Capítulo LXXXIIb: Sólo es un mal día.

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Lo siento mucho por la tardanza chicas!!! Pero bueno, espero que os haya valido la pena y que disfrutéis del capi. No es de mis preferidos, de hecho iba a borrarlo y a reescribirlo... pero, lo que salió en primeras es lo que pongo... no me da tiempo retocarlo ni rehacerlo... XP


Muchas gracias a tod@s por seguir aquí... y que sepáis que esto, a pesar de comenzar como un pasatiempo se está convirtiendo en una parte importante de mi vida... y es gracias a vuestros comentarios y a vuestro apoyo. Y no sigo que me pongo sentimental y tengo que tirar de pañuelo.... jajajajaja

Besitos!


Silvy ^^

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-¡Buenos días! –Dijo Bryan cogiéndome del cuello con una enorme sonrisa-. Pareces contenta… -Alzó una ceja en dirección al BMW que ya se alejaba-. ¿Cuánto has tardado a bajar, no?
-Es que la mochila pesaba… -Alcé una ceja-. Y estaba comentándole que quizá venga Josh a buscarme… así que no hace falta que él venga luego…
-Ya… -Rodó los ojos y suspiró acomodando su brazo a mi alrededor-. A mí no tienes que engañarme, ¿sabes? Sé guardar un secreto…
-¿De qué hablas?
-De ti… y de… -Alzó una ceja en la misma dirección-. Ya sabes… que si tú no quieres decir nada, no seré yo quien lo diga… pero… en la pista hubo detalles que no pasaron desapercibidos para mí, como algunos disimulados abrazos… algún guiño de ojo, ya sabes…
-Alucinas…
-No… bueno, sí. Flipo con que al final hayas conseguido lo que te proponías, no esperaba que él estuviera tan loco… -Rió-. Pero vamos, que a alguien de la vieja escuela… no se le pasan esas cosas. Y Josh sólo está ahí de tapadera, ¿me equivoco? –Rodé los ojos y él sonrió acercándome a él-. Mira, estoy seguro de que no acudió ayer, que a quien esperabas era a Seth.
-Repito, alucinas…
-Bueno, entonces deberías considerar que Seth tiene también un lío, porque ayer, cuando volvíamos, su coche misteriosamente se cruzó con el nuestro… y, sorpresivamente, cuando volvía y pasó por delante de mi casa, iba en su coche con una chica bien parecida a ti… -Me quedé paralizada y él rió-. Así que no me equivoco, ¿eh?
-Oye… -Me solté de su agarre y me encaré con él-. Deja de decir tonterías… si tú tomas drogas y ves cosas raras… no es culpa mía.
-Podrías haber dicho que Josh te dio plantón y Seth fue a recogerte… quizá me hubiera sorprendido ver su coche tan rápido, pero hubiera colado… -Sonrió-. Tu enfado, sólo confirma mis sospechas… -Palmeó mi cabeza como si yo fuera una niña con un berrinche-. Pero tranquila, como te he dicho… vuestro secreto está a salvo conmigo.
-Bryan… -Suspiré, apenas había gente ya en la puerta-. No digas nada, nadie lo sabe, si alguien se entera… si alguien de la junta se entera… tendría que volver a Anchorage.
-Lo sé… -Suspiró-. Estate tranquila, pero yo que tú dejaría de usar a Josh como tapadera, cuanta más gente está metida en una mentira, más fácil es que se sepa la verdad…
-Bryan…
-Tranquila… -Sonrió y me tendió la puerta-. Mis ojos no identificaron nada extraño ayer… y tú vienes tan contenta porque ayer lo pasaste genial con Josh…
-Gracias…

Él sonrió, parecía tranquilo, pero yo… estuve toda la primera hora pensándolo, apenas pude concentrarme en el examen no tan sorpresa que la profesora de Sociales nos había puesto. Bryan tenía razón… aproveché el intercambio de clase, salí disparada hacia los baños dejando a mis amigos con cara de sorpresa, me encerré en uno de los cubículos y llamé a Seth… no me lo cogió la primera vez y me pareció raro, volví a llamarle y tampoco contestó. Gruñí y llamé al taller.
-¿Sí?
-¡Quil! ¿Está Seth?
-Sí, espera que… ¡bruto!
-¡Darlene! ¿Pasa algo? Acabo de ver que me has llamado, tenía las manos llenas de…
-Bryan lo sabe.
-¿Qué?
-Bryan… -Susurré-. Vio tu coche ayer cuando volvían, me ha dicho que no lo sabe nadie más… y luego nos vio en tu coche cuando volvíamos… no he sabido qué decir…
-Tranquila… simplemente dile que Josh te dio plantón y que estaba cerca… por eso fui a buscarte…
-Tarde, es lo que me ha dicho él que debería haber dicho, pero me ha pillado tan por sorpresa… que no sé, me he quedado sin habla… me ha prometido no decir nada… y que es mejor que…
-¿Es de fiar?
-Eso creo… -Suspiramos los dos y hubo un silencio raro-. Debo irme a clase… ¿qué hago? Me ha dicho que debería decir eso… quizá sea lo mejor, que diga la verdad… que no estoy con Josh.
-No puedes decirles…
-¡Ya! Lo sé… pero si un día digo que estoy con él y lo ven por ahí… sería peor, es mejor que piensen que no estoy con nadie…
-Bueno… -Suspiró-. No sé, quizá… quizá tengas razón. Mira, ve a clase, diles lo que quieras… y me llamas luego y me cuentas. Cuando llegue a casa ya hablaremos más tranquilos, ¿vale? Pero tú no te pongas nerviosa… -Volvió a suspirar-. No llevamos ni una semana y ya nos han pillado… ¿No habrá sido por lo de esta mañana?
-No… no creo. Bueno, no te agobies… -Dije sopesándolo-. Sólo me he puesto un poco nerviosa y quería consultarte… pero tranquilo, puedo manejar esto, ¿vale?
-Pero… ¿estás bien?
-Sí, de verdad… -Intenté sonar más animada-. Sólo ha sido un pequeño bloqueo… pero en cuanto empiece a contarles que ayer Josh me dio plantón y que creo que no voy a volver a salir con él estaré mucho más tranquila, eso hará que sólo dependa de nosotros…
-Y de Bryan…
-Tranquilo, lo mantendré bajo control… -Sonreí-. Además, puedo decirle que hemos decidido quedar como amigos, que estaba confusa… como con él. No sería la primera vez, ¿no crees?
-Bueno… intentaré ir a buscarte yo, ¿vale?
-No… eso sería peor… -Suspiré-. Dile a Nessie que venga ella, será lo mejor…
-Como quieras…
-Debo irme a clase de nuevo… Pasa un buen día y no te preocupes, como si no te hubiera llamado… ¿prometido?
-Vale… pero, si pasa cualquier cosa, avísame…
-De acuerdo… -Sonreí-. Pero no te preocupes… Luego en casa te cuento más tranquilamente, van a empezar a pensar que estoy loca como siga encerrada en el baño… -Reímos-. Un beso…
-Un beso…

Colgué e hice una mueca, ahora le había preocupado a él también… Suspiré y salí del baño, mis amigos me esperaban en la puerta de clase algo preocupados. Sonreí y pasé el resto del día sin mencionar nada… aunque a la hora de la comida, Susan preguntó.
-¿Qué tal tu cita con Josh…?
-No lo sé… -Me encogí de hombros con indiferencia y ellos me miraron raro-. Al final no apareció, tuve que llamar a Seth para que viniera a buscarme…
-¡Vaya! –Susan pareció asombrada-. No parecía de los que da plantones…
-Bueno… imagino que tendría algo más importante que hacer.
-¿No te ha llamado para darte una explicación? –Negué indiferente-. ¿No estás cabreada ni nada? Yo me hubiera plantado en su casa de muy mala leche…
-No sé, ya me dirá algo… -Me encogí de hombros-. De cualquier modo, no creo que… -Suspiré-. No… -Mordí mi labio-. Yo…
-¿No te gusta? –Hanna me lo facilitó-. ¿No quieres quedar más con él?
-No sé, ayer… cuando patinábamos. Lo pasé bien… pero no…
-Yo os vi muy bien… -Susan me miró confusa-. Parecías muy contenta con él…
-En mi opinión… les faltaba chispa… -Bryan suspiró-. Eso que suele pasar cuando te das cuenta de que la persona que te está tocando te gusta de verdad… ese tímido rubor…
-Pues ayer en la pista sí que había chispa… -Dije mirándole fijamente-. ¿No lo notaste? Para ser tan observador… no parece que te dieras cuenta –Él sonrió, creo que malinterpretó mi comentario por lo que aclaré-. Yo creo que ayer… -Miré a Hanna que estaba petrificada, cambié de parecer-. Susan y Dylan lo pasaron genial…
-Es un encanto, ¿verdad? –Dijo con tono de enamorada-. Me lo comería enterito… no sé que voy a hacer todas las Navidades sin él…
-¿Vas a irte todas las vacaciones? –Ella asintió y Hanna sonrió-. Yo no, me quedaré aquí con mis tíos, mis padres vendrán a pasar las vacaciones aquí… en familia.
-Suena bien… -Bryan sonrió-. Yo ya tengo los billetes para irme el viernes 19, nada más que salga… iré directo al aeropuerto… tengo ganas de volver…
-¿No te gusta Forks? –Hanna se sonrojó un poco-. No está mal estar aquí… no sé. Cuando volvamos… yo voy a echaros de menos.
-Yo echo de menos a mis padres… pero reconozco que con Dylan aquí… se me pasan los días volando y cuando mis padres me llaman, parece que los haya visto hace poco…
-Yo echo mucho de menos a mi hermana… -Bryan se sonrojó un poco-. Es horrible como ese pequeño demonio me despierta… pero me gusta saber que su despertador suena cinco minutos antes que el mío sólo para venir a molestarme… -Rió-. Seguro que ha estado durmiendo en mi cama, siempre lo hace cuando yo me voy a clase… como ella entra más tarde…
-¡Qué tierno! –Hanna rió un poco y se sonrojó cuando ninguno dijimos nada, me miró-. ¿Tú también te irás el día 19?
-No lo sé… -Suspiré-. En realidad… aún no he mirado cuando salen los vuelos… pero sí, imagino que iré a casa… -Todos me miraban algo raro-. Tengo ganas... –Todos asintieron con los labios fruncidos, no me había salido muy convincente así que reí-. ¡Echo de menos mi cama! Era muy cómoda…

Todos reímos, pero… yo reía con un ligero sabor amargo. Estuve el resto de la mañana pensando en eso, en mis padres… me dolía no poder apenas recordarles. Cuando Nessie vino a recogerme, captó mi estado de ánimo rápidamente. Tomó mi mano y sonrió mostrándome alguna imagen de mi madre y alguna de mi padre, pequeños destellos de los cuales no podría sacar ni un solo recuerdo, sólo eso, imágenes para poder retener… y ni eso.
-No te angusties… -Sonrió-. Venga, vamos a hacer una cosa… -La miré-. Como sé que esta noche quieres prepararle una buena cena, podemos ir de compras… y así no tienes que ponerte a cocinar, ¿te parece? Además, puedes comprarte algo bonito para ponerte hoy…
-Bueno…
-¡Venga! Seguro que eso te anima…
-Como quieras…

Fuimos a un par de tiendas, ella ojeó un pijama realmente corto, me lo puso por encima y yo alcé una ceja, ella sonrió.
-Oye, hazme caso… si vas a dormir con él habitualmente… vas a necesitarlo… -Rió-. Antes apenas… -Sonrió-. Bueno, que yo… hace mucho que no uso un pijama largo.
-Ya… -Reí-. Pero… ¿no es muy corto? Quiero decir…
-Bueno, quizá le de un infarto si te ve con esto… pero sino, puede que a ti te de un golpe de calor una noche de estas… -Rió-. Además, es mi regalo de Navidad…
-Oye… respecto a las vacaciones…
-Tranquila, está todo pensado. Iréis juntos a Anchorage, aunque Seth se supone que irá con Sue y Charlie a ver a mi familia… -Sonrió-. No te preocupes de nada, tengo todo bajo control.
-Claro… tú siempre tienes todo bajo control… -Alcé una ceja-. ¿Algún consejo con Bryan?
-Sí… -Sonrió-. Mantenle distraído, Hanna es una buena distracción… mientras esté pendiente de cómo se comporta ella, dejará de estar pendiente de ti…
-¡Qué fácil…! –Dije irónica-. ¿Y cómo hago eso?
-Debes ser sutil, dile mañana algo así como… “Oye, ¿no la notas rara?” –Hizo un gesto de autosuficiencia-. Eso seguro que basta, al fin y al cabo… los hombres son muy simples… especialmente los humanos, claro.
-¿Especialmente? ¿Eso quiere decir que… -Miré alrededor- los demás no tanto?
-No, eso quiere decir… -Miró alrededor y sonrió-. Que tendrás que aprenderlo solita, guapa…

Rió y yo rodé los ojos. Después de aquello nos dirigimos a un restaurante chino, compramos comida para llevar y me dejó en casa a las siete y media. Entré corriendo y pensé en que no me había dado tiempo a hacer las tareas, pero por un día que no las hiciera no importaba…
-¡Bu! –Di un respingo y él rió besándome-. Hola… Así que te pegas toda la tarde de compras con Nessie y me traes cena ya hecha… -Alzó una ceja-. ¿Ibas a intentar engañarme?
-No… -Dije sonriendo y besándole-. Yo nunca te mentiría… Quizá ocultarte cosas… pero no mentirte, eso está feo…
-Ya veo… -Rió conmigo y después se puso algo más serio-. ¿Cómo ha ido? ¿Todo bien?
-Sí, todo bien… -Sonreí-. No te preocupes, lo tengo todo bajo control. Además, Nessie me ha ayudado con eso, mañana distraeré a Bryan para que no esté tan pendiente de mí… está todo hecho.
-Ya… -Me empujó un poco hacia la encimera mientras me besaba-. He pasado un día horrible pensando que te llevarían de vuelta a Anchorage… serían un par de días horribles…
-¡Ah! ¡Qué bonito! ¿Sólo un par de días sufrirías por mí?
-Sí… -Rodé los ojos y él sonrió-. Sólo el par de días que me costaría dejar todo esto y escaparme contigo… y no creo que Carmen o Eleazar pusieran ninguna pega… -Asentí, pero mi sonrisa se borró-. No pondrían pega porque saben que no hay manera de que me separe de ti, vamos en pack, ¿sabes?
-Ya… -Intenté sonreír-. ¿Quieres que cenemos ya?
-Claro… -Hizo una mueca apartándose, nuestro momento se había estropeado-. Voy… me doy una ducha y bajo en cinco minutos, ¿vale?
-Está bien… -Dije girándome algo acongojada-. Voy preparando esto…
-Oye… -Tomó mi rostro pero me aparté, él resopló apenado-. Lo siento… ha sido un comentario de lo más inapropiado.
-No pasa nada… -Negué intentando sonreír-. Vete a duchar… ya que eres tú el que siempre lo dice de los demás, te lo diré yo ahora… apestas.

Rió conmigo y volvió a besar mi frente. Se marchó mientras yo ponía toda la comida en platos, apenas había puesto el último en la mesa cuando él bajó, me quedé sin habla al verlo con esa camiseta de tirantes. Él me abrazó y me besó dulcemente, se acurrucó en mi hombro y puso carita de perro pachón.
-Lo siento, soy imbécil a veces…
-No te preocupes… -Reí-. Ya había notado eso… -Nos miramos fijamente y suspiré-. No importa, lo pasado… pasado está. Seguro que yo alguna vez también he hecho comentarios inapropiados… así que…
-Unos cuantos, sí… -Rió y me besó-. En serio, lo siento…
-Vamos a cenar, ¿vale?

Asintió y me besó de nuevo, fue un beso corto pero intenso, el cual tuvo unas pequeñas réplicas hasta que me hizo sonreír. Le amaba, lo tenía claro. Cené y no me importó nada dejar mis tareas sin hacer por estar con él viendo películas en su cama… pero cuando él preguntó… no pude mentirle. Me miró fatal, tan mal me sentí que me puse a hacer las tareas a las once de la noche… horrible. Cuando las terminé volví a su cuarto, él se había quedado dormido y eso me hizo sonreír.
Me senté sobre sus espaldas, dormía boca abajo con su brazo izquierdo en tensión… lo acaricié, era suave, cálido… y muy sexy. Abrió sus ojos y me fulminó con la mirada.
-¿Has terminado?
-Todos… -Sonreí abrazando su espalda-. Ahora toca ocio…
-No… -Se giró y me sentó sobre su estómago-. Ahora… -Señaló el reloj con su cabeza mientras me cogía de las rodillas-. Es hora de dormir, jovencita…
-¿Una película? –Él alzó una ceja-. Sólo una…
-Una… -Me amenazó con el dedo-. Y a dormir… que te conozco y eres capaz de tenerme hasta las cinco viendo películas malas…
-Bueno… sino, me haces cosquillas hasta que me duerma y ya…
-¿Y ya…? Y mientras tú no paras de dar mal, yo no descanso, ¿no? –Rió y puse morritos-. Anda… -Se incorporó y me besó-. Voy a ver qué tenemos por ahí…

Estuvimos viendo la tercera película de Shrek, me reí un montón con la primera escena del barco… y, aunque intentara negarlo, él también. Cuando acabó, él bostezó enormemente, apagó el ordenador y yo me acomodé en su pecho, le sacudí levemente para que acariciara mi pelo, él rió pero lo hizo.

Los días fueron pasando, el miércoles fue algo especial, no dormimos juntos esa noche pero no dejé de soñar con él… y, aunque los sueños me avergonzaran bastante al día siguiente, en realidad me gustaban… mucho más cuando el jueves por la mañana Seth por una vez no bromeó sobre mis sueños… fue liberador saber que podría soñar lo que quisiera sin que él se riera de mí. El resto del día fue genial, conseguí mantener distraído a Bryan comentándole pequeños detalles de Hanna, era realmente divertido confundirle.

Pero el viernes… me desperté de nuevo sola, algo que empezaba a odiar. Arrugué mi nariz y escuché a Seth tarareando en la ducha, me reí un poco y bajé a preparar el desayuno. Maila estaba tumbada en medio de la cocina, parecía triste. Hice una mueca y la acaricié, pero no se movió.
-Buenos días… -Me giré con una sonrisa, él miró a Maila e hizo una mueca-. Eh… -Se agachó y le cogió de la cara, ella apenas reaccionó, me miró raro-. ¿Ha desayunado ya?
-No… yo acabo de bajar…
-Veamos… -Le echó comida y la observamos, no se levantó. Miré algo preocupada a Seth y él hizo una mueca-. Pediré hora en el veterinario…

Seth llamó y quedó en recogerla a media tarde. Eso me dejaba a mí sin mi transporte favorito, así que llamé a Nessie… ella me prometió estar a la hora de la salida. Desayunamos observando los pocos movimientos de la perrita, yo estaba angustiada por verla así… y Seth compartía mi angustia.
Apenas hablamos en todo el camino, no paraba de girarme para verla tumbada en el asiento trasero con apatía. Cuando el coche paró en el primer semáforo me miró, Seth palmeó mi rodilla y sonrió.
-Estará bien, te lo prometo… seguro que sólo tiene un virus o algo así…
-Eso espero…
-Seguro… -Sonrió intentando animarme-. No te preocupes de nada, ¿vale? Ahora mismo voy a dejarla y estará en muy buenas manos…

Asentí poco convencida, él pellizcó mi mejilla suavemente intentando hacerme sonreír. Al llegar al instituto me di cuenta de que aún era pronto, me pasé a la parte posterior para acariciarla un rato, Seth hizo lo mismo desde su asiento.
-Venga, al final vas a llegar tarde… -Seth hizo una mueca-. Te prometo que llamaré cada poco a la clínica y te mandaré un mensaje con lo que me digan, ¿vale? –Asentí apenada-. Ya verás como en unos días nos viene a lamer la cara para despertarnos…
-¡Qué asco! –Dije mientras reíamos-. ¿Me lo prometes?
-Te lo prometo… -Miró hacia la puerta e hizo una mueca rara-. Vamos… o Bryan no dejará de sospechar… te está esperando…
-Vale… -Me bajé del coche y saludé a Bryan con la mano, miré de nuevo a Maila y Seth bajó del coche para sacarla y ponerla delante-. Mándame mensajes, ¿eh?
-Tranquila… -Dijo sonriendo y cerrando la puerta con cuidado-. Pasa un buen día… y no te preocupes por Maila, seguro que esta noche está mucho mejor…
-Vale… -Me daba miedo no volverla a ver… la acaricié por la ventanilla-. ¿Quedaría muy mal si te pidiera un abrazo? –Hizo una mueca y yo asentí-. No he dicho nada…
-Oye… -Pasó su brazo por mi cuello mientras la acariciaba conmigo, rozó mi mano en varias ocasiones y sonreí levemente-. Voy a tener que empezar a plantearme no traerte… siempre consigues lo que quieres y eso no me deja en muy buen lugar…
-Lo siento…
-No pasa nada… -Acarició mi pelo y sonrió levemente-. Ahora vete, antes de que sospeche alguien más, anda… -Me guiñó un ojo y asentí-. Te veo esta noche…
-Claro…

Me alejé mirando cómo él se metía al coche, también me miraba. La pobre Maila sacó el hocico por la ventanilla me despedí de ambos con la mano.
-¡Mary Ann! –Hanna me sonrió a lo lejos, la saludé-. ¿Qué tal?
-Bueno… -Me encogí de hombros y saludamos a Bryan-. Maila se ha puesto mala… me ha dado tanta pena verla así…
-¿Por eso iba en el coche?
-Sí… Seth se la lleva ahora al veterinario.
-Bueno, no te preocupes… -Hanna me animó-. Seguro que pronto está bien de nuevo…
-Si no… -Bryan se encogió de hombros-. Siempre puedes regalarle a Seth otra perra, incluso de la misma raza y color…
-¡Serás bruto! –Hanna le empujó-. No digas tonterías…
-¿Qué…? Sólo doy soluciones a posibles circunstancias… seguro que si no se pone bien, Seth se deprime mucho… -Me miró-. Sólo es una perra…
-Y tú sólo eres idiota… -Hanna entró molesta, la seguí y tomé su mano haciendo un gesto para restarle importancia-. Es que a veces… se me olvida lo imbécil que es…
-¿Pero qué os pasa? –Fulminé a Bryan con la mirada-. Vaya manera de empezar el día…

Rodé los ojos y pasé de él durante el resto de la mañana, Susan nos miró raro sin saber lo que había pasado… hasta que Hanna se lo explicó, ella resopló mirándolo fatal y Bryan se encogió de hombros como si no entendiera qué había hecho mal. A la hora del almuerzo Seth me envió un mensaje, me dijo que estaba mejor y que no me preocupara… pero nada más.
-Seguro que se pone mejor… -Bryan hizo una mueca-. Igual es que tenía el estómago revuelto…
-Tú si que revuelves mi estómago… -Hanna resopló-. Me voy a la biblioteca…
-Pero… -Bryan nos miró confuso, Susan rió y siguió a Hanna-. ¿Qué he dicho ahora?
-No sé…
-Yo creo que le pasa algo… -Le miré alzando una ceja-. Sí, está rara… desde que me lo dijiste no he parado de notar cosas, está… como… no sé. Parece una montaña rusa…

Terminamos de almorzar mientras hablábamos de Hanna y volvimos a clase, yo me había animado bastante al ver que realmente fue fácil llevar a Bryan a mi despiste. Pero como el día había empezado mal… no podía cambiar. La profesora de Sociales empezó a escribir en la pizarra cómo estructurar nuestro trabajo.
-Bien, chicos… como no vamos a tener clase y no quiero que se os olvide la rutina de estudiar… -Señaló la pizarra-. El día que volvamos espero que todos paséis por mi despacho y me entreguéis un trabajo estructurado de esa forma… para la bibliografía podréis usar cualquier fuente de información… pero quiero saber de dónde ha salido, si os lo cuenta vuestro abuelo… pues ponéis el nombre y la edad de quien os lo haya contado.
-¿Y de qué será el trabajo?
-Pues… dado que es una época más bien familiar… -Se encogió de hombros-. Indagad sobre vuestro pasado, el origen de vuestra familia. Remontaros al menos dos generaciones, es decir, hasta vuestros abuelos. También me gustaría algo sobre heráldica si es posible… en un trabajo de un mínimo de cinco hojas y un máximo de veinte. Siempre es bueno conocer nuestras raíces… ¡qué mejor época del año para investigarlas…!

Apunté las condiciones algo paralizada… debía hacer un trabajo sobre mis raíces… ¿Y qué iba a poner? ¿Mis raíces falsas? ¿Mis padres, que realmente no son mis padres, son vampiros? Resoplé pesadamente.
-¿Algún problema, señorita Wilson?
-Bueno… -Hice una mueca-. ¿Si no tenemos abuelos a los que consultar?
-Seguro que tus padres podrán contarte algo sobre ellos de gran interés…

Asentí ante su cara de amargada, me empezaba a caer realmente mal. Al acabar la clase vi otro mensaje de Seth, era idéntico al anterior… suspiré para soportar la última hora del día.
Después de la clase de Matemáticas acabé con la cabeza como un bombo, salí algo mareada incluso. No podía estar más deprimida en ese día… hasta que me sacaron a la pizarra a hacer un problema. Día redondo.
-¡Ey! –Hanna tomó mi mano cuando salía por el pasillo-. Hemos estado pensando en ir al cine… el domingo por la tarde ponen una de mis películas favoritas en nuestro cine favorito… no puedo ir sin mis acompañantes favoritos… ¡y ahí estás tú!
-No sé… es que con lo de Maila… -Hice una mueca-. Ya te llamaré, ¿vale?
-Bueno, si al final te apetece… llámanos, ¿vale? Sino… lo entenderé.
-Gracias… -La abracé-. Luego te llamo y te digo algo seguro, ¿vale?

Sonreímos y me despedí de mis amigos con la mano, sólo tenía ganas de llegar a casa y ponerme a llorar como una mocosa… Nessie hizo un mohín cuando subí al coche.
-¿Un mal día? –Asentí pesadamente-. Bueno, cuando acabe… -Entrecerró los ojos y se quedó callada con los labios fruncidos-. ¿Sabes que le he preparado una sorpresa a Seth? Como ha estado tan distraído hoy y lo hemos visto tan triste… hemos redecorado su sala, está preciosa… hemos pintado todo de blanco y amarillo, hemos cambiado los sofás…
-Vale… sólo quiero tumbarme, estoy cansada…
-¡Genial! Podrás dormir un rato mientras preparamos la cena… Leah y Vera se han quedado terminando de montar una enorme estantería para los CD, seguro que le encanta la sorpresa…
-Sí… -Dije apática-. Seguro…

Suspiré, seguramente ella había visto las razones por las que estaba tan deprimida y evitaba preguntar para tener que responder después mis preguntas. Intenté animarme cuando llegué a casa, Leah y Vera intercambiaron una mirada de preocupación así que les dije que estaba cansada y que me iba a dormir… no paré de dar vueltas pensando en cómo conocer algo más sobre mi pasado, sobre mis padres… sobre mis raíces.
Escuché risas de fondo, parecía ver a todos en la playa, riendo. Me senté para ver aquella escena, casi toda la manada reía y disfrutaba, era algo relajante e inspirador, algo que me hacía sentir feliz de una manera muy extraña e intensa. Entonces la vi. Me vi. Algo tiró de mi cuerpo uniéndome a mi antiguo yo, pasaron varias escenas aceleradas por mi cabeza hasta llegar a la cocina, Seth me miraba de reojo mientras yo hablaba por teléfono.
-¡Conejita! ¿Qué tal estás?
-Bien… ¿qué pasa?
-¿Dónde estabas? Te estábamos llamando… tienes que venir a casa, tengo una sorpresa para ti…
-He estado en la playa… no he oído la llamada. ¿Qué ocurre? ¿Por qué tengo que volver?
-Pues… nos vamos a Galveston… he comprado billetes para que nos vayamos de vacaciones…
-¿Galveston? –Imágenes en forma de fogonazos pasaron ante mí, una niña correteando por la playa con do adultos… intenté fijarla pero se desvaneció devolviéndome al teléfono-. No creo que…
-¡Vamos! Tu madre está encantada con la idea… creo que sería bueno que vinieras con nosotros… sería un viaje familiar… -Rió al entonar la última palabra-.
-¿Familiar? –Seth me miró raro-. ¿Qué está pasando?
-Bueno… tu madre y yo hemos estado hablando… y no sé… creo que sería buena idea que volviéramos los tres allí… para recordar viejos tiempos.
-¿Es una reconciliación? –Eso pareció emocionarme y Seth sonrió a la vez que yo cuando oí las risas al otro lado de la línea-. ¿En serio?
-Estaría bien que vinieras con nosotros…
-Yo… bueno, creo que es mejor que vayáis vosotros solos, como si fuera una segunda luna de miel… ¿no crees? Yo me aburriría viendo cómo os besáis y esas cosas…
-Pero no queremos dejarte sola tanto tiempo… van a ser unas largas vacaciones, me han dado un mes entero de fiesta… así que no queremos que estés sola tanto tiempo…
-No voy a estar sola…
-No pienso dejarte estar un mes entero con él… no estoy tan loco… -Gemí-. Darlene, ya has pasado muchos días allí… no creo que sea apropiado…
-Papá… -Miré a Seth que me pedía el teléfono-. Creo que Seth quiere hablarte…
-No vais a convencerme… pero vale…
-Dame… -Tendió su mano y le di el teléfono, él puso semblante serio-. Nick… -Hubo una leve pausa y Seth hizo una mueca de disgusto, la cosa no pintaba bien-. Ya, lo entiendo, pero a mí no me molesta para nada que se quede conmigo, creo que no será malo un viaje así para Grace… pero sería mejor si fuera una especie de luna de miel como decía Darlene… -Hice una mueca, no era bueno que le dijera eso a mi padre-. Claro, por supuesto… -Me hizo un gesto para que me despreocupara-. Bueno, aunque sea un mes… ella también creo que se merece unas vacaciones y aquí estaría bien, tiene muchas amigas con las que puede estar mientras yo trabajo y no le va a faltar de nada… -Hizo una mueca-. Lamento oír eso, pero es comprensible… -Le pregunté pero él no movió ni un músculo-. Bueno, yo no lo diría así, pero es una forma de verlo… Claro, yo espero…
-¿Qué? –Él hizo un gesto para que me callase-. Seth…
-Claro… -Me tendió el teléfono y me guiñó un ojo-. Quieren hablar contigo…
-¿Qué? –Llevé el teléfono a mi oído mientras él se paseaba feliz hasta la nevera-. ¿Si?
-Darlene, cariño… -Una risa femenina y familiar me encogió el corazón-. ¿Cómo va todo? ¿Te trata bien? –Hice un sonido asintiendo-. Bueno, pues nada… disfruta de tus vacaciones en Forks mientras yo soporto a tu padre lamentándose por ser un vendido… -Rió-. Tendrías que ver cómo se está dando con el marco de la puerta…
-¿Puedo quedarme?
-Sí… -Rió-. Dale las gracias al convincente de tu novio… -Le miré mientras él sonreía bailoteando por la cocina preparando la cena-. Es un gran chico.

Me desperté con las sábanas enrolladas a mi alrededor, hacía demasiado calor. Bajé y busqué, la casa estaba completamente vacía, la calefacción al máximo, comida preparada en la cocina… eran las siete de la tarde. Suspiré y me senté en el sofá de la nueva sala, empecé a pensar en lo que había pasado, en el día tan horrible que había tenido…

Me tumbé, no tenía sentido… ¿Había sido un sueño recordando o un sueño provocado por mi estrés? Lo segundo era lo más probable, una explicación lógica dado que había estado pensando en mis padres durante los últimos días, también había estado algo preocupada por Seth… por alejarme de él. Sabía que ellos estaban muertos, quizá ese sueño buscaba reconfortarme, llevarme a pensar que estar con Seth hubiera hecho felices a mis padres…
-Hola… -Dijo susurrando-. Menudo cambio… -Sonrió y miró la habitación con curiosidad, le observé con cierto ánimo hasta que volví a mis pensamientos. Me miró ceñudo-. ¿Estás bien?
-Sí… eso creo… -Sonreí-. ¿Y Maila? –Él hizo una mueca que no me gustó-. ¿Dónde está?
-Ha tenido que quedarse… quieren tenerla allí hasta mañana por la mañana, iré a buscarla a la hora de comer… ¿Querrás venir conmigo? –Asentí preocupada, me besó y se acuclilló frente a mí-. Un mal día… ¿eh? –Asentí con una mueca y él suspiró mirándome realmente apenado-. ¿Quieres contármelo?

Negué y estallé en lágrimas. Sus ojos se desorbitaron, le abracé fuerte y lloré en su hombro de manera desconsolada, no entendía muy bien qué me estaba pasando, el cúmulo de emociones por hoy me había trastornado del todo y él fue mi válvula de escape. Se sentó en el sofá, me sentó en su regazo y me acunó angustiosamente hasta que fui capaz de hablar.
-Lo siento, de verdad… sé que teníamos un trato, sé… -Suspiré limpiando mis lágrimas al igual que él-. Sé que ya hemos hablado muchas veces y no quiero comenzar de nuevo otra discusión… sólo… -Sollocé y él acarició mi pelo-. No me gusta la idea de no tener familia… de no saber de dónde vengo… -Él hizo una mueca de angustia-. Sé que no puedes decirlo, que Jake lo está pensando… y de verdad te digo que lo estoy llevando bien…
-No me mientas… -Hizo una mueca de disgusto-. Mírate, esto es culpa mía…
-No… -Negué intentando calmarme-. Simplemente hemos tocado el tema en clase, han propuesto un tema sobre familia y… no sé.
-Lo siento… es…
-Sólo ha sido un mal día, nada más… ahora que estás aquí todo mejorará, seguro…
-Pero… -Suspiró pesadamente-. Voy a hablar con Jake, ¿vale?
-No, en serio… si hablas con él pensará que no estoy lista todavía… ¿no lo entiendes? No le digas nada, por favor… además, sé que últimamente estáis… distantes. No quiero que te enfades con él por mí… así que, si es por eso…
-No es por ti… -Sonrió-. Y si tengo que morderle el culo al alfa por ti, te juro que lo haré… -Reí con él-. Sólo dime qué hacer… y lo haré.
-¿Puedes darme un beso?
-Claro…

Sonreímos y me besó dulcemente, después me abrazó durante un largo rato hasta que me fui olvidando de la razón por la que lloraba. Esa noche no cenamos, no recuerdo la razón ni el momento en el que decidimos irnos a dormir, pero… sí recuerdo su sonrisa mientras subía abrazada a él las escaleras, la forma en la que me arropó y se tumbó sobre mis mantas, cómo acarició mi cara mientras me miraba como si no hubiera nada más que le importase.
No dejé de tener sueños extraños, sueños con él y con mi yo pasado, con mis padres y con Nessie que me hablaba de Seth. Cuando me desperté estaba completamente sola. Hice una mueca, busqué por el resto de la habitación pero todo estaba en su sitio… todo menos una nota colgada en cabecero de la cama. Reí despegando el celo con cuidado y leyendo dos palabras que me dejaron algo atontada. Había hecho y dicho mil cosas que parecían gritarlo, pero jamás había sido tan directo, nunca había escuchado de sus labios esas dos palabras. Me gustaba la idea de que las hubiera escrito… y me imaginé mil escenas diferentes en las que me las decía…

Estuve toda la mañana haciendo mis tareas, se acercaba la hora de limpiar un poco en casa y hacer la comida… quería aprovechar la tarde con él, quizá también la noche. La noche. No podríamos ir a ningún sitio realmente… no como yo quería. Una pena.
Di un repaso a la nueva sala, se notaba que Seth había estado mirando el equipo, supuse que por la mañana, dado que había manchas de pisadas en el suelo… alcé una ceja, don perfecto no se había dado cuenta de que había dejado su rastro. Reí débilmente y examiné la enorme estantería, al parecer habían colocado cientos de CDs en ella, e incluso algún disco de vinilo. Me llamó la atención la última columna de la estantería, rompía con la fluidez del color, comenzaba en un color naranja hacia tonos vainilla y la última en un color azul llamativo, sonreí al ver en esa columna algunos CD que me habían ido gustando a lo largo de estos meses con ellos, incluso había nuevas aportaciones que me interesaron, especialmente uno que estaba firmado por Gabriela, música que solía llevar puesta en su coche cuando me llevaba a clase. Hice un recorrido por todas aquellas canciones y lo puse de nuevo desde el principio, lo subí al máximo y me puse a limpiar la cocina, pensé en preparar algo para comer.
Al abrir la nevera me di cuenta de algo, mis dotes culinarias no eran extremadamente buenas, así que recurrí a algo fácil y rápido. Pasta. Dejé el agua calentando mientras repasaba aquella enorme estantería al ritmo de la canción que sonaba.


Sonreí al entender cada una de las frases, volví a ponerla mientras examinaba la columna de un color más oscuro, parecían recopilatorios gravados por el propio Seth… suspiré al ver que estaban todos titulados con fechas y nombres de fiestas ridículas. Los dejé de nuevo y me puse a danzar por la habitación al ritmo de la música, Seth me sorprendió apoyado en la puerta del recibidor con su ceja alzada, reí al darme cuenta de que no sabía cuánto tiempo había estado observando.
-Didn’t I mention I love you? –Canté-. Did I forget to say? –Él rió y salté sobre él, me cogió al vuelo-. Cause I heard you mentioned you loved me... –Le besé rápidamente-. And... Oh! I feel the same... –Reí con ganas y le besé más apasionadamente. Cuando me separé sonreía ampliamente-. ¿Qué tal tu día?
-Un asco hasta hace diez minutos…
-¿Llevas espiándome diez minutos?
-Nueve… he tardado uno en llegar… -Rió-. Además, no espiaba… sólo…
-¿Me mirabas sin que me diera cuenta? –Reí y él se quedó algo estático, mi ceño se frunció al notar una ligera sensación de deja vu, él me bajó al suelo mirándome serio-. ¿Nos había pasado esto antes? –Él asintió cauteloso-. ¿Cuándo?
-En la boda de Nessie… nos pasó algo parecido… -Sonrió levemente y acarició mi pelo-. También estabas muy guapa ese día… ¿sabes? –Sonreí y él me miró aún serio-. Quiero llevarte a un sitio… deberías coger ropa de abrigo.
-¿Dónde me vas a llevar? –Sonreí-. ¿Me llevas a una cita?
-No… -Me miró de un modo que dejé de sonreír. Se rascó la cabeza y miró a la cocina-. Es… -Suspiró y se acercó apagando el fuego-. Coge un abrigo, ¿vale?
-Claro…

Me quedé algo asustada, subí corriendo las escaleras, me puse un anorak y bajé, él ya estaba fuera, con el coche en marcha. No habló en ningún momento, yo cada vez me sentía más rara, nerviosa e incluso comenzaba a asustarme. Tomó un desvío, nos adentramos en un sendero en el que apenas podía distinguir qué era carretera y qué vegetación, todo cubierto con un manto verde que se me empezaba a antojar algo tétrico. Paró al entrar a una pequeña explanada, intenté identificar una estructura al fondo, Seth se bajó del coche y le seguí, andaba muy despacio, yo acompañé su ritmo. Conforme nos acercábamos, aquel lugar comenzaba a hacerme sentir muy extraña, no era pánico, ni miedo… sólo… ansiedad. ¿Qué pintaban seis columnas de madera sujetando un tejado hexagonal en medio de la nada? Seth se paró a escasos diez metros, me paré a su lado y le miré extrañada, él… sus ojos. Parecía derrotado, angustiado… bajó su mirada y se humedeció los labios mordiéndolos después.
-He hablado con Jake… -Mi ceño fruncido por la confusión se relajó por la sorpresa-. Yo… -Tragó saliva y me miró a los ojos, parecía indeciso-. Realmente, no sé cómo empezar… no sé cómo debo explicarte esto… pero, cuando ayer me contaste lo que había pasado, te vi tan angustiada por tus verdaderas raíces… que creo que te mereces saber algo más por esa parte… -Tragó de nuevo y miró a aquel lugar-. Pensé que sería más fácil aquí… pero…

Lo entendí todo. O al menos… parte. Ese lugar significaba algo de mi pasado, me estaba mostrando algo de mis raíces… me acerqué lentamente, pude ver en aquel suelo tres losas equidistantes, mi corazón se paró en aquel mismo instante, me giré para ver cómo Seth se acercaba lentamente. Se situó a mi lado, me miró apenado.
-Realmente, no sabía qué debía hacer en aquel momento, todo era confuso… y pensé que esto era lo mejor para ti, lo más… adecuado. Pensé que te gustaría que ellos… descansaran en un lugar bonito… un lugar relativamente cercano y no muy fácil de encontrar para los que no saben dónde está.
-¿Son…? –Asintió una sola vez-. Pero… hay tres.
-Lo sé… -Suspiró y me miró-. Tu tatuaje. No todos eran amigos. La primera letra…
-Una A… -Asintió y miré, Abi McBrown. Miré la fecha de nacimiento y la de su muerte… mi corazón se encogió y miré aterrada a Seth-. Abigail… -Susurré-. Nicholas McBrown… Grace Marie McBrown… ¿Ése es mi verdadero apellido?
-Quizá… no puedas presentar un trabajo sobre el apellido McBrown… pero, si realmente quieres, puedes investigar sobre tus verdaderas raíces.

Asentí lentamente, él me observaba mientras yo miraba aquellas losas, memorizaba las fechas, los nombres… pero allí no había nada más. Mi pasado, para mí, se reducía a ese pequeño rincón. Miré a Seth, parecía angustiado. Me abracé a él mientras releía una y otra vez la misma información.
-Ellos… murieron el mismo día. Ese día… -Suspiré-. Es lo primero que recuerdo, cuando estaba encerrada en aquel castillo, en la tele, salía una fecha, era el día siguiente a aquel día. ¿Por eso me pasó… lo que me pasó?
-En parte… -Suspiró y me miró angustiado-. Te he mentido, te he estado mintiendo. No fue un accidente de tráfico, no… -Suspiró de nuevo, yo le miré pasmada-. Fui yo. Fue culpa mía.
-¿Qué?
-Si yo hubiera estado más atento, si no me hubiera despistado, si no hubiera ido al aeropuerto… si no hubiera empleado a los chicos… ellos… yo…
-¿Qué estás queriéndome decir?
-Los asesinaron. Fue mi culpa. Fue culpa de todos, pero especialmente mía. Llevo todo este tiempo queriéndotelo decir, no puedo dejar de sentir que todo lo que te pasa es culpa mía, desde que me conociste sólo he hecho tu vida más difícil y me odio por eso.
-¿Qué estás diciendo? ¿Qué pasó? –Me miró, no respondía… le sacudí levemente y no hizo más que mirarme apenado-. Seth, quiero saberlo, necesito saberlo…
-Buscaban hacernos daño. Fueron víctimas inocentes de una guerra a la que no pertenecían, fue culpa mía dejar que se acercaran tanto a vosotros…
-¿Guerra? ¿De qué demonios me hablas?
-Vampiros. No lograban llegar a nosotros, no lograron entrar en nuestro territorio ni dañar a ningún miembro de la manada… se encenegaron, supieron que te relacionabas con nosotros y te vigilaron… tú te ibas de viaje, los chicos y yo fuimos a despedirnos al aeropuerto…
-Unos… -Híper ventilé, él me sujetó-. Quiero irme de aquí. Sácame de aquí…

Me llevó a casa rápidamente, sin más palabras, sólo miradas de angustia mientras yo me consumía. Vampiros. Como los Cullen, como Carmen o Eleazar… ¿Mi familia? ¿Cómo podían ser mi familia? ¡Ellos los habían matado! Era una completa incoherencia, era una locura. ¿Y Seth? ¿Qué pasaba con él? ¿Se sentía culpable? Todo mi mundo empezaba a desmoronarse.
Me encerré en mi cuarto, no podía ni llorar, mi cabeza iba millones de veces más rápido de lo que hubiera podido imaginar jamás. Vampiros. Hombres lobo… familia, amigos y enemigos. ¿Qué mierda era todo eso? ¿Qué mierda de mundo era esto? Un mundo en los que los bebés mueren, la gente inocente muere en guerras absurdas. ¿Qué tenía que ver yo con la manada? Por mucho que fueran mis amigos, mis padres y yo no pintábamos nada. Yo no era nada más que una simple humana, una chica normal, posiblemente ignorante de todas estas locuras e inocente de cualquier guerra entre esos dos bandos sobrenaturales. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Esto era posible o estaba en el infierno? ¿Me había muerto en algún sitio? ¿Qué tipo de broma era mi vida?
Seth seguía acuclillado frente a mí, no me tocaba, no me hablaba, no intentaba consolarme… sólo me miraba y eso me ponía enferma. Le miré con odio, con rabia… él bajó la mirada y se levantó, apenas me miró cuando cerraba la puerta de mi cuarto. Llamaron minutos después, cuando Nessie apareció y se acercó yo me alejé de ella lo máximo posible.
-Lo siento. No fue justo, pero tampoco es justo que pienses que soy culpable. En cierta medida lo soy, pero compartir especie no te hace igual que un semejante. No todos los humanos son buenos, ni todos son malos, Darlene.
-¿Qué clase de buena persona, buen vampiro… o buen lo que sea haría algo así?
-Nadie bueno. Pero… ¿qué ser malvado trataría de protegerte de tu propio pasado? ¿Qué ser cuidaría de ti en todo momento si fuera mezquino?
-Creo que estoy rodeada de ese tipo de seres.
-¿En serio lo crees?
-Es igual de cruel arrebatar la vida a una persona que arrebatarle su pasado. Y vosotros no dejáis de hacerlo conmigo.
-No creo que sea así… y no creo que lo pienses. Entiendo que el odio te guíe ahora, que te ciegue la ira… pero en el fondo sé lo que piensas.
-No me manipules.
-No lo hago, ni lo haré. Te conozco, Darlene. Fuimos amigas mucho antes de que conocieras mi naturaleza, fuiste a la primera humana a la que conscientemente le confesé mi condición. ¿Realmente me crees capaz de hacerlo? –Dudé-. Sé que no. Al igual que sé que en el fondo, a pesar de tu bloqueo… sabes que no está bien que le odies por algo de lo que no tiene culpa, no es justo que le alces culpable, en el fondo sientes que no lo es…
-Él mismo lo ha dicho. Fue culpa suya.
-¿Realmente lo crees así?
-¡Márchate!
-No pienso hacerlo…
-Está bien… lo haré yo.

Cogí mi anorak y salí corriendo de la habitación, bajé corriendo y Seth se levantó, pero apenas dio un paso. Tomé mi bolso y salí corriendo de aquella casa, corrí todo lo que pude hasta salir a la carretera, lloré mientras andaba por ella. Aceleré el paso al notar que un coche frenaba, me seguía lentamente, paró a mi lado y bajó la ventanilla.
-Sé que me odias… pero deja que te lleve.
-No necesito que me lleves…
-Hace frío… -Suspiré, odiaba que así fuera-. Déjame explicártelo, ven a casa y hablemos calmadamente… por favor. Te lo suplico… -Su mirada me llegó directamente al pecho, sentí que algo se movía en él, suspiré-. Deja que te lleve de vuelta, por favor.
-Sólo… dime porqué.
-¿Porqué qué?
-¿Por qué quieres que vuelva contigo? No hay nada que hablar.
-Necesito saber lo que piensas, que me hables… que me digas qué es lo que sientes… Necesito que vuelvas conmigo.
-¿Para qué? ¿Qué vamos a solucionar? No puedo dejar de pensar que te odio… y parece que te da igual que lo haga. No entiendo para qué necesitas que vuelva.
-Porque… no me importa que me odies. Porque no me importa lo que pienses de mí en este mismo momento, porque… entiendo que quieras odiarme. Pero eso no me importa nada, aunque me siguieras odiando toda tu vida, aunque pienses que soy el ser más horrible del universo, yo… yo no podría dejar de quererte.

Algo tiró de mí. Sentí… como si una fuerza extraña tirase de cada célula de mi cuerpo en varias direcciones y las soltaran de golpe. Una sensación extraña de paz me invadió, no veía odio por ningún lado, no veía ira, frustración o rabia. Sólo veía a aquel hombre con ojos de niño suplicando que fuera con él, diciéndome que me quería.
-Tú… ¿Me quieres?
-Más de lo que jamás puedas imaginar… -Miré al suelo y después a él-. Por favor, sube al coche.

Subí muy despacio, él pareció aliviado… pero apenas se movió, se alejó para darme mi espacio y me miró como si esperase que me bajase de un momento a otro. Le abracé. Él inspiró fuertemente, me estrechó entre sus brazos y besó mi pelo en repetidas ocasiones, me miró con cautela apartando mi pelo de la cara sin separarme de él.

Capítulo LXXXIb: Disimulando...

10:08 0 Comments A+ a-

Bueno, pues este capítulo contiene un par de cancioncillas... y es que me inspiré ligeramente con ellas y con la película... así que nada, espero que os guste y siento el retraso, el 82 intentaré publicarlo los primeros días de la semana que viene... pero es que estoy se exámenes y ya sabéis que es complicadillo jejejeje


Un besazo y suerte para quien, como yo, esté en plenos examenes!!!


Silvy ^^



Disfruté del viaje algo adormilada… estaba demasiado cansada. Cuando estuvimos cerca de Forks, Seth me soltó, hice una mueca al ver su mirada… tenía que alejarme.
-Voy a tener frío… -Mascullé-. Es un asco…
-Tranquila… -Encendió la calefacción-. No soy tan cruel…

Crucé los brazos en un intento por mantener el calor… y porque me sentía impotente por no poder seguir abrazada a él. Al salir de Forks y tomar la carretera hacia casa él sonrió metiendo su mano entre mis brazos, deshizo el nudo y tomó mi mano dejándolas sobre mi rodilla. Sonreí levemente y cogí su mano con ansia con las dos manos… él sonrió ampliamente mirándome de reojo. Noté que reía cuando acabé apoyando mi cabeza en su hombro.
Gimoteé ligeramente y él rió cuando giramos para coger el sendero hacia casa, me separé a regañadientes y él parecía divertirse, sonreí con ganas. Frenó y yo solté su mano para que parase el coche, lo hizo y me miró, me puse algo nerviosa.
-¿Todo bien? –Asentí y él sonrió-. ¿Me dejas decirte dos cosas antes de que bajemos del coche? –Dijo poniéndose algo más serio. Asentí atenta-. Por lo que ha pasado esta noche, en el concierto… veo que Josh no me ha contado todo al pie de la letra… pero sé que hay algo que ha llamado tu atención y que te explicaré en su debido momento… -Le miré raro, no lo recordaba… él sonrió-. Bueno, eso no importa… la cuestión es que hay muchas cosas de las que tenemos que hablar… pero aunque a veces no sepa qué decirte, o si no actúo como te gustaría… -Suspiró-. Joder, no me está saliendo nada bien…
-Pero… ¿Ocurre algo malo?
-¡No! ¡Qué va! –Rió un poco negando-. Sí que lo estoy haciendo mal… -Suspiró y nos miramos sonriendo tímidamente-. Resumiendo… que me gustaría que volviera a ser como antes, que fuera a mí a quien consultaras todas tus dudas, incluso si tienen que ver conmigo mismo… o aunque sea para criticarme o para decirme que en un momento dado he hecho algo que no te ha gustado… -Hizo una mueca-. No quiero decir que no le cuentes a nadie más nada, sólo que… no me gusta saber por otra persona que estás angustiada, especialmente porque cuando te lo cuenta una tercera persona no te enteras bien de todo, siempre hay algo que la otra persona puede olvidar mencionar…
-Lo siento… pero es que realmente no había hablado con nadie y él apareció en el momento preciso… y bueno. Preguntó…
-Lo sé… -Sonrió y acarició mi rostro-. Si hay algo que no te gusta… sólo dilo –Asentí y él sonrió-. Y eso me lleva a la segunda cosa… es algo así como… una norma general, no sólo aplicable a esto… pero quiero que lo tengas en cuenta. Hay cosas en la vida que desagradan hacer, cosas que pueden parecer odiosas, horribles… y otras que gustan, que apetecen y que no dejarías de hacer…
-¿Cómo besarte?
-Por ejemplo… -Dijo alzando una ceja-. Pero, por mucho que odies dejar de hacer unas cosas y hacer otras… -Frunció sus labios-. No lo he expresado bien… -Suspiró-. Bueno, en resumen…
-Sí, creo que los resúmenes se te dan mejor… -Reímos-. Además me estoy congelando…
-No me interrumpas… o me perderé...
-No por favor… -Reímos-. Bueno, resumiendo…
-Que es importante para mí que hagas todo lo que tienes que hacer. Si tienes que quedar con tus amigos, hazlo… si tienes que hacer tareas… hazlas –Le miré raro-. Vamos, que no quiero que dejes de hacer nada sólo por estar conmigo… porque como me entere… tendremos un grave problema, ¿entendido, jovencita?

Arrugué la nariz y asentí a disgusto, él sonrió y tomó mi mejilla para besarme, lo hizo despacio y después bajó del coche sonriendo y corrió para abrirme la puerta. Me llevó abrazada hasta la puerta, me di cuenta de lo tarde que era al echar en falta una bienvenida por parte de Maila. Estaba realmente cansada, me aferré a la barandilla de las escaleras para subir y Seth me dio un beso en la mejilla, le miré raro cuando se metió a la cocina… reí imaginando que se zamparía media nevera.
Subí arrastrando los pies, pero al llegar al segundo piso y girarme, algo llamó mi atención. Una enorme luna llena permanecía en lo alto de un oscuro cielo, resaltando su luz de un modo que se me antojó mágico. Sonreí y fui a ponerme el pijama, Seth llamó a la puerta cuando estaba sentada observando aquella estampa nocturna.
-¿Quieres un vaso de leche? –Dijo mostrando una taza-. Está caliente, como estabas tiritando cuando veníamos…
-Gracias… -Me levanté y la cogí saliendo al pasillo, me miró raro cuando me senté frente a la cristalera-. ¡Ven, mira!
-¿Qué? –Señalé la luz, sonrió y me miró sentándose-. Luna llena… yo no estaría tranquila durmiendo bajo el mismo techo con un hombre lobo en una noche como esta…
-Ya… -Reí y apoyé mi cabeza en su hombro-. ¿Sabes? Quizá te parezca una tontería, pero esta noche… -Me sonrojé un poco y reí de forma tonta-. Creo que la magia de la luna me ha ayudado…
-¿Tú crees? –Sonrió-. ¿Crees en esas cosas?
-No sé… realmente no sé en qué creer, por mucho que me hablan de religiones o supersticiones… ningún humano normal cree en vosotros, sin embargo yo… ¿Tú en qué crees?
-Pues… -Suspiró-. Tampoco lo tengo muy claro… -Sonrió-. Pero tengo una teoría mucho mejor para lo que ha pasado esta noche que tú… -Bebió de su taza haciéndose de rogar, bebí de la mía esperando-. Bueno… en la manada hay una vieja leyenda, todos creíamos al principio que era algo irreal, nadie cree en esas viejas historias hasta que realmente pasan…
-¿Y qué leyenda es esa?
-Verás… -Se acomodó a mi lado-. Nuestros hermanos, los lobos, adoraban a la Luna, ella siempre les había dado el camuflaje perfecto, una tenue luz que les daba ventaja ante sus presas. Nuestros ancestros, por el contrario, adoraban al Sol, el cual les daba la luz que necesitaban para sus cultivos, para toda su vida, en definitiva. Cuentan que sólo un puñado de noches al año, el Sol y la Luna compartían un momento mágico, se demostraban su amor mutuo de manera intensa, compartiendo ese amor en forma de luz con todo aquel ser que habitase la Tierra. Cuando nuestros caminos se cruzaron con los lobos, muchos de los Quileute que habían compartido cuerpo con un hermano lobo dejaron de adorar al Sol, comenzaron a adorar a la Luna. Cuenta esa vieja leyenda, que el Sol se enfadó tanto que dejó de iluminar a la Luna durante varias noches seguidas, eso la debilitó, haciendo que, en consecuencia, nuestros hermanos lobo perdieran muchas de sus presas y se debilitaran… entonces la Luna tuvo una gran idea, recompensaría a todo aquel Quileute que en su forma humana adorase al Sol. Estuvieron durante semanas haciéndole ofrendas, pero la Luna cada día se debilitaba más, algunos dejaron de adorarle pensando que no era digno de las ofrendas por su rencor… así que decidieron seguir adorando a la pobre Luna. Otros en cambio, decidieron adorarlos a ambos a la vez, mostrando su apoyo a la Luna e intentando convencer al Sol para que los perdonara…
-¿Y qué pasó?
-Que el Sol se apagó durante un día entero, cuentan que, en ese día de retiro, se dio cuenta de su error, que los celos no habían hecho otra cosa que alejarlo de la Luna… su único amor. Al día siguiente, una luz intensa iluminó todo el oscuro cielo, la Luna recuperó su poder y su amor por el Sol creció, tan felices se sentían, que decidieron recompensar a aquellos que los habían ayudado a ambos en todo momento, a ellos y a todos sus descendientes.
-¿Cómo?
-La Luna y el Sol danzaron durante semanas, pensaron el modo de recompensar a aquellos Quileute de alma incompleta, almas nobles y puras, pero que habían tenido que ser empequeñecidas para poder morar en los cuerpos de los lobos como guerreros. Buscaron durante días, escogiendo los espíritus nobles de grandes almas que pudieran completar a esos espíritus guerreros. Cuentan que, cuando el primer par de almas se juntaron, el Sol lanzó un gran destello que permaneció durante todo el día, siendo reflejado ese mismo destello por la Luna al caer la noche. Todos los hermanos lobo aullaron al unísono para celebrar la felicidad del guerrero y todos los Quileute celebraron ese intenso amor definiéndolo como imprimación, un intenso amor que sólo los descendientes de los guerreros podrían disfrutar. Un intenso amor que, cuando sucediera, el Sol y la Luna celebrarían reencontrándose durante esa noche… -Me quedé maravillada, él sonrió ampliamente-. Así que, ciñéndome a mis creencias… no puedo creer que la magia de la Luna te haya ayudado, sólo está celebrando que dos almas que ella escogió con su amado se hayan encontrado…
-¿Estás diciendo que la Luna y el Sol nos han escogido para estar juntos? –Alzó una ceja evitando una sonrisa, reí-. Es una historia preciosa, en serio… -Me apoyé en él-. Entonces… si ambos lo celebran… ¿Mañana será un día soleado?
-Debería… -Rió-. Pero quizá no podamos verlo, a veces las nubes se ponen celosas…
-Ya… celosas…

Reí abrazándole, terminamos nuestras tazas y me acomodé en su pecho para contemplar la noche, me gustó el hecho de que acariciara mi pelo y besara mi frente sin cesar, parecía no cansarse de hacerlo… y a mí no me molestaba en absoluto.

Los ladridos de Maila no paraban de sonar, gruñí ligeramente molesta… escuché una risotada de Seth fuera de la casa. Me removí metiendo mis brazos bajo la ropa de cama, me envolví en ella y la arrastré hasta la cristalera del pasillo, Seth y Maila jugaban en la parte trasera de la casa, sonreí y me sorprendió la fuerte luz que iluminaba mi visión… demasiada luz para un día de invierno.
Me decidí a salir bajo el rebullo de mantas, di la vuelta a la casa y Maila vino a mí corriendo, Seth se acercó más despacio con una enorme sonrisa.
-Ya era hora… pensé que no te ibas a despertar en tres días… -Me abrazó y rió-. ¿Necesitas tanta ropa para salir de casa?
-Sí… hace frío…
-No tanto… brilla el sol –Sonrió con ganas y yo reí-. Además… -Rodó los ojos-. Estando yo aquí, no tienes que pasar frío, ¿sabes? -Reí y dejé caer las mantas, él rió conmigo y me abrazó fuerte-. Deberías ir pensando en vestirte, tenemos que ir a casa de Quil y Claire…
-¿Ya? –Asintió-. ¿Tan pronto? –Volvió a asentir sonriendo-. ¿Y si no vamos?
-Bueno… -Pareció pensarlo y sonrió-. Si eres tú la que llama a Claire y te inventas algo convincente para que no sepa que sólo quieres quedarte en casa porque así estamos tú y yo solos y puedes besarme… -Rió-. Puedes intentarlo, pero si no lo consigues será peor cuando vayamos…
-¿Y si nos retrasamos un poquito?
-No creo que sea buena idea… estando tan cerca, no hay excusa para llegar tarde… -Arrugué mi nariz y él rió-. Aunque sí podemos ir a la hora… e intentar volver un poco antes…
-Eso suena muy bien…
-Lo sé… -Murmuró besándome despacio-. Pero para eso, debes darte prisa… -Puse morritos y él me imitó-. Estás perdiendo tiempo, en vez de poner caritas… bésame o vístete…

Tomé la primera opción y él rió, me devolvió los besos por un rato, pero luego conforme yo le besaba él me empujaba hacia casa. Reí subiéndome en sus pies, él andaba y yo le besaba, no me parecía un mal pago por el transporte… tampoco a él.
Me duché y me vestí mientras él miraba algo en su ordenador, me preocupó ligeramente no verle tan emocionado como lo estaba yo, no pude dejar de bailotear en todo el rato mientras él seguía sentado en la cama de su cuarto con el portátil en sus piernas. Sólo me miró cuando me paré en su puerta lista para salir, apagó su ordenador sonriéndome y bajamos a su coche como si nada… puse una mueca de evidente decepción mientras él parecía tan tranquilo.

Cuando llegamos bajó del coche y saludó a todos, yo bajé algo más retrasada y apenas se giró a ver si había salido del coche… suspiré cerrando la puerta algo más fuerte de lo debido, él me miró alzando sus cejas y yo hice una mueca de disculpa.
No voy a negar lo bien que lo pasé, pero tampoco me agradó demasiado que estuviera tan distante conmigo, aunque tuviéramos que disimular… todos los presentes parecían saber lo que pasaba entre nosotros, me parecía una tontería disimular con ellos. Me senté con las chicas mientras ellos jugaban con la pelota, Seth reía placando a Ephraim.
-Claire llamando a Darlene, Claire llamando a Darlene… -Sonreí hacia ella y rió-. Deberías bajar de las nubes…
-Hoy hace sol… -Reí-. Perdona, estaba pensando en otra cosa…
-Sí, todas sabemos en lo que estabas pensando… -Nessie rió mostrando un recuerdo mío besándome con Seth-. Besitos, besitos y más besitos…
-Deja de meterte con ella, ¿quieres…? -Seth pasó riendo y revolvió mi pelo-. No quieras que diga en lo que piensas tú la mayor parte del tiempo… -Todos rieron, yo seguí algo avergonzada mientras se metía dentro, al salir volvió a revolver mi pelo-. Anda, no te sonrojes tanto… -Se sentó a mis espaldas pero no me atreví a mirarle, besó mi pelo y me sonrojé más, él rió y me abrazó-. Qué mal disimulas, no ha sido mala idea empezar a practicar…
-Vas a hacer que le de un golpe de calor como no la sueltes… -Ainhoa rió-. Pobre chica, déjala tranquila un rato…
-No puedo, me la tengo que llevar ya… -Me mostró su reloj, eran las dos y cuarto-. Tienes que ir a coger una bufanda y guantes…
-Sí… y a vendarme entera para no hacerme daño, no tengo ni idea de cómo se patina… -Todos rieron-. Espero que mis amigos sean más benévolos que vosotros…
-No sé, yo creo que Bryan no va a dejar pasar la oportunidad de reírse de ti… -Seth me estrechó fuerte-. Pero siempre puedes llamarles y decir que te has torcido el tobillo bajando las escaleras… o algo así, eso te libraría de patinar…
-Y la dejaría aquí contigo toda la tarde, ¿no? –Maca rió-. ¡Qué morro tienes…!
-Creo que prefiero hacer el ridículo patinando… -Le miré-. No te ofendas…
-No lo hago… -Rió guiñándome un ojo-. Tienes suerte de poder huir de sus comentarios… -Arrugó la nariz-. Y del olor de Nessie, que por cierto, hoy apesta especialmente…
-Muérete… -Masculló Nessie pegándole mientras Jake gruñía-. Ve a llevarla, al final llegarán puntuales y sino no tendréis tiempo de estar solos…

Él rió levantándose y tendiéndome la mano para ayudarme a levantar. Me aferró de camino al coche, yo sonreí sin poder evitarlo, pero no dije nada. En cambio él…
-Vas a tener que empezar a pensar en apuntarte a teatro o algo así, deberías ser mucho menos trasparente… -Le miré mal-. Ya sabes, aprender a disimular un poco mejor… ha sido obvio que me necesitabas a tu lado nada más que he encendido el ordenador…
-No mientas, anda…
-¿No es así? –Negué distraída-. Bueno, pues cuando has bajado del coche… -Negué y él rió-. Ya, la puerta se te ha resbalado de los dedos, ¿no?

Abrió la puerta para mí mientras yo me sonrojaba, él parecía divertirse con la situación, así que no le di mayor importancia. Al llegar a casa metí en una pequeña mochila la bufanda, los guantes y un gorro que Seth me tendió comentando que se moría por verme patinar mientras reía. Hice un mohín y él sonrió abrazándome, se me pasó el mosqueo cuando me besó suavemente.
Perdí la noción del tiempo, pero supe que eran algo así como las tres cuando escuché el timbre de la puerta. Me separé a disgusto y él sonrió, me acompañó llevándome entre sus brazos a la puerta, remoloneé un poco y él me tuvo que empujar, pero no quería irme.
-Pásatelo bien… y se cautelosa, ¿vale? –Asentí y él alzó una ceja separándose rápido-. Iré avisando a Carlisle para que esté aquí cuando vuelvas… seguro que con lo torpe que eres, vuelves con el pie roto o algo así…
-¡Pero serás tonto! –Llamaron a la puerta y la abrí sonriendo, Bryan y Hanna saludaron muy abrigados-. Hola chicos… -Miré a Seth que parecía disimular una sonrisa-. Deja de reírte de mí… -Le saqué la lengua-. Tú tampoco sabes disimular, ¿eh?
-¿Quién querría disimular? –Me devolvió la burla-. Anda, ten cuidado… -Señaló a Bryan-. Tú… -Bryan se quedó blanco, él sonrió-. Grábalo todo, no querría perderme ni una sola de sus caídas… -Rió cuando bufé y salí, él gritó-. ¡Compraré palomitas para verlas después!
-¡Claro! –Grité de vuelta-. ¡Organiza una fiesta para verlo con todos los vecinos!
-¿En vecinos incluyes a Josh?

No me molesté en contestar, rodé los ojos mientras mis amigos reían y a mí me hervía la sangre. Una cosa era disimular… otra meterme en un berenjenal de preguntas que mis amigos me hicieron a raíz de ese comentario. Evidentemente, tuve que ir improvisando… él decía que era mala disimulando, así que me ceñí lo máximo posible a lo que había ocurrido, cambiando el nombre de Seth por el de Josh y evitando entrar en detalles.

Cuando llegamos a la pista… suspiré. Me fijé en ella mientras alquilábamos los patines… iba a ser más duro de lo que creía, había niñas patinando como si fuera algo innato… incluso cuando Susan salió a patinar me sorprendí, Dylan parecía algo más torpe y a Bryan lo perdí entre la gente. Miré a Hanna, parecía tan poco convencida como yo.
La parejita se puso a patinar, Susan tiraba de Dylan mientras reían… Bryan apareció de la nada a una velocidad considerable, derrapó y se sentó entre las dos.
-¡Vamos! ¿Qué hacéis paradas aquí? –Me miró-. ¿No tenías tantas ganas de patinar?
-Sí… pero imaginé que esto sería más sencillo… parece fácil, pero me da miedo que en el momento que me levante me estampe.
-Yo creo que voy a quedarme aquí mirando… -Hanna hizo una mueca y sonrió-. Es más divertido ver cómo la gente se cae a caerse, ¿sabéis?
-No seáis así… -Bryan suspiró-. Tenéis un buen profesor, yo enseñé a mi hermanita en sólo un par de horas… así que venga, vosotras que ya sois mayorcitas deberíais aprender antes… ¿Quién quiere ser la primera? –Ambas intercambiamos una mirada de terror, él rió y se levantó-. Venga, que no tengo todo el día… me da igual quien empiece, luego seguiré con la otra…
-Creo que le cedo mi turno a Hanna… yo aún tengo que mentalizarme un poco…
-¡No, no! ¡No me importa esperar!
-¡De eso nada! ¡Venga, te ha tocado! –Bryan tiró de su brazo y ella se resbaló cayendo de culo, fui a ayudarla y me caí de morros tirando a Bryan, él rió en el suelo y bufó levantándose-. Venga, que esto va a ser un poco más complicado de lo que pensaba… -Me tendió la mano mientras Hanna se acomodaba en el suelo-. ¡Arriba! –Tiró de mí y tuve que hacer esfuerzos para no volver a caer, me aferré a él y alzó una ceja-. ¿Vas a intentar aprender sin soltarte de mí?
-No creas que me apetece abrazarte… pero me caería si no lo hiciera…
-Lo sé… por eso es tan tentador pensar en soltarte… -Se alejó y me aferré a él, rió alto y volvió a alejarse-. ¿Vas a intentar seguirme? –Me lancé para cogerme a su brazo, sin darme cuenta, con el estúpido juego, me había llevado al centro de la pista. Se alejó más rápido-. ¡Vamos! ¡Cógeme o te caerás!
-¡Bryan! –Grité intentando no moverme-. Ni se te ocurra dejarme sola, ¡Bryan! –Él rió, una niña pasó corriendo y gritando que me apartase, lo intenté y me caí… Bryan rió como la niña y se acercó a recogerme-. ¡No me toques! –Farfullé-. ¡Ni se te ocurra!
-Vamos, casi has conseguido cruzar la pista…
-¡Lo siento! –Me giré, Wendy reía mordiéndose los dedos-. Pensé que podrías apartarte…
-Te has equivocado, pequeña… -Yeray rió parando tras ella, sonrió y me tendió la mano-. ¿Quieres que te ayudemos?
-Sí, claro… -Bufé intentando levantarme, hice un par de equilibrios y miré a Hanna que me miraba con una mueca-. Creo que es el turno de Hanna…
-¿Quieres que te ayude a volver? –Bryan rió alejándose un poco-. Puedes intentar cogerme, quizá así llegues al banco…
-No… me las apañaré sola… -Yeray y Wendy rieron a mi lado, suspiré-. ¿Qué hacéis aquí?
-Wendy ha oído patinaje… le ha apetecido mucho… y nos ha convencido. Así que aquí estamos, disfrutando del resto de la tarde.
-¿Os ha convencido? –Le miré mal-. ¿A todos?
-Me alegra no haberme perdido tu primera caída… -Dijo Seth frenando a mi lado-. Ha sido divertido veros caer a los tres…
-Yo creo que no ha sido un mal comienzo… -Josh sonrió dibujando círculos a mi alrededor-. Al menos se ha levantado con algo más de gracia que su amiga…
-¡Y ha sido más valiente que Claire! –Wendy señaló a Claire, sonreí al ver que andaba de forma poco estable intentando seguir a Nessie, Quil la acompañaba de un modo muy protector mientras Jake estaba con los demás mirando desde las gradas. Nos saludaron-. ¡Ahí viene Cora! –La niña patinó con gracia hasta ella, Nessie las siguió y patinaron las tres en fila… me dio cierta envidia. La niña gritó-. ¡Vamos chicos! ¡Seguirnos!
-Sí, claro… dar un par de vueltas y os sigo… -Los tres rieron a mi lado, yo hice una mueca-. ¿Qué es tan gracioso?
-Nada, nada… -Seth rió alejándose un poco, el resto siguieron a las chicas-. Sólo imaginaba cómo te caías intentando seguirlas… ¿vienes? –Me tendió la mano-. Me gustaría verlo en primer plano…
-No, gracias… creo que iré a sentarme… -Alzó una ceja-. Ve a disfrutar de tu tarde de patinaje… yo iré a disfrutar de mi banco… -Me resbalé un poco y él me cogió-. ¡Suelta! Que puedo sola…
-Déjame dudarlo…
-¡Seth! –Me solté-. He dicho que puedo sola… pero si estáis mirándome todos… me pongo más nerviosa. Así que prefiero hacerlo yo sola…
-Bueno, vale… prometo no mirar… -Cerró los ojos alejándose-. Grita si necesitas ayuda…

Rió y se giró, esquivó a una pareja que ayudaba a patinar a su hija… suspiré algo molesta e intenté moverme despacio, supuestamente lo más difícil era estar parada… y eso lo había conseguido. Pero estaba equivocada, intentar andar era muy mala idea, así que me deslicé. Una cadena de niñas pasó a mi lado y casi pierdo el equilibrio, Josh me sujetó.
-¿Seguro que quieres ir tu sola hasta el banco? –Alzó una ceja cogiendo mi mano-. Vamos, yo te acompaño…
-Puedo sola…
-Podrías, no lo dudo… pero estando la pista tan llena es muy difícil andar sin chocarte hasta para nosotros… así que deberías dejar que te ayudasen.
-No parece resultaros complicado…
-Bueno, pero lo es… -Sonrió ayudándome a avanzar-. Una vez le coges el truco, es mucho más sencillo… -Se puso frente a mí ayudándome-. ¿Ves? Ahora podrías ir tú sola si la pista estuviera vacía, ya te has puesto en marcha… -Sonrió-. ¿Una pirueta? –Giró a mi alrededor y perdí el equilibrio, me sujetó de nuevo-. Mejor más tarde…
-Sí… será mejor… -Reí sujetándome fuerte a él-. ¿Un descanso?
-¿Ahora que casi lo tienes? –Negó tirando de mí-. ¡Venga! ¡Vamos!

Me llevó alrededor de la pista un par de veces, nos cruzamos con Hanna y Bryan, ella se cayó y Bryan la ayudó riendo… Hanna estaba tan sonrojada que tuve que reír. Seguro que nuestra caída anterior había sido más divertida aún. Susan pasó a mi lado y se giró.
-¿Cómo vas?
-Algo inestable…
-Menos mal que te ayudan, ¿eh? –Alzó una ceja y me sonrojé mientras Josh reía-. Bueno, voy a ver cómo va Hanna… veo que a ti te tienen bajo control… pero no me fío de Bryan.
-Sí, mejor deberías ayudarla a ella… es un pésimo profesor…

Dylan se acercó algo más torpe y se marcharon patinando de la mano, ayudaron a levantar de nuevo a Hanna, me había perdido esa caída y sonreí agradeciendo tener a alguien con más fuerza y más reflejos que Bryan… de no ser por Josh, ya me habría caído un par de veces más…
Dimos un par de vueltas más a la pista, realmente ya lo tenía casi bajo control y hasta me resultó divertido. Pude ver la cadena que el resto de la manada había formado, Seth se separó acercándose a nosotros seguido de Wendy, Yeray, Cora, Vera y William.
-¡Vamos, uniros!
-No creo que ella sea capaz de pilotar una cadena aún… -Josh rió-. Dale tiempo…
-¿Y tú no eres capaz? –Seth soltó las manitas de la pequeña de su cintura, la llevó de la mano para dar la vuelta y empujó a Josh haciendo que Wendy le agarrase, rió siguiéndoles un poco y frenando para girarse hacia mí-. Así que te fías de Josh para que te lleve… y no de que lo haga yo…
-Ya sabes… Hay que disimular…
-Ya… -Rió acercándose de modo poco correcto a mí, me cogió de la cintura para susurrarme-. ¿No decías que te gustaba el riesgo? –Rió cogiendo mi mano y tirando de mí. Me aferré con las dos manos a su muñeca, él parecía disfrutar de mi terror-. ¡Demuéstralo!
-¡Seth! –Grité al pasar demasiado cerca de Nessie y Claire, ellas rieron-. ¡Vamos a estamparnos, Seth, para!

Él rió acelerando más como respuesta, grité y él volvió a reír poniéndose tras de mí, posó sus manos en mi cintura impulsándome aún riendo, yo agarré sus manos y cerré los ojos gritando e intentando frenarle. Le grité que me soltara y lo hizo, abrí los ojos y casi me choco con Bryan y Hanna, él tomó mi mano bruscamente intentando que no me chocara, resbalé y casi me como el suelo. Me ayudó a incorporarme riendo y separándonos de mis amigos, me giró y acabé entre sus brazos, nos deslizábamos mientras me miraba fijamente, me quedé hipnotizada sintiendo unas tremendas ansias por besarle. Sonrió ampliamente, posiblemente escuchando el ritmo de mi acelerado corazón.
-¿Tanto miedo has pasado? –Dijo con algo de sorna-. Parece que estés aterrada…
-Quizá es que tú me das miedo…
-¿Yo? –Sonrió y miró alrededor, hizo una mueca-. Bueno, eso ya me lo dirás después… cuando llegues a casa… -Alzó una ceja de un modo que se me antojó realmente sexy-. Estaré preparando algo realmente bueno para que no estés tan aterrada… y así no quieras salir huyendo…
-Ya… -Me mordí los labios completamente sonrojada-. Algo realmente bueno…
-Exacto… -Me guiñó un ojo patinando de espaldas-. Voy a pedirle a Josh que cuide de ti… tengo muchas cosas que hacer…

Asentí y le vi salir de la pista, sonreí cuando Josh se acercó como una bala. Patiné con él un largo rato, pero no podía dejar de pensar en sus palabras, en su mirada… suspiré algo nerviosa. Josh me distrajo preguntándome cuales eran mis películas favoritas, alguna que me hubiera emocionado, la que más me había hecho reír… hablamos sobre el tema durante un buen rato.
Cuando Hanna comenzó a patinar durante más de tres minutos seguidos sin caerse, nos juntamos todos en una cadena, no entendía porqué la gente las hacía… hasta que nosotros lo hicimos. Me lo pasé genial, Josh iba en cabeza y era realmente rápido… Hanna no paraba de gritar aferrada a Bryan y empujada por Susan.
Poco después me fijé en que todos mis amigos de La Push se sentaban, iban quitándose los patines y parecían dispuestos para marchar. Josh se alejó y volvió diciéndome que los pequeños estaban ya cansados, se acercó despacio y me dio un beso en la mejilla mientras susurraba.
-He oído decir que os ibais a ir a tomar algo después de esto… hazme una perdida, pasaré a recogerte para llevarte a cenar… ¿vale? –Le miré algo raro, él sonrió guiñándome un ojo y alejándose haciendo un gesto-. ¡Llámame!

Asentí despidiéndome de todos con la mano, Susan se acercó con la típica sonrisa de cotilleo, rió un poco al ver mi cara y suspiró.
-Es realmente adorable…
-Lo sé… -Me sonrojé de nuevo y me aferré a nuestro engaño-. Me ha dicho que pasará a recogerme después…
-¡Qué bonito! –Dijo riendo-. ¡Venga, vamos! Hanna nos necesita ahora…
-Sí… -Reí-. No me quiero imaginar cómo lo ha pasado la pobre antes, que la he dejado sola para que Bryan la maltratara…
-Ya… -Ella rió-. Seguro que lo ha pasado fatal…

Rodó los ojos con una mueca que me hizo sospechar. A partir de ese momento me distraje por completo fijándome en cómo Hanna no quitaba ojo a Bryan, el cual no paraba de hacer el payaso con Dylan. Sonreí para mis adentros recordando la conversación que habíamos tenido en nuestra no cita… quizá Hanna fuera la chica adecuada.
Después de estar durante una hora más patinando y cayéndonos, decidimos devolver los patines y cruzar la calle para ir a la cafetería.

Estuvimos hablando un rato sobre Josh, después nos reímos de las caídas de la tarde, pero conforme el reloj avanzaba… yo me ponía más nerviosa. Intenté dejar de pensar en él para unirme a la conversación.
-¿Y la profesora de Sociales? Es realmente vieja… deberían jubilarla de una vez. Además, está amargada… no hace más que ponernos tareas…
-Bueno, no te preocupes… -Dylan rió-. Seguro que tiene un plan genial para reventaros las vacaciones, a nosotros nos puso un trabajo de investigación para Navidad…
-¡No fastidies! –Bryan bufó de nuevo-. Creo que su alegría es torturarnos…
-¿Ya os habéis leído los capítulos que mandó la semana pasada? Dijo que el lunes haría preguntas por escrito… -Bryan miró a Hanna espantado, ella rió-. Vale, creo que no te lo has leído… puedo pasarte mi resumen, si quieres…
-No… seguro que hace la pregunta más rebuscada del mundo… -Suspiró e hizo una mueca de desagrado-. ¿Y si nos vamos ya?
-Claro… -Dylan rió levantándose-. Además, no quiero llegar a casa demasiado tarde…
-Bueno, si os vais ya… voy a llamar a Josh.
-Josh, besitos, Josh… -Bryan rió-. Dile a ver cuánto tardará… así esperamos a que llegue…
-Claro…

Le puse un mensaje, pero la respuesta se hizo esperar unos minutos… Leí su respuesta y suspiré, diciéndoles a mis amigos que tendría que esperar sólo diez minutos más, así que no me importaba que se fueran… parecieron preocupados por dejarme sola, pero no necesitaba que estuvieran allí viéndome tan nerviosa y soportando sus bromas.

Caminé calle abajo mientras se iban, me fijé en la pequeña librería que hacía esquina… parecía antigua a pesar de estar recién pintada, el interior tenía cierto aire nostálgico… me agradó. Me fijé en los libros que tenían en el escaparate, apenas los había oído mencionar, parecían libros usados y de ediciones limitadas. Miré el reloj, ya habían pasado más de diez minutos… suspiré apoyándome en la puerta, momento en el cual un BMW azul paró frente a mí. Sonreí cuando la ventanilla del copiloto se bajó, me acerqué con mi mejor sonrisa, él se apoyó en el asiento del copiloto devolviéndome el gesto.
-¿Esperas a alguien, preciosa…?
-Supuestamente… a mi novio Josh –Reí levemente cuando él fingió disgusto-. Pero se está retrasando… puede que me decida a irme con el primero que me invite.
-El primero que te invite, ¿eh? –Rió recolocándose en su asiento-. Entonces… -Me miró y alzó una ceja-. Deberías buscar un sitio donde refugiarte del frío, puede que tu novio Josh tarde bastante… y no me parecería bien dejar que te fueras con el primero que te invitase, ¿sabes? Podría ser peligroso…
-¿Un sitio para refugiarme del frío? –Él sonrió asintiendo-. ¿Un lugar cálido, como los brazos de un hombre atractivo?
-Por ejemplo… -Rió-. Pero preferiría que fuera un coche cálido, como el mío…
-¿Eso es una invitación a que suba? –Reímos e hizo un gesto para que subiera, me miró con una enorme sonrisa y yo mordí mi labio-. ¿Vas a quedarte aquí hasta que mi novio Josh venga a buscarme?
-¿Sabes? –Hizo un mohín negando-. Creo que no me gusta ese novio tuyo… deberías buscarte otro… alguien que acuda a las citas que planea…
-¿Alguien como tú?
-Bueno… si realmente quieres, podría secuestrarte… así no tendrías que pasar por el mal trago de dejar a tu supuesto novio…
-Suena bien… aunque… -Arrugué la nariz-. En tu lugar, me lo pensaría… ¿Has pensado que puede que después sufra Síndrome de Estocolmo en grado sumo?
-¿En grado sumo? ¿Te refieres a enamorarte de mí? –Lo pensé, él sonrió y echó los seguros del coche-. Siento decirte que ha sonado demasiado tentador… -Arrancó-. Ahora no tienes escapatoria alguna… no deberías haber tentado tanto a la suerte…

Reímos mientras íbamos en el coche, pero después de estar bromeando sobre mi supuesto secuestro… no pude evitar pensar en lo que iba a pasar al llegar a casa, la curiosidad me podía y quería saber qué había preparado.
-¿Qué te ha dado?
-Nada… -Dije algo nerviosa-. Estaba… no sé, distraída... –Sonreí y él me miró raro tomando mi mano, pareció confuso y me miró de nuevo-. ¿Estás mintiéndome? Pareces nerviosa…
-No… -Tragué en seco y hablé con un hilo de voz-. Sólo… quiero llegar ya a casa.
-Ya… -Rió-. ¿Tienes curiosidad por saber lo que he preparado, eh? -Asentí algo nerviosa-. Pues no me sacarás ni una palabra…

Reímos levemente y nos mantuvimos en silencio hasta que llegamos a casa, se quedó parado en la puerta, me miró sonriente haciéndome esperar… metió la llave con deliberada lentitud y riendo, yo me mordía el labio algo ansiosa. Me pidió que cerrase los ojos, yo hice una mueca y él insistió. Le hice caso y me pidió que los mantuviera cerrados, me ayudó a entrar y me hizo esperar.
-Un segundo… -Escuché un par de chasquidos, fruncí el ceño y noté que me cogía de la cintura-. Venga, ya… -Mi boca se abrió al ver la habitación iluminada únicamente por la luz de dos velas en la mesa, preparada para una cena romántica-. ¿Te gusta?
-Es precioso… -Sonreí-. ¿Me has preparado una cena romántica?
-Bueno… -Se encogió de hombros-. La cena de nuestra primera cita… no fue muy romántica precisamente… -Rió-. Sólo tengo que acabar unas cosas en la cocina… ponte cómoda, si quieres…
-Claro…

Subí a mi habitación y cerré la puerta algo más nerviosa, me puse un vestido de tirantes… cenando con él no pasaría frío… Me sonrojé de inmediato pensándolo… quizá hoy fuera una noche más especial de lo que estaba esperando. Respiré hondo intentando calmar mi acelerado corazón y bajé corriendo para no pensar más de lo debido.
-¡Vaya! –Dijo Seth embobado-. Pensaba en un pijama… -Rió acercándose, me besó despacio-. Estás muy guapa…
-Gracias… -Sonreí-. ¿Qué vamos a cenar?
-Pues… -Arrugó la nariz-. No esperes gran cosa… de primero tenemos una ensalada… -Rodé los ojos y él rió-. Pero he preparado salmón, como a ti te gusta… está en el horno, podemos ir empezando mientras termina de hacerse…
-Vale…

Me ayudó ofreciéndome la silla, sonreí e hice un gesto educado mientras reíamos. Comenzamos a cenar a la luz de las velas, él no paraba de mirarme y yo de sonrojarme. Después sirvió el salmón, alabé su pericia cocinando… aunque también saqué alguna que otra falta sólo por molestarle. Terminamos de cenar y él empezó a recoger... arrugué la nariz y él me miró raro.
-¿Qué? ¿Algo va mal?
-¿No hay más cena?
-¿Te has quedado con hambre? –Preguntó preocupado-. Puedo prepararte algo más…
-No… -Dije algo sonrojada-. Pero esperaba… no sé. Quizá algo de postre, ¿no? –Él sonrió y lo pensó, me miró de reojo y suspiró-. ¿No hay postre?
-Así que quieres postre… -Asentí y él rió-. Veamos… -Lo pensó y me miró-. Había planeado algo al respecto… -Me besó despacio y sonrió-. De hecho… -Se acuclilló frente a mí y suspiró-. Había estado pensando que, si a ti te parece bien… podríamos tomar el postre en la cama, ver un par de películas… y si tú quieres… podríamos dormir juntos –Alzó una ceja-. Aunque no lo tomes por costumbre, creo que te estoy malacostumbrando a que duermas conmigo…
-¿Malacostumbrando? –Él asintió algo preocupado-. No es ninguna mala costumbre… al contrario… con el frío que hace ahora, es lo mejor que podemos hacer, ¿sabes? Podría caer enferma de no ser así… y no queremos eso, ¿verdad?
-Ya… -Rió-. Bueno… -Acarició mi pelo con dulzura-. Ya hablaremos de costumbres mañana, de momento, hoy… haremos lo que tú quieras… -Sonreí con él y suspiró-. ¿Me esperas arriba mientras preparo todo? No tardaré mucho…
-Vale…

Le abracé y subí corriendo, entré en mi habitación y cerré la puerta con cuidado, mordí mi labio revisando la habitación. Dejé las cortinas a medio cerrar, acomodé la almohada y abrí la cama, pensé en meterme pero no sabía exactamente cómo esperarle… me miré al espejo arreglando mi pelo. Entré en la cama, pero me sentía ridícula e iba a salir cuando Seth abrió la puerta. Hizo equilibrios y le miré raro cuando me fijé en todo lo que traía. Salté para ayudarle, le cogí una tarrina de helado y las cucharas mientras él conectaba el ordenador, después se quedó algo alelado mirándome.
-Eh… -Parpadeó y señaló la cama-. Ve acomodándote, yo… -Señaló el ordenador y sonrió-. Espero haber acertado… -Se giró mientras yo me sentaba en la cama algo perdida-. A mí me gusta bastante y la banda sonora es muy buena…
-¿Qué vamos a ver?
-Bueno, un pajarito me ha dicho que te gustó la primera… -Sonrió acercando el ordenador y sentándose conmigo en la cama, puso la película y me ayudó a que me acomodara en su pecho-. Así que he pensado que también te gustará la segunda…
-¿La segunda?



Me reí un montón al ver el inicio, Seth pareció disfrutar de mi risa y se acomodó apoyando su espalda en el cabecero de la cama para que yo estuviera mejor, sujetó en su mano la tarrina de helado y me tendió una cucharilla.
-Un pajarito, ¿eh?
-Sí… un pajarito…
-Hablaré con Josh… eso de que vaya contando nuestras conversaciones no me inspira mucha confianza, ¿sabes?
-No le culpes a él… He tenido que torturarle para que me lo dijera… -Rió y besó mi frente-. ¿Estás cómoda?
-Sí… -Cogí la tarrina-. Pero mejor la sostengo yo, que si no acabará siendo batido…

Reímos mientras él asentía. Vimos la película abrazados mientras comíamos helado, me sentía genial estando rodeada por sus brazos, era como siempre había pensado, no me sentía nerviosa de ningún modo y era algo que no me incomodaba… era natural. Al acabar la película me estuvo hablando de que la banda sonora de la primera le encantaba, especialmente la canción del final. Me la tarareó pero no conseguía recordarla.
-Tarareas muy mal, no sé qué canción dices…
-¿Qué tarareo mal? –Me miró mal y yo asentí-. Ya… claro… -Besó mi frente-. Que no tengas ni idea de lo que es buena música no es culpa mía…
-¿Perdona? –Reí-. Sé lo que es buena música…
-Ya, claro… -Suspiró y puso la canción
-. ¿Ahora sí?
-Ahora sí…

Me reí mientras él cogía la tarrina vacía y las cucharas para llevárselas, me reí un montón al verlo salir bailoteando… aunque lo mejor fue cuando volvió, abrió la puerta de golpe sacudiendo sus brazos y la cabeza. Yo, en vez de reírme hasta ahogarme, me puse de pie en la cama imitándole hasta que, al intentar mover las caderas, perdí el equilibrio cayendo sobre la cama estallando en carcajadas. Seth saltó sobre mí, la cama nos meció por el impulso y nos miramos riéndonos. Me besó de improviso, fue algo completamente apasionado, quise alargarlo todo lo posible, consiguiendo no separarme de él aun cuando la luz de la pantalla del ordenador dejó de iluminarnos.
-Vamos… -Dijo zarandeándome levemente-. Tengo que irme a trabajar y aún tengo que llevarte a clase… ¡Venga!
-Voy… -Mascullé contra la almohada-. ¿Dos minutos?
-No, ni uno… ¡ya! –Dijo riendo tumbándose sobre mí y besando mi hombro-. O te levantas ya, o esta noche cada uno duerme en su cama…
-Eso creo que es chantaje…
-Bueno… -Sonrió-. No es así, yo prefiero decir que se trata de un refuerzo positivo, ¿sabes? –Rodé los ojos-. Como quieras, no voy a insistirte, como si quieres quedarte toda la mañana durmiendo… tú misma, bonita…
-Entonces… que tengas buen día… -Dije abrazando la almohada-. Total, no ibas a dormir conmigo de ninguna manera esta noche… -Me miró confuso-. Lo dijiste ayer, que no ibas a malacostumbrarme, así que…
-Um… -Puso una mueca de reflexión intensa, alcé una ceja esperando esa revelación-. Como quieras, yo estaré disponible para llevarte hasta dentro de quince minutos… después de ese tiempo de cortesía no te llevaré, tendrás que llamar a Nessie… porque yo me iré a trabajar.

Se levantó y salió con aire de suficiencia, arrugué la nariz y me metí a la ducha corriendo, me vestí y preparé la mochila, bajando al trote las escaleras. Él me esperaba con una sonrisa, un tetrabrik de batido en una mano y un sándwich en la otra. Me arrojé a su cuello y le besé sin coger nada, él rió alzando una ceja cuando se separó y me empujó ligeramente hacia la puerta mientras yo seguía besándole.
-¿Vas a seguir así mucho rato más? –Dijo riendo-. Lo digo porque deberías ir llamando a Nessie para que te lleve ella si quieres seguir besándome…
-¿Me estás vacilando?
-Puede… -Dijo acercándose y besándome-. ¿No vas a enfadarte por eso, verdad? Es una tontería, no pensaba dejar que Nessie te llevara pudiendo hacerlo yo…
-Déjame pensarlo… -Fingí enfado, después lo medité con una mueca graciosa y él se rió-. Me debes una muy gorda… ¿sabes?
-Bueno… si quieres puedes seguir besándome durante dos minutos más…
-¿Dos minutos? –Lo pensé y me lancé a sus labios-. Voy a aprovecharlos al máximo…

Nos besamos un poco más hasta que se separó, yo lo hice a regañadientes. Cuando abrió la puerta, me colgué de su espalda y me tendió el sándwich, me llevó a cotenas hasta el coche y reí cuando me bajé de un salto en la puerta, la abrí mientras él corría para montarse también, me tendió el batido y arrancó. Sacó el coche del sendero con una mano mientras ponía un CD con la otra, rió subiendo la música y reí con él al escuchar la melodía, más propia de un día soleado que de un día gris.


Le di un bocado a mi desayuno y bailoteé en el sitio como él mientras bebía mi batido, le ofrecí y mordió ligeramente. Bajó la música cuando la canción acabó, parando en el primer semáforo que me indicaba que estábamos cerca del instituto. Suspiré y sacudí mi cuerpo en el asiento, él me miró alzando una ceja y riendo.
-No quiero ir a clase… -Dije gimoteando-. ¿Por qué no me secuestras hoy también y volvemos a casa para… no sé, besarnos hasta que nos aburramos?
-Tienes que ir a clase… -Dijo con tono amable-. Y yo tengo que ir a trabajar… y por muy tentador que suene tu plan… tiene un fallo... –Alzó su ceja arrancando-. Y es que yo, señorita, jamás me aburriría de besarte… -Mordí mi labio algo ruborizada-. Y tú tampoco te cansarías de que yo lo hiciera, por lo cual… es mejor que no probemos por si acaso.
-No me importaría morirme de inanición por besarte…
-Ya… -Reímos-. Pero a mí sí que me importaría… me encerrarían por irresponsable, ¿sabes? –Reímos, yo suspiré al ver que paraba en la puerta del instituto-. Bueno, señorita… hemos llegado.
-¿Estarás en casa cuando salga?
-No lo creo… -Negó con una mueca-. Si puedo, vengo a buscarte… pero en principio hoy no salgo hasta las ocho…
-Qué asco, ¿no? –Asintió con una dulce sonrisa-. Si quieres… puedo preparar algo de cenar, así cuando llegues… cenamos y… no sé. Hacemos algo.
-Bueno… deberías hacer los deberes antes de que llegue, así luego cenamos y podemos… no sé… ¿Ver otra película? Aún nos quedan dos más… -Rió y asentí-. Luego nos vemos, ¿vale?
-Vale… -Le miré, no quería bajar y él alzó una ceja al notarlo-. ¿Quién vendrá a buscarme si no vienes tú? –Me miró riendo-. Lo digo… pues…
-¿Por alargar la conversación e intentar llegar tarde? –Me sonrojé y él rió-. No sé, se lo diré a Nessie… o puede que a Josh, quizá quieras pedirle explicaciones por el plantón de ayer…
-Quizá… -Reí con él y suspiré-. Bueno… que tengas un buen día… -Hice una mueca mirando la mochila en el asiento de atrás-. Yo me aburriré mucho… y pensaré en cuando odio no poder darte un beso de despedida… ¿sabes?
-Ya… -Él miró alrededor, hice una mueca al ver que se sentía incómodo y fui a coger mi mochila, él se acercó a mí y me dio un rápido y dulce beso, intenté amortiguar la enorme sonrisa mientras él carraspeaba y me tendía la mochila-. Pesa mucho… y necesitabas ayuda.
-Ya… -Reí-. Es una buena excusa… -Asintió sonriendo-. Bueno… luego te veo…
-Hasta la noche, preciosa…

Me guiñó un ojo cuando bajé, yo miré alrededor disimuladamente para cerciorarme de que nadie había visto nuestro beso.