Capítulo XVIII: ¡Leches!

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No sabía si aún estaba dormida, soñando con algo maravilloso, o realmente me había dormido abrazada a él finalmente y no al estúpido peluche con su pañuelo. Lo aferré y parecía ser real. Un suspiro en mi pelo lo confirmó, suspiro que fue seguido por un beso.


Sus cálidos dedos acariciaban ahora mi nuca, dándome una sensación mucho más placentera de lo que hubiera imaginado. Me aferré más a él y una leve risa resonó en mi oído izquierdo, por lo que solté mi presa y me removí, levantándome de golpe. Él rió y me dio un escalofrío de nuevo, como anoche, por lo que abrió sus brazos en lo que parecía una clara invitación a volver al sitio del que me había alejado.


Me pasé la mano por el pelo, comprobando que tenía el pelo revuelto y enredado, como cada mañana… y posiblemente mi aliento fuera el de todas las mañanas. Él me miró extrañado y bostecé irremediablemente, aún tenía algo de sueño.


-Es muy pronto… ¿Ya te quieres levantar? –Asentí sin hablar, mejor no abrir la boca hasta cepillarme los dientes…-. ¿Qué quieres hacer hoy?


-Bueno… -me senté en el lado opuesto de la cama avergonzada, si no era buena mi imagen normal, peor recién levantada…-. No sé… ¿No tenéis que trabajar hoy?


-No hasta dentro de tres horas… -Se estiró-. Así que podemos hacer todo lo que quieras en estas tres horas… incluso ir a la playa…


-¿A la playa? –Me volví alucinada y él rió-. ¿Con este frío?


-Bueno… -Se encogió de hombros-. Hoy hará mejor día…


-Bueno… yo prefiero una ducha normal… -Reí y él conmigo-.


-Vale… -Se levantó y miré hacia otro lado, él estaba perfecto así y me daba miedo mirarle y quedarme con cara de tonta-. Entonces te dejo sola… ¿Necesitas algo? –Negué-. Bueno… Espera un momento, ¿vale?


-¿A qué?



Hablé al aire, pues él ya no estaba. Comencé a rebuscar por mi maleta y miré las bolsas de Nessie. Comencé a mirar todo lo que contenían y él entró cuando miraba un vestido negro, lo hice un rebullo y le miré raro mientras reía, metiendo un radiador eléctrico al baño. Salió y me miró divertido, dejándome descolocada con su mirada.


-¿O acaso querías que me metiera contigo?


-¿Qué? –Sacudí mi cabeza y me reí-. Anda… mejor lárgate… -me acerqué y le empujé-. Con lo que me has traído no creo que te necesite para nada ya…


-Esta noche ya me lo dirás… -dijo riendo mientras le empujaba y cerraba la puerta. Él puso un pie y asomó divertido la cabeza-. Si quieres, para que no se arrugue toda la ropa, puedes meterla en el armario… está vacío… así que es tuyo si quieres… ¿vale? –Asentí-. Gracias Seth, eres genial… -Le miré raro-. De nada, no es necesaria tanta amabilidad…


-¡Largo!


-¡Oye! –Cerré de golpe y reí-. ¡Vaya! Ya entiendo porqué le caes tan bien a Nessie… -Abrí la puerta de un tirón y le miré-.


-¿Decías?


-Nada, nada… buen baño…


-Creía… -me miró y nos reímos-. ¡Oye! –Él se giró-. ¿Avisas a Nessie para ir a desayunar con ella?


-Bueno… -Hizo una mueca-. Creo que hoy irá a comer algo más… ¿ruidoso? –Hice una mueca-. Supongo que irán después al taller… si te apetece desayunar otra cosa que no sean cereales, puedo llamar a mi madre y decirle que vamos a ir a desayunar…


-No sé… -Hice una mueca y él me miró preocupado-. No me parece bien molestarla…


-¿Es por eso? –Rió-. Pensé que… bueno, que no te preocupes por molestarla, mi madre estará feliz de tenerme allí a desayunar, así que voy a llamarla…



Bajó corriendo y me quedé un poco extraña. Me di una buena ducha y cepillé mis dientes mientras el agua tibia caía por mi cara y mi pelo. Saqué mi pelo levemente con una toalla y me puse la ropa interior, saliendo tapada por una toalla. Al abrir la puerta el aire frío de la habitación hizo que mi piel se erizara, pero fue algo que apenas noté por el susto de tener a alguien mirando con una extraña sonrisa. Me asusté y ella rió.


-Mi hermano dice que vas a venir a desayunar con nosotras… -Asentí ruborizada-. Bueno… -me miró-. He venido antes porque quería darte algo… -Me tendió una cajita-. Es algo… bueno, es una tontería, pero no sé, ayer te noté un poco incómoda, me fijé en que te gustaron los pendientes de Kim y bueno… todas tienen pendientes como esos, se los hice cuando estuve de viaje hace unos años… -Abrí la caja y eran unos pendientes de madera como los de Kim-. No sé, es como una especie de regalo de bienvenida, no soy muy buena con eso de la amabilidad a veces… pero quería darte algo para que… no sé, que te sientas cómoda aquí, que sepas que eres bienvenida…


-Gracias… -Sonreí-. Bueno… -busqué en mi maleta y saqué un brazalete de cuero que me compré en Florida y que le gustó-. Toma… sé que te gustó… así que bueno…


-No puedo aceptarlo, te encantó…


-Y a ti… no me sentiría bien si no lo aceptaras…


-Está bien… -Sonrió y miró el grueso jersey que iba a ponerme-. Yo que tú me pondría algo más ligero, hoy hará sol y no hará tanto frío como anoche… -Asentí mientras salía-. Nos vemos luego…



Miré los pendientes y eran preciosos, con un toque mágico, y nunca mejor expresado. Busqué por las bolsas de ropa nueva y comencé a colocar todo en el armario. Encontré un pañuelo que podía combinarse con los pendientes. Miré toda la ropa que había para mí, no sabía qué ponerme. Miré mi conjunto de color verde, cogí unos vaqueros oscuros y una camiseta de tirantes del mismo color que mi conjunto. Seth tocó a la puerta cuando llevaba cinco minutos mirando el armario. Entró y me miró con una media sonrisa que me hizo sonrojar. Señalé el armario e hice una mueca. Él sonrió más ampliamente y se acercó, sacando una camisa blanca y una fina chaqueta del color de mi camiseta.



Salimos y cogimos su coche para ir hasta casa de su madre. El lugar era perfecto, rodeado de vegetación y su madre salió a abrir la puerta acompañada de Leah. Me recibieron de manera cordial, me asombré al ver todo lo que había preparado para el desayuno, pero mucho más cuando vi a Seth y Leah comer.


Sue se disculpó por ellos y los hermanos se quedaron estáticos, pero yo me eché a reír y se relajaron. Me sorprendí al ver a Leah salir corriendo hacia la puerta, nadie había llamado, pero al abrirla aparecieron Sam y Emily con su hijo en brazos. Ella apenas reparó en el matrimonio y cogió al niño que comenzó a reír nada más verla.


-Quería verte… -Sam rió encogiéndose de hombros-. Y veo que tú a él…


-¿Querías verme? –Dijo Leah emocionada mientras el niño asentía divertido y la abrazaba-. Yo también tenía ganas… ¿Vamos a fastidiar a Seth?


-¡Sí!


El niño rió y bajó de los brazos de Leah corriendo hacia Seth y empezando a darle puñetazos en la pierna. Seth lo cogió y empezó a hacerle cosquillas, poniéndolo cabeza abajo. El niño se retorció hasta que Seth le dejó en el suelo, cuando él empezó a correr alrededor de la mesa, dio un beso a Sue y se puso de nuevo al lado de Seth, apoyándose en su pierna. Me miró curioso y le saqué la lengua, por lo que sonrió.


-¿Tú eres la novia de Seth?


-Ephraim… -Seth parecía descolocado-. No te sienta nada bien juntarte tanto con chicas… tanto estar con Claire y con mi hermana te está convirtiendo en una Maruja…



Leah le dio una colleja a su hermano y abrazó al pequeño. Seth se rascó la cabeza mientras todos reíamos, pero yo seguía noqueada por las palabras del pequeño crío que me parecía algo diabólico ahora. Sue se levantó y la ayudamos a recoger mientras Leah jugaba con el pequeño. Seth puso una mano en mi cintura dejándome algo estática mientras su madre nos sonreía, lo que me hizo comprender que quizá a ojos de los demás era lo que parecía, pero era una locura… yo no era la novia de Seth y nunca iba a poder serlo. Me indicó que no quería volver a llegar tarde así que nos despedimos mientras Leah me decía que me recogería después de comer. Al parecer había quedado con Kim para prepararse para la fiesta, así que era como una especie de pre-fiesta para chicas en casa de Kim.



Cuando llegamos al taller Nessie y Jake enredaban por el taller, manchados con grasa de motor, encorriéndose de un lado a otro. Cuando nos vieron Seth me cogió sin verlo venir y me metió a la sala de reuniones. Rió y me señaló el armario, donde había monos azules. Cogí uno y le lancé otro, los cuales nos pusimos con dificultad pues Jake intentaba abrir la puerta, la cual cedía ya por las bisagras.


Seth me retiró y la puerta cayó al suelo, quedando Jake con cara rara, no sabría decir si estaba sorprendido o cabreado… el caso es que salió directo hacia Seth, que no tenía escapatoria. Salí corriendo de allí, pero Nessie me esperaba, placándome y manchándome toda la cara con algo pringoso.



Seth embistió a Nessie y Jake saltó detrás, así que yo me lancé sobre Jake, que cargó conmigo como si no pesara nada y empezó a pringar a Seth. Él salió corriendo hacia la parte trasera del taller donde alzó las manos.


-Esta guerra no es justa… -Jake paró y Nessie al lado-. Tú tienes a una híbrida a favor, además de ser más fuerte… -Me señaló-. Ella está en desventaja, por lo que yo también…


-¿Me estás llamando débil? –Jake me miró divertido mientras seguía sujeta a su espalda-.


-No sé yo, Seth… creo que somos tres contra uno… -Rió-. A no ser que Nessie se quiera pasar a tu bando… -La miró y ella meditó-.



No la vi moverse, pero en un segundo estaba aferrada a mi espalda y gritando “Al ataque”. Seth echó a correr mientras Jacob corría con nosotras cargadas a la espalda. Yo ya no veía a Seth, pero Jake seguía corriendo. Paró y empezó a reír.


-¡Corre pulgoso! –Comenzó a reír muy alto y Nessie bajó, ayudándome a mí a bajar-. Este es capaz de irse hasta Canadá…



Nos empezamos a reír mientras volvíamos hacia el taller. Jake se fue corriendo y Nessie y yo volvíamos caminando solas. Ella andaba ligeramente alejada de mí, mirándome con amabilidad y pena. Sonreí y bajé mi mirada, no sabía qué hacer, qué decir… sabía porqué se alejaba y no sabía qué podía hacer… me sentía mal por hacerla sufrir.



Cuando llegamos Embry y Quil ya estaban en el taller, refunfuñando sobre la escapada de Seth, que apareció diez minutos después con un fumigador enorme con un tanque lleno de un líquido blanco.


-¿Qué llevas ahí? –Dije riendo y él me apuntó alzando una ceja y disparando un poco-. ¿Leche?


-Leche recién ordeñada… -Empezó a reír y encorrió a Nessie por todo el taller disparando a todos los que estábamos allí-. ¡Toma! ¿Ahora qué? ¡Corre Nessie! ¡Corre!


-¡Para! –Nessie se emborronaba por todo el taller, huyendo de los disparos de Seth-. ¿Por qué?


-¡¡Porque sé que odias la leche!! ¡Corre! –Empezó a reír hasta que Nessie se escondió detrás de los tres chicos, disparando y quedando los tres empapados en leche-. ¡UPS!


-¿UPS? –Dije yo algo irónica-. Eso te pasa por atacar a una chica… y más pequeña que tú…


-Bueno… -dijo mientras se alejaba de ellos y se acercaba a mí de espaldas-. Si son dos, ¡podría ser igualdad de condiciones!



No me dio tiempo a reaccionar y me disparó, empapando el mono. Le miré mal, pero él parecía divertido. Me levanté y él empezó a caminar de espaldas, alejándose de mí y acercándose a los chicos. Cuando se dio cuenta de la encerrona intentó huir, pero los chicos ya habían cerrado las salidas. Nos pegamos como media hora encorriéndole por el taller, hasta que yo no pude más y me senté.


Nessie se sentó a mi lado riendo mientras yo intentaba tomar aire. Ella se acercó a mí y me olisqueó, poniendo mala cara.


-Bueno… -dijo riendo ante mi mirada-. Al menos hay un lado positivo… ahora apestas a leche, lo que disimula mucho lo demás…


-¿En serio?


-Sí… -dijo arrugando la nariz-. Hueles fatal…


-¡Qué va! –Seth me cogió por debajo de los brazos y me alzó usándome como escudo-. No le hagas caso, sigues oliendo genial… -Empezó a disparar de nuevo-. ¡Rendíos!


-Seth… -Embry y Quil aparecieron a los lados con lo que parecía ser pintura de coches. Quil empezó a sonreír-. Yo que tú me rendiría…


-¡Parad! –Grité-. No quiero más pringues en mí, así que esperad a que me suelte para ducharlo en pintura, aceite o lo que queráis…



Alguien aporreó la puerta y Jake hizo un gesto. Los chicos se escondieron bajo algún capó y Seth me metió en la oficina donde entró también Nessie. Jake se limpió un poco en el mono y abrió al cliente que traía un coche del modelo que tenía mi padre. El mismo color, el mismo modelo… entristecí.



Seth y Nessie torcieron el gesto cuando se lo dije y empezaron a bromear entre ellos para distraerme, pero no lo conseguían. Nessie se colgó al teléfono hablando con sus padres y yo llamé a mi padre y después a mi tía Cyntia. Nessie se fue hacia la sala de reuniones dejándome a mi sola en el despacho de Jake. Entristecí un montón al llamar a mi madre, pues quería saber cómo iba, pero el Doctor Cameron no me dejó hablar con ella. Seth estaba con el coche que habían traído y se acercó al despacho.


-¿Va todo bien?


-Sí…


-O sea, que no… -hizo una mueca y yo sonreí-. ¿Quieres contarme?


-No… simplemente no he podido hablar con mi madre y mi padre… -suspiré y me apoyé en la mesa-. No sé… le echo de menos, es como no sé… es raro no poder recurrir a él…


-Sí… sé de lo que hablas…


-Seth, yo… -me quedé helada pero él negó intentando sonreír-. Lo siento, en serio…


-No pasa nada… -acarició mi mejilla y sonrió-. ¿Necesitas algo? –Le miré e hice una mueca negando-. ¿Seguro? ¿Ni siquiera un abrazo?


-Bueno…



Él rió y me abrazó fuerte, así que me dejé consolar por él apoyando mi cabeza en su clavícula. Me sentí tan bien que le abracé fuerte y dejé mi barbilla en su hombro, cerrando los ojos. Sus labios rozaron mi cuello y suspiré, alejándome y mirándole fijamente. Sus labios rozaron mi mejilla, después se fueron acercando sigilosos a mis labios y me dio un tierno beso. Su mirada llameó pasión y quitó los papeles de la mesa sentándome en ella y besándome apasionadamente, tumbándome sobre ella…


Abrí los ojos y mi cabeza seguía apoyada en su hombro, mientras Nessie se reía saludando desde la puerta del despacho. Cogí el bote de los bolígrafos y se lo tiré, recibiendo a cambio una mirada extraña de Seth y de los chicos desde el taller.


-Bueno… -empezó a reír alto-. Debería ir a ver a Charlie… ¿Quieres venirte?


-No… -Leah apareció mirándome divertida para después mirar a Nessie-. Esta tarde viene conmigo… -Me miró de nuevo-. ¿Qué le has hecho?


-Bueno… -rió de nuevo-. Digamos que hay que buscar el lado divertido de mi don… -Me sacó la lengua-. Además, no te quejes, que sé que te ha gustado…


-Nessie… -gruñí de un modo raro mientras Seth hacía una mueca y me acariciaba la espalda con la mano que aún me aferraba, como si quisiera preguntar-. Será mejor que te largues, antes de que me arrepienta de haberte lanzado sólo un bote…


-Vale, vale… -Se acercó a mí y me abrazó, mirándome divertida-. Disfruta del recuerdo…



Su risa resonó mientras desaparecía, sin darme tiempo a coger otro objeto que lanzarle y dejándome sola con los hermanos Clearwater. Leah me hizo un gesto y nos fuimos del taller, andando hasta casa de Seth. Cuando llegamos ella abrió la puerta y me guiñó un ojo.


-Mi hermano no sabe esto… -Sacudió las llaves-. Así que guárdame el secreto…


-Vale… pero… ¿Qué vamos a hacer?


-Prepararle la fiesta, vamos a hacer una especie de fiesta de chicas aquí para prepararle una gorda a Seth y así no tenemos que movernos… Además Kira lo ha dejado con su novio, o eso me ha dicho Kim… así que será algo así como fiesta “odio a los hombres”.


-¡Genial! Yo también odio a los hombres…


-¿A todos?


-Sí… ¿tú no?


-Yo sí, a todos menos a Ephraim… -Rió-. Es imposible odiar a esa criaturita… es tan… adorable.


-Bueno, los chicos de la manada también… -Me encogí de hombros-. Aunque no son hombres como tal… ¿no?


-No… -hizo una mueca-. Aunque si pudieras ver sus pensamientos… -Rió-.


-Bueno, a mí me parecen geniales… no los conozco muy bien… pero Jake y tu hermano me parecen geniales… no sé…


-Sí… Jake y mi hermano… -Rió-. Son unos rompecorazones, no entiendo porqué… Jake aún puedo entenderlo, pero… ¿el enano?


-Pero eso es porque es tu hermano… -Reí-. Si no…


-¿Te gusta mi hermano?


-¡No! –Negué nerviosa-. Sólo digo que está bien… no sé. Además es muy majo, es buen amigo y es agradable…


-Si un chico te parece majo y atractivo… ¡te gusta!


-No, para nada… -negué de nuevo-. No es para mí… -Me giré al escuchar a Kim y Kira que bajaban del coche. Miré a Leah e intenté cambiar de tema-. ¿Empieza la fiesta?


-¡Claro!



Kira nos estuvo contando que lo había dejado con Hugh porque no le veía futuro a la relación, al parecer él tenía mayores pretensiones que ella, pues le había propuesto vivir juntos y ella, a mi parecer, se había asustado. Kim opinó lo mismo que yo, a diferencia que ella tenía la suficiente confianza con Kira como para decírselo. Kira negó y dijo que ella era muy joven para atarse, que no quería nada de eso con Hugh, que no se veía casándose con él ni nada por el estilo, que quería algo más divertido, menos formal que Hugh. Leah bufó y se fue a la cocina murmurando algo que no entendí sobre Seth.



Kim me pidió ayuda para decorar la sala de fiestas con globos y acordeones por el techo. Después subí a mi habitación para hablar un poco con Kevin, pero la conversación se alargó más de lo que podía imaginar, pues cuando bajé ya estaba la sala preparada y ellas estaban haciendo unos cócteles.


Me invitaron a unirme y Kira me preparó algo más suave. Me preguntaron que con quién había estado hablando tanto y porqué aún iba llena de grasa… ni me había acordado de eso. Me olí y aún olía a leche. Les conté lo que había pasado con algunas censuras, no sabía hasta qué punto llegaba su conocimiento sobre la manada. Kim y Leah parecieron entender todo mucho mejor que Kira, imaginé que Kim habría sido informada por Jared.



Kira reía pero me miraba de un modo raro, hasta que Kim propuso que nos cambiáramos para la fiesta. Kira y ella salieron juntas al coche y volvieron con bolsas. Leah miró una de ellas y bufó.


-No pienso ponerme eso…


-¡Que sí! –Kim tiró de su brazo-. ¡Va Leah! Si fuera una fiesta para Ephraim lo harías…


-Mira, que me tenga que disfrazar de Pocahontas para hacer feliz al pequeño, no quiere decir que me vista de romana sexy para hacer realidad los sueños pervertidos de los tíos que vaya a haber en la fiesta…


-¿Romanas? –Las tres me miraron, Kim y Kira emocionadas y Leah desganada-. ¿Romanas sexys? –Las Ki-Kim asintieron como si fuera algo maravilloso mientras Leah me miraba apreciando mi desgana. Descargué toda mi ironía en una sola palabra-. Genial…


-¡Vamos! –Kim me aferró de las manos-. ¡Ese ánimo! Vamos a poner música y a cambiarnos, podemos pintarnos las uñas doradas y del maquillaje se encarga Kira y Nessie…


-¿Nessie sabe de esto?


-¡Claro! –Kira asintió-. Ella me llamó anoche para darme la idea…


-La mataré…



Las Ki-Kim rieron mientras Leah y yo nos desplomábamos en el sofá. Empezaron a entrar más bolsas con más disfraces y trajeron un maletín enorme de maquillaje. Yo subí a mi cuarto y me duché, cuando salí con el pijama puesto miré a Nessie muy mal, mientras ella me miraba divertida sosteniendo uno de los disfraces.


-¡Vamos! No está tan mal…


-Eso es demasiado corto… odio mis piernas… Tendría que estar muy borracha para dejar que me pongas eso y me pintéis las uñas de dorado…


-¡No hay problema!



Cogió mi mano y me arrastró a la cocina, donde las chicas ya estaban bebiendo y pintándose las uñas. Bufé y Nessie aferró mi mano para pintarme, así que me limité a beber algo. Pronto llegaron Rebeca y Rachel, ambas entusiasmadas con la idea de los disfraces. Me sorprendió ver a Rachel tan animada, pero al parecer estaba tranquila por haber dejado a los pequeños con Sue, Charlie y Billy.


Pensé en los tres, los pobres tenían que estar acostumbrados a todos estos jaleos…



Pronto se oyó la puerta y Kira salió con varias bolsas, pudiendo oír cómo los metía a la sala de fiestas mientras nosotras subíamos al segundo piso. Nos metimos en mi habitación y allí nos fuimos cambiando, pintando y bebiendo un poco más. Podía oír las risas de los chicos y pronto sonó el timbre. No salimos de la habitación en un buen rato, por lo que cada vez se oían murmullos más fuertes, había demasiada gente que me vería hacer el ridículo.


-Bueno… -Kira se miró al espejo-. ¿Qué tal me veis?


-Pues… -Nessie se encogió de hombros-. Preciosa, como siempre… Hugh no sabe lo que se pierde…


-Sí que lo sabe… le he dejado yo. El que no lo sabe debe enterarse esta noche… y espero que se de cuenta en cuanto me vea bajar por las escaleras…


-¿Quién? –Nessie parecía emocionada-. ¡Cuenta!


-Seth… -Kira sonrió de un modo espectacular-. Ese niño va a caer rendido a mis pies hoy…


-¿Seth? –Las chicas la miraron como si estuviera loca-.


-Claro… ya sabéis… siempre ha sido mi amigo, hemos tenido muchas citas y estuve a punto de acostarme con él…


-¡Buaj! ¡Calla tía! –Leah puso cara de asco-. En serio, no lo hagas…


-A ver… sé que él está loco por mí, aunque intente negarlo. Está confundido no sabe seguro qué es lo que quiere… conozco bastante bien a los hombres… pero esta noche va a ser nuestra noche… ya he bebido y no creo que deje que me vaya a casa conduciendo después de una fiesta tan brutal… ¿Tú que opinas, Darlene?


-Yo… -me quedé helada, todas me miraban esperando una respuesta-. No sé… estás preciosa… -Mi alma se estaba rompiendo en ese mismo momento-. No creo que se resista… eres una romana muy sexy… -Reí intentando bromear para que no se notaran mis celos tontos-. Dudo que hubiera un solo hombre en la tierra que te dijera que no…


-¡Vaya! –Me miró alucinada y me abrazó-. ¡Gracias! Al menos tú me animas… ¡no como ellas! –Les sacó la lengua a todas-. ¡Vamos a la fiesta!



Las chicas empezaron a salir de la habitación pero Nessie, Leah y Kim se quedaron conmigo, esperando a que saliera.


-Ir bajando, tengo que hacerme unos últimos retoques y bajo…


-¿Segura? –Leah me miró seria-. Oye, mi hermano…


-¡Leah! –Reí-. ¡Es una fiesta! Ahora bajo…



Leah le hizo un gesto a Kim, la cual la siguió, pero Nessie se quedó a mi lado. Me miró de un modo extraño que me hizo sentir la más estúpida del planeta. Era estúpido creer pese a todo que yo tuviese alguna opción. Él lo dijo, era una cría… y Kira era una chica espectacular. Yo era una cría, rechoncha y estúpida que sólo llamaba su atención por pena, por ser amiga de Nessie… por ser alguien que tenía una tragedia familiar igual que él…


No debía olvidar aquello jamás, por muchos juegos que compartiéramos, por muchas confidencias o noches estando abrazados… por muchos viajes que él hiciera, posiblemente hubiera hecho el doble por Kira o cualquier otra chica como ella. Además… él nunca me había llamado, nunca había hablado conmigo si no era a través de Nessie… era una estupidez enorme.


Nessie seguía mirándome del mismo modo y no pude evitarlo.


-Oye, deja de mirarme así. No soy ninguna estúpida. Sé que él nunca estaría con una chica como yo, sé que ella podría tener a cualquier chico que está abajo…


-No a cualquiera… -Torció el gesto-. Ellos no son como el resto. Lo sabes…


-Bueno… que da igual… -Me senté en la cama-. ¿Tomamos algo y bajamos?



Ella asintió y nos tomamos otro cóctel antes de bajar. Cuando bajé no miré a nadie, sólo miraba mis ridículos pies pintados de dorado y las estúpidas sandalias de tiras. Pero unos pies descalzos se toparon en mi visión y una risa proveniente de mis espaldas, saliendo de boca de Nessie, me hizo levantar la vista y echarme a reír. Ahí estaban Jake y Quil, vestidos de romanos. Me fijé en que sólo nosotros íbamos de romanos, pero había otros disfraces, algún grupo de viquingos, otros de superhéroes, un grupo de chicas de colegialas y otro grupo de marcianos.


Jake alzó las cejas al vernos reír así y yo me sonrojé un poco. El grupo de marcianos empezó a gritar a las colegialas, cuando me di cuenta que, rodeado de marcianos, estaba Seth. Una chica pelirroja se acercaba insinuante a él y bailaron bastante cercanos. Nessie hizo una mueca y yo le guiñé un ojo, yendo directa a la cocina. Allí un marciano se me acercó y me sonrió.


-Tú eres Darlene…


-Sí… -le miré pero no terminaba de reconocer al chico debajo del maquillaje verde-. Y tú eres…


-Jason… -me tendió la mano-. Tú eres la niñita amiga de Nessie… nos presentaron hace un par de semanas… -Su mirada me hizo sentir incómoda, recordé esa sensación-. ¿Me recuerdas?


-Claro… -Asentí seria-. No te reconocía debajo de esa capa de pintura verde… -Reí-. Muy originales tus antenas, por cierto…


-Sí… gracias… -El chico me tendió un vaso y sonrió-. ¿No se te hace raro estar en una fiesta así? –Le miré raro-. Bueno, eres demasiado joven, igual que la otra chica, la de Jake… pero tú aún pareces más niña…


-Bueno… -miré a Nessie que me saludó e hice lo mismo con una sonrisa. Bailaba con Quil y Kim-. Es que ella es especial…


-Sí… -masculló y bebió de su vaso-. Todas las colegialas se han disfrazado así por ella… -Rió y yo le miré extraño-. Bueno… ven, te lo explicaré fuera…



Le seguí y Seth me miró, saludando y sonriendo al verme salir de la mano de Jason. Cuando estuvimos fuera Leah me miró de un modo extraño, pero sonreí de todos modos. Comenzamos a caminar hacia el bosque y él comenzó a hablar.


-Bueno, las chicas han visto muchas veces a Nessie… en fiestas, en el taller, paseando por la ciudad con Jake y con los chicos… muchas de ellas piensan que tienen un lío, por eso se han vestido así… para parecer algo así como lolitas…


-¿Lolitas?


-Sí… creen que por parecer más jóvenes Seth y Jake se enamorarán de ellas… ellas creen que por eso están tan atraídos por Nessie…


-Ah…


-Pero no es por eso… -me miró riendo-. No es que les vayan las jovencitas, es que Nessie está muy bien… ¿entiendes? –Le miré raro-. Mira, te digo esto porque el otro día vi cómo mirabas a Seth, cómo te sonrojabas… y se nota que estás loca por él. Quiero ser majo, quiero que entiendas que Seth se ha liado con muchas, ha estado con Leslie, con Kira, con Jeannette… -me quedé paralizada-. También con mi prima tuvo alguna cita, por lo que sé que le gustan las mujeres de verdad, las mayores… -Asentí-. Así que bueno, creo que es mejor que sepas esto, que no hagas el ridículo como hacen esas chicas disfrazadas… me parecen patéticas. Y si tú crees que también le va ese rollo, debes saber que no, que él nunca tendría nada con…


-¿Conmigo?


-Bueno, no es que…


-Mira, no sé qué pretendes con esto. Pero ahórrate tus consejos… Sé lo que hay…


-No creo que lo sepas, si lo supieras no estarías en su casa… -Rió como si yo fuera estúpida-. No eres el tipo de chica que le gusta a Seth, sólo quiero que no te hagas ilusiones falsas, porque mi prima se las hizo y acabó mal… y ella es muy… -Hizo una mueca-. Bueno, digamos que es una mujer en todos los sentidos… ¿Entiendes? –Mi mirada destilaba furia y rabia, no podía evitarlo-. Es mayor, es atractiva y no es para nada remilgada… es el tipo de chica que le gusta a Seth.



Asentí y él hizo una mueca de lástima. Eso terminó de enfurecerme y me di media vuelta, él intentó seguirme pero Leah apareció y le miró mal, llevándome dentro. Él intentó seguirnos disculpándose pero le mandé al cuerno. Entré a la cocina y fui directa a la bebida, me odié por eso, había jurado no recurrir a una salida así después de haber visto a mi madre sufrir su adicción, pero no veía otra manera para poder pasarlo bien esa noche. Nessie me miró preocupada y sonreí, agregando que era una fiesta y tenía que disfrutar de mi adolescencia. Jake apareció después de beberme dos vasos y cogió mi mano antes de seguir con un chupito que me había servido uno de los superhéroes. Negó con la cabeza y miró hacia la sala abarrotada, un susurro salió de sus labios y pude ver a Seth aparecer entre la muchedumbre con cara contrariada.


Me miró y miró al chico que había a mi lado, el cual alzó las cejas, se tomó el chupito y se marchó. Seth se plantó frente a mí y Jake me soltó, así que tomé mi chupito y me giré directa a la sala, pero Seth me frenó.


-¿Qué te pasa? ¿Ha pasado algo?


-No…


-¿Entonces? No entiendo que…


-¿Qué? ¿Qué beba? Seth… es una fiesta. Es lo que hace todo el mundo. Todo el mundo bebe, baila… y liga. Así que aprovecha tu tiempo con las colegialas y déjame disfrutar de la fiesta…


-Oye… -tomó mi mano cuando me giré y se puso de nuevo frente a mí-. ¿Qué te pasa?


-Seth… -sonreí tan amablemente como pude-. No pasa nada, en serio. Sólo quiero que dejéis de estar pendientes de mí como si fuera a romperme, que me dejéis pasarlo bien…


-No es que… -Hizo una mueca-. Baila todo lo que quieras, pero olvídate del resto… ¿vale?


-¿No puedo ligar? –Él se quedó descolocado y yo reí-. Déjame a mi aire… compórtate como si yo no estuviera aquí… ¿vale?



Me largué y le dejé ahí, acudiendo al corro de las chicas que bailaban y reían tonteando con sus chicos o haciendo el tonto entre ellas. Me empecé a sentir extraña y le busqué, necesitaba algo que él tenía. Me miró extraño y me limité a quitarle el colgante del cuello en el que llevaba las llaves de la cabina, quedándome algo obnubilada con su torso. Él me sonrió de un modo extraño y yo sacudí las llaves con una fingida sonrisa.


Busqué entre toda la pila de CDs, buscando la canción que quería y que describía esa noche tan espantosa y divertida a la vez. “Tik Tok”, de Kesha.



Nessie subió a mi lado mirándome raro y yo reí, cantando como una loca. Le di un beso enorme en la mejilla y ella me miró como si estuviera loca, pero de forma divertida. Comencé a bailar en la cabina y ella me siguió. Salimos de la cabina y me subí a uno de los cubiletes más cercanos con Nessie. Pude ver al fondo a Seth bailando con Kira, la cual estaba sacando la artillería pesada.


Nessie me cogió el rostro y me guiñó un ojo, haciéndome bailar de nuevo, pero ahora mis ojos estaban a punto de desbordarse. Jason subió y se puso a bailar con nosotras, haciendo que Jake apareciera al fondo, recogiendo a Seth y acercándolo a nosotras. Jake cogió la mano de Nessie y la hizo bajar, mientras Seth intentaba lo mismo y Jason me susurraba al oído.


-Lo has conseguido… -Le miré raro-. Ahora estás siendo tan patética como ellas…



No sé cómo, no lo vi venir, pero Jason ahora estaba en el suelo agarrando la mano de Seth. Un círculo se hizo alrededor y sólo se oía la música ahora. Me bajé de aquel cubilete y salí corriendo de allí, pues ahora todo el mundo me miraba. No sé cómo lo hice, pero contuve mis lágrimas hasta que salí a la puerta, donde una mano cálida me agarró de la muñeca.


Sus manos tomaron mi cara y su rostro estaba lleno de preocupación y algo de rabia. Me llevó a sus brazos como si nadie nos estuviera mirando. Me intenté alejar pero sólo conseguí que nos alejáramos de la puerta, donde apareció Leah para decir que la fiesta continuaba.


-Oye, no sé a qué ha venido eso… pero no le hagas caso… -No podía hablar, sólo podía llorar. Negué y él me miró angustiado-. ¿Qué?


-No Seth, tiene razón… soy patética y él sólo ha dicho la verdad en todo…


-¿En todo? Si ni siquiera te conoce… cuando intento hablarle de vosotras sólo dice que sois unas crías… pero ni os conoce…


-Pero sin conocernos sabe más cosas de nosotras que nosotras mismas.


-¿Qué? No digas tonterías…


-Es lo único que sé hacer, hacer y decir tonterías, pensar tonterías… y él sólo me ha dejado las cosas claras, no tendrías que estar aquí… ¡déjame!


-Oye… -me intenté alejar pero no podía soltar su presa. Cogió mi rostro y me miró con preocupación y rabia-. ¿Qué te ha dicho?


-¡Pues la verdad! Que no sé qué hago aquí, esto esta lleno de chicas guapas y atractivas, yo soy una cría que no pinta nada aquí, no sé en qué estaba pensando al querer venir, tenía que haberme ido con mi tía… -Sacudí las manos y su mirada estaba helada-. Seth, quiero estar sola…


-Espera aquí…



Leah seguía en la puerta, donde ahora estaba también Jake y el resto de chicos y chicas. Le pararon pero él entró a la casa y las chicas se pusieron a gritarle que no lo hiciera. ¿Hacer qué? Nessie me mostró que sólo yo podía calmarle, que iba a pegarle a Jason… que debía serenarme y pararlo antes de que entrara en fase en medio de la casa.


Salí corriendo y cuando entré Jake intentaba sujetar a Seth, Jason le miraba desde el suelo con una herida en el labio. Pude oír revuelo fuera y Jake salió disparado. ¡Nessie! Aferré a Seth del brazo, estaba temblando y mirando como un loco a Jason, que se había levantado y se estaba encarando con Seth. Me puse en medio y cogí el rostro de Seth, que seguía con la mirada perdida y temblando. No sabía qué hacer, le abracé y le susurré sólo tres palabras.


-Jake te necesita –me miró y después a Jason-. Nessie te necesita… -Kim apagó la música y Kira vino a ayudarme a calmar a Seth. Ella le abrazó y yo sostuve la mano de Seth-. Seth…


-Kira. Llévate a todo el mundo.


-Seth… ¿Qué pasa? –Jason rió y Seth le cogió del cuello, Leah agarró la muñeca de Seth mientras Kira miraba pasmada. Agarró su muñeca como Leah-. Pero… ¡Suéltale!


-¡Seth! –Leah puso un tono firme-. Jake te necesita. Déjalo para luego… -él no aflojaba su presa y no hacía caso a su hermana-. ¡Seth!


-Seth… -le miré asustada-. Seth, por favor… -cogí su rostro y me miró aún temblando-. Seth…


-Jason… -su voz destilaba rabia-. No vuelvas por aquí.



Soltó a Jason mientras me miraba pasmado, saliendo corriendo de allí. Miré a Leah asustada, más bien aterrorizada. Ella empezó a echar a la gente de allí, ayudada por Kira, Kim y las gemelas. Jared apareció con Embry y nos calmaron. Embry me susurró que Nessie había huido al oler la sangre de Jason y Jacob se la había llevado lejos de caza con Quil. Jake había hecho ir a Seth con ellos para controlar todo más. Al parecer habían tomado rumbo a Canadá.



Comencé a sentirme mareada, cansada… mal. Leah se rió diciendo que era por la bebida y por la adrenalina. Me sentó en el sofá donde todos se sentaron, aunque ella les echó al poco rato dejándome a mí sola con Kira y con ella.


Miré el reloj, las tres de la mañana. Normalmente Seth a estas horas estaría en medio de la fiesta, no camino a Canadá y sin su amigo de juergas. Leah y Kira me preguntaban constantemente por mi estado, pero sólo me hacía enfurecer. No tenían que preocuparse por mí, debían hacerlo por Seth y Nessie. Finalmente me puse el pijama, me veía ridícula disfrazada así, mucho más después de todo lo que había pasado…


Mis ojos pesaban y miré de nuevo el reloj, las cuatro de la mañana y aún no habían vuelto. No sé en qué momento me quedé dormida, pero ruidos de cristales rotos vinieron a mi cabeza transportándome a recuerdos que no me agradaban, pero al abrir los ojos la habitación no era la de Monroe. Salí del cuarto y Kira salió del cuarto de Seth.


Bajamos las escaleras corriendo. Seth estaba en la cocina estampando y pateando botellas de alcohol. Ambas nos quedamos heladas en el último peldaño. Él se volvió y nos miró con furia.


-Kira… -tragó e inspiró-. Creo que es mejor que te vayas a casa.


-Seth… -la miró de tal modo que ella cayó y se acercó a él, dándole un abrazo mientras él no dejaba de mirarme de un modo que me daba miedo-. Llámame mañana.



Ella salió y él se perdió de mi vista, entrando a la cocina mientras estampaba otra botella contra la pared. Por alguna estúpida razón me asomé, no sabía si tener miedo, llorar, disculparme… él estaba apoyado en la encimera intentando calmarse. Me quedé en silencio mirándole hasta que levantó la vista para mirarme.


-¿Estás bien? –Asentí algo asustada-. Lo siento… -Bajó su mirada-. No debí haberme comportado así… siento si te he asustado…


-Oye yo… lo siento.


-¡No! Ni se te ocurra disculparte, o me sentiré peor. Yo he liado todo esto, debería saber controlarme mejor después de todo este tiempo… no sé qué me ha pasado…


-Pero… si yo no me hubiera portado así…


-No es tu culpa -se frotó la frente y me miró con una mueca-. Oye, olvida todo lo que te haya podido decir ese gilipollas, ya te he dicho que no tiene ni idea de cómo eres, cuando intento hablarle de ti ni siquiera me escucha…


-Pero tenía razón…


-No sé que te habrá dicho antes, pero no eres para nada patética. No sabe nada de ti, ni de mí tampoco, al menos eso me ha demostrado hoy. Quizá, no sé… -Suspiró-. Quizá se han formado una imagen de mí, la imagen que he querido dar siempre… pero todos están equivocados conmigo…


-Oye… -Me miró e hice una mueca-. Simplemente te gusta pasarlo bien, divertirte, hacer que el resto se divierta…


-Pero no soy sólo el payaso de turno…


-Lo sé… eres mucho más que eso. Eres un buen amigo, eres un buen hermano… y un buen hijo… en definitiva eres un buen chico.


-Los buenos chicos no pegan a sus colegas… -Entristecí, había sido por mi culpa-. Por muy gilipollas que sea el colega, la violencia no es buena… al menos no con humanos… -sonreímos-. Lamento haberte asustado… -Negué y él me miró raro-.


-¿Qué?


-Leah le ha escuchado. Cuando Kira y tú os habéis dormido ha entrado en fase. Ella ha estado a punto de pegarle también pero ha sabido controlarse mejor que yo… -Bajé la mirada. ¡Genial! Ahora él sabía lo que Jason me había dicho, aunque fuera evidente y él pudiera verlo, era duro saber que él sabía toda la conversación-. Oye… -tomó mi barbilla y me miró, dedicándome una leve sonrisa-. Eres joven… ¿Y qué? Eres más fuerte que muchas de las chicas esas… -reprimió una enorme sonrisa, pero yo no pude evitar sonreír levemente bajando la mirada-. Está resentido porque Jeannette pasó de él y quiso tener algo conmigo en vez de con él –Miré al suelo y me sonrojé, quería que la tierra me tragase como cuando hablé con él en el viaje-. La diferencia entre él y yo es que él lo hubiera hecho… pero yo no me atreví, no me gusta traicionar a los que considero mis amigos, aunque luego no lo sean… pero se puso tan pesado con la chica que ella le dijo que nos habíamos liado para que la dejara tranquila…


-Oye… no tienes que darme explicaciones… no…


-Sólo quiero que sepas, que no me van ese tipo de chicas, como él dice. Que la chica a la que se refería como su prima, es Jeannette… la cual no me parece ni atractiva ni nada que se le parezca… -le miré extrañada-. Es demasiado superficial, cree que todo en la vida es color de rosa y se pone a llorar cuando la peluquera le corta un poco más el pelo de lo que quería…


-Hombre… que te estropeen el pelo es grave… -Reí y él conmigo-. Pero de todas maneras seguro que es una chica como Kira, que está guapa con cualquier cosa…


-No sé… -hizo una mueca y le miré mal-. A mí me pareces más guapa tú… -noté ardor en mis mejillas y él sonrió ampliamente guiñando un ojo-. Aunque seas más joven de lo legalmente establecido, creo que decirte eso no es delito… -Rió-. De cualquier forma se lo preguntaré a Charlie antes de decírtelo de nuevo… -Me quedé paralizada y él se alejó un poco, abriendo la nevera-. ¡Ah! Por cierto… -Le miré curiosa-. A mí, personalmente, me encanta que estés aquí… -Me miró sonriente y no sabría decir qué transmitía mi cara. Él pareció divertido ante mi reacción y agitó un cartón de leche-. ¿Un vaso de leche caliente antes de dormir?


-Bueno… -sonreí con malicia-. Yo la prefiero fría…


-Fría entonces… -Me sirvió un vaso para mí y otro para él. Comenzó a beber y yo le miré con el vaso en la mano-. ¿Qué? ¿No bebes?


-No… -Volqué mi vaso en su cara y él cerró los ojos. Relamió su cara y yo aguanté la risa mientras intentaba abrir los ojos. Me miró divertido y alcé las cejas-. Te la debía…


-Ya… me la debías…


-Sí… -no pude evitar reír y él me miró algo furioso, pero divertido-.


-Ya… -Asintió y miró a lo lejos-. Tienes diez segundos. Corre…


-¿Qué?


-Diez, nueve… -alzó las cejas-. Ocho…



Abrí los ojos como platos y me eché a correr escaleras arriba, alcanzando la puerta de mi cuarto pero no me dio tiempo a cerrarla. Él me cogió por la espalda y empezó a limpiarse la cara en mi pijama, sujetándome fuertemente por la cintura para que no pudiera escapar y elevándome por los aires ligeramente.


Nessie apareció en la habitación, aunque no sé si entró por la puerta o por la ventana… nos miró y empezó a reír.


-Estás de mejor humor, pulgoso…


-¿Tú también…?


-Bueno… vengo a por Dar… tenemos que volver…



Jake apareció por la puerta con una mueca similar a la que hizo Seth. Nosotras también entristecimos y me dejaron sola para que me vistiera. Cuando bajé abracé a Jake y después a Seth, que aún tenía el pelo húmedo por la leche.


Poco después de empezar la marcha me dormí, por lo que Nessie me despertó cuando, a medio día, llegamos a Monroe. Me despedí de ella con un gran abrazo y entré en casa sabiendo que mi madre no llegaría hasta la noche. Abrí la nevera y lo único que me apetecía beber ahora, era leche.