Capítulo XLV: Seis mil machacantes.

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El día había llegado. Miré a mi lado y su rostro permanecía imperturbable… sólo cuando mis dedos le acariciaron dibujó una leve sonrisa y suspiró.
-Bueno días… -Dijo con evidente cansancio-. ¿Crees que si nos quedásemos aquí se enfadarían?
-Pues… -Suspiré y reí-. Un poco…
-Si sólo es un poco… -Rió y rodó, poniéndose sobre mí-. No me importa mucho, ¿sabes?
-Me parece bien que no te importe… pero es la boda de mi mejor amiga, ¿sabes? –Dije con
el mismo tono haciendo que él arrugase la nariz-. Y tengo que preparar el regalo que me pidió…
-¿Vas a hacerlo? –Me miró sorprendido y asentí-. Genial… Me gustaría verlo…
-Pero no vale espiar… -Alcé una ceja-. Así que deberías irte con el novio y dejarme sola para prepararme… -Puso cara de pena-. No vas a chantajearme… -Negué y le empujé levemente-. ¡Largo!
-Vale… -Se acercó a mí y me dio un leve beso-. ¿Te veo en la boda?


Asentí y me besó de nuevo, aunque me alejé y le empujé al ver que no tenía intención de marcharse de inmediato. Gimoteó pero mi mirada le indicó que debía marcharse, así que se alejó sonriente y se dio una ducha mientras yo seguía pensando…
Nessie había venido la noche anterior, como había previsto Alice, para pedirme que cantara una canción en la boda, no quería que sonara la marcha nupcial, no quería nada que fuera normal… su relación no lo había sido y nunca lo sería… fue lo que dijo. Suspiré y Seth salió del baño con unas bermudas vaqueras y me abrazó dándome un leve achuchón antes de marcharse.
Me acomodé de nuevo en la cama y suspiré dándole vueltas todavía sin saber muy bien qué canción escoger… había dudado tanto que en principio no me atreví a decir que sí…
Seth reapareció llamando a la puerta y resopló levemente haciendo una mueca. Me acercó su portátil y besó mi frente antes de darme mi guitarra con una de sus enormes y hermosas sonrisas.
Sonreí sin poder evitarlo al verle marchar, aferré mi guitarra con fuerza y comencé a buscar una canción que tuviera algún significado para ellos, algo que encajara en su destartalada historia.


Probé decenas de canciones, cantantes de todos los estilos… no encontré nada que me sirviera, pero fue la misma cantante que me ayudó a hacerla reaccionar la que me brindó lo que quería. Era la
canción perfecta para describir los sentimientos que yo había percibido en Nessie durante aquel letargo, o quizá lo que al menos yo creía que hubiera sentido en su lugar.
Ensayé durante una hora o más, hasta que alguien llamó a la puerta. Kim sonrió, llevaba puesto un vestido precioso en color crema, mostrando orgullosa su tripita y levantando otro del mismo tono
aunque con un corte completamente distinto.
-Me envía Alice… dice que está casi segura de que te quedará perfecto, pero que prefiere que te lo pruebes antes… -Rodó los ojos-. Ya sabes…
-Oye… -Suspiré-. Me fío de ella…
-Dijo que dirías eso… -Rió-. Me hizo prometer que te obligaría si fuera necesario… así que no me hagas enfadar o tendré que llamarla para que venga ella…
-Vale, vale… lo capto Señora Sargento… dame al menos quince minutos para que me duche, ¿te parece bien?
-Bueno…


Asintió divertida y pasó con un maletín en la mano y el vestido en la otra, dejando todo en el salón mientras me indicaba con la mirada que tenía que subir a ducharme.
Cuando bajé me sonrió mostrando el cepillo que no tardó en pasar por mi pelo, cogiendo una coleta bastante alta. Me ayudó a ponerme el vestido, colocándolo con gracia mientras yo sonreía… Alice
había dado en el clavo, nunca podría acostumbrarme a eso…
El vestido era de un rosa palo, con una tela distinta en el pecho, de color blanco roto y unas cintas de color beige que se unían en unos brochecitos de color azul para sujetar el escote palabra
de honor. Los zapatos de tacón eran también en color rosa palo, los pendientes eran aros dorados con forma de gota, unidos a una pequeña pieza de madera clara que rellenaba la forma del aro.
Kim intentó maquillarme, pero rechacé la ayuda y le pedí que me dejara sola, quería memorizar cada nota y cada palabra, no quería arruinar el día más bonito de la larga vida de mi mejor amiga.
Quedaba hora y media para la boda, Nessie estaría seguramente histérica, o al menos yo lo estaría en su lugar… así que decidí cargar mi coche con la guitarra y dirigirme a su casa.


Cuando llegué… aquello era un completo caos. Que Jasper estuviera en el columpio con cara de desesperación era un gran indicativo de lo que se vivía en aquella casa en aquel momento… me dio bastante pena y me dirigí a la puerta, la cual se abrió antes de que pusiera un pie en el primer escalón.
-Demasiados nervios y demasiadas emociones… -La sonrisa de Edward me recibió-. Ella siempre ha sido una bomba para él… y hoy mucho más, es algo completamente incontrolable… nos va a
acabar volviendo locos a todos… -Rió-. Es impresionante…
-Bueno… es lo normal el día de tu boda, ¿no? –Él asintió feliz y yo sonreí de vuelta-. ¿Crees que me necesita?
-Te sabes la canción mejor de lo que crees… -Sonrió-. Y yo te agradecería que intentaras calmarla… está algo nerviosa por el revuelo que Alice y Rose están montando… y la emoción de las
chicas no la calma lo necesario…
-Está bien… -Sonreí y suspiré-. Haré lo que pueda.


Subí las escaleras hasta aquel cuarto, viendo a las chicas entrar y salir del enorme armario y dos pares de manos revoloteando alrededor de la cara de mi amiga. Cuando me dejaron verla… no pude articular palabra. Estaba más que guapa, más que feliz… estaba perfecta, como una novia de revista… o algo muchísimo mejor, porque era real.
Su vestido era perfecto, me miró algo asustada pero asentí, era con un escote palabra de honor, rodeado de pedrería y bordado con un hilo plateado. La falda caía más lisa, creando una cola bastante
larga. Nessie parecía a punto de llorar y se acercó a mí, me abrazó y estaba temblando. Me fijé en la cola, había caminado más de dos metros y aún no se había desplegado por completo. Alice la tomó y
empezó a extenderla, tenía bordados casi al borde de la tela con algunas piedras como las del escote.
-Es excesivo… -Miró a sus tía riendo pero a punto de llorar-. No sé cómo lo has permitido, mamá… no puedo creerlo…
-No sabía nada, lo prometo… -Sonrió y tomó el rostro de su hija con delicadeza, depositando un leve beso en su mejilla-. Estás preciosa, no importa cuantos diamantes haya en el vestido, tú brillas más que todos ellos juntos…
-Apenas se notan… -Bufó Alice algo molesta-. No la besuquees tanto… acabarás quitándole todo el maquillaje…
-Vale, vale… ¿Me dejas al menos darle el pasador?
-Claro…


Bella sacó una pequeña cajita con un pasador dorado y una piedra azul, al parecer una joya de la familia porque Nessie se emocionó e incluso soltó un par de lágrimas. Alice rodó los ojos y apareció con
una pequeña esponjita arreglando su inmaculado maquillaje, apenas notable. Su tono de piel era igual, apenas se apreciaba maquillaje y sus ojos tenían tonos muy claros, colores tierra con un poco de rosa en el interior y un tono luminoso bajo la ceja. Sus labios brillaban bajo un color rosáceo y sus pestañas estaban perfectas, largas, sueltas y espesas.
-Quiero que vosotras me maquilléis el día de mi boda…
-Sólo dime la fecha con un poco más de antelación que ellos, ¿vale? –Alice rió
acercándose a mí para retocar mi nefasto maquillaje-. Necesitas un poco de color en los labios…
-Oye… atiende a la novia, es su día…


Reímos y Alice hizo una mueca, terminando de pintar mis labios para meterse al armario y sacar una caja forrada con terciopelo… me quedé algo paralizada al ver el hermoso conjunto y no pude evitar
acercarme a verlo. Era platino seguro… constaba de un fino colgante, con unos pendientes a juego y una fina tiara que Alice colocó con cuidado, dejando el moño colocado a la altura perfecta y dejándose ver el pasador que Bella le había dado. Rosalie parecía realmente emocionada y no paraba de suspirar, aferrándose las manos y colocándolas en su barbilla como si fuera a echar a llorar de un momento a otro.
Las chicas miraban a la novia maravilladas, me sorprendí al ver que cada una llevaba un corte
distinto en los vestidos, algunos más largos y con distintos escotes, pero todos los mismos tonos…
incluso Leah, que llevaba uno como el mío pero que caía hasta los pies.
-Estás realmente guapa…
-Calla… tengo ganas de arrancarlo, es realmente molesto… -Rodó los ojos-. Si no fuera porque le he prometido a Jake portarme bien… lo haría… pero no quiero molestar a su futura familia…
-Digas lo que digas… -Sonreí y me acerqué un poco más a ella-. Estás preciosa, tendrás que hacerte muchas fotos para cuando Ephraim sea mayor… yo que tú guardaría ese vestido…
-Calla, calla…


Rodó los ojos y rió mientras las chicas la seguían, Nessie nos mostró una imagen del pequeño Ephraim hecho todo un hombre mirando las fotos de su boda y diciéndole lo guapa que estaba mientras
ella se sonrojaba. Ella masculló algo que no entendí que hizo que Nessie y sus tías rieran mientras salía de la habitación.
Nos quedamos allí hasta que Edward subió con Emmett y Jasper, estaban perfectamente trajeados y peinados, combinando el color de sus corbatas con el color de los vestidos de sus parejas…
perfectos en todos los sentidos. Bajamos al salón donde esperamos a que Sam apareciera con su hijo y Claire, que venían cogidos de la mano como si fueran hermanos… estaban muy graciosos y todas
admiramos lo guapa que estaba la pequeña mientras ella giraba dándole vuelo a la falda del vestido.


Alice bajó como un tornado riendo de esa manera que alegraba a cualquiera y palmeó indicándonos que debíamos ir nosotras delante. Salimos y Esme nos hizo subir a uno de los dos Rolls que jamás había visto. Me quedé algo parada pensando en cuánto dinero habrían estado gastando sólo para este día… ella llevaba un vestido precioso de color gris marengo que se ajustaba a su cuerpo de manera perfecta y nos hizo un gesto cordial para que montáramos en el coche, al igual que Carlisle que abrió la puerta del segundo coche.
De camino empecé a fijarme que el cielo estaba algo encapotado, pero Alice tendría que saber si iba a llover o no… y obtuve mi respuesta cuando llegué y vi una carpa abierta por los lados. Aparcaron los coches justo en la entrada, una moqueta roja cubría todo el suelo de la carpa, las sillas blancas estaban decoradas con lazos rosas que recorrían todo el pasillo. Suspiré… no podía hacer otra cosa.
-Alice te ha dejado un pequeño regalo… -Esme sonrió-. Es nuestra manera de agradecerte todo lo que has hecho por nuestra pequeña…
-No era…
-Lo sé… pero no lo digas… -Me abrazó levemente-. Vendremos en media hora con la novia…
procura que el novio no se retrase…
-Eso está hecho…


Se marcharon y pude ver a Charlie llegar de la mano de Sue, acercándose ambos a saludarme.
Me dijeron que Seth había estado con ellos por la mañana hasta que había ido a recoger a Jake… hacía menos de veinte minutos que había ido a ayudarle… Iban a matarlos.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando diez minutos después aparecieron todos en línea, Jacob, Seth y Sam en el centro. Quil corrió hacia Claire que ya corría en su dirección y la alzó en brazos, para después dejarla en el suelo y que la niña les mostrara a todos el vuelo de su falda cuando giraba. Abrazó a Jake y le dio un ramillete que parecía no poder poner. Me acerqué y lo coloqué en la solapa de su traje.
-Quizá si dejarás de temblar podrías ponerlo bien… -Sonreí mientras él reía y asentía-. Relájate… aún te queda al menos veinte minutos… si es que la novia es puntual.
-Eso espero… -Suspiró-. No creo que pueda soportar mucho más…
-Vendrá puntual… -Seth me abrazó y me dio un leve beso en la mejilla-. Estás preciosa,
encanto… -Rodé los ojos y él frotó su cara en mi hombro-. ¿Todo bien?
-Claro… está preciosa…
-¿La has visto? –Jake pareció algo sorprendido-. Pensé que no dejaría pasar a nadie, esta mañana estaba algo rara, se ha levantado de la cama como un rayo y se ha encerrado en el baño…
-Es normal… aunque diga que no es chica de tradiciones… seguramente lo haya hecho porque los novios no pueden verse el día de la boda o algo así…
-Quizá se lo esté pensando aún… -Cizalló Seth-. Mira que si no viene y te deja plantado… después de que volvieras del mundo de los espíritus, te quedarás plantado en el altar…
-Seth, ¿quieres callarte? –Le miré mal y miré a Jake que temblaba nervioso-. Tranquilo… estaba nerviosa, pero es normal, es su boda… -Sonreí-. Pregúntale a cualquiera…
-Lo sé… ya me lo han estado mostrando… pero eso no quita que no pueda evitar querer salir corriendo para estar con ella ya…
-Sólo veinte minutos…
-O menos… -Seth rodó los ojos-. Es Nessie…


Reímos un poco y él se relajó levemente, sólo durante los diez minutos que tardó Alice en aparecer para ir sentando a los pocos invitados que había, los pocos que sabían del regreso de Jake… sería
difícil de explicar, mucho más explicar que si apareció hace cinco días hubieran preparado una boda así en tan poco tiempo…


Alice me llevó al lado de la celosía del final, que estaba decorada con enredaderas y flores rojas y blancas. Fue entonces cuando vi allí aquella guitarra. Me acerqué a ella con miedo incluso, madera
clara, caja ancha… una Martin D-45.
-¿Qué?
-Es sólo un detalle… sé que aprecias la tuya, pero creo que esta sonará un poco mejor… -
Se encogió de hombros-. Puedes practicar si quieres, aunque Rosalie y Edward han dicho que ya
está afinada… -Yo seguía con la boca abierta y paralizada, ella me zarandeó un poco-. De nada…
-Yo… -Bailoteó bajando los dos peldaños y se reunió con Jasper que nos sonreía-. ¡Gracias! –
Grité mientras ella se volvía y me guiñaba un ojo-. Dios Santo…
-¿Qué ocurre?
-Es una… -Le miré, no iba a entenderlo-. Son como unos… seis mil dólares de guitarra…


-Seth abrió la boca como momentos antes yo había hecho-. Me da miedo hasta tocarla…
-No me extraña… -Alzó una ceja y rió-. Creo que sé que quiero que te pongas esta noche cuando lleguemos…
-¡Ni de coña! –Negué con el dedo y me acerqué un poco más, acariciando la suave madera-. Sería una sacrilegio usarla así… sólo la usaré en ocasiones especiales como hoy…
-Querré oírla en nuestra boda… -Me quedé helada en ese mismo momento. Él rió levemente y besó mi pelo-. Estaré en primera fila observando…
-¡Genial…! –Dije sarcástica-. Eso me relaja mucho…


La cogí con sumo cuidado, me senté en la banqueta de madera blanca forrada con cuero del mismo color… era como si me hubieran sacado de mi casa y me hubieran metido directa en el mundo de una famosa, regalos ostentosos, bodas ostentosas… novio perfecto.


Observé a todos moverse, todos colocándose como Alice indicaba, incluso me colocó el micro de la manera que ella quiso. El novio esperando a apenas cuatro metros de mí mirando constantemente
hacia todas las direcciones. Su mirada se quedó fija en el suelo, parecía estar escuchando algo cuando una leve sonrisa se dibujó en su rostro. Pronto pude oír el motor de los dos Rolls apareciendo por allí. Bella y Edward bajaron de uno y Esme y Carlisle de otro.
Hicieron un leve pasillo en la puerta del primer coche y abrieron la puerta trasera, dejando que ella bajara completamente perfecta, haciendo que se oyera un murmullo. A mi cabeza vino aquella canción y me acerqué levemente al micro, empezando a hacer sonar las notas en mi nueva guitarra, algo más grave de lo que sonaba la mía.





Empecé a cantar aquella canción y Ephraim y Claire corrieron hacia la novia, la niña llevaba un cestita llena de pétalos blancos que empezó a tirar junto al pequeño que saludaba incesantemente hacia
donde sus padres y Leah estaban sentados. Nessie me miró y sonrió, mostrándome que era la canción perfecta. Asentí levemente y ella comenzó a andar despacio, seguida por sus padres y después por sus
abuelos. Podía ver sus ojos fijarse en Jake, pero apenas me atrevía a desviar la mirada hacia él, creo que muy pocos se fijaron en el novio en aquel momento, sólo ella.


Intenté no mirar a nadie más que a ella, sabía que cualquier otra mirada podría hacerme sentir extraña o avergonzada, tenía realmente pánico a equivocarme en una nota o en una palabra y estropear su paseo hacia su nueva vida. Ella llegó justo cuando cantaba la última estrofa y miró a Jake… sus miradas me hicieron mirar hacia mi nueva guitarra, sólo levanté la vista en la última frase, pudiendo ver la sonrisa de ambos. Ella parecía estar emocionada y la mirada de Jake me llenaba de un sentimiento de
agradecimiento muy intenso, lo que me hizo desviar la mirada hacia otra persona que alzó una ceja y se encogió de hombros. Jasper me indicó con la mirada a Seth, que me miraba algo pasmado, una mirada parecida a la que Jake dedicaba a Nessie.


Me levanté y dejé la guitarra con cuidado, dirigiéndome a la silla vacía junto a Seth mientras empezaba la ceremonia. Un hombre bastante mayor y canoso provocó que Seth a mi derecha y Quil a mi
izquierda se irguieran, me fijé en que todos hicieron exactamente lo mismo.
-Valientes guerreros perecieron en batallas sin un claro final. Sólo uno pudo regresar. De comienzo con vuestros votos la ceremonia, que más allá de una unión de dos personas, es la unión de dos
almas, una unión que revitalizará una tregua ya firmada… un nuevo capítulo en la historia de la tribu.
Escuchemos ahora vuestros votos.
-Jacob Black… -Nessie suspiró y reprimió su emoción-. No necesitaba esto, no necesitaba una boda pomposa, ni un vestido perfecto… no quería nada en esta vida, no quería nada que no pudiera compartir contigo. Hoy te prometo amor incondicional, compartir cada momento de mi vida contigo sin excepción y adorarte durante toda mi vida.
-Pequeña… -Nessie rió levemente y él sonrió acariciando su mejilla, entonces me di cuenta de que estaba limpiando una lágrima-. Prometo que este día será recordado durante generaciones, no sólo
por la tregua o porque haya vuelto a la vida por tu amor… será recordado por ser el día en el que prometo seguirte siempre, amarte aquí o en cualquier parte, luchar por ti, por tu amor y por tu felicidad pase lo que pase, enfrentándome a lo que sea por ti… porque pienso hacer de cada uno de tus días el más feliz de
tu vida, ya que mi amor por ti sólo puede aumentar a cada segundo, estés donde estés. Prometo amarte siempre, te entrego mi vida y mi alma… sólo tú atas mi alma a mi cuerpo y tuya será para siempre.
-Sea pues este día recordado y divulgado por los presentes, invocando al más alto de los espíritus guerreros para obtener su bendición, yo, Quil Ateara, prometo respetar la decisión tomada
por los ancestros, los cuales han demostrado su admiración por vuestro amor devolviéndote de nuevo
entre nosotros. Joven Black, os deseo lo mejor en vuestra vida juntos y al igual que os prometéis amor y respeto, os prometo divulgar lo aprendido en vosotros a todos los descendientes de la tribu original, para que vuestra historia permanezca viva en las futuras generaciones… -Quedó en silencio y carraspeó al
minuto, haciendo que Ephraim corriera hacia él con los anillos-. Sean estas alianzas la representación de vuestras almas.
-Renesmee Carlie Cullen, te entrego esta alianza como te entrego mi alma, mi cuerpo y todo mi ser. Siempre tuyo.
-Jacob Black, te entrego esta alianza como te entrego mi alma, mi cuerpo y todo mi ser. Siempre tuya… Siempre.


Todos empezaron a gritar y a vitorear, los aplausos y las risas se hicieron patentes dos minutos después cuando seguían besándose. El viejo Ateara palmeó el hombro de Jake y le dio la mano, para
después abrazar levemente a Nessie, que después de ese abrazo se giró y salió corriendo a los brazos de su familia, para mirarme entre todos ellos y llamarme.
Me acerqué y ella intentó coger mi mano en varias ocasiones, pero alguien de la familia la abrazaba y la separaba de mí, lo que me hacía reír mucho más al ver a Jake volando literalmente mientras
los chicos le manteaban. Una imagen se coló en mi mente al tacto de su mano, Jake mirándola mientras sonaba mi voz de fondo… me sonrojé.
-Ha sido fantástico… -Me abrazó fuerte-. Muchas gracias…
-No es nada… -Sonreí-. Estás preciosa, él también… y no sé qué decirte, estáis perfectos, como todo esto… creo que es la boda más bonita del mundo…
-Esto es perfecto… -Asintió mirando alrededor y miró a Jake que se acercaba-. Pero lo mejor de todo es él…
-Estás preciosa, pequeña… -Jake la abrazó de modo que sentí que sobraba, pero me miró curioso y sonrió-. Gracias por hacerla feliz… sé que estabas muy indecisa y nerviosa… pero ha sido perfecto.
-Vale… -Dije riendo-. Vais a hacer que me sonroje más… -Rodé los ojos-. Enhorabuena… me alegro muchísimo por vosotros, de verdad…
-Vamos… Alice nos reclama…


Alice estaba a un lado del altar, un pasillo cubierto con lona blanca y con la misma moqueta roja llevaba a una carpa situada a unos cincuenta metros. Los novios empezaron a caminar hacia allí
y los Cullen y los chicos de la manada corrieron para adelantarlos, andando de espaldas y frente a ellos mientras tiraban puñados de arroz que rebotaban y salían disparados en todas las direcciones.


Una canción se coló en mi cabeza al verlos salir así, después de todo lo habían logrado y pude verlos bailando esa canción como apertura del baile. Miré hacia mi guitarra y Edward ya estaba cogiéndola y acercándomela.
-Me encanta la imagen que has creado… -Sonrió-. Iba a tocar algo para la apertura… pero esa me gusta bastante más… y a ella creo que le hará más ilusión que la nana que había pensado.
-No sé si…
-Te la sabes perfectamente. Puedo ver la partitura en tu cabeza y es sencilla… -Sonrió con una mueca extraña-. Te acompañaré al piano, si te parece bien…
-Está bien… -Suspiré-. Lo intentaré…


Rió y me tendió la guitarra mientras todos se cambiaban a la otra carpa. Miré aquella estancia ahora vacía… intenté memorizar cada detalle, cada lazo o cada flor que había allí. Me senté en primera fila, suspiré al ver lo hermoso que era todo y recordar lo preciosa que estaba ella.
Aferré mi guitarra y empecé a recordar aquella canción, cantando bajito y recordando cómo la conocí, cómo me hablaba de cosas que veía imposibles, cómo hablaba de la manada y las bodas… y yo
soñaba en estar en una de ellas… sonreí al recordar todas las noches que me acostaba soñando con él y ahora era mío… a pesar de todo, a pesar de la distancia, de mis inseguridades, de que alguno de mis
amigos dijo que no duraría…


La canción hablaba de algo así… me di cuenta de que esa canción no solo hablaba de Nessie y Jake, si no también de mí, de mí y de mi relación con Seth. También hablaba de mis padres, de mi madre… era una canción para cualquier amor, amores que se creen imposibles y luchan para seguir adelante contra lo que se ponga por en medio. Una respiración cálida impactó en mi cuello asustándome.
-¡Seth! –Lleve mi mano al pecho y él sonrió-. Muy gracioso… ¿Me estabas espiando?
-No… -Rodé los ojos y él sonrió más-. Sólo estaba mirando a mi novia tocar la guitarra, no me he escondido, sólo no te has dado cuenta de que estaba aquí… pero eso no cuenta como espiar, si te
hubieras girado un poco me hubieras visto… pero estabas demasiado anonadada mirando a Edward…
-Seth… -Él rió y saltó la silla para ponerse a mi lado-. ¿Tanto rato llevas espiando?


-Y dale… -Negó-. No te espiaba…
-Vale… me mirabas sin que yo me diera cuenta… -Rodé los ojos-. Es lo mismo…
-No, no es lo mismo… espiar incluye la intención de que no quieres que te vean mirar… y a mi
me daba igual que me vieras… -Hizo una mueca al ver mi mirada, cambiaba de tema-. Sí, he visto que Edward volvía y sólo faltabas tú… así que quería saber qué tramabais…
-¿Celoso?
-¿Debería estarlo? –Levantó una ceja sonriendo, sabía que no iba a poder engañarle, pero lo intenté y asentí-. ¿En serio me cambiarías por él? –Volví a asentir-. No lo creo… -Pellizcó mi nariz y rió-.
Sólo por el hecho de que por la noche no soportarías estar a su frío lado… volverías a mí suplicando…
-¿Suplicando? –Alcé una ceja-. Tú serías el que volvería pidiendo caldear mi cama de rodillas y lloriqueando…
-Es posible… -Se encogió de hombros y volvió a pellizcar mi nariz-. Y lo haré cada noche si eso te hace feliz y me permite estar a tu lado…
-Lo pensaré… -Reí y le besé despacio-. Estás muy sexy con ese traje, Clearwater… -Su mano fue directa a quitar la guitarra de mis manos y me alejé, haciendo que él se asustara-. Si crees que voy a
dejar que toques la guitarra ahora… -Negué y él me miró raro-. Eres muy poco delicado con todo lo que nos rodea cuando te pones tan tonto…
-No… -Alcé una ceja recordando cómo volcó la mesa o cómo había pateado la puerta-. Bueno, vale… pero sólo es una guitarra…
-No… -Me alejé un poco más-. Son seis mil machacantes de guitarra…
-Cierto… -Alzó las manos-. Déjala tú…
-¿Prometes que jamás la tocarás? –Asintió-. ¿Nunca, nunca? –Volvió a asentir algo confuso-. 
Entonces creo que la llevaré conmigo… no quiero Alice aparezca de repente… seguro que no me avisas… -Le saqué la lengua y él se levantó riendo con intención de cogerme-. ¡Ah, ah, ah! –Negué y
puse un dedo entre los dos-. No puedes tocarme ahora…
-Déjala, cobarde… no te refugies en un trozo de madera… -Alcé los ojos-. Vale, serán seis mil machacantes de madera, pero sigue siendo madera…
-Yo que tú no le diría eso si no quieres que se enfade… -Alice cruzó los brazos y nos miró algo enfurruñada-. Os están esperando…


Reí y asentí, acercándome a ella que me protegió hasta que llegamos a la carpa, donde Seth me pellizco en el culo al pasarme. Rodé los ojos al verle adelantarme y esperar sosteniendo mi silla. Pero
aquel piano blanco de cola me despistó por completo. Estaba encima de una enorme tarima de madera, decorada con unos pequeños focos de luces de colores y una mesa de mezclas.
-Puedes dejar la guitarra al lado del piano, si quieres… -Edward sonrió a mi lado… ¿Cómo iba a tocar si sólo viendo aquello se me había olvidado la canción?-. No se te ha olvidado, pero escribiré la
partitura si eso te hace sentir más segura…
-¿Te sabes la canción? –Asintió y yo aluciné-. ¿La habías escuchado?
-Un par de veces… -Me quedé algo pasmada y él señaló mi guitarra-. Si quieres la llevo yo, Seth te está esperando…


Asentí y se la tendí, volviéndome hacia Seth que alzaba una ceja. Corrí a su lado y me senté mientras él tomaba asiento a mi lado en aquella mesa redonda. Me sentí algo rara en aquella mesa, miré
hacia Nessie y empezó a reír… eso había sido cosa suya.
Habían puesto varias mesas redondas enormes, en una estaban los Cullen casi al completo, en otra las gemelas con Embry, Paul y los niños. En otra distinta estaban Kim, Jared, Emily y Sam con
Collin y Brady. Ella estaba en la única mesa rectangular con sus padres, Jake, Charlie y Sue y el viejo Ateara. Otras mesas redondas estaban vacías, luego estaba la nuestra… Quil, Claire, Leah, Ephraim y nosotros…
Suspiré y miré a mi alrededor… no entendía lo de las dos mesas vacías, hasta que noté cierta tensión entre los chicos. Entonces aparecieron, el Clan Denali al completo, acompañados de Zafrina,
Félix, Marta, Edith, Erica, Fernando e Isabel.
Nessie casi se puso a llorar al verles, Jake no parecía del todo cómodo… aunque pareció alegrarse por ver a su ahora mujer emocionada. Me sorprendí al ver el catering que habían
contratado, les miré y examiné con disimulo, realmente eran humanos… algo que me sorprendió.


El menú fue delicioso, pero lo más divertido fue verlos cortar la tarta de chocolate de cuatro pisos… demasiado para los pocos que éramos… aunque no quedaron ni las migas gracias a los chicos.
Me fijé en Nessie, que ahora reía y cuchicheaba algo con Sue y con Jake. Se levantó y se subió a la pequeña tarima donde estaba montado el piano y la guitarra. Emmett apareció con el micro que habían puesto para que yo tocara y se lo puso delante, dándole un enorme beso en la mejilla y haciéndola reír.
-Bueno… no necesitaba esto… -Rió y Jake se acercó con dos copas y el ramo de novia-.
Gracias… -Nessie le dio un leve beso mientras él la aferraba de la cintura-. Sólo quiero agradeceros a todos vuestra compañía… no sólo hoy… si no siempre. En buenos y malos momentos… aunque hoy es un día feliz… -Rió-. Bueno, más que feliz… -Miró a su marido y sonrió más-. Mi brindis es por vosotros… porque espero que todo el mundo tenga al menos un amigo como cualquiera de vosotros…
-¡Vivan los novios! –Gritamos todos-. ¡Que se besen, que se besen!
-Si lo pedís así…


Jake rió y le dio un dulce y leve beso, cuando fue a separarse la tumbó y la besó con pasión, por lo que todos aplaudimos y reímos. Nessie estaba coloradísima, le empujó levemente y le dio su
copa, llamando a las chicas del Clan Denali a excepción de Carmen y a las híbridas, para después mirar a nuestra mesa y pedirnos que fuéramos también. Quitó un lirio blanco de su ramo y se lo tendió a Leah con una sonrisa. Después sacó un gladiolo rosa y un par de verónicas azules con cuidado, agachándose un poco y entregándoselo a Claire que saltó de felicidad y la abrazó. Después se giró y yo me alejé del grupo de solteras, todas saltaron a por el ramo, pero venía directo hacia a mí… lo cogí.


Nessie y el resto del mundo empezó a reír y yo no pude más que sonrojarme y mirar fatal a mi amiga. El ramo era precioso… pero que lo hubiera hecho a conciencia no me gustaba, así que le dediqué
una mirada entre el odio y el reproche, aunque ella se limitó a reír y a encogerse de hombros mientras se acercaba con cara de inocente.
-Sólo lo he cogido porque me daba pena que un ramo tan bonito acabara en el suelo… -Ella asintió como si no creyera una palabra-. Te lo perdono porque es tu día… pero mañana estaré enfadada
por esto… que lo sepas.
-Vale… lo anoto… pero tú serás la siguiente… -Se encogió de hombros-. No quiere decir nada más… no es necesario que sea la semana que viene…
-¿No? –Seth me abrazó por la espalda y le miré mal-. Yo me casaría contigo ahora mismo… ya lo sabes… -Alcé una ceja-. Tranquila, no tengo prisa de momento…
-¿De momento? –Jake rió abrazando a Nessie de modo parecido-. Eso creo que quiere decir que quiere casarse antes de que Claire tenga edad para acosar de mala manera a Quil…
-¡Eh! –Quil apareció cargando con Claire y apoyó la cabeza de la niña en su hombro de modo que tapaba sus oídos-. No os metáis con mi niña…
-Vale, vale… -Jake suspiró-. Sólo era un hecho…


Reí al ver que la niña los miraba como si todos estuvieran locos, asentí al ver que preguntaba con la mirada y ella puso una mueca graciosa que nos hizo reír a todos. Me fijé que Edward subía al piano y me disculpé, mirando a Claire y ofreciéndome a llevarla. Intenté cogerla, pero Quil alzó una ceja al ver que no podía con ella y la dejó en el suelo riendo, donde la niña tomó mi mano y me siguió. Realmente estaba enorme, aunque en brazos de su Quil parecía más pequeña…


Subí con ella y le conté de camino lo que iba a pasar, por lo que aplaudió y rió, buscando a su Quil para pedirle un par de sillas que él, muy servicialmente, nos acercó. Me senté y coloqué el micro
mientras la niña se subía y se sentaba en la silla sobre sus propias rodillas, mirándome expectante.


Miré a Edward y asintió con una sonrisa, mirando después a su hija y a Jake, el cual la llevaba hacia el centro de la tarima. Edward empezó con las primeras notas del piano y sonreí aferrando mi
guitarra y empezando al segundo compás tras él con mi guitarra y al tercero para cantar. Los novios estaban parados mirándonos, me sorprendió ver que todos me miraban y me sentí bastante nerviosa,
aunque pronto me calmé.





Imaginé que fue Jasper, aunque creo que también tuvo que ver que en el estribillo los novios empezaran a bailar y atrajeran todas las miradas, desviándolas de mi posición. Incluso Claire miraba ahora a los novios, suspirando y haciéndome sonreír al ver lo graciosa que estaba. Me miró y salió corriendo en busca de su Quil, el cual la cogió en brazos y empezó a bailar con ella, aunque pronto protestó y pidió que la bajara, para empezar a dar vueltas y hacer volar su vestido.


Collin subió aplaudiendo y se acercó a mí para darme un beso en la frente, acercándose después a la mesa de mezclas mientras Bella me sonreía de camino a su marido.
Seth me miraba de un modo que no podría definir, sus ojos brillantes y una sonrisa torcida mientras mordía su labio… simplemente me acerqué a él y le arrastré a la pista de baile.


La tarde fue perfecta y después de la cena nos quedamos un poco más bailando, aunque nunca imaginé que aquel bonito día acabaría tan raro. Bailaba apoyada en el pecho de Seth, viendo como los
novios se miraban y como Claire me sonreía medio dormida bailando apoyada en el hombro de Quil. La niña bostezó enormemente y Quil la miró preocupado, pero ella negó y se apoyó de nuevo, no quería ir a casa, estaba claro.
Una cara de preocupación captó mi atención detrás de Quil, Jared fruncía el ceño y Kim le miraba preocupada. Todo pasó muy rápido, Jared la cogió en brazos y la alejó mientras algunos de los presentes se ponían nerviosos. Nessie miraba horrorizada mientras Jake intentaba calmar los ánimos, miré a Jasper pero parecía más concentrado en no atacar a nadie que en manejar la situación. Alice le tomó del rostro y le miró con preocupación, yo me aferré a la mano de Seth, que se puso delante de mí en un ademán protector. Pronto una calma relativa se instaló en la sala, Alice sonreía aunque Jasper parecía más concentrado que agradecido.
-Seth, Sam, llevaros de aquí a las chicas y acercaros por casa de Jared. Kim le ha hecho prometer que la llevaría allí, no quiere hospitales…
-¿Quieres que…?
-No, Carlisle, Jared sólo se pondría más nervioso… -Negó-. Es mejor que vaya Emily con mis hermanas… -Ellas asintieron y arrastraron a sus maridos e hijos con ellas-. Seth, Leah, Quil… -Hizo unos gestos con el brazo y asintieron-. Nos vemos en media hora…
-Vamos… -Seth tiró de mí, llevándome con rapidez como el resto mientras Charlie y Sue nos seguían. Le miré con la duda-. Te lo explico luego, vamos.


Me metió en el coche de Charlie a la fuerza, con Sue, Ephraim y Claire. ¡Genial! Me estaba perdiendo toda la acción de nuevo, eso me molestaba mucho. Claire me miraba preocupada y enfadada,
sabía que ella también pensaba parecido en su joven cabecita, era injusto que nos apartaran así… no tanto para ella, pero sí para mí.
La pequeña se acomodó en mi regazo y el pequeño Ephraim en el suyo mientras Charlie conducía un poco nervioso, parando en casa de Sue y mirando hacia todas las direcciones. Sue acostó
al pequeño en la habitación de Leah y a Claire en su cama, ofreciéndome a mí el antiguo cuarto de Seth para que descansara hasta que viniera. Accedí y me asomé por la ventana… un lobo de color claro se asomó entre los matorrales y olfateó hasta la ventana… comprobaba que estábamos todos a salvo. Abrí la
ventana con cuidado y el lobo acercó su hocico.


Le acaricié y miré en sus ojos, podía reconocerle por sus ojos a pesar de no distinguir el color de su pelaje, bramó despacio y yo sonreí.
-¿Te mandan de nuevo a hacer de niñera? –El lobo gruñó levemente y asintió-. Bueno… ojala pudierais hablar cuando estáis en fase, me imagino que no te van a dejar salir para que me expliques que
ha pasado realmente, ¿no? –El lobo dio un aullido lastimero y negó en la mano con la que le acariciara-.
¿Estás con Seth? –Asintió-. ¿Kim y el pequeño están bien? –Volvió a asentir-. Entonces creo que es mejor que vuelva a casa… -Bufó y negó-. ¿Por qué?
Me quedé con la duda, el lobo puso de punta sus orejas y salió disparado por donde había venido… ¡Genial! Odiaba que hicieran eso…
Pasaron un par de horas así que me tumbé en la antigua cama de Seth, mirando aquel cuarto.
Tenía el viejo ordenador en el escritorio y me entró curiosidad, así que lo encendí. Mi corazón escoció levemente al ver una foto en el fondo de pantalla. Jason y Seth cargando con Kira, la cual estampaba un beso enorme en la mejilla de Seth.
Había una carpeta titulada “Las mejores fiestas”, una parte de mí no quería saber que había allí, pero un pequeño demonio dentro de mí hizo que la abriera. Empecé a mirar fotos, todas de un Seth sonriente y feliz en distintos tipos de fiestas, siempre con Kira y con Jason, cuando no salía con alguna otra chica escultural que le aferraba de una manera poco correcta.
-¿Espiando? –Me sobresalté y cerré la carpeta de fotos, girándome para verle con una mueca de divertida curiosidad-. Luego me dirás a mí…
-Sólo… buscaba algo con lo que entretenerme aquí…
-Ya… -Rió y se acercó besando mi pelo, acuclillándose frente a mí-. Tenemos un nuevo miembro… -Rió-. Jonás…
-¿Están bien?
-Perfectamente… Kim no para de llorar como Jared, el pequeño es… ¡pequeño! –Rió-.Es la cosa más pequeña que he visto, tiene unos deditos… -Entrelazó sus dedos con los míos-.
He ido allí antes de pasar a recogerte, Kim ha dicho que te pases mañana, quiere presentároslo…
-Genial… -Mi corazón palpitó, estaba feliz por mi amiga-. ¿Vamos a casa?
-Claro… -Sonrió y me ayudó a ponerme de pie-. ¿Quieres que te lleve? Creo que estás demasiado cansada para que vayamos andando…
-Claro…


En el camino no podía dejar de pensar en las fotos que había visto, en todo lo que él había perdido por estar conmigo, por mucho que pareciera feliz a mi lado antes tenía otra vida que también le
hacía feliz y me odiaba a mí misma por haberle atado a mí de esa manera. Al llegar bajé y abrí la puerta, para que él saliera de fase y me silbara. Me giré y no pude evitar reír, puso una pose de modelo y se
acarició el torso con una mueca pícara que me hizo reír muchísimo. Se acercó a mí corriendo y me abrazó fuerte, acariciando mi rostro con cuidado.
-¿Te ríes de mí, McBrown?
-No… me río de lo payaso que eres… -Acaricié sus brazos-. Estás muy sexy… pero poniendo esas poses… -Reí y negué mientras él alzaba una ceja-. No me extraña que tantas chicas estuvieran coladas por ti en las mejores fiestas de tu vida… si te desnudabas así siempre…
-No… -Me besó despacio-. Sólo me desnudo así para ti…
-¿Para ellas era distinto? –Alcé una ceja y reí, aunque él se puso algo más serio-. ¡Vamos! No puedo creerme que no tuvieras novia antes de conocerme…
-Tuve citas… -Dijo más serio-. Pero nada serio…
-Nada que hiciera que cambiaras tu vida… ¿no? –Me miró ceñudo-. Da igual…
-¿Qué mosca te ha picado? –Me miró confuso y yo negué, haciendo que alzara una ceja-.¡Oh, vamos! No lo estás diciendo en serio… -Me miró y suspiró-. Ven… quiero enseñarte algo…


Subimos a su cuarto y se puso unos boxers, sentándose en su escritorio y sentándome a mí sobre su regazo, encendiendo el ordenador. Le miré raro y él me dijo que mirase. Abrió su sesión privada y mi corazón palpitó de nuevo, intentando formar una sonrisa en mi rostro. Un collage de fotos mías como fondo de pantalla, una carpeta en el centro. “Lo mejor de mi vida”.
-Duermo viendo esas fotos cuando no estás… -Alcé una ceja y él sonrió-. Hay algunas que ni siquiera sabes que existen… he de confesarlo…
-Seth… no es…
-Venga, te dejo que las mires…
-Pero no es eso, Seth… simplemente que lamento que en esas fotos estuvieras tan feliz y por mi culpa hayas…
-¿Cuántas veces hemos hablado de eso? Esas fotos están ahí porque eran de antes de mudarme, antes de conocerte… y ese ordenador no lo enciendo desde antes de conocerte… -Rodó los ojos y besó mi
mejilla-. Borraré todo lo que hay en él si quieres que lo haga…
-No es eso… -Suspiré-. Sólo que en cierta manera no sé… me gustaría haber estado yo en esas fotos en vez de Kira…
-Ya… -Rió-. Voy a darme una ducha… mira las fotos que quieras… estas son mejores, las prefiero mil veces a las del otro… -Acarició mi pelo y besó mi frente mientras se alejaba-. Pero luego no
me reproches… igual te sorprende lo que ves…


Reí y negué, tumbándome en la cama… no quería saberlo. Oí el grifo de la ducha mientras el ordenador seguía encendido… la tentación me llamaba. Intenté aplastar a ese demonio como si fuera una molesta mosca, pero no pude hacer nada y antes de darme cuenta corría descalza por la habitación hacia el ordenador. Me sorprendí y mucho.
Había fotos de las primeras fiestas que dio en su casa y a las que yo acudí algo asustada. Fotos que alguien me había echado mientras estaba apoyada en la encimera de la cocina algo marginada,
alguna que alguien nos había hecho cuando él tomaba una foto nuestra con mi móvil, otra mía subida con Nessie en una de las tarimas bailando, otra un día en el parque de Monroe, yo mirando el lago.
Muchas en las que yo salía distraída, incluso alguna que realmente salía guapa, aunque esté mal decirlo. Me gustaron muchas de las fotos que no sabía que existían, una sentada en la orilla de la playa,
con el sol poniéndose… era preciosa. Pero las que más me sorprendieron fueron las del final. Fotos mías durmiendo, en mi cama, en la suya… y en el suelo del salón cubierta por la leve sábana. Mi pelo algo enmarañado y una tenue luz dándome en la cara. Otra durmiendo en su pecho, él besando mi frente y yo
dormida por completo en sus brazos.
-Esa es la mejor parte de mi vida… -Me giré y él sonreía complacido, se acercó con la toalla enroscada a su cintura y le abracé-. Eres lo mejor que ha habido, hay y habrá jamás en mi vida…
-Estoy enfadada… no me gusta que me hagas fotos dormida… salgo mal… -Alzó una ceja y negó-. Pero tengo que decir que siento lo mismo, eres la mejor parte de mi vida…


Me besó despacio y me levantó, quitando mi vestido con cuidado y acariciándome con calma y serenidad. Olvidé todo, las fotos que me había hecho, las fotos que me habían preocupado… nada importaba ahora cuando éramos simplemente él y yo. Nosotros.