Capítulo VIII: Sueños extraños.

12:22 0 Comments A+ a-

Había pasado más de un mes, pero cada mañana ella aparecía con mala cara. Hoy su cara mostraba que apenas había dormido. El maquillaje tapaba sus ojeras, pero sus tristes ojos me dijeron la verdad.

-¿Has dormido mal otra vez? –Me acerqué a ella y susurré, los chicos no sabían nada-.

-Sí… sigo soñando con esa casa… Creo que hoy se lo contaré a los chicos…

-Deberías esperar a la hora de comer… -Sugerí-. Ryan tampoco ha traído muy buena cara y si se lo cuentas ahora… va a estar dándole vueltas y sus notas ya son bastante malas…

-Vale…

A la hora de comer nos sentamos como cualquier otro día. Ryan miraba al infinito, Kevin intentaba bromear conmigo pero yo no dejaba de pensar en los sueños de mi amiga, hoy no me apetecía bromear como de costumbre y él lo notó.

-¿Pasa algo?

-Sí… -Nessie bajó la mirada y con discreción miró a Ryan que seguía ausente-. Llevo más de un mes soñando con Jenner, con la casa de Allison. A veces son pesadillas, a veces simplemente sueños a modo de recuerdo, imaginando cosas que hubiéramos hecho allí si… -Cogí su mano y ella miró a Ryan directamente, al igual que yo, que ahora parecía meditar algo-. No sé… debe ser que estoy un poco obsesionada…

-Deberíamos ir… quizá si estás allí todo pase…

-Dar, cielo… es una locura… Además, yo no tengo tanto dinero como para coger otro avión ahora… por mucho que quiera ir…

-Podemos ir en coche… -Ryan la miró-. Yo también llevo días soñando con esa casa. Deberíamos ir… dejar las cenizas allí, que descansen en paz…

-¿En coche? ¿Estás loco? Quizá sean veinte horas… -Kevin le miraba como si se hubiera vuelto loco-. Demasiado…

-En quince podemos llegar… si paramos quizá se alargue algo más… -Nessie parecía ahora animada-.

-Además podemos turnarnos, yo ya tengo el permiso… -Tenía que apoyarla, era mi amiga y Ryan también, tenían que ir allí, teníamos que ir para intentar que cesaran sus sueños-. Será una paliza, pero si salimos el jueves por la noche… llegaríamos el viernes. El domingo por la mañana podremos volver temprano…

-Chicos… -Alice se acercó-. Deberíais bajar el tono, os escucha media cafetería. Estáis locos si os queréis zampar un viaje así solos… y más siendo tan inexpertos en la carretera…

-Alice… he ido unas cuantas veces a Forks…

-Dos, para ser exacta… en serio, chicos, olvidad esa idea…

-Alice, tengo que ir…

-Está bien, pero iré contigo… no voy a dejaros iros solos en un viaje tan largo… le pediré el coche a Carlisle, es más cómodo, así podréis dormir por el camino… -se quedó ida, a veces le pasaba incluso en clase, empezaba a pensar que tenía algún tipo de problema…-. De hecho… a Esme le agradará la idea de ver esa casa… iremos mejor en dos coches… Jasper se apuntará para ver a unos viejos amigos… Nosotros podemos hospedarnos en un hostal, pero no quiero dejaros hacer el viaje solos…

-Siempre seremos más para conducir si surge un imprevisto… -Si no dormían allí, simplemente hacían el viaje, me parecía perfecto-.

Pasamos el resto del jueves y el viernes planeando el viaje. Cuando se lo dije a mi padre aprobó mi viaje, mi madre dijo que no podía ir, lo que hizo a mi padre replanteárselo. Me enfadé y subí llorando a mi cuarto, creí que mi padre me apoyaría en esto. Él subió a mi cuarto y se sentó en mi cama, acariciando mi pelo mientras yo miraba hacia otro lado.

-Cariño… -Mi padre suspiró-. ¿Tan importante es? Quiero decir… es un viaje, ¿no puede posponerse?

-Papá… tendrías que verles. Hay días que tanto Ryan como Ness vienen sin dormir, me rompe el alma verlos así, si ir allí les ayuda no puedo dejarles ir solos. Quiero llevar allí sus cenizas, dejarles descansar allí. Ese lugar es importante para nosotros. Además sabes que no iremos solos, vamos a hacer la ruta con adultos… ¡con una de nuestras profesoras! Por favor…

-Hablaré del tema con tu madre…

-Sabes que no va a entrar en razón…

-Es que… -frunció el ceño-. No sé si va a ayudarte realmente. Temo que el ir allí te traiga más y más recuerdos y te deprimas, ahora que estás algo más animada. Temo que estando allí lejos te deprimas, me da miedo…

-Papa, estaremos los cuatro… nos apoyaremos entre nosotros…

-Déjame consultarlo con la almohada…

Me quedé allí tumbada… ¡menudo plan para un viernes! Llorar hasta quedarse dormida…

Cuando desperté, mi padre estaba en la cocina hablando por teléfono. Parecía serio y preocupado y sólo escuchaba, apenas contestaba con monosílabas.

-Sí… Ya… No… Sí… Claro… Entiendo… -Me miró y frunció el ceño-. Gracias Doctor Cameron, esperaré su llamada… Gracias.

-¿Hablabas con el Doctor Cameron?

-Sí… lo he consultado con la almohada pero no sabía qué hacer… -Se sentó y me indicó que le acompañase. Le miré extrañada-. Como te dije me daba miedo que fueras, pero hablando con él me ha dicho que quizá tengas razón, quizá tus amigos inconscientemente sueñan con esa casa porque quieren ir a dejar sus restos. Me ha dicho que no veía necesario hablar contigo, pero que si tenías alguna duda podías llamarle en cualquier ocasión.

-¿Le has llamado por mí?

-Sí…

-¿Hay algo más?

-Sí… -frunció el ceño-. Ya que tu madre no quiere su ayuda, quiero que me aconseje cómo manejar toda esta situación… desde que te falló siento que ya no es ella y estoy comenzando a creer que no va a mejorar nunca…

-Papá… -le sonreí-. Me alegro que pienses eso, no que pienses que no va a mejorar, si no que no ha mejorado nada en todo este tiempo. La primera acción para solucionar un problema es verlo y reconocerlo, ¿no? –Me sonrió y asintió-. Todo va a solucionarse, ahora que no te ciegas tú mismo, ahora que ves que realmente ella no mejora… presiento que todo va a ir a mejor, de verdad.

-¿Cuándo… -negó levemente- te has convertido en toda una mujer?

-Bueno… hace un año o así, ya sabes… -nos echamos a reír-.

-Sabes que no me refiero a eso… -asentí-. Lamento no haberme dado cuenta poco a poco… pero es una sorpresa agradable. A veces cuando, como ayer, lloras o te enfadas, sigo viéndote como a mi pequeña, pero cuando hablamos… -Suspiró-. Ve al viaje y diviértete, haz que todos hagan lo mismo… sé que podrás con todo lo que te ocurra allí, eres fuerte… eres toda una mujer ahora.

-Gracias… -dije mientras le abrazaba-. Gracias por confiar en mí… y gracias por todo, tú me has ayudado tanto… que ahora me siento en deuda contigo. ¿Quieres que te acompañe a hablar con el Doctor Cameron?

-No hace falta cariño… no te preocupes. Pero… ¿puedes acompañarme a comprar? La nevera está vacía…

-Vale, vamos…

Nos pasamos la mañana haciendo una lista y cocinamos y comimos. Por la tarde fuimos a comprar temprano, paseamos por el supermercado haciendo algún añadido a la compra. Después colocamos todo mientras mi madre nos miraba con la indignación en sus ojos, algo que otro día me hubiera molestado, pero cuando vi que mi padre estaba contento conmigo me dio igual. No pude hacer otra cosa más que sonreír y ella hizo una mueca para después volver a su cuarto.

Sonó el timbre y mi padre fue a abrir. Me asomé y me reí al ver la cara de mi padre mirando a Jake. Nessie me saludó y salí corriendo.

-¡Hola chicos!

-Estábamos dando una vuelta… y he pensado en que quizá te apetecería venirte a tomar un helado…

-Yo… -estaba contenta pero miré a mi padre que asintió sonriente-. ¡Claro! ¡Genial! –Besé a mi padre-. Luego vengo…

-Tranquila… -Mi padre cerró mientras escaneaba a Jake, que no había abierto la boca en todo el rato-. ¡Pasadlo bien!

-¿Cuándo has venido, Jake?

-Esta mañana… -dijo sonriendo-.

-¡Qué bien! ¡Me alegro! –Le di un leve codazo a Nessie que se sonrojó levemente-. ¿Dónde vamos?

-¿Os apetece un helado?

Jake quería helado y a mí no me parecía mala idea. Fuimos hasta la heladería y de camino pensaba en que yo era aquí el candelabro, pero realmente no me sentía así. No era como cuando estaba a solas con Meg y Ryan… aunque ahora daría lo que fuera por estar con ellos dos juntos, aunque me sintiera incómoda. El mal pensamiento se desvaneció cuando entramos a la heladería, Jake sostuvo la puerta para nosotras, todo un caballero. Me senté frente a ellos que se quedaron callados por un momento. Decidí que era hora de hablar…

-¿Ya has preparado la maleta? Creo que allí hará un poco más de calor… -me dio una leve patada-.

-¿Maleta? ¿Dónde os vais?

-Nada… -sentí que había metido la pata por la mirada fulminante de Nessie-. Un pequeño viaje de fin de semana…

-Está bien… quizá deba ir con Seth… así hacemos otra fiesta… -Pensé en lo que me había contado Nessie y me eché a reír-. Seguro que se emociona…

-¡Vale, Jake! ¿Luego yo soy la cría?

Trajeron una tarrina de helado para mí y otra para Ness, y un bol enorme de helado con frutas para Jake. Lo miré algo alucinada pero pareció avergonzado y reprimí mi mirada.

-Es que no suelo comer helado… -Ness rió bien alto-. ¿Qué? Es cierto…

-Claro, por eso tu nevera apenas tiene helado… -alzó una ceja-. Luego soy yo la niña… pero te has pedido el especial para cumpleaños… seguro que es para veinte niños…

-Ja, ja… deja de reírte de tu tío Jake… -cogió un poco de helado y manchó su cara-. ¡No seas niña! –Ella le fulminó con la mirada pero él sonrió y lamió su cara estallando en carcajadas-. Estás tan tierna cuando te enfadas…

-Te odio… -Ness me miró y moderé mi sonrisa-. A veces me dan ganas de morderle…

-¡Qué novedad! ¿Nessie mordiendo a Jake? –alzó una ceja y ella negó con la cabeza, comiendo helado. Me miró pero no pude evitarlo, los miraba embobada, era como ver una telenovela pero en carne y hueso… Jake prosiguió-. Aquí la “pequeña madura” me pega cuando se enfada, y no veas… cuando era más pequeña me mordía con saña… mira… -se remangó el brazo y enseñó una cicatriz en su antebrazo-. Esta fue hace poco… ese día si que estaba mosqueada…

-¿También es tierna cuando te muerde? –Pregunté curiosa-.

-No… no sé…

-Un amigo dice que daría lo que fuera por una mujer que le mordiera… -miré a Ness riendo, recordando la conversación con Kev-. Kevin… ya sabes… -Ella asintió rodando los ojos-. Dice que le parece sexy…

Nessie se sonrojó bastante y me miró de un modo que un escalofrío recorrió mi cuerpo. Él estaba más bien descolocado, rojo también y paralizado. El helado de su cuchara cayó a la fuente y carraspeó.

-Bueno… no sé… que te muerda una mujer puede… no sé… Nunca me ha mordido una mujer…

-¿Nunca? –Alcé una ceja en dirección a Ness-. No lo entiendo… -Jake se apoyó en la mesa, esperando la evidente pregunta-. Kevin dice que es algo natural que una mujer te muerda o te arañe cuando… -Hice un gesto obvio-.

-Ya… -Jake estaba congelado de nuevo-. Kevin… ¿De dónde saca la información?

-No sé… pero… ¿es cierto?

-Yo… -Jake se frotó la frente, parecía incómodo-. Sí, eso se supone… -le dio un escalofrío al pensarlo-. La verdad es que no quiero pensar en ello… me recuerda a mis amigos y mis hermanas… -se encogió-. No me resulta agradable…

-¿Amigos y hermanas?

-Rachel ha tenido hijos con Paul… y Embry… no quiero pensarlo porque me entraron ganas de matarlos… Así que no sé, eso creo.

-Entonces tú no… -Mi curiosidad empezaba a aumentar, era raro a su edad-. No me creo que no hayas tenido ocasión…

-Bueno… -parecía más incómodo aún-. Ocasiones siempre hay… pero los Quileutes… tenemos una norma o algo así para esas… situaciones.

-¿Nunca has tenido novia? ¿Nunca has besado a nadie?

-Bueno…

-Besó a mi hermana… -Noté otra ligera patada, Jake no era el único que estaba incómodo-. Si eso cuenta…

-Eso no cuenta… -mordió su cuchara-. Lo sabes… -seguía mordiendo la cuchara cuando dijo eso, lo que nos hizo reír a las dos. Soltó y prosiguió-. Tenía como… quince o dieciséis… no sé. Era joven y estúpido…

-¿Cuántos tienes ahora?

-Veinticuatro…

-¡Vaya! Entonces… ella tenía… siete u ocho, ¿no?

-Más o menos… -Jake me miró riendo-. Era muy graciosa a esa edad…

-Entonces… ¿Estuviste saliendo con Bella?

-No, sólo fue un lapsus momentáneo… Ella estaba con Edward, pero él se tuvo que marchar y ella estaba sola… pasábamos mucho tiempo solos… cosas que pasan cuando estás lejos de tu amor verdadero o ni siquiera sabes que existe… luego ella se dio cuenta de que el amor de su vida era él, así que… lo olvidamos, aunque ella no pare de recordármelo… -la miró con una mueca divertida-. Parece que le gusta torturarme…

-Yo soy la cosa con la que se entretiene cuando mi hermana le ignora…

-¡No! –ahora parecía ofendido-. No digas tontadas… a veces me recuerdas a Claire, en serio…

-¿A Claire? –Ness pareció molestarse por la comparación-. Quizá sea que me siento como ella… somos los juguetes de la manada…

-Nessie… -Ahora él estaba molesto-.

-Quien se pica… -Nessie me miró, mi cara debía reflejar la confusión y ella se echó a reír- Por cierto… gracias por devolverme el coche…

-De nada… ¿Dónde iréis entonces el fin de semana?

-A Jenner…

-¿A Jenner? –Parecía enfadado ahora-. ¿Qué se os ha perdido allí?

-Mi casa… -Me pareció que a ella ahora le gustaría ser un caracol, incluso escondió la cabeza levemente como si eso fuera a hacerle estallar de furia-. Me han cedido la casa de Jenner, así que ahora podemos disfrutarla todos… como Allison quería… -Ahora entristeció, lo que pareció relajar levemente a Jake-.

-¿Vais solas?

-No… Alice no nos ha dejado, Esme y Jasper también vienen…

-Eso está mejor… -parecía más relajado, pero no del todo-. ¿No me lo ibas a contar? Te regalan una casa y te vas de viaje… ¿y no me lo cuentas?

-Nunca les cuento todo a mis tíos… ellos siempre me guardan cosas… -Pareció pensar algo y rectificó-. Bueno, a veces.

Terminamos nuestros helados y Jake nos invitó. Eso me agradó de cierta forma, seguía con eso de ser un caballero, aunque Nessie parecía molesta. Cuando salimos refrescaba un poco más, Jake nos ofreció sus brazos y nos agarramos una a cada lado. Él estaba ardiendo, como si apenas notase el frío. Me recordaba a Kevin que siempre estaba calentito, él decía que las mujeres siempre estamos más frías… pero no recordaba que él fuera tan cálido como Jake. Me dejaron en casa y les miré marchar, iban del brazo aún y llevaban el mismo paso, ella se alejó ligeramente pero el compensó ese gesto acercándose a ella.

Entré a casa y mi padre me miró extrañado, sentado en el sofá esperándome. Me senté a su lado y me puse a ver la tele, pero no paraba de imaginar cómo sería el tener a alguien así. Tenía a Kevin, por supuesto… era buen amigo e incluso a veces dulce… pero no siempre y eso me molestaba. Mi padre carraspeó, estaba mirándome como si estuviera intentando adivinar qué pasaba.

-Ness parecía animada…

-Sí… Jake es amigo suyo desde hace… creo que él la vio nacer casi. Me ha alegrado verla algo más animada, pero eso supone que el lunes estará deprimida… siempre que viene está eufórica, pero cuando se va…

-Parece mayor…

-Lo es… -me giré hacia él-. Es el mejor amigo de su hermana, pero ahora también el mejor amigo de Nessie… -Puso cara extraña-. ¿Qué?

-¿Te gusta?

-¡Papá! –Rodé los ojos-. Creo que Nessie y él acabaran juntos…

-Pero eso no responde a mi pregunta…

-¡Claro que sí que la responde! Es el chico ideal, es guapo y caballeroso… pero no es para mí… No me importaría ser ella, eso sí… pero esta tarde… es que tendrías que haberlos visto. Discutían y hablaban y bromeaban de un modo que me parecía estar viendo una comedia romántica o algo así, esas pelis que sabes que al final acabarán juntos… No sé…

-Yo creo que es muy mayor para ella… ¿no?

-No mucho… sólo son ocho años.

-No sé… -frunció el ceño y pregunté con la mirada-. Es que ese chico, no sé… es tan grande que da un poco de miedo, por muy tierno que digas que es… cuando he visto que te alegrabas tanto, no sabía porqué era y he pensado que a ti te gustaba y como ahora estás con cara de boba… no sé, me había asustado pensando que ese chico y tú… no sé.

-No papá… es un tipo de chico al que nunca alcanzaré…

-¿Por qué?

-Papá… es el tipo de chico para Nessie, ella es encantadora y guapa, como él.

-Pensé que Ness…

-¡Papá! –Reí al ver la cara de mi padre-. Voy a hacer la cena…

El domingo estuve hablando con papá sobre el viaje, me ayudó a hacer la lista de cosas que tenía que llevarme en la maleta. Cosas básicas, pero prefería tener una lista para no olvidarme de absolutamente nada.

El lunes estuve hablando con Nessie, intentando hacerle ver que Jake era ideal para ella, aunque ella negaba reiteradamente.

El resto de la semana fue parecida, hablando del viaje, volviendo a insistir a Nessie que seguía negándose a ver lo obvio… pero el peor día fue el jueves. Todos estábamos algo histéricos por el viaje y eso se notaba.

Por la tarde quedamos para partir, mi padre me ayudó con la maleta y mi madre incluso se levantó para despedirme, algo que me sorprendió y me animó. Mi padre había ido a hablar con el Doctor Cameron el miércoles y parecía algo más distante con mamá, lo que la hizo reaccionar un poco al parecer.

Me monté en el coche con Jasper y con Nessie, iba relajada pero ese chico me daba un poco de miedo, no sé porqué, aunque otra parte me hacía sentir a gusto con él.

Paramos en Olympia y cambiamos de conductor, íbamos en el cochazo del doctor con Esme, la suegra a efectos prácticos de Bella. Parecía muy cercana a Nessie, muy maternal. Estaba emocionada con el viaje, antes me había entrado sueño pero ahora no podía, estaba ansiosa por llegar.

-Podemos poner música si queréis… ya sabes que me gusta cualquier cosa cariño…

-¿Cualquier cosa? –Me acerqué a los asientos delanteros-.

Nessie suspiró y yo me empecé a reír. Me tendió la mano y le di mi CD preferido, algo que no podría escuchar con los chicos. Cuando llegamos a Portland Nessie rió por un gesto de Jasper y me miró.

-Darlene, dejemos a los chicos ahora con Esme… creo que no se sienten muy cómodos con Jazz…

-La verdad es que me resulta… particular. Es guapo, pero tiene algo, no sé… da miedo.

-Lo sé… -comenzamos a reír mientras él se acercaba a nosotras-. Jazz…

-¿Puedo invitar a estas preciosas damas a algo de comer? –Nos tendió sus brazos para que le agarrásemos, imposible negarse…-. Creo que vuestros amigos no son nada caballerosos…

-No… -Posé mi brazo en el suyo. Su chaqueta estaba fría, al parecer no todos los hombres eran cálidos- la verdad es que son muy brutos… Nessie tiene suerte, está rodeada de caballeros… Ahora podríamos ir contigo de nuevo…

-Y conmigo… -Alice saltó a las espaldas de Jazz, dándole un beso en la mejilla. Me sorprendió un poco su efusividad-. Ahora me toca conducir a mí, tú ya has hecho dos turnos…

-Lo sé monstruito…

Los observé y estaban muy acaramelados, como si estuvieran recién casados, aunque creo que ya hacía unos años que se habían casado según me había contado Nessie. Comimos algo y nos montamos en el Jeep, pronto empecé a sentirme muy relajada, tanto que creo que me dormí.

-Bueno días chicas, sois un poco dormilonas… -Esme se asomó por la puerta-. Hemos llegado a Redding, ya queda menos para llegar a Jenner… ¿Queréis desayunar? Los chicos ya están comiendo…

-Sí… -me estiré, me dolía todo. Ness hizo lo mismo mientras hablaba-. Vamos…

Hicimos una parada bastante larga. A las seis y media de la mañana salimos hacia Jenner… quedaban unas cuatro o cinco horas en coche. Llegamos a las diez y media a aquella linda casa.

Cuando bajamos nos quedamos parados en la puerta, ninguno nos atrevíamos a dar aquellos pasos que nos separaban de la puerta. Me animé ligeramente y anduve un par de pasos. Saqué mi juego de llaves y me dirigí a la puerta, todos me siguieron estando juntos cuando la puerta se abrió.

Nada había cambiado, exceptuando una capa de arena y polvo que cubría cada rincón de la habitación, como la primera vez que llegamos. Nessie trajo la urna y comenzamos a buscar un lugar adecuado para ponerlo. Había una pequeña repisa encima de la chimenea del comedor, así que la pusimos ahí. Después los cuatro nos sentamos en el sillón, mirándola.

-Nosotros nos vamos… -nos giramos y los tres habían descargado los coches-. Si necesitáis algo… tenéis nuestros móviles…

Asentimos y nos quedamos allí, sin comer si quiera. Eran las cinco de la tarde cuando por fin decidí levantarme.

-No hemos hecho un viaje tan largo para quedarnos mirando una urna… -intenté no llorar-. Ellos hubieran querido que saliéramos a bañarnos, que disfrutáramos de un día… del día que nos habíamos picado las clases…

-Tienes razón… -Kevin se levantó-. Va, Ryan, vamos a por los bañadores…

-Vamos… -Tendí la mano a Ness-. Coge tu bikini, no te soltaré de la mano en ningún momento… lo prometo.

Nos metimos en el agua, realmente estaba bastante fría, pero Kevin nos animó a que lo hubiéramos hecho si hubiéramos estado todos. Así que nos metimos al agua. Al cabo de los minutos estábamos a gusto, salpicándonos y pasándolo relativamente bien, incluso Ryan.

Para cenar Kevin preparó una barbacoa, mientras Ryan estaba en su cuarto llorando y Nessie y yo mirando la urna. Nessie se levantó y comenzó a poner la mesa en la terraza, así que la ayudé.

Ryan bajó a cenar algo desganado, pero hizo un esfuerzo por sonreír. Después decidimos jugar al Twister, detrás del sofá, como si quisiéramos que ellos nos vieran pasarlo bien. Cuando nos cansamos subimos a nuestras habitaciones. Los chicos en una habitación y Ness y yo en otra.

Estaba a punto de dormir, me estaba costando bastante conciliar el sueño, pero unos gritos terminaron de despertarme. Zarandeé a Nessie que parecía asustada.

-Ha sido una pesadilla… no te preocupes Nessie…

-No… ha sido más que eso… -Se levantó directa hacia la urna, la seguimos-. Debe haber algo de ellos en el mar, ellos disfrutaban allí…

-¿Hemos venido para tirar las cenizas al mar? Hubieran llegado aquí si las hubiéramos tirado a un río… -Kevin bufó-.

-No, no todas, solo parte. Parte de ellos querían estar aquí, en la casa, pero otra parte en el agua… tú mismo lo has dicho, ellos hubieran querido bañarse…

-Vamos… -Le tendí la mano-. Tienes razón.

Los cuatro salimos en plena noche a la orilla de la playa, en pijama, descalzos. Nos pusimos en la orilla y Ness tiró parte de las cenizas.

-Va por vosotros… -Ryan pateó el agua de la orilla-. Os echamos de menos…

-The day you slipped away… Was the day I found it won't be the same… -Nessie estaba a punto de llorar-.

-I didn't get around to kiss you, goodbye on the hand… -saludamos a la vez al mar-. I wish that I could see you again; I know that I can't… I hope you can hear me, cause I remember it clearly. The day you slipped away, was the day I found it won't be the same. I've had my wake up, won't you wake up I keep asking why… And I can't take it, it wasn't fake it, it happened you passed by. Now you're gone, now you're gone, there you go, there you go somewhere I can't bring you back… Now you're gone, now you're gone, there you go, there you go somewhere you're not coming back…

Nos quedamos allí, mientras lágrimas recorrían nuestro rostros, comenzamos a recordar momentos con ellos. Comenzó hacer frío y nos metimos a la casa.

El sábado lo dedicamos exclusivamente a pasárnoslo bien. Ninguno dejó que cualquier otro se hundiera, todos reíamos y bromeábamos con un humor bastante negro sobre nuestros amigos… pero ellos lo hubieran querido así. Recordamos meteduras de pata, salidas de tono de Allison, exámenes en blanco de Sullivan en mates, la vez que a Mary se le escapó el ratón de la jaula en biología y se puso a chillar como loca…

Comimos en la playa. Por la tarde nuestros “vigilantes” pasaron para saber si necesitábamos algo, me alegré al verlos no sé muy bien porqué, pero ellos parecían contentos de no vernos hundidos.

Pasamos la tarde en la playa, bañándonos de nuevo. Kevin se ofreció de nuevo a preparar la cena, pero yo quise ayudarle. Nessie se tumbó en el sofá y Ryan se fue a la cama, así que comenzamos a hacer la cena tranquilos. Ness comenzó a chillar de nuevo, nos giramos y se levantó de un salto, subiendo rápidamente a la habitación de Ryan, así que la seguimos preocupados y curiosos.

-¿Qué pasa? –Se incorporó preocupado-.

-¿Estás bien? –Parecía preocupada por él-.

-Sí… -Ella le miró como si no lo creyese-. Estoy pensando en todo esto… es muy raro, y sigo teniendo la misma pesadilla siempre… es más intensa aquí…

-Cuéntamela…

-La última vez que estuvimos aquí… estuvimos a punto de hacerlo, ¿vale? El problema fue que al final yo… no me atreví. Ella fue paciente conmigo, no le importó. Yo sin embargo me porté como un estúpido porque ella no quería… en mi pesadilla ella se portaba como yo lo hice aquel día… me dan ganas de saltar por esa ventana… debí haberlo hecho aquella noche, debí haberme presionado... o quizá haber sido paciente con ella aquel día… no sé…

-Ryan… no debes hacer estupideces como esas, ¿vale? Por mucho que estés aquí, en Monroe, en Nueva York o en China… Acabo de tener un sueño… ella miraba hacia la ventana de la habitación en la que dormíais y gritaba…

Todos nos miramos extrañados. Negamos con la cabeza, creo que se nos pasó la misma idea a todos. Pero por mucho que negáramos… la curiosidad mató al gato, así que subimos corriendo a esa habitación. La miramos parados en la puerta, observándola por encima. Después nos pusimos a buscar, no sabíamos qué, pero debíamos buscar. Algo relució bajo la cama, me agaché y lo identifiqué.

-Su pulsera… -Miré a Ryan, que estaba parado-. Vuestra pulsera… estaba desesperada porque no la encontraba, pensaba que te ibas a enfadar muchísimo porque la había perdido…

-No, no puede ser… -la cogió y la miro. En la inscripción ponía sus nombres con un corazón. Ryan se sentó en la cama y comenzó a llorar-. En el sueño… ella me decía que no quería la pulsera, que sin mi no significaba nada… -Le abracé-. ¿Ahora qué debe significar para mí?

-Su recuerdo… -Ness le miró fijamente-. Ella te quería, el destino ha querido que la encontráramos… era importante para ella, no quería que supieras que la había perdido, quería tenerla con ella y ahora está contigo…

-¡Mierda! –Kevin olfateó-. ¡Mierda! ¡La cena!

Bajamos corriendo para evitar que se quemara la barbacoa, pero era tarde.

-Esto es una cena de categoría… ¡Sí señor! –Ryan ahora parecía más alegre-. Brochetas de verduras chamuscadas, con carne y brasas… que no a la brasa…

-Lo mejor es la salsa… creo que es la mejor salsa de la barbacoa que he comido jamás…

Terminamos la cena con bromas sobre lo mala que estaba la comida. Esa noche volvimos a jugar al Twister, acabando antes y hablando cosas del presente frente a aquella urna. Nos fuimos pronto, ya que a las seis de la mañana Alice vendría a buscarnos, intentando llegar así a las once o doce de la noche a Monroe.

A las seis en punto llamaron a la puerta, nos habíamos quedado dormidos. Esme nos ayudó con nuestras maletas, mientras Alice y Jasper se quedaban abajo. Nessie bajó a por su chaqueta. A los pocos minutos Esme alzó la mirada y bajó, la seguí. Jasper subía con Nessie en brazos, la dejó en la cama y cuando se recuperó un poco sacó a los chicos de la habitación. Ella nos miró y comenzó a leer en alto.

-Carlie…

>>Escribo esta carta porque no sé si tendré valor suficiente de decirte esto, o decirte algo de lo que siento…

>>Sabes que siempre soy muy directa, pero cuando las cosas importan… no soy tan directa, me cuesta siglos decir a alguien que realmente le quiero…

>>Tú me ayudaste sin apenas conocerme, le dijiste a mi hermana cómo tratarme para que consiguiera conocerme, y eso que hablaste conmigo durante menos de una hora… ahora todo está cambiando, ahora eres tú la que necesita ayuda y me siento atada de pies y manos por miedo a decir una de mis estupideces irónicas y herirte… has perdido a la mayor parte de tus amigos de Forks, a Nahuel… nunca entenderé cómo sigues sonriendo a veces, cómo tu mirada sigue teniendo ese brillo…

>>Tu brillo, el brillo de tus ojos me hace sentirme bien. Cuando no lo veo me pierdo, es como el faro de mi vida… realmente estás preciosa cuando sonríes, me haces sentirme completa, haces que mis pulmones se llenen de aire y suspiren…

>>Tú me haces suspirar, suspiro por tus labios, por tu sonrisa, por tus ojos… por cada pequeño gesto, por cada roce, por cada abrazo de amistad en el que me gustaría encontrar algo más. Porque te amo, Carlie… así es.

>>Y sé que todo esto complicaría las cosas, sé que todo haría que el mundo hablase, pero nada me importaría si tú, por una remota y loca coincidencia, quisieras estar conmigo.

>>Porque es lo que más deseo y anhelo, besarte y abrazarte, saber que lo único que quieres en esta vida es amarme como yo te amo a ti.

>>En parte debo confesarte que me alegro de que estés lejos de aquellos amigos de los que tanto hablabas, sobre todo de Jake. Él representa todo lo que quiero ser para ti, tu compañía en momentos buenos y malos… lo que llevo intentando ser durante estos últimos meses. Debe estar loco para que no te vea como yo te veo… pero me alegro por ello. Siendo egoísta es lo mejor que me ha podido pasar, porque noto cómo te aferras a mí, como cada día estás más cerca, más confiada conmigo… me hace sentirme de un modo que nunca me he sentido. Envidio esas historias que cuentas, porque me gustaría ser yo la que hubiera vivido esos momentos contigo…

>>En parte me da miedo entregarte esta carta, porque no quiero que tu reacción sea opuesta a la que pretendo, pero sé que aunque tú no me quieras de la misma forma nunca te alejarías… o eso me gustaría creer. Siento mucho si leer esto te decepciona o te hace sentir mal, no quiero que sientas nada malo. Sólo quiero que sientas que te quiero, que puedes confiar en mí y que estaré contigo siempre.

>>Tuya para siempre, Carlie… siempre te querré. Allison.

Todas la abrazamos pues su rostro estaba inundado de lágrimas, pero ella parecía reacia a ser abrazada.

-No puedo irme Alice, lo siento…

-Ya… lo sé… pero no podemos dejarte sola…

-Alice, me quedaré con ella, no importa. Podéis coger el Sedan… iréis mejor allí los cinco… -Esme abrazó a Alice-. Debo quedarme con ella, es mi deber y lo sabes. Pero tu deber ahora es devolver a los chicos a su casa e ir mañana a dar clase…

-Lo sé… -Alice parecía resignada-. Estaremos aquí en el momento que nos necesites… ¿Lo sabes verdad?

-Lo sé Alice… pero ahora sólo quiero estar sola… no quiero a nadie aquí… necesito pensar y sólo puedo hacerlo tranquila con ella… -Nessie se aferró a Esme de un modo… como si fuera familia cercana, más de lo que eran… raro-. Lo necesito…

-Está bien…

-Ness, puedo quedarme si quieres, no me importa…

-No Darlene, debes volver a tu casa. Te prometo que antes de la semana que viene volveré, pero necesito pasar unos días aquí, en serio… Creo que me vendrá bien estar aquí…

Bajamos juntas y me despedí de ella, al igual que el resto. Volvimos en el coche mientras una extraña sensación de culpabilidad me corroía. Los chicos se quedaron dormidos pero yo no podía dormir. Paramos a comer en Portland, los chicos se fueron a la terraza del área de servicio mientras yo me quedaba dentro con la señora Cullen y su marido… Alice y Jasper. Me sentía extraña, como si no pintase nada allí. Quería salir pero sabía que Ryan estaría más a gusto con Kev si yo no estaba… debería haberme quedado con Ness…

-No debes sentirte culpable… -Jasper parecía tenso, me miraba de un modo extraño y Alice tomó su mano-. Todos queríamos quedarnos, pero estará bien. No te preocupes por ella…

-Jasper… -Alice lo miró de un modo raro-. ¿Podrías dar una vuelta? –Sacó su cámara-. Toma fotos de los animales de la zona, por favor…

-Claro… -Jasper parecía raro, se movía demasiado… tenso-.

-Él… -Alice suspiró mirándome, quizá le había mirado demasiado-. No se siente cómodo dejándola allí…

-Parecéis muy unidos a ella…

-Lo estamos. Es complicado de explicar, pero la hemos visto crecer y cuando nos mudamos…

-No sé, me sorprende un poco, para ser sincera. Me cuesta un poco entender lo unidos que estáis… quizá, no sé… yo tengo una tía y no estoy ni la mitad de unida a ella como vosotros a Ness… y no sois familia.

-Como si lo fuéramos… ella está lejos de sus padres, Esme ahora sólo nos tiene a nosotros y estaba acostumbrada a que su casa estuviera llena de gente… es como una segunda madre para Nessie, y para mí… es como mi sobrina. No hay lazos de sangre –tragó en seco y prosiguió-, pero me siento como si los hubiera.

-Bueno… imagino que a una familia no sólo la hace la sangre, ¿no?

-Yo… -miró al infinito, como alguna vez y me miró raro-. Voy a por algo de… beber y a buscar a Jasper… saldremos en quince minutos, esperadnos en el coche, ¿vale?

-Vale…

Salió con unos andares elegantes, rápida, con urgencia. Miré su zumo y apenas lo había abierto… debía estar muy preocupada…

El lunes fue un poco extraño, sabíamos que ella seguía allí y Ryan parecía más relajado en parte, pero estábamos preocupados por ella.

-Yo… -giró su pulsera-. Fue duro encontrar la pulsera… pero si hubiera encontrado una carta como esa… no sé qué me hubiera pasado…

-Quizá no debí dársela… -Kev frunció el ceño-.

-No digas tonterías… -Tomé su mano-. Quizá ahora esté hundida, pero se recuperará, estoy segura… lo hará.

La conversación se quedó cerrada con mis palabras mientras la preocupación rondaba por nuestras cabezas. Apenas hablamos en el resto del día. Cuando llegué a casa mi madre estaba mirando el fuego, bebiendo a morro de una botella de tequila. Me acerqué y fui a quitársela, pero se puso agresiva e incluso me dio un manotazo. Me quedé helada, nunca me había puesto una mano encima. Mi padre cerró la puerta en ese mismo momento. Me miró preocupado y negué apenada, no podía hacer nada más…

Mi padre me sacó a la cocina y fue directo al salón. Les oí discutir y mi padre vació la botella por el fregadero mientras mi madre gritaba histérica. Mi padre me sacó de casa y nos fuimos a su despacho, donde me sentó en la cama y se acuclilló frente a mí.

-¿Estás bien? –Me miraba dolido, rabioso, no me había dirigido ni una sola palabra en todo el tiempo-. Yo…

-Estoy bien papá, no es culpa tuya… Nadie tiene la culpa de esto…

-Sí… ella tiene la culpa. Y puede que yo también por no saberla ayudar antes… lo siento Darlene… -estaba destrozado-. No sé qué hacer…

-No te preocupes… todo se arreglará…

-Déjame hacer una llamada y calmarme, después volveremos a casa… si quieres.

-Está bien…

Le oí hablar con el Doctor Cameron mientras lloraba. Estaba más afectado de lo que solía mostrar, yo sabía que sufría, pero verle así… oírle llorar me rompía el alma. Colgó y tardó unos minutos a volver, imaginé que intentaría serenarse antes de volver. Cuando apareció intentó una sonrisa y yo asentí intentando otra. Cuando volvimos a casa mamá dormía en su cuarto. Mi padre se quedó durmiendo en el sofá, mientras yo estaba en mi cama pensando en lo mal que habían ido las cosas estos dos últimos días… y yo que había dicho que algo bueno se acercaba…

Esa noche soñé con un chico cálido, un chico mayor… alguien que me escuchaba y me aconsejaba bien, que me contaba sus cosas y las compartía para darme a entender cosas.

El martes Kevin me notó rara y le dije que había discutido con mi madre, pero no le dije el porqué ni que me había pegado. Cuando llegué a casa mi madre estaba mirando el fuego, esta vez sin bebida. La miré, quizá con asco, y me metí a la cocina para comer algo. Mi padre llegó minutos después y me vio comiendo en la cocina. Se asomó para ver a mi madre y se apoyó respirando forzadamente en la encimera. Dejé la comida y puse mi mano en su espalda.

-¿Estás bien?

-Sí… -cerró sus ojos por un instante y me miró serio después-. Quiero que cojas las llaves del despacho –le miré raro-, no creo que debas pasar la noche aquí, no hoy.

-Papá…

-Darlene, vete, por favor.

-¿Qué ha pasado? Papá… no pienso dejarte solo en esto, no me saques de esto… -Él cerró los ojos y asintió apenado-. Aguantaré todo lo que venga.

-Esto ha sido demasiado…

-¿Qué ha pasado?

-Ha llamado a Claudia, he tenido que hablar con ella durante más de una hora para que no se fuera. Le ha dicho cosas muy desagradables, siendo que ella sólo me ayuda… e incluso me ayuda mucho más de lo que debería, no sólo en lo profesional. Me aconseja y me ha dicho que o hago esto o se va… y ahora mismo, aunque suene mal y cruel, prefiero tener cerca a Claudia.

-Papá… -hice que me mirase-. Tienes mi apoyo hagas lo que hagas…

Mi padre asintió y cogió aire, se relajó un poco y después se puso serio, saliendo directo al salón.

-¿Crees que es de recibo lo que has hecho? –Mi madre le miró con asco-. No me mires así, porque es la mirada que te mereces tú, no yo.

-No soy yo la que te engaña con otra…

-No… pero es mucho peor lo que haces tú. Claudia es sólo mi ayudante, es joven y guapa, por supuesto… pero tú lo eras también. En cambio ella sigue en su línea… no como tú. ¿Te has mirado al espejo? Hace más de tres días que ni siquiera te duchas o te cambias de ropa, no te arreglas… das asco.

-¿Doy asco? ¿Yo doy asco? –Mi madre se levantó y se encaró con él-. ¡Yo no soy la que se acuesta con otro!

-Nadie querría acostarse ahora contigo… -mi padre bufó-. Al menos yo si quisiera podría hacerlo, pero eso no quiere decir que lo haga ahora… aunque me lo voy a empezar a plantear…

-¿Qué?

-¿Sabes? Incluso ella sería mejor madre que tú –eso me dolió hondo. Mi madre había sido siempre buena madre… al menos hasta que Abi murió-. Ella sería mejor esposa que tú… me trata mucho mejor que mi propia esposa… así que quizá tengas razón y quizá deba acostarme con ella…

-¡Eres un cerdo! –Mi madre levantó la mano pero mi padre paró el golpe-.

-¿Yo? ¿Yo soy el cerdo? –Rió-. ¿Acaso te has mirado? ¿Sabes qué haces cada día? Yo al menos trabajo y estoy pendiente de mi hija, tú sólo te revuelcas en la mierda, apestas, me chillas, chillas a tu hija… ¡nos pegas! ¿Y yo soy el cerdo?

-¡Lárgate!

-¿Cómo?

-¡Que te largues! –Mi madre le empujó-. ¡Fuera de mi casa!

-¿Tu casa? Hace años que no aportas nada… es mi casa también, de hecho es más mi casa o la de Darlene, que tu casa. Si no te gusta lo que hay en ella lárgate tú…

-¡Cerdo! –Gritó mientras se iba-. ¡Cabrón! ¡Desgraciado!

Me quedé helada en la entrada del salón. Mi padre casi nunca había dicho las cosas claras, pocas veces había dicho la verdad, pero ahora se las había dicho todas de golpe… rápido y sin anestesia, como dirían algunos. Le miré extrañada. Mi padre se sentó y me miró derrotado.

-Márchate, por favor…

-Papá, no pienso ir a dormir a la oficina… ni tú tampoco… es algo que vamos a arreglar, quizá por algo así cambie…

-Darlene, por favor… necesito estar solo un rato… queda con Kevin, ves a la librería… no sé… pero déjame solo, por favor…

-Está bien… -yo ahora estaba derrotada también-. Volveré para cenar… ¿Sí?

Él asintió y yo cogí mi chaqueta y mi pequeña mochila. Caminé hasta que tuve frío en las manos, busqué mi bufanda y los guantes en la mochilita y encontré mi mp3. Anduve hasta mi parque, mi refugio… me senté en uno de los bancos y comencé a pasar canciones. Pensaba sin escuchar, no paraba de pensar en Claudia, en mis padres, en Nessie… ¡Quería a ese hombre de mis sueños! Sonó “Unmistakable” y aún lo deseé más.

Poco después, unas cuantas canciones después, comenzó a sonar algunas que había metido de Avril Lavigne. Comencé a llorar al recordar a mis amigos, escuché la canción “I’m with you”…

Limpié mis lágrimas y me fijé en que un chico sentado en un banco cercano me miraba. Desvié mi mirada y me giré levemente, debería estar flipando al ver a una chica llorando sola en un parque…

El chico se acercó a mí y yo recé porque se alejara, pero el cielo no estaba de mi lado ahora. Se sentó junto a mí y me tendió un pañuelo.