Capítulo LXXXVI: Placajes. Seth POV.

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Hola!! He vuelto!!! jajajaja


Bueno, este capítulo es un poco raro, me ha costado mil porque al pobre Seth le dan por todos los lados (de ahí su título... no tenía y he decidido ponerle eso por esta razón) Ya sabéis, hay trozos del capítulo anterior y cosas nuevas... y una sorpresita, ¿adivináis cual será el único apoyo de Seth en este capítulo? Se admiten apuestas ;)




Sé que no os va a gustar mucho porque le torturo un poquito... pero weno, es que a veces la vida es así de injusta... pero espero que lo disfrutéis igual.


Un besoteeeee!!




PD: Los videos los pongo como hipervínculos porque intento ponerlos como hace Gwen y se me bloquea todo el PC, así que... lo siento :S




Silvy ^^






************




Pude notar su aroma en oleadas, casi podía saborearlo. Reía… podía imaginarla tumbada sobre mí viéndome dormir… ¿Cómo no me había despertado? Seguro que era patético… Ronroneé notándola a mi alrededor, eso me gustaba, pero no que me mirase… puse mi mano en su cara.
-Deja de mirarme…
-¿Y cuándo lo haces tú, qué? –Intentaba verme, pero no la dejaba… estaba preciosa y sonreí al verla más relajada-. Estás muy gracioso roncando, ¿sabes? –Rodé los ojos y revolví su pelo-. ¡Para!
-Seguro que estoy tan gracioso roncando como tú llevando a cabo el plan A, B o lo que sea… -Reí mientras ella intentaba pegarme, me encantaba hacerla rabiar, eso no cambiaría jamás-. Buenos días a ti también, por cierto… -Necesité besarla y ella me dejó-. Buenos días, encanto…
-Buenos días… -Sonreí por su voz, hizo una mueca-. Que asco que hoy sea domingo… hemos estado tanto tiempo enfadados… que apenas hemos disfrutado del fin de semana.
-Bueno… aún nos queda hoy… ¿No?
-Debería ir al cine… Hanna me pidió que fuera, quiere ir a ver palabras textuales: su película favorita a su cine favorito con sus amigos favoritos… -Reímos-. Pero puedo quedarme a pasar un domingo tranquilo en casa…
-De eso nada… -Su cara de pena fue tal, que tuve que besarla-. Aprovecharemos hasta el último minuto, pero te irás con tus amigos después… ¿vale?
-Vale… -Pareció satisfecha-. Voy a avisarles entonces, para saber cómo vamos a quedar…
-Puedo llevarte hasta Forks, si quieres… Serán unos minutos más juntos… -Lo pensé e hice un mohín-. ¡Qué ñoño ha quedado eso!
-¡Mucho! –Rió y se tiró sobre mí-. Pero me gusta…

Sonreí al verla tan feliz, diría bobadas como esa todos lo días si conseguía algo así… Como habíamos planeado, pasamos todo el día juntos… aunque evité invadir su espacio mientras se duchaba… tardó más que yo… pero lo soporté escuchándola correr. Lo mejor fue cuando el coche paró frente al instituto, su cara de pena me dio tanta rabia que me importó poco o nada quien pudiera vernos… la besé con todas mis ganas… su cara fue un cuadro, primero sorpresa… después incluso se sonrojó. Apenas pudo despedirse y eso me hizo sentir genial.

Al volver hacia casa me crucé con el coche que más quebraderos de cabeza me había dado en los últimos meses… reí y paré a su lado, Josh esperaba a Cora. Les invité a casa… y después apareció Ephraim con mi hermana… Vera la llamó y vino con Claire y Quil… una hora más tarde, rodé los ojos cuando vi aparecer al jefe, parecía mosqueado… reí al suponer que Nessie se habría ido de compras con Alice.
-No sé… Alice ha llamado y se ha ido corriendo… -Reí-. No sé…
-Seguro que se han ido de compras… -Dije riendo y tendiéndole una cerveza-. Ya sabes cómo son… así que no te angusties. Luego volverá a pedirte perdón…
-No sé, de normal me dice dónde va… y hoy ni se ha despedido. Le pasaba algo…
-Paranoico… -Mi hermana bufó-. Alice habrá encontrado unos zapatos geniales o algo así…
-O igual quiere prepararte una gran sorpresa romántica… -Claire sonrió-. Ya sabes, si se va así, luego estarás con más ganas de verla…
-Bueno, ya me contaréis como acaba… -Josh se levantó-. Yo tengo que irme a recoger a mi hermana… -Rodó los ojos-. Buena suerte, Jake…
-Pelota… -Murmuré y reímos-. Bueno… ¿vais a quedaros a cenar?

Empezamos a hablar y a planear la cena cuando Jake olfateó, todos le seguimos y yo empecé a reír al percibir el aroma de Nessie, empezamos a tomarle el pelo al jefe y brindamos con él por la noche romántica… pero todo se quedó en un frío momento cuando noté su aroma… la miré y su cara me lo decía casi todo… algo pasaba. Nessie me ilustró vagamente, había recordado algo sobre nosotros…
Cuando ella lloró mi corazón se encogió, Nessie la intentó animar y me ayudó a deshacerme de las visitas, apenas me enteré de lo que me decían, pero me sorprendió cuando mi hermana tocó mi pierna y me miró con preocupación.
-Suerte, enano…
-Sí… -Me levanté directo al coche, abrí la puerta y me acuclillé frente a ella-. Eh… -Acaricié su pelo y ella lloró más-. ¿Qué pasa? ¿Qué va mal? –Ella tapó su cara, miré a Nessie y a Jake, hicieron una mueca y Jake asintió, la saqué del coche-. Vamos, entremos en casa…
-Deberías…
-Gracias Nessie… -La corté, sabía lo que tenía que hacer, pero no quería ser grosero después de todo-. Gracias por traerla.
-Siento no haberte avisado… pero… me necesitaba a mí en ese momento.
-Lo sé… -Suspiré, me daba rabia pero quizá fuera mejor así-. Buenas noches, chicos… Ven, vamos, siéntate y tranquilízate, ¿vale? –La senté en el sofá y me senté frente a ella, no quería agobiarla y quería ver su cara, aunque ella no me miraba-. ¿Qué va mal?
-Yo… -Me abrazó y noté que temblaba, eso me hizo temblar a mí-. Lo siento, no sé… no tengo… yo…
-A ver… -Suspiré y sostuve su cara, empezaba a desesperarme…-. Más o menos puedo saber lo que ha pasado, Nessie… pero no puedo entenderlo… ¿Me lo puedes contar…?
-Yo… -Intentó calmarse-. Hemos visto una película… y entonces he entendido todo… -Sollozó y me abrazó-. Y lo siento, porque yo… no sé… yo debería haberlo sabido… de alguna forma, soñaba con ello, tendría que haberme dado cuenta antes…
-¿De qué?
-De que… soy horrible –Dijo sollozando-. Lo siento, de verdad, lo siento…
-Eso me ha quedado claro… -Intenté calmarla-. Pero sigo sin entender porqué lo sientes tanto, no es culpa tuya…
-Pero tú… estabas sufriendo… ¿por qué no me dijiste nada nunca?
-Te dije que estábamos unidos… No necesitabas saber nada más… -Sonreí-. Y que te quiero, creo que… ya lo sabías.
-Pero… -Limpié sus lágrimas-. No lo entiendo. ¿Yo era la chica que se fue?
-Sólo en parte… sigues aquí, ¿no? –Seguí sonriendo-. Y, poco a poco, volverá del todo.
-Pero… no sé nada. Sólo… tú y yo… ¿Realmente siempre hemos sido tú y yo? ¿Era yo la primera en tu vida?
-La única… -Suspiré-. No es para tanto, nada ha cambiado ni va a cambiar. Estamos bien.
-No… -Negó sollozando-. No estamos bien. ¿Cuándo vas a darte cuenta de que esto es muy injusto…? ¿No lo ves?
-Lo sé… y lo siento, fue culpa mía… pero tú me enseñaste a ser paciente, a que las cosas buenas acaban llegando… -Besé sus manos-. Y que al final, todo vuelve a su lugar. Todo se va a arreglar…
-¿Y si no me arreglo?
-Pues… -Suspiré-. Viviremos con ello… -La miré seguro, me daba igual seguir sufriendo mientras estuviera conmigo… ella negó-. ¿No qué?
-Que no quiero vivir con eso. Que no es justo, que no quiero esto… -Fruncí el ceño-. No quiero seguir preguntándome qué más me pierdo, no quiero… no puedo soportar saber que me estás engañando. No puedo…
-No te estoy engañando… es… sólo… Que estoy esperando al momento adecuado.
-Me engañas, Seth. ¿Acaso no lo has hecho los últimos meses? Yo pensando que sólo éramos amigos… ¡Y pensaba que aún querías a tu ex… que no era tu ex! ¡Era yo! –Reí levemente, gritaba y lloraba, casi reía a la vez…-. ¿No lo entiendes? ¿No lo ves?
-¿Qué debo entender? ¿Qué estabas celosa de ti misma? Sí, es gracioso… tiene su punto… pero… Todo irá bien…
-¿Qué es gracioso?
-No, no es gracioso… quiero decir que…
-¿Qué? ¿Qué quieres decir? ¿Qué te lo has pasado bien viendo cómo me angustiaba pensar en esa persona sin saber que esa persona era yo misma? ¡Dios! ¡Creo que eso ni siquiera tiene sentido! –Reí con ganas… ahora me recordaba mucho más a ella misma, siempre tan indecisa-. No es gracioso.
-No, no lo ha sido… pero ahora que lo sabes, lo es.
-No, no lo es…
-¿Qué quieres que haga? ¿Qué llore como tú? No puedo… -Me sinceré-. Al principio lo hacía… y mucho. Cuando pasabas las noches en casa de Nessie… me angustiaba mucho… pero ahora que estás conmigo, me da igual.
-No puede darte igual…
-Es así… No necesito nada más, con que estés aquí a mi me vale… es simple.
-Pero yo necesito algo más… -Escuché atento-. Necesito saber más. No puedo seguir aquí sabiendo que tengo una vida pasada de la que no recuerdo nada…

Se levantó corriendo y se encerró en su cuarto, mi cuerpo empezó a temblar y tuve que concentrarme para no entrar en fase en medio del salón. Escucharla abrir y cerrar cajones me preocupó, calmé aquel temblor y subí las escaleras, la encontré haciendo la maleta.
-¿Qué haces? –Me acojoné, no podía hacerlo de nuevo… intenté quitarle la mochila, pero no la soltó y la rabia fluyó por todo mi cuerpo-. ¿Dónde crees que vas?
-¡No lo sé! –Gritó, estaba tan alterada como yo-. ¡Déjame! ¡Tengo que irme! Si no quieres ayudarme, está bien… lo haré por mí misma…
-¿Dónde vas a ir? ¿Qué crees que vas a hacer?
-¡Irme a buscar algo, lo que sea! ¡Seguro que podré encontrar algo! Quizá no lo haga tan bien yo sola, pero sé que puedo…
-¿Quieres irte? –Dije indignado-. No puedes hacerlo…
-¿Vas a retenerme por la fuerza? –Dijo desafiante-. ¿Vas a encerrarme en esta casa, en este lugar? ¿Vas a privarme para siempre de mi derecho a saber?
-¿Es lo que quieres? –Me paralicé, de nuevo huía de mí… se alejaba sin que pudiera evitarlo-. Está bien… -Tragué en seco, esta vez debía hacerlo mejor, debía controlarme… calmarme y pensar con claridad-. Te ayudaré… sólo… espera hasta mañana.
-¿Para qué? ¿Crees que es un berrinche y que mañana me habré olvidado? –Lo pensé… pero ella negó indignada-. Voy a irme ahora… si quieres ayudarme, es el momento… mañana no estaré aquí…

Solté la mochila y me quedé paralizado… ¿Iba a dejar que se fuera así de nuevo? No podía hacer eso, tenía que ayudarla… Suspiré y busqué en el cajón aquellas llaves, si se las daba… quizá ella quisiera quedarse allí y no volver… pero me quedaría con ella pasara lo que pasara…
-Son tuyas… Te llevaré. Guardé… -No sabía cómo explicarle las horas que había estado con Nessie y Tania… las noches sin dormir que había pasado mitigando mi frustración ordenando sus recuerdos… Suspiré-. Allí encontraras… prácticamente todo. Guardé todo lo que pudiera recordarte algo allí… así que, si es lo que quieres… te llevaré.
-¿Ahora mismo? –No pude hablar… ella cogió las llaves lentamente y las miró con detenimiento, después me miró-. ¿Vas a llevarme? –Asentí asqueado-. Yo… No sé de dónde son…
-Son… de tu casa –Ella pareció marearse, la cogí antes de que cayera al suelo y la senté con cuidado… No iba a poder yo solo, era demasiado-. Voy… llamaré a Nessie… es posible que la necesites allí también…

Corrí todo lo que pude, ellos esperaban en la parte trasera de su casa como si ya supieran que los iba a necesitar. No tuve que decir nada, sólo echaron a correr siguiéndome. Subimos en silencio las escaleras, Nessie se lanzó a abrazarla y yo me quedé como un gilipollas sin poder hacer o decir nada. Jake me miró y se acercó por mí.
-Prometo que pondré a los chicos a trabajar ahora mismo… y cuando vuelvas de tus “vacaciones”… tendrás una gran fiesta preparada, ¿vale?
-Gracias… -Su voz estaba rota… apenas me miró, se dirigió a Nessie-. ¿Nos vamos?
-Claro…

Las seguí con cierta distancia… no podía volver a pasarme lo mismo, ver cómo se alejaba de mí me rompía el alma… y odiaba que estuviera así conmigo, como si ya no me conociera… como si me odiase. Odiaba esa sensación, odiaba que no confiara en mí… Pateé la rueda mientras ellas entraban al coche… pero ella estaba a mi lado a pesar de todo, no atrás con Nessie como había imaginado. Tragué en seco y noté que se incomodaba, seguramente lo habría hecho por costumbre y sólo esperaba salir de allí lo más rápido posible… Arranqué y conduje a velocidad media… quería alargar el viaje lo máximo posible, su olor me reconfortaba y me daba miedo perderlo de nuevo… ¿No lo entendía? ¿No entendía que sin ella me costaba incluso respirar? Ella sólo estaba pendiente de Nessie… que fue lista y calmó sus nervios durmiendo… yo me crispé más… hasta que vi su cara de preocupación. Tragué en seco.
-Deberías hacer lo mismo… -La miré de reojo-. Aún quedan unas tres horas para llegar… así que no estaría mal que durmieras… necesitas descansar.
-Estoy bien… -Bajó el volumen de la radio, no me había dado cuenta ni de que estaba encendida-. Ahora no necesito descansar… necesito llegar ya.

http://www.youtube.com/watch?v=_rHwhT6_hsg

Aquella canción… debía hacer cualquier cosa por ella, por mucho que doliera. Aceleré, ella necesitaba llegar… y por mucho que esa idea me angustiara, tenía que ser mi objetivo, llegar lo más rápido posible. Cerré los ojos cuando mi vista se nubló, al hacerlo se despejó notando una cálida lágrima por mi mejilla. Respiré hondo al ver cómo se quedaba dormida… Nessie abrió los ojos e hizo una mueca al verme.
-Deberíamos parar…
-No… no quiero que nos retrasemos…
-Necesito comer algo… todos lo necesitamos…

Negué y seguí mi camino, pero tras diez minutos de incesantes imágenes mostrándome aquellos bocadillos que vendían en Sequim… Nessie consiguió lo que quería. Darlene estaba realmente cansada, así que la dejé dormir en el coche.
-¿Alice te ha dicho que va a pasar?
-Pues… -Hizo una mueca que no me gustó-. Ha visto muchas cosas… demasiadas. La ha visto en Nueva York, la ha visto en Jenner… -Entrecerré mis ojos, me ocultaba algo y ella cerró los ojos para mirarme de nuevo-. La ha visto con Kevin…
-Eso… no me gusta… -Hice una pelota con la lata que tenía en mi mano, ella suspiró-. ¿Él sospechará algo?
-No lo sabemos… son visiones vagas, basadas en la nada, ni siquiera había tomado la decisión de ir a Monroe cuando lo vio…
-Es decir… que iba a pasar sí o sí… -La miré y ella hizo una mueca-. Me hubiera gustado saberlo… es todo.
-Ya lo sabías… sabías que esto iba a pasar en algún momento… no puedes hacerte el sorprendido ahora… -La miré con rabia y lancé aquella bola de metal lo más lejos que pude-. Sé lo que sientes… y sabes lo que tienes que hacer…
-Vámonos… aún nos queda un rato…

No quise hablarle, ni mirarla en el resto del camino. Sólo desvié mi mirada cuando mi corazón bombeó con angustia al notar un cambio en Dar… se despertaba.
-Estamos en Seattle… -Dijo Nessie-. Ya queda poco.
-Estaremos en quince… como mucho veinte minutos… -Me miró temerosa y asintió… suspiré al ver su angustia-. Intentaré que sean diez… pero hay mucho tráfico…
-Está bien, no pasa nada…

Estaba nerviosa y angustiada… yo me sentía igual. Cuando me miró preocupada… encendí la radio para distraerla… aquella canción me incomodó, pero quizá sería mi mejor baza. Contarle todo, que oyera cada pequeña explicación de mi boca… Ella medio sonrió, dándome lo que necesitaba.

http://www.youtube.com/watch?v=RAASeYqmeBU&feature=related

Cuando paré el coche ella pareció aterrada… tenía que sentirse cómoda, tenía que hacer que no tuviera miedo… Bajé con decisión y me estiré intentando disimular el temblor que produjo el olor de Tania en mí. Abrió la puerta y Nessie corrió para abrazarla, me acerqué calmando mis temblores.
-¡Bienvenidos! –Dijo sonriendo. Me acerqué y la abracé intentando respirar lo menos posible, ella rió levemente y miró hacia el coche-. Alice ha llamado… así que he pensado en prepararos un buen desayuno para cuando llegaseis… -Ella no salía… intercambiamos una mirada y Tania se esforzó más por sonreír-. ¿Os apetece pasar?
-Creo que no se siente cómoda… -Nessie rió-. La educación ante todo…
-Ya… -Intenté sonar alegre, quizá si me veía bromear se relajaría… me acerqué a ella sonriendo-. ¿Recuerdas a mi adorada Tania? –Ella abrió su boca mientras Tania reía siguiéndome el juego-. Bueno… pues Tania… ella es Darlene… Darlene… ella es Tania.
-Encantada… -Tania le tendió la mano-. Ahora que ya nos han presentado… ¿aceptas mi invitación a desayunar?

Ella asintió tímidamente, mirando fijamente aquella ventana. Hice una mueca recordando las veces que me habría colado por ella y suspiré.
-Era… es… tu habitación –Asintió algo ida-. ¿Quieres entrar?
-Claro…

Fuimos siguiéndola, ella se movía por la casa con lentitud, examinando cada pequeño detalle… hasta tocar la barandilla. Me asusté hasta que Nessie sonrió.
-Puedo ayudarte en eso… si quieres.
-Después… -Se puso seria-. Quiero subir…
-¿Estás bien?
-Quiero ver mi cuarto… -Dijo obviando mi pregunta y subiendo las escaleras. La seguimos y se quedó de nuevo parada en la puerta de su cuarto, esta vez sonrió-. Nessie… me gustaría verlo detenidamente después.
-Eso está hecho…
-No he cambiado nada… -Se apresuró a decir Tania-. No he querido entrar en los cuartos… sólo he usado la oficina… y tampoco he cambiado nada de la decoración, todo sigue igual…
-Gracias…

Ella abrió la puerta y observó cada pequeño detalle, acarició alguno de los objetos como si susurrasen para ella. Al intentar abrir el armario noté que se mareaba, se agarró a la puerta y me apresuré a cogerla, pero sonrió y se alejó.
-Parece vacío… -Suspiró-. Creí que estaría más lleno…
-Yo… -Hice un mohín-. Estuve vaciándolo un poco, dejé muchas cosas en cajas, en el garaje… allí hay muchas cosas más…
-Bien… -Bajó las escaleras y entró en el garaje observando todo, especialmente su coche-. ¿Era mío?
-Así es… -Nessie sonrió poniéndose a su lado-. Y mira… -Señaló la estantería-. Ahí tienes cientos de álbumes de fotos y diarios que guardamos… -Se encogió de hombros-. Creo que faltan algunos, pero… están casi todos.
-Genial… -Susurró-. Gracias por traerme aquí… tengo mucho que ver… ¡y que leer!
-Pero primero deberías desayunar… -Dijo Nessie frenando su ansia por conocer-. No es bueno hacer todo de golpe, habrá tiempo más tarde…
-No quiero esperar más…
-Vamos, querida… -Tania sonrió-. Han estado aquí todo el tiempo, no van a moverse de ahí en el poco tiempo que te cueste desayunar…

Parecía realmente curiosa… quizá debí haber ido administrando toda aquella información, una caja a la semana o algo parecido, que no tuviera que hacerlo así… las seguí hasta la cocina y me sorprendió su reacción al ver la bolsa de sus magdalenas favoritas. Tania se acercó a ella con un gesto de disculpa.
-Lo siento… mucho tiempo rodeada de tus cuadernos me ha despertado cierta curiosidad… y como no se me da muy bien la cocina… pensé que te gustaría desayunar algo que te gustase.
-Están realmente buenas…
-Eran tus favoritas… -Dije algo descolocado-. Voy al coche, me he dejado el móvil y debería llamar a los chicos…
-Claro…

Suspiré al salir… Nessie me había mostrado algunos de sus destellos, pero… había sido peor sentir su angustia y su ansia por saber, era como un agujero negro, cuanto más sabía más quería… y eso me aterraba en cierta manera. Pero tenía que estar allí, tenía que estar con ella por mucho que aquello doliera, para ella iba a ser mucho más difícil que para mí… Suspiré de nuevo y aspiré el aire no contaminado para entrar allí, Tania hizo un gesto y se sentó en las escaleras, yo me quedé apoyado en la puerta viendo a ambas compartir recuerdos. Pronto esos recuerdos inundaron también mi cabeza, dolió a rabiar aquella imagen, estábamos tan sumamente felices… no podía entender cómo habíamos pasado de eso a esto… era nuestro cruel destino. Y ahora ella… necesitaba más de Nessie que de mí, más de cualquiera que de mí… más de esas malditas cajas que de mí. Las imágenes cesaron y ambas me miraron.
-Lo siento… no quería interrumpir…
-¿Te sientas con nosotras? –Dijo amablemente-. Quizá quieras… ver cosas con nosotras.
-Yo… creo que es mejor que vaya… Os dejo solas…
-Vale…

Siguieron a lo suyo, como si yo no hubiera estado nunca allí… pero Nessie seguía enviándome alguna imagen… gruñí sin poder evitarlo. Las horas pasaban… y no parecían cansarse… ni tampoco necesitarme. Empezaba a irritarme estar allí sin poder hacer nada… Empezaba a anochecer, así que decidí interrumpirlas, podrían hacerlo de camino a casa…
-Deberíamos… volver a casa. Deberías dormir… e ir mañana a clase. Podemos volver el fin de semana si quieres… puedes decirles a tus amigos que vuelves a Anchorage… y la semana siguiente son vacaciones de Navidad… así que podríamos…
-No… -Negó-. No voy a irme ahora.
-Tenemos que volver… tienes que ir a clase, yo debo ir a trabajar y…
-Si tanto tienes que hacer… vete.
-Darlene… -Nessie medió entre nosotros-. Deberíamos volver. Jake estará preocupado… y tengo que irme. Y tú mañana tienes clase… como bien dice Seth, podremos volver el viernes por la tarde si es lo que quieres… Creo que ya es suficiente por hoy… y tienes que descansar.
-Tienes razón… Jake querrá verte y saber qué ha pasado… -Me miró de un modo… estaba irritada, podía sentirlo-. Y tú debes ir a trabajar… y se está haciendo de noche… -Me relajé y le tendí la mano para que se levantara, ella la estrechó y la soltó-. Buen viaje de vuelta, llamadme cuando lleguéis…
-¿Qué? –La miré, podía verlo… no iba a volver conmigo. Me cabreé-. Estás loca si piensas que… no te vas a quedar aquí… ni lo pienses.
-¿Vas a obligarme a seguirte siempre? ¿A hacer siempre lo que tú quieras? He tomado una decisión… no pasa nada porque falte unos días a clase… pero vosotros no os podéis quedar. Así que… me quedo con Tania.
-No, ni de coña… -Tiré de ella, no iba a dejar que se quedara con Tania, mi paciencia y mi desesperación tenían un límite-. ¿Crees que estoy tan loco? Ya has llegado a tu límite, niña insolente.
-¿Qué? ¿Niña insolente? ¡Me lo debes! –Me quedé congelado-. ¡Tú tienes la culpa de todo esto! ¡Tú les pediste a ellos que no me contaran nada de mi pasado! ¡Así que no te atrevas a insultarme, porque el único insolente aquí eres tú!
-Chicos… deberíais calmaros…
-¿Calmarme? –Vi sus intenciones… se iba a poner de su parte-. ¿Estás con ella en esto, no? ¿Vas a dejar que lo haga? ¿Te vas a poner de su parte?
-Es lo que ella quiere…
-Si no puedes soportarlo… -Me miró desafiante-. ¡Lárgate de aquí!
-Que me largue… -Aquello me hundió-. Genial… -La ira empezó a fluir, intenté calmar mis temblores… tenía que pensar con claridad… Nessie se puso en pose protectora con ella, mi corazón se hizo añicos-. No hace falta… será mejor que me vaya… pero… Tania tiene que irse… y tú también. Si quiere hacerlo… estupendo. Pero que lo haga sola.
-No puede hacerlo sola…
-Claro que puede… pero si tú eres capaz de pensar que le haría daño… yo no soy capaz de dejarla aquí sola con vosotras… Así que bueno… yo también me quedo.

Su mirada me traspasó, empezó a echarme en cara todo lo que Tania había hecho por nosotros, algo de lo que estaba agradecido… pero no tanto como para confiar que pudiera estar a solas con ella… no podía confiar en eso…
-No… -Dijo levantando la cabeza. Me miró de un modo que mi corazón se desencajó de nuevo, después miró a Nessie sonriendo-. Debes ir a hablar con Jake, debes estar con él… y seguramente… Tania, quizá quieras hacer algún viaje… quizá visitar a Carmen y Eleazar… -Me miró-. Y tú tienes que trabajar… y tienes razón, puedo hacerlo. Así que… me quedo sola.
-¿Qué? –Eso no era lo que esperaba… negué aturdido-. No, me voy a quedar contigo… o vienes conmigo… o me quedo.
-No te quiero aquí… -Negó fríamente-. No quiero tener a mi lado al responsable de mi situación, mucho menos ahora, después de esto. Quiero estar sola. Y dado que esta es mi casa… os pido a los tres que salgáis de aquí… -Miré a Nessie… me mostró que lo decía en serio-. ¡Ahora!
-¿Crees que voy a dejarte aquí sola? –Me miró enfadada… cerré los ojos por un segundo, no debía discutir con ella de nuevo, no podía irme estando cabreado… pero es que ella no podía volver a dejarme solo, no era justo. Siempre hacía eso… incluso ahora. Me irrité-. Si me voy… si me pides que me vaya ahora mismo… lo haré. Pero quiero que sepas que… tú tomas tus decisiones sin contar con nadie… y puede que yo haga lo mismo…
-¿Es una amenaza? –Rió-. Haz lo que quieras… no va a importarme mucho ahora.
-Estupendo…

Di un portazo al salir, casi arranco la puerta… pero no fue suficiente. Di un puñetazo a mi coche, noté cómo mi dedo meñique se rompía y la chapa cedía bajo mi puño. Nessie me abrazó intentando calmarme y metiéndome en el asiento trasero mientras Tania conducía. No pude soportar mucho el olor, no ayudaban a mis espasmos. Les pedí que parasen al salir de Monroe, me bajé y empecé a correr, entré en fase mientras lo hacía, aullando mientras pensaba en lo que me había dicho. Ya no le importaba… sólo… seis palabras suyas me habían destrozado.

No podía parar de pensar en este endemoniado fin de semana de altibajos… pensar que podía haber acabado de manera bien diferente… con ella entre mis brazos. Hubiera sido tan sencillo como dejarme llevar por la pasión, o pedirle que se quedara conmigo todo el domingo… Empecé a llorar, era la primera vez que lloraba de este modo en fase, mi lengua iba de un lado a otro y mi hocico no se abría lo suficiente para dejarme respirar… me faltaba el aire. Caí desplomado en medio de la nada… imaginando cómo podía haber sido… y odiándome a mí mismo por dejar que esto volviera a pasarme.

http://www.youtube.com/watch?v=maa4um9AlFI&feature=fvst

Mi corazón bombeaba fuerte y lento, podía notarlo en todo mi cuerpo. Podía ver el vaho que mi aliento hacía en el aire, vaho que subía hacia el oscuro cielo poblado de estrellas. Cómo la hierba húmeda se chafaba bajo mi peso, cómo Nessie se tumbó a mi lado y posó su barbilla en mi hombro, pasando su brazo sobre mi pecho en un ademán de abrazo… pero no podía ni mirarla. Sólo intente concentrarme en aquel vaho… en cómo ella había sido mi cielo durante cientos de noches… y cómo había querido serlo una vez más sin yo consentirlo. Aquel cielo solitario, sin Luna… apenas brillaba.
-Todo irá bien… estábamos todos muy nerviosos… se le pasará.
-Mira el cielo… -Dije en un susurro-. ¿Lo notas?
-¿El qué?
-Está más oscuro… hoy la Luna no brilla, está ausente. Es lo que nos pasa a nosotros. Perdemos luz, encanto… lo perdemos todo sin vosotras… ¿Qué es una noche sin Luna?
-Un cielo estrellado… -Dijo sonriendo-. Pero el cielo no está siempre igual… hay días oscuros… pero también hay noches de Luna llena… sólo hay que esperar…
-¿A qué? –Negué-. No puedo sentir lo que ella, no puedo entenderla… y eso me irrita, porque jamás me había pasado… sólo una vez, y estuve alejado de ella durante años.
-Pero volvió…
-No por mí… -Negué-. Si todo hubiera seguido bien en Londres, nada de esto habría pasado. Quizá hubiera sido lo mejor…
-¿Me estás diciendo esto en serio? –Ella se incorporó y frunció el ceño-. No puedo creerte.
-Pues créelo… ojala no hubiera vuelto, sus padres estarían bien, ella sería feliz con otra persona… y yo… seguiría aquí.
-¿Muerto en vida? Sinceramente… no lo sé. Quizá tengas razón, pero no lo creo… hay un destino mejor para todos…
-Es lo que siempre he querido creer… pero ya no sé que pensar… sólo quiero quedarme aquí…
-Pues sigue aquí si quieres… -Se levantó y suspiró-. Jake no tardará en llegar, te arrancará la cabeza por no haber tenido la gentileza de cubrirte, ¿sabes? –Intenté sonreír con ella, que suspiró-. Toma… -Dejo caer mis cosas a mi lado-. Los retales de tus cosas… -Rió, yo asentí volviendo a mirar a la nada-. Te vas a arrepentir de esto… en serio. Deberías estar allí con ella, o en casa esperando su llamada.
-A ella ya no le importa… así que no creo que llame… -Me encogí de hombros-. Le sobro, es lo que ha dicho. Ya no me necesita.
-Piensa lo que quieras… -Dijo negando-. Pero a Jake no le va a hacer ninguna gracia que te quedes aquí toda la noche.
-Jake puede morderme el culo.
-Quizá lo haga yo por él… -Rió revolviendo mi pelo-. No tardes en levantar, o quizá eches raíces ahí… idiota.

No sé la de horas que estaría ahí pensando en ella… en qué se suponía que debía hacer ahora… sólo con la claridad del amanecer mi cabeza quiso reaccionar al pitido de mi móvil.



Lo siento… siento haberme puesto así, pero… estoy bien. Espero que no estés
enfadado…

Me levanté como si tuviera un resorte. Corrí durante diez minutos a mi máxima velocidad, hasta que frené en seco. Cerré los ojos y respiré hondo, comencé a andar de espaldas. Me giré y seguí caminando, comenzando a correr… recogí mis cosas y seguí mi camino hacia mi casa. Me crucé con Vera y Cora, ambas de guardia… apenas las miré. Sólo caminé hasta mi casa, me desplomé en la cama y miré el reloj. Las siete de la mañana… buena hora para dormir.

Jake apareció a mitad de la mañana, me gritó por haber sido tan brusco con ella, pero relajó su discurso en un intento de consuelo. Cuando lo hizo, rodé los ojos y miré hacia el otro lado de mi cuarto. Él gruñó y me miró fijamente.
-Una semana. Una semana y te quiero en el taller. Más vale que vestido, ya te has lucido bastante… ¿no crees?
-Esfúmate…
-Y tú… ¡tápate!

Me tiró la sábana por encima… la pateé. Maila venía a hacerme compañía a ratos… pero ni por esas me levantaba. Ni cuando la oí destrozar mi cocina, seguramente buscando algo de comida. Creo que pasaron dos o tres días… no llevaba con mucha gana la cuenta… Vera pasó a dar de comer a Maila, Leah me amenazó con avisar a Sue… Leah volvió horas después con Jake rogando por que me duchara… pasé de todos hasta que alguien realmente pesado no cesaba de tocar el timbre. Olfateé… pero sólo podía olerme a mí mismo… y apestaba. Quizá Leah tuviera razón esta vez.
Gruñí ante tanto “Ding-Ding” y bajé pesadamente las escaleras. Rodé los ojos al ver a Bryan en la puerta… tomé unas bermudas y abrí la puerta.
-¿Sí?
-Hola… -Me miró con un mohín-. ¿Está Mary Ann?
-No… -Negué-. Se ha tenido que ir…
-¿Se ha tenido que ir? –Asentí-. ¿Por qué? ¿Cuándo volverá?
-Pues… -Suspiré-. Su… abuela. Se… ha puesto un poco mala. Así que… se ha ido. Y no sé cuando volverá…
-Vale… -Hizo otra mueca-. ¿Puedes decirle que he estado aquí?
-Pues… no sé cuando hablaré con ella. Se ha llevado su móvil, si quieres… llámala.
-Vale… gracias. Ten… un buen día.

Asentí y le despedí con la mano. Cerré la puerta y me apoyé en ella suspirando. Realmente apestaba. Subí las escaleras y me mojé entero, me enjaboné con desgana y dejé el agua correr durante un largo rato… salí empapado y Maila me miró tumbada en el pasillo.
-¿Qué? –Su mirada… parecía que sentía lástima de mí… como si fuera algo rutinario en ella verme así. Suspiré-. Venga, vamos… te daré de comer…

Tomé unos pantalones y bajé para darle comida y agua, abrí la puerta y salió disparada… la casa estaba que daba asco. Recogí un poco hasta encontrar una de las pinzas de pelo que siempre se ponía para estudiar… suspiré y la miré por un momento, tuve que controlarme para no partirla. Jugueteé con ella y la dejé en la mesa… Maila entró como un rayo a la sala… suspiré al verla tirada en el sofá. Comencé a examinar aquellas estanterías de discos… especialmente sus discos. Empecé a leer desde el más alto, bajando mi dedo poco a poco hasta que Maila ladró. La miré y medio sonreí, tomé el CD sin apenas mirarlo y lo puse tumbándome con ella en el sofá.

No había nada mejor para un día así que un CD de baladas… suspiré escuchándolas… odié cada estúpida canción, pero especialmente una.

http://www.youtube.com/watch?v=IXAIZvwrCRo

No pude evitar ponerla una y otra vez… hasta que me dormí apoyado en una almohada que aún olía ligeramente a ella. Demasiadas horas durmiendo, demasiadas horas llorando y escuchando aquella canción. Dos noches realmente oscuras…

Pude escuchar unos tímidos y torpes pasos en mi cocina. Eso me despertó. Fruncí el ceño y rasqué mis hinchados ojos, me estiré y pude ver cómo Sue se asomaba con un gesto de preocupación. Suspiré y fui a hablar, pero ella me interrumpió.
-Debes empezar a plantearte que si no eres capaz de cuidar de ti mismo, o de Maila… es lógico que ella se vaya. Quizá debas aprender a cuidarte a ti mismo antes de que ella vuelva… no creo que si encontrara la casa así… y a ti así… -Negó-. Yo también saldría huyendo.
-No seas…
-¿Injusta? ¿Acaso estás siendo justo tú con ella? ¿O con los que te rodean? ¿Conmigo?
-No es…
-¿No es lo mismo? –Rodó los ojos y dejó caer un saco de basura al suelo suspirando, se tapó la cara con las manos y me rompió el corazón verla así, me levanté para abrazarla y se apartó-. ¿Sabes cómo me hace sentir verte así? He llegado a desear… que ojala nunca hubiera conocido a tu padre. Antes lo pensaba por ver sufrir a Leah, pero estaba muy equivocada. Ojala ese maldito gen se hubiera saltado una generación… -Negó frustrada y se marchó, antes de salir me miró apenada-. Ojala hubiera sido yo la que tuviera que soportar vuestras cargas…

La manera en la que se fue… Maila lloriqueó rascando la puerta… temblé. Subí cabreado y saqué la ropa de mi armario, me di una rápida ducha y bajé a toda velocidad hasta llegar al taller. Todos me miraron sorprendidos, pero no hicieron ni un solo comentario mientras yo me ponía a arreglar el primer coche que había en la lista. Embry y Quil fueron retirando las miradas de mí… pero Jake no dejaba de limpiar la misma pieza una y otra vez. Algo le rondaba y me miraba a mí. Le miré fijamente y retiró la mirada de una forma que me enervó.
-¿Qué te guardas? –Me miró raro, como distraído. Rodé los ojos-. ¿Qué estás pensando? Deja de mirarme así…
-¿Me dices a mí?
-No… a la bujía que no dejas de limpiar…

Medio sonrió, pero algo hizo que no pudiera dejar de mirarle de reojo por el resto del día, algo que parecía ponerle nervioso a ratos. Casi al final de la tarde se irguió y se tensó… olisqueé y un dulzón aroma llegó hasta el fondo de mi pecho haciéndome temblar ligeramente. Nessie se quedó algo estática al verme, pronto sonrió y miró a Jake… pero sus miradas chillaron lo que sus bocas callaron. Había pasado algo, pero lo único que hicieron fue bajar sus cabezas. Cogí a Nessie de los brazos, Jake cogió mi muñeca y los chicos se quedaron parados sin saber qué hacer.
-¿Qué ha pasado? –Jake gruñó, yo ni le miré-. Nessie…
-Yo… -Miró a Jake y después a mí, bajó su mirada y suspiró-. No lo sé exactamente… deberías hablar con Alice.
-¿Alice?

No me costó mucho salir corriendo en dirección a la mansión Cullen. Quizá ahora estuviera más lejos, quizá tuviera que correr media hora o tres cuartos de hora más que antes… pero sólo quería mirar a los ojos a Alice y que me contara qué demonios estaba pasando. Debo decir que fue poco inteligente por mi parte ir tan cabreado… y mucho más no haber llamado a Alice y haberme citado a solas con ella. Hice una mueca cuando Jasper y Emmett se plantaron frente a mí con los brazos cruzados, ambos alzaron una ceja a la vez y un sentimiento de fuerte relajación me invadió. Emmett relajó su posición riendo y se metió en aquella mansión mientras mi cabreo con Jasper aumentaba.
-Lo siento, pero no puedo permitir que culpes a Alice de lo que no es culpable, ella sólo es una mediadora… así que no voy a evitar que tu resentimiento contra mí crezca… pero no voy a separarme de ti… espero que te quede claro.
-Por supuesto…

Me hizo un gesto para que le siguiera, rodeamos la casa y pude verla sentada en medio de aquel pequeño claro, como si estuviera meditando. Siseó y gruñó, Jasper estiró su brazo y me topé con él, le miré mal, pero se limitó a sonreír y a retirarse levemente.
-¡Maldito chucho! –Gruñó Alice-. ¿No puedes quedarte en casa tranquilo? –Se giró y se levantó en el mismo movimiento plantándose frente a mí en décimas de segundo-. No te permito que lo hagas, ¿me entiendes? No vas a moverte de tu casa. ¿Qué pretendes? ¿Una guerra? Endemoniado perro…
-Pero qué… -Jasper se puso en medio y la sujetó, los ojos de Alice estaban oscurecidos, tragué en seco-. No sé de lo que me hablas…
-Yo misma aplastaré tu cabeza entre mis manos como te atrevas a presentarte allí, te juro que si mueves un solo pie en esa dirección… estás avisado…

Jasper tiró de ella metiéndola en la casa, la miré completamente noqueado y tragué en seco de nuevo, no entendía nada pero jamás había visto a Alice así… sólo… Miré a Edward bajando las escaleras con una mueca, sus labios fruncidos. Suspiré, mis pensamientos parecieron tomar una dirección acertada por su gesto, le devolví la mueca.
-¿Es lo que pienso? –Asintió una sola vez, suspiré y me encogí de hombros-. Sólo quiero…
-Lo sé. Pero ella ahora mismo está bien. Alice intenta evitar las visiones sobre ella, pero… simplemente aparecen.
-Ella… -Suspiré-. ¿Está bien?
-Sí… -Frunció sus labios-. Sí a todas tus preguntas.

Asentí mientras me alejaba. ¿A todas? Un temblor recorrió mi columna y convulsioné. Intenté controlarlo pero mi parte animal ganó la batalla. Sí, estaba bien. Sí, había estado con Kevin… y sí, se iba a alejar más de mí… Cientos de recuerdos volvieron a agolparse, mi cuerpo convulsionaba aún en forma animal hasta que caí de nuevo desplomado en la hierba. Podía notar las heridas de mi cara, hombro y rodillas curarse por momentos… pero apenas notaba el aire entrar y salir de mis pulmones. Lo intenté, respiré hondo. El frío aire me dolió, pero no más que los lentos y pesados latidos de mi corazón. Me levanté como pude deshaciendo el camino, recogiendo los retales de mi ropa, la cartera y el móvil… suspiré al verla parada delante de mí. No había notado su presencia, no la había olido ni había notado sus pensamientos… pude ver el vaho de su pesado aliento salir por su hocico, asentí y bajé mi cabeza en gesto de disculpa. Me giré y seguí andando desnudo, no quería entrar en fase con Leah rondando en mi cabeza, no quería pensar en nada mientras alguien me espiaba.

Seguí caminando, cada vez el cielo estaba más y más oscuro, cada vez los árboles, ramas y vegetación se interponían en mi camino, cada vez tenía que esforzarme más para seguir caminando al mismo ritmo haciendo que mi casa pareciera estar cada vez más lejos… y en realidad lo estaba. En dirección opuesta, para ser exactos. Cada vez me alejaba más de ella, cada paso que daba… cada obstáculo que saltaba… y allí estaba. Mi casa, el lugar donde dormía, comía… más bien vegetaba sin ella, porque sin ella no era mi hogar, sólo paredes con techo… Abrí la puerta para ver a Maila… ni se levantó. Suspiré y me acerqué a ella, me agaché y la acaricié.
-Lo sé, no me merezco una gran bienvenida… no he sido precisamente muy buena compañía, ¿verdad? –La acaricié un poco más mientras ella parecía ansiosa de muestras de cariño-. Lo siento, siempre la cago… siempre decepciono a todos cuando intento arreglar algo… ya no sé ni qué hacer… -Inspiré hondo y rodé los ojos al notar su aroma… ella se apoyó en el marco de la cocina-. ¿Vienes a decirme tú también que soy un desastre? –Negó y se mordió el labio-. Lo siento, ¿vale? ¿Qué más quieres que diga?
-¿Sinceramente? –Suspiró-. Me da igual lo que digas. No me sirve de nada que digas que lo sientes, sé que es doloroso para ti… pero no puedes hacer lo mismo cada vez que se va… sabes que volverá, así que no sé porqué te torturas…
-Leah… -Negué-. No esta vez. La he cagado de verdad, la he engañado… y ella nunca me perdonará eso. La conozco demasiado…
-No le has mentido, sólo…
-Le he ocultado cosas… -Rodé los ojos-. Para ella es lo mismo. No sé qué podría hacer para… traerla de vuelta, para arreglar todo.
-Seth… -Suspiró de nuevo y se acuclilló a mi lado-. No lo sé… ojala lo supiera y pudiera ayudarte, pero nadie puede entender lo que se siente en esa situación, ninguno podemos. Pero… lo que tengo claro es que ella es afortunada de que la quieras, porque… y juro que jamás volveré a decir esto, a pesar de todo lo que haces cuando te deprimes de esa manera… eres estupendo. Y no hablo por animarte, realmente lo creo… eres mi hermano y te he visto crecer, cambiar… amar. Ella es afortunada y… estoy segura de que se dará cuenta.
-Pero… -Mi ojos se humedecieron-. ¿Qué hago ahora?
-Yo… -Negó y me abrazó-. No lo sé, hermanito… no lo sé…

Me pasé la mano por la cara, carraspeé y entrecerré los ojos cuando la luz del sol me ofendió, notaba mis ojos hinchados, al igual que mis labios. Me levanté y me lavé la cara… daba pena. Hice una mueca y medio sonreí… pobre Leah. Le da por hacer de hermana mayor justo el peor día… reí un poco y suspiré pensando en sus palabras… “En determinadas ocasiones, uno sólo puede mover ficha y esperar al contraataque”. Negué mientras buscaba una buena emisora de radio, algo animado para poder ducharme sin pensar y que durase todo el día para poder trabajar con la mayor normalidad posible. Puse la misma frecuencia en el taller, todos me miraron medio sorprendidos, Jake simplemente sonrió y pareció… orgulloso de mí. No sabría explicarlo bien…

Trabajé duro toda la mañana moviéndome a distintos ritmos, dependiendo mucho de la música discotequera que sonaba… pero cuando sonó “Lifehouse”… Miré a mi alrededor, tres pares de ojos fijos en mí, esperando que me rompiera en pedazos. Tragué y suspiré, siguiendo con el trabajo y esperando que la maldita canción terminase.
Me ofrecieron ir a cenar con ellos, pero la opción de ser candelabro en una de dos casas o niñera en la tercera no me motivaba… prefería mi casa vacía con algo de cariño canino. Cené delante de la tele, pero apenas escuchaba nada, sólo masticaba y pensaba en aquella canción. Me tocaba mover ficha…

Cogí mi móvil y me dispuse a escribirle un mensaje… puse la canción y esperé a que la inspiración hiciera su entrada triunfal, pero parecía haberse perdido… le di al botón de enviar, quizá una simple canción no fuera un movimiento muy inteligente o muy espectacular… pero era un movimiento.

http://www.youtube.com/watch?v=1Sn1HPI8aJM&feature=related

Dejé el móvil al lado del plato de comida a medio terminar. Lo observé durante la siguiente media hora, me acomodé en el sofá con él entre mis manos. Miraba la tele pero apenas prestaba atención, tenía la necesidad de comprobar el móvil cada pocos minutos. Me empezaba a quedar dormido y ella seguía sin contestar. Di una pequeña cabezada y volví a mirar el móvil, no había respuesta. Suspiré y esperé durante toda la noche… pero ningún mensaje llegó.

Cuando llegué al taller me sorprendió que tuvieran la radio puesta, supuse que por un intento de animarme, así que me limité a sonreír levemente como agradecimiento y a disimular lo mejor que pude mi estado de humor. Incluso bromeé y bailoteé, pero cuando Lifehouse volvió a sonar… no supe qué hacer. Jake hizo una mueca y Quil apagó la radio. Carraspeé y seguí trabajando hasta mi hora, momento en el cual me despedí con un intento de sonrisa.
-¿Vienes esta noche a casa? –Quil me miró casi suplicante-. Vamos a hacer una barbacoa, ya sabes… Claire me ha pedido que te pida que vengas…
-No sé… no tengo muchas ganas.
-Por favor… hazlo por mí…
-¿Te ha amenazado o algo así? –Reí al ver su cara-. Bueno, no te prometo nada…

Hizo una mueca y yo intenté reírme alejándome de allí. Mi cuerpo convulsionó cuando estaba lejos del taller, me controlé y caí en mis rodillas para evitar entrar en fase, respiré hondo. Me relajé y me levanté caminando pesadamente hasta casa, subí los tres escalones y abrí la puerta para arrastrarme hasta el sofá de la sala. Caí a plomo en el sofá sujetando mi pecho, era como si algo se hubiera aferrado allí y no me dejara respirar, tenía que calmarme. Acompasé mi respiración y decidí ir a correr, tenía que dejar salir toda esa angustia de alguna manera… pero no quería compartir mis pensamientos con nadie, así que subí a mi cuarto, me desnudé y me puse unos pantalones cortos, cogí mi cartera y mi mp3, lo até a mi brazo y bajé las escaleras ya corriendo. Podía notar el suelo helado bajo mis pies, corría todo lo que mis piernas me permitían mientras la música sonaba.

http://www.youtube.com/watch?v=NPmQYg94cs0

Me dirigí hacia la playa mientras mi corazón se encogía, empecé a darle vueltas a todas las cosas que habían pasado el último año, las razones por las que ella había ido a Volterra, las razones por las que ahora ella me detestaba. No había modo de arreglar aquello, ella no iba a ser capaz de confiar en mí nunca más… pero aquello debía de tener algún sentido. Recordé sus palabras, lo único que ella había ido buscando a Volterra era pasar la eternidad conmigo, aunque ahora aquello careciera de sentido para nosotros, no era así para mis hermanos… tenía que hacer algo al respecto. Quizá yo también olvidara todo… quizá Jake tenía razón y era peligroso para mí… pero ahora ya nada importaba, ella había tomado su camino… y nuestro dolor tenía que tener un sentido, tenía que servir para algo… Suspiré con fuerza y cogí aire mientras me decidía. No necesitaba equipaje, no necesitaba absolutamente nada… sólo mis pies y un vuelo directo a Europa… lo demás estaba hecho.

Quité mis pantalones, los até a mi tobillo y entré en fase. Los pequeños auriculares saltaron de mis orejas, colgaban ahora del mp3 atado en mi pata delantera… golpeaban mi lomo mientras corría. Escuché un tremendo aullido, pero no me asusté ni bajé el ritmo… no me daba miedo un posible enfrentamiento con el alfa, ya no me importaba nada que pudiera pasarme… y no podía mandarme si no estaba en mi mente, así que salí de fase. Me puse los pantalones y seguí corriendo, atajé por el bosque, me desvié por el norte evitando las casas, pero apenas corría a la mitad de la velocidad que podía correr como lobo… eso me frustraba, pero no me hacía desistir.

Pude captar ligeramente aullidos en la lejanía… ¿Qué pasaba? ¿Todo esto era porque yo me iba? No podía ser, Jake no estaba tan loco… o quizá sí. No le gustaba nada la idea de que me fuera, pero ¿hacer entrar al resto en fase por eso? Algo debía pasar… deceleré y paré, pensando por un momento qué podría haber pasado para que todos estuvieran tan perturbados. Lo medité por un segundo… olfateé por instinto pero no detecté nada extraño. Cerré los ojos y sacudí mi cabeza, debía seguir mi camino, había tomado una decisión y nada iba a poder detenerme… o eso creía.

Dos minutos corriendo y tuve que frenar derrapando. Quil me alcanzaba y sus dientes me detuvieron. Por un momento me acojoné, verlo frenar en seco a mi lado y rugirme en la cara…
-Podías lavarte los dientes de vez en cuando, tío… -Dijo con cara de asco, pero él gruñó-. Ya… sí, lo sé… pero no vais a convencerme de lo contrario. Me voy… -Fui a evitarle y gruñó en mi oído poniéndose de nuevo frente a mí-. Quil… debo ir. Piénsalo. Si sale bien… Claire y tú… podría ser como lo de Jake y Nessie, ¿te imaginas? Jamás tendrías que separarte de ella… por nada –Gruñó en mi cara, yo suspiré-. En serio… debo irme…

Fui a evitarle, pero no me dejaba avanzar. Quería cabrearme y hacerme entrar en fase… pero no iba a conseguirlo. Respiré hondo y seguí intentando avanzar, pero él parecía un puñetero crío maleducado. Le miré a los ojos y me enseñó los dientes desafiante… suspiré y coloqué mis auriculares en los oídos, haría caso omiso a los gruñidos que cada vez se notaban más cercanos y a los que tenía delante de mi cara. Poco a poco avanzaba, pequeños pasos mientras regateaba con Quil. Al final me cabreé y entré en fase, seguí corriendo mientras él no paraba de hurgar en mi mente, algo sobre Alice y sus visiones, Jake y Vera hicieron lo mismo… pero no podía parar, era lo que quería.

Seguí corriendo, esta vez huyendo de mi propia manada… gruñéndoles a mis hermanos, ignorándoles, ignorando sus ruegos… pero mis patas tenían vida propia, mi cuerpo seguía corriendo y sabía que ellos no podrían alcanzarme, era el más rápido… o eso creía. Quil saltó sobre mí gruñendo, Jake me obligó a salir de fase… y allí me quedé, desnudo bajo las patas y los gruñidos de Quil, escuchando en un ligero susurro una canción de mi mp3, pensando sólo en una cosa. En ella.

http://www.youtube.com/watch?v=hCZAlY49J0k&feature=related