Capítulo XXXIX: Cánidos y felinos.

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Alee aquí os dejo el 39... que lo disfruteis!!!

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Abrí mis ojos y la luz me molestó levemente. Giré la cara y la apoyé sobre la fría almohada, notando como mi cara se caldeaba al recordar lo que había ocurrido. Mi cuerpo se estremeció sólo por recordarlo y él ni siquiera estaba cerca. Tuve ganas de gritar y patalear de pura felicidad, me notaba eufórica, pletórica… así que pataleé y reí como si estuviera loca hasta que pude calmarme. Me giré y me quedé tumbada mirando el techo, ese techo que había mirado por un segundo cuando estaba bajo el hechizo de sus caricias… volví a patalear y a reír.


Suspiré cuando volví a calmarme y esperé a que mi corazón dejara de palpitar, oí la melodía de mi móvil y salí disparada a mi cuarto para hablar con mis padres… hasta que intenté hablar. Mi madre se preocupó pero le dije que estaba ronca por la fiesta de cumpleaños, o que quizá me estaba resfriando un poco, evitando que se preocuparan demasiado. Si supieran que estaba paseando por casa de mi novio desnuda y con una sonrisa enorme serían capaces de venir y arrastrarme con ellos… tendría que añadir una cláusula de confidencialidad al contrato. Reí al pensarlo y mi madre me dijo que estaba demasiado rara… pero era inevitable estarlo, me hallaba en un paraíso, en mi cielo particular…

Volví a la misma cama donde todo había ocurrido y me tumbé para oler la almohada cuando vi una de sus notas… reí nerviosa, estuve a punto de no leerla por miedo a que hubiera puesto algo sobre lo de ayer, pero fue todo lo contrario. Si se pudiera morir de amor, estaba claro que mi corazón se hubiera parado fulminantemente al leer esa nota.


Tus manos aferrándome fuerte para que me quede… tu aliento rozando mi pecho y haciendo que mi corazón se vuelva loco. La manera en la que tu rostro muestra la más dulce paz cuando descansas sobre mí, la luz que roza tu rostro e ilumina el nuevo día…

No puedo entender cómo he podido vivir sin esa fascinación que me produce mirarte, no puedo perdonar al cielo el haberte tenido tan lejos de mí y nunca podré agradecer lo mucho que me alegra el que hayas llegado a mí. Eres la mejor de las drogas, y no me importa ser adicto a ti y reconocerlo… nunca tengo suficiente y no me importaría tener una sobredosis de tu amor, aunque nunca sería suficiente.

Tu olor, la manera en que tus ojos se mueven mientras duermes, como tu corazón palpita y pierde el ritmo por unos segundos cuando acaricio tu rostro al verte dormir… como tu pelo refleja la luz de la mañana volviéndola más hermosa, como tú vuelves más hermosa mi vida… No hay palabras suficientes para expresar cada detalle que observo en ti y hace mi vida mejor. Te quiero, nunca me cansaré de hacerlo y jamás tendré suficiente. Tuyo por siempre.


Cogí la nota y la guardé en mi mochila, tendría que hacer un archivo con todas y cada una de las notas que me dejaba cada mañana. Me di una ducha rápida, cepillé mis dientes con quizá demasiada energía y me vestí terminando de abrochar mi blusa bajando por las escaleras con los zapatos en la mano… vísteme despacio que tengo prisa, dicen.


Respiré hondo antes de encender el motor del coche, no podía llegar al taller con esa ansia y esa felicidad que salía por cada poro de mi cuerpo. Me miré en el espejo retrovisor y atusé un poco mi pelo, dejando algún mechón suelto del moño improvisado que me había hecho y desabrochando y abrochando un par de veces el botón de la blusa indecisa… terminé por dejarlo desabrochado.

Arranqué y conduje con una sensación extraña en mi estómago que me recordaba a las primeras veces que le veía, esas mariposas que dicen… pero de un modo mucho más intenso que antes. Paré más lejos de lo habitual, quería tranquilizarme un poco antes de verle. Bajé y empecé a andar despacio, viendo cómo él se asomaba extrañado y dibujaba una enorme sonrisa en su rostro. Mordí mi labio y me sonrojé, agachando un poco la cabeza y retirando un mechón que se coló en mi campo de visión.


Cuando levanté de nuevo la mirada el corrió hacia mí y me levantó girando sobre sí mismo. Me abracé a él y reí sin poder evitarlo, para intentar calmarme cuando me dejó en el suelo. Me miró feliz y tomó mi barbilla, acercándome a él con cuidado y regalándome un beso que me pareció el más dulce del mundo, suave, cálido… perfecto.

-Hola… -Dijo riendo ante mi suspiro-. Estaba a punto de ir a despertarte, ha llamado Leah para que vayamos a comer con mi madre… ¿Te apetece? –Asentí y él alzó la ceja-. ¿Vamos dentro?


Asentí aferrándome a su pecho y él me llevó abrazándome, era la mejor manera de caminar, aferrada a él y notando cómo sus dedos acariciaban mi brazo y me hacían leves cosquillas que me encantaban. Los chicos me miraron y saludaron aunque yo sólo levanté la mano algo tímida como saludo. Seth me dio un leve beso y me pidió que esperase un momento, que tenía que terminar algo y nos iríamos, por lo que asentí y me senté en la bancada donde Quil rellenaba unos papeles.

-La fiesta fue genial… aunque la idea de los vestidos hubiera estado mejor si no hubiera habido grabaciones…

-¿Hay grabaciones? ¡Las quiero! –Oí un ruido metálico, a Seth se le había caído algo y los cuatro me miraron sorprendidos-. Vale… -Levanté las manos-. Si queréis, prometo destruirlas…

-Mejor… -Quil empezó a reír-. Menuda voz… creo que si no fuera porque tenemos oído de perro no te hubiéramos oído…

-Sí… -Miré a Seth que me miraba un poco pasmado-. Creo que me estoy enfriando…

-¿Sólo lo crees? –Quil rió negando-. Vaya… ¿Tanto frío pasas con Seth? –Seth le lanzó algo que no identifiqué y él se quejó-. ¡Tío! Sólo es una broma… ¿También te trata tan mal?

-Bueno… -Le miré y sonreí-. Nada mal, me trata genial… -Miré a Quil con una mueca de diversión-. Aunque no pienso decirte ni una palabra más…

-Mejor… guarda la poca voz que te queda…


Reímos y le empujé levemente mientras Seth me miraba con una sonrisa de satisfacción que me hizo sonrojar. Dejé que él condujera cuando fuimos a comer con su madre y con Leah, y también a la vuelta. Tomó un desvío y condujo entre unos cuantos árboles hasta que el coche no pudo pasar entre los huecos y paró el motor.

Le miré extrañada y él sonrió, acercándose a mí y besándome con urgencia, abrochando el botón de la blusa que había dejado suelto.

-Si quieres conservar la poca voz que te queda, será mejor que no sigas provocándome, no es justo que aparezcas así…

-¿Así?

-Tu sola presencia me trastorna, pero si encima muestras más piel de la debida… -Besó mi cuello con dulzura y me miró divertido-. Acabarás por quedarte sin voz para el resto de las vacaciones… o quizá para el resto de tu vida…

-Tendré que comprarme una pizarrita…


Asintió riendo y me besó de ese modo urgente, poniéndome en el asiento trasero sin ninguna dificultad y besándome de un modo frenético. Su móvil vibró un par de veces, aunque eso no le distrajo de la tarea que al parecer había asumido como obligatoria, no dejó de acariciarme y demostrarme su amor a pesar de que seguramente él oía mejor que yo la vibración de su móvil.

La tercera vez que le llamaron le aparté con cuidado y él hizo un gesto de disgusto, el cual reflejé en mi cara. Le besé despacio y él cogió la llamada, aunque siguió regalándome besos mientras escuchaba sin mucha atención.

-No, este fin de semana no tengo cuerpo para más fiestas… vale, para la próxima lo prometo… -Rió-. Bueno, que ahora estoy algo ocupado… te llamo mañana y me cuentas de qué va la fiesta… -Besó mi cuello con dulzura y reí-. Se los daré… Adiós… -Besó mis labios dulcemente-. Jason y Kira te mandan recuerdos…

-¿Se van de fiesta?

-Parece que Kira le contó a una amiga que es camarera de una discoteca en Seattle lo de la fiesta del intercambio de ropa y va a organizar una en la discoteca… -Alcé las cejas sorprendida-. Marcas tendencia… -Rió y besó mi clavícula-. Además de volverme loco a mí influyes en los demás…

-Soy como una especie de Jasper… pero en humano, ¿no?

-Mucho mejor… -Besó mis labios despacio-. Eres lo más especial del mundo entero…

-Seguro que eso se lo dicen tus hermanos a todas… -Reí y él hizo una mueca-. Pero no me importa… mientras yo sea la única que es especial para ti…

-¿Acaso lo dudas? Puedo demostrarte lo muy especial que eres si te quedan dudas…

-No… mejor será que vuelvas al taller, no quiero un novio cortado a trozos… -Reímos-. Los chicos te matarán si te retrasas más… -Me abrazó como si no quisiera separarse de mí-. Yo buscaré algo que hacer… me aburriré un montón sin ti…

-Vente conmigo…

-Déjame pensarlo… -Le miré y sé que él quería, pero algo me decía que sería mejor ir a casa-. No… es mejor que vaya a casa, quiero hacer un par de cosas productivas en mis vacaciones… -Alzó las cejas-. Mi padre me ha estado dando la lata con las universidades últimamente… quizá deba pensar algo, voy a empezar mi último año de instituto y estaría bien saber qué haré después…

-Es cierto… -Se alejó levemente y besó mi frente para saltar al asiento del conductor, ayudándome a ponerme a su lado-. No quiero interrumpir tu ascenso a la vida universitaria… -Rió y yo rodé los ojos mientras arrancaba-. Es algo importante que tienes que hacer…

-Preferiría seguir el resto de mi vida estudiándote a ti…

-No suena mal… deberías hacer un master sobre el tema… -Sonrió ampliamente como yo-. Creo que es algo en lo que también puedes invertir tiempo, eso es algo productivo, ¿no?

-No sé… estudiarte debería ser algo que ocupara al menos el noventa por ciento de mi tiempo… quizá el noventa y cinco… me parece un gasto horrible ocupar el treinta o cuarenta para dormir…

-Sí… aunque a mí ese tiempo no me parece un desperdicio… -Le miré con la ceja alzada-. No cuando tú duermes a mi lado…


Rodé los ojos y él sonrió, posiblemente por ver mi leve sonrojo. Cuando llegué a casa saqué el taco que había reservado como posibilidades, revisando los precios y las notas que pedían en cada universidad, las clases que ofrecían… era un verdadero jaleo, pero en mi mente sólo había sitio para una, la de Seattle, no iba a permitirme más lejos de allí, no ahora. No ahora que mi familia estaba unida, no teniendo a Seth aquí, no quería alejarme de ellos y tampoco de mis amigos.

Llamé a Kevin y me dijo que estaba loca por estar en mis vacaciones buscando universidad, él ni siquiera había empezado a mirarlas… era un completo desastre. Cuando la conversación se alargó, le expliqué que mi cabeza se estaba volviendo loca, no quería alejarme de Seattle y eso al parecer le hizo pensar a él también.


Hablé con mis padres y se asombraron de que hubiera hecho caso a mi padre y que estuviera buscando qué hacer con mi vida. Seattle me parecía la mejor opción, una carrera que me gustaba, un sitio cercano a ellos y a Seth, incluso podría pasar una temporada con tía Cyntia. Mi madre me sugirió que la llamase y hablara con ella, era una gran idea y así lo hice. Ella se ofreció a pasarse por la universidad y preguntar todo lo que necesitara, al parecer tenía un amigo en la administración con el que me pondría en contacto.

Cogí el portátil de Seth y me puse a mirar la página de la universidad de Seattle, viendo todo lo que me ofrecía, clases, residencias, becas… Me asusté cuando Seth acarició mi pelo. Él se limitó a sonreír y a entrecerrar levemente los ojos al ver lo que estaba buscando.

-¿Seattle?

-Creo que es la mejor opción, lo he hablado con Kevin, con mis padres y con mi tía, ella me ha dicho que tiene un amigo en la administración, que me pondrá en contacto con él si realmente quiero ir allí… y creo que es lo que quiero.

-¿Tan segura estás? –Asentí ante su mirada-. ¡Vaya! Sí que ha sido productiva tu tarde… -Rió y besó mi frente-. Bueno, veo que estás muy concentrada inspeccionando tu futuro… voy a preparar algo de cenar, ¿vale?


Durante la cena y después de la misma estuvimos hablando sobre Seattle, mis motivaciones para quedarme allí, la carrera y las clases que me producían gran curiosidad y que me gustaban… él me escuchaba paciente y curioso, era como si no se cansara de mi monólogo.


Me pasé toda la semana ocupándome en eso, planeando mi primer curso a pesar de que faltara más de un año para comenzarlo y sin saber siquiera si podría llegar a entrar a esa universidad. Aunque no todo mi tiempo fue invertido en eso, también en Seth y en mi nueva familia… y en mi compañera de soledad, mi guitarra.


El viernes Seth me dijo que Nessie por fin volvía de Alaska… estaba deseosa de verla y de contarle mi nueva decisión… aunque eso me llenó de curiosidad, no sabía qué universidad escogería ella, aunque podía imaginar cual sería… aunque ella no tenía impedimento para irse a la otra punta del mundo, al parecer su familia tenía dinero suficiente para mandarla a cualquier parte del planeta… e ir todos con ella. Incluso era posible que Jake la siguiera… aunque la palabra posible cambió a seguro cuando me pasé por el taller y vi el rostro de Jake, ése que había reflejado nostalgia y ahora simplemente mostraba alegría y ansia… ansia por verla.

Me llevé una pequeña desilusión cuando no pude verla ése mismo día, pero el sábado ella pasó a verme y me alegré de sobremanera. La abracé muy fuerte, igual que ella a mí y reímos como tontas a pesar de que sólo había pasado una semana.

-Te veo bien… -Dijo riendo-. Estás radiante…

-Lo sé… todo está yendo genial… -Reí como una niña y me senté a su lado-. He estado hablando con mis padres y parece que la cosa marcha muy bien… mi padre cada día está más feliz, como mi madre… puedo notarlo en sus voces…

-Eso es genial… me alegro muchísimo…

-Y yo… les están sentando bien las vacaciones…

-Y a ti también, por lo que veo… -Reí y asentí quizá demasiado emocionada-. ¿Qué?

-No sé, nunca hubiera imaginado que mi padre dejara que me quedase… pero al parecer mi madre está bastante impresionada con Seth y lo ha convencido… aunque tampoco le costó mucho. Él habló con mi padre y al minuto pasó de negar en rotundo a dejar que me quedase…

-Vaya… -Rió e hizo una mueca-. Realmente le estás cambiando… sigue siendo el mismo de cierto modo… pero… no sé, está distinto, a su manera, está más centrado…

-Imagino que eso tiene que ver con la imprimación, ¿no? –Ella me miró raro y yo reí-. Vamos… Jake es más sensato, pero tendrías que verlo cómo está cuando estás lejos y cómo se emociona cuando vuelves… es blanco y negro…

-¿Lo ha pasado muy mal? –Me miró angustiada y yo hice una mueca-. Ya veo…

-Pero ayer fue un cambio radical… -La miré preocupada al ver su rostro-. ¿Qué va mal? No has venido sólo a ver como va todo… ¿me equivoco?

-Visiones de Alice… -La miré mal y ella negó, cambiando de tema-. ¿Y cómo están el resto?

-Pues… -Suspiré-. Ayer hablé con Kevin, está de vacaciones con Cassy y me dijo que volvía esta semana a Monroe… y que Ryan estaba en Nueva York con su padre… Wanda me mandó un correo hace un par de días diciéndome que estaba en Toronto con una tía… estaba angustiadísima por estar lejos de Ryan… ya sabes… -Rió y asintió algo despistada-. Y las visiones de Alice no te preocupan en absoluto, claro está… -Hizo una mueca-. He quedado con las chicas en casa de Emily… pero aún queda un rato, puedes contarme si quieres…

-Me voy a marchar de nuevo a Europa.

-¿Qué?

-Las cosas se han complicado ligeramente, tengo que ir a ver a los de mi especie para arreglarlo… y no va a ser fácil.

-¿Volverás pronto?

-No lo sé… eso espero… -Hizo una mueca que no me gustó nada-. No te preocupes, en serio… será una leve conversación, pero al parecer los de mi especie tienen que recorrer medio mundo para hacerlo, el teléfono no nos sirve… -Rió y yo levemente con ella, aunque seguía preocupada-. En serio, todo irá bien…

-Lo sé… pero me angustia mucho que tengas que irte de nuevo tan lejos…

-A mi también… ¿Cuidarás de Jake por mí?

-Eso está hecho… -Sonreí-. ¿Qué quieres hacer?

-Creo que quiero ir a ver a Reich… me apetece ver a mis futuros sobrinos políticos… o lo que sea… -Rió y asentí-. Oye… -Tomó mi mano y me miró fijamente-. Todo va a ir bien, pero no sé cuanto tardaré realmente… aun con todo, no dejes que Jake se venga abajo… no quiere que me vaya y tengo que irme sola… no puedo dejar que me acompañe, no es sitio para licántropos…


Asentí ligeramente preocupada pero evité mostrarlo en mi cara por ella. Pasamos la mañana juntas, yendo a ver a Reich y a Rebeca, que estaba algo angustiada por el embarazo. Comimos en casa de Emily aunque después Nessie se marchó para estar con su abuelo… algo que me hizo pensar.

Se estaba despidiendo de todos, algo que no hizo la primera vez y era algo que me angustiaba y me hacía pensar dos cosas. Una, o bien lo hacía porque sabía que realmente volvería y que no había nada por lo que preocuparse o dos, la más probable por su preocupación, la cosa era más seria de lo que podía pensar y se estaba despidiendo por si no volvía.

Mi angustia creció mucho más cuando vi a Seth, que parecía algo perdido. Le pregunté y me dijo que Jake había estado hablando con ellos y con los chicos, que les había dicho que volvieran a hacer guardias y que vigilaran la zona en su ausencia…

-No puede irse…

-Pues parece que se va…

-Nessie no quiere que vaya… ¿Puede ir aunque ella no quiera?

-No lo sé, Dar… pero la cosa me huele mal, estaba realmente angustiado, no quiere dejarla marchar sola y piensa que ella le está ocultando algo… -Me miró-. Algo gordo.

-Lo sé… -Me acurruqué en su pecho-. He tenido la misma sensación cuando hablábamos… realmente espero que todos estemos equivocados…

-Yo también…


Nuestras esperanzas se desvanecieron el martes por la noche. Estábamos cenando cuando un aullido desgarrador se escuchó a través del bosque. Seth me miró fijamente, yo estaba asustada y él quería salir corriendo pero no lo hacía por mí, así que asentí y salió de la casa a velocidad de rayo. Cogí el móvil y no había llamadas, pero pronto Seth apareció con el gesto roto.

-Nessie acaba de llamar a sus padres, han ido a decirle a Jake que la haga regresar… algo ha ido mal… le he dejado hablando con ella… Tengo que volver pero no quiero…

-Ve… pero dime algo pronto, por favor…

-Yo… -Me miró tan angustiado… se acercó y me besó con desesperación, para después mirarme fijamente-. Iremos a por ella si es necesario, lucharemos y haremos cuanto esté en nuestra mano para que regrese… te lo prometo.

-Ve… -Le besé-. Te quiero.

-Y yo, pero ahora tengo que ir y hacer lo posible para que regrese, tú la necesitas y Jake también… y yo… es mi sobrina. Es mi amiga.

-Lo sé… no te culpo por irte… te culparé si no te marchas ya… -Negó y me besó de nuevo-. Vete… ¡ya!


Se alejó de un modo veloz y me dejó allí, desesperada. No iba a poder dormir, no iba a poder hacer nada más que pensar en ella… hasta que mi móvil sonó. Kim estaba angustiada, tanto como yo o más… Jared había entrado en fase después de mucho tiempo y eso la preocupó mucho más. Le prometí que le diría algo en cuanto lo supiera, así que salí de casa y encendí el motor del coche, saliendo hacia la carretera. Pude ver pasar varias imágenes en dirección contraria, hacia el taller. Sólo podían ser ellos así que giré y me dirigí hacia el taller.

Aparqué y entré encontrándomelos a todos en la sala de reuniones con Carlisle y Jasper allí, los cuales sacaron el móvil a la vez, llenando el ambiente de tensión.

-¡No! –Jasper y Carlisle se miraron a la vez cuando Jake leía el mensaje. Empezó a convulsionar y Jasper posó su mano en el hombro de Jake-. Jake… cálmate.

-No puede ser… -Se llevó el móvil al oído y habló con ansiedad-. Nessie, dime que todo esta bien, que era una broma –Su cara empezó a contorsionarse hacia el dolor para luego llenarse de confusión-. No puedo creerte. Simplemente no puedo –Él se frotó la frente angustiado y escuchó hasta que algo hizo que se enfadara, haciendo que Jasper posara de nuevo la mano en su hombro-. ¿Tu nueva familia? ¿Estás loca? Sabes bien que ellos no son tu familia, Ness, no es así. La única familia que tienes es la que está aquí, esperando que vuelvas, no que luches, simplemente que vuelvas para verte una vez más antes de la batalla, que quieren ver que estás a salvo. Vuelve, por favor –La desesperación en su rostro era evidente-. Ness, no puedes hacer esto… no puedes dejarnos… -Hubo una pausa y él seguía temblando, hasta que un gruñido salió de su pecho-. ¿Es él? ¿Nessie? ¿Ness?

-¿Qué ha pasado? –Pregunté y él se giró, su rostro lleno de rabia. Volcó la mesa y salió corriendo entrando en fase mientras todos se miraban contrariados-. ¿Qué?

-¿Era Adam?

-No… -Carlisle intercambió una mirada con Jasper-. Era Cayo, reconozco su voz…

-Ha dicho que quieren hacer lo mismo que con…

-Sí, yo también lo he oído…

-Hay que ir antes… no podemos…

-¿Quién demonios es esa? –Seth miró a Carlisle y él bajó la mirada-. Carlisle…

-La hermana de Aro… -Negó una vez-. Se enamoró de Marco pero cuando estuvieron a punto de marcharse de Volterra… -Bajó la mirada y me miró-. Aro y Cayo tienen claras sus prioridades… y la primera de todas es su imperio…

-Chicos… -Me giré para ver a todas allí, Emily, Rebeca, Rachel y Kim-. Sam… ve con Jake. No va a poder controlarse bien…

-Todos debéis ir con él… -Atajó Kim mientras abrazaba a Rebeca-. Es parte de nuestra familia… si hay que luchar por la manada… ella es parte de nuestras vidas…

-Kim no puedo aceptar que todos vayáis…

-Carlisle… es la única manera. No tenemos nada que hacer contra ellos, bien lo sabes…

-Como bien ha dicho Kim… ella es de los nuestros también… -Seth me miró y asentí-. Lucharemos si es necesario como ya hemos hecho en otras ocasiones. No hay otra posibilidad, él es nuestro hermano y ella también… es nuestra tribu y tenemos que proteger a la tribu. No hay opción.

-Está bien… os esperaremos en nuestra casa, seguramente Alice haya visto algo… aunque sea lo mínimo… -Carlisle miró a Jasper que contraía su rostro-. O quizá no, pero puede decirnos qué camino tomar… Os esperaremos a todos allí…

-Creo que deberán volver de Isla Esme, será la mejor opción… no dudo que los Denali se unirán… pero tengo que consultarlo con Alice…

-Vamos…


Seth tomó mi mano cuando los vampiros dejaron el taller. Todos los chicos salieron y Quil se marchó en otra dirección, tenía claro que iba a recoger a Claire. Leah sacó del coche de Sam al pequeño y le despertó. Todos entraron en fase y cargaron con sus mitades, a excepción de Paul que condujo su coche con los pequeños dentro, retrasándose un poco más que el resto. Esperamos fuera de la casa, Jake apareció entrando de lleno allí sin parar apenas, no era momento de saludos y todos podíamos entenderlo.

Comenzó a amanecer cuando varios coches llegaron, pasando una hora o más hasta que Jake salió con la mirada perdida y un gesto serio, como cualquier capitán que manda a sus chicos a una batalla de la que sabe que no todos regresarán.

-Hay que ir a por ella… Alice ve cómo va con uno y con otro de los vampiros de esa casa, cómo una de sus muñecas la manipulaba como un títere… no puedo permitirlo…

-Iremos…

-No es tan fácil… no es la única que corre peligro. No podemos abandonar nuestras tierras así, mucho menos con la amenaza que eso significa para la manada… hay que proteger a los futuros licántropos… no podemos arriesgarnos…

-No se pueden quedar aquí… si ellos nos ven allí estoy seguro que esas sanguijuelas mandarán a parte de su guardia a La Push para acabar con nuestra descendencia…

-Lo sé… iremos todos a Europa. Es algo que no se esperarán, nos separaremos. Vamos a ir a Suiza, los de Denali vienen a ayudarnos y tienen una casa allí, será nuestro centro neurálgico en Europa mientras las mujeres se quedarán en Dublín… -Leah carraspeó-. Cuando digo que las mujeres se quedarán, es todas, incluida tú.

-Eso es…

-Si algo sale mal ellas necesitarán protección…

-Pero eso…

-Leah… -Su tono cambió y Leah cerró la boca-. Bien, Alice ha comprado billetes para todos, iremos a Londres para despistarles y allí nos separaremos… Las mujeres a Irlanda y nosotros a Suiza con el resto de los… los otros. Saldremos esta misma noche… Tomaros el resto del día libre…


Dicho eso salió corriendo y entró en fase siendo seguido por Edward y Emmett. Empezamos a separarnos y cada uno se marchó con su familia, miré irse a Rachel con sus pequeños y a Embry acariciando la tripa de Rebeca. Quil cargó con Claire y se marchó con Sam, Emily y Leah, la cual cargaba con Ephraim. Seth tomó mi mano y me miró preocupado, mientras pude ver a Jared y Kim adentrándose de la mano hacia el bosque mirándose de un modo que tuve que volver a los ojos de Seth. Bella se acercó angustiada acompañada por Esme, que la ayudaba a caminar como Carlisle.

-Seth… mi padre vendrá con nosotros. Quizá tu madre debería acompañarlo. Será también un blanco fácil si le dejamos aquí desprotegido, Aro podrá decir que sabe demasiado y que es una amenaza, por lo que no le costará deshacerse de él…

-Iré a hablar con ella y le explicaré lo que pueda… haré que convenza a Charlie…

-Te lo agradezco… -Ella le abrazó y se marchó ayudada de nuevo-.

-¿Vienes conmigo?

-Claro… -Acaricié su rostro y le besé levemente-. No pienso separarme de ti hasta que cojas el avión a Suiza… ninguna nos iremos antes de veros partir…


Cuando llegamos a casa de Sue ella comenzó a hacer una pequeña maleta, hasta que recibió la llamada de un indignado Charlie. Ella le pidió que no protestara y que hiciera lo que su hija le pedía, que no tenía que saber nada más, convenciéndole así de que siguiera el plan.

Nos despedimos de Sue y fuimos a casa, durante el trayecto no dejé de mirarle y él no me quitaba ojo tampoco, cuando llegamos nos tomamos de la mano y nos sentamos en el sofá, acariciándonos despacio el rostro y las manos, sin cruzar palabra, sólo acariciándonos, abrazándonos y regalándonos de vez en cuando algún dulce beso.

El sol empezó a ponerse y subí a mi cuarto para tomar algo de ropa, él me ayudó en silencio, tomando un pañuelo y poniéndolo en mi garganta con cuidado, para después ponerme una chaqueta.

-Va a hacer frío…

-Gracias… -Le abracé-. Pero preferiría tus brazos a la ropa…


No soltó mi mano en todo el camino, ni en el aeropuerto de Seattle ni en el avión, donde me apoyé en su pecho para dejarme llevar por el sueño acumulado. Me zarandeó despacio un poco antes de aterrizar y me odié a mi misma por haberme dormido. Miré a mi alrededor y las escenas como la nuestra se repetían, a excepción de aquellos que no tenían la necesidad de dormir.

Alice nos repartió los billetes a Dublín, para después despedirse de todos. Me miró de un modo extraño y me abrazó fuerte, poniendo en mi bolsillo algo y guiñándome un ojo. No entendí el porqué, pero sabía que no debía sacarlo hasta que ellos se marcharan. Me abracé a Seth fuerte y le besé, me aferré a su rostro y soporté las lágrimas que luchaban por salir dibujando una tortuosa sonrisa cuando le miré.

-Te quiero… -Asentí, no podía hablar-. No lo olvides… -Negué y él sonrió quitando el pañuelo de mi cuello-. Me lo llevo… no vaya a ser que luego no quieras volver… quiero tener algo tuyo conmigo –Volver… ¿Y si era él el que no volvía? Mi corazón se encogió-. Eh… yo pienso volver… no habrá nada que me aleje jamás de ti… nos veremos en un par de días, tú sigue pensando en la universidad de Seattle… quiero que pienses en qué barrio quieres vivir, tendré que buscar un piso para mudarnos allí…

-¿Mudarte a Seattle? –Sonrió-. ¿Conmigo?

-Contigo al fin del mundo… -Me besó y rió-. No pienso dejar que ningún chico de ciudad me robe a mi chica… no podría vivir sin los rugiditos de mi leoncita…

-Largo… -Reí y le besé-. Buscaré un piso cerca de tía Cyntia… -Él hizo un gesto de dolor y yo reí-. Te quiero…


Se alejó de mí soltando mi mano como el resto, acercándose a Jake que esperaba paciente y guardando la compostura… sufría pero intentaba no mostrarlo. Me acerqué a él y le abracé cuando sus hermanas le soltaron, no estaba solo… tenía que saberlo y le repetí que ella volvería como antaño y que él tendría que volver a darme la razón.


Vimos como nuestros hombres partían mientras Leah romanceaba y Charlie miraba con algo de confusión a todos y cada uno de los que pasaban por delante. Cuando la puerta de embarque se cerró Claire lloraba en brazos de Kim y los gemelos en brazos de su tía y su madre, que también estaban al borde de las lágrimas. Leah cogió a Ephraim y Emily me miró algo torturada, ofreciéndome su mano para seguir al resto que ya se dirigían a nuestro vuelo. La tomé y metí la otra mano al bolsillo, notando un papel plegado… eso que Alice me había dado.

Solté la mano de Emily y ella me miró raro mientras desplegaba aquel enorme papel, un plano. Un plano de Florencia y otro de Volterra. Miré el panel de salidas y un vuelo salía hacia Florencia media hora más tarde que el de Dublín… tenía que cambiarlo. Emily me miró extrañada cuando salí corriendo hacia el mostrador y la mujer parecía mirarme como si estuviera loca, pero cuando Emily entendió lo que me proponía me ayudó a convencer a la mujer de que me cambiara el billete.

Leah rabiaba por querer venir conmigo, pero la convencí de lo contrario, tenía que quedarse con Ephraim, además sería mucho más peligroso si venía… yo era una humana más, con un olor humano normal… ella seguro que olía distinto para ellos y me haría llamar la atención, poniéndonos en peligro a las dos… así que aceptó más enfada aún que cuando Jake la dejó fuera.

Esperé ansiosa, rezando para que Seth no se enterase de nada, rezando porque yo pudiera encontrarla y la hiciera entrar en razón… rezando para que nada se complicase y pudiera volver con ella tal y como estaba ahora…


Las vi marchar y esperé mi vuelo. Pensé mientras sobrevolaba Europa, pensé en qué pasaría si me encontraba con ella y no quería volver, si ellos descubrían que yo sabía todo… recordé la frase de Bella y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Acabarían conmigo… o me trasformarían. Pedí al cielo que ninguna de las dos cosas pasaran, eso me alejaría de todo lo que me importaba…


Bajé del avión y miré el mapa, había marcado un local y cuando llegué pude leer un cartel enorme “Alquiler de coches con chófer”. Entré y el chico me miró algo extrañado, me preguntó algo que no entendí y me quedé blanca… ¿Cómo me iba a entender con un italiano? Me rasqué la cabeza y aclaré mi voz, mirando el mapa y señalando Volterra con el dedo. No sería difícil de entender que quería ir allí…

-¿Darlene McBrown? –Asentí y el chico habló con un acento muy marcado-. Su hermana me llamó… esperaba su llegada hacer media hora. El conductor ha ido a hacer un viaje pero llegará pronto… puede esperar aquí si lo desea…

-Gracias…


Me senté en aquella salita y miré mi móvil, mandando un mensaje a mi madre. Si les llamaba iba a ser difícil de explicar en la factura del teléfono, así que les dije que estaba bien y que no podía hablar, que estaba sin voz de nuevo y que ya les llamaría en un par de días…

Saqué el plano de Volterra y memoricé el recorrido marcado por Alice en él, parecía conducir desde las afueras hasta el centro histórico, La Torre del Reloj era el destino.

Un chico alto y esquelético entró riendo y haciendo el gesto de unas curvas, hasta que reparó en mi presencia y se disculpó. El otro debió explicarle que yo era la chica a la que tenía que llevar a Volterra por lo poco que entendí en su tono elevado… parecía mosqueado con el chico.


El viaje fue silencioso y yo no paré de mirar el mapa, no quería perderme por allí, algo que al ver las entrecruzadas calles iba a ser muy probable.

Me dejó en la calle de la estación, lugar que estaba marcado en el mapa como punto de partida. Suspiré y empecé a andar despacio, sentía que todo el mundo me miraba y eso empezaba a asustarme, seguramente si me topara con alguno de ellos… con los poderes magistrales que tenían posiblemente me matarían antes de que pudiera notarlo…


Suspiré y me fijé a cada lado de la calle, intentando seguir las indicaciones y fijándome en el nombre de las calles. Se suponía que era fácil, Alice había escrito quince minutos a pie de página… pero no contó con mi pánico… mis piernas temblaban y me costaba hasta andar, mucho más cuando veía que me estaba acercando. Me topé con una señora que me miró algo confusa, me preguntó algo raro y me limité a asentir, no había entendido ni una palabra, pero imaginé por su mueca que me preguntaba si estaba bien. Volví a andar y la calle estaba ahora vacía, con un muro al final que me indicaba que tendría que girar noventa grados al menos. Mi corazón latió frenético y respiré, quería correr pero mis piernas no respondían e iban más despacio, temiendo doblar la esquina.

Empecé a andar con dificultad, cinco metros y doblaría la esquina. Paré, no sabía si quería correr hacia delante o salir huyendo de vuelta a la estación para coger un autobús a Florencia… pero no podía hacer eso, era mi amiga, había venido a buscarla y me tenía que dar igual mi estúpido pánico. Respiré hondo y caminé ahora decidida a doblar la esquina.

Algo cayó del cielo, una mujer estaba de espaldas a mí, de la manera que había saltado sabía que no era humana. Nadie en la calle, yo contra ella… no había posibilidad, por mucho que corriese. Ella se levantó y me quedé algo helada cuando se giró, la conocía.

-Vamos, muévete… -Tomó mi mano de un modo rudo y tiró de mí de un modo que casi me arrastró hasta un portal donde nos escondió-. Esperaremos a Félix…

-¿Félix? –Algo se posicionó tras mi espalda, un enorme chico me miró con confusión y la mujer tiró de mí, siendo seguidas por el que parecía ser Félix. Entramos a un salón enorme y glamoroso, donde el chico me cargó y me llevó por unos pasillos hasta una puerta típica de un castillo la cual abrió dejándome verla a ella. El chico me dejó en el suelo y no pude más que abrazarla, algo que me consoló pero seguía teniendo miedo de que alguno de ellos se volviera loco y me atacara-. No vuelvas a hacer algo así, no vuelvas a abandonarme, no quiero que desaparezcas como los demás. Eres la única que me mantiene unida al resto de mi vida…

-Pero, ¿qué demonios haces aquí?

-Seth me confesó dónde estabas, pero me mandó a Irlanda con el resto. Cuando llegamos a Londres, ellos cogieron un vuelo y nosotros esperábamos a otro hacia Irlanda, pero cambié mi billete y vine directa a buscarte, no puedes abandonarme…

-Calma… debemos marcharnos… -me abrazó algo raro-. Estás loca viniendo aquí por mí… -sonrió levemente y yo de vuelta-. Debemos salir de aquí en seguida, antes de que nos detecten…

-Tarde… -Félix comenzó a arrugar la nariz-. Vamos, por aquí, seguirme.


Félix empujó un armario y se abrió un agujero que me hizo temer lo peor... y lo peor llegó cuando Nessie me arrastró dentro junto a la otra chica que ni siquiera me habían presentado… y tenía que fiarme de ella. ¡Genial! No veía nada, sólo lo que Nessie me mostraba. Tenía que agacharme… empezamos a reptar por el suelo y podía notar la piedra bajo la tela de mis pantalones y bajo mis manos… contuve la respiración y recé para que no tuviera la mala suerte de hacerme algún rasguño… no era momento para sangrar… la figura del chico desapareció y yo me quedé paralizada. La chica que me seguía nos adelantó y le siguió, pero yo no podía mover ni un solo músculo, esto era demasiado. Algo tiró de mi y me tapó la boca, evitando que el chillido que esperaba a salir en mi garganta lo hiciera. Nessie me miró preocupada y acarició mi rostro, debía tranquilizarme, si ella confiaba en ellos yo tendría que hacerlo también… no tenía otra salida más que a ellos… y no me apetecía ser la comida de nadie.

Asentí y el chico me soltó, Nessie me miró apenada y con la disculpa grabada en su rostro cuando el chico indicó que teníamos que bajar por unas escaleras que había en la pared, las cuales yo apenas veía. Bajaba un pie y buscaba el escalón hasta que lo apoyaba, bajaba el otro al mismo y repetía la operación. Iba demasiado lenta, incluso para alguien humano… miré a Nessie que seguía mirándome del mismo modo.

-Si me suelto… ¿me cogerá y escaparemos antes? –Asintió-. ¿Confías en él?

-Espera… ¿Confías en mí? –Hubiera dicho mucho más que en él… pero me limité a asentir, seguro que por muy bajo que se lo dijera él lo oiría y no quería que un vampiro se ofendiera conmigo... mucho menos el que me iba a sacar de esta pesadilla. Ella desapareció-. Salta.


¿Salta? Genial… como si fuera tan fácil… miré arriba y suspiré, soltando mis manos de la pared impulsándome levemente hacia atrás, esperando no rozarme con nada que pudiera lastimar mi piel. Cubrí mi cabeza en la caída y me hice un ovillo hasta que noté algo duro impactar en mi espalda. Abrí un ojo y ella sonrió, dejándome en el suelo con una sonrisa mientras las otras dos nos seguían. Entramos en un pasillo me aturullé y estuve a punto de no entrar, pero el chico tomó mi mano y Nessie la otra, empujándome ambos sin posibilidad de escapar. Llegamos a lo que parecía la caja de un banco, el chico escuchó… ¿realmente podía? Flipé un poco cuando pareció escuchar algo y nos hizo esperar. Algo pareció hacer contacto en él y sacó corriendo una llave que llevaba colgada al cuello, abriendo la puerta despacio hasta para cualquier humano. La puerta no emitió ni un solo sonido a pesar de ser tan gruesa.


Nessie pareció tensarse, su mano apretó más la mía cuando vio a una chica apoyada en uno de los coches, aunque yo me quedé más flipada al ver los coches que a la chica… millones y millones de dólares, euros o cualquier unidad monetaria… sólo con el valor de esos coches podría comer un país entero por un año por lo menos…

-Debéis daros prisa, Chelsea está reunida con las esposas, al ver lo que le ha pasado a Martina me han mandado cubrir su puesto… pero prefiero ayudaros… -La chica que no me habían presentado abrazó a la otra-. Será mejor repartirnos en tres coches. Nosotras dos, hermana, iremos delante. Félix, creo que será mejor que vayas con tu amiga…

-Zafrina

-Bien, de acuerdo, será mejor que vosotros dos escoltéis a la humana y al objetivo principal. Yo escogería los más rápidos…

-¡Nessie! –Félix le lanzó unas llaves-. El Bugatti Veyron, el negro. Es el más rápido que tengo…


Entramos en el coche y yo lo miré alucinada, cada detalle… realmente era un coche de carreras, hecho para correr y para quemar litros y litros de combustible. Nessie rió y yo me quedé helada, pero seguro que ella estaba acostumbrada a todas estas cosas… Nessie encendió el motor a la vez que los otros dos, haciendo un ruido ensordecedor. Un coche salió disparado por la puerta que aún se estaba abriendo, saliendo después y acelerando de un modo que mi estómago se encogió, parecía como cuando estaba despegando en el avión. Llegamos al aeropuerto en menos de media hora, y a mí me había costado más de una hora la ida…


El chico desapareció acercándose a un mostrador cuando vio que salía un vuelo a Zurich en quince minutos… no era posible…

El chico se giró con unos papeles, lo había conseguido. Nessie tiró de mí y corrimos hasta la puerta de embarque, donde tuvimos que esperar al menos diez minutos, diez minutos llenos de una tensión palpable donde todos miraban a todas partes. Félix se fijó en Nessie de un modo que no me gustó nada, pero sacó un móvil de su bolsillo y se lo tendió, cambiando a una mirada menos deseosa. Nessie sonrió agradeciendo el gesto y marcó un número mientras suspiraba.

-Mamá, estoy con ella… También estoy con ella mamá, estamos bien, no te preocupes –Me miró… la había liado buena al parecer, Seth iba a matarme-. Tania me regaló unas llaves de una casa en Suiza, pero no me dijo la ciudad… No es necesario, vamos a embarcar en un vuelo a Zurich, dudo que tardemos más de una hora… Lo sé, yo también te quiero mamá… lamento mucho todo lo que he dicho antes, era por Martina, es una larga historia. Aún así, no hay excusa… ¡Papá! –Nessie rompió a llorar y bajó la cabeza-. ¡Lo siento tanto! –Sollozó y asintió mientras escuchaba-. Gracias papá… dile a todos que les quiero…


Tomé su brazo y me senté a su lado para esperar a coger el avión, intentaba calmarla pues estaba demasiado derrumbada… mi miedo desapareció con su pena. Estuvo todo el vuelo ausente y yo no la solté, pudiendo notar su nerviosismo cuando se acercaba el momento de aterrizar. Sabía qué era lo que buscaba nada más salir del avión, lo mismo que yo… pero no había rastro de ellos por ningún lado.

Ella se refugió en brazos de su familia, los cuales me recibieron cordialmente. Jasper y Emmett no pararon de sonreírme y sentí de un modo extraño el agradecimiento por haber traído de vuelta a Nessie. Ella pareció venirse abajo al notar que no estaban, pero yo no paraba de darle vueltas al hecho de que él no estaba allí. No entendía los motivos, posiblemente estuviera tan enfadado conmigo que no querría verme… mi corazón latía angustiado pensando lo muy enfadado que tenía que estar para no aparecer por allí… incluso quizá él hubiera cambiado de opinión respecto a mí… entré en el coche de Edward casi de manera mecánica, pensando lo mal que se sentía estar tan lejos de él ahora que todo había pasado… quizá era a causa de la bajada de adrenalina… pero le necesitaba más que nunca. Edward se volvió hacia a mí sonriente.

-Te agradezco que fueras a buscarla, Alice dudaba si volvería hasta que apareciste tú… pero ha sido demasiado temerario… -Miró a Nessie con cautela-. Seth no ha soportado la posibilidad de perderos allí a las dos, al igual que Jake. No han podido controlarse, han entrado en fase y toda la manada al completo se han dirigido a Volterra –Mi corazón se paró en ese instante-.

-¿Qué han ido a Volterra?

-Sí, no han podido controlar su instinto protector, no han sido capaces de soportarlo y han llenado de ese miedo a todos los miembros de la manada. No ha habido forma de hacerles entrar en razón. La psique de la manada es muy complicada…

-¿Dónde están ahora?

-En la frontera. Les hemos llamado y avisado de vuestro regreso, pero Seth ha pensado que era una artimaña para que él volviera, que había sido cosa de su hermana…

-¡Dios mío! –No podía creerlo, por eso él no estaba…-. ¡Todo por mi culpa!

-Tranquilas… Ellos dos no quieren salir de fase, pero Quil les ha convencido de que esperen al menos un par de horas… así que no volverán hasta que Quil os vea con sus propios ojos. Ha regresado y está en casa, esperando vernos regresar para hacerles volver o mandarlos atacar Volterra.

-¿Ellos dos solos?

-No… Embry, Jared, Paul, Sam, Collin y Brady van con ellos.

-¿Y Leah?

-Está en Londres, con tu abuelo. Tu abuelo y Leah te esperarán en Londres, debéis ir allí las dos, para dirigiros a Irlanda…

-No papá, no pienso ir a Londres… -Edward me miró de un modo que un escalofrío recorrió mi cuerpo, algo que la hizo reaccionar-. Iré y volveré.

-No… debes ir y quedarte allí, si no quieres ir a Irlanda puedo entenderlo, pero no puedes dejar a Charlie solo… él te necesitará.


Nessie pareció molesta por tener que ir a Londres, me sentía en parte culpable, al parecer ella ahora iba a ser mi niñera o algo así… y eso iba a alejarla de Jake…

Nos avisaron de que Jake no había podido soportar la espera y estaba decidido a atacar Volterra, mientras había enviado a mi Seth de vuelta… Nessie se puso histérica y llamaba constantemente a Jake, yo lo intenté con Seth pero no hubo respuesta de ningún tipo. Edward aceleró y empecé a marearme… aunque resistí las ganas de gritar que parase, quería llegar lo más rápido posible y evitar que los chicos entraran en una batalla. Cuando paró Nessie bajó rápidamente y se esfumó, así que bajé intentando seguir la misma dirección.

Edward me indicó que le siguiera y cuando llegamos ella lloraba abrazada a su madre, la cual movía sus labios en dirección a Quil con mirada rabiosa. El lobo aulló y Edward sonrió.

-Han dado media vuelta. Jake llevaba ventaja, apenas podía contactar con Quil, pero Seth a servido de repetidor, al igual que Collin y Brady, que van más retrasados que el resto. Llegarán en menos de dos horas…


Nessie se abrazó a Quil y yo sentí que mis piernas flaqueaban. Nessie se abrazó después a sus padres y yo me apoyé en Quil para no caer, el cual lamió levemente mi mejilla. Eso me dio la fuerza suficiente para ir hacia la casa, donde Nessie se abrazaba al resto de su familia. Se escuchó un aullido y Quil se acercó con lo que me pareció un gesto divertido, le miré raro y Edward me miró guiñándome un ojo mientras palmeaba el hombro de Quil.

-Tu lobo llegará en quince minutos… -Me sonrojé por aquella mirada-. Te sonrojarás más cuando llegue Seth… no sabe si gritarte como un loco o atarte a él con cables de acero…

-Quil… -Acaricié el lomo de Quil-. Dile que lo siento mucho, pero que no podía dejar que mi mejor amiga se perdiera el mejor de los destinos… el que me brindó a mí… -Miré a mi amiga sonriente pero una mueca de disgusto por parte de Alice me alertó-. ¿Qué?

-Debéis marcharos en una hora… no creo que puedas despedirte de Jake, Nessie… el vuelo sale en hora y media, y no habrá más hasta mañana. No podemos dejaros permanecer aquí hasta mañana… tenemos que prepararnos y Chelsea está dudando en atacar o esperar a Aro. Si decide atacar, llegará mañana al amanecer… no podemos correr el riesgo.

Nessie se quedó helada como yo, no era justo que no pudiera despedirse… sus padres la arroparon y la metieron en casa mientras yo miré a Quil que pareció reír mientras se marchaba. Entré en la casa invitada por Emmett y Esme nos sirvió una comida estupenda… aunque realmente no tenía muchas ganas de comer, al igual que Nessie.


Ella parecía atenta a una conversación lejana, así que no quise distraerla y me limité a saborear la deliciosa comida de Esme, aunque no paraba de pensar en que prefería saborear los labios de mi novio. Pude ver el rostro de Rose contorsionarse en una mueca de disgusto, con la nariz arrugada. Emmett empezó a reír mirándome, así que salí corriendo de la cocina pudiendo ver a ese hombre maravilloso que había estado ansiando ver. Me miró y me abrazó, elevándome por los aires y besándome una y otra vez mientras acariciaba mi rostro como si no lo hubiera visto en años.

-No vuelvas a hacerme esto, ni se te ocurra… casi me muero de la angustia…

-Estoy bien…

-Pero… podía haberte pasado algo, podían haberte descubierto y no sé que hubiera hecho si te hubiera pasado algo… estás loca… -Me besó-. Completamente loca… -Volvió a besarme-. No vuelvas a hacerme esto, por favor…

-Si hacerlo implica un reencuentro como este… tendré que pensarlo…

-Calla… -Me besó de nuevo-. Te prometo reencuentros así para la eternidad, pero no vuelvas a hacerlo… -Me abrazó-. Nos hemos vuelto locos…

-Ya está… estamos juntos, es lo que importa… -Me miró y asintió, besándome de nuevo-. Como lobo defiendes a tu manada y yo defiendo a la mía también, como una buena leona…

-Ya veo… -Sonrió y pareció menos angustiado-. Cánidos y felinos… buena mezcla… ¿qué saldrá de eso?

-No sé… y no quiero saberlo hasta dentro de mucho… -Reímos y él alzó la mirada-. Nessie… -La abrazó-. ¿Estás loca? ¿Qué vena te ha dado para hacer una locura así? ¿Sabes lo mal que lo hemos pasado? Europa, tierra de demonios y tú vienes como una camicace…

-Ya, ya… ¿Tú hablas de camicaces?

-Nosotros no íbamos solos… tú habías venido sola… no vuelvas a hacer algo así, la familia está para defenderte y no para cruzarse de brazos viendo como vas directa a la boca del lobo… ¿Realmente pensabas que íbamos a dejarte sola? –Negó dramáticamente-. Niña tonta…


Ella hizo una mueca y se refugió en casa, me sentí mal por ella porque intuía que era para no vernos juntos… decidí que sería mejor dejarla ir sola con sus padres y me monté con Emmett y Jasper, viajando en la parte trasera con Seth. No pude dejar de mirarle en todo el viaje y él hizo lo mismo, nuestras manos unidas al igual que las miradas. Simplemente eso nos bastaba.

Cuando llegamos al aeropuerto me despedí de él, me dolía en el alma separarme, pero sabía que él debía quedarse con la manada, era parte de su naturaleza defender a su familia y yo le quería con todo, hasta con sus ausencias. Intercambiamos dulces miradas y algún beso, mi corazón gritaba que quería quedarse con él y apunto estuve de arrancármelo para dárselo. Teníamos que entrar a la sala de embarque y me despedí del resto y no pude evitar besarle de nuevo, era todo lo que me iba a quedar de él en unos días… así que me esmeré en que fuera un beso que no pudiera olvidar fácilmente.

Nos sentamos para esperar y ella parecía derrotada, tomé su mano y ella intentó sonreír, aunque la angustia era evidente en su rostro.

-Lo siento, es una pena que no hayas podido verle antes de que tuviéramos que marcharnos… os merecíais el reencontraros antes de…

-¿La batalla? –Asentí apenada-. Lo que más rabia me da, es que estuve a punto de decirle que le quería, que quería que me pidiera algo más que amistad justo antes de salir de América, en el aeropuerto. Sin embargo él me dijo que me iba a esperar, que debía esperar a regresar para que habláramos…

-Fue lo mejor… -Me miró sorprendida-. Bueno, ya sabes… a mí antes me costaba no ver a Seth, cuando éramos amigos… o algo un poco más que amigos. Pero ahora, estos dos días… han sido horribles. No quiero imaginar qué hubiera pasado si los dos hubierais sabido todo antes de que vinieras… tener lejos a tu mejor amigo es difícil, pero cuando tienes lejos a tu mitad… en serio, suena a cursilada y a locura, pero parece que cuando estoy lejos de Seth, mi corazón pierda el ritmo. Incluso ahora me cuesta, sabiendo que está detrás de ese cristal –Alcé mi mano hacia él, que nos miraba junto a la familia de Nessie tras la mampara-. Es mejor así, créeme…

-Pero no me perdonaría nunca no haberle dicho todo lo que siento si algo… -Tomé su mano y negué, no debía pensar eso y yo tampoco… no quería ni oírlo-. Discúlpame…


Sonreí amablemente y ella cogió su portátil en un intento de distraerse. Yo miré a través del cristal, su mirada no se apartaba de mí y eso me consolaba en cierto modo… quería decirle lo mucho que le quería y que ya le echaba de menos… Edward sonrió y se acercó al oído de Seth, el cual alzó las cejas y sonrió asintiendo. ¿Eso era que él también me echaba de menos ya? Edward rió levemente y repitió el gesto, haciendo reír a todos mientras Seth se sonrojaba levemente y volvía a asentir. Mi corazón se llenó de alegría y quise ser tan fuerte como cualquiera de ellos para atravesar el cristal y besarle de nuevo…

Miré la pantalla y pude ver un correo que le mandaba Nessie a Alice con un vídeo precioso… Pude notar su mirada pegada al reloj, sólo diez minutos y embarcaríamos. Acaricié su espalda en un intento por consolarla y ella lo agradeció con una leve sonrisa, cerrando su portátil. No llegó a cerrarlo, volvió a abrirlo y leyó algo que no me dio tiempo a leer, cerró de golpe el portátil y se levantó ansiosa. La miré preocupada y me mostró lo que acababa de suceder, él estaba viniendo de camino. Miré hacia todos lados, aunque era algo inútil pues seguro que cualquiera de ellos lo vería antes. La azafata nos llamó cuando todos habían embarcado y el rostro de Nessie cayó al suelo, tendiéndole con poco ánimo el billete a la chica. Cuando se lo devolvió su gesto cambió, una enorme sonrisa se dibujó y se volvió hacia atrás ansiosa.

-¡Está aquí! –Nos miramos y ella miró hacia el cristal, su padre señaló la dirección correcta donde mirar-. ¡Está aquí, le huelo! –Miré pero no podía verle y ella parecía no encontrarle, la azafata nos miró como si estuviéramos locas hasta que ella gritó-. ¡Jake! –Tiró su mochila y salió directa al cristal-.

-Discúlpenos… tiene que despedirse de él, es importante… sólo será un minuto…

-Un minuto…

-Le he enviado un mensaje a Alice… -Ella acariciaba el cristal con ansia-. Yo…

-¡Señorita! –La azafata parecía más que molesta-. ¡Tiene que entrar ya!

-Jake, yo… -Ella le escuchó, aunque yo no oía nada-. Te quiero Jake…


Nessie sollozaba y yo tomé su mano, llevándola conmigo mientras Jake sonreía apenado por su marcha, pero feliz de haberla visto y haberse podido despedir… fue algo realmente conmovedor. Ella empezó a llorar y yo intenté consolarla en todo momento, pero su llanto era imparable…

Me daba rabia verla así, empezaba a odiar a esos seres que ni siquiera conocía, pero les odiaba por el simple hecho de hacer sufrir así a mi amiga, por retrasar el más dulce de los destinos…

-Vamos Nessie… no llores más… estamos a punto de llegar a Londres y tu abuelo no puede verte así, no sería justo, lleva muchos días esperando a verte.

-Lo sé, Dar, lo sé, pero no puedo evitarlo, siento que quiero volver y abrazarme a él, me daría igual lo que pasara mientras estuviera en sus brazos…

-Sé de lo que me hablas, pero ellos tienen que estar ahí. Todas esperan en Irlanda por la misma razón, porque entienden que su naturaleza les lleva a estar allí, luchando contra aquello que amenaza a la tribu, a su familia. Y tú eres nuestra familia.

-Admiro tu fortaleza, estamos en la misma situación, sin embargo tú mantienes la calma mucho mejor.

-Para nada… No estás en la misma situación. Llevas días lejos de tu hogar, rodeada por monstruos que quieren acabar con tu vida, sin saber en quien puedes confiar y en quien no. Sintiendo cosas que nunca querrías haber sentido por culpa de esos maravillosos dones que os concede vuestro… estilo de vida.

-Pero todo eso no me está afectando ahora, sólo es por Jake.

-Sí… -Claro… y yo soy monja… Pero no podía decirle eso…-. Aunque sólo fuera por Jake, sigue siendo sin ser igual. Tú llevas mucho más tiempo con él que yo, pero aún no habéis podido aclarar vuestra situación. Esa ansiedad de no saber en que punto estáis… -Suspiré-. Yo apenas estuve de ese modo con Seth unos meses, y por poco enloquezco. Tú llevas años y ahora… -No, no debía pensarlo… no podía decirlo… pero era la verdad-. Tenemos que ser realistas, es posible que alguno de ellos no vuelva.

-Ni lo menciones.

-Pero es la verdad, por muy dura que sea. Tu ansiedad, a mi parecer, se debe a que sientes que no has podido expresarle todo lo que sientes, pero él ya lo sabe, no necesita que se lo digas. Lo siente del mismo modo que tú.

-Pero no por mí. Me mata eso. Quiero poder decirle que le amo, que quiero estar con él siempre, pase lo que pase… besarle sin que haya otro motivo que amarle, nada de miedo, ni dolor… sólo amor.

-No debes preocuparte por eso. Todo irá bien.

Nos abrazamos y después nos acomodamos para el aterrizaje. Un hombre un par de asientos más atrás nos miraba de reojo… lo ignoré y tomé la mano de mi amiga que intentaba frenar su sollozo. Debía creerme mis propias palabras… Todo iría bien…