Capítulo XVII: Sangre. Seth POV.

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Hola chiquetas!!!! bueno cambio el horario de subida de cap.
desde ahora intentare que sean los viernes como muy tarde el domingo y si algun día entre semana me da tiempo os pongo alguno mas.... si Silvia los tiene escritos :D
Sin nada mas que decir... que paseis un buen puente!!!! Bss

 Gwendylow

Me alejé de allí, me quedé observando por un rato cómo ella se arropaba en sus amigos, todos le preguntaban preocupados y ella intentaba aparentar fuerza… mi corazón se resquebrajaba al saber que posiblemente fuera la última vez que podría verla…

-¡Buenos días! –Alguien me dio un almohadazo-. ¡Venga! ¡Levanta!
-Claire… -Me tapé con la sábana, apenas había dormido dos horas-. Déjame… ¿quieres? Necesito dormir un par de horas más…
-Pero es que… -Suspiró y se sentó a mi lado-. Necesito hablar contigo, es algo muy serio… -La miré raro-. Sé que ayer os enfadasteis conmigo… y quería pedirte perdón…
-No estoy enfadado… tampoco Quil… ya lo sabes… -Cubrí mi cabeza otra vez y ella hizo un sonido de desesperación-. ¿Qué…?
-Deberíais pedirme perdón vosotros también, ¿no crees? –Destapé mi cara y la miré mal, ella bufó-. No es justo que siempre me estéis siguiendo…
-Tampoco es justo que le digas a tu madre que te vas a ir con un amigo a Forks y aparezcáis en Port Ángeles…
-Si no me hubieras seguido, no sabrías que iba a Port Ángeles… -Rodé los ojos y suspiré-. ¿Qué te he hecho yo?
-No te seguía… iba a ver a Kira y me pareció verte… Quil me llamó y se lo dije, no sabía que era un secreto… -Me tumbé de nuevo y cubrí mi cabeza-. ¿Ahora me dejas dormir?
-¿Saliste ayer? ¿O te quedaste en casa de Kira?
-Pues… -Quité la sábana de mi cabeza y alcé una ceja-. Estuve cuidando de Kira… no se encontraba bien… -Claire asintió algo extrañada-. ¿Qué quieres Claire?
-¿Sigues pensando en Darlene? –Parecía cautelosa, preocupada… asentí y ella hizo una mueca-. Si ella te pidiera perdón por algo malo que ha hecho… pero que no es por ella si no por algo que le ha pasado… -Alcé una ceja, siempre daba demasiados rodeos-. No sé… si ella te diera un bofetón y te dijera que te odia… pero sólo fuera porque estaba un poco enfadada y un poco sensible…
-¿Has vuelto a pegar a Quil?
-No… la del otro día…
-¡Señor! –Suspiré-. ¿Crees que sigue enfadado? Ya ni se acuerda…
-¿Y lo de ayer?
-Claire… ¿qué pasa? En serio, dilo ya, quiero dormir… no he pegado ojo en toda la noche y he estado toda la mañana trabajando… estoy cansado.
-Le pegué porque… -Hizo una mueca y se sonrojó un poco-. Le pegué porque… -Cogió aire y suspiró-. Yo…
-Le pegaste porque…
-Estaba enfadada, desquiciada y no sabía porqué… hasta que al día siguiente… -Suspiró y cogió aire, sabía que iba a empezar a hablar a la carrera y entrecerré los ojos-. Al día siguiente estaba aún enfadada, me desperté llorando y me di cuenta de que realmente le había pegado muy fuerte… además justo ese día tuve mi primera regla y no sé como decírselo porque sé que se va a reír y encima no deja de decirme que soy una niña y nadie me cuenta nada, no me entero de las cosas que pasan, es como si siguiera teniendo ocho años y Quil no se da cuenta de que soy ya una mujer… -Volvió a coger aire-. Es complicado porque no sabía a quién contárselo, me daba miedo recurrir a Nessie… no miedo, sólo no quería… no sabía… no sé. El caso es que los chicos iban a reírse y yo sé que tú tienes una hermana y tuviste una novia y esas cosas pues… -Cogió aire de nuevo-. ¿No te ríes?
-Espera… estoy aún asimilando… -Torcí el gesto-. Le pegaste fuerte… ante eso sí, me río… lo otro… creo que es demasiada información para mí… -Negué algo trastornado y sonreí-. O sea… que me cuentas a mí algo que no te atreves a decirle a Quil…
-Es que Quil… es… -Suspiró-. ¿Debería decírselo yo? –Asentí algo perdido, realmente ella era todo un torbellino de pensamientos aturdidores y desquiciantes-. ¿No se reirá?
-No… -Suspiré y me tumbé-. Está en el taller… si se lo dices seguro que… -Sonreí-. Espera… te acompaño…

Me levanté riendo y ella me miró raro, la llevé en mi coche y Quil nos miró raro. Entré arrastrándola de la mano y la planté delante de Quil. Me apoyé en la bancada y crucé mis brazos cogiendo el plano exacto para ver cómo la cara de Quil se desencajaba.
-¿Qué os pasa?
-Vamos… tú puedes Claire…
-Esto es bochornoso… -Ella negó y suspiró-. Antes… tengo un secreto Quil… pero quiero que antes me contestes a unas preguntas, o no pienso compartirlo…
-¿Él lo sabe? –Yo asentí con una enorme sonrisa, su cara ya se desencajaba-. Vale… pregunta.
-Siempre te he conocido así… -Le señaló-. No has cambiado, sé que es por lo de los lobos, que tienes veintinueve… -Quil parecía perdido y a decir verdad yo también-. ¿Cuándo vas a cambiar? –Quil frunció su ceño lleno de confusión-. ¿Cuándo vas a hacerte viejo?
-¡Ah! ¡Vale! Sí… -Pareció aliviado y yo disfruté de la situación-. Estaré así hasta que deje de entrar en fase… como Sam. ¿Por qué?
-Pues… -Suspiró y cogió aire… horror-. Es que mis amigas se sienten curiosas, porque siempre te han visto tan… así… -Él alzó una ceja concentrado en Claire-. Es como si tuvieras una pócima extraña y es un poco complicado explicar que cumples años, porque no lo parece, estás casi igual a cuando yo era una niña y es un poco confuso… incluso para mí… porque yo esperaba que te hicieras viejo y eso… no pasa… y es… confuso.
-¿Quieres que me haga viejo?
-No… -Mordió su labio y suspiró-. Vale, no era eso… yo quiero saber… -Suspiró y se puso firme-. ¿Estás enamorado de mí?

Los ojos de Quil se abrieron y yo no pude evitar empezar a partirme de risa. Creo que hacía meses que no me reía tanto, lo juro. La piel de Quil pasó por una gama variada de colores desde el pálido hasta al rojo para pasar de nuevo a un pálido verdoso con sudores fríos incluidos.
-Por qué… -Quil se quedó con la boca entreabierta y la niña miró apenada a sus pies-. ¿Qué pregunta es esa?
-¡Pues una cualquiera! –Yo intenté calmar mi risa ante la mirada de Quil-. ¿Tan difícil es de contestar? Quiero saberlo… es que… -Pareció angustiada y presté atención-. ¿Lo estás?
-Claire… -Quil parecía bloqueado-. Yo… ¿Por qué lo preguntas?
-Porque quiero saberlo… quiero saber si algo ha cambiado por… -Mordió su labio-. ¿Estás enamorado de mí? No voy a enfadarme, contestes lo que contestes…
-Yo… -Quil suspiró y cogió su mano-. Eres una jovencita adorable, pero… ¿No crees que soy muy viejo para ti?
-¿Eso es un sí o un no? No creo que sea tan complicado decir un monosílabo…
-Pues… ahora mismo te aseguro que es muy difícil contestar con un solo monosílabo –Quil la miró ceñudo mientras ella resoplaba-. ¿Con quién has hablado? ¿Con Kim?
-¿Por qué piensas que he hablado con alguien? –Quil alzó sus cejas-. Quizá si tú me explicaras mejor que es todo eso de la imprimación… se supone que siempre lo he entendido, pero ahora no lo entiendo, no veo que tú seas ni mi amigo, ni mi novio, sólo un hermano paranoico…
-¿Hermano paranoico? –Quil se quedó confuso y yo estuve a punto de reír-. Oye… ¿qué te pasa?
-Ahora viene lo bueno… -Ambos me miraron mal-. Vale… me callo.
-Quil… ya no soy una niña… ¿sabes? –Quil sonrió levemente y ella se frustró-. ¡Lo digo en serio! No soy una niña… -Quil parpadeó algo confuso-. ¡Quil, que ya soy mujer!
-¡OH! –Quil se quedó petrificado y yo aguanté mi risa mientras me miraba, me encogí de hombros-. ¡Vaya! ¡OH! –Quil levantó sus manos alterado-. ¿Estás bien? Eso es…
-¡Señor! –Ella hizo aspavientos y se alejó-. Debí haberlo imaginado… mejor haberlo dejado en un berrinche de niña pequeña…
-¡Espera! –Quil salió corriendo y yo los seguí riendo, era digno de ver-. A ver, para… -Cogió su mano-. ¿Por eso estabas tan rara?
-No estaba rara…
-Vale, de acuerdo… no estabas rara… -Quil rascó su nuca-. ¿Te apetece… no sé, un helado? –Ella negó rodando sus ojos-. Vale, yo… -Miró hacia el taller y yo rodé los ojos asintiendo-. Seth se queda al mando y yo me cambio y vamos a donde quieras…
-¿Me explicarás todo?
-Pues… -Suspiró-. Lo intentaré…

Quil entró corriendo al vestuario y ella pareció morder su labio, era como si estuviera temerosa de saber y yo reí, ella rodó los ojos y me acerqué para despeinarla.
-¡Quita!
-Anda que… vaya preguntitas… -Reí y ella se sonrojó encogiéndose de hombros-. Me muero por ver la siguiente conversación…
-Eres idiota… -Ella masculló y yo alcé una ceja-. Pensé que sería distinto…
-Vamos… no hagas un mundo de un ligero cambio… -Ella alzó una ceja-. ¿Crees que por eso el mundo va a cambiar? No es para tanto, en serio… -Sonreí y ella hizo una mueca-. El único cambio es que me vas a deber una muy gorda porque solo he dormido dos horas y ahora voy a tener que cerrar yo el taller…
-Eso te ha pasado por cotilla, no por mi culpa…
-¡Vale! ¡Tocado!

Ahí me quedé… aunque en verdad no me importó mucho, estaba un poco cansado pero feliz por saber que mi hermano había imprimado a una de las criaturas más risueñas del universo… alegraba hasta a la persona más desgraciada del mundo… como a mí. Realmente había sido un gran apoyo para mí, siempre me decía cosas que me consolaban en cierto modo… además era la única que me apoyaba en eso de no terminar con Kira… decía que era demasiado chic para saber nuestro secreto… Quizá fuera cierto, pero ella ahora me necesitaba, más que nunca…

Dos meses pasaron, la verdad es que fueron dos meses bastante alegres, yo estaba emocionado con ayudar a Kira, Quil con su nueva amistad, y sólo amistad, que había empezado con Claire… él se fue emocionado a recogerla al instituto… todos nos sorprendimos cuando nos llamó diciendo que se la llevaba al hospital de Port Ángeles.

Cogí mi coche, Jake y Embry se fueron a por sus parejas… así que yo me fui directo al hospital. Quil estaba buscando revistas apropiadas para Claire, parecía algo angustiado porque le había pedido el teléfono y justo les había echado a todos de la habitación... Me asomé a la habitación y ella me hizo esperar fuera hasta que colgó y me hizo entrar.
-Hola… ¿Te llaman muchos novios?
-No… tenía que cancelar una cita… -Alcé mis cejas y ella rió sujetando su tripa-. Era una amiga… no pienses mal…
-¿Cómo te encuentras?
-Preferiría estar comiendo helado… -Bufó-. Esto es un asco… seguro que me dejan una cicatriz horrible… y no me darán helado hasta… no sé.
-Cuando salgas tendrás helado… ¿Sí?
-Hola… -La madre de Claire entró seguida de Quil y el doctor-. No podemos darte de comer… nos han dicho que tienes que esperar…
-Hasta dentro de unos días no podrás comer nada sólido… -El doctor hizo una mueca-. Lo siento… pero son las reglas…
-¿Ni helado? –El doctor negó y ella relinchó-. ¿Ni después?
-Quizá si es caldo… -Rió-. Bueno… no te preocupes, vendremos a por ti en un rato, ¿vale?
-Genial… -Bufó angustiada-. No sé porqué me has traído Quil…

Estuve un rato hasta que la bajaron a quirófano, por lo que decidí dar un paseo hasta la heladería y al entrar suspiré, cada día pasaba por allí… hoy tocaba de mora y vainilla. Llamé a Kira para avisar de lo que pasaba, ella se apenó y yo pedí su helado de vainilla y mora y otro de fresa y chocolate para Claire. Cogí mi pedido y monté en mi coche con rumbo al restaurante.

Entré al restaurante y ella alzó una ceja cuando levanté el paquete de la heladería y rió. Bajé mi mirada y vi que tenía un barril entre las piernas… la miré mal y ella se encogió de hombros, le hice un gesto para que apartara y ella se giró dando con su tripa en la barra.
-Ya te cuesta girar… -Reí y ella me pegó cuando estuve dentro de la barra-. Déjame… no hagas esto sola, te lo digo siempre…
-Pensé que ibas a ir al hospital…
-Pero he pensado que igual me necesitabas… y veo que sí… -Cogí el barril y se lo cambié, ella bajó la mirada un poco y pareció triste-. ¿Qué tal vas?
-Rara… -Acarició su tripita y me miró algo asustada-. Mi madre no va a poder venir, estoy pensando en irme con ella a Texas… quizá me iría mejor allí…
-¿Vas a irte así hasta Texas? –Acaricié su tripa y ella me miró apenada asintiendo-. ¿Qué va mal? Sabes que estoy aquí para lo que necesites…
-Odio los hospitales… no sé si lo soportaré sin que mi madre esté a mi lado… -Suspiró-. Y además estoy tan gorda que ya casi no quepo en la barra… -Empezó a llorar y la abracé riendo-. No es gracioso… idiota…
-Sólo un poquito… -La miré apoyada en mi pecho-. Estás llorando porque la pequeña Daphne está aferrada a ti como un koala y te quita maniobrabilidad… pero… eso pasará…
-Sí claro… -Se incorporó y limpió su rostro-. Y cuando me pregunte dónde está su padre le diré que es un gilipollas que fue incapaz de decirme que me quería, a pesar de haberse acostado conmigo y decirme que me amaba cuando lo hizo…
-¡Eh! –La abracé-. ¿Estás tonta?
-¡Déjame Seth! No me apetece que encima tú me estés consolando…
-Oye… -Cogí su mano y le sonreí-. Sabes que a esa niñita no va a faltarle de nada y a ti menos… así que olvida lo demás, ¿quieres? No pienso separarme de ti, sabes que no me he separado de vosotras desde que me lo dijiste… así que ahora no me digas eso, me siento mal…
-Pero Seth… yo no quiero sólo un padre de ratos muertos para Daphne… quiero alguien que esté con nosotras siempre… conmigo.
-Sabes que voy a estar cada vez que me necesitéis… pero no me pidas lo que creo que me estás pidiendo, porque sabes que no puedo…
-Kira… -El jefe de Kira nos miró raro-. ¿Te encuentras bien?
-Sí… -Dijo limpiando sus lágrimas-. Perdona Frank…
-Anda, vete con Seth… -Suspiró-. Me quedo yo, no te preocupes… debes descansar… no te preocupes por nada…
-Pero yo…
-Te dije que buscaría a alguien y mañana ya tengo un par de entrevistas… así que venga, porque me haga cargo de mi negocio una noche no voy a morirme… márchate y tómate la tarde libre…

Se lo agradecí cuando ella se marchó y él me hizo prometer cuidarla bien, así que le dije de llevarla a casa pero ella dijo que quería acompañarme y superar su pánico a los hospitales…
Esperamos distraídos en la sala de espera cuando Jake alzó una ceja, salió corriendo. Kira le miró asombrada y yo reí, seguro que estaba esperando a Nessie y ella había llegado. Olfateé y el aire era realmente un caos… me tensé, demasiados olores revoloteando y me pareció olerla a ella. Después de más de medio año… Kira me miró raro y yo reí, haciéndole creer que olía a quemado.
Esperamos y Jake vino riendo algo confuso… le miré y él se sentó a mi lado riendo y negando, parecía sorprendido.
-Tenías que verla… se ha vestido de enfermera, me ha dicho que quería colarse para verla pero no ha llegado a tiempo…
-¿Dónde estaba?
-Comprándole flores… -Bufó y ella apareció con un ramo y vestida de enfermera-. Ahí la tienes… no deja de sorprenderme…
-Pero… -Kira la miró raro-. ¿De dónde…?
-No preguntes… -Se sentó al lado de ella y resopló-. No he podido ni verla… pensé que me iba a dar tiempo… -Miró el ramo-. Me trae recuerdos… -Suspiró y miró la tripa de Kira-. Bueno… ¿Cómo va?
-Molestando… -Kira suspiró-. Y la verdad es que estar aquí me pone algo… ansiosa.
-Tranquila… -Acaricié su pelo-. No pienso separarme de ti, ya te lo he dicho… -Sonreí-. ¿Quieres algo de comer?

Ella negó y Nessie me miró raro. Se levantó y me trajo un olor raro, agridulce mezclado con otros muchos de flores, pero aquel olor… Kira me miró raro al ver que me había quedado aturdido y justo llegó el médico para decir que podíamos pasar. Se asombró al ver a Quil correr con los padres de Claire y el desfile que le seguimos, todos con globos, bombones y ramos… ni que hubiera despertado de un coma profundo de años…
Cuando llegamos a aquel pasillo… su olor vino a mí. Miré a Nessie que parecía distraída, me acerqué a ella y salió corriendo hacia Claire a darle el ramo. Kira cogió mi mano, parecía angustiada y Claire miró el ramo y lo olió, sonriendo al vernos a todos. Parecía cansada… pero más bien nerviosa. Su habitación olía como si ella hubiera estado allí. Kira tiró de mi mano.
-¿Estás bien? Parece que ahora el que tenga pánico seas tú…
-Sí… -Suspiré-. El olor… me resulta extraño… -Nessie alzó una ceja y sonreí-. Pero no te preocupes, una promesa es una promesa… estaré aquí contigo…
-¿Me lo prometes de verdad?
-Pues… -Suspiré y negué-. No sé… -Ella hizo una mueca-. Me lo pensaré… Claro que sí, boba… ya te lo he dicho…
-Gracias… -Se acercó a mi oído-. ¿No piensas echarte atrás?
-Kira… -Besé su mejilla-. Tranquila, ¿vale? Relájate…

Ella sonrió ampliamente y noté que Nessie estaba como ida. Jake la miraba preocupado, como todos, aunque de repente sacudió su cabeza y sonrió. Olfateé de nuevo y pareció que su olor fuera más intenso, me giré y un médico negaba asombrado hacia el pasillo, me acerqué pero Kira tiró de mí.
-¿Dónde vas?
-Yo… -Miré a Nessie que puso cara rara y negó-. Creí haber visto… es igual.

Estuvimos unos minutos allí, Claire parecía angustiada y el médico nos hizo salir. Me puse tras Nessie que hablaba de tonterías con Jake, como si quisiera evitarme. Le pedí a Kira que esperase y la cogí del brazo sacándola de los de Jake.
-¿Qué ha sido eso?
-¿El qué? –Me miró confusa-. ¿Qué te pasa?
-Su olor… ¿Ha estado aquí?
-Seth… -Suspiró-. ¿Sabes cuanta gente hay en este hospital? –Ella me miró con cautela-. Cientos…
-Ya… -Suspiré y ella alzó una ceja preocupada-. Perdona… yo… me estoy volviendo un poco loco… perdóname…

Me alejé y me llevé a Kira de allí… la dejé en su casa y me cercioré de que fuera a estar bien, cuando se durmió dejé el teléfono en su mesilla y me marché, no podía quedarme otra noche más o la cosa se pondría fea… cuando llegué a casa Maila se subió a mi pecho y brincó a mi alrededor.
Subí al piso de arriba e intenté oler su ropa, pero era inútil… Maila se estiró y abrió su boca, bajé a darle de comer y miré mi móvil, su número antiguo… nunca daba tono. Estuve a punto de llamar, pero se apagó por falta de batería.
Lo puse a cargar e intenté encenderlo, no había manera. Justo se había estropeado ahora… genial. Nessie apareció por allí asustándome.
-¿No te han enseñado a llamar?
-Perdona… ¿Tan distraído estabas? –Asentí-. Lo imaginaba… así que he venido para recordarte que ella no está cerca… Kevin me lo hubiera contado, o Michael a Collin… te hubieras enterado si ella hubiera regresado, ¿no crees? Además… hubiera llamado… o eso creo.
-Es… -Negué-. Apenas puedo imaginarla, ¿sabes?
-Lo sé… hace más de medio año y ha podido cambiar mucho desde que la viste… pero creo que deberías recordarla tal y como era cuando estaba contigo… es lo más acertado.
-¿Sabes que en un par de semanas va a ser su cumpleaños? –Asintió-. Sigo apilando sus regalos en la oficina… es una tontería… ¿verdad? –Ella hizo una mueca-. Si en cuatro años lo máximo que he conseguido ha sido cruzármela de casualidad… golpeé mi frente contra la mesa y me quedé ahí-. ¿Por qué tiene que pasarme esto a mí…? Encima está Kira…
-¿En serio vas a hacerte cargo de ella?
-¿Qué voy a hacer si no? –Alcé mi vista-. ¿La dejo sola? Dejo que esa niña crezca sin padre… que ella tenga que empeñar todo para cuidar de su hija…
-No es culpa tuya…
-Claro que fue culpa mía, Nessie… -Golpeé la mesa y se rajó-. ¡Mierda!
-Va… tranquilo… -Nessie me abrazó por la espalda-. Tito Seth… -Besó mi mejilla y me miró con una leva sonrisa-. Piensa en que dentro de poco también es el cumpleaños de otra personita que quieres mucho… y que serán dieciséis…
-Sí… tengo que prepararle una fiesta a una chantajista y además hacerle dos regalos… ¡Genial!

Ella rió y se marchó, dejándome solo con mi perrita y mi mesa rota… como mi corazón. Cuando llegó aquel viernes diecisiete de mayo… me angustié. Nessie y Claire se habían ido de compras a Port Ángeles mientras nosotros trabajábamos… y Kira había recibido finalmente la visita de su madre, así que no me necesitaba…
Nessie y Claire volvieron a media tarde con una bolsa cada una, lo que nos sorprendió. Jake pareció extrañado como Quil y Embry rió.
-¿Sólo una bolsa? –Ellas me miraron mal-. Esperábamos que nos llamarais para ir con una grúa… pero me alegra ahorrarme el viaje…
-Bueno, Jake… -Nessie le dio un beso pasional y rápido, dejándolo anonadado-. Me marcho, que sólo he venido a traer a Claire…
-¿Dónde te vas ahora?
-A… -Ella sonrió a Claire-. Una sorpresa… -Nos mostró que iba a ver algún grupo para su cumpleaños-. No queráis saber todo…
-¡Espera, Nessie…! –Me acerqué y susurré en su oído-. ¿Dónde piensas meter un grupo? Se supone que de la fiesta me encargo yo…
-No… habla con ella… -Nessie señaló con la mirada a Claire que le mostraba su nueva camiseta a Quil-. Ya te lo explicará…

Se largó y me dejó con la duda, pero tampoco me parecía bien preguntar a Claire directamente… así que me pegué toda la tarde esperando a que se decidiera y nada. Fui a casa y Rebeca me avisó de que había sesión de barbacoa en su casa… me alegré, no me apetecía cocinar. Cogí a mi perrita y la llevé corriendo hasta casa de Rebeca que rodó los ojos.
-Vas a matarla algún día de estos…
-Pero Seth… -Rachel la acarició-. Qué malo es… ¿verdad?
-Hola cariño… -Emily besó mi mejilla-. No me extraña que luego te destroce la casa cuando no estás… con la marcha que le das… se aburre sin ti…
-Es fuerte… ¿Me la cuidáis unos minutos? Voy a pasarme por casa de mi madre y… no quiero que le destroce la casa o me matará…
-Vale… de paso avisa a tu hermana…
-Claro… emocionante…

Me marché de allí con una palmada en el trasero de Emily que rió por mi comentario sobre Leah. Cuando llegué a casa mi madre se levantó del pequeño huerto que había montado con Charlie.
-¡Benditos los ojos! –Mi madre sonrió y la ayudé a levantarse dándole un beso en la mejilla y levantándola por los aires-. ¡Bájame…!
-Charlie… -Él rió y me tendió la mano-. ¿Qué tal sienta la jubilación?
-Aburrida…
-No le hagas caso… siempre está igual… -Mi madre me abrazó-. ¿Qué tal está Kira? Y no me digas que más gorda… -Me apuntó con el dedo-. Seth…
-Vale… está igual de… ¿embarazada? –Reí y ella rodó los ojos-. Bien, ha venido su madre… ya le queda poco. Creo que al final va ir a un hospital de Seattle que su madre ha reservado…
-Eso está bien… -Asentí-. ¿Y tú? ¿Cómo estás tú?
-Bien… -Me miró alzando una ceja-. Ya sabes… -Besé su frente-. No te preocupes tanto, sé cuidarme solo…
-Y a su amiguita la preñada… -Leah bufó-. Hermanito…
-Hay reunión…
-Lo sé… Emily me ha llamado por si tú no me avisabas…
-Iba a hacerlo… qué poca fe en mí… -Ella bufó y se largó sin despedirse de nadie-. Qué agradable está últimamente…
-Dale tregua… -Mi madre hizo una mueca-. Lo está pasando mal… -Alcé las cejas-. Aunque no lo creas está muy preocupada por ti… -Besó mi mejilla y Charlie sonrió-. Pásalo bien…
-Igualmente…

Salí disparado a casa de Rebeca y estuvimos allí, Jake pareció angustiarse… no le hacía bien estar separado de Nessie…
-¿Angustiado?
-Algo va mal… -Le miré raro y negué-. En serio… -Su móvil sonó y lo cogió al primer tono-. ¿Sí? –Su cara se desencajó y se quedó blanco, después recuperó algo de color y se quedó como ido, serio… todos le miramos atentos y preocupados-. No te muevas de ahí… lo sé. ¿Podrás hacerlo sola? –Se quedó petrificado-. La encontraremos.
-¿Qué…? –Sean y Kyle se miraron alucinados-.
-Quil, Leah, Collin y Brady… tenemos que irnos. Seth, quédate con Kyle y Sean…
-Estás de broma… -Su mano se posó en mi hombro cuando fui a levantarme y su mirada me traspasó. Su mano me hizo sentarme de nuevo-. ¿Qué es? ¿Híbrido o vampiro?
-No es el momento. Quédate aquí. Kyle y Sean iros a mi casa… os llamaré si os necesito…
-¿Y yo?

Se largó sin contestarme. Todos se fueron preocupados y entré en fase, pero una voz me rechazó y me obligó a salir de fase. Seguro que era un castigo por las broncas con Sean y Leah… me quedaba fuera del juego haciendo de niñera de los incontrolados… ¡Genial!
Miré a Kyle y a Sean y les acompañé hasta casa de Jake, les dije que se quedaran allí a esperar órdenes y salí corriendo… no podría entrar en fase y mi velocidad sería más lenta… pero podía percibir sus efluvios y seguirles.

Cruzaban todo el parque de Olympic… dirección Seattle. Un temblor se extendió desde mi columna y volvió, era frustrante no saber qué iba a pasar… quizá otro ejército, quizá un ataque a Nessie en Seattle… quizá… saqué mi móvil y la llamé.
-¿Sí? –Su angustia era palpable en su voz, parecía… rara-. ¿Dónde estáis?
-Yo… ¿qué ha pasado?
-¿Seth? Daros prisa Seth… no puedo más… -Gruñó de un modo feroz-. No sé si seré capaz de contenerme…
-¿Nómadas? –Negó-. ¿Sed? –Gruñó-. ¿Qué demonios ha pasado?
-Jake…

La comunicación se cortó. ¿Todo porque ella estaba sedienta? No entendía nada… siempre se había controlado bien… quizá había sido por que alguien había sangrado… pero seguía sin entender nada, no entendía que me hubieran dejado fuera del juego.

Me quedé en medio del bosque, realmente era abrumador y aterrador a la vez… recordé un día con ella por aquí y me derrumbé en pleno bosque. Empecé a llorar como un niño, mi pecho dolía como si estuvieran troquelándolo. Un recuerdo invadió mi mente… nuestro primer beso.

Los chicos ya empezaban a salir, todos me miraban como si estuviera haciendo el mayor de los ridículos… pero me daba igual. Cogí el anillo y la vi salir, por lo que puse la canción que tenía preparada, la cual sabía que le iba a gustar. Ella empezó a reír cuando la escuchó y se quedó parada en mitad de las escaleras. Empecé a cantar para mis adentros y ella empezó a reír de nuevo, mirándome sonrojada y mordiéndose el labio.
No reaccionaba, quizá la había cagado haciendo esto… hice una ligera mueca de disculpa y ella inspiró, dejando caer sus libros. Me quedé pasmado, pero cuando la vi correr hacia mí, no pude más que dejar que me abrazara. Besé su mejilla y me miró totalmente colorada, mirándome con los ojos brillantes y una sonrisa arrebatadora… no pude evitar besarla.
Ella se abrazó más a mí y yo la acerqué todo lo que pude a mi cuerpo, haciendo que ella se doblara ligeramente, por lo que frené mi beso y la abracé de nuevo.
-Eres… -Se escondió en mi hombro-. Me está mirando todo el mundo…
-Mejor… -Reí y ella me miró asombrada-. Así queda bien claro que eres mi chica… no hay que dar tantas explicaciones… -Ella negó sonrojada-. Estas preciosa… Me gusta cuando te sonrojas por mí…
-No… -dijo negando-. Estoy acalorada…
-Pero eso también es por mí… ¿no?
-Puede… -se acercó y me besó dulcemente-. Pero sólo puede… -volvió a besarme-. Y quizá… y digo quizá… pueda despejar mi agenda para verte de nuevo mañana…
-No importa… -La besé despacio y reí-. Iba a colarme en tu casa esta noche…

Me miró de un modo que tuve que volver a besarla, sus labios eran suaves y dulces, se amoldaban a los míos a la perfección, pero un carraspeo hizo que ella se alejara de mí levemente y se apoyara en mi pecho.

Gemí ante el recuerdo de aquellos besos, de aquella sonrisa que me llenaba el alma y ahora sólo me torturaba y atormentaba. Otro recuerdo llegó a mí, mezclado con una canción que Claire me había dejado grabada en mi mp3


Rodeé la casa y salté hasta la ventana del pasillo, viéndola entrar y cerrar la puerta de su cuarto. La abrí con cuidado mientras ella miraba su móvil, cerrándola del mismo modo. Puso una mano en la manilla del armario y la aferré por la espalda, haciendo que se asustara un poco mientras abría el armario y la metía conmigo allí.
-¿Estás loco? Algún día vas a matarme de un susto… -me miró furiosa, pero pasó en el momento que la besé-. Idiota…
-¿Me has echado de menos? –Ella negó amortiguando una sonrisa, así que besé su cuello-. ¿Ni un poquito? –Ella volvió a negar y rocé su cuello con la punta de mi lengua, haciendo que se estremeciera-.
-Sí… -Susurró casi sin voz, haciendo que mi corazón latiera de ese modo que intentaba evitar-. Demasiado…
-Vale… -Suspiré y tragué en seco, besándola levemente-. Me tengo que ir ya, no quiero distraerte, tienes que madrugar y debes descansar…
-Toma… -Se giró y me tendió la ropa-. ¿Sólo era una excusa para volver?
-Ojala pudiera decir que lo he hecho a posta… -Reí-. Bueno, me marcho… -Abrí el armario pero ella me sujetó para besarme de nuevo con ansia, noté mi piel más cálida y la frené un poco-. Dar… debo irme, cariño… -Besé su frente-. Te quiero…
-Y yo… -dijo haciendo un puchero y besándome-. ¿Cuándo te veré?
-Pronto… -Sonreí-. No puedo vivir demasiado tiempo sin mi chica, ya sabes… -Sonreí y la besé de nuevo-. Descansa…
-¡Espera! –Me aferró y en sus ojos había tanta tristeza…-. ¿Puedes quedarte hasta que me duerma? Por favor…

Hice una mueca y asentí, mientras ella se quitaba la camiseta y yo me obligaba a cerrar los ojos y a respirar hondo… iba a ser una noche difícil. Su mano tomó la mía y la llevó a la parte más baja de su espalda, pudiendo rozar con la punta de mis dedos su ropa interior. Sus labios me besaron temerosos, haciendo que mi otra mano dejara caer la ropa. Noté cómo dibujaba una sonrisa en sus labios mientras rozaba los míos y tomaba mi mano libre para ponerla junto a la otra. Cogí aire e intenté por todos los medios no moverme, no mirarla… pero ella me lo ponía difícil. Su cuerpo se acercaba al mío y mis manos empezaron a acariciar su espalda, notando cómo ella se ponía de puntillas para llegar a mis labios. La aupé un poco y ella enredó sus piernas en mi cuerpo de nuevo, parecía que era algo que le encantara… al igual que el hacerme sufrir. Sus besos se tornaron ansiosos, como su respiración y la mía, y no pude evitar abrir los ojos para verla sobre mí, con una mirada tan provocativa que tuve que cerrar los ojos de nuevo y respirar. Ella acarició mi rostro y me sentí obligado a mirarla, mientras sus ojos descargaban el deseo en mí. Recorrí su torso por un momento con mis ojos, no debía… pero no pude evitarlo. La besé de nuevo y ella parecía feliz, acariciando mis hombros que parecían arder.
Suspiré y me frené, tenía que pararlo. La besé en el cuello y la llevé a la cama, tumbándola con cuidado sin que ella me dejara escapar de su agarre, dejándome sobre ella mientras me miraba ahora algo más asustada. Sonreí y la besé con cuidado, alejándome de ella suavemente, evitando que notara todo lo que había provocado su simple mirada. Me incorporé dejándola tumbada, preciosa con un conjunto claro que resaltaba en la oscuridad de la habitación.
Me levanté y me dirigí a su armario, sacando un pijama y acercándome a ella, dejándolo en la cama mientras me miraba extrañada. La acerqué a mí y la besé dulcemente, poniendo sobre ella la parte superior del pijama mientras me miraba con gesto de desaprobación, provocando mi sonrisa. Ella tomó la parte inferior y se la puso, fulminando mi sonrisa con la mirada, provocando que se agrandara más.
Besé su frente y la tumbé a mi lado, comenzando con el ritual de caricias que había funcionado las últimas noches. Era la una de la madrugada cuando la arropé y besé su frente, provocando una mueca de dolor en su rostro que me hizo sentir culpable. Tomé un bolígrafo de su escritorio y me acerqué a ella, escribiendo en su mano derecha “Te quiero” y en su mano izquierda “Te extraño”.

Todo lo que quería decirle en ese preciso momento. Quería poder decirle lo que la amaba y lo que la extrañaba… quería reencontrarme con ella… quería abrazarla de nuevo. Todo empezó a volverse negro, podía notar unos dientes desgarrando la piel de mi pierna con un calor abrasador, pero no me importaba, sólo quería tener en mi mente su imagen en forma de recuerdo…

Podía oír las risas de Emmett salir de aquella casa, salí de fase y me puse los pantalones mientras corría, ella salió por la puerta con una preciosa sonrisa. Corrió hacia mí y nos chocamos al encontrarnos, la miré y acaricié su rostro, la abracé y besé su rostro una y otra vez mientras lo acariciaba, sus mejillas, sus labios, su frente…
-No vuelvas a hacerme esto, ni se te ocurra… casi me muero de la angustia…
-Estoy bien…
-Pero… podía haberte pasado algo, podían haberte descubierto y no sé que hubiera hecho si te hubiera pasado algo… estás loca… -La besé en los labios recreándome en ellos-. Completamente loca… -Volví a besarla-. No vuelvas a hacerme esto, por favor…
-Si hacerlo implica un reencuentro como este… tendré que pensarlo…
-Calla… -La besé de nuevo, con más calma-. Te prometo reencuentros así para la eternidad, pero no vuelvas a hacerlo… -La abracé-. Nos hemos vuelto locos…
-Ya está… estamos juntos, es lo que importa… -Miré sus ojos llenos de alegría y asentí sin poder evitar besarla de nuevo-. Como lobo defiendes a tu manada y yo defiendo a la mía también, como una buena leona…
-Ya veo… -Sonreí… era perfecta-. Cánidos y felinos… buena mezcla… ¿qué saldrá de eso?
-No sé… y no quiero saberlo hasta dentro de mucho…

Los mismos dientes rasgaron la piel de mi brazo, parecían de hierro al rojo vivo y gemí, notando algo cálido y húmedo en mi cara. Me retorcí y escuché un gruñido acabado en un gemido. Una respiración acelerada, unos movimientos rápidos y tela rasgándose. Unas manos cálidas tomaron mi rostro y me hicieron volver de los recuerdos, los ojos de mi hermana inundados en lágrimas mientras su rostro se desencajaba. La miré sofocado y ella me abrazó.
-Lo siento… pensé… -Empezó a llorar y la abracé, su vestido blanco estaba rasgado por un lado-. Dios, Seth… pensé que te estabas… -Sollozó y arrancó un trozo de tela de su vestido para ponerlo en el mordisco que me había dado-. Lo siento…
-¿Qué…? –Ella me miró angustiada y me abrazó de nuevo-. ¿Qué está pasando?
-Que pensé que te estabas muriendo, estúpido… -Sollozó y se limpió las lágrimas-. ¿Estás lerdo o qué pasa contigo? Si tengo hijos algún día prometo que no dejaré nadie los cargue… te golpeaste demasiado la cabeza y así te has quedado…
-Ya… -Quité su mano de mi brazo, ya estaba cicatrizando-. Eras tú la que me cargaba, así que si me golpeaste en la cabeza es tu obligación cargar conmigo… -Ella sonrió negando y llorando a la vez-. Leah… ¿Qué le ha pasado a Nessie?
-Yo… -Me miró mordiendo sus labios, estaba angustiada y eso no era normal en ella-. No querían decírtelo, pero tú seguro que eres más efectivo… seguro que la encuentras antes…
-¿Encontrar? ¿Nessie se ha escapado? ¿Ha atacado a alguien?
-No… -Negó y se limpió las lágrimas de nuevo-. ¿Prometes controlarte? –Empecé a temblar-. Seth… contrólate.
-Leah, dime ya que está pasando…
-Nessie se ha puesto histérica siguiendo a alguien… habían discutido y cuando le ha dado por seguirla ha encontrado su sangre… por eso ha llamado a Jake.
-¿Sangre de quien, Leah…? –Mi cuerpo empezó a convulsionar de manera exagerada, temía escuchar su respuesta-. Leah…
-De ella. No te equivocabas en el hospital, ella ha vuelto…

Exploté. Los ojos de mi hermana casi se salen de sus cuencas pero no tenía tiempo, empecé a correr. Brady estaba en el LuxurII con los padres y tíos de Darlene, Collin en el Luxury con los amigos y Quil buscaba por Monroe y los alrededores. Jake intentaba calmar a Nessie, que no paraba de llorar en las puertas del instituto. Podía oler su sangre allí. Fue mi dirección a seguir.

Salí de fase en pleno salto cayendo al lado de Nessie y empotrándola contra la valla. Jake puso una mano en mi muñeca, estaba seguro de que me atacaría si no la soltaba, ella me miraba asustada.
-¿Qué ha pasado? –Acerté a decir entre la rabia y las lágrimas-. Nessie…
-¡Suéltala…! –Aflojé mi mano pero no la solté-. Seth…

El temblor de su mano pasaba a la mía y se unía a mi temblor. Nessie me mostró escenas confusas, su regreso, el hospital, Claire, su cumpleaños… una discusión…
La había seguido tras esperar una hora su regreso, pensaba que volvería pero no lo había hecho y al encontrar su sangre no pudo seguir con la búsqueda. Su efluvio se había perdido y ninguno de sus amigos había conseguido localizarla.
Gruñí y la solté, pateando la verja que cayó a plomo. Volqué los cubos de basura, me volví loco y entré en fase allí mismo, recorrí todas las afueras de la ciudad, estuve en su casa, en su refugio… no había rastro reciente de ella.

Quil seguía buscando en los alrededores, detectando un leve rastro de su aroma en dirección suroeste. Salimos directos y aparecí en el LuxurII. Su madre y su tía lloraban y sus padres se volvían locos dando explicaciones a la policía que no hacía nada porque sólo hacía ocho horas que había desaparecido y además era mayor de edad…
Cuando me miraban parecían asustados, Brady me calmó y me llevó a un parque cercano, entré en fase y aullé dejando mis cuerdas vocales en el aullido. Salí de fase derrotado y Brady me recogió del suelo y me llevó a un banco.
-Cálmate… piensa fríamente… ¿Dónde iría ella?
-He buscado en su refugio, en su casa de Monroe, en casa de sus tíos…
-Eso ya lo hemos hecho nosotros, Seth. La hemos buscado por donde podría estar… pero sólo tú puedes saber…
-¡No sé! Pero como le haya pasado algo… te juro que…
-Cálmate, ¿quieres?
-He encontrado su rastro… -Leah me miró extrañada-. En una tienda de tatuajes… después se pierde entre las calles de alrededor…
-Vamos…

Fui a entrar en fase pero Leah me frenó, no era gran idea pasearse como lobo en pleno Seattle. Brady se quedó con sus padres, me mantendría informado. Cuando llegué a la tienda estaba cerrada, no había nada dentro. Leah me ayudó a buscar en las calles de alrededor pero no apareció su rastro, sólo había uno leve que conducía al sur. Seguimos ese rastro y llegamos al Luxury.

Collin parecía estático, me miró y negó, no había vuelto. Mi cuerpo empezó a convulsionar y Leah me arrastró a un pequeño bosque cercano, entré en fase de nuevo, estaba desquiciado. Quil seguía buscando por Monroe, Jake y Nessie estaban llegando a Olympia, donde ahora vivían los Cullen.
Presté atención a sus pensamientos, Alice estaba desquiciada, no veía nada respecto a Darlene, su futuro se había esfumado en aquella verja. No teníamos más pistas…

Volví al Luxury y Collin permanecía parado esperando a la entrada, angustiado y preocupado mientras miraba hacia la carretera. Le empujé estaba cabreado y frustrado y él me sacó fuera, empotrándome contra el muro que se rajó.
-Oye, cálmate… ellas están asustadas, no necesitan verte como si fueras un psicópata. Ashley y Gabriela han ido a buscar a su negocio y tampoco estaba… están regresando y quiero que seas amable con ellas… ¿De acuerdo? Ponerte histérico no te sirve de nada… -Me soltó y suspiró-. ¿Jenner?
-Alice lo hubiera visto…
-¿Qué ha visto?
-Ha desaparecido cuando se ha cortado en la valla… -Negué y empecé a llorar-. Si le han hecho algo… si… -Él tomó mi rostro y palmeó en él-. Collin…
-¡Eh, eh! Para… vamos a encontrarla… Te lo prometo. Ellas la conocen bien… pero no mejor que tú… Acabarás dando con ella… -Sonrió levemente-. Vamos… volvamos dentro…

Kevin salió golpeando los cubos y vino directo a mí, me empujó y se encaró conmigo, temblé y me controlé, Collin le sujetó pero su boca seguía libre.
-Le arruinaste la vida. Han discutido por ti, por tu culpa... ha vuelto a huir por la misma razón, siempre por ti…
-¡Kevin! –Ryan y las chicas lo calmaron-. Oye… será mejor que nos calmemos… estamos muy nerviosos… -Ryan suspiró-. Quizá… quizá se haya ido a Jenner… quizá no sea sangre de ella… estamos sacando conclusiones precipitadas… esperemos a que llame… ¿vale? –Ryan palmeó a Kevin en la cara como había hecho Collin conmigo-. ¡Cálmate! Prueba a llamarla de nuevo…
-Es inútil… -Sacó su móvil y llamó-. Apagado… -Negó-. ¿Qué hacemos ahora?
-Sólo podemos esperar… -Una chica de piel color chocolate suspiró-. Tengo la intuición de que estará bien…
-Quizá sólo necesite respirar… -Gabriela negó-. Ha estado muy agobiada últimamente… demasiados cambios… demasiadas decepciones… pero no es ninguna suicida. Simplemente necesitará un respiro… deberíamos esperar hasta mañana…
-Sí… -La chica hizo una mueca y Collin la abrazó. Aquella chica me sonaba mucho, era como si la conociera de algo-. Creo que va a darme algo como no aparezca pronto…
-Tranquila… aparecerá… -Collin le dedicó una sonrisa consoladora y Leah rodó los ojos-. No te preocupes…

Mis ojos se entrecerraron. Observé atento la expresión de Collin y de aquella chica, se acababan de conocer y… cerré mis ojos y salí de allí golpeando el muro. ¡Menudo momento para imprimarse! Esto debía ser una tétrica broma… Me desesperé por horas, dando vueltas por la ciudad, por Monroe… esperando y desesperando…
Mi móvil sonó a las siete de la mañana… Kira llamaba, sólo podía ser por una cosa, ella jamás madrugaba tanto… el destino era verdaderamente retorcido conmigo si realmente mis temores se hacían realidad y estaba de parto… Descolgué.
-Seth… No te asustes, pero… ¿Podrías venir al hospital de Port Ángeles?


Capítulo LVI: Si todo fuera por lo que queremos…

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Ya voy Gibu ya voyyy que no soy el correcaminoooos XD
aqui os le dejo este cap de 14 hojas de word...sorry poor tardar pero he estado muy ocupada y no pude al final cumplir con lo prometidooo pero bueno mas tarde o mas pronto os subo los cap :D

Que paseis buen fin de semana!!!!!



Gwendylow
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Apagué el despertador antes de que sonara. Había vuelto a despertarme de la misma manera… suspiré, ya era una rutina extraña y apenas dolía. Salí y me crucé con Ainhoa que sonrió cargando su mochila y tocando la puerta de Maca.


-Qué pronto te levantas…


-Es el último examen de botánica… ¿Y tú?


-Hoy me toca guardar el pedido… -Me encogí de hombros-. Voy a estar una hora y media sola… así que prefiero ir un poco antes…


-Tendremos que ir un día… quiero ver cómo se hacen las cosas… no me vale con sólo estudiar los tipos de plantas si no sé cuales voy a manejar realmente…


-Hablaré con Sophie… seguramente necesite que alguien cubra las vacaciones de Carla… así que… quizá os podáis venir a trabajar conmigo.


-Eso sería genial…


-Ya se lo preguntaré y os diré algo, ¿vale?


-Perfecto…


Me di una ducha rápida y me puse mi peto vaquero con una camiseta roja de manga larga. Regué un poco mis plantas y bajé a la cocina para coger una rosquilla, me despedí de las chicas, besé la mejilla de Ashley y entonces me acordé.


-¿Cuándo tienes la audición?


-Mañana… -Suspiré, no me había equivocado-. ¿Librarás, no?


-Sí… tranquila. Estaré allí contigo…


-Gracias… -Me abrazó-. Creo que hoy voy a tomarme el día de relax… no quiero ponerme nerviosa estudiando más…


-Tú siempre estás de relax… -Dijo Gabriela riendo mientras la besaba-. Por cierto, me ha llegado la camiseta que me pediste… te la traeré esta tarde si me acuerdo, ¿vale?


-Cómo me gusta la atención personalizada de esta dependienta…


-Calla, calla… que ya tengo bastante con las pijas que vienen a la tienda… -Negó-. A ver cuando puedo cambiar de trabajo…


-No te quejes… al menos tienes uno… -Maca suspiró-. Mis padres me han dicho que si no me pongo a trabajar, no podré volver al año que viene… así que se acabó Londres… y no me apetece nada volver, estoy genial con vosotras… -Se abrazó a Ashley-. No quiero irme…


-Tranquila… aún nos quedan las vacaciones por Cádiz… -Sonreí y acaricié su pelo-. Seguro que antes de irnos allí tenemos una solución…


Salí algo apenada y cogí el metro para ir hasta la tienda. Abrí la persiana y la cerré por dentro. Empecé a organizar el almacén, revisando las flores que quedaban, algunas estaban mustias y tuve que tirarlas… odiaba hacer eso. Pronto llegó el camión, revisé el albarán, 300 claveles blancos, 200 rojos y 100 rosas, 250 rosas rojas inglesas, 100 rosas inglesas de color rosa y otras 100 blancas…


Pasé la hoja y seguí con las 200 caléndulas, 300 margaritas de prado blancas, 200 en rosa. 300 inmortales en colores variados. 200 ramilletes de Fresia blanca, 100 ramilletes de ranúnculos en rosa, 200 lirios blancos, 60 orquídeas miltoniopsis y sólo 5 de orquídeas trinitarias…


-Habíamos pedido treinta orquídeas trinitarias…


-Lo sé… pero al parecer han tenido una plaga y no han podido salvar más que unas pocas… he preferido traerte cinco bien puestas que treinta mustias…


-Genial… Sophie se enfadará…


-Si te dice algo… dile que me llame –David me guiñó un ojo-. No te pondrá problemas, si no yo te defenderé…


-Ya… lo que necesito… un hombre que intenta honrar mi honor… -Reímos y me ayudó a meter las flores en la cámara. Me tendió otra hoja-. Ahora te traigo las macetas…


-Genial… pienso contarlas todas…


-Las flores van en ramilletes de diez… las he puesto así para hacértelo más fácil… Sophie me dijo que hoy ibas a estar tú… ¿Tenéis algún encargo?


-Sí… cuatro bodas. Tenemos que hacer muchísimos centros…


-Bueno… voy a por las macetas…


Empecé a contarlas, 10 macetas de begonias, 8 de pensamientos, 4 macetas de anémonas, 10 de margaritas africanas, 4 de cielo estrellado y 15 de margaritas comunes.


-Genial… me traes todo bien…


-Y de regalo te traigo dos macetas más…


-¿Porqué siempre tienes que traer cosas de más…?


-Es un regalo… sé que querías una de cada… -Sacó del camión una maceta de astilbe y dos de Zinnia elegans -. Feliz cumpleaños… -Abrí los ojos de par en par-. Sophie me lo dijo…


-No era…


-Lo sé, pero me sobraban dos macetas de rosas místicas… aunque el astilbe lo he cogido especialmente para ti… ¿Te gusta? No sabía qué color, pero creo que el rosa es el que más te va…


-¿Por qué?


-Bueno… el que más va con tu pelo y tu ropa es el rojo… pero creo que el rojo es muy agresivo, así que mejor un rosa…


-¿Dices que mi pelo y mi camiseta son agresivos?


-Sí… un poco… -Reímos-. Es como si dijeras, ¡aléjate de mí!


-¿Y porqué no lo haces y te largas ya?


-Sí, claro… ¡De nada! –Reímos y él se puso un poco más serio, aunque sonriendo aún-. ¿Qué haces esta noche?


-No puedo…


-¿No puedes o no quieres? Sería la décimo novena vez que me rechazas en nueve meses… es un poco frustrante, ¿sabes?


-En serio… -Sonreí-. No puedo… aunque si quieres que sea sincera, tampoco quiero.


-¿No te gusto ni un poquito? No te pido que acabemos retozando ahora mismo en la cámara… sólo quiero que me dejes invitarte a algo fuera de esta tienda…


-David… -Suspiré riendo y asentí-. Mañana. Una amiga va a dar un concierto, es una noche importante… puedes venir, pero como uno más. No pienses que es una cita, porque será una salida más… como compañeros de trabajo… ¿vale?


-Perfecto… sábado 18 de mayo de 2019… será nuestra primera cita…


-¿Pero no me has oído?


-Eso dices ahora… -Rió saliendo-. El domingo 19 serás toda mía… recuérdalo…


-¡Cuidado con la persiana! –Se golpeó y reí-. Anda, sigue repartiendo o llegarás tarde…


-Pasa buen día, querida.


Negué y bajé la persiana. Empecé a colocar las macetas en los estantes, dejé mis plantas en el almacén y aún faltaba media hora para que Sophie llegara. Todo estaba en su sitio… quizá… me daba miedo empezar, nunca había hecho ramos sin estar ella corrigiéndome, pero los centros corrían prisa, había que hacer 20 centros en tonos blancos para una boda, 30 en tonos rosas para las otras dos y 30 para otra con las orquídeas… y me faltaban un montón. Tendría que cambiar las orquídeas trinitarias en veinticinco jarrones por otra flor… mejor dejarlo para cuando Sophie llegara.


Empecé con un jarrón color crema, puse corcho de color verde y entonces vi los lirios. Cambié de idea y cogí las macetas del pedido de las orquídeas, de color morado con líneas blancas. Puse el corcho de color claro, coloqué un ramillete de Fresia blanca, clavándolas alrededor de la maceta, siguiendo el círculo del centro. Cogí un ramillete de margaritas de prado blancas y las coloqué más hacia el centro, me sobraron cuatro, que puse más al centro. Rellené los huecos con algunas hojas verdes, intercalando en los huecos un ramillete de 10 ranúnculos, haciendo un círculo más pequeño que seguía al de la Fresia. Coloqué cinco margaritas rosas en el centro, dejándolo para colocar dos orquídeas miltoniopsis y en el centro dos lirios blancos.


Me gustó bastante pero no quería hacer otro. Quizá a Sophie no le gustaba… así que lo guardé en la cámara y empecé con el encargo del resto, sabía lo que había que poner y empecé con el encargo de los 20 centros en tonos blancos. Tenía cinco hechos cuando Sophie llegó.


-Hola…


-Hola… -Sonreí-. ¿Te gustan? Me ha sobrado tiempo y he empezado con los encargos… ha habido un problema con las orquídeas, no había de las trinitarias… sólo han podido traer cinco.


-¡Vaya faena!


-Lo sé… he intentado apañar algo con lirios… pero no queda igual. No sé si te gustará… y lo peor que tampoco sé si le gustará a la novia… -Suspiré-. Pero es lo único que se me ha ocurrido…


-Vamos a ver… -Abrió la cámara y sacó el jarrón-. Queda bien… no son orquídeas… pero queda precioso. Buen trabajo, querida…


-Gracias… -Sonreí-. ¿Quieres que me ponga a hacer los ramos de caléndulas e inmortales? –Negó-. ¿Los de rosas y claveles?


-No… se los dejaremos a Hank… -Sonrió-. Tienes que empezar a hacer las cosas tú sola… sabes hacerlo muy bien… y pronto estarás tú sola… -La miré raro-. Te he pedido que vengas tú a recoger el pedido porque tenía que ir a ver un local en la otra punta de Londres… Hank quiere ampliar el negocio y creo que tú podrás hacerte cargo de la tienda…


-Pero… -La miré raro-. No sé si estoy preparada… Carla lleva mucho más tiempo, lo ha hecho desde niña…


-Sí… -Sonrió montando un centro como el que había hecho yo-. Feliz cumpleaños… -Rió-. ¿Qué mejor regalo que un ascenso? Serás la encargada… te desenvuelves bien, mejor que Carla… lo hace por obligación, porque somos sus padres… pero tú tienes vocación…


-Pero…


-Tranquila, Hank se quedará aquí solo con Carla y yo iré contigo hasta que marche bien la tienda… no te preocupes…


-Necesitaréis gente nueva, ¿no? –Sonreí y ella me miró asintiendo-. Ainhoa y Maca van a terminar el mismo curso que hice yo… sólo es una sugerencia…


-Claro… aunque no sé si será buena idea… lo tendré en cuenta…


-Gracias…


***


Dos de agosto… miré por la ventanilla del avión y sonreí. Ainhoa seguía mirando con Maca un folleto sobre ramos de flores, mientras Gabriela y Ashley hablaban de qué íbamos a ver en Cádiz. Después de haber pasado el verano anterior una semana estupenda en el barco de Ibiza, nuestros vecinos alemanes nos dijeron que Cádiz era digno de ver… así que habíamos quedado para ir al año siguiente, todos juntos.


Cuando llegamos al aeropuerto de Jerez esperamos el vuelo procedente de Madrid, donde Aaron, Mark y Tara iban a venir. Al verlos nos emocionamos, cogimos un autobús hasta la estación de trenes y allí nos dirigimos a un pueblecito del que nos habían hablado y donde teníamos el apartamento.


Conil era un pueblo que estaba lleno de gente joven, había muchas cuestas, demasiados coches… pero era un ambiente extraño en el que estábamos contentos cada minuto. Creo que también influía el hecho de que estábamos de vacaciones.
Conil de la frontera


Alquilamos dos coches para toda la semana, aunque teníamos que dejarlos a las afueras y andar casi media hora hasta el apartamento.


El sábado visitamos una playa natural, la gente iba embarrada, desnuda y había que bajar por un camino estrecho y por las escaleras de un chiringuito, pero era una playa que me recordaba a una algo más lejana… bastante más lejana.


Los acantilados eran afilados y altos. Lo pasamos bastante bien y después comimos en aquel chiringuito, llegando a Conil realmente cansados. Me quedé en casa con las chicas, aunque Tara, Ashley y los chicos se fueron a visitar los bares de la ciudad.


El domingo decidimos ir a visitar la playa del Palmar, nos había hablando bastante bien de ella y la verdad es que me recordó de alguna forma a la playa de Jenner… suspiré y cuando fuimos a comer me di cuenta de que me había quemado… y bastante.


Zahara de los Atunes (Cadiz)
Viajamos hasta Zahara, otro pueblecito del que nos habían hablado. Yo decidí descansar de playa, ya estaba quemada y Gabriela y Ainhoa decidieron lo mismo. Fuimos a una heladería y allí tenían ordenadores. Me puse a mirar mi correo, tenía uno de Claire.


Me dijo que acababa de volver con Quil de visitar Nueva York, que apenas lo recordaba y habían convencido a media manada para ir… aunque algunos se habían quedado para no dejar La Push desprotegida, por lo que ahora el resto se iban a ir de vacaciones… y ella tenía que quedarse porque al parecer iban a un sitio “poco apropiado para ella”. Reí y le contesté que no se preocupara, que seguro que ella lo pasaba mejor con Quil que los chicos por ahí solos… que seguro se aburrían sin ella.


Volvimos a Conil y estuvimos tomando algo en unos bares muy raros, con unos patios bonitos pero con demasiada gente. Regresamos pronto a casa y empezamos a hablar y reír allí.


Me di una ducha y peiné mi pelo con cuidado, viendo que tenía algo de raíz, debía teñirme pronto… suspiré y salí del cuarto topándome con Tara, que me dijo que había una tienda abierta todo el día. Fuimos y compramos tinte rojo y otro rosa para Tara. Los chicos me miraban raro cuando vieron cómo nos teñíamos el pelo.


A la mañana siguiente… mi almohada estaba roja… y la de Tara de un tono extraño… no era rosa, ni morado… algo raro, pero que le quedaba bien.


Ese día lo pasamos en Tarifa, la verdad es que se estaba realmente bien, a pesar del viento. Visitamos el puerto y la punta de Tarifa, a un lado el Mediterráneo y al otro el Atlántico.


Nos bañamos en una pequeña cala, aunque el aire nos llenaba enteros de arena… comimos refugiados en unas pequeñas rocas y después seguimos con nuestros baños. Al ir a por los coches vimos que hacían viajes a Marruecos en el día…


El martes fue lo que hicimos, viajamos hasta Marruecos, viendo delfines y ballenas por el camino, comprando en los mercados de allí y riendo mucho. Cuando volvimos estábamos tan cansados que no salimos tampoco.


El miércoles nos despertamos demasiado tarde, así que decidimos ir a la playa de Conil, era enorme y estuvimos en una parte en la que apenas había gente… aunque la verdad es que había zonas en las que había demasiada gente.


Por la noche fuimos al Palmar, había unos bares de los que nos habían hablado y pasamos una noche bastante divertida, el problema fue que al volver todos habíamos bebido y tuvimos que esperar un par de horas para volver a Conil… al llegar nos pegamos todo el jueves durmiendo…


Despertamos casi de noche, cenamos y decidimos seguir la fiesta… bueno, Tara, Gabriela y yo… el resto estaban decididas a dormir para poder aprovechar la mañana del viernes en la playa de Caños…


Tara se puso una mini falda… muy mini… a juego con una camiseta… muy mini también. Aaron la miró y le lanzó una almohada a Mark, diciendo que había cambiado de opinión y que salían. Empezamos a reír y Gabriela se puso un vestido que Tara le había prestado, aunque yo escogí unos pantalones negros ajustados con algo de brillo y una camiseta de tirantes en raso gris con lentejuelas formando un lazo.


Me quedé alucinada cuando al salir Mark y Aaron ya estaban dispuestos para salir. Las chicas al ver el panorama se animaron y decidimos ir a tomar algo tranquilamente a una de esas abarrotadas terrazas. Cuando empezó a llenarse, Ainhoa, Mark, Maca y Ashley decidieron que ya era bastante… las dos de la mañana era buena hora para volver a casa.


Nos quedamos riendo, sentados en aquella mesa. Gabriela a mi lado, Tara y Aaron en frente. Sonó la canción “Replay” y empezamos a reír, era la que siempre poníamos en el coche. Empecé a mover mis brazos y mi cuello al ritmo con Tara y Gabriela mientras Aaron nos miraba raro, como si no quisiera estar sentado con nosotras. Reímos y él entrecerró los ojos.


-Creo que le resulto molesto a uno de esos chicos…


-No… sé más disimulado, ¿quieres? –Tara atusó su pelo y apoyó el codo en la mesa-. Hay unos chicos que llevan un rato mirando hacia aquí y cuchicheando… el caso es que me suenan, creo que los he visto en algún sitio… -Suspiró-. Imagino que vendrían en el avión con nosotros, porque no tienen pinta de ser de aquí…


-¿Son guapos? –Dijo Gabriela riendo-. Quizá esta noche… tengamos una sesión de pasión playera…


-Ya me gustaría… -Dijo Tara con los ojos bien abiertos-. Están muy pero que muy bien…


-¿Queréis que me marche? –Aaron nos miró raro-. Si queréis ir con chicos que no conocéis para que os destripen… vosotras mismas, pero yo me voy a dormir…


-Vaya hombre… nos deja sola para que nos asesinen… -Gabriela le tiró la pajita y rió-. Cobarde… ¿Cuántos son Tara?


-Tres… No paran de mirarte, Gabriela…


-¿Por qué a mí? Será a Darlene…


-Pues… no sé… -Rió atusando su pelo-. Pero se acercan…


-¿McBrown? –Mi corazón se paró al escuchar mi apellido. Tragué y dejé mi vaso en la mesa sin girarme. Una mano cálida se apoyó en mi hombro y entre una risa de incredulidad volvió a preguntar-. ¿Darlene McBrown? –Me giré despacio y no pude evitar abrir mi boca levemente y reír-. ¡Dios Santo! –Me abrazó y me levantó tirando la silla-. Estás… ¡Hola!


-¡¿Hola?!


-Estás genial… estás guapísima… ¿Te has teñido el pelo? Me gusta más que las trencitas… pero ¿qué haces aquí? Estás… ¡No me lo creo! –Gritó-. No sabía si eras tú realmente…


-Pues… eso parece. ¿De vacaciones?


-Sí… pero… no creo que seas tú…


-Pues… -Suspiré y me encogí de hombros-. Soy yo… y tú… estás aquí…


-Ya… -Rió-. Veo que te emocionas mucho por verme… -Rodé los ojos y le abracé-. No, no… ahora no me abraces… -Sus brazos me rodearon y su risa resonó en mi oreja-. Bueno… veo que quizá me echas un poquito de menos…


-No te lo creas tanto…


-¿No nos presentas? –Una amplia sonrisa junto a una mirada de escrutinio me resultó algo incómoda-. Aunque creo que te conozco demasiado bien…


-Sean… -Collin bufó-. Sé amable, ¿quieres?


-Encantado… -El chico me dio la mano y después bufó-. Eres muy rara… -Collin gruñó-. No, quiero decir… estás… no creo que seas tú… no te conocía así…


-Eso es porque ya has oído a Collin… está muy cambiada… -Una amable sonrisa se asomó por el ancho hombro de Sean-. Hola… soy Kyle…


-Hola… -Tendí mi mano y el chico la besó sonriendo-. ¡Vaya!


-Encantado, tenía ganas de conocerte personalmente… -Un carraspeo sonó a mis espaldas y el chico desvió su mirada sonriendo-. Veo que estás muy bien acompañada…


-Gracias… pero no eres mi tipo, ¿sabes? –Aaron empezó a reír y se levantó tendiéndole la mano-. Soy Aaron…


-Bueno… -Reí y me aparté un poco, pero la mano de Collin seguía en mi cintura y yo por algún extraño motivo no quería tampoco soltarle-. Ellas son Tara y Gabriela…


-Tara… -Collin asintió-. La recuerdo…


-Tú… -Miró a Aaron y abrió la boca-. ¡Es cierto! De eso me sonabas… el chico del bar de Michael… pensé que… -Se sonrojó-. Bueno… ¿Cómo te va?


-Ahora que tengo entre mis brazos a la hija pródiga… genial… -Rió y yo rodé los ojos-. ¿Cuándo vas a dignarte a volver? Tu tío Michael apenas me habla de ti por más que le pregunto…


-Lo sé… hablo con ellos casi todos los días…


-Ya verás cuando se entere Seth… -Sean sacó su móvil y Collin lo cogió mirándole con odio, yo me quedé paralizada en sus brazos-. ¿Qué?


-Sean… vamos a pedir un zumo… creo que necesitas azúcar en ese cerebro tuyo… -Kyle apartó la mano de Collin y noté que hizo bastante fuerza-. Vamos, creo que te sentará bien… -Me miró con una mueca-. Es un poco impulsivo, no piensa las cosas antes de decirlas…


-Así le va… -Collin bufó y soltó su móvil, me miró y suspiró-. No le avisaremos si no quieres…


-¿Está aquí?


-No aquí… pero está cerca… está con el resto…


-¿Habéis venido todos?


-No… algunos se han quedado en casa… en la reserva. Ya sabes… -Asentí, lo sabía bien-. Está con Brady, Jason y Kira en un bar del Palmar… pero nosotros hemos decidido quedarnos aquí…


-¿Cuántos días…?


-Llegamos ayer… -Miró a la mesa-. Íbamos a ir al Ícaro, es un local en el que estuvimos ayer… no está lejos… ¿Os apetece…?


-Claro… -Gabriela sonrió y me cogió del brazo-. Vamos…


Salimos y caminamos, Collin no me soltaba y Gabriela tampoco. Sean y Kyle iban por delante girándose con poco disimulo para mirarnos, mientras Tara y Aaron iban detrás hablando muy bajo. Yo me sentía extraña, sabía que ninguno de los dos iba a soltarme y eso me hacía sentir como un juguete roto… así que suspiré.


-No voy a romperme… -Ambos me miraron raro y paré-. No es necesario que me llevéis tan cogida, soy capaz de andar sola… ¿sabéis?


-Vale… -Collin levantó las manos-. Sólo quería…


-Sí… sé lo que querías… -Miré a Gabriela y después a Collin-. Si vais a estar compitiendo por no dejarme sola… prefiero irme a casa.


-¡Vamos! –Kyle sonrió-. No te vayas, yo mismo morderé a Collin si se te acerca más de lo estrictamente necesario… lo prometo.


-Yo sólo… -Gabriela hizo una mueca y me apartó un poco, una estupidez, aunque ella no sabía que podían oírnos-. Quiero asegurarme de que estás bien… He visto tu cara cuando el chico ese quería avisar a Seth…


-No voy a romperme… lo tengo superado… no necesito que me agobiéis por preocuparos…


-Vale… pero yo no voy a poder estar tranquila… -Miró a Aaron que bufaba enfadado-. Creo que Aaron no quiere ir con ellos, así que quizá lo mejor sea que me vaya con él a casa… Tara quiere quedarse… pero si no estás bien díselo…


-Oye… -Kyle suspiró a mi lado-. No queremos estropearle la noche, si ella no quiere quedarse, será libre de marcharse cuando quiera. Y yo, que soy todo un caballero, la llevaré hasta la puerta para que tú la recojas… ¿De acuerdo? –Le miré mal-. Sólo porque no quiero dejar a dos chicas ir solas a casa…


-¿Me tengo que fiar de ti?


-Si quieres quedamos a mitad del camino, para que no pienses que voy a destriparlas… -Rió y ella se quedó algo sorprendida-. Bueno, nosotros vamos a ir entrando… -Me sonrió-. Espero verte dentro… si no, ha sido un verdadero honor conocerte –Se giró y se quedó parado, me miró de nuevo y sonrió-. Creo realmente que deberías entrar, está sonando una canción que os gusta mucho…


Gabriela le miró asombrada y yo hice una mueca. Collin me miró apenado mientras Kyle se lo llevaba y Sean sostenía la puerta. Me despidieron con la mano y yo miré a Tara.


-Por mí… me apetece bailar… si quieres podemos ir a otro sitio… pero tengo curiosidad por visitar el Ícaro… y mañana por la tarde nos vamos…


-Oye, si quieres, vete con Gabriela por ahí y yo entro con ella para que vea el bar…


-No… -Suspiré y miré la puerta del bar-. Creo que me apetece estar hoy con ellos… aunque… -Miré a Tara-. No sé qué pasará si él aparece…


-Nos iremos, lo prometo. No te haré pasar por eso…


Asentí y me despedí de Aaron y Gabriela, entrando con Tara al local. Replay sonaba y reí… los busqué cuando me hicieron señas. No había mucha gente… pero tampoco estaba vacío. Collin me cogió de los hombros y se acercó para susurrarme.


-No es que no crea que puedas con esto…


-Lo sé… pero no creo que a él le apetezca saber que me has estado sobeteando tanto… -Alcé una ceja y él rió-. Si lo haces, hazlo porque te nace… no porque quieres que luego él pueda sentirlo…


-¿Crees que no me apetece abrazarte? –Alcé una ceja-. Oye…


-No estabas muy contento la última vez que me viste…


-Porque no lo hiciste bien… -Parecía que lo decía con convicción-. Pero eso no quiere decir que aunque, a mi parecer, fuera una mala acción, no te eche de menos. Nada es lo mismo sin ti, y no bromeo ni lo digo por decir, lo sabes.


-No debería ser así.


-Ya te lo dije, lo quieras o no… sigues siendo una Quileute. Y cuando alguien de la tribu se va… nada vuelve a ser igual.


-Pero tenéis nuevos entretenimientos… -Miré a Kyle y Sean subidos en una tarima bailando con Tara-. No tarda en hacer nuevos amigos… -Reí y él alzó una ceja-. ¿Qué?


-Es más agradable que la otra… al menos me deja hablar a solas contigo…


-Que sea más extrovertida no quiere decir que Gabriela sea menos agradable… como amiga vela por mi bienestar mental… y lo hace bastante mejor que vuestro nuevo entretenimiento…


-Sí… -Masculló-. Sean es demasiado bocazas… pero no lo hace con mal fin. Eso le salva de muchas… -Le miré raro-. Seth y él… tienen algunos encontronazos. Sean no entiende eso de la imprimación, por más que lo siente a través del resto, no termina de entender lo que supone como nosotros…


-¿Me he perdido alguna nueva adquisición de la manada? –Reí y él negó-. Pareces decepcionado…


-No decepcionado… desesperado más bien… -Rió-. ¿Porqué no me quitas un poco de la amargura de estar sin imprimación y me concedes un baile? –Le miré mal-. ¡Me apetece mucho…!


Darlene
Reí y asentí, acercándome a la tarima donde bailaban. Bailamos por un rato y nos invitaron a unos cuantos cubatas, Tara estaba encantada allí arriba, mucho más cuando el local empezaba a llenarse. Me sentí extraña cuando los chicos hicieron un semicírculo alrededor de la tarima, dándome mi espacio y llevándose todos los empujones… Collin rió y se acercó a mi oreja, diciendo “Hay que proteger a la tribu” y retirándose con la ceja alzada. No pude evitar negar y reír, subiéndome con Tara. Collin hizo una mueca de desaprobación y yo le saqué la lengua.


Sonó “Rock that body”, Tara gritó de un modo que me asustó incluso, los chicos la miraron raro y ella empezó a saltar y a bailar tomando mi mano y sacudiendo su pelo de color… raro. Reí al verla tan emocionada y la imité, los chicos nos miraban como si estuviéramos majaras, por lo que volví a hacerles la burla. Una chica se acercó empujando para subir a la tarima y empezó a bailar dándome codazos, Tara empezó a mosquearse, pero no le dio tiempo a decirle nada, Sean ya estaba subido bailando a mi lado y recibiendo todos los codazos de la chica que iba bastante perjudicada.


-Gracias…


-No se merecen… pega como una niña… -Rió y yo alcé una ceja-. Claire pega más fuerte…


-Ya… aún así… gracias.


-Siento que te haya molestado lo de antes… pensé que querrías verle… -Asentí-. ¿Quieres?


-No… -Suspiré-. No es que no quiera verle, pero seguro que se lo está pasando bien y no quiero que se angustie y deje de pasarlo bien porque yo esté aquí… ¿Entiendes?


-No eres tan mala como pensaba…


-¿Pensabas que era mala? –Reí y él asintió algo preocupado-. Lo merezco, lo sé…


-No sé… dejarle así… no lo entiendo. Pero creo que si es una decisión tomada desde la razón y no desde el impulso… -Alcé las cejas-. Sé lo malo que es ser impulsivo, Seth me odia por eso…


-No creo que te odie…


-Lo hace, créeme… Leo su mente y preferiría que no estuviera en la manada… como todos. Pero sigo sin entender esa manía que tienen por sus parejas… y lo de Quil y Leah… -Puso cara de asco-. No puedo, en serio…


-Eso es porque no lo has visto desde sus mentes… -Sonreí-. Yo conozco eso, te aseguro que no es nada malo… lo único malo es que vosotros no tengáis opción… es lo más molesto de todo.


-¿Preferirías que él no estuviera…?


-Oye… -Le corté y él hizo una mueca-. No quiero hablar del tema…


-Lo siento… -Asentí sonriendo-. No era mi intención incomodarte, sólo disculparme.


-Pues ya lo has hecho… -Sonreí y acaricié su rostro-. No estás preparado, puedo verlo. Pero dudo que tus hermanos no te quieran… -Le abracé y Collin bufó-. Deberían saber que ellos también resultan molestos a veces… -Le saqué la lengua a Collin y Sean rió abrazándome-. Si te tratan mal… díselo a Claire… ella te defenderá…


-¿Tengo que recurrir a una niña para defenderme? –Rió-. Prefiero arreglarlo a mordiscos…


-Valiente… -Reí-. Me caes bien… aunque al principio haya pensado que eras un capullo…


-Me gusta tu sinceridad…


-Y a mí la tuya… -Sonreí y Tara nos miró mal-. Venga, ya bailamos… pero es que Sean está un poco deprimido, no se siente querido… -Reí y él rodó los ojos-. Vamos, vamos… -Le abracé-. Baila con nosotras, que aceptamos cánido como animal de compañía…


Reímos aunque Tara no sabía muy bien de qué iba la broma… Sonaba “Nothing on you” por lo que bailamos bastante desinhibidas, la chica borracha se bajó al ver que se quedaba sin espacio y Sean se puso en el centro, bailando con ambas mientras Kyle y Collin bufaban…


-¡Parecéis dos niños envidiosos! –Ellos hicieron una mueca y subieron conmigo, cogiéndome y balanceándome sobre la tarima-. ¡Parad!


Collin
-¿Niños envidiosos? Podemos hacer lo que queramos contigo… -Collin rió-. Eres manejable…


-¿Estás diciendo que antes no lo era? –Alcé una ceja y él se quedó blanco-. Quince kilos más manejable, realmente…


-No me refería a eso… -Él se puso rojo-. Quería decir que ahora no tienes escolta… -Alcé las cejas y se puso más rojo-. No es eso… Yo…


-Tú la estás cagando mucho… -Kyle rió y me giró-. Un baile y prometo no zarandearte más…


-Hecho…


Reímos y empezó a sonar “California Girls”. Reí con Tara y tiramos a los chicos de la tarima a empujones, ellos hicieron un pequeño espacio y empezamos a bailar y a cantar. Nos la habíamos aprendido de memoria, además habíamos hecho una penosa coreografía, ridícula pero divertida.


Los chicos no paraban de reír, subí a Collin con nosotras como hacíamos con Mark y Aaron, empezamos a marearlo, una le cogía y lo giraba para cantarle y luego la otra. Luego levantábamos las manos a su alrededor y él no paraba de reír y mirar a los chicos que se reían muchísimo. Acabamos los tres en línea sacudiendo nuestros brazos cuando él se quedó algo parado. Tara seguía bailando pero yo empecé a parar cuando vi cómo Collin tragaba en seco y los chicos se volvían mirando hacia la misma dirección, cuatro personas paradas, cuatro rostros mostrando distintas cosas.


Kira tristeza, Jason asombro, Brady confusión… él… creo que jamás le había visto tan pálido. Empezó a sonar “Soul Sister”, Jason suspiró y cogió a Kira para llevarla a la barra mientras ella me miraba con algo de resignación. Brady dibujó una línea recta con sus labios y subió la mano, recogiendo sus dedos y bajándola de nuevo. Collin me miró preocupado, notaba todas las miradas entre él y yo…


Miré a Kyle y a Sean, les hice un gesto y ellos cogieron mis manos para bajarme. Me acerqué a ellos y Brady me abrazó, aunque yo sólo podía mirarle a él. Parpadeó repetidamente mientras Brady me miraba con una sonrisa.


-¿Qué haces aquí?


-¿Y vosotros? –Alcé las cejas y él rió, yo lo intenté aunque no podía sonreír por más que lo intentara-. Creo que es el sitio de moda… -Suspiré y miré a Seth, alcé las cejas y me dio por reír de manera estúpida-. Hola…


-¡Seth! –Brady le dio un tortazo y él le miró mal-. Mejor me voy…


Él miró confuso a Brady y a Collin, después me miró y entreabrió su boca, cerrándola formando una O. Sacudió su cabeza y volvió a entreabrir la boca.


-Hola.


-Hola… -Dije algo sorprendida. Mordí mi labio preocupada-. ¿Decepcionado?


-Eh… -Parpadeó con su boca entreabierta y negó-. Sorprendido. Mucho. Yo… -Me miró como si no fuera real y acarició mi pelo levemente, su mirada era tan intensa que sentía que estábamos solos y los años no habían pasado. Sonrió levemente y negó-. No sé qué decir…


Mordí mis labios evitando reír y negué, yo tampoco sabía qué decir, así que le abracé. Se quedó parado por un momento, hasta que sus brazos dejaron de estar cayendo a plomo a los lados de su cuerpo para estrecharme entre ellos. Apoyé mi mejilla en su hombro y pude notar que él hacía lo mismo, para después girar su rostro para apoyar su frente en mi pelo.


Le abracé un poco más fuerte y él empezó a acariciar mi espalda, me giré para darle un leve beso en la mejilla, pero mis labios tardaron más de lo que había planeado a separarse de su piel. Hice una mueca y él sonrió, besando mi frente con calma y dedicándome otra sonrisa antes de besar mi mejilla, momento en el cual me alejé un poco más.


-Estás… muy distinta. ¿Ya no te gustan las trencitas? –Dijo en tono socarrón y le empujé. Rascó su cabeza y me miró-. Me desconciertan tus cambios de imagen…


-¿Tan mal estoy? –Alcé una ceja y él negó-. Tú estás… igual.


-No… -Negó con una mueca-. Mi pelo está mas largo… -Alcé una ceja-. Un centímetro y medio más largo de lo habitual…


-¡Idiota! –Le empujé y él rió-. Perdona por no ser tan observadora…


-Me gusta tu pelo rojo. Es así como muy…


-¿Agresivo?


-¡Sí! –Rió y asintió acariciándolo-. Y está muchísimo más largo… me gusta… -Acarició mi rostro e hizo una mueca más seria-. Estás más delgada a como Nessie me mostró… -Asentí levemente mordiendo mi labio-. ¿Comes bien?


-Yo… -Empecé a reír recordando que mi madre me dijo lo mismo en una situación parecida cuando estuvo en Londres por Navidad-. ¿Tú también vas a decirme que necesito un buen potaje?


-¿También?


-Mi madre… -Suspiré-. Mi madre me dijo algo parecido… y después me soltó que iba a prepararme un buen potaje para comer…


-Es que… tus ojos… -Hizo una mueca-. Me recuerdan a los de Nessie cuando… -Hizo una mueca y miró de reojo hacia la barra, Kira y Jason se acercaban-. Ya sabes…


-Tonterías… -Negué y me alejé un poco más para saludar-. Hola…


-Vaya sorpresa… -Kira me abrazó y después le tendió un vaso a Seth-. Ten… es lo que tenías ganas de beber…


-Gracias…


-¡Vaya, vaya, vaya! –Jason me abrazó-. ¡Menuda sorpresa! –Asentí un poco incómoda-. Estás genial… Europa te ha sentado bien… -Seth hizo una mueca y Kira otra-. ¿De vacaciones?


-Sí… aunque mañana por la tarde ya volvemos…


-¡Qué pena! Nosotros nos quedaremos hasta el domingo que viene… ¿Cómo volvéis un sábado? Es una crueldad…


-Ya… pero el domingo tenemos trabajo… así que… -Me encogí de hombros y Seth pareció sorprendido-. Hay que estar allí…


-¡Darlene! –Tara me cogió por los hombros-. ¿No me presentas?


-Claro… -Sonreí forzada-. Ella es Kira, Jason… y Seth… -Ella fue besando a todos y Seth pareció algo incómodo-. Ella es Tara… creo que ya os conocíais…


-Sí… -Seth asintió-. Lo recuerdo…


-¡Esta canción me encanta! –Tara me cogió de la cintura-. ¡Vamos! Tenemos que bailar… ¿Te acuerdas de esta canción en Ibiza? –Asentí algo temerosa-. ¡Vamos!


-No creo que… -Ella tiró de mí sin hacerme mucho caso-. ¡Tara…!


-Cállate y baila… -Ella sonrió subiendo a la tarima y tirando de mí-. ¿Por favor? ¿Por mí? ¿Sí?


-Te aborrezco… -Dije riendo y soltándome-. Baila tú… yo no tengo ganas…


-¿No tienes ganas? –Kira rió a mi lado-. Creo que me debes la revancha… la última vez me quitaste el puesto… pero hoy no pienso dejarte… así que venga…


-Pero no me gusta ni la canción…


-No pongas excusas… -Collin me aupó y grité, pero Kyle ya estaba arriba cogiéndome-. ¡A bailar se ha dicho!


-No te caes… te sujeto bien.


-Gracias… -Reí y miré abajo, él bebía de su vaso y me miraba de reojo-. Pero realmente no tengo ganas de bailar…


-¡Vamos! –Tara tiró de mí y empezó a moverme, alcé una ceja y ella bufó-. O bailas por tus propios medios o tendré que emborracharte como la última vez… y creo que hoy no te conviene emborracharte demasiado, ¿no?


-Eso es un golpe bajo… -Alcé una ceja y ella rió-. Cuando haya una canción que me guste… ¿Vale? –Suspiró y yo miré a Sean y Brady, que me miraban expectantes-. Además… hoy creo que me apetece hacer otras locuras…


Me puse de espaldas, los talones fuera de la tarima y me dejé caer de espaldas. Sean y Brady me recogieron y yo reí mientras Tara se quedaba entre el susto y la risa. Brady empezó a reír al ver a Sean y Seth asustados, arrastré a Brady a la barra y él me miró divertido.


-¿Algo de beber?


-Lo que la señorita quiera…


-¡Camarero! –El chico se acercó-. Dos whisky cola… -Brady me miró sorprendido-. ¿Crees que porque soy una chica voy a pedir cosas de nenas? –Reí y él negó-. Si es muy fuerte para ti…


-No… está bien… -Dijo riendo y alzando las manos-. Sólo que me ha parecido oír que hoy no era buen día para que bebieras…


-Tengo que beber un montón de estos para emborracharme… créeme… -Él sacó su cartera y yo negué, poniendo mi billete en la barra. El camarero nos miró dudoso-. Cóbrame a mí…


-No… no me hagas quedar mal… no le cobres a la dama… -El camarero alzó una ceja al ver mi mirada asesina-. Hacemos una cosa… -Me miró-. Si te bebes el chupito que yo pida sin hacer una sola mueca, te dejo pagar…


-No sé… -Hice una mueca-. Vale, hecho… pero si me sienta mal, prometo mancharte esa preciosa camisa que llevas… -Brady empezó a reír y se acercó al camarero, él se sorprendió y negó riendo como si pensara que no iba a resistirlo-. ¿Qué has pedido?


-Te lo digo después…


-Vale… -Suspiré y el camarero nos dejó dos vasitos con un líquido trasparente-. Salud…


-Salud… -Brindamos y pude ver que Brady se lo bebía sin más… yo lo retuve e intenté tragarlo, cuando lo hice casi lloro, eso quemaba a rabiar y Brady se empezó a reír mientras yo intentaba mantener la compostura-. ¡Respira! –Dijo riendo-. Echa el aire o te quemará la garganta…


-¡Cabrón! –Dije mientras sacaba el aire y el camarero empezó a reír mientras yo intentaba respirar-. ¿Qué era eso? –Dije mientras Brady pagaba-. Es imbebible…


-El tuyo TGV… el mío agua…


-¿Agua? ¡Eso es trampa! –Le empujé y él rió asintiendo-. No vale…


-Claro que vale, yo no he dicho en ningún momento que ambos fuéramos a beber lo mismo… -Rió y revolvió mi pelo-. Ahora a bailar, machota…


-Te la devolveré, lo juro…


Cuando llegué todos los chicos soportaban la risa, todos menos Seth que hacía una mueca extraña. Le dije a Brady que no era justo, que me sentía estafada… así que le dije de pedir otra ronda y esta vez para ver quien pagaba, el uno escogería el chupito del otro y no valía repetir…


Llegamos a la barra y yo pedí para él un Bourbon, él me pidió algo de nuevo trasparente. El camarero se quedó mirándonos, parecía divertirse con nuestra competición. Hubo un empate y pedimos otros dos chupitos para desempatar, el camarero estaba alucinado e incluso avisó a su compañero que miraba desde el final de la barra. Escogí un cuatro reinas, y él me dio algo trasparente. Casi me ahogo y él lo soportó mejor, o eso dijo el camarero… así que pagó de nuevo Brady.


-¿Qué has pedido?


-Primero Bourbon… luego cuatro reinas… ¿Tú?


-El primero era ginebra… el segundo absenta.


-Dios… -Bebí un poco de whisky cola para pasarlo-. Me sabe la boca a rayos… es como si hubiera bebido colonia o algo así…


-Parecido… -Rió-. Pero ya verás qué bien te sienta en un ratito…


Tuve que beberme mi cubata y un refresco solo para pasarlo… y acabé en la tarima bailando con Tara como una loca… Collin no paraba de reír al jugar a lo mismo con Kira, que acabó un poco peor que yo, bailando abajo con serias dificultades para mantenerse en pie.


Bajé para acompañarla y Tara siguió arriba bailando con Sean y Collin, que había dejado tirada a Kira tras emborracharla completamente. Seth se apoyó junto a Brady observándonos, mientras Jason intentaba bailar con Kira y Kyle bailaba conmigo.


Empecé a sentirme molesta por ver a Seth y a Brady parados, así que saqué a Brady a bailar y Kyle se puso al lado de Seth. Saqué a Kyle y Brady volvió junto a Seth. Bufé.


-¡No seáis sosos!


-¿No ves que están sujetando la tarima, por si se mueve? –Jason rió-. Lo que hay que ver…


-¡Sosos! ¡Más que sosos! –Brady y Seth alzaron una ceja a la vez, se miraron y yo grité-. ¡Ni se os ocurra! ¡No! Conozco esa mirada…


-¿Sosos? –Brady torció la cabeza-. Seth… ¿Me ayudas?


-No… de momento te dejo a ti solito… -Torció su cabeza con algo de curiosidad y rió-. Creo que no sabe bien lo que acaba de decir… y le daré una oportunidad para arrepentirse…


Brady cargó conmigo, puso mi vientre en su hombro y me levantó, empezando a saltar mientras cargaba conmigo. Se permitió el lujo de sacudir sus brazos hacia arriba mientras saltaba, yo me agarré a su cintura y empecé a tener unas náuseas tremendas, grité diciéndoselo y me bajó mirándome algo preocupado como Seth y Kyle. Seth hizo una mueca y miró a Brady negando cuando estaba bien. ¿Cómo podía saberlo?


-Por si acaso, no repitas eso…


-Oído jefe… -Brady cogió mis manos y empezó a girarme-. Uy… eso tampoco, ¿no?


-Mejor déjala un rato… -Seth rió y sujetó mi cabeza llevándola a su pecho-. Hazle la rosca a Kyle… que parece que ha tenido envidia…


Brady se empotró contra Kyle y empezaron a forcejear o bailar… no sé, pero Jason no paraba de reír como nosotros mientras Kira nos miraba bastante molesta. Me alejé un poco de él y me miró curioso.


-¿Estás bien seguro?


-Eso creo… -Él rió aplanando mi pelo-. Sólo necesito tomar el aire…


-¿Quieres que te acompañe fuera?


-No… con alejarme un poco me vale… -Empecé a reír y él me miró raro-. Tu calor no ayuda mucho ahora mismo…


-¡Ah! –Empezó a reír y asintió dando un paso para atrás y levantando sus manos-. Discúlpeme, señorita McBrown… -Reí mordiendo mi labio y asentí. Se acercó un poco y susurró-. No hagas eso… -Le miré algo confusa-. Tu labio… -Abrí mi boca y él rió guiñándome un ojo-. Vas a hacerte daño…


Me quedé un poco ida y se irguió de nuevo al borde de la risa, sabía que se había quedado conmigo, sabía que me había hecho pensar que lo decía por otra razón… rodé los ojos y tuvo que hacer más esfuerzos por no reír.


-Idiota…


-Es cierto… -Se encogió de hombros con cara de ángel y miró hacia arriba, Tara nos miraba-. Ahora la sosa eres tú…


Rió y se marchó andando de espaldas un par de pasos hacia la barra. Le miré, se apoyó en la barra y seguía mirándome de reojo, la camarera se apoyó en la barra frente a él y cuando pidió ella se mordió el labio. Brady se puso en medio y alzó las cejas con una mirada pícara. Le empujé un poco y él me cogió y me giró, por lo que me puse a bailar con él.


Cuando Seth volvió Kira se acercó a él y le abrazó, él sonrió ante algo que ella le susurró al oído y alzó una ceja negando mientras la movía un poco al ritmo de la música. Ella bufó y apoyó la cabeza en el hombro de Seth, que la miraba y le decía cosas mientras la movía un poco.


Brady me giró y me abrazó por la espalda mientras nos llevaba con la música, me miró y empezó a cantarme, para después acercarse mucho a mi oreja.


-Le ha pedido de beber, él le ha dicho que no y ella ha murmurado que es injusto… por lo que él le ha empezado a decir que no debería beber más… -Le miré alzando una ceja-. Sólo por si te interesaba… -Me giró y rió, cogiéndome de la cintura y regresando a mi oído-. Parecías algo molesta…


-Y tú pareces un poco meticón… -Mordí mi labios alzando una ceja y él se hizo el ofendido-. Sé que no he herido ese enorme ego que tienes… así que no intentes timarme… cada vez te pareces más a Collin… ¿Lo sabías?


-Pasamos demasiadas horas juntos, ciertamente… -Rió-. Mi madre piensa que soy gay…


-Pues ahora que lo dices… siempre habéis tenido un algo…


-Calla anda… o te la devolveré…


Sonó “We no speak americano” y empezamos a reír, mucho más cuando Collin puso sus brazos en jarra y después empezó a moverse compulsivamente. Tara se quedó algo sorprendida al principio pero pronto estalló en risas y le imitó… así que todos acabamos haciendo el ganso como él… excepto Kira, que parecía algo mareada y sólo daba tumbos de un lado a otro. Empezamos a imitar a Collin en cada movimiento y acabamos dándonos culatazos los unos a los otros, yo no paraba de reír, los chicos eran muy brutos entre ellos y delicados conmigo, aunque yo daba fuerte… y no conseguía desviarles ni un solo centímetro.


Me acerqué a Kira y la hice bailar un poco, aunque ella parecía estar molesta por mi presencia, así que me alejé con un gesto de disculpa… pero Brady me dio un empujón bastante fuerte y acabé en brazos de Seth. Hice una mueca y él me guiñó un ojo, girándome un par de veces hasta que encontró buen ángulo para empujar a Brady, que se estampó en el pecho de Kyle, el cual le empujó de nuevo hacia Seth, que se llevó el golpe antes de que me diera a mí. Empecé a reír y Seth alzó una ceja.


-¿Te parece divertido que me golpeen?


-¿Tengo que ser sincera? –Abrió su boca sorprendido y cargó conmigo como antes había hecho Brady-. ¡Para!


-¡Ah, ah! Ahora te aguantas…


Me agarré al pantalón de Collin, que me cogió y me arrastró con él. Seth me dejó con cuidado en la tarima y Collin me levantó, así que me quedé allí con ellos por un rato… hasta que las luces se encendieron y empezaron a echarnos.


Brady y Kyle ayudaron a bajar a Tara, Seth me tendió los brazos y me aferré a sus manos con algo de resignación lista para saltar, pero él me cogió de la cintura y me bajó con cuidado. Cuando toqué el suelo me guiñó un ojo, haciéndome unas leves cosquillas. Creo que me sonrojé mucho, bajé mi mirada y él me hizo un gesto para que empezara a salir. Cuando llegamos al embotellamiento, él me cogió de nuevo por la cintura y me sacó con cuidado, cuando llegamos a la calle todos nos esperaban y Kira hizo una mueca refugiándose en el hombro de Jason.


-Bueno… -Tara hizo una mueca de disgusto-. Una noche fantástica…


-Habrá que repetir… -Jason alzó una ceja y Tara asintió por pura cortesía-. Pero aún queda noche… no es de día hasta que amanece…


-¿Tú crees que aguantará? –Me giré para ver a Seth señalando con la mirada a Kira-. Creo que se está quedando dormida…


-No estoy dormida… -Gimió-. Quiero ir a la playa…


-Ya… pero deberías dormir…


-Que no… -Le mostró su dedo corazón-. Playa… quiero playa…


-Y yo quiero una linda española que se enamore de mí locamente… -Collin bufó-. Ya ves… si todo fuera por lo que queremos…


-Darlene estaría con Seth… -Me tensé y ella hizo una pedorreta mientras todos ponían cara de no querer saber nada más. Ella alzó la cabeza y suspiró-. ¿Vamos a la playa?


-Quizá un paseo y un baño frío te iría bien… -Me giré ante el tono de Seth, su mandíbula estaba tensa-. O eso espero… -Se acercó a ella y cogió su cabeza apoyándola en su pecho y mirándola con cuidado-. No quiero tener que recurrir a una mordaza… bocazas.


-Es la verdad…


-¿Tengo que sacarla?


-Vale, vale… ya me callo… -Seth me miró con una mueca y gesticuló un “Lo siento”-. Creo que necesito un poco de agua…


-¿Ahora pides agua? –Sean empezó a reír y negó mirando sus pies, después me miró con cautela-. ¿Os apuntáis a ver amanecer en una bonita playa?


-Hace frío… -Sean alzó una ceja ante mi comentario y yo miré a Tara-. ¿No?


-No sé… -Rió mirando al suelo y me miró de refilón susurrando-. Yo llevo chaqueta…


-Entonces ya está… -Collin me abrazó-. Vamos a ver cómo amanece… yo mismo te daré mi camisa si tienes frío…


-Sois… -Suspiré-. Pero mañana a las nueve tenemos que estar en casa… -Tara miró su reloj con una mueca rara-. Los conozco… seguro que después de que amanezca les entra hambre… y no has visto como zampan…


-Exagerada…


Collin rió empujándome y Seth me miró con una mueca, asentí débilmente mientras andábamos camino a la playa. Jason iba al otro lado de Kira, cogiéndola del brazo y ayudándola a caminar. Cuando llegamos a la playa Sean y Brady se tiraron en plancha al agua y Kyle negó, ayudando a Tara a sentarse y sentándose a su lado, por lo que mi acompañante hizo lo mismo mientras Kira se alejaba con Seth y Jason, el cual le dio un beso en la mejilla a su amiga y salió corriendo hacia el agua.


Tara me miraba preocupada y negué, recostándome en el brazo de Collin y suspirando al oír a los chicos gritar y salpicarse a lo bestia.


-No cambian… ¿eh?


-Pocas cosas han cambiado…


-Hombre… gracias… -Kyle rió alzando una ceja-. Siento no haber tenido mayor repercusión en tu vida, hermano…


-No es eso… -Collin le dio una colleja y rió mirándome-. En realidad han cambiado algunas cosas… pero en esencia sigue siendo lo mismo… aunque todo es un poco más triste desde que te marchaste… y no sólo por… -Rodó los ojos hacia la orilla-. Ya sabes.


-¡Que pena que sea de noche! –Tara suspiró y la miré curiosa-. Me dan envidia… aunque el agua debe estar helada…


-No tanto… -Me encogí de hombros-. ¿Llevas el bikini puesto?


-Sí… había pensado en ir a los Caños directamente… -Rió-. Que va a ser así… ¿no?


-Eso parece… -Reí y miré a los chicos por un instante-. Ve con ellos… serán menos brutos contigo… no creo que el agua esté muy fría…


-Si quieres… te acompaño –Kyle sonrió-. Yo te protejo de los bestias de mis amigos…


-No sé… -Me miró con una mueca-. ¿No vienes?


-No… yo no llevo bikini… ve con ellos, te espero aquí…


Asintió y se levantó quitando su falda y su camiseta, se acercó a la orilla pero dio la vuelta para venir a darme un beso en la mejilla y alejarse. Cogió la mano que Kyle le ofrecía y entró de puntillas al agua, acercándose a Kyle y aferrándose a él. Miré a Seth de reojo y parecía que Kira le estaba regañando.


-Le reprocha que no te haya olvidado… -Le miré con una mueca de decepción-. ¿Qué? No va a poder olvidarte nunca… ella cree que sí y hace esfuerzos enormes para que él se fije en ella… incluso antes de venir de vacaciones ella le pidió salir… jamás había tenido que pedírselo a nadie…


-Él debería aceptar…


-Sería engañarla… -Collin suspiró y me miró serio-. Al menos es honesto con sus sentimientos… y con ella. No se merece lo que ella está haciendo…


-Debería dar su brazo a torcer… -Negó molesto-. ¿Qué?


-Nada… -Suspiró y sonrió-. No sé cuanto tardaré en volver a verte… así que no quiero que acabemos teniendo la misma última conversación…


Se recostó y me llevó con él, tumbándome sobre su pecho. Les observamos y Kira hacía aspavientos, Seth parecía intentar hacerla entrar en razón, pero ella se soltó de él y se dirigió al agua. Seth fue a seguirla pero se quedó quieto a los dos pasos. Dejó caer sus brazos y Collin suspiró.


-¿Te importa que te deje sola? Creo que debería ir a hablar con ella…


-No te preocupes… -Me levanté y sonreí-. Creo que es mejor que vayas tú… si voy yo quizá se enfade más… yo me quedo aquí…


-Pues… -Miró a Seth y después me miró a mí-. Yo preferiría que fueras treinta pasos a tu izquierda, donde un hombre bueno va a desplomarse en breves…


Hice una mueca y él otra, le miramos y se sentó en la arena, se aovilló y cubrió su cabeza con los brazos, acariciando su pelo con rabia. Me levanté con ayuda de Collin y me dio un beso en la mejilla para después correr hacia el agua en busca de Kira. Yo di esos treinta pasos con deliberada lentitud, posando mi mano en su cabeza.


Él tomó mi mano pero no se movió ni un solo centímetro más. Me acuclillé a su lado y le abracé, posando mi mejilla en su cabeza, por lo que él se adaptó a mi posición haciendo que me apoyara más en él. Dejó a la vista un trozo de su mejilla y la besé, por lo que él descubrió su rostro, sus ojos vidriosos me miraban como aquella mañana.


-Deberías… -Él negó-. Deberías hacerlo. Quiero que lo hagas.


-Pero yo no quiero hacerlo… no puedo, es mi amiga… nada más. No la veo como nada más, es un encanto, pero… no es la adecuada.


-Yo tampoco lo soy… -Alcé mis cejas y él desvió la mirada-. Quiero que lo hagas, quiero que salgas con una chica que sepa cuidarte y hacerte reír… y ella lo consigue.


-No es la que me hace feliz… no es la que más me hace reír…


-Ni yo tampoco… no ahora. No hace tiempo. Deberías buscar a alguien que te haga feliz ahora, que te haga reír ahora…


-Ya tengo quien me hace reír… -Suspiró-. Si es eso lo que quieres… ya lo tengo. Apacigua la ansiedad que me produce el no verte, ni saber de ti… -Mi corazón dolió y él sonrió levemente-. Pero ella también te echa de menos… todos te echan de menos. Yo te echo de menos…


-¿Y por qué no sales con esa chica?


-Uh… sería algo complicado… -Hizo una mueca y rió-. Tendría que estar en fase todo el día para que funcionara… y aún así creo que no me motiva mucho la idea…


-Ya… -Reí-. ¿Maila? –Asintió-. Ya debe ser…


-Mira… -Se levantó levemente y sacó su cartera del bolsillo, mostrándome un sobrecito con un montón de fotos-. Mírala que guapa…


-A ver… -Cogí las fotos y la segunda era una mía-. Esta no me gusta… -Reí y él negó sonriendo-. Salgo mal… ¡Mira qué mofletes!


-Preciosos… -Rió y pellizcó mi mejilla-. Pero mira… creo que esta te va a gustar… -Cogió el montón de fotos y empezó a pasarlas, una de cada dos eran fotos mías… lo que no me hizo mucha ilusión-. Mira esta… Nessie la hizo hace un par de semanas…


-A ver… -Empecé a reír al ver a Quil con cara de mal humor mirando como Claire daba un beso enorme a Seth-. ¿Y esto? ¡Me encanta!


-Ya ves… le ha dado por no separarse de mí… -Se encogió de hombros-. Supongo que es por molestar a Quil… aunque a él lo que le molesta es que le parece que crece demasiado deprisa…


-Es muy lista… -Me miró curioso-. Siempre lo ha sido… y ya no es una niña… -Entrecerró sus ojos-. ¿Cuántos tiene? ¿Quince?


-Sí… -Me encogí de hombros y él buscó otra foto-. A ver si esta…


-¡Espera! –Tomé una foto… Ephraim y él posaban en bañador con unas pistolas de colores mientras Leah estaba arrojándoles un cubo de agua-. ¿Y esto? ¿El cumpleaños de Claire?


-Sí… Fue en el cumpleaños de Claire… me pidió una fiesta veraniega… así que nos pegamos todo el día en el jardín de casa… -Sonrió-. Suma pistolas, mangueras, piscinas hinchables y barbacoa…


-Seguro que lo pasasteis bien…


-¿Cómo sabías…? –Me miró confuso-. Ha sido este año…


-Me lo he imaginado… es una fiesta… en verano… y aún no ha sido tu cumpleaños… así que solo queda el de Claire… -Me encogí de hombros-. No sé.


-¿Hablas con Nessie? –Entreabrí la boca y él asintió-. Vale… creo que no quiero saberlo…


-¡Seth! –Jason se paró a diez pasos-. Me llevo a Kira… dice que ya ha visto amanecer… y que ahora quiere dormir… -Asintió-. ¿Te veo luego?


-Sí… cuídala bien, anda… -Jason asintió alejándose y recogiendo a Kira de brazos de Collin-. Jamás la había visto así… nunca había bebido tanto… no así.


-Te quiere… te quiere demasiado.


-No… -Suspiró-. Quiere lo que no puede tener, que es diferente… -Le miré mal y él suspiró-. No es más que el ansia por conseguir lo que quiere, le ha pasado más de una vez. Cuando consigue lo que quiere, la cosa pierde emoción para ella… sin embargo desperdicia lo que tiene de verdad…


-Suele pasar… -Hice una mueca y él otra-. ¿La gente es mala por eso?


-No… -Negó-. No te compares con ella, siempre lo has hecho y no hay punto de comparación… hay límites para las cosas y ella no sabe poner límites… -Negó-. Tú tienes unos principios, ella simplemente se rige por lo que le pide el cuerpo a cada instante… y cuando no lo consigue se pone insoportable… en serio.


-Lo dices como si no fuera la primera escena que te monta…


-No es la primera… y me duele, créeme… porque ella realmente se piensa que me quiere… pero yo creo que no es así. Aún así sufre y yo no quiero que sufra, por eso pongo distancias a veces, pero ella las bombardea… -Suspiró y negó mirándome, yo esperaba que siguiera pero volvió a negar-. No quiero hablar de eso ahora…


-¿Y de qué quieres hablar?


-De cuando piensas volver, por ejemplo… -Alcé una ceja malhumorada y él sonrió levemente-. Es porque el país te necesita… no tiene nada que ver conmigo…


-¿El país…?


-Es aburrido… huele extraño… se está echando a perder… necesita que te pasees por allí…


-No sé… no creo que vuelva…


-¿En cuanto tiempo? –Le miré y él se quedó paralizado-. ¿Nunca?


-Bueno… -Tragué en seco e hice una mueca-. Me han ofrecido un ascenso y estamos preparando todo para la tienda nueva… así que… si la cosa marcha bien…


-¿Y tus padres? ¿Y tus amigos?


-Ya están acostumbrados… no creo que me necesiten mucho… -Me encogí de hombros-. Mi madre se está haciendo a la idea… lo intuye.


-O sea… -Suspiró resignado-. ¿Tengo que pensar que no voy a volver a verte jamás?


-Quizá alguna vez… de vacaciones… -Reí pero él no-. Imagino que iré a veros… no sé.


-Yo… -Suspiró y le miré con dolor-. Realmente esperaba que volvieras, pensé que iba a ser algo pasajero y que… no sé. Que lo arreglaríamos… aunque no quisieras volver conmigo del mismo modo… no sé… pero que… yo que sé…


-No voy a hacerlo Seth… -Hice una mueca-. Realmente deberías plantearte… no sé. Deberías darle una oportunidad a Kira. Me gustaría de verdad…


-¡Darlene! Son las ocho… -Tara hizo una mueca y yo asentí-. ¿Vamos?


-Sí… -Me giré y él estaba estático, mirando al infinito-. Realmente espero que encuentres a alguien… -Acaricié su rostro pero él no se movió-. Quiero que seas feliz, que no me eches de menos… que rehagas tu vida… -Mordí mi labio y suspiré, besé su mejilla pero él siguió paralizado-. Adiós, Seth…


Me levanté y los chicos me abrazaron, me zarandearon, me giraron… pero él seguía en la misma posición. Tara se despidió de todos menos de él, tomando mi mano y guiándome mientras yo me alejaba mirándole… mi corazón dolía más a cada paso que daba.


Cuando llegué al apartamento no pude más que darme una ducha y llorar, esperando que el día pasara rápido y pudiera empezar mi vida en Londres de nuevo, sin tener esto en cuenta… volviendo a como estaba antes de estas vacaciones.


Llegamos a los Caños y yo seguía ida, la verdad es que no me podía quitar las gafas de sol por miedo a que mis amigos se preocuparan más. El calor era realmente sofocante, así que me metí bajo la sombrilla mientras las chicas se tostaban al sol. La boca de Tara se abrió de un modo desmesurado y me miró girándose. Me asomé por la sombrilla y él venía hacia nuestra posición. Cogí mi pantalón y me lo puse rápido, no quería que viera mi tatuaje… sería difícil de explicar.


Me levanté cuando estuve lista quitándome las gafas y me tropecé, él me cogió y ambos hicimos una mueca, tomó mi mano y me llevó hacia la orilla. Cuando tropecé de nuevo empezó a reír levemente.


-Hay cosas que no cambian…


-¿Cómo tu humor?


-O tu torpeza… -Sonrió y suspiró-. ¿Estás segura de querer quedarte allí? –Le miré cautelosa y asentí-. Está bien… si es lo que quieres… -Frunció sus labios-. Pero al menos, me gustaría pedirte que hicieras alguna visita. Ya no solo por mí… creo que has podido darte cuenta de que no soy el único que te echa de menos… prometo no aparecer si es lo que quieres…


-No es eso…


-No me importa, pero sé que tú también les echas de menos… y no quiero que…


-Seth, no es por ti. Es por… -Rodé los ojos-. Demasiados cuentos que no puedo creer, que no puedo seguir creyendo, que tengo que olvidar…


-Pensé que se lo dijiste a Nessie para que no insistiera…


-No Seth…


-Y… ¿sólo es por eso? –Rodé los ojos-. Vale… creo que es mejor que no te lo diga… -Le miré raro-. Pensaba decirte que soy capaz de dejar de entrar en fase… prefiero que me condenen a vagar como alma por insubordinación a perderte por eso… pero creo que es mejor que me lo calle. ¿No?


-Ni se te ocurra hacerlo… -Alcé una ceja-. ¿Eh?


-Sí, sí… -Asintió y yo alcé la ceja de nuevo-. Tranquila… si lo hago será porque ya no soporto a mi hermana… -Rió-. Pero sólo por hacerla rabiar… merece la pena.


-¿Qué os pasa? ¿Por qué estáis enfadados?


-No estamos enfadados… -Suspiró-. Es que ella… tiene una teoría estúpida que no comparto, me molesta sólo que lo piense y ella lo sabe… por eso lo hace.


-¿Sobre mí?


-No… sobre nosotros… sobre los Clearwater. Cree que tenemos un gen defectuoso… -Rodó los ojos-. No quiero ni hablar del tema, porque me cabreo…


-Vale, vale… -Me quedé algo paralizada y empezamos a reír-. Lo siento… pero…


-Sí… lo sé… -Asintió riendo-. Somos como niños… -Suspiró-. Entonces… ¿No hay nada que pueda hacer para convencerte, para que vuelvas?


-No Seth… no hay nada que hacer. Me gustaría poder decirte que sí, pero no lo creo. Tengo demasiadas cosas que ahora me retienen allí… tengo una familia… un trabajo… una vida allí.


-¿Un nuevo cambio de imagen esperando, quizá?


-Posiblemente… -Reí-. ¡Espero que tú cortes ese centímetro y medio de pelo!


-¿No me queda bien? –Estiró su cuello y reímos-. ¿No?


-Deberías dejártelo un poco más largo… no sé… -Reí y él hizo una mueca-. ¿Qué?


-No pienso cortarlo hasta que vuelva a verte. Así que espero verte pronto, o acabará pareciendo que estoy en fase sin estarlo… y cuando entre en fase seré realmente torpe… tanto pelo molesta para correr… -Rió-. ¿Querrás eso?


-Creo que Jake te obligará a cortarlo… -Reí-. Así que ni lo intentes… no va a colar…


-Una pena… -Suspiró y se paró-. ¿A qué hora os vais?


-A las seis… -Asintió-. No quiero veros por allí… ¿Lo sabes no? –Asintió poco seguro-. Ni se os ocurra… o me enfadaré…


-¿Qué más dará? Si no vamos a volver a verte…


-Eso es un golpe bajo… -Se encogió de hombros y sonrió-. No es gracioso… -Alzó las cejas-. Que no es gracioso…


-¿Y por qué te ríes entonces?


-No me río...


-Ya… Por eso te estás mordiendo el labio… te conozco, McBrown… -Reí y asentí-. Ves como es gracioso… -Suspiró-. Pero ni con esas…


-Seth…


-Vale, vale… -Se puso serio y suspiró-. ¿Quieres que me vaya?


-Creo que será lo mejor… mejor despedirnos aquí… -Cerró sus ojos y asintió-. ¿Me prometes una cosa? –Me miró-. Inténtalo… al menos piénsalo… no sé…


-¿Qué recibo a cambio?


Me quedé paralizada, él se acercó despacio a mí y besó mi frente, me miró fijamente y besó la comisura de mis labios con cuidado. Besó mis labios con un leve roce, apenas una caricia para besarlos con ternura mientras acariciaba mis mejillas.


-Seth…


-Perdona… -Apoyó su frente en la mía y asentí-. Te lo prometo… a cambio de que te cuides… -Sus ojos estaban vidriosos y rojos-. Y que te cuides bien… no quiero tener que mirar dos veces la próxima vez para saber si eres tú… -Rió y negué-. Es en serio, ¿eh?


-Lo sé… -Asentí riendo-. Te lo prometo.


Besó mi frente de nuevo y me dedicó una torturada sonrisa para empezar a alejarse, yo me quedé estática, aunque una parte de mí quería correr y seguirle, retenerle… me quedé allí clavada, con la arena húmeda hundiéndose bajo mis pies.