que… -me acerqué a ella y susurré-. No deberías decirlo muy alto, o posiblemente no te deje volver a Forks… tendría que secuestrarte y sería otro delito que acabaría en mi ficha policial… y no quiero que se haga más extensa…



Ella se mordió el labio y estuve a punto de besarla, pero escuché crujir la madera de la escalera y me levanté, ayudando a su madre a bajar las maletas. Ella llamó al taxi y nos miró.


-Por alguna extraña razón… me da la sensación de que te hubieras quedado aunque no te hubiera dejado… -Sonrió e hizo una mueca-. Tú ya no vives con tu madre, ¿verdad?


-No… -¿La había oído?-. Tengo mi propia casa cerca de mi trabajo, por cuestión de comodidad, me mudé…


-Ya… -Suspiró-. Ahora entiendo porqué te gustaba tanto ir a Forks… -Darlene seguía con un color más sonrosado-. Por favor… -Me miró-. No hagáis que me arrepienta de haberos dado permiso…


-Mamá… -No lo digas…-. ¡Vete ya!



Lo dijo. Empecé a reírme sin poder evitarlo, por lo que su madre me miró algo raro. Ella cogió sus maletas y se marchó, la hubiera ayudado, pero después de lo que Darlene había dicho hubiera quedado peor… Ella se despidió de su madre, que me miró algo divertida y se marchó. Darlene cerró la puerta y se apoyó en ella mientras yo tapaba mi sonrisa. Cerró los ojos y yo me acerqué a ella despacio.


-Por favor… -Puse las manos en sus caderas-. ¿Cómo se te ocurre decirle eso? ¿Estás loca? Pensaba que iba a tirarme las maletas y sacarme a patadas de aquí…


-Es que… -Me miró coloradísima y riendo-. Quería que se marchara ya… no he podido evitarlo, llevo desde que hemos llegado queriéndoselo decir…


-Eso ha sido…


-¿Inoportuno y estúpido?


-Sí… -Me acerqué un poco más-. No sé porqué querías que se fuera… -Rodé los ojos acercándome un poco más-. No es la primera vez que estamos solos…


-No… -negué acercándome a su rostro y ella me besó despacio y con calma. Se separó y me miró mordiéndose el labio-. Pero yo quería quedarme a solas contigo hoy…


-¿Hoy? –Me besó de nuevo tirando de mí y yo reí-. No veo que tiene de especial estar solos hoy… es un día más… -Ella negó acariciando mis labios con los suyos-. ¿No?


-No… -me besó de nuevo atrayéndome hacia ella con más fuerza. Se separó levemente y me empujó-. Hoy es el día en que vas a dormir solo en mi cama…


-¡Au! –Reí y asentí-. Tocado y hundido… -Ella fue a entrar a la cocina y la aferré por la cintura, haciendo que retrocediera y se topara con mi cuerpo. Me acerqué a su oído y ella rió-. No pienso dejar que te separes de mí en todo el fin de semana…


-Seth… -Ella cogió aire y se giró, poniendo un dedo entre nuestras caras, ella me miró raro, por lo que alcé las cejas-. No sé qué es lo que te iba a decir… -Gimió-. No es justo…


-Lo que no es justo es que me tengas hablando con tu madre un buen rato para convencerla y la cagues en el último minuto… -Ella dejó caer su cabeza en mi pecho y reí abrazándola-. Anda… vamos a ver qué podemos hacer de cenar…


-Vale… -me besó de nuevo, dejándome noqueado-. Pero antes… -Me besó de nuevo haciendo que me volviera loco por un instante, hasta que se alejó-. Quiero enseñarte algo…