Capítulo XXII: Miedo.

15:17 0 Comments A+ a-

-Bueno… es hora de dormir, Jake me ha dicho que mañana madrugamos… -Seth me miró sonriente-. ¿No?

-Sí… bueno… -Salí al pasillo y les señalé el salón-. Podéis dormir aquí… el sofá es bastante cómodo… y si no, imagino que, como buenos perros, estaréis acostumbrados a dormir en el suelo… -Nessie rió y Seth me miró divertido, a punto estuvo de rebatirme pero le miré amenazante-. ¿Sí?

-Nada… que, si no es mucha molestia, podías dejarnos un bol de metal con agua…

-Seth… -negué y empecé a subir las escaleras-. Ya sabes dónde está el grifo…

Oí risas y pronto Nessie apareció por mi cuarto con una leve sonrisa. Sabía lo que iba a decir y negué antes de que pronunciara una palabra.

-No, quiero que aprenda que hay algo que se llama puerta… así que hoy debe quedarse castigado, como el perro que es…

-¿También tú y yo tenemos que estar castigadas?

-Si es necesario…

Me metí algo furiosa en la cama, por lo que Nessie lanzó preguntas a mi mente, como si estaba enfadada con ella, a lo que negué, o si estaba molesta por algo, a lo que negué también. Cuando preguntó si quería que hablásemos del tema, volví a negar señalando al piso de abajo. Ella afirmó y se metió en la cama, dejándome ver todo aquello que pensaba sobre Seth y cómo me había mirado al marcharme de la cocina o al subir las escaleras. Gruñí, no quería verlo, porque si bien sabía que ella podía mostrar sus recuerdos, también sabía que ella podía cambiarlos.

Cuando nos despertamos bajamos al salón, viendo a los chicos dormir tirados en el sofá de un modo algo cómico. Subimos al piso de arriba y le indiqué a Nessie que podía cambiarse en el baño del pasillo, así que yo me metí al baño de la habitación de mis padres. Cuando entré me asombré al ver un vestido colgado en el perchero, con una nota pegada.


Es algo justificado, quiero que disfrutes un poco de la fiesta. Gracias por ayudar con la obra.



Sonreí y me asusté a la vez, al darme cuenta de lo fácil que las criaturas que me rodeaban entraban a mi casa. Me di una ducha y me dejé el pelo suelto, poniéndome el vestido negro que Alice me había regalado. Me veía bien incluso, así que mi ánimo subió ligeramente. Cuando salí decidí pintarme un poco, cogiendo el estuche que mi padre me había regalado hacía un año para pintarme. Miré mi móvil y tenía un mensaje de Kevin.

Lo siento, lo siento mucho. Pero ayer dejaron a las chicas pasar la noche fuera, así que no hemos dormido y hemos ido a ver el amanecer… estamos muy cansados y las chicas tienen que ir a casa… Espero que os vaya bien, si necesitáis ayuda por la tarde… prometo despertarme pronto para ir a ayudar. Te quiero mucho, tata.

Suspiré y sonreí pensando en Kevin, Ryan y las chicas… habían tenido una preciosa cita de San Valentín al parecer… aunque yo no podía quejarme… Suspiré de nuevo y me odié a mí misma por pensar que yo había tenido al chico que quería la noche de San Valentín… aunque hubiera sido tratándolo como un cánido… lo que en parte era. Reí y Nessie me miró extrañada, así que le mostré el mensaje y ella rodó los ojos.

No es necesario… al final los chicos han venido y no creo que necesitemos más ayuda… descansad, ya nos veremos el lunes… un beso. Yo también te quiero, tato.

Estuvimos ayudando con los decorados de la obra y después con la fiesta, vigilando a los más jóvenes hasta que se fueron y se quedó todo el salón de actos para los cuatro, ya que Alice nos dejó como encargados para recoger el desastre que se había producido allí… muy amablemente, eso sí. Me recordó un poco a la fiesta en la que le conocí… Suspiré mientras escobaba y veía salir a Seth y a Ness cargando una bolsa de basura enorme. Jake se acercó a mí para ayudarme con la bolsa y sonrió.

-¿Algún recuerdo?

-¿Cómo…?

-Él piensa mucho en aquel día… -se encogió de hombros-. Así que al verte suspirar he imaginado que estarías pensando lo mismo…

-¿Piensa en ese día?

-Sí… piensa mucho en ti y se preocupa… -Sonrió-. Deberías lanzarte…

-No… él… no es así, es sólo un amigo… como Kev.

-¿También te gusta Kev? –Le miré raro y él sonrió levemente-. Anoche os oímos… yo ya sabía más o menos lo que ella siente, sé que está muy confundida y prefiero esperar… pero Seth no tenía ni idea de que estabas…

-¡Ni lo digas! –Subí el dedo amenazante-. Es una estupidez tan grande, que no quiero escucharlo… estoy harta de hacerlo…

-No sé… yo creo que deberías decírselo… empieza a pensar que le quieres más cuando está en fase que cuando es él…

-¿En serio?

-Sí… a mí también me pasa con ella… parecéis más relajadas…

-Es que… -Sonrojé y él me miró curioso-. Es más normal que quieras abrazar a un perro que a un chico… al menos… no sé. Al menos a mi parecer. Es lo que siento…

-Te gusta más como perro… entiendo…

-Oye, no… -Parecía confuso-. No es que no os queramos, es simplemente que es más… no sé… es menos embarazoso hacerlo cuando no sois chicos normales…

-Ya… -Sonrió de una forma extraña-.

-Bueno… -Seth palmeó al entrar-. Ya queda menos…

Miré a Jake que parecía algo embobado al ver a Nessie sonreírme, por lo que Seth le pasó una mano por su cara y empezaron a bromear. Terminamos de recoger y decidimos pasar la noche de nuevo en mi casa.

Antes de llegar a mi casa Seth nos llevó a un McDonald’s a cenar, la chica miraba raro a los chicos cuando se pidieron tres menús enteros para cada uno. Nessie y yo los mirábamos divertidas mientras todo el mundo nos miraba, cada una con un menú pequeño a un lado de la mesa mientras ellos extendían las patatas en una bandeja, ocupándola entera con las patatas y el Ketchup.

-Realmente… -Miré a Seth sentado a mi izquierda y a Jake frente a mí-. Es un espectáculo ir a comer a cualquier sitio con vosotros…

-Al final te acostumbras… Por eso Kira los quiere tanto… siempre que van a comer a su restaurante hacen su peculiar agosto con ellos…

-Además siempre le dejamos buenas propinas… -Seth cogió una patata y se la metió en la boca a Jake-. ¿Verdad, amorcito?

-Sí… sobretodo los días en que íbamos a por cervezas… ¡qué tiempos!

-Sí… -A tomar cervezas con Kira… sabía que iban mucho allí, pero no tan seguido… Aunque hablaban en pasado… Nessie me sonrió-. Aquí nuestros amigos podían beberse un barril entero y montaban el espectáculo en su bar…

-Será mejor que tú no hables de beber… -Seth le apuntó con una patata que Ness se comió-. Mucho menos de espectáculos…

Nos reímos pero ella pareció ofenderse mientras mordía el dedo de Seth, el que se quejó un poco haciendo que Jake se mofase de él. Cuando entramos en el coche Seth bajó la capota, haciendo que el aire nos diera de lleno. Nessie puso la emisora que había puesto el otro día y pusieron justamente la que yo había bailado… o saltado. Nessie me miró divertida, sentándose en la carrocería y yo la imité, para ponernos a corear la canción.

Ellos nos miraron por el retrovisor, pero por alguna extraña razón ya no me sentía violenta o molesta porque él me mirase… creo que de hecho me agradó.

Cuando llegamos a casa subimos directos a mi habitación. Cogimos los pijamas y les indiqué a los chicos que podían usar el baño del pasillo, así que nos metimos al cuarto de mis padres para ducharnos y cambiarnos allí. Cuando volvimos a nuestro cuarto Jake estaba sin camisa y chorreando, durmiendo en la cama de Nessie boca arriba. Seth apareció parecido, haciendo que mi corazón latiera frenético, algo que seguramente notó. Sonrió levemente e hizo un gesto para que no hiciéramos ruido y, aunque no hizo ruido, Nessie despertó a Jake con un almohadazo, haciendo que él mirase con una falsa molestia que se notaba a leguas.

-No te duermas…

-Perdón por no tener la energía que tenéis vosotras hoy… -rodó los ojos-. Los ronquidos de Seth no me han dejado dormir…

-¿Mis ronquidos? Si eras tú el que gruñía como un oso… -Seth lanzó otra almohada a Jake-. Además no parabas de intentar abrazarme… ¡sobón!

-¿Te recuerdo quien acabó durmiendo en el pasillo? –Las dos miramos raro a Jake-. El perro se me acercó demasiado y lo eché… luego dice que yo soy sobón…

-¡Jake! –Seth puso una mano muy teatralmente en su pecho-. Creía que eso era un secreto nuestro… -Se lanzó sobre él forcejeando mientras Nessie y yo nos reíamos. Pararon y nos miraron-. ¿Vosotras de qué os reís?

-De que parecéis una pareja realmente… -Alcé las cejas-. Si queréis os dejamos la cama de matrimonio, para que durmáis juntitos y esas cosas…

No lo vi venir, pero de repente estuve tumbada en mi cama, con él encima haciéndome cosquillas. Nessie intentó ayudarme, pero Jake ayudó a Seth… por lo que nos cogieron y nos movieron como si fuéramos marionetas. Acabamos tumbadas cruzadas en la cama, mientras ellos se tumbaban encima de nosotras poniendo sus piernas en Nessie y la cabeza y brazos sobre mí. Estuvieron ignorando nuestras súplicas durante al menos quince minutos, hasta que mi teléfono sonó, haciendo que me liberasen y dejando a Nessie aún retenida. Cuando volví la emprendí a almohadazos con ellos y pude liberarla.

-¡Tregua! –Grité acorralada en un rincón junto a la estantería-. En serio, sólo quería liberarla, no quiero más peleas… sé que perderemos… yo no tengo súper fuerza ni nada de eso…

-En eso lleva razón, Seth… -Jake parecía el poli bueno mientras que Seth tenía cara de poli malo-. Yo creo que ya han aprendido que no hay que meterse con la manada…

-Pero tenemos que sacar algo a cambio… -Seth se encogió de hombros-. Una tregua tiene beneficios para ambos… si no, no veo lo divertido.

-Nada de negociaciones, me dejáis y punto… -Pude ver a Nessie atacar por la espalda a los chicos, por lo que Jake se lanzó contra ella y Seth contra mí, dejándome acorralada entre la puerta del armario y la estantería. Estábamos ambas colgadas cual saco de patatas en sus hombros cuando grité-. ¡Tregua!

-Esta vez no cuela…

-En serio, tregua… os dejaremos que durmáis en la habitación a cambio de que no nos molestéis más… no más cosquillas ni levantamientos…

-Dormir aquí… ¿Cómo lo ves Jake? –Jake se encogió de hombros-. Bueno… pero un masaje en la espalda no vendría mal… quizá también en los pies…

-¡Ni de coña! ¡No pienso hacer algo así…!

-¡Tú misma!

Seth comenzó a hacerme cosquillas de nuevo, por lo que pataleé y pedí ayuda, pero Nessie estaba sujeta por Jake en la cama. Seth empezó a lanzarme por los aires y acabé dándome en la espalda con la puerta del armario. Seth me miró alucinado y me tumbó en la cama rápidamente muy preocupado. Me repitió mil veces si estaba bien, hasta que me quejé levemente… apenas dolía.

-¡Ay! Creo que nuestra tregua va a verse afectada por esto… -Me doblé un poco fingiendo dolor y le guiñé el ojo a Nessie, que también se retorció un poco-. Creo que os habéis pasado mucho con nosotras…

-¡Ay! –Nessie se quejó divertida-. Creo que vamos a necesitar un masaje nosotras…

-Pero… -Seth miró a Jake y nosotras empezamos a reír. Jake suspiró y miró a Ness-. ¡Qué morro tenéis! Nosotros preocupados… ¡mujeres!

-Sí, bueno, pero a mí me sigue doliendo la espalda… -se quejó-. Y a Dar seguro que también… quizá con un masaje se nos pase…

Nessie se tumbó boca abajo sobre su cama, haciendo que Seth riera y Jake resoplara, dándole un masaje en la espalda. Yo rodé en la cama riendo, pero me quedé helada cuando noté sus cálidas manos acariciar mi espalda. Podía notar su cuerpo irradiando calor, lo que me hizo ponerme tensa… aunque ya hubiera dormido con él esto era completamente diferente. Pero la verdad es que, conforme sus manos acariciaban mi espalda me iba importando mucho menos qué estábamos haciendo, y me dejaba llevar más por el sueño.

Abrí los ojos para encontrarme con su rostro a centímetros del mío. No recordaba haberme dormido así… seguía boca abajo, pero ahora miraba hacia mi izquierda, su brazo derecho estaba entre la cama y mi pecho, pasando por debajo de mi brazo y acabando con su mano en mi espalda. Mi mano izquierda estaba cálida, siendo rodeada por su mano derecha. Me quedé algo paralizada, nuestras manos unidas reposaban en su pecho desnudo y podía notar su corazón latir.

Me daba miedo moverme, sabía que su sueño era ligero y que el mínimo movimiento le despertaría… pero mi mano derecha, posada debajo de mi almohada, se estaba quedando dormida. Empecé a pensar en su mano, su brazo estaba aplastado por el peso de mi cuerpo… seguro que se le caía por falta de riego. Intenté incorporarme un poco para librarle de mi peso. Sus ojos se abrieron y me quedé congelada. Sonrió y volvieron a cerrarse, mientras su mano posada en mi espalda me atraía de nuevo a la misma posición.

-Es muy temprano… -Dijo con los ojos cerrados y acariciando mi mano-. ¿Ya no tienes sueño? –Su mano acarició de nuevo mi espalda y comenzaba a sentirme muy extraña, su rostro a centímetros del mío… sus labios. Abrió sus ojos y sonrió al verme morder los míos, giré mi cabeza escondiéndome de su mirada. Él me aferró fuerte y besó mi mano, dejándola de nuevo en su pecho. Suspiró y soltó mi mano, así que me incorporé levemente y miré la otra cama que estaba vacía, me giré a él que ahora frotaba sus ojos y me miraba divertido-. Veo que no te has enterado de nada…

-¿Qué?

-Nada… las dos habéis estado hablando en sueños… -le miré raro-. No sé… Jake la ha despertado y se ha llevado a Nessie preocupado por ella, estabais hablando en francés entre vosotras… creíamos que realmente estabais despiertas… -Rió-. Pero cuando Jake la ha tocado, ha visto que estabais en la playa de Jenner, así que se la ha llevado… -Hizo una mueca-. Te has puesto histérica cuando se ha ido. Luego has dicho que tenías mucho frío y me has pedido que no te soltara, que no querías caer al vacío, repitiendo que allí hacía mucho frío…

-Me estás tomando el pelo…

-Bueno… -sonrió-. Sólo un poco… -Me acercó hacia él de nuevo, pero yo giré la cara al lado opuesto intentando recordar qué había dicho. Él se incorporó y me miró curioso, así que me sonrojé por su mirada y él rió-. ¿Ya te has acordado? –Me aterroricé y él se quedó helado-. Bueno… creo que es hora de que me vaya…

-¿Ya vuelves a Forks?

-No… -Me giré y él me miró de un modo que me hizo sentir muy rara, haciendo que acariciara mi pelo-. Pero… -Cogió la camiseta del suelo y se la puso-. Me he dejado algo en el coche…

-¿Me vas a dejar sola?

-Si quieres que vuelva… volveré –Sonrió de un modo muy raro-. No tengo ningún sitio mejor al que ir… -Alzó las cejas de un modo misterioso-.

-¿Por qué me da la sensación de que me pierdo algo?

-Tranquila… -Sonrió-. Voy a comprar algo de desayunar y vuelvo… creo que hoy no me apetece nada cocinar… -Acarició de nuevo mi pelo, así que me dejé caer de nuevo en la cama-. Descansa.

Fue lo que hice… descansar. Tanto que me dormí. El ruido de una puerta al cerrarse me hizo levantarme sobresaltada, cuando me giré él acababa de cerrar mi armario. Hizo una mueca y carraspeó.

-Buscaba una manta… -le miré raro-. Iba a desayunar, pero me has dicho que tenías frío… no sabía si despertarte o no… ¿Quieres desayunar? –Asentí frotándome los ojos-. Te espero abajo…

Suspiré y le miré salir. Abrí mi armario sin mucho ánimo y cogí unos vaqueros y una sudadera. Me di una ducha rápida y bajé a desayunar. Había preparado la mesa, me asomé al salón y miré las magdalenas de arándanos, el zumo de naranja, el café y el bol de frambuesas. Dos dedos hicieron contacto en mi cintura y grité, haciendo que Seth riera.

-No quería…

-¿Estás loco? Deberías hacer más ruido cuando te acercas… -Suspiré, mi corazón se había acelerado-. Me vais a matar a sustos…

-Perdona… -Rodó los ojos-. Esto no ha sido intencionado, que conste… -Le miré dudosa y él sonrió-. ¿Desayunamos?

-Pero es… ¿Cómo sabes lo que…? –Puso una frambuesa en mi boca y sonrió, masqué y le miré mal-. ¿Por qué me haces sentir siempre como una niña pequeña?

-No sé… -Se encogió de hombros-. Pero lo hablamos después… es hora de desayunar…

Desayunamos sin hablar del tema, hablamos sobre la fiesta, sobre los niños de la fiesta… sobre porqué siempre acababa haciéndome daño cuando estaba con ellos… hasta que terminamos y mi madre llamó para decir que se quedaba a comer para conocer a un amigo de tía Cyntia. Seth llamó a Jake y quedamos con ellos para ir a comer a “Mi Tierra”. Me miré y decidí que sería mejor cambiarme, así que subí disparada a mi habitación para cambiarme la sudadera por una camisa. Cuando cerré la puerta del armario oí algo caer, así que abrí de nuevo para ver cómo todas las mantas se habían caído y arrastrado algunas camisetas. Empecé a ordenarlo rápidamente, cuando vi un paquete de color rojo. Seth apareció asustado por el ruido y le miré raro. Hizo una mueca cuando le enseñé el regalo y se encogió de hombros.

-¿Es… tuyo?

-Es una tontería… -hizo una mueca-. Lo encontré y me acordé de ti…

-Oye yo…

-Tranquila… es un regalo porque sí… lo encontré y lo cogí, nada más… no le des más vueltas…

-Pero… me siento mal… no tengo nada para darte…

-Oye… -Hizo una mueca-. Ábrelo ya.

Reí y rasgué el papel, quedándome paralizada al ver sólo una parte del regalo. Sólo con ver una esquina sabía lo que era. Le miré y él parecía expectante, terminé de rasgar el papel lentamente, observando aquella portada con la chica apoyada en el cristal, con la lágrima cayendo, un ejemplar intacto de Todos los matices del gris. Me lancé a sus brazos sin pensarlo.

-¡Seth! Esto… -Le miré emocionada-. ¿Dónde…?

-Ábrelo… -Sonrió y lo abrí-. Es de la autora, y en la segunda página hay una mía…


-¿Qué? –Abrí y miré la letra de mujer-. Para alguien que tiene la suerte de estar abierta al mundo, al amor y a la amistad, pese a todo lo pasado. Te deseo una vida gris perlada… -Sonreí-. ¿Cómo lo has conseguido?

-Es… una tontería…

-Espera… -Giré la página-. Para que mi chica no vuelva a derramar una sola lágrima, para que recuerdes que estoy a tu lado siempre, aunque no esté aquí… Seth. –Le miré seria y él hizo otra mueca-. ¿Por qué…? –Me callé y le miré dudosa-. Gracias.

-No tienes que darlas… -Nos quedamos en un incómodo silencio que él rompió-. ¿Estás lista? –Asentí cerrando el libro y dejándolo sobre la mesilla-. Vamos…

Apenas hablamos en el resto del día, cuando vi a Nessie no me separé de ella, intentando evitarle lo máximo posible, pero sin ser grosera… no entendía la razón, pero me sentía… asustada por lo menos.

Cuando se marcharon me sentía extraña, querían llevarnos a casa pero Nessie notó que quería hablar con ella y les dijo que se marcharan de una vez, que empezaban a ser molestos. Yo me reí y nos quedamos en la puerta del restaurante viendo cómo salían picándose de nuevo, Jake en la moto y Seth con su coche.

-¿Qué ha pasado esta noche? –La miré seria y ella hizo una mueca-. Muéstramelo.

-La verdad… -Me mostró cómo ambas hablábamos en francés en la playa de Jenner, cómo hablábamos de Seth y de Jake, de cómo nos sentíamos… de porqué teníamos miedo-. No sé nada más.

-¿Seguro?

-Seguro… -le miré mal-. No te mentiría… no en esto. No ahora. ¿Qué te angustia tanto?

-Me ha hecho un regalo… -Ella me miró confusa-. El libro que quemó mi madre, era una única edición y lo encontré por casualidad en la librería… cuando busqué información acerca del libro, supe que apenas habían publicado unos cuantos miles en toda América. Me ha regalado un ejemplar intacto, dedicado por la autora y por él…

-Bueno… ya sabes que son así…

-Ya… pero es demasiada molestia para un regalo… -Ella me miró sonriente-. Además… en la dedicatoria… pone para su chica.

-¿Y?

-Que yo no soy su chica…

-Bueno… -Suspiró-. Reconoce que eres lo más parecido a algo así.

-No soy su novia…

-No, pero eres su mejor amiga, dormís juntos… os picáis clases juntos… y tú eres más joven, como su protegida… Son motes cariñosos, no le des más importancia.

-Pero me molesta que sea mi protector… es como si yo no pudiera valerme por mi misma, como no sé… como si fuera una niña y en parte me molesta.

-¿No será en realidad que te molesta que tú no estés preparada para ser realmente su chica? –La miré mal y ella sonrió-. A ver, él te gusta… si ahora mismo te hubiera dicho que era un regalo de San Valentín y que quería una cita contigo, con todas las de la ley… si te dijera que quiere que salgas con él… ¿Qué le dirías?

-Que no…

-Sin embargo, estás loca por él y te encantaría hacerlo…

-Pero… -Suspiré-. Ya hemos hablado de esto muchas veces…

-Y siempre dices lo mismo… -Sonrió-. Pero no entiendes que quizá… sólo quizá, eres tú la que está poniendo trabas a una posible relación con Seth… a él no parece disgustarle la idea… ¿No lo has pensado?

-Pero una cosa es que no le disguste la idea y otra que sea lo que realmente quiere…

-Pero si no se lo preguntas, o si no le dejas que te lo diga claramente…

-Nessie… -Suspiré-. No sé, quizá tengas razón, quizá me da miedo… pero es normal, ¿no? Tú también tienes miedo de lo que sientes por Jake.

-Pero no es lo mismo…

-¿A no?

-No… no estamos en ese punto –La miré mofándome de ella-. Además, no quiero, estoy bien así, quiero que seamos amigos simplemente una temporada… ha sido mi hermano, mi protector, mi tío… no podemos pasar de eso a novios… creo que ahora tenemos que ser amigos. Es lo natural…

-Bueno… -Suspiré-. Creo que será mejor que lo deje pasar…

-No creo que sea lo que debes hacer… pero si es lo que quieres o necesitas…

Dimos un paseo y después llamamos a los chicos, que aparecieron con sus novias. Estuvimos tomando algo, contándonos el fin de semana, riendo y criticando a Kevin y a Ryan para hacerles rabiar. Cuando llegué a casa mi madre estaba allí, parecía contenta y me dio un enorme abrazo.

Estuvo contándome cómo era el amigo de tía Cyntia, al parecer estaban muy unidos y ella creía que estaban enamorados. La telefoneé y me mofé de ella todo lo que pude, ayudada por mi madre que parecía contenta de ver a su hermana feliz con un hombre por fin.

Después estuve hablando con papá, que estaba realmente contento por los logros que había conseguido en Aurora. Al parecer había recibido una visita de uno de los altos cargos de la empresa de seguros y le habían dicho que si conseguía unos determinados objetivos, podría optar a un ascenso.

Fue raro cuando se lo conté a mamá. Estaba orgullosa y feliz, pero triste a la vez. Estuve hablando con ella del tema y me dijo que se sentía mal por no tener el valor suficiente de llamarle para felicitarle. Tomé el teléfono y volví a llamar a papá, tendiéndole el teléfono a mi madre cuando descolgó.

Estuve mirándola feliz mientras se aturullaba con las palabras y sonreía sonrojada. Era la primera vez que hablaban directamente desde que mi padre se había marchado, por lo que estuvieron hablando bastante rato. Me alegré de ver que seguían poniéndose nerviosos al hablar por teléfono y recordé la conversación que John y papá habían tenido, acordándome irremediablemente de Seth.


Su chica… no sonaba nada mal, de eso estaba segura en cualquier recóndito lugar de mi mente que buscase, fuera la zona de las estupideces o la zona más racional de mi cabeza. Dejé a mi madre hablando con mi padre y subí a mi cuarto, cogiendo el libro y leyendo aquellas palabras de nuevo.

Creo que si este libro había sido mi favorito por años… ahora lo iba a ser para toda mi vida. Pensé en lo que había dicho, pensé en la cara de bobo de la que habían hablado… pero no podía creer que fuera por mí por quien él pusiera esa cara.

Mi madre entró por la puerta mirándome extrañada, se acercó y se sentó a la orilla de la cama.

-No vuelvas a hacerme algo así… -Sonreí con ganas-. No me había sentido tan estúpida desde… no sé… desde que tenía tu edad, por lo menos…

-Eso está bien…

-No… no está bien… -Negó y sonrió-. Me alegra que le vaya bien… pero le echo tanto de menos… no sé…

-¿Crees que estarías preparada para que volviese?

-No lo sé… -Me miró seria-. Hay ratos en que creo que le necesito, pero otros en los que creo que es mejor que no esté aquí, que es mejor que esté haciendo su vida… aunque sea lejos de ti. Me duele que él se haya tenido que alejar de ti… de nosotras… -Hizo una mueca-. Pero quizá sea mejor así…

-¿Tienes miedo?

-Sí… cada día. Miedo a despertarme y que tú no estés, miedo a despertarme y que nada haya cambiado, que todo sea como era el año pasado… miedo a que me despierte y él quiera volver, pero ya no sea igual… no sé. Siento que si él volviera no me querría del mismo modo. Yo sé que puedo quererle, que le quiero, que soportaría todo lo que fuera por volver a estar con él… pero no sé si él está dispuesto, no sé si sería capaz de… no sé, aguantarme de nuevo…

-Mamá… -Me incorporé y la miré-. Si ya lo hizo en su momento… ¿Por qué no lo iba a hacer ahora? Ha estado muchos años junto a ti, ha sido tu mejor amigo, tu confidente… todo. No encuentro dónde poner miedo en todo eso.

-¿Y si él no me quiere ya?

-Estoy segura de que te quiere… pero deberías preguntárselo si dudas. Quizá deberíais quedar, que viniera a pasar un fin de semana, a ver cómo va la cosa… como amigos aunque sea. Tú le quieres y él también a ti, os habéis puesto nerviosos al hablar…

-No sé… me ha dicho que cuando va a Chicago se acuerda de aquel concierto… -Sonrió-. ¿Crees que debería decirle que viniera a pasar un fin de semana? Quizá debería hablarlo con Cameron antes…

-Bueno, sí… es mejor que primero hables con Cameron, pero si él te da el visto bueno… no quiero que te eches atrás… sería genial…

-¿Crees realmente que él estaría dispuesto a volver aquí?

-Claro mamá… -La abracé-. No debes tener miedo, habéis pasado mucho juntos… os conocéis y sabéis cómo sois… -Me alejé un poco-. Y eso es lo que cuenta.

-Vaya… -Rió-. Se supone que soy yo la que debe dar esas charlas… -Asentí riendo, recordando cuando papá me decía cosas así-. Me alegra que te quedases conmigo… no habría podido superarlo si no hubieras estado junto a mí… -Me abrazó-. Te quiero, conejita…

-Y yo…

-¡Oye! –Me asusté y ella miró el libro-. ¿Dónde lo has encontrado? He llamado a miles de librerías y ninguna sabía dónde encontrarlo…

-Bueno… -me rasqué la cabeza-. Ha sido un regalo…

-¿Un regalo? –Lo abrió y cerré los ojos, esperando que riera al ver las dedicatorias. Abrí un ojo al no escuchar risas y ella me miró seria-. Dedicado por la autora y por un tal Seth… -Sonrió-. ¿El indígena?

-¡No le llames así! –Le quité el libro y ella me miró sorprendida, con una enorme sonrisa-. Tía Cyntia se lo dice porque le tiene manía…

-Ya… -Rió-. Hemos estado hablando de ti… nos preocupas. ¿Qué pasa con ese chico? Es tu novio… lo ha sido… ¿qué?

-No… es un amigo…

-Bueno… un amigo muy bueno buscando… -Alzó una ceja-. O que mueve cielo y tierra para hacer feliz a… ¿Cómo es? Su chica… -Rió-. ¿Quieres hablar del tema?

-No mamá… es… -Suspiré-. Ya le conoces, es perfecto…

-Tú también tienes miedo… ¿no?

-Eso creo… -Mi madre sonrió y me miró fijamente-. Estoy aterrada. No entiendo qué es lo que puede ver en mí, no sé porqué se preocupa por mí o me dice cosas como esas… me hace creer que me quiere, pero es imposible. Le conozco de hace unos meses, aunque me sienta como si le conociera de siempre… está rodeado de chicas mucho mejores que yo… así que no sé… creo que es sólo un capricho. Aunque él dice que se preocupa por mí, que no le doy pena… yo sigo creyendo que es pena.

-¿Pena? –Mi madre me lanzó una mirada extraña-. No encuentro una razón por la que alguien quiera estar con otra persona por pena… quizá si sea un capricho… pero no digas que es por pena. No consiento que pienses que alguien puede sentir pena por la mejor hija del mundo, por la mujer maravillosa que tengo como hija. ¿Me oyes? –Asentí-. No te voy a decir que te embarques en una relación en la que no estás segura, pero… no vuelvas a repetir eso… -Me miró seria-. ¿Estás enamorada?

-No sé… eso creo… -Mi madre me miró divertida y suspiré, tumbándome en la cama-. Mucho…

-Bueno… quizá debas pensarlo un poco… igual él también está enamorado… o quizá también sólo sea un capricho para ti… a nadie le amarga un dulce… -Alcé una ceja-. El chico es guapo… -Sonrió-. Bueno… te dejo dormir, que mañana hay clase… -Besó mi frente-. Dale tiempo al tiempo…

-Buenas noches…

-Hasta mañana, cariño…