Capítulo XXIII: Sueños en francés... ₪ Seth POV.

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Me había echado de su casa… ¡genial! Sus ojos destilaban furia cuando me dijo que quería estar sola, que quería que me fuera… me había pasado, realmente debía empezarme a plantear lo de llamar a la puerta… había sido un estúpido… pero no podía dejarla sola, verla allí me había partido el alma…

Comencé a merodear por su casa, tenía claro que esperaría a que se durmiera y entraría, no podía irme sin verla otra vez… le dejaría una nota en la puerta o algo así, para que no se enfadara, pero necesitaba verla… mi móvil sonó.

Lo siento, no quería ponerme así… espero que puedas perdonarme… lo siento.

Me quedé parado. ¿Debía ir? ¿Qué debía hacer? Ella no tenía que disculparse, era yo el que debía pedir perdón… pero por teléfono o en persona… Debía seguir mi instinto… y mi instinto era estar con ella. Aunque si aparecía por allí… ella igual se enfadaría de nuevo… pero parecía apenada… debía ir, estaba claro.

Corrí de nuevo hacia su casa y salté, llegando a la ventana del segundo piso y cayendo al suelo. Giré mi cabeza a la derecha y la vi allí, empapada y llorando…

-¡Eh! –Cerré rápidamente el agua y la aferré-. Tranquila… -Se abrazó a mí y eso hizo que mi corazón doliera por haber tardado tanto-. Ya está…

-Lo siento…

-Tranquila… -Intenté sonreír, no estaba enfadado, sólo preocupado…-. Vamos… ven…

La saqué de allí y cogí una toalla, la envolví en ella y la acuné junto a mi cuerpo mientras ella lloraba y se disculpaba. Y el único culpable había sido yo por ser un mal educado.

-No pasa nada… no estoy enfadado… -Ella volvió a disculparse-. Oye, todo está bien… estoy aquí… no pasa nada.

Parecía empezar a calmarse, cuando acunó un poco su mano. Su muñeca estaba hinchada y roja, la cogí con miedo de hacerle daño y ella empezó a reír.

-Me he caído cuando subía por las escaleras…

-Anda que… -Intenté sonreír-. Cuando digo que no puedes estar sola… ¿Te duele mucho?

-No… ya no tanto.

-Anda… -La levanté y la miré, estaba tan asustada, empapada y encima su muñeca… tenía que verla Carlisle…-. Será mejor que te cambies… sólo falta que además te resfríes… -Sonreí-. Voy a casa de Carlisle, le diré que venga a verte… no me gusta la pinta que tiene…

-¡No! –Parecía asustada, pero su mano aferrándome me dio a entender que no quería que me fuera. La miré esperando a que hablara-. Yo…

-Tranquila, volveré antes de que hayas terminado de cambiarte –Pareció aliviada al decirle que volvería, pero aún así parecía querer que me quedase… pero quería hablar también con Jake… Saqué el mp3 y le puse aquella canción que Leah me había pegado-. Antes de que termine la canción, estaré aquí.

Besé su frente y salí corriendo, quería volver lo más rápido que pudiera. Salí al bosque, entré en fase y aullé, esperando la respuesta que obtuve.

-¿Qué pasa?

-¿Qué hago? ¿Se lo digo?

-Tío… me vas a volver loco… ¿Tú eras el que se reía de nosotros? Mira, no se lo digas aún, no creo que sea el mejor momento para decirle que debe sentirse afortunada porque un niño que se hizo grande para ser lobo, resulta que por un mágico hechizo Quileute está enchochado con ella…

-Te noto… tenso.

-Sí, acabas de estropearme la partida… pulgoso.

-Vale… voy a llamar a Carlisle…

-Está conmigo, te lo envío… y tranquilo, no será nada… no te angusties… todo irá bien.

Salí de fase y empecé a correr de vuelta como un loco. Salté y la puerta de su cuarto se cerró. Podía oír sus pasos en la habitación y su corazón palpitar… su olor… ese olor…

-Carlisle…

-¿Todo bien?

-Creo que tiene la muñeca rota… se está cambiando de ropa… -Le miré derrotado-. Está fatal, estaba metida en la bañera, empapada y llorando… ¿Podrás darle algo?

-Cuando la vea… pero creo que es bastante fuerte, dudo que necesite otra cosa que no sea el cariño de su amigo o de su… -Alzó la vista y ella nos miró asustada. Carlisle se acercó con cuidado y miró su mano-. Tendré que vendarte… He traído una pomada para que te baje la inflamación… te pondré un poco también en la muñeca…

La ayudó a sentarse y le dio pomada, haciendo que mi corazón se acelerase por el pánico de que estuvieran tan cercanos. Era una estupidez y me sentí mal cuando Carlisle me miró de refilón al oír mi corazón… pero era algo que no pude evitar y él lo entendería… seguro.

-¿Te hago daño?

-No… -parecía molesta-. Me siento como una niña pequeña, torpe y tonta…

-Hombre… -Sonreí al ver que era una ligera rabieta, quizá podría distraerla-. Sólo un poquito… -su mirada lanzaba veneno por lo que Carlisle susurró que ya no le necesitaba, tendiéndome un tubo-. ¿Qué es?

-Bueno… -La miró-. Aplícatela de nuevo antes de acostarte y mañana cuando despiertes. Pásate mañana por la tarde por mi casa, le echaré un vistazo a tu muñeca… No hay fractura, así que en unos días estará como nueva…

-Gracias…

-Bueno… -Se levantó y se acercó-. Es mejor que me vaya o te va a dar algo… Te dejo de enfermera.

-Claro… -Me sentía mal por hacerle pensar que desconfiaba, pero no podía evitar mi naturaleza, mucho menos con ella-. ¿No tendrás una cofia o algo parecido en ese maletín tan chulo? –Me negó y sonrió un poco, no estaba molesto. Miré a mi chica, que parecía sonreír-. ¿Mejor?

-Sí… -Tocó su vendaje-. No sé cómo le explicaré esto a mi madre…

-No sé… -Me senté con ella y tomé su mano-. ¿A que hora viene? ¿Tarde? –Asintió-. Puedes decirle que te lo has hecho en clase… así no se preocupará tanto… ¿Tienes hambre?

-Un poco… ¿Quieres cenar?

-Bueno… Pero mejor déjame a mí… no quiero que te cortes o te quemes… o lo que sea que pueda pasarte.

Me gustaba verla ligeramente molesta porque quisiera ayudarla, por mucho que pudiéramos compararlas con Claire… no eran como la niña. Ella había aprendido a dejarse querer… aunque nosotros lo teníamos más difícil en ese aspecto. Cenamos y saqué un poco de helado, apoyándolo en su muñeca mientras ella me miraba como si estuviera loco.

-Así se irá antes… -Sonreí-. Oye… es que… ¿Qué has hecho para caerte? ¿Has subido corriendo?

-Algo así… no sé… estaba pensando en qué te iba a decir, cómo disculparme… no me he fijado en dónde pisaba, imagino… -Se había caído por pedirme perdón… genial-. Lo siento, en serio.

-No… yo soy el que debe pedir disculpas, la próxima vez prometo llamar antes de entrar… entiendo que te hayas enfadado… no es muy normal que se cuelen en tu casa…

-No ha sido por eso…

-¿A no? –Seguro que se había sentido acosada… ella no hablaba y me angustié-. ¿Entonces?

-Bueno… -bajó su mirada y pareció avergonzada, seguro que me iba a mandar a freír espárragos…-. No sé, es que me da rabia que siempre me veas así, que siempre aparezcas cuando estoy así, no quiero dar pena… me resulta frustrante que siempre tengas que venir a calmarme… -Susto… pero… no entendía nada-. Me da la sensación de que… no sé… Parece que sólo seas mi amigo porque te guste salvarme de estas situaciones, que eres mi amigo porque te doy pena.

-¿En serio piensas eso? –Asintió de un modo que me heló el corazón-. ¿Y tú porqué eres mi amiga? Tú dices eso, pero yo puedo pensar lo mismo… que sólo eres mi amiga… yo que sé… por mis fiestas.

-No es lo mismo…

-Claro que sí… Te aseguro que no tiendo a gastar mi tiempo en personas que me dan pena. Jason ahora me da pena, él me da pena y ya no quedo con él. Pero creo que deberías diferenciar la pena por la preocupación. No es lo mismo que una persona te de pena a que te preocupes por una persona… y me preocupo por ti porque eres una buena chica, eres divertida, inteligente, fuerte, amable… -Me pidió que parase y sonreí-. Si quieres puedo seguir diciéndote cosas así toda la noche…

-Yo… -Saltó a mis brazos y sentí que era el hombre más feliz del planeta-. Eres el mejor chico del mundo, bueno, amable, comprensivo, cariñoso, divertido, alocado, hablador, agradable… -Cogió aire, se sonrojó y se separó-. Aunque a veces eres demasiado adulador, a veces muy infantil y eso me hace rabiar… pero eres genial.

-Ves… Ya sabía yo que se me olvidaban un par de cosas… -¿Sólo dos? Sus ojos, su sonrisa, su nariz… pero debía decirle algo que no la violentara-. Sincera y espontánea…

-Ya… vale ya… ¡zalamero!

Reímos un poco y nos pusimos a hablar hasta que la conversación llevó a hablar de películas y ella puso una de las que más me gustaban. La iba escondiendo aunque yo ya había visto cual había cogido, pero me hice el tonto para ver su cara llena de felicidad que me hizo reír. Cuando la película terminó le apeteció jugar al Black Jack, algo que a mi no me convencía por su muñeca.

-Venga… va… Te voy a ganar… no puedes jugar con la mano vendada, siento que estás en desventaja… -me retó con la mirada-. ¿En serio quieres jugar?

-¡Claro que sí! Y estoy segura de que te ganaré…

-¿En serio? –Asintió convencida-. Bueno… entonces… Vamos a apostar algo…

-¿Apostar? –No se imaginaba nada-. No sé… ¿qué quieres apostar?

-Decir sí… -Pareció noqueada-. El que pierda tendrá que decir a todo que sí durante… -Lo pensé-. ¿Una semana?

-¿Pero a todo lo que diga el otro… o a todo lo que diga todo el mundo?

-Eh… -¿Hacer caso a Leah…? Uf… Ni de coña-. Mejor sólo a lo que diga el otro… además así seguro que no infringimos el trato…

-Vale… ¿Repartes tú?

Repartí y su mirada me indicó que eran malas cartas, podía ganar sin problemas… pero quería que fuera ella la que ganara. Sugerí al mejor de tres, así que me iba a dejar ganar las otras dos. Ganó la segunda y la tercera mis cartas no eran muy buenas… pero las suyas eran peores y perdió. Lo pensé mientras ella se quejaba, no era tan malo que hubiera ganado, ella tendría que hacerme caso, tendría que cuidarse…

-¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¿Por qué?

-¡Sí! No vas a poderme negar nada en una semana… es una apuesta y si no la cumples habrá consecuencias… ya sabes…

-¡Genial!

-¿Qué tal si empezamos ya?

-¿Mañana?

-No… quiero oírtelo decir…

-Sí…

-¡Genial! Déjame pensar… -Ella odiaba las fotos y nunca me enseñaría fotos suyas... pero ahora no podía negarme nada…-. ¿Sabes? Podrías enseñarme tus fotos de cuando eras niña…

-¿Qué? –Parecía que le hubiera pedido lo peor que podía pedir-. Vale…

Me reí con ganas al ver una foto que salía con un chichón como el que tenía ahora y otra que tenía sonriendo sin dientes que me recordó a una que tenía parecida. Estaba tan guapa como ahora, había sido una niña encantadora y ahora era una chica encantadora.

-Bueno… Ven… vamos a dormir… -Conforme subíamos se iba acercando más a mí, incluso me rozó al entrar en su habitación-. Bueno… yo voy a dormir en el sofá… -Se metió en la cama y salió una pequeña mueca-. Aunque… ¿Quieres que duerma contigo? –Se sonrojó y lanzó su almohada-. ¿Eso es que me pides que sea tu almohada?

-Seth… -Puse una mano en mi oreja para oír lo que más quería oír-. ¡Sí!

-Bueno… si me lo pides así… -Esto no estaba tan mal… ella se sonrojaba pero no parecía sufrir mucho… y yo estaba en la gloria-. ¿Quieres que sea tu almohada, entonces? ¿Quieres abrazarme?

-Sí… -Suspiró pero me abrazó, era genial…-.

-Bueno… ¿También querrás darme un beso de buenas noches? –Se quedó helada y pensé por un momento que me había pasado, pero me dio un beso rápido haciendo que su corazón se acelerase-. Yo creo que me ha sabido a poco… Ha sido un poco corto… ¿no crees?

-¿Qué? –Su corazón iba desbocado-. Sí…

-Bueno… ¿Me das otro?

-Sí… -Se sonrojó y me miró que no sabía si me iba a pegar o qué… pero sus labios se estamparon en mi mejilla haciendo que ahora fuera mi corazón el que latiera frenético-. ¿Feliz?

-No… ¿Me dejas que te de un poco de pomada en la frente? ¿Cómo si fueras una niña pequeña? ¿Sin protestar? –Me miró mal pero era lo que yo quería hacer…-. Eso es un sí… -Cuando le estaba dando la pomada sus ojos no paraban de fijarse en los míos, lo que me hacía complicado el centrarme en que sólo debía cuidarla como a una hermana o a una amiga-. ¿Me estás mirando a los ojos por algo?

-Sí…

-¿No será que me adoras?

-Sí, Seth… -Se sonrojó y mi pecho estalló de alegría-. Claro…

-Vaya… No esperaba que me dieras la razón en eso… Estaba pensando en que si rompes tu promesa… no sé. Tengo que pensar un castigo. Quizá te haga algo tipo darte un achuchón enorme en la puerta de clase, o decirles a tus compañeras que en Forks eres la más ligona… -Me miró mal pero se iba a tener que acostumbrar, si ella seguía queriéndome como parecía, no me iba a alejar de ella nunca-. ¿Te parece bien?

-Sí… -Parecía un poco enrabietada, pero me parecía más gracioso que otra cosa-. Sería genial.

-Bueno… Esto ya está… ahora que tu frente además de morado tiene algo de blanco… estás preciosa… -Eso era otra de las cosas que quería hacer… que se diera cuenta de lo preciosa que era-. Mírate al espejo… ¿A que estás preciosa? Dime que estás preciosa…

-Sí… Mucho…

-En serio… Estás preciosa siempre… -Me tumbé y me miró de un modo raro, como momentos antes de que se abrazara a mí antes-. ¿Te apetece dormir aquí, conmigo?

Se tumbó sobre mi pecho y yo acaricié su nuca hasta que se rindió al sueño. Estaba quedándome dormido cuando ella se removió y dijo algo entre susurros.

-Las chicas de mi instituto nunca se creerían esto… -Suspiró-. Se está genial entre tus brazos…

Se acurrucó un poco más y parecía completamente dormida. Reí y besé su pelo, estaba de acuerdo con ella en que era genial que estuviera entre mis brazos, era una sensación placentera en grado sumo. Me quedé dormido hasta que la luz empezaba a iluminar levemente la habitación. Me separé de ella con todo el dolor de mi corazón y la arropé, bajando hacia la cocina y dejándole una nota en el ramo.

Cuando dormías me has dado una genial idea… arréglate y ves a clase… Tengo una sorpresa.

Subí a su cuarto y le puse el reloj un poco más tarde de lo que lo tenía, bajando rápido a mi coche y yendo a un Starbuck’s que había en el camino. Empecé a mirar y algo me dijo que debía comprar las magdalenas de arándanos. Salí directo a su instituto y pude ver a algunas de las chicas que habíamos visto en aquella heladería días antes. Se quedaron paradas cerca de mi coche, mientras una moto paraba a mi lado.

-Te va a matar… -Nessie rió-. ¿Lo sabes?

-No sé… pero es que ayer gané una apuesta, así que digamos que hoy hará casi todo lo que yo quiera… y se tiene que acostumbrar a que venga a buscarla… ella y ellas…

-¿Una apuesta? –Jake rió-. Bueno… pues aprovecha tu día de fiesta…

-¿Me das fiesta?

-Sólo por hoy… -Hizo una mueca-. Sé que estás preocupado… así podrás quedarte con ella hasta que vuelva su madre…

-Gracias…

-Bueno… voy a parar más abajo…

Pude verla llegar con la sorpresa en su rostro, así que la saludé mientras Kevin aparecía por detrás mirándome riendo mientras palmeaba en la espalda a mi chica. Salté del coche y me acerqué a ella con una enorme sonrisa mientras las chicas me miraban.

-¡Hola preciosa! ¿Me dejas darte un abrazo?

-Sí… -se sonrojó-.

-¡Genial! –Aproveché y la estreché fuerte entre mis brazos, levantándola en el aire haciendo que las chicas la mirasen con envidia-. ¡Estás preciosa hoy! –Las chicas miraron más y me acerqué a ella para susurrarle al oído-. ¿Me das un beso?

-¿Qué? –Pareció asustada y avergonzada, iba a decir que no pero yo estaba dispuesto a hacerlo de todas formas…-. Sí… -Me dio un rápido beso, pero dejé mi mejilla quieta haciendo una mueca, quería un beso de verdad, no uno para que me largase. Ella dio un beso algo más sentido y mi corazón latió rápido-. ¿Contento?

-Bueno… -Nessie parecía asombrada, así que le guiñé un ojo y se empezaron a reír-. Jake me ha dado el día libre… él se va para estar el resto del día en el taller… -Suspiré para darle algo de pena-. Iba a desayunar solo… pero he pensado que quizá querrías acompañarme… -Parecía que iba a decir que sí… pero quería que las chicas se fueran acostumbrando a vernos juntos, así que repetí alto-. ¿Quieres picarte las clases y venir a desayunar conmigo?

-Seth… -Ella parecía avergonzada pero las chicas decían que parecía que sí era su novio-. Claro… ¿por qué no?

-Entonces… ¿Tenemos una cita?

-Seth… Sí, claro…

-Entonces… -Quería hacer algo que llevaba días esperando…-. ¿Puedo cogerte la mano para llevarte hasta mi coche? –Pareció furiosa, iba a decir que no…-. ¿No?

-¡Dios! –Suspiró algo enrabietada y cogió mi mano, tirando de mí hacia el coche como si tuviera prisa. Yo la iba frenando, no sabía cuando iba a poder cogerle de la mano de nuevo… quería disfrutarlo aunque ella se enrabietase-. Te odio… juro que te la devolveré.

-¡Claro cariño! –Estaba tan mona así de picada-. Lo que mi chica quiera… -La acerqué hasta la puerta, abriéndola para ella y acercándome a su oído-. ¿Puedo darte yo un beso?

Me miró sorprendida y pude ver que de su boca iba a salir un no, así que le di un beso en la mejilla que la hizo sonrojar y a mí me hizo sentir el hombre más feliz del mundo. Arranqué y salimos rápido, sabía dónde ir…

-¿Me dejas llevarte a cualquier lugar del mundo?

-¡Claro! Me estás secuestrando, me has hecho hacer el mayor de los ridículos en la puerta de mi instituto, me has hecho besarte delante de todos… -Parecía un poco molesta, pero feliz en el fondo-. ¿Por qué no?

-¡Ese es el espíritu! Esto te va a gustar…

Aceleré y me metí por el sendero por el que fui días atrás, cuando ella estaba con su padre y yo estaba algo ansioso… quizá corrí demasiado… Ella miró todo con cara de asombro cuando paré el coche.

-No es Olympic… pero también es un Bosque Nacional… -Le señalé las flores que le había llevado-. Quería enseñártelo… -Bajé del coche y ella me siguió, así que tomé su mano y a ella no pareció importarle. La llevé hasta el extremo del parador-. Es genial… no hay un sito mejor para desayunar.

-Seth… no veo ninguna cafetería…

-¡Ay! ¡Mujer de poca fe! –La arrastré hasta mi maletero, donde había metido la compra-. He ido a por algo que sabía que te iba a gustar… ¿He acertado? –Asintió ruborizada y acaricié su mejilla-. No hace falta que te sonrojes… -Parecía feliz, aunque quizá algo incómoda-. A ojos de todas tus compañeras esto es una cita… así que al menos, tienes un bonito detalle para contarles mañana…

-¡Idiota! –Me pegó enrabietada-. Te juro que algún día pagarás por eso…

-Bueno… de momento… -Le di una vuelta y la solté, no quería que estuviera incómoda, así que cargue mis manos para mantenerlas distraídas. Nos sentamos en un banco y empecé a enredar con las magdalenas, sabía que si no me centraba en eso acabaría abrazándola o alguna cosa así… y ella seguramente se sentiría mal... ¿Por qué no dejaba de mirarme? Paré y ella seguía mirándome de un modo que me hacía sonreír inevitablemente-. Deja de mirarme…

-Si dejaras de hacer el tonto…

-Bueno, te he traído para que los dos desayunemos viendo cosas preciosas…

-Deja de mirarme tú ahora…

-Bueno… estaba mirando algo precioso…

-¡Calla! –Reímos mientras se sonrojaba-. Como te dije ayer… eres demasiado zalamero.

-Zalamero… Es una palabra curiosa…

-No tan curiosa como tu personalidad…

-¿Perdona? Gracias a mi personalidad, apenas se han parado a mirar el moratón de tu frente o la venda de tu mano… -Pareció avergonzada y se tapó la frente. Yo quité su mano, no quería que se ocultara-. Apenas se nota hoy, pero seguro que si hubieras pasado el día allí… alguien se hubiera dado cuenta.

-Gracias… creo. Me has librado de que me llamen monstruo por todo el año…

-Mordería a cualquiera que te dijera eso… Y sabes que soy capaz de noquear a cualquiera que ose meterse contigo…

-Me parece una tontería que hagas eso…

-Pues a mí no… -Me miró curiosa-. Es mi deber, tengo que proteger a mi chica…

-¿Tu chica? –Mierda…-.

-Bueno… se supone que esto es una cita, así que, al menos hoy, eres mi chica…

-Pero no queda bien que me lo digas… tú ya tienes una chica de verdad… no deberías ir diciéndole eso a cualquiera…

-No lo digo a cualquiera… de hecho, es la primera vez que lo digo… -Bufó molesta-. Es verdad, ¿no te lo crees? –Alzó una ceja pero había un indicio de sonrisa en sus labios, en el fondo me creía, así que sonreí satisfecho-.

-No voy a picar…

-No quiero que piques… me vale con que te lo creas… Es la verdad.

-¿Quieres hacerme creer que yo soy tu chica? –Asentí ahora despreocupado-. Eso es… -Estaba enrabietada y yo disfrutaba con eso-. No deberías ir diciendo eso…

-¿Por qué?

-Porque no es verdad y eso puede hacer daño a las chicas, mira a Kira, pensaba que ella era tu chica ideal, o esa tal Leslie de la que hablaba Jason…

-Nunca les dije a ellas que fueran mis chicas… quizá hubo quien lo dijera, pero no salía de mi boca… así que no cuenta.

-¡Déjalo!

-No quiero dejarlo… No entiendo porqué te mosqueas porque te diga lo que pienso…

-Porque no es la verdad… aunque fuera cierto que lo pensaras, no es así… la realidad y los pensamientos van por caminos distintos, aunque a veces se confundan… -¿Realmente no se daba cuenta de lo mucho que la quería? Parecía muy confusa…-. Quiero decir…

-Mira, déjalo… -No era momento de explicarle todo…- no he dicho nada…

Me levanté, quería decírselo, pero… me fui y entré en fase, así evitaría que mi estúpida boca dijera más de lo que debía decir. Pude notar una presencia en mi cabeza, Quil estaba vigilando a la clase de Claire que había ido de excursión a Olympic. Salí y ella me miró algo sorprendida, pero acarició mi hocico con cariño. Me senté y apoyé mi cabeza en sus rodillas, estaba tan guapa… Acercó su cara y la frotó contra mi cuello.

-¡Vaya!

-¡Sí!

-Eso que sientes… no es amistad, tío…

-Lo sé… -Lamí su cara, aunque lo que quería era besarla-. La quiero, lo sé. Pero la noto rara…

-Espera a que ella dé el primer paso… -Se apoyó sobre mí-. Y no es eso…

-Ya… lo sé...

-Me encanta… eres como un enorme peluche, eres tan suave y cálido… -Suspiró y me hizo lamer su cara de nuevo-. Me encantaría tenerte de mascota, debe ser genial tener un lobo tan grande, cálido y listo… porque sé que tú me entiendes cuando hablo, aunque ahora no puedas contestarme… no sé. Es genial… -Me abrazó, quería que lo hiciera así cuando no era su… ¿mascota?-. Simplemente me encanta…

-Sí… -Quil rió-. Claire también dice que le encanta tenerme de mascota…

-Calla… -mascullé-. A ti te queda mucho aún…

-Me voy… tengo que volver al taller… te veo mañana… ¡Disfruta de tu día libre!

-Lo haré…

Escuché a lo lejos pasos y niños corriendo, sería mejor desaparecer… Me alejé y salí de fase, ella me miraba algo sorprendida y cogí mi camiseta… no era muy adecuado estar así cuando niños se acercaban. Me senté a su lado y ella me miró extrañada, hasta que se dio cuenta del barullo más cercano ahora. Los niños aparecieron corriendo y juguetearon por alrededor.

-Creo que las profesoras tienen envidia… seguro que ellas también quieren un día libre…

-Sí… -Reí pensando en Claire-.

Los niños desaparecieron media hora después, dejándonos de nuevos solos. Ella parecía incómoda de nuevo… y mi necesidad de contarle todo se hizo patente de nuevo. Así que tomé la misma opción que antes. Ella parecía más cómoda así, me abrazaba con más ansia incluso que por la noche.

Pero parecía que este bosque estaba más concurrido de lo que había pensado… pude escuchar un coche y me alejé, saliendo de fase y llamándola a mi lado. Ella me miró raro pero corrió hacia mí.

-¿Qué?

-Es… -Se oía una radio, como la de Charlie-. He oído un coche…

-¿Era aquí?

-Sí… los profesores que han llamado han dicho que era en este parador…

-Ahí está el coche… -El guardia se asomó a la ventana-. Igual eran simplemente excursionistas…

-¿Una adolescente haciendo una excursión privada?

-O una clase de anatomía… -Empezaron a reír-. Vamos Peter… son chiquilladas…

-Pero el coche está mal aparcado… no debería haber entrado con él tan lejos…

-Ponle un recibo, sabes que la grúa no podrá entrar hasta aquí…

-No sé… -dije ante su mirada-. Voy a recibir una multa por mal estacionamiento o algo así… creo que los profesores les han llamado…

-¿Por qué?

-No quieres saberlo… créeme…

Esperamos un rato a que se hubieran marchado, posiblemente si me cruzara con ellos ahora nos meteríamos en un buen lío… No estaban cerca, así que la acompañé al coche y la dejé dentro, dando un paseo para ver si estaban cerca o se habían ido… al parecer no había nadie a dos kilómetros a la redonda.

-¡Bú! Despejado… -Sonreí al ver que se había asustado-. ¿Qué escuchas?

-Los conciertos del fin de semana… -Suspiró-. Va a haber muchos en Seattle, al parecer quieren celebrar San Valentín por todo lo alto…

-¿El viernes es San Valentín?

-Sí… -Suspiró y subió el volumen-. Esta canción es preciosa…




A mi madre le encanta esta cantante…

-¿Sí? –La canción me hizo sonreír, ella parecía feliz con esa letra… ¿Sentía eso realmente?-. Canción muy adecuada para el viernes… ¿no?

-Sí… -Rió-. Casi todas sus canciones son adecuadas para el viernes… Esta también aunque tiene más ritmo… -Parecía querer bailar-. Me encanta.

-¿Te apetece bailar? –Me miró mal-. No hay nadie que pueda verte aquí…

-Tú puedes verme…

-¿Y? –Eso era lo que quería…-. ¿Vas a hacer que te lo pida?

Su mirada me torturó, pero salí del coche y la saqué, subí el volumen y cerré los ojos, quería que estuviera cómoda y no miraría hasta que notara que se movía. Me giré para darle más intimidad, hasta que noté sus movimientos en el aire y cómo cantaba. Me giré y abrí un ojo, viéndola feliz. Ella paró e hizo una mueca, pero pronto siguió como si nada.

-Oh, I'm gonna getcha, I'm gonna getcha real good. Yeah, you can betcha, oh, I'm gonna getcha
(I'm gonna getcha) just like I should, I'll getcha good. Oh, I'm gonna getcha good! –Reímos y el presentador anunció otra-. También es muy buena…

-Apenas la he escuchado… Bueno, suena a que va a ser una pastelada… pero… ¿Bailas? –Me miró mal pero quería tenerla cerca-. ¡Vamos!

-Pero no me pises…

-Yo nunca he pisado a nadie bailando… soy el rey de la pista… -Tomó mi mano y pude notar su mano algo fría-. ¿O acaso lo dudas?

-No sé…

La acerqué a mí y chocó levemente, haciendo que me riera al escuchar la primera frase.




La acerqué más a mí y ella estaba sonrojada, con una sonrisa leve y una mirada que me hacía ilusionarme. Me acerqué ligeramente… estaba dispuesto a besarla en ese mismo momento… pero su móvil sonó, devolviéndome a la realidad. Ella parecía paralizada, seguramente ella también estuviera pensando en besarme… pero no lo hacía, ni se movía para coger su teléfono.

-¿No vas a cogerlo?

-Sí… -Se separó de mí reacia, quizá me hubiera besado si no hubiera dicho nada-. ¿Sí?

-¿Vas a tardar mucho a volver de tu escapada? Estamos comiendo… pensé que vendrías a las clases de después…

-Bueno… la verdad es que no sabía ni qué hora era… Me imagino que no llego, porque no sé exactamente dónde estamos… pero estamos lejos…

-Ya… -Nessie volvió a reír-. Bueno… cuando regreses de tu escapada, llámame… tengo que pedirte un favor… ¿vale?

-Claro…

Ese pequeño demonio había roto nuestro momento. Ella parecía ahora incómoda de nuevo, así que abrí la puerta para ella y me metí al coche, escuchando otra canción que hizo que se sonrojara… ¿Sentía eso? Yo quería decírselo… y me daba miedo. Quizá era lo que yo sentía y no lo que ella… pero se sonrojaba, así que subí la música y ella hizo una mueca… también lo sentía…

Paré en casa de Carlisle para que le revisara la muñeca, que ya estaba bien. Después la llevé a su casa y paré en su puerta, haciendo que ella me mirase raro.

-¿Sabes? No creo que sea muy bueno que los vecinos le digan a mi madre que me han visto con un chico en su coche en horas de clase… y mucho menos que ese chico aparcaba en casa como si no le importase nada de lo que puedan decir…

-¿Debería importar lo que digan?

-Siendo que es probable que mi madre acabe sabiéndolo… -Su madre y su tía… y ya me odiaba lo suficiente…-. Tampoco hace falta que temas tanto a mi madre… dudo que te diga nada a ti…

-No sé… pero creo que no sería la única de tu familia en enterarse… No le caigo muy bien a tu tía Cyntia… creo que esto haría que me asesinara…

-Es posible… -Paré en casa de Emmett-. ¿No se enfadarán?

-Puede… pero me dan menos miedo que tu tía… -Bajamos del coche y ella parecía preocupada-. ¿Quieres que te deje ir primero, para que no nos vean entrar juntos… o algo así?

-¿Estás auto-invitándote a mi casa?

-Bueno… -No quería irme… eso estaba claro-. ¿Puedo ir?

-Sí… -Rodó los ojos pero no estaba molesta-. Claro.

Cuando llegamos quería hacerla rabiar un poco… así que subí corriendo a por la pomada y se la puse con cuidado… sabía que se molestaría, pero no quería que su madre se asustara al verla y que pensara que era una irresponsable o algo así… ella suspiró molesta y yo sonreí.

-¿Disfrutas haciendo esto? –No podía negarlo… me encantaba cuidar de ella, aunque también hacerla rabiar-. Te encanta hacerme sentir como una inútil o algo así… ¿verdad?

-No es eso… -¿Por qué pensaba así?-. Me encanta que te enfades cuando tratan de cuidar de ti…

-Esto no es cuidar de mí… Esto es hacerme sentir como una inútil niña que no sabe abrir el bote de pomada…

-Bueno… eso crees tú. Pero yo prefiero pensar que estoy cuidando de ti… no haciéndote sentir inútil… aunque realmente, verte enfadar como una niña molesta… me resulta divertido…

-Vale… ahora me siento como un mono de feria, o algo así…

-No… simplemente eres encantadora…

-Zalamero…

Entró algo sonrojada al salón y la seguí, sentándonos a ver la tele un rato, aunque yo no pude dejar de mirarla en todo el rato. Ella habló con su padre y con su madre, la cual iba a regresar más temprano de lo planeado… Tenía que irme…

-Es hora de que me vaya…

-Si quieres puedes quedarte a saludar a mi madre… puedes explicarle mi chichón, que me haya picado las clases… lo que quieras.

-No… pero no me iré hasta que ella esté aquí… no me fío de que puedas estar tú sola durante una hora… -Puso una cara que me hizo reír-. Posiblemente tropieces con la alfombra y te des otro golpe… así que por si acaso me quedaré…

-Como te decía… siento que soy un mono de feria en las últimas…

Reí y la acerqué a mí, no quería irme… estuvimos así hasta que miré el reloj, se acercaba la hora de irse y no quería irme… pero tampoco veía muy adecuado quedarme a recibir a su madre… así que me levanté. La abracé fuerte repitiendo que la vería el viernes. Me marché dejando allí parte de mi corazón, de mi vida. Esperé hasta que vi a su madre entrar y me marché.

El martes estuve algo angustiado, quería llamarla pero después de haber pasado todo el fin de semana junto a ella posiblemente se sentiría agobiada… y yo no quería eso. Me centré en el trabajo intentando dejar de pensar en su sonrisa, en sus labios tan cerca de los míos… ¡Trabajo!

Cuando salí de trabajar fui a ver a mi madre, recibiendo alguna patada de Ephraim que rondaba por allí. Cuando volvía a casa me crucé con Paul, que insistió en que pasara a ver a sus gemelos. Cuando los vi… estaban enormes y preciosos, todo había que decirlo. Rebeca y Embry también pasaron y estuve un rato con ellos, hasta que me cansé un poco de ver tanto amor y me largué.

Cuando llegué a casa me desplomé en el sofá, pensando en que quería que fuera ya viernes y tenerla de nuevo entre mis brazos… dormir con ella, acariciarla, besarla… Estampé mi cara contra el sofá, me iba a volver loco… loco por ella.

Un pitido raro salió de mi móvil. Cuando fui a cogerlo colgaron. Era ella… ¿a estas horas? Algo pasaba… Llamé corriendo.

-¡Ey! ¿Qué pasa?

-Hola… buenos días.

-Buenos días… -Sonreí-. ¿Qué tal, preciosa?

-Bien… ¿Y tú?

-Sorprendido… -Reí-. ¿Estás bien? Suenas como si hubieras pasado mala noche… y me llamas a estar horas… que no me molesta, puedes llamar cuando quieras pero…

-Ayer discutí con mi madre…

-¿Qué pasó?

-Era tarde, me mandó a la cama y bueno… estaba leyendo, no la hice caso y… quemó mi libro. Fue sin querer… fue un arrebato y sé que lo hizo sin pensar… que si hubiera hecho caso no lo hubiera hecho… pero no sé… me asusté…

-¿Estás bien?

-Bueno… preocupada y algo triste… era mi libro favorito. No sé, además había empezado a leer porque la había notado rara y habíamos discutido un poco y para no molestarla más me bajé al salón a leer… no sé…

-¿Se lo has dicho al Doctor Cameron?

-No…

-Háblalo con él… quizá hay algo que no te dice a ti y sí a él… seguro que puede ayudarte… ¿Vas ahora a clase?

-Sí…

-Bueno, pues llámale antes y no te preocupes de nada más en todo el día, ¿vale? –Hizo un sonido gutural-. ¿Prometido?

-Sí…

-Que pases un buen día, preciosa…

-Igualmente…

Colgué y me quedé algo preocupado, pero Jake habló con Nessie a la hora de comer y ella dijo que parecía animada, así que me relajé bastante. Cuando llegué a casa busqué por Internet aquel libro del que me había hablado… no encontré nada, ni una sola librería que lo tuviera. Busqué a la autora y encontré una dirección de contacto, así que le mandé un email y le expliqué a grandes rasgos lo ocurrido y lo que significaba su libro para Dar. Pocas horas después, antes de dormir miré el correo, me había mandado una respuesta bastante amplia, diciendo que aún tenía unos cuantos ejemplares, pero que iba a dedicarle uno y enviarlos todos a una editorial de Nueva Orleans. Tenía que ponerme en contacto con la editorial para que me lo facilitasen, ya que así yo no me dejaría tanto dinero en los gastos de envío.

Me puse a buscar información sobre la editorial y conseguí un teléfono, pero era demasiado tarde para llamar. Al día siguiente me levanté temprano y llamé, ellos me dijeron que habían recibido el aviso de la llegada del lote de libros, pero que posiblemente no les llegaría hasta esa noche o el viernes por la mañana. Me desesperé, quería tenerlo para el viernes… Llamé a la compañía de envíos urgentes y me dijo que tardarían aproximadamente un día en traer un paquete desde Nueva Orleans. No daba tiempo…

Llamé a Ruth, una amiga de Kira que trabajaba en una librería de Port Ángeles, quizá ella me podía ayudar… me dijo que iba a buscar información, que podía pasarme a comer con ella y hablar… así que accedí. Hablé también con Esme, y me dijo que podía dar su dirección por si acaso no llegaba a tiempo, que no había ningún problema.

Antes de ir a Por Ángeles estaba ansioso, así que me decidí a llamarla y a preguntarle por su madre y por cómo estaba ella.

-¿Sí?

-Hola preciosa…

-Hola zalamero… -Rió, eso era buena señal-. ¿Qué tal?

-Bien… un poco liado… ¿Cómo va tu madre?

-Bueno… he conseguido unas entradas para un concierto, quería invitarles a mi padre y a mi madre, pero al final mi padre no puede y he estado pensando que igual podría ir con ella… no sé.

-Eso está bien… es una buena idea…

-Te noto… nervioso…

-Sí, un poco… es que estoy un poco desquiciado, estoy haciendo muchas llamadas hoy para conseguir un regalo para mi chica… -Reí-.

-Vaya… debe ser un regalo genial para que te molestes tanto…

-Qué va… es una tontería, todo lo que estoy haciendo no tendrá importancia cuando se lo dé… estoy seguro de que va a gustarle, así que no es nada… -Me mordí la lengua-. Bueno, debo colgar, he quedado con Ruth para comer…

-Genial… Pásalo bien…

-Que tengas un buen día, preciosa…

-Igualmente…

Cuando llegué Ruth y Kira me esperaban en el restaurante, así que les conté lo que pasaba y les pregunté si conocían una manera más rápida…

-Como no te vayas volando allí… -Lo medité y ella me miró raro-. Es broma…

-Ya, ya…

-Estás loco… -Kira parecía molesta-. ¿En serio cogerías un avión para ir a buscarle un libro?

-No sé… ya me conoces… se me va un poco a veces… -Sonreí-. ¿Has hablado con Hugh?

-Sí… quiere que volvamos… dice que no es necesario que me vaya a vivir con él, que sólo quiere estar conmigo… pero no sé… Quiere que quedemos el viernes…

-Deberías salir con él… -Ruth sonrió y me miró curiosa-. ¿Tú sigues soltero? Porque a mí no me importaría nada hacerte compañía el viernes…

-La verdad es que… tengo planes para el viernes…

-¿Con ella? –Kira me miró raro-. ¿En serio?

-¿Con la del libro? –Ruth me miró extrañada-. Pensaba que era una amiga, sin más… ¿No es un poco pequeña? No sé…

-Sí… es un poco pequeña, es ilegal en muchos países… pero me da igual. Voy a esperar lo que haga falta, pero ella es la única a la que puedo querer, es lo que tengo claro… -Me miraron ambas con algo de sorpresa, haciendo que me sintiera como un delincuente-. En el momento que ella quiera algo más estaré ahí… y aunque no quiera yo seguiré esperando, no pienso presionarla pero tampoco voy a salir con otras… Es lo único que tengo claro.

Estuvimos en silencio por un rato, parecían decepcionadas conmigo, yo me sentía mal pero no podían comprender lo que sentía por ella, así que me daban igual sus miradas juiciosas. Pasé con ellas el resto de la tarde y me marché a casa algo apenado, no había conseguido arreglar nada, así que llamé a la editorial antes de que cerrara. Me dijeron que esperaban que los libros llegasen a primera hora, pero que tardarían un día en llegar, por lo que les facilité la dirección de Carlisle suponiendo que llegaría el sábado… hubiera preferido que llegase el viernes, pero no había más opción.

Una vez dejé todo preparado llamé a Darlene, que me respondió con una voz extraña, triste y melancólica… odiaba escucharla así.

-¿Qué pasa?

-No sé… tengo un día tonto… He tenido que escribir una carta para mi madre, ya que Cameron me ha dicho que se sentía culpable por mí… he hablado de mi hermanita en una reunión de mi madre…

-¿Estáis bien?

-Sí, después hemos hablado con Cameron y todo ha ido bien…además he arreglado lo del concierto ¿sabes?

-¿A sí?

-Sí… mi tía Cyntia irá con ella… parece que está más animada con la idea de irse a Seattle… no sé, la veo bien…

-No lo entiendo… Si tu madre está bien y se va de concierto… ¿Por qué estás triste?

-No sé…

-Oye… dime la verdad… algo anda mal, lo noto en tu voz…

-No sé… -Suspiró-. Quizá sea que me da miedo el que mi madre se deprima en el concierto, o que me gustaría que todo fuera como describí en la carta y tener una hermanita correteando y molestando por la casa, que mi padre y mi madre tuvieran una cita… no sé Seth. Simplemente estoy un poco rara… pero se me pasará…

-Ya… -Suspiré-. Lo siento, me gustaría estar más cerca para poder ir a dar una vuelta y distraerte… estoy por aparecer en tu casa en un par de horas con un helado de frambuesa, que sé que te gusta… ¿Te parece?

-No… -Rió y eso me hizo sonreír-. Es igual… estoy bien.

-¿Seguro?

-Sí… sólo necesito descansar, no te preocupes. A veces me pongo un poco rara cuando estoy cansada… mañana estaré mejor, seguro.

-Eso espero… no te molesto más para que duermas, ¿vale? Buenas noches…

-Buenas noches…

Me quedé algo preocupado mirando mi móvil. Quería mandarle un mensaje tras otro, hacerla reír a toda costa… pero si estaba cansada era mejor dejarla dormir… quizá simplemente era eso, que estaba cansada. Mi móvil sonó a las seis de la mañana, despertándome. Jake me dijo que se había parado un autobús a las afueras de Forks y que lo estaban llevando al taller… era una emergencia, así que tenía que ir sí o sí…

Acudí justo cuando llegaban, así que empezamos a hacerle una revisión rápida, viendo dónde estaba el fallo. Había que desmontar casi todo el motor, así que nos lo repartimos entre los cuatro. Saqué mi móvil antes de empezar a desmontar mi parte y le escribí un mensaje.

¿Qué tal has amanecido? Espero que más animada… nosotros hemos tenido una emergencia en el taller, así que creo que pasaré el día de San Valentín encerrado en el taller en vez de estar con mi chica… Odioso… Espero que acabemos pronto, intentaremos pasar a veros por la noche… si hemos acabado. Besos.

Esperé un poco su respuesta, me desesperaba bastante que tardase tanto a contestar, pero no me quedaba otra… sonreí al leer su mensaje.

Estoy mejor… La verdad es que hoy hace hasta un poco de sol, así que parece que va a ser un buen día… espero que puedas llegar a ver a tu chica… Intenta que Jake llegue hoy… sería un detalle para Nessie. Entenderé si no puedes llegar por ver a tu chica, aunque si soy sincera, me apetecía verte. Que pases buen día.

Yo también esperaba poder verla, aunque parecía que no le quedaba muy claro que ella era mi chica, a pesar de que se lo hubiera dicho ya… o quizá sí y simplemente jugaba con eso. Tenía razón, teníamos que trabajar mucho para llegar a verlas hoy… no podíamos fallar.

Estaba empezando a caer el sol cuando acabamos con el autobús. Nos pagaron bastante bien y se marcharon a Seattle, así que me fui a casa a darme una ducha. Llamé a Esme, pero me dijo que no había llegado nada… así que me entristecí un poco. Oí el motor de la moto de Jake y bajé corriendo, salimos pitando y haciendo carreras de nuevo, era lo único que nos distraía de la ansiedad que sentíamos al querer tenerlas ya a nuestro lado. Bella le había dicho a Jake que Nessie iba a estar en casa de mi chica, así que fuimos directamente allí. Paré un poco antes de llegar y Jake frenó a mi lado.

-¿Cuál de las dos se asustaría más?

-Yo creo que Dar…

-Sí… es posible… -Hice una mueca-. Aunque no creo que se asustara…

-Nos matarán…

-¡Será divertido! –Rodó los ojos-. ¡Venga!

Accedió y nos acercamos sigilosos a la casa. Pudimos oír la conversación.

-Estás loca por Seth… Es algo que no puedes negar…

-Y tú por Jake… -Nos miramos sonrientes y salté dentro de la casa, haciendo saltar los plomos y saliendo de nuevo-. ¡Mierda! Han debido de saltar los plomos…

Reí y Jake rodó los ojos cuando vio que saltaba al piso superior. Me siguió y oímos un crujido bajo las escaleras. Reí y bajé sigiloso, pero un grito nos alarmó, bajé corriendo y vi a Nessie atacando a Darlene, mientras Jake echaba los plomos y me miraba sonriente, hasta que salió un gruñido de la boca de Nessie y se puso nervioso. Ellas empezaron a reír de repente… nos habían asustado ellas a nosotros…

-Sois… -Había sido una broma demasiado cruel…-. Casi nos matáis del susto…

-Es de mala educación entrar en casas ajenas sin ser invitados… Mucho más si es para intentar asustar a dos chicas que están solas, por mucho que una de ellas sea todo un prodigio de la naturaleza… Debería denunciaros…

-Puede que le diga esto al jefe Swann… -Darlene parecía satisfecha, como Nessie, pero yo seguía cabreado, había estado a punto de entrar en fase para atacar a mi sobrina-. Allanamiento, escuchar conversaciones ajenas, asustar a jovencitas… te costaría unos días en el calabozo…

-Ha sido idea suya… -Jake intentó distraerme de mis pensamientos-. Lo sentimos mucho… ¿verdad Seth? –Me dio un golpe-. ¡Seth!

-Sí, claro… He estado a punto de entrar en fase… no vuelvas a hacerme algo así en la vida…

-Eso no suena a disculpa… -Parecía divertida-.

-Ness… -Jake la miró con reproche en sus ojos-.

-Vale… no lo haré más…

-No te disculpes… -Darlene parecía ofendida-. Tendrán que hacer algo muy bueno para que les perdonemos esto… además casi nos dejan plantadas, ¿no lo recuerdas?

Alzó la barbilla retándonos, entrando las dos a la cocina y nosotros no pudimos evitar seguirlas. Darlene empezó a reír y Jake miró a Nessie, que tenía esa sonrisa que ponía cuando mostraba algo.

-Creo que hoy nos toca dormir en la casa del perro… -masculló Jake-. Algo me dice que tendremos que tener un ojo abierto mientras dormimos…

-¡Bienvenidos a la casa de los horrores! –Darlene me palmeó en el hombro-. Coged lo que queráis de la nevera…

Salió hacia el salón de un modo que me hizo querer abrazarla por la espalda y besarla, estaba preciosa, como siempre… pero hoy había algo diferente en ella. Quizá era que sabía por fin que me quería, aunque no lo hubiera confirmado… tampoco lo había negado.

-Sí… -Miré a Jake que miraba obnubilado a Ness y cogí helado de frambuesa para salir-. Hace días que le está dando vueltas al asunto… pero dice que no quiere precipitarse, que apenas se conocen de hace un par de meses y ella pensará que está realmente trastornado… aunque yo ya le he dicho que siempre tiene una gran frase a la que recurrir… Es cosa de lobos…

-Claro…

Me asomé al salón para verla sacar las cartas, agité un poco el helado mientras ella me miraba curiosa, estaba… radiante.

-¿Puedo?

-Claro… -Sonreí-. No pienso jugar más a eso… la semana ha pasado, así que ni lo pienses…

-Pero…

-¿Vas a decir algo después del susto que me has dado? –Apenas me acordaba de la apuesta…-.

-¿Quieres un poco? –Me miró raro y yo hablé intentando no escuchar a los otros dos-. Seguro que sí… es tu preferido… ¿Voy mejor a por un bol? ¡Y cucharas!

-Yo creo que después de lo que ha oído… posiblemente lo reconsidere, él no había pensado que ella se sentía así, no sabía que se sentía de ese modo… así que no creo que tarden mucho en cambiar su relación… -Jake bufaba… envidioso…-. Dudo que pueda soportar saber que se siente tan mal.

-En la cocina…

-Claro… -Se iban a enterar…-. Deberíais dejar de hablar de nosotros y venir a ver la película… ¿Qué armario, Dar?

-¡Hombres! –Apareció sacudiendo las manos como si yo fuera un desastre-. Seth, deja de intentar ayudarme si no sabes donde está nada… no vamos a perdonaros lo que habéis hecho…

-Eso nos pasa por juntarnos tanto con ellas, Jake… -Era culpa de Nessie…-. No recuerdo haber sido tan cotilla nunca, me hace sentir como un perro…

-Seth… -Ella había captado el hilo de mis pensamientos-. Llevas años siendo un perro…

Darlene empezó a reír algo nerviosa y se puso a sacar cosas de los armarios mientras no podía evitar mirarla. Ella parecía mirarme de reojo, algo sonrojada. Subimos a su cuarto y vi que había cambiado algunas cosas de sitio, ya no había libros en su mesa y la cama me parecía distinta. Me senté en ella, pero quizá me parecía distinta porque ella no estaba.

-No te hagas ilusiones, vas a dormir en la entrada… -Me miró algo descolocada-. Ness, te necesito arriba… bueno, ¡qué demonios!, chicos, bajar la cama que hay en el desván para Nessie…

-Sí, señora –Me levanté obediente y le hice un gesto que hizo que me mirara raro-. Vamos Jake… a ver si nos perdonan de algún modo…

-¿Desde cuándo eres tú el que da las órdenes…?

-Hombre, ahora no estamos en el taller…

-Pero sigues siendo el menor…

Cogimos la cama y la montamos en el cuarto, pero ellas no nos dejaron sentarnos y acabamos en el suelo. Podía notar sus dedos acercarse temerosos a mi nuca, hasta que por fin me acarició. Se sentía genial, sus suaves dedos por mi piel me calmaban. Me pellizcó un poco riendo y yo gruñí, por lo que puso un puñado de palomitas en mi boca.

Cuando la peli acabó miré a Jake que reía, así que bajamos corriendo a la cocina, él se sentó en la banqueta, robándome el sitio, así que yo me apoyé en la encimera poniéndole ojitos.

-¡Tócala otra vez, Jake!

-I kiss you goodbye at the airport… and you’re so closed to me and said…

-¡Esa la tengo! –Darlene salió riendo y corriendo poniendo la canción-. ¡Es genial!

Comenzamos a bailar allí, cogí a mi chica y la giré, parecía algo reacia pero pronto se relajó. Parecía tan feliz… radiante.

-Bueno… es hora de dormir, Jake me ha dicho que mañana madrugamos… -Miré a Darlene que me miró raro-. ¿No?

-Sí… bueno… -Sonrió levemente y señaló el salón-. Podéis dormir aquí… el sofá es bastante cómodo… y si no, imagino que, como buenos perros, estaréis acostumbrados a dormir en el suelo… -Nessie rió y yo la miré, parecía disfrutar… quizá debía comentarle alguna foto pero me miró amenazante-. ¿Sí?

-Nada… que, si no es mucha molestia, podías dejarnos un bol de metal con agua…

-Seth… -negó y subió las escaleras, dejándome sin habla-. Ya sabes dónde está el grifo…

Ness y Jake rieron y me miraron, imitando mi cara cuando la miraba subir. Se rieron un poco más y Nessie se marchó arriba. Nos sentamos en el sofá y encendimos la tele, aunque yo tenía mil dudas que quería hablar con él. Le miré y él negó.

-No pienso dejar que me uses como almohada…

-No es eso… -Reí-. Aunque no estaría mal… -Reímos-. Parece que nos quieren… ¿no?

-Eso parece… -Sonrió-. Aunque en alguna ocasión ya nos lo han dicho…

-Pero… -Torcí el gesto-. Nessie es más… no sé, te lo dice más a menudo, confía más en ti que Darlene en mí… lo tienes más fácil…

-No… recuerda que sus padres no pueden matarte con un mordisco… -Reímos-. Aunque su tía te haya amenazado… no es nada comparado con Rosalie… mucho menos con Alice…

-Sí… Alice me daría más miedo que Rose…

Me apoyé en el brazo del sofá y me quedé dormido, pero un golpe me despertó. Jake me había dado una patada, así que puse mis piernas sobre las suyas para que se estuviera quieto. Me quedé dormido de nuevo y un cogotazo me despertó. Estaba tumbado sobre Jake, y él me miraba con cara de pocos amigos. Me rasqué la cabeza y me tumbé hacia el otro lado, pero me empujó y me hizo caer al suelo.

-Aléjate…

-Tío…

-No… -Señaló el pasillo-. Largo…

-Estaba dormido… además me has pateado…

-Seguro que porque me has tocado… -Dijo acomodándose en el sofá-. Te quiero a diez metros mínimo…

-¡Genial! -Me desplomé en un silloncito y cogí buena postura para dormir-. Ojala te piquen las chinches…

-Seth… -Me giré y Jake asomaba la cabeza-. Te vas a deformar aún más… Ven….

-Sí… -Me levanté y me senté a su lado-. En el fondo te ha gustado que te achuche…

-Claro… -Dijo riendo y acomodándose de nuevo-. Pero como vuelvas a hacerlo te morderé una oreja… así que aférrate bien al otro lado…

Unas risas en el piso de arriba nos despertaron, mis piernas y las de Jake estaban entrelazadas y ambos abrazábamos el sofá. Dimos un respingo y nos sentamos normal. Nessie apareció poco después para decirnos que podíamos subir a ducharnos… así que nos metimos uno en cada baño mientras podía escuchar a Nessie y a Dar hablando de Kevin.

Cuando llegamos Alice me palmeó en el hombro y señaló a Darlene… como si no me hubiera fijado ya en lo guapa que estaba. Me tendió un paquete envuelto, me guiñó un ojo y entendí que les había llegado mi encargo.

-Gracias por envolverlo…

-Le va a encantar…

-Eso espero…

Lo abrí ligeramente y escribí mi dedicatoria, envolviéndolo de nuevo y escondiéndolo en el coche. Volví rápido, viéndola arreglar unas flores del escenario. Estuve mirando todo el tiempo a aquella chica, que ya no parecía una niña para nada, era una jovencita hermosa. Quizá debía decírselo ya… pero parecía distante a la vez… Nos quedamos allí recogiendo y vi a Nessie cargar con un enorme cubo, así que la ayudé y salí con ella.

-¿Qué?

-Nada… -Ella me cogió por los hombros, me conocía bien…-. Nada, en serio…

-Seth… qué te pasa…

-Es que, no sé si esta noche sería un bueno momento para que le diga a Darlene la verdad… quizá si supiera que estamos destinados…

-Creo que no es el mejor día Seth… si le dijeras eso ahora, ella se sentiría mal porque pensaría que lo dices por lo que has escuchado… es mejor que esperes un poco, quizá un par de semanas. Ahora compórtate como siempre, como si no supieras nada. Es lo mejor.

Ella tenía razón… palmeé su espalda como agradecimiento y entramos dentro. Jake me miró con un gesto de “luego te cuento” mientras Darlene parecía preocupada.

-Bueno… -Di una palmada intentando romper esa tensión-. Ya queda menos…

Jake miró embobado a Nessie y pasé una mano por su cara, mientras él rodaba los ojos y bufaba. Terminamos y nos fuimos a cenar al McDonald’s. Habíamos trabajado bastante… así que nos merecíamos una buena cena. Darlene nos miraba pasmada y Nessie reía.

-Realmente… -Dar nos miró-. Es un espectáculo ir a comer a cualquier sitio con vosotros…

-Al final te acostumbras… Por eso Kira los quiere tanto… siempre que van a comer a su restaurante hacen su peculiar agosto con ellos…

-Además siempre le dejamos buenas propinas… -Cogí una patata y se la di a Jake-. ¿Verdad, amorcito?

-Sí… sobretodo los días en que íbamos a por cervezas… ¡qué tiempos!

-Sí… -Nessie sonrió y miró a Dar que estaba un poco rara-. Aquí nuestros amigos podían beberse un barril entero y montaban el espectáculo en su bar…

-Será mejor que tú no hables de beber… -Le apunté con una patata y ella la cogió-. Mucho menos de espectáculos…

Empezamos a reír pero la muy perra me mordió en el dedo, la verdad es que hizo daño y escocía. Jake se mofó de mí por quejarme hasta que terminamos de cenar.

Cuando volvíamos bajé la capota, me apetecía notar el aire en la cara. Nessie tocó la emisora y puso la del otro día, donde sonaba aquella canción que ella me cantó. La miré subirse a la carrocería con Nessie, parecía cómoda y feliz… me encantaba verla así.

Cuando llegamos a su casa nos indicó que podíamos ducharnos en el baño del pasillo, así que dejé al jefe pasar antes, no quería que pensara que lo acosaba o algo… Salió con cara de cansancio y empapado, así que me metí y me di una ducha rápida. Cuando salí las chicas estaban paradas en la puerta, así que cuando vi al jefe durmiendo les dije que se callaran, quería despertarle con un grito pero Nessie se me adelantó aventándole una almohada.

-No te duermas…

-Perdón por no tener la energía que tenéis vosotras hoy… -rodó los ojos-. Los ronquidos de Seth no me han dejado dormir…

-¿Mis ronquidos? Si eras tú el que gruñía como un oso… -Le lancé una almohada, yo no roncaba-. Además no parabas de intentar abrazarme… ¡sobón!

-¿Te recuerdo quien acabó durmiendo en el pasillo? El perro se me acercó demasiado y lo eché… luego dice que yo soy sobón…

-¡Jake! Creía que eso era un secreto nuestro… -Me lancé sobre él para atacarle y las chicas empezaron a reír. Paré y las miré serio-. ¿Vosotras de qué os reís?

-De que parecéis una pareja realmente… -Darlene parecía divertida-. Si queréis os dejamos la cama de matrimonio, para que durmáis juntitos y esas cosas…

No quería dormir con Jake precisamente… salté y la tumbé sobre la cama, haciéndole cosquillas mientras se revolvía entre mis manos riendo. Nessie saltó sobre mí, pero Jake me defendió dejándome disfrutar de mi momento y disfrutando él del suyo. Nessie acabó a los pies de la cama y puse mis piernas sobre ella, mientras yo tumbaba a Darlene en la misma posición que a Nessie y apoyaba mi cabeza en su pecho sujetando sus manos. Jake me siguió y se tumbó junto a mí, apoyando su cabeza en las piernas de mi chica y sujetando las piernas de Nessie con las suyas. Suplicaban que las dejásemos marchar, pero no podíamos, era divertido tenerlas un ratito así. El móvil de Darlene sonó y me dolió tener que dejarla marchar, pero seguro que era su madre y no quería que se enfadaran… Pero no esperaba que al volver nos atacara de esa forma, haciendo que tuviéramos que acorralarla.

-¡Tregua! En serio, sólo quería liberarla, no quiero más peleas… sé que perderemos… yo no tengo súper fuerza ni nada de eso…

-En eso lleva razón, Seth… Yo creo que ya han aprendido que no hay que meterse con la manada…

-Pero tenemos que sacar algo a cambio… Una tregua tiene beneficios para ambos… si no, no veo lo divertido.

-Nada de negociaciones, me dejáis y punto… -La miré raro y Nessie aprovechó para atacar a Jake, así que acorralé un poco más a Darlene, cogiéndola por los aires-. ¡Tregua!

-Esta vez no cuela…

-En serio, tregua… os dejaremos que durmáis en la habitación a cambio de que no nos molestéis más… no más cosquillas ni levantamientos…

-Dormir aquí… -Empezaba a gustarme la tregua…- ¿Cómo lo ves Jake? –Jake se encogió de hombros-. Bueno… pero un masaje en la espalda no vendría mal… quizá también en los pies…

-¡Ni de coña! ¡No pienso hacer algo así…!

-¡Tú misma!

Comencé a hacerle cosquillas y pataleó y gritó, pero Nessie estaba inmovilizada por Jake, así que seguí haciéndole cosquillas y lanzándola como una niña… con tan mala suerte que se dio con la puerta en la espalda. La tumbé rápidamente en la cama… ¡Dios! Siempre hacía que acabara herida cuando estaba conmigo… era un bruto…

-¿Estás bien? –Ella se retorcía-. ¿Estás bien? ¿Te he hecho mucho daño?

-¡Ay! Creo que nuestra tregua va a verse afectada por esto… -Se dobló-. Creo que os habéis pasado mucho con nosotras…

-¡Ay! –Nessie se quejó divertida-. Creo que vamos a necesitar un masaje nosotras…

-Pero… -Empezaron a reír y miré a Jake, que rodó los ojos-. ¡Qué morro tenéis! Nosotros preocupados… ¡mujeres!

-Sí, bueno, pero a mí me sigue doliendo la espalda… -Nessie se quejó-. Y a Dar seguro que también… quizá con un masaje se nos pase…

Reí al ver el morro que le echaba mi sobrina y cómo Jake resoplaba al ver que no le quedaba otra. Darlene rió y se tumbó boca abajo… así que puse mis manos sobre su espalda. Pareció ponerse tensa, pero pronto se relajó, quedándose dormida al poco rato como Nessie. Me puse la camiseta y me tumbé a su lado, observando a Jake hacer lo mismo. Estábamos mirándolas cuando Nessie empezó a hablar.

-Alors, tu es en amour avec Seth...?

-¿Qué ha dicho? –Jake me miró extrañado y se encogió de hombros-.

-Et tu es en amour avec Jake

-Oui, mais il est plus facile que vous sortez avec Seth ... Il m'a dit

-¿Pero qué dicen? –Reímos e intentamos escuchar-.

-Je ne pense pas qu'il ne se sent pas la même que Jake se sent pour vous...

-Bien sûr... N'avez-vous pas remarqué?

-¿Están discutiendo en qué idioma? –Me encogí de hombros-.

-Parece francés…

-Je ne sais pas... Je pense que c'est parce que je suis différent, il est habituellement entouré de belles filles et merveilleux, parce que il est n'aime pas vraiment ... Je pense que c'est ...

-Non, je pense que tu es folle de lui, mais vous avez peur de commettre des erreurs... Mais il est impossible de se tromper ...

-Et pourquoi vous ne pas sortir avec Jake?

-Va chicas… que nos vamos si queréis hablar de nosotros… -Reí pero parecía dormida-. ¿Queréis que nos vayamos? ¿Dar?

-Seth… -Jake levantó la mano, cogiendo la de Nessie-. Están en la playa de Jenner… están hablando en sueños… o eso parece

Parce que nous devons être amis maintenant... est la meilleure. Plusieurs fois, avant que nous puissions le faire, mais elle doit être ... Je ne sais pas. Je vais bien maintenant ...

Et moi avec Seth...

-Parecen mosqueadas...

-Non... Seth veut, tu veux baiser et toutes ces choses, je peux voir, et il veut la même chose ... Il m'a dit aujourd'hui. Et cela signifie que vous êtes dans l'amour-Me la llevo a que la vea Carlisle... quizá sea un nuevo poder, o algo así…

-Vale… Yo me quedo con Dar…

-Vraiment? Nessie? Nessie?

Darlene parecía angustiada, se removió en la cama y aferró mi camiseta, sacudiéndola como si estuviera intentando despertarme o algo así. La miré y seguía durmiendo.

-Dar… -Parecía calmarse-. Dar… ¿estás bien?

-No me sueltes… -Me quedé asombrado y reí-. No es gracioso, me voy a caer como me sueltes… súbeme arriba… ¡Seth! –Se aferró más a mí-. No me sueltes…