Capítulo XXXII: Dulces diecisiete: Noche para recordar.

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Bueno esta noche... ¡¡¡Por fin podreis leer el cap 33!!! y naaa hay alguna sorpresita que preparó Nuestra autora de fics de crepusculo favorita para nosotr@s sus seguidores/as XD y naaa que disfruteis de el 32 que pronto llega el 33 :D jeje


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Mi reloj sonó y me desperté algo entristecida. Me duché y me vestí, aunque apenas me apetecía salir de casa… bajé corriendo y le abracé fuerte. Hoy era el día en que se iba. Mi padre sonrió y nos dirigimos a la cocina. Mi madre sonrió y mi padre asintió, por lo que salió corriendo y los miré extrañada. La última vez que habían hecho algo parecido fue en mi décimo primer cumpleaños.


Mi padre señaló el desayuno y se puso tras mi espalda hasta que mi madre entró y se sentó en la mesa a desayunar con nosotros. Cuando terminamos de desayunar ambos parecían emocionados.


-¿Qué me ocultáis?


-Vamos al salón… no quiero perderme tu cara…


-Deberíamos esperar a que tu hermana y su novio llegaran… han dicho que vendrían pronto… -Mi madre torció el gesto-. No tardarán…


-Bueno… yo debería irme a clase… ¿O puedo picármelas hoy también? –Mis padres intercambiaron una mirada-. ¡Vamos papá! Quiero despedirme como es debido… además mañana es mi cumpleaños y no vas a estar…


-Dejo que te saltes la primera hora, sólo para que veas a tu tía y a Michael… pero irás a segunda… -Le abracé-. Irás…


-Vale… pero me quedo un poco más… -El timbre sonó y le besé en la mejilla-. Yo abro…



Mi tía me abrazó y Michael me dedicó una enorme sonrisa mientras entraban. Mi madre les ofreció algo de desayunar y tomaron un café mientras yo no me separaba de mi padre. Mi madre parecía nerviosa, mientras mi padre reía al verla así… hasta que mi tía preguntó qué pasaba y mi madre me dijo que quería darme mi regalo antes de que mi padre se fuera, porque era algo que nos iba a hacer ilusión a los dos… así que salimos disparados al salón.


En medio había una caja enorme, la abrí y me quedé boquiabierta al ver esa forma… un estuche duro en morado…


-No es posible… -Miré dudosa a mi madre-. Esto es…


-No es la misma. Sólo encontré la caja en el garaje, pero cuando la vi… me acordé y he estado buscando una igual, pero no he conseguido que fuera la misma…


-Grace… -Mi padre se agachó y acarició la funda-. Es un detalle precioso… -Mi padre me sonrió mientras yo estaba paralizada-. ¡Venga! Ábrela


-Voy… -Abrí y allí estaba no era la misma, el color no era igual y las cuerdas no eran de colores…-. Gracias… -Me levanté y la abracé al borde de las lágrimas-. Esto… es perfecto mamá…

-Sabía que te gustaría… cuando vi el estuche busqué las grabaciones pero no las encontré, sólo las partituras… siento haberla roto…



La abracé y estuve a punto de llorar. Había dado clases cuando era pequeña, me regalaron una vieja guitarra estropeada con nueve años, pero le ponía tanto entusiasmo que contrataron a una profesora que me enseñó a tocar y a arreglar mi guitarra. Era azul claro, y empecé poniéndole las cuerdas de colores porque así me era más fácil recordar los acordes. La primera vez que la toqué después de la muerte de Abi, mi madre se enfadó tanto que la rompió… esta era su forma de pedirme perdón… no pude evitar llorar al ver lágrimas en su rostro.


-Venga va… -Mi padre nos abrazó y sonrió, como Michael y mi tía-. No seáis tontas… ¿por qué no tocas un poco?


-No sé si me acordaré… -Reí limpiando mis lágrimas y cogiendo la guitarra-. Bueno… a ver… -Suspiré y recordé aquella canción que le gustaba a mi madre y que bailaba con papá-. Creo que esta canción os gustará… a ver si os acordáis… pero ahora desafinaré más que cuando era niña… -Rieron-. Vamos a ver…



Empecé a afinar un poco, no me gustaba cómo sonaba del todo y recordé brevemente cómo afinarla. Mi familia me miraba feliz así que carraspeé.




Fue mi elección y mis padres me miraron emocionados. Me sonrojé muchísimo, me acodaba perfectamente de la partitura de aquella canción y de la letra, aunque no había sido consciente de ello hasta ese momento. Toqué alguna otra canción que recordaba y estaba feliz cuando me dijeron que debía irme a clase. Salí corriendo y cuando llegué fue genial. Les conté emocionada el regalo de mi madre y ellos alucinaron un poco, pero Kevin entendió a la perfección el sentido de aquel regalo… era simplemente perfecto. Cuando salimos ellos me miraban divertidos y me dijeron que me preparase, que iban a planear una gran fiesta para el sábado por la noche. Les miré curiosa pero mi tía me gritó desde el coche de su novio y me marché con ella, dejando a mis amigos riendo mientras yo le daba vueltas a todo… no había hecho planes, pero ellos parecían tenerlo calculado. Una imagen en mi mente me mostró que dejara de darle vueltas… Me volví y sonreí a Nessie que reía alto.



Cuando llegué a casa comí con mi familia y estuvimos contando anécdotas de cuando era pequeña, de cómo me pegaba horas practicando con la guitarra y cómo le gustaba a mi abuela escucharme tocar… Mi padre recordó una vieja canción que me gustaba por el ritmo y por el enrevesado de su letra. Reí y cogí la guitarra de nuevo, había olvidado lo mucho que me gustaba tenerla en mis manos.


Mi padre se sentó conmigo para cantarla mientras reíamos… y mi tía daba palmadas y nos hacía los coros. Fue genial, mi madre bajó la cámara y volvimos a cantarla para que pudiera grabarla.




Reímos hasta que llegó la hora de salir… era momento de despedirse. Mi madre me dijo que cogiera algo de ropa, que pasaríamos la noche en Seattle en casa de mi tía y que posiblemente pasaríamos todo el fin de semana, ya que el sábado por la tarde tenían entradas para el estreno de una película.


Cogí un poco de ropa y la metí a la mochila mientras encendía mi ordenador. Busqué un par de partituras que quería practicar y las imprimí, si pasaba el fin de semana con ellas… iba a tener tiempo. ¡Mierda! Tendría que avisar a Seth y a los chicos… Cogí mi móvil mientras se imprimían las canciones y les mandé un mensaje a todos. Ninguno contestó, así que se me hizo raro… pero yo tenía que irme. Cogí las partituras, mi mochila y la guitarra. Nos montamos en la ranchera de Michael y nos dirigimos a Seattle. Paramos en casa de mi tía donde me hizo bajar mis cosas para que fuéramos más cómodos hasta el aeropuerto y nos invitó a tomar un refresco.


Mi padre miró la hora y mi tía le hizo una mueca… me sentía de nuevo como esta mañana en la cocina… aunque quizá era por mi madre y yo estaba sacando las cosas de lugar.


-¿Cuándo sale tu avión?


-En hora y media, cariño… -Le abracé-. Tranquila, nos veremos pronto y puedes llamarme cuando quieras… ya lo sabes…


-Va a ser raro, va a ser mi primer cumpleaños sin ti…


-Pero tienes a tus amigos… y a tu novio… y yo pienso llamarte a las doce en punto de la noche… así que más vale que estés pendiente del móvil…


-No sé si lo escuchará… -Mi tía rió-. Creo que va a esta todo el fin de semana con la guitarra de nuevo… -Llamaron a la puerta y mi tía y mi padre se miraron-. Yo voy primero…



Mi padre se levantó corriendo y se puso en medio para que ni mi madre ni yo saliéramos, pidiéndole a Michael que no nos dejara salir. Sólo pude oír unos gritos que parecían de fascinación, así que miré a mi madre mientras negaba y ponía cara de asombro… no sabía nada ella tampoco. Mi padre entró sonriente y nos dejó salir. Seth y mi tía estaban apoyados en un coche que me recordó de nuevo a mi infancia. Era el coche que había imaginado de pequeña, que mi madre quería desde que yo recordaba. Mi padre sonrió al ver a mi madre tan emocionada, yo no podía cerrar la boca… era perfecto.



-Yo elegí las fundas… -mi tía rió y puso una mano en el hombro de Seth-. Tu padre lo compró algo destrozado y tu novio lo ha arreglado…


-Dios mío… -Mi madre se acercó al coche y lo tocó como si fuera una burbuja y al tacto se rompiera-. Es… es como el que tenías…


-Lo pensé nada más verlo… pero el color fue idea de Darlene


-No sé si es el tono exacto… -Seth hizo una mueca-. Pero puede cambiarse si no os gusta… lo que pasa es que quería que lo vierais antes de que Nick se fuera…


-Papá… -le abracé-. Es un regalo genial para mamá…


-Bueno, no es sólo para ella… lo puse a nombre de las dos… así que es de ambas… -Le miré atónita-. Como el otro coche está en Chicago y ahora me lo voy a llevar a Memphis


-Gracias… -Me abracé a él y miré a Seth, dedicándole una enorme sonrisa-. Gracias por arreglarlo y ponerlo tan… -Suspiré-. Es genial… gracias…


-No ha sido nada, preciosa… -Me guiñó un ojo y sonrió-. Bueno, ¿quién quiere probarlo?


-Creo… -Mi madre miró a mi padre-. Darlene, carga el coche con tus cosas y llévalo tú… -La miré pasmada-. Venga, que yo apenas te he visto conducir…


-Y yo tampoco… -Mi padre me sonrió sin soltarme de su abrazo-. Así luego podéis iros a cenar a algún lado con él, a lucir coche…


-Vale… -Mi tía se metió a casa y sacó mis cosas, mi guitarra y mi mochila… aunque Seth cogió los bultos y los metió al maletero mirando curioso la guitarra-. Es una pena que te vayas… quería tocar un poco más…


-Grábalo y mándamelo… así podré verlo cada vez que te eche de menos… -Besó mi frente-. Venga, va… quiero ver cómo conduces…



Me sorprendió que mi padre se metiera en la parte trasera del coche con mi madre, dejando que Seth se pusiera de copiloto. Me hizo gracia cómo me explicaba un poco el salpicadero, diciéndome que lo había estado montando Embry con Jake… Me fue indicando por donde ir mientras yo conducía algo alucinada. Mi madre y mi padre no paraban de sonreír… era uno de esos momentos perfectos.


Cuando aparqué en el aeropuerto, toda esa felicidad desapareció, odiaba las despedidas. Bajé ahora apenada, aferrándome a mi padre mientras Seth cogía la maleta del coche de Michael dejando a mi padre llevarme a mí. Fue un detalle que mi padre agradeció… sobre todo cuando pudo aferrar con el otro brazo a mi madre. Seth se acercó a mí cargando con su otra mano la maleta… así que cogí su mano con gesto triste mientras él hacía una mueca.


Estuvimos con mi padre hasta que llegó la hora de que pasara aquella puerta, pero no quería separarme. Mi tía le abrazó mientras yo dejaba mi mano en su espalda, notando que mi madre hacía lo mismo. Se despidió de Michael y se giró para mirarnos. Acarició mi cara y se abrazó a mamá, dejando de mirarme sólo cuando dio un enorme beso en la mejilla a mamá. Después se quedó frente a mí, sosteniendo la mano de mi madre que estaba al borde de las lágrimas.


-Te voy a echar de menos… mucho… -Me abrazó y Seth me soltó, dejando que me aferrase a mi padre de modo que mis lágrimas salieron-. Oye… no llores. Ya eres toda una mujer, no está bien que llores por una despedida por un par de semanas… nos veremos pronto… -Acarició mi cara y me besó-. Además sé que te van a cuidar muy bien… -Le tendió la mano a Seth mientras aún sostenía la de mamá-. Cuídala bien…


-Lo haré…


-Más te vale… -Dijo con una sonrisa-. Bueno… cuidaros mucho… os llamo en cuanto llegue… -Nos abrazó de nuevo-. Os quiero mucho… a las dos…


-Cuídate mucho, por favor… -Mi madre le aferró fuerte-. Iré a verte en cuanto estés instalado… ¿Te parece?


-Eso suena estupendo… -Besó mi frente y me miró, no podía hablar-. No llores más… -Sonrió-. Feliz cumpleaños, mi vida…



Nos soltó mientras se alejaba y no tardé en notar sus cálidas manos aferrándome. Le despedimos con la mano y en el momento que dejé de verle me abracé a él… mi madre se apoyó en su hermana y nos dirigimos al aparcamiento de nuevo. Mi tía nos abrazó y se despidió al igual que Michael, así que miré raro a mi madre.


-Me han invitado a cenar… así que no puedo decir que no… -Sonrió y palmeó en el hombro a Seth-. Creo que será mejor que conduzcas tú a la ida…


-Claro… -Seth ayudó a mi madre y me miró-. ¿Prefieres conducir tú?


-No… -Hice una mueca y me abrazó, acompañándome para ayudarme a entrar-. Gracias… -Me miró raro y guiñó un ojo negando mientras me sentaba-. En serio…


Se montó en silencio y no dijo nada más, se limitó a coger mi mano mientras conducía hacia Forks. Empecé a sentirme mal y él sacudió mi mano, llamando mi atención. Le miré e hizo una mueca, soltando mi mano y acercándome a él, mientras notaba la mano de mi madre acariciarme el pelo.


Cuando estábamos llegando me animé, iba a ser una cena rara… muy rara. Habíamos parado en Sequim y mi madre se empeñó en comprar una tarta de queso y arándanos, viendo que Seth ponía buena cara al verla. Reí al pensar en cómo miraría mi madre a Seth cuando le viera comer realmente…


Al llegar Sue y Leah esperaban en la puerta, con el pequeño Ephraim en brazos. Cuando bajamos el pequeño saltó de los brazos de Leah y corrió a aferrarse a la pierna de Seth, que lo levantó por los aires y lo sacudió, cargando con él mientras hacía las presentaciones.


-Chicas, ella es Grace, la madre de Dar… Grace… ella es Sue, mi madre y Leah… mi hermanita… -Mi madre les tendió la mano mientras Leah miraba raro a Seth-. Bueno, y éste que tengo aquí es Ephraim…


-Hola Grace… -Mi madre se quedó algo parada… pensé en que Ephraim tendría la edad que tendría Abi… el niño inocentemente nos miró algo mosqueado-. ¿Es muda?


-No… -Mi madre rió-. Sólo que pensé que Seth sólo tenía una hermana…


-No, no es su hermano… -Sonreí-. Es el hijo de Sam y Emily… Emily es su prima…


-Sí… -Seth rió dejando al pequeño-. Y Leah es la niñera… -Sue rodó los ojos y miró a su hijo con una reprimenda en la mirada-. Vale, vale… me portaré bien…



Me sorprendió gratamente que Sue y mi madre parecieran llevarse bien, mientras Leah, Ephraim y yo intentábamos hacer rabiar a Seth. Fue una cena extraña… pero lo pasé bien. Seth bostezó de una manera descomunal haciendo reír a mi madre, la cual le dijo que deberíamos irnos a dormir… Les miré raro, debí imaginar que la cena conllevaba también quedarse a dormir en La Push, aunque me sorprendió mucho más cuando Seth me dijo que íbamos a ir a su casa. Le miré mal y cuando mi madre se levantó para ayudar a Sue le asalté a preguntas, él simplemente me dijo que no me preocupara, que había puesto en mi habitación una cama más… que había llevado su cama desde aquí para que yo durmiera en ella. Le miré raro y Leah me dijo que ella había ayudado, que no me preocupara por nada… ¡Genial! Vaya una encerrona… yo que quería despertarme el día de mi cumpleaños entre sus brazos… iba a dormir sola en una cama fría y vacía y con mi madre por en medio…


Fui todo el camino callada, él me miraba raro, pero no podía evitar fruncir mi ceño por mi indignación… suspiré y bajamos del coche cuando él me alcanzó y me aferró por la cintura. Me dio un tierno beso en la mejilla y susurró “Feliz cumpleaños”. Mi madre sonrió y vino a abrazarme, ya era media noche. Mi móvil no tardó a sonar. Descolgué y Seth y mi madre se quedaron parados y expectantes, mientras mi padre me informaba de que acababa de llegar a casa y me felicitaba. Entristecí levemente al colgar, pero mi madre y Seth me llevaron hacia la casa. Seth abrió la puerta y nos hizo un gesto para que pasáramos. Apenas cruzaba el umbral cuando varias voces corearon “Feliz cumpleaños”. Me quedé alucinada, toda la manada estaba allí, todos… Seth sonreía y le abracé, no pude evitarlo. Pero cuando vi a Kevin, Ryan, Wanda y Cassy… me abracé a ellos como si no los hubiera visto en meses. Nessie empezó a reír y me abracé también a ella. Me hicieron pasar a la sala, que estaba decorada como una fiesta menos salvaje de lo que solía albergar. Claire corrió hacia mí y me abrazó, diciendo que habían hecho la pancarta para mí.


Leah vino algo más tarde, con Ephraim y Sue. Era perfecto, estaban todos… incluso ella. Kira me abrazó y me felicitó, así que agradecí el gesto todo lo radiante que pude… pero sin pasarse.


Leah se acercó a mí y me tendió un pequeño paquete con una sonrisa.


-También es de parte de Sue… -Lo abrí con ganas para encontrar un extraño cofre de madera, lo abrí y estaba lleno de pequeños botecitos de cristal-. Son esencias de las plantas que hay en la reserva… -Tomó una y la abrió, acercándola a mi nariz levemente y haciéndome estremecer-. Dicen que el olfato es el sentido que más evoca a los recuerdos… -Lo cerró y abrió otro, dejándome muy sorprendida… era como su olor… olía a Seth. Leah sonrió y me guiñó un ojo-. He pensado que te gustaría tener un lugar donde puedas recordarnos…


-Es el mejor tesoro que puede haber… -Cerré el cofre y estuve a punto de abrazarla, pero me abstuve-. Muchísimas gracias Leah… -Me volví a Sue y la abracé-. Gracias…


-Bueno… -Nessie palmeó-. Ahora el nuestro… -Kevin me tendió otro con una enorme sonrisa… algo que me hizo temer lo peor-. Aunque si quieres puedes abrirlo a solas…


-No, nada de eso… -Kevin me lo acercó mientras todos reían-. No sabes lo bien que nos lo pasamos a tu costa esa tarde… hemos pensado en todo…


-Me estáis dando miedo… -Cassy puso cara de circunstancia-. ¿Debo tenerlo? –Asintió levemente riendo-. Creo que no voy a abrirlo…


-¿Cómo no vas a abrir un regalo? –Kira rió mirando cómplice a Nessie-. Es una fiesta de cumpleaños, no puede quedar ni un solo paquete por abrir…


-Vale… -Suspiré y abrí la caja, con solo un vistazo la cerré mientras me sonrojaba, ellos reían y otros miraban con curiosidad-. Estáis locos…


-Pero… ¿qué es? –Mi madre y Seth me miraban curiosos-. No puede ser tan malo…


-Mamá… lo es. No quieres verlo, te lo aseguro…


-¡Vamos! –Me quitó el paquete y lo abrió, sacando el camisón negro de gasa y mirándolo pasmada-. ¡Vaya regalo! –Rió y Kevin se acercó a la caja mostrándole una caja mientras yo tapaba mi cara-. ¿Y eso?


-Bueno… no queremos que seas abuela tan joven… además hay de todos, estriados, de colores, de sabores… también unas esposas, y unas sales de baño… hemos pensado en todo…


-¡Ya veo!


Miré a mi madre, reía con Kevin y el resto. Quil tapaba los oídos a Claire, Jake y Embry no paraban de reír, mientras Seth parecía estar tan rojo como yo o más. No sabía dónde meterme, mientras Kira hacía bromas con Nessie sobre el poco discreto camisón.


-¡Ba-a-a-asta! –Claire gritó, dejando a todos noqueados-. Le toca abrir mi regalo, es el mejor de todos, así que dejar de hablar de esa caja rara…


-¿Tienes un regalo para mí?


-¡Pues claro! –Amaba a esa pequeña, sobretodo ahora que había interrumpido un momento tan vergonzoso-. No es tan grande… pero lo he hecho yo… -Tendió unos pendientes con una enorme sonrisa https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM7sjfb7a8sPynBCcLOvj_aVl22vCdPVAUqKTx8tT6-6M8g22u10TLFvBZLj7zlu_GlOEN2iik-2MILUHsG3CYuu0ss3DGwLFJKUkTN7ae8twdUaT-EIZDEd-rafV3vA7_rHwl0yo6Ae0/s320/Pendientes+comanche+flecos.JPG -. ¿Te gustan?


-¡Vaya! Son realmente preciosos… -La abracé-. ¿Cómo los has hecho?


-Con bolitas… -Rió con esa risa que me encantaba-. Emily me enseñó, también me ayudó un poco a hacerlos… ¿De verdad te gustan?


-¡Claro! ¿Me los pones tú? –La niña sonrió feliz y los enganchó con algo de dificultad en mi oreja-. Gracias cariño… es el mejor regalo de todos…


-Sí, pero a Seth le gustará más el nuestro… -Kevin rió pero Cassy le dio una colleja, haciéndole callar-. Es verdad…


-Seth… -La niña entristeció-. ¿No te gusta mi regalo?


-Claro que sí… -Se acuclilló a mi lado y frente a ella-. Son preciosos, si no fuera porque quedaría un poco… raro, te pediría unos iguales –La niña sonrió y Seth me guiñó un ojo-. Pero ahora tengo envidia… tendrás que prometerme hacerme algo tan bonito para mi cumple…


-¡Lo prometo! –Dijo chocando sus manos con las de Seth y volviéndose a los chicos-. Ahora ya podéis darle el vuestro…


-¡Genial! –Kim palmeó y rió, ella también me daba miedo-. Hemos pensado mucho, no sabíamos qué regalarte así que yo propuse que te regalásemos algo con lo que pudieras divertirte… -Me tendió una pequeña caja casi riendo, lo que me hizo temer lo peor-. ¡Ábrelo!


-A ver… -Dije con ironía abriendo la caja y quedando sorprendida-. ¿Un termómetro? –Todos empezaron a reír mientras Seth bufaba-. ¿Qué me pierdo?


-Nada… -Negó con cara de indignación-. Ya te lo explicarán ellas algún día, porque yo no le veo la gracia… -Suspiró-. Me da miedo preguntar… pero, ¿queda algún regalo más?


-Sí… -Sam se acercó riendo-. Es de parte de los chicos… -Le miré mal y él negó-. Es algo divertido, pero no en ese sentido…


-Cualquier cosa… -Abrí el paquete encontrando un bozal y una pelota de juguete para perros… no pude evitar mirarle y empezar a reír-. La verdad, a este si le veo la gracia…


-Yo no… -Gruñó y le puse el bozal en la boca-. No tiene gracia…


-¡Calla! –Todos rieron y él hizo una mueca que me hizo quitarle el bozal y besarle levemente, hasta que reparé en que mi madre aún estaba allí, como la suya, y me aparté-. Más te vale que no te metas más conmigo… o te lo dejaré puesto permanentemente…


-¿Quieres que te de mi regalo? –Asentí-. Pues ahora te aguantas… -Alzó una ceja-. No pienso dártelo hasta última hora…


-Vale… no lo necesito… -Dije luciendo pendientes-. Tengo más…


-¿Has traído el de tu madre? –Kevin me miró curioso y asentí-. Recuerdo que había una canción muy rara que cantabas con tu padre…


-Sí… -mi madre rió-. Ha sido una de las primeras cosas que han hecho, lo tengo grabado en vídeo… hasta Cyntia hacía coros…


-¿Sabes tocar? –Seth me miró curioso y asentí-. No me lo creo… -Alcé una ceja-. Demuéstralo… si no nadie te va a creer…


-Yo si la creo… -Claire me miró contenta-. ¿Tocarías una para mí?


-Vale… -Me agaché de nuevo para mirarla y pensé en esa canción que había encontrado hacía unas semanas-. ¿Me das un minuto?


-Claro…


-Seth… ¿Puedo coger tu ordenador?


-¿Acaso tienes que preguntar…? –Rió y señaló el salón-. ¿Necesitas algo más?


-Mi guitarra… -Mi madre asintió y se giró, pero Seth la paró y salió a por ella mientras yo me dirigía al salón a buscar la partitura y la letra, no estaba segura de recordarla. Seth se sentó a mi lado y me miró curioso-. Gracias… pero necesito estar sola un momento… -El hizo una mueca-. Sólo media hora…


-Será mejor que subas arriba, estarás más tranquila mientras yo les amenizo la espera… -Hizo una mueca-. ¿Qué vas a tocar?


-Algo muy especial… -Sonreí y cogí el portátil mientras Seth cargaba mi guitarra, llevándome a su cuarto. Se sentó a mi lado mirándome cómo aferraba la guitarra y sonreí-. No puedo tocar si me miras así… vete…


-Vale… -Se acercó y me besó tiernamente, haciéndome suspirar-. Te quiero.


-Y yo…



Estuve preparando aquella canción, odiaba cantar, pero era lo bonito de la canción… iba a desafinar, como siempre, pero quería hacerle un regalo así, se lo merecía después de todo. Repetí entera la canción tres veces, parecía que la guitarra sonaba bien, me alegró ver que aún recordaba algo que me había hecho tan feliz antes de todo ese caos. Mi voz sonaba un poco mejor que la primera vez… era algo al menos. Suspiré y cogí mi guitarra, bajando mientras todos me miraban curiosos. Me aparté el pelo de la cara y sonreí, dirigiéndome al sofá donde estaban sentadas Sue y mi madre. Me senté en el brazo, al lado de mi madre mientras todos me miraban aferrarme a esa guitarra azul que tato había significado para mí.


-Canto muy mal… no sé si me habréis escuchado… -Hice una mueca y mi madre negó sorprendida, aunque tenía claro que algunos de los presentes podían haberme oído perfectamente-. Bueno, espero que intentéis olvidar mi voz y os fijéis en las cuerdas, lo único que suena decente… -Reí-. Y bueno, en la letra, porque quiero dedicársela a la persona que ha luchado contra viento y marea, que sigue luchando y que sé que lo hará… y con esto quiero decir que estaré siempre a su lado… que nunca dejará de tener mi amor y mi apoyo.


-¿Es para Seth?


Claire sonrió y sólo pude sonreír cuando empezaba a tocar los primeros acordes de la canción,




sintiendo la mirada de mi madre mirándome con emoción.


Cuando terminé ella limpió de su rostro una silenciosa lágrima y me abrazó. Todos se quedaron en silencio, mirando cómo ella y yo compartíamos un momento íntimo, un momento familiar… pero ella parecía sentirse cómoda, como yo, rodeada de ellos.


Oí un susurro en el abrazo y pude ver a Ephraim bostezando en brazos de Leah, que le decía a Emily que quizá era hora de irse. Quil se acuclilló tras Claire, que estaba sentada en sus rodillas en el suelo mirándonos y la instó a que se marcharan. La niña asintió y se levantó, dirigiéndose a nosotras y uniéndose al abrazo… dedicándonos una enorme sonrisa. Se alejó tomando la mano de Quil y sacudiendo la otra a modo de despedida mientras tiraba del chico que me sonrió. Leah cargó al pequeño en un brazo y le tendió la mano a mi madre, para después hacer algo que me descolocó, me acercó a ella y me abrazó. Sonrió y revolvió mi pelo saliendo seguida de Sam y Emily.


-Bueno… -Kevin hizo una mueca-. ¿Qué hacemos ahora?


-Creo que yo me voy a retirar… -Sue sonrió-. Ya estoy mayor para trasnochar como vosotros… -Se levantó y miró a mi madre-. ¿Quieres quedarte con los jóvenes, o unirte al club de las viejas?


-No sé… -Me miró sonriendo y la miró-. Creo que deberías quedarte un poco más, uniéndote al club de las maduritas que quieren ver cómo lo pasan sus hijos…


-Eso Sue… -Seth la cogió en volandas y ella gritó-. Quédate a ver cómo tu hijo prepara una buena fiesta… luego te llevaré a casa…


-Sólo si me bajas… -Rió y él asintió, saliendo disparado a la cabina y apagando la luz blanca, encendiendo las de colores mientras Sue se sentaba con nosotras-. No sé cuando sentará la cabeza…


-Parece más desenfadado ahora que no está Nick… -mi madre rió-. Es divertido pero formal a la vez… pero cuando estaba Nick… era aún más serio… -Miró a Sue-. Parece que es un buen chico, no lo has hecho nada mal…


-Lo ha hecho genial… -Asentí y mi madre me miró perspicaz-. ¿Qué? Es mi novio… tengo que defenderle… aunque siempre negaré haber dicho esto… -Reí-. Cuando esté delante seré la primera en criticarle… -Sue rió con mi madre-. Así que será nuestro secreto…


-Anda, deja que me haga amiga de mi consuegra… -Mi madre sonrió-. Vete a bailar con ellos, han hecho mucho para estar todos aquí hoy…


-Pero luego vendréis a bailar con nosotros… -Pusieron mala cara-. Ninguna chica está en una fiesta sin bailar con Seth… ya lo aprenderéis…



Reí y salí a bailar con Cassy y Wanda, estuvimos hablando y me contaron que habían venido con Nessie en el coche de Emmett, que Bella y mi madre habían tenido que hablar con sus padres para que las dejasen venir…. ¿Mi madre sabía todo? Ellas rieron y me dijeron que lo estuvieron preparando todo con Seth el fin de semana que estuve en Chicago. Le miré y él me guiñó un ojo mientras saltaba de la cabina encaminándose hacia mi posición. Se acercó a mí cuando sonaba “You give me something” y me abrazó, susurrándome que le había encantado verme tocar. Negué y me apoyé en él, notando cómo nuestras madres nos miraban sentadas y hablaban. Palmeé a Seth y miró en la misma dirección, mirándome con una media sonrisa que me hizo reír. Se acercó a ellas y empezó a patalear hasta que mi madre se levantó para bailar con él, uniéndose a la pataleta para que Sue saliera a bailar… y lo consiguieron.


Lo pasamos genial hasta las dos de la madrugada, cuando los chicos empezaron a bostezar y a mirar el reloj, el sábado tenían que trabajar. Apagué la música y todos me miraron extrañados, así que les aclaré que mañana trabajaban y era hora de irse, que mañana habría más… Seth hizo una mueca y finalmente asintió desganado. Nos despedimos y Seth se fue para llevar a Sue a su casa, dejándome a solas con mamá, que me miró curiosa abrir la nevera y sacar leche.


-Pareces muy cómoda aquí… -La miré raro-. ¿Cuánto lleváis saliendo? ¿Dos semanas? Y ya parece que lleves años con él… ¿no crees que todo va muy rápido?


-Lo sé… y llevamos casi un mes… de hecho… -Me senté y la miré-. ¿Desde cuando se supone que debería contar?


-Yo creo que el mejor momento es el primer beso… -Se encogió de hombros-. Es lo más especial, el momento en el que decides darle algo más, haciéndole especial, haciendo que sea más que un amigo o una cita… -Asentí-. Pero es algo que debéis aclarar los dos, creo…


-Ya… -Hice una mueca-. Entonces si es así, el domingo haremos un mes…


-Ya ves… -Rió-. Anda que no os queda tiempo para hacer cosas… sigo pensando que vais muy rápido, ha sido agradable conocer a Sue… pero… no sé. Es vuestra relación, pero no quiero que corras demasiado y por eso algo salga mal, no quiero que la rutina acabe con algo que me parece tan bonito…


-Lo sé… -Sonreí-. Bueno, a ver si llega pronto y nos vamos a dormir… estoy muy cansada…


-Sí… además mañana yo tengo que madrugar un poco… -Sonrió-. He quedado con las chicas, ya sabes… a ver los bombones en la pantalla…


-¿A qué hora volveremos? –Me miró raro-. ¿Pasa algo?


-Pensé que querrías quedarte con él… por eso he hecho planes. Debes quedarte, tienes otra fiesta que dar mañana… nos veremos el domingo cuando vuelvas…


-Pero… -Hice una mueca-. No quiero dejarte sola precisamente este fin de semana… -Ella negó-. ¿Estarás bien?


-Claro… -Sonrió mientras se oía la puerta y Seth se asomaba por la cocina-. Bueno, hora de dormir…


-Oye, no es necesario… yo me voy a la cama y podéis seguir con la reunión madre e hija… no quiero molestar, sólo vengo a decir buenas noches…


-No… estábamos esperándote para irnos… -Sonrió-. Bueno, creo que la que sobra aquí soy yo… -Se levantó-. ¿Por dónde…?


-Espera… -Me bebí el vaso corriendo y lo dejé en la pila-. Te enseño mi cuarto… ya verás, es precioso… -Mi madre me miró-. ¿Qué? Es el cuarto donde duermo… así que en cierto modo es mío…


-Señoritas… -Seth sonrió ante mi frase, una que él dijo un día de modo bien parecido-. Las damas primero…



Mi madre subió sonriendo y cuando fui a pasar noté su cálida mano en la parte más baja de mi espalda, haciéndome tropezar por la sorpresa y provocando su risa. Miré la habitación algo sorprendida y él se despidió metiéndose en su cuarto. Mi madre se quedó parada mirando el cuarto mientras yo me sentaba en la cama que sabía era de él. Ella sonrió y acarició la colcha de la cama, para después señalar la puerta del baño con la duda en su cara, haciéndome reír. Me levanté y abrí la puerta, ella sólo pudo abrir la boca haciéndome reír un poco más. Me encogí de hombros y tomé un pijama de la mochila mientras vi que mi madre abría el armario… ¡Mierda! Miró sorprendida la ropa y después a mí.


-Es ropa de Leah… -Sacó uno de mis jerseys-. Y mía… y de Nessie también hay… -Esperé que no se pusiera a rebuscar y viera que todas eran de mi talla y no de las de Leah o Nessie-. No sé… creo que es como una especie de armario donde guardan las cosas que no les caben…


-Ya… -Empezó a mirar algunas prendas y me miró con esa cara, esa que decía, jovencita, no me engañas-. Qué raro que toda la ropa sea de tu talla y no de la de Nessie o Leah… ¿no?


-Vale… -Suspiré-. He estado haciendo algunas compras a tus espaldas…


-¿Tan caras? ¿De dónde sacas el dinero?


-Algunas son regalos… además tengo mis ahorros… papá me abrió una cartilla sólo para mí… -Ella me miró raro, quizá no debería haberlo mencionado-. Lo hizo para mis gastos…


-¿Y te dejas todo tu dinero en ropa carísima?


-Es rebajada… -Suspiré, no sabía qué mas decirle para que dejara el tema… rodé los ojos-. No le des vueltas, sabes que nunca me gastaría tantísimo dinero en ropa… ¿Entras tú primero o yo? –Me hizo un gesto para que pasara yo primero-. No le des más vueltas… confía en mí…


Me puse el pijama y después mi madre, que me miró de un modo que parecía que estuviera mirando a alguien extraño. Cuando salió encendí la luz pequeña y apagué la grande mientras ella se tumbaba en la cama.


-Es muy cómoda… -Asentí mientras me metía en mi cama y apagué la luz-. Buenas noches, conejita…


-Buenas noches, mamá…



Inspiré fuerte, el aroma de aquel bote estaba impregnado en mi cama, Leah sabía que me tumbaría aquí… Reí en mi interior y abracé mi almohada… pero estaba fría en comparación. Me quedé quieta un rato, el silencio era impactante, aunque pronto se quebró por el sonido de un colchón a través de la puerta… Seth se removía. Sonreí y cambié mi posición inconscientemente, volviendo todo al silencio de nuevo. A partir de ahí no pude dejar de dar vueltas en la cama, estaba incómoda y tenía frío… era un asco dormir así sabiendo que él estaba a pocos metros durmiendo solo… Suspiré y mi madre encendió la luz de la mesita, mirándome curiosa.


-¿Estás incómoda?


-No importa…


-¿Quieres que te cambie la cama…? –Sonrió al decir la última palabra-. No es la cama… ¿me equivoco? –La miré raro-. ¿Cuántas veces has dormido realmente en este cuarto?


-Yo… Casi siempre.


-Pero no es la cama… ¿me equivoco? –Me quedé paralizada-. Reformularé la pregunta… ¿Cuántas veces has dormido sola en esta cama?


-Yo… -Hice una mueca, evitando una sonrisa-. Casi nunca.


-Señor… -Negó y bajó la cabeza suspirando-. Anda, vete… no creo que puedas dormir sabiendo que está ahí… -Suspiró de nuevo- y él tampoco creo, ha dado tantas vueltas como tú… -La miré sorprendida-. ¡Largo!


-¿No te importa?


-Ya te dije en su día que lo que menos me importa es que durmáis juntos… -Hizo una mueca-. Si estáis acostumbrados… no es que me guste, pero es algo que no puedo evitar cuando vienes sola, me parece una tontería intentar evitarlo cuando estoy… ve con él.


-¡Te quiero! –La abracé y me levanté directa a la puerta-. Buenas noches…



Cerré con cuidado y me puse a saltar en medio del pasillo, ¿estaba loca? Puede que sí, pero era lo que quería y lo que había conseguido, dormir con él… nadie está loco por alegrarse de conseguir lo que quiere… ¿no? Abrí la puerta despacio encontrándolo apoyado en el cabecero, abriendo los brazos para mí con una enorme sonrisa… nos había oído. Cerré la puerta con cuidado y sonriendo, corriendo después para saltar en la cama y caer sobre él. Rió en mi pelo cuando me abrazó con fuerza, besándolo después y posando su mejilla allí.


Sus caricias me despertaron, su sonrisa arrancó la mía y no pude evitar besarle. Él ronroneó bajo mis labios, haciéndome sentir la mujer más feliz del mundo. Él se limitó a rodar sobre mí y besarme, acariciándome con cuidado y mirándome a los ojos.


-Feliz cumpleaños… -Me abracé a él y rodó para tenerme encima. Me senté sobre él y acaricié su rostro-. ¿Cómo sientan los diecisiete?


-No sé… -Sonreí-. Despertando contigo… el mejor cumpleaños de mi vida… -Le besé mientras él reía-. Me encanta tenerte al lado cuando abro los ojos, me encanta besarte para empezar el día…


-Vale… -Sonrió-. Te capto, pero ahora tenemos que levantarnos porque tu madre se está duchando… -Hice una mueca y rió-. Si quieres puedes dormir un poco más… -Rodó dejándome tumbada y besó mi mejilla-. Yo me voy a la ducha, que tengo que ir a trabajar…


-No… -Gemí-. ¿No puedo sobornar a Jake?


-Ya lo hice para librar el martes y el viernes… -Rió-. Te prometo que a la hora de comer vuelvo y no me separo de ti… -Besó mi frente-. Y si no me crees hasta puedes esposarme a ti ahora que tienes unas… -Rió y rodé los ojos-. Vale, me voy…


-No… -le atraje a mí y le besé-. Prometo que como no vengas iré a por ti con ellas… -Sonrió de un modo que debería ser ilegal-. Aunque creo que puedes romperlas… pero…


-No sé… -Me besó riendo-. De todas maneras, no hará falta que lo comprobemos… seré todo tuyo después…


Se levantó guiñándome un ojo y entrando a su baño, mientras yo miraba la cama vacía con una mueca y olía su almohada. Pude oír el grifo de la ducha y me entraron ganas de atravesar la puerta como el demonio de tasmania y abrazarme a él… pero decidí salir para encontrarme con mi madre. Le indiqué que iba a ducharme y que bajaba en un momento. Me duché rápidamente y cuando salí mi madre seguía en la habitación, sentada en la cama algo ida. La miré preocupada y ella sonrió levemente, sacudiendo su cabeza y acompañándome a la cocina, donde Seth estaba preparando el desayuno. Nos pusimos a ayudarle y desayunamos juntos, para que después mi madre se fuera con Seth de copiloto. Me quedé sola… genial. Y no me iba a ir con su coche hasta casa de Nessie… seguro que allí estaban todos durmiendo, no iba a ir a molestarles… la idea vino clara a mi mente. El regalo de Seth… cogí las llaves del coche y salí disparada con el BMW de Seth hasta casa de su madre, la cual me miró algo extrañada pero con aire agradable.


-Buenos días cariño… ¿Todo bien?


-Sí… -La abracé-. Todo bien, sólo que estaba pensando… me han dejado sola y bueno… ¿Está Leah? –Ella asintió-. Me gustaría que me ayudarais, quiero hacerle un regalo a Seth y creo que Leah me dio una idea hace un tiempo… -La susodicha salió con el pelo revuelto, bostezando y frotando sus ojos-. Si es que ve lo suficiente para ayudarme…


-Sí… -Sonreí al verla bostezar de nuevo-. Cuéntame, qué necesitas…


-Una de las fotos de tu tablón… de hecho, dos –Ella me miró raro-. Si no te importa prestármelas, sólo quiero hacer una copia un poco más grande…


-¿Sabes dónde está la tienda de fotos de Forks? –Dijo en medio de un bostezo y negué-. Vale… entonces te acompaño… pasa y dime qué fotos son…



La seguí mientras Sue me ofrecía desayunar y me preparaba una taza de café a pesar de haberle dicho que ya había desayunado. Cuando entré Leah se quitó el pijama quedándose completamente desnuda mientras se metía al baño… se asomó y me indicó que cogiera las que quisiera. Salió de la misma manera que había entrado para rebuscar por los cajones en busca de su ropa interior mientras yo me giraba y miraba a otro lado. Sue entró con los cafés y casi se le caen.


-¡Leah! ¡Que tenemos visita! No puedes andar como te traje al mundo…


-¡Bah! Tiene lo mismo que tú y que yo… además es Darlene… es de la familia. ¿Qué más da? –Sue siguió mirándola de manera asesina y Leah me miró-. ¿Te incomoda?


-Yo…


-¡Vaya pregunta! ¡Claro que le incomoda! –Sue me miró con la disculpa en los ojos y sonreí-. Anda, vamos al salón…


-Déjame ayudarte… -Cogí la bandejita mientras ella cargaba con la jarra de leche y me miraba preocupada-. Tranquila… me ha sorprendido, sí, pero tampoco me voy a escandalizar, imagino que la desnudez para ella está a otro nivel… ¿no?


-Sí… Seth y los chicos tienen algo parecido, pero ellos son más discretos, al menos llevan pantalones…


-Es cuestión de comodidad, mamá… además, ella no se ha asustado, ya te lo ha dicho… -Llamaron a la puerta-. Ese es mi chiquitín… -Abrió la puerta y el niño se aferró a su pierna-. ¡Principito! ¿Qué tal has dormido?


-Mejor que tú seguro… -Sue y Emily se miraron con una sonrisa-. Hola Darlene… -Saludé-. Feliz cumpleaños de nuevo…


-Gracias… -Me levanté para abrazarla y el peque tiró de mí con una pizarrita donde ponía feliz cumple-. Gracias… ¿estás mudito? –El niño asintió y puso cara triste-. ¡Vaya!


-A ver… -Leah le tocó-. Bueno, pero mi principito ya no tiene fiebre…


-No Leah… creo que tú le subiste la temperatura con tanto comprobarla… en cuanto te fuiste y alejé a Sam le puse el termómetro y estaba bien… sois vosotros los que le enfermáis, no los gérmenes… tanto cambio de temperatura y tanto lanzamiento… -Emily suspiró-. Pero para qué os diré nada… vais a seguir haciéndolo igual…


-Eso pienso yo… -Sue sonrió-. No hay manera, ellos son espíritus libres y sólo hacen caso a sus amores… al menos él te hará caso… -Emily asintió dudando-. Seguro que más que Leah a mí… mírala… ¡Leah! Se te va a enfriar el café… y tienes que llevar a Dar…


-¿Dónde vais?


-A hacerme fotos en bolas, prima –Emily la miró rodando los ojos mientras Leah destapaba los oídos del pequeño-. Pero no lo digas, que es un secreto… a ver si así se le quita el apuro de verme así…


-¡No! –Emily me miró-. No me digas que ella… -Reí levemente-. Bueno… es su manera de darte la bienvenida a la familia, creo…



Reímos un rato más y Emily se llevó al pequeño al doctor después de que Leah insistiera y ella vino conmigo a la tienda de fotos. Cuando volvíamos ella me miraba curiosa, hasta que al final habló.


-¿Cuándo vas a dárselo?


-Mañana… -Sonreí-. ¿Qué te ronda por la cabeza?


-Pensaba en que está siendo muy extraño todo… -Se encogió de hombros-. No te ofendas, pero nunca pensé que mi hermano acabaría con alguien como tú, esperaba que fuera una tarada tipo Kira… como más alocada y menos… no sé… ¿menos efusiva?


-¿Soy efusiva?


-A veces… -Rió-. Llevas a mi hermano por el camino de la amargura a veces… -La miré raro-. No es que quiera incomodarte de nuevo… pero te agradecería que hicieras algo por mí esta noche… -La miré raro-. Hazte un recogido alto, deja tu cuello sin nada… -Rió alto-. Le encanta que lleves el cuello descubierto, aunque nunca te lo diría…


-¿Por qué? –Ella negó y rodé los ojos-. Creo que tenéis demasiados secretos para mí… tendré que hablar con Nessie para que me cuente algunas bromas vuestras… como lo del termómetro…


-No, eso debes hablarlo en todo caso con Kim, Nessie no sabe nada del tema de momento… -Se estremeció levemente-. Aunque no sé si realmente quieres saberlo…


-¿Te acerco a casa? –Dije cuando llegábamos a mi casa y ella me miró raro-. ¿Qué?


-No, tienes visita… además posiblemente me pase antes por casa del pequeño… -Hizo un gesto de disgusto-. Pásalo bien en tu tortura personal…



En ese momento saltó del coche dejándome completamente alucinada, de hecho casi pierdo el control del coche, me salí un poco aunque ya llegaba al camino que iba hacia casa. Paré el coche junto al Jeep y pensé cómo habrían entrado… Saqué el paquete del coche y Nessie salió a ayudarme, haciendo que los chicos me mirasen raro al ver que subíamos el paquete entre las dos al piso de arriba, metiéndolo en mi armario.


-¿Qué es eso? –Kevin miró raro-. ¿No se supone que los regalos son para abrir?


-No es un regalo para mí… es para Seth… -Me encogí de hombros-. Bueno, ¿cómo os habéis colado en mi casa, eh?


-¿Tu casa? –Kevin me miró confuso y yo rodé los ojos-. Él le ha dado las llaves a Nessie… así que no nos hemos colado…


-Bueno… ¿qué estabais haciendo?


-Planear la continuación de la fiesta de ayer… -Nessie me tomó por los hombros y me llevó al baño, haciéndome ver un vestido blanco y bajando mi cara hacia unos zapatos negros de un tacón imposible-. Y cómo vas a ir vestida, también… Creo que irá bien un recogido alto… -Jugó con mi pelo-. Y quizá el maquillaje… no sé, creo que será mejor más natural… lo hablaré con Kim…


-Vale, vale… no me tortures aún… -Kevin nos miraba raro y reía-. Vamos abajo, no me apetece nada estar en un baño con vosotros dos…



Bajamos y miré el reloj, Seth estaba a punto de venir… y se suponía que íbamos a estar solos, pero no contaba con que mis amigos aún iban a estar aquí… Suspiré y les propuse que se quedaran a comer, viendo que Nessie torcía el gesto mientras el resto aceptaban. Ella avisó a Jake y después nos metimos a la cocina, empezando a preparar un poco de todo de lo que había en la nevera. Wanda y Cassy querían ayudar así que les dije que hicieran una ensalada, aunque me miraron raro cuando les di tantas cosas… iba a salir una ensalada descomunal, pero no habían visto comer a los chicos…


Nessie arrugó la nariz y reí… estaban llegando. Torcí el gesto y salí por el salón, entrando a la sala y saliendo al recibidor poniéndome tras la puerta como ella me había indicado para sorprenderle… imaginé que sería algo del olor, aunque cuando abrió la puerta casi le da en los morros a Jake para abrazarme… ella mostró que mi corazón bombeaba demasiado alto…


Jake rió ante mi gesto de disculpa y negó con resignación mientras recibía el abrazo de Seth. Me besó de ese modo tan tierno que me hacía derretir, así que me aferré fuerte a su cuello poniéndome de puntillas para lograrlo. Él rió y me levantó un poco, acunándome en el aire y suspirando en mi cuello.


-Te he echado de menos, preciosa… -Me olisqueó-. Hueles a Leah…


-Sí… -Sonreí-. He estado con ella… ¿Tanto se nota? –Hizo una mueca-. Vale, no me acercaré entonces hasta que me haya duchado… -Él mordió mi cuello haciéndome reír mientras me dejaba en el suelo-. Baboso…


-¿Qué? –Me aferró por la cintura e hizo chocar mi espalda con su pecho-. ¿Baboso? –Me pasó la lengua por la mejilla-. Ahora sí…


-¡Qué asco tío! –Kevin puso mala cara mientras él reía-. ¿Cómo haces eso? Yo sólo lo hice una vez y el sabor a maquillaje… ¡puaj!


-¡Idiota! –Cassy le dio con una botella de agua en la cabeza-. Ya podías aprender algo de cómo saludar a una novia…



Reímos y terminamos de preparar todo para la comida, quedándonos después charlando un rato. El sueño me podía, me apoyé en el cálido hombro de Seth y bostecé sin poder evitarlo, haciendo que todos me miraran sorprendidos y rieran. Nessie y Jake les propusieron a los chicos dar una vuelta por la reserva y enseñarles algunas de las costumbres Quileute… me erguí y me puse a recoger, quería acompañarles… pero Ryan y Kevin insistieron en que me quedara a dormir para estar presentable esta noche en la fiesta, al igual que las chicas. Seth les dijo que si querían visitar el museo debían darse prisa, así que les echó amablemente dejando la mesa sin recoger. Me miró con una sonrisa y me besó dulcemente.


-Ve a dormir… yo me encargo de recoger… -negué y le abracé-. Venga… no quiero que te quedes dormida mientras fregamos… -Rió-. Ve a ponerte el pijama y ahora subo…


-Vale… -Suspiré y subí a ponerme el pijama, escogiendo uno corto con una sonrisa. Bajé de nuevo y él estaba terminando, así que me puse a su lado para ayudar mientras me miraba mal-. No pienso tumbarme en una cama fría…


-Ya… -Me miró de pies a cabeza-. Y como no quieres pasar frío te pones el pijama más corto que tienes… ¿no?


-Oye… -Reímos-. Bueno, así me aseguro de que no te separas de mí… y si lo haces podré reprochártelo si me enfrío… -Él hizo un sonido gutural mientras yo cogía un trapo para secar-. Así que bueno… más te vale no alejarte mucho…


-Define mucho… -Se acercó lentamente a mí, con una sonrisa que me dejó noqueada. Él cogió el plato de mis manos y lo dejó en la encimera-. ¿Así qué tal?


-Muy lejos… -Se acercó un poco más quedando a centímetros de mí-. Sigue siendo lejos… -Me abrazó levemente-. No sé… no me convence… -Me acercó a él más aún-. Así no esta mal…


-Ya… -Se agachó un poco para besarme y lo atraje más a mí-. Así creo que mejor…



Reí y asentí, mientras me cogía en brazos como ya era costumbre, anudando mis piernas en su espalda. Acaricié su rostro mientras me sostenía y sonrió… era la imagen más perfecta que jamás hubieran visto mis ojos. Me abracé a él y me acunó levemente, llevándome a su cama donde me tumbó con delicadeza y me abrazó.


Caí rendida en su pecho, sintiendo las leves caricias que me regalaba. Cuando me desperté él dormía con una cara de ángel que me dejó noqueada. Estaba tan cansado como yo o más… y no iba a despertarle… me moví lo más lentamente posible, saliendo de sus brazos y observándole con una sonrisa. Salí de la habitación y aún era pronto, las cinco de la tarde… llamé a mi madre, hablando también con mi tía que me dijo que lo pasara genial. Cuando colgué llamé a mi padre, que volvió a felicitarme y me dijo que ya me echaba de menos. Hablamos un rato y le pedí que pusiera el manos libres, cogiendo la guitarra y empezando a cantar con aquella tonta canción, “Anyone else but you”, mientras sonreía y lloraba a la vez. Nos despedimos al terminar de cantar y me recosté en aquel sofá negro, mirando mi guitarra. Alcé la cara para serenarme y le vi parado con un gesto triste, se acercó a mí y quitó la guitarra de mis manos, haciendo que me aferrase a él. Cuando me calmé me miró sonriente.


-¿Cuándo vas a tocar algo para mí? –Rodé los ojos y negué-. Me voy a poner celoso de Claire… -Me aferré a su pecho y reí-. Me encanta oírte… -besó mi pelo-. Me hace sentir genial…


-Pues siendo que tienes oído de perro, deberías salir huyendo por lo mal que lo hago…


-De eso nada… -me abrazó-. Aunque fueras la peor cantante del planeta, que no es el caso, jamás me podría separar de ti…



Nos besamos por un momento, hasta que la puerta sonó y todo dejó de ser calma… Nessie y Kim me llevaron sin apenas saludar a mi habitación, dándome una bolsita y encerrándome en el baño. Abrí curiosa y era un conjunto de ropa interior de encaje con medias negras y ligas incluidas… rodé los ojos y salí para coger otra cosa, pero ellas no me dejaron… y Nessie me daba miedo realmente. Me metí a la ducha y luché con las medias hasta que Nessie llamó y me las quité, poniéndome el vestido encima sin poderlo abrochar. Cuando salí las dos hicieron una mueca, era un desastre…


Nessie me giró y subió la cremallera mientras Kim sacaba las medias y las ligas tendiéndomelas con una mirada que me obligaba a ponérmelas. Suspiré y me las puse mientras oía el timbre y algo de barullo. Recogieron mi pelo en una coleta y empezaron a jugar con él, poniendo horquillas y laca haciéndome sentir algo ridícula. Después Kira cogió mi cara y pasó una especie de toallita, después me puso un líquido trasparente y la miré raro, pero me ignoró y empezó a ponerme algo de maquillaje. Sacó unas sombras de tonos dorados y empezó a jugar con los tonos claros y oscuros en mis ojos, después sacó el rimel y lápiz de ojos. Nessie le tendió un brillo de labios de color carne, perfiló mis labios y puso el brillo mientras ambas sonreían por el trabajo realizado. Nessie palmeó y sacó los zapatos y me ayudó a ponérmelos. Cuando abrí la puerta él salía de su cuarto con unos vaqueros oscuros, camisa blanca y americana... alcé una ceja y él sonrió, ofreciéndome su brazo.


-Creo que tenemos una cita…


-¿Desde cuando sabes que íbamos a tener una cita? –Él hizo un gesto, pensándolo y haciendo una mueca-. Seth…


-Desde enero… -Rió-. Tengo una sorpresa… -Miró a Nessie-. Llevo cuatro meses esperando esta noche, no me hagas una de las tuyas y la estropees…


-Vale… -Hizo una mueca-. ¿Ni si quiera…? -Seth le tapó la boca y negó-. Vale, vale…


-Nos vemos luego… en la fiesta, ¿no? –Kim miró a Seth que hizo una mueca de disgusto y asintió-. Tranquilo, no queremos calentarte demasiado…



Seth rodó los ojos y me llevó mientras Kim reía como una loca. Me despedí de todos que parecían disponerse ya para la fiesta mientras Kevin y Ryan me miraban algo sorprendidos… Kevin me abrazó y me susurró que estaba preciosa y que le diera duro al grandullón. Le miré escandalizada y él rió de ese modo que me recordó que era Kevin… no tenía que darle vueltas a su comentario.


Montamos en el coche y él no paraba de mirarme, me hacía sentir bien y mal a la vez… pero cuando vi que nos dirigíamos a Seattle…


-¿Dónde me llevas? ¿A Seattle? –Él se encogió de hombros-. Estás como una cabra… son las seis y media, a lo que lleguemos allí…


-Llegaremos a las ocho, no te preocupes por lo demás… -Le miré mal y él bufó-. Es una sorpresa, no me preguntes más… por favor…



Hice una mueca y me callé, él parecía satisfecho y tomó mi mano para besarla. Cuando estábamos llegando me miró raro y me besó, dejándome noqueada. Él sonrió y paró en el siguiente semáforo, pidiéndome que cerrase los ojos hasta que llegásemos… le miré raro pero su mirada me hizo suspirar y hacerle caso. Paramos un par de veces, imaginé que eran semáforos, pero hubo un giro en el que frenó mucho y apagó el motor. Me giré con las cejas alzadas y él rió, así que abrí los ojos.


-Un aparcamiento… -Él sonrió y bajó ayudándome a mí, haciéndome andar un poco y dirigiéndome hacia la puerta de un restaurante-. ¿Me llevas al Melting Pot?


-Feliz cumpleaños… -Él rió y yo negué, entrando mientras sostenía la puerta. El camarero nos llevó a la mesa y él empezó a mirar la carta haciéndose el interesante mientras yo seguía alucinada-. Relájate… casi puedes decir que naciste en este restaurante… así que…


-¿Cómo sabes…?


-Me lo contaste un día hace mucho… tu madre casi da a luz aquí, ¿no? –Asentí confusa-. Bueno, me ha parecido gracioso traerte… -Su gesto cambió a confusión ahora-. ¿Quieres que nos vayamos?


-No… -Cogí aire y sonreí-. Es sólo que me ha sorprendido mucho… estás loco…


-Eso no puedo negarlo… y la razón la tengo delante… -Rodé los ojos inevitablemente y él rió-. Bueno, pide lo que quieras…



Cuando terminamos de cenar me ayudó a levantarme y salimos de la mano. Al llegar a la calle me dirigí hacia el coche pero el sugirió dar un paseo por la ciudad. Llegamos hasta el Seattle Center, donde había una cola que doblaba la esquina. Él miró el cartel con una mueca. Back Street Boys en concierto.


-¿Entramos?


-¿Estás loco? –Me asomé a la taquilla y las entradas estaban agotadas-. No hay entra… -Me mostró dos y no pude terminar mi frase, la mandíbula se me cayó mientras él sonreía ampliamente, satisfecho-. No sé si odiarte o amarte más…


-Bueno… -Se acercó a mí con ese aire interesante que me volvía loca-. Yo prefiero que me quieras un poquito más…



Le besé y él rió, para después ponernos en la cola. Cuando entramos el portero nos mandó por un pasillo diferente a la mayoría, le miré raro y cuando vi a dónde llevaban… entradas de palco…


Fue simplemente genial… tocaron la mayoría de mis canciones favoritas, empezaron con una canción que me recordó a aquellas noches que me dormía pensando en él, “Unmistakable”. Le besé al oírla…




Él me abrazó por la espalda y acaricié su pelo mientras sentía que él había sido sacado de mis sueños… era evidente que era él, era inconfundible…


Pasaron varias canciones mientras podía notar su cálido abrazo rodearme, pero me emocioné cuando cantaron esa canción. La canción que me emocionó y me hizo llorar haciendo que él se preocupase levemente mientras yo negaba,




limitándome a susurrarla para mí y a recordar la historia de esa canción. Él torció el gesto y limpió mis lágrimas, besándome lentamente después. Disfrutamos del concierto hasta que sonó la última canción, que me recordó a otro momento con él…




Mi primer viaje a Forks con él. Le miré y se limitó a susurrarme suavemente…


-Ninguna mejor canción para decirte lo que siento cada vez que lloras… -Besó mi mejilla y sonrió-. Te quiero.



----------^^----------

Lo dicho...
Esta noche o un poquitillo antes tendreis...
el tan esperado 33...

Autoraaaa: que ya casi toy!!!! XD
Gibu: Sorry por no correr mas...

Alee unas horitas y le teneis :D



1 comentarios:

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YOAN Mextli
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21 de julio de 2010, 23:17 delete

fabuloso aunque eso no es novedad oye no hay por ahy una foto del camison nuevo de dar?
bueno
sayo
te quiere
Yueolin14 ;D

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