Capítulo XLI: Extraños.

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-¿Sue?

-Darlene, cariño… ¿Cómo va todo?

-Bueno… debería estar yendo mejor, no deberían estar así…

-Lo sé… Charlie me dice que habla con Bella y que Nessie está algo mejor gracias a ti… así que bueno… he pensado que podría recurrir a ti…

-¿Qué pasa?

-Verás… -Suspiró-. Quizá me estoy metiendo donde no me llaman, pero es la vida de mi hijo. No parece el mismo, Emily me contó lo que ha pasado y que todos estuvieron muy agresivos durante unos días… Leah ha estado pasándolo muy mal… pero ahora no es ella la que me preocupa. Seth no ha salido de casa desde que te marchaste, Quil y Embry fueron el otro día y lo arrastraron al taller, pero se quedó tirado en el suelo como si nada… estuvo dos días allí tumbado… -Rompió en llanto y mi corazón se resquebrajó-. Leah me ha dicho que parecías furiosa con él, pero nunca había visto a Seth así…

-Sue yo…

-Sólo quiero saber si le has dejado, si es que no quieres estar con él lo entiendo… pero me gustaría que al menos le pidieras que siguiera con su vida, no lo hará si no eres tú quien se lo dice…

-Sue, no te preocupes… voy para allá…


Colgué y mi madre me miró extraño, tendiéndome un pañuelo mientras unas silenciosas lágrimas salían de mis ojos. Quizá él había creído que yo le había dejado, era mi culpa que él estuviera así…

-¿Te vas? –Asentí secando mis lágrimas-. ¿Quieres hablar antes de irte?

-Yo… -Me abracé a ella-. Discutí con Seth, estaba enfadada con él y él debió pensar que le había dejado… no era lo que quería, sólo quería que reaccionara, pensé que él me había dejado a mí cuando no me llamaba… pero Sue me ha dicho que él creyó que yo no quería volver a verle, por eso no me llamaba… me siento mal, mamá… ahora que me necesita le he dejado solo, tengo que ir y arreglarlo, no quería esto…

-Vamos, cálmate… te ayudaré a hacer la maleta…


Cogí lo justo y necesario para salir temblando de mi casa, conduje rápido y no paré en todo el viaje, sólo quería llegar y abrazarle, aclarar todo con él… cuando mi coche paró frente a su casa yo no podía dejar de temblar. Quité el contacto y saqué las llaves de la casa, se me cayeron las llaves al intentar abrir y me agaché maldiciendo cuando la puerta se abrió. Sus ojos se abrieron como platos, su rostro estaba demacrado, sus ojos hinchados y rojos, me miró confuso y me levanté despacio, bajando mi mirada mientras él seguía paralizado. Le miré y mi cuerpo no respondía, quería abrazarle y pedirle disculpas, pero no podía hacer absolutamente nada. Él acarició mi rostro como si pensara que yo no era real, su caricia me hizo suspirar y le miré algo enfadada.

-Eres un idiota… ¿Por qué no me has llamado? –Me miró sorprendido y confuso-. Eres estúpido, yo jamás te dejaría, estaba enfadada porque te pusiste como un loco, no eras tú y eso me dolió, me dolió que dijeras aquellas cosas… pero yo estaba esperando a que me llamaras… -Lloré sin poder evitarlo y él me intentó abrazar, pero le empujé-. ¿Qué demonios estás haciendo? ¿Tan poco me conoces? ¿Realmente creíste que era capaz de dejarte así, ahora? Yo no tenía ni idea de que estabas así, pensé que seguías rabioso y que no querías verme tú a mí…

-¿Estás loca? Jamás…

-¿Y qué es eso de estar sin salir de tu casa, sin levantarte? Aunque te hubiera dejado, no tendrías que hacer eso, has pasado muchas cosas peores a que yo te deje y has seguido adelante… -Negó pero no le dejé hablar-. Me odiaría a mí misma si por mi culpa dejases de ser tú, Seth. Por eso me fui aquel día, porque no eras tú, no era tu mirada…

-Lo siento… -bajó la mirada y dos lágrimas cayeron por su rostro-. En el momento que te fuiste no pude hacer otra cosa, simplemente te llevaste todo mi ser contigo… -Me miró apenado-. Lo siento, no puedes imaginar… me odio por no haberte llamado y haberte hecho creer que… -Negó-. La he cagado, ¿verdad? –Asentí-. ¿Qué puedo hacer para arreglarlo?


Nos miramos por un corto lapso de tiempo, él me miraba con preocupación y yo no podía sentir otra cosa que rabia, rabia por el malentendido, por estar hechos un par de estúpidos, por tenerle delante y haberle empujado deshaciendo su abrazo… en un rápido gesto tomé su rostro entre mis manos y le besé sin que él se moviera, me alejé levemente y le miré.

-Olvida esto, olvida estas dos semanas… olvida que hemos sido extraños por un par de semanas y volvamos a ser tú y yo…


Asintió serio y su mirada estaba ligeramente vacía, como si hubiera un hueco aún donde siguiera sin ser él… pero en su mayoría podía seguir viendo lo mismo. Le besé de nuevo y al fin sus manos parecieron comprender lo que quería, me abrazó fuerte y mi corazón latió feliz ahora, yo le tenía y él me tenía… yo le quería y él me quería… no había otra opción, no había otra manera… y así nos lo demostramos.


Cuando desperté él seguía mirándome, sonreí y me acurruqué algo avergonzada entre sus brazos y me besó, pero cuando le miré no sonreía, no hizo lo que siempre hacía, ni siquiera hizo ningún bobo comentario sobre mi sonrojo, mi pelo… nada. Había algo en él que seguía sin ser lo mismo… suspiró y me abrazó, pudiendo ver algo en lo que no había reparado antes, una foto mía con Jake. Recordé aquel momento, aquella fiesta donde Seth y Nessie bailaron como locos y nosotros no pudimos más que mirarles allí, Jake susurró algo en mi oído, “Sonríe”… Kim nos sacó esa foto, donde él susurraba y señalaba a la cámara mientras yo tenía cara de sorpresa…

Esa foto estaba ahora en su escritorio, pude imaginar a Seth tumbado en esta misma cama, mirando esa foto. Algo recorrió mi cuerpo y le miré, una extraña sonrisa se dibujó en su rostro y entendí que era una sonrisa a medio camino entre la felicidad y el dolor.


Sonreí como pude y le besé, lo que pareció hacerle sonreír un poco más. Le besé de nuevo, esta vez con más pasión y dulzura, prometiéndome a mí misma en ése mismo beso que acabaría viéndole sonreír, acabaría borrando el dolor de su mirada y el dolor de su sonrisa… y parecía que besarle iba a ser el modo más eficaz de hacerlo.


Le obligué a cenar, él no quería salir de la cama, pero yo sabía que apenas habría comido estos días. No me soltó en todo el rato, como si pensara que si me soltaba volvería a irme y eso me dolió ligeramente, parecía que ahora ya no confiaba tanto en mí… o quizá era sólo cosa de mi cabeza.


Dormimos juntos de nuevo, pero cuando desperté él seguía mirándome… posiblemente apenas habría dormido y eso me molestó levemente, la misma sensación de desconfianza me embargó.

No pude evitar besarle de nuevo, darle un desayuno compuesto por besos, caricias y palabras de amor, era la única manera que creí correcta para borrar esa desconfianza que sentía, que me llenaba el alma y me hacía sentir la más horrible de las novias. Era cerca del medio día cuando le llevé a la ducha, pareció sonreír sinceramente cuando le empujé bajo el chorro de agua, tomé champú y enjaboné su pelo mientras él me puso bajo el agua sonriendo, me besó mientras el agua aclaraba su pelo y pude notar su sonrisa cuando lo hacía.

Me sentí ganadora, mucho más cuando él me regaló todo su amor bajo el agua, sus besos parecieron ir directos al centro de mi corazón desde cualquier lugar de mi piel que él besara.


Le obligué a que llamara a su madre, la cual nos invitó a comer, yendo a pesar de que Seth parecía querer quedarse en casa conmigo toda la tarde. Cuando llegamos Sue me abrazó de un modo indescriptible, había agradecimiento, amor, alegría y añoranza… una mezcla extraña que me hizo volver a sentir culpable por haberme marchado así. Leah me miró desde el marco de la puerta y dedicó una mirada de desprecio a su hermano.

-¿Ya se te ha pasado? –Seth asintió-. Veo que el berrinche se ha ido… pero sigo viendo la misma estupidez en tu cara… -Le dedicó una media sonrisa y se acercó para abrazarle-. Para… -Se alejó del abrazo que le estaba dando su hermano-. Sabes que no me gustan los abrazos de más de diez segundos… -Me miró y asintió, abrazándome, conté por curiosidad… cinco segundos-. Gracias…

-Me alegra verte…

-Te hemos echado de menos… -Hizo una mueca-. Y no se lo digo a todo el mundo…

-Lo sé…


Reímos y comimos allí, se me hizo muy raro que Charlie no acudiera, pero no me atreví a preguntar por él…

Seth pronto dijo que estaba cansado y que quería ir a casa, por lo que Leah bufó y dijo que no podía estar cansado después de estar dos semanas tumbado, pero aún así nos fuimos al momento. Al llegar a casa me abrazó por la espalda y me tumbó sobre él en el sofá, besándome como si su vida dependiera de eso.

El domingo me desperté temprano y él seguía mirándome, le miré algo molesta y él hizo una mueca. Me incorporé un poco y me apoyé en su pecho para encararle.

-¿Por qué siempre que me despierto me estás mirando? ¿Acaso no duermes? –Él hizo una mueca sonriendo y negó-. No pongas esa cara, no me gusta que hagas eso…

-¿Por qué? Sólo te miro…

-Pero es angustioso, me da la sensación de que no duermes por algo más…

-No quiero despertar y que no estés, me angustia mucho… por eso no quiero dormirme… prefiero verte dormir…

-Pues yo prefiero que duermas, no voy a irme a ninguna parte, así que ya te estás durmiendo… -Me miró como si estuviera loca-. ¿Quieres hacer el favor de dormirte?

-No creo que pueda dormirme ahora… -Me besó levemente-. No estoy cansado, ni tengo sueño… -Alcé una ceja al acariciar sus ojeras-. No estoy cansado…

-Pues ve a correr, podrías ir hasta Port Ángeles y volver, seguro que así te dormirías… -Negó-. Iré contigo, seguro que si cargas conmigo hasta allí te cansas más…


Negó y me besó, por lo que pude ver que su intención no era llevarme a Port Ángeles, pero me iba a llevar a un sitio mucho mejor.

Cuando volví a despertar él dormía a mi lado, parecía dormir profundamente, incluso roncaba levemente y eso me hizo reír… pero aún con todo no se despertó. Me quedé allí velando sus sueños hasta que dieron las seis de la tarde, debía salir ya o mis padres se preocuparían, pero me daba rabia despertarle… estaba tan sumamente cansado…

Me moví levemente y él pareció revolverse, pero se quedó de nuevo quieto y aproveché para dejarle la cama libre. Se removió un poco más y abrazó la almohada acomodándose allí y volviendo a roncar. Estuve a punto de reír, pero salí de puntillas al pasillo y cerré la puerta con cuidado. Bajé las escaleras y cogí mi móvil, diciéndoles a mis padres que habíamos estado comiendo con los chicos y que saldría en un rato… no se alegraron pero tampoco me echaron la bronca.

Subí las escaleras y empecé a meter la ropa en la mochila, abriendo el armario y viendo que faltaba la mitad de las prendas. Sólo quedaban las mías, las que me había dejado en mis viajes o las que había comprado para dejarlas aquí… ni una sola prenda de las que Alice y Nessie me regalaron.

-Pensé que no te ibas a ir de mi lado… -Me giré frustrada y él estaba apoyado mirándome, cuando indiqué el armario se encogió de hombros-. No necesitabas tanta ropa…

-¿Qué has hecho con la ropa que falta? –Me miró confuso-. Seth…

-La quemé –Me quedé alucinada, su tono de voz ahora volvía a ser ansioso-. Tener esa ropa aquí me corroía, me volvía loco… tuve que hacerlo.

-¡Eran mis cosas!

-Oye, lo siento, tus cosas siguen estando aquí, sólo me deshice de lo que olía a ellos… no tienes porqué ponerte así.

-¡Eran regalos! ¿También vas a deshacerte de esta habitación? –Bajó la mirada-. Creo recordar que Nessie hizo esto y…

-¡No la nombres! –Nuestras miradas se cruzaron intensamente-. Pienso cambiar la habitación esta misma semana, mañana iré a mirar los muebles y pintaré de nuevo todo…

-¡No! –Me miró confuso-. Seth, ¿quieres que volvamos a discutir?

-No me hagas enfadar… -Me señaló y su mano temblaba-. No la nombres delante de mí, ni los menciones, son detestables… no sé cómo puedes mirar a la cara a ese demonio que acabó con la vida de Jake… así que no vayas por ahí…

-¿Qué no vaya por ahí? ¿Te estás viendo? ¡Dios! ¿No lo entiendes? Si Jake no hubiera muerto ella estaría aquí ahora, habrías hecho una fiesta en esa sala que ayudó a crear, habríamos pasado…

-¡Basta! –Convulsionó y sus ojos se volvieron tan oscuros como semanas antes-. Todo fue un error, él no debió haberse imprimado de ese monstruo…

-¿Qué? –Me quedé paralizada-. Quizá tienes razón… y quizá tú tampoco debías imprimarte conmigo… -Cogí mi bolsa furiosa y él me paró-. ¡Suéltame! Me haces daño…

-Perdóname… -Su presa aflojó y sus ojos se volvieron vidriosos-. No quiero discutir contigo… no te vayas ahora… no así, no otra vez…

-Seth, tengo que irme…

-¿Vuelves a dejarme?

-No, no te dejo Seth… -Acaricié su rostro-. Pero no soporto esa parte de ti que detesta a alguien que tanto has querido, que te hace enfurecer de esa manera… -Tensó su mandíbula-. No me gusta esa parte de ti, sabes bien que te quiero… pero no puedo con esa parte.

-No vuelvas al tema…

-No, no pienso volver al tema… pero no vuelvas a hacer algo así, esta es mi casa también, ¿no? –Él asintió-. Pues si quieres cierra la puerta, séllala o haz lo que quieras con tu sala de fiestas… pero esta habitación es la habitación que ella hizo para mí y me gusta, me encanta… no quiero que cambie un ápice… pero no vuelvas a tocar nada que ella me haya regalado. Por mucho que esa parte de ti la odie sé que en el fondo sigue estando el Seth que la quería y yo la quiero, es mi amiga…

-No es humana, no debería haber nacido…

-Seth, deja de decir esas cosas. Me duelen, me hieren… ¿Es lo que quieres?

-No te vayas…

-Debo irme, se hace de noche… -Acaricié su rostro-. No sé qué es lo que me escondes, qué es esa parte extraña de ti que me hace tenerte miedo incluso… pero sé que el Seth al que amo está ahí…

-Sigo aquí, sigo siendo yo…

-No cuando hablas de ella… -Tensó su mandíbula de nuevo-. No sacaremos el tema de nuevo, pero no hagas otra cosa así… me hiere. Prométemelo. Yo a cambio te prometo volver cada fin de semana… pero mi habitación debe estar intacta o me iré…

-No te vayas…

-No pienso dejarte, lo prometo… -le besé despacio-. Tengo que irme… volveré el viernes… te llamaré cuando llegue si quieres… -Asintió y le besé despacio-. Te quiero…


Cogí mi bolsa y me marché, me entraron ganas de llorar de rabia, mi corazón seguía queriéndole pero otra parte de mí le detestaba por ser así con mi amiga, yo les quería a los dos y era duro ver que ella sufría y él seguía en sus trece, seguía odiándola cuando el Seth al que yo amaba no lo haría… el Seth que yo amaba estaría consolándola, estaría apoyándola…


Pasaron las semanas y el pacto parecía funcionar, él estaba tranquilo, incluso casi parecía él… aunque esa parte oscura de su ser seguía ahí, por más que yo intentara hacerla desaparecer. Y no era el único. Todas las chicas pensábamos lo mismo, sabía que Kim la echaba de menos, pero lo más duro era cuando estábamos todos juntos y la inocencia de Claire la hacía nombrarla y recordarla… la situación se volvía tensa y los chicos se descontrolaban demasiado.


Al principio pensé que no podría, era realmente difícil no contarles cosas sobre mi día a día, ya que ella estaba constantemente en mi vida en Monroe y cuando llegaba a Monroe no podía hablar del fin de semana, ya que Nessie se deprimía cada vez que hablaba de la manada…

Era realmente difícil, no podía compartir con nadie las cosas que sabía, no podía hablar con nadie de lo que Nessie me mostraba, la imágenes tan bonitas que creaba en su cabeza, ni podía contar a nadie las situaciones tan divertidas que pasaban el fin de semana con los chicos, cuando alguno entraba en fase en el agua o cuando se peleaban en alguna cena y acababan encorriéndose hasta la frontera con Oregón…

Kevin era una agradable válvula de escape, podía contarle gran parte de las cosas, él no podría entender nada sobre vampiros y licántropos, pero sí podía ser capaz de entender que los chicos odiaran a Nessie, ya que creía que la culpaban por incitarle a correr con la moto…

Ninguno de nuestros amigos sabían la verdad, creían que Jake se había retado con un chico que había molestado a Nessie y se había estrellado al competir con él. Todos hablaban y hacían vida normal a los pocos meses, pero ella seguía parada, seguía pareciendo parte del mobiliario e incluso los chicos a veces, de una manera inconsciente, la trataban como tal.


Se acercaban las vacaciones de Pascua y mi aniversario con Seth, algo de lo que no podía hablar con mis amigos con normalidad, no delante de Nessie… y quizá fuera ella la que mejor podría ayudarme a decidir un regalo para él…

-Bueno… mañana empiezan las vacaciones… ¿qué tenéis pensado? –Wanda se apoyó en la mesa-. Yo me voy la primera semana de vacaciones con mi padre y la segunda con mi madre…

-Yo me iré a Nueva York… -Nessie se tensó y tomé su mano, me mostró el piso que había sido pensado para su vida en común, cómo se imaginaba viviendo allí con él… Ryan me miró preocupado pero hice una mueca para que siguiera-. Como todas mis vacaciones…

-Yo como siempre a ver a mi abuela… -Kevin sonrió-. Me ha dicho que va a prepararme pastel de calabaza todos los días…

-Ya veo… -Reí-. Tú el caso es gorronear a tu pobre abuela… -Negué sonriendo-. ¿Y tú Cassy?

-Pues… me iré con mis padres a Victoria… -Se encogió de hombros-. Quieren visitar la ciudad una semana y luego iremos de acampada a la Isla de Orcas. Quieren tener un poco de todo, ciudad y naturaleza en las vacaciones…

-Que bien… -Miré a Nessie y suspiré-. Debe ser genial esa isla…

-¿Irás a Forks? –La miré pasmada, había hablado directamente, no había mostrado su pregunta, sólo había hablado-. Puedes contarlo… además apenas quedan tres semanas para que sea tu aniversario… ¿no? –Asentí-. ¿Sabes qué vas a regalarle?

-No… -La miré confusa-. No sé si iré a Forks… había pensado en quedarme y… -Negó-. Si quieres puedo quedarme… -Volvió a negar-. Volveré si me necesitas, ¿lo sabes no?


Asintió y me mostró un enorme gracias y un abrazo en su cabeza, pero no se movió. Todos nos quedamos un poco extrañados, mucho más cuando se quedó mirando a lo lejos, Alice la miraba con preocupación y tristeza. Me mostró que había pensado en irse sola a Nueva York y que Alice lo había visto y negado, no querían que fuera sola a ningún sitio. Se levantó y fue directa a Alice, por lo que nos quedamos algo paralizados. Miré a los chicos y Kevin suspiró.

-¿Os importaría si os pido que acortéis vuestras vacaciones?

-Prometimos ir una vez al año… y este año aún no hemos ido… a mi no me importa, le pediré a mi abuela que haga más pastel para llevarme… -Sonreí y asentí, mirando a Ryan-.

-Compraré una de esas bolas de nieve con una mini Nueva York dentro… -Asintió-. ¿Qué le ha pasado cuando ha oído Nueva York?

-Iban a ir allí de viaje… -Ryan hizo una mueca de tristeza y asintió-. ¿Será buena idea?


Todos torcimos el gesto, era improbable, pero pude ver a lo lejos cómo Alice se paralizaba levemente y me asentía con disimulo. Era buen plan. Cuando salí me fui directa a casa para coger mi mochila y acudir a los brazos que más añoraba durante la semana.

Todo fue genial, pero yo estaba nerviosa, no sabía cómo iba a decirle que me iba a ir de vacaciones con ella… Dos días antes de que tuviera que volver a Monroe recibí una llamada de Kevin, me dijo que tenía todo listo para el viaje y que Ryan cogería por la mañana el vuelo de Nueva York a Seattle. Cuando colgué mordí mis labios con ansiedad y Seth me miró serio.

-¿Qué pasa?

-Mañana me iré… -Me miró confuso-. Hemos planeado una vacaciones, los chicos y yo… queríamos hacer unas vacaciones como en los viejos tiempos…

-¿Te vas mañana? –Me miró pasmado-. ¿Y por qué no me lo has dicho antes?

-No sabía cómo te lo ibas a tomar… pensé que te enfadarías si te decía que me iba con mis amigos de viaje…

-¿Con tus amigos? –Me miró entrecerrando los ojos con ira-. No te vas sólo con Kevin y Ryan… ¿cierto? –Asentí y él se levantó, señalándome con un dedo que temblaba-. ¡Te lo prohíbo!

-¿Qué?

-¡Te lo prohíbo! ¿Me escuchas? No pienso dejarte ir con ella de viaje, bastante hago con soportar que vayas con ella a clase… ¡ni de coña!

-¿Qué me lo prohíbes? ¿Te estás escuchando? No eres mi padre… soy mayorcita y sé lo que hago, bastante estoy pasando como para que encima me digas que no puedo ir con ella, llevo meses viviendo en tensión y he pasado la mitad de mis vacaciones aquí contigo, la he dejado sola por una semana y me parece que no está como para que la dejemos sola…

-Tiene una gran familia para que la cuide…

-¿Y por eso no necesita a sus amigos? –Su mirada se llenó de odio de nuevo-. Es mi amiga, tú mismo estarías con ella si no estuvieras siendo tan estúpido…

-Es despreciable…

-Si Jake te oyera te arrancaría la cabeza…

-Pero no puede oírme, porque está muerto por culpa de tu amiga, ni hemos podido enterrarle por su culpa… su alma seguramente estará vagando de un lado a otro por la deshonra que ha causado esa pequeña demonio a nuestros ancestros.

-Escúchate… piensa bien lo que dices… -Negué y subí a mi cuarto, saldría en ese mismo momento, no podría soportar estar con ese Seth que había salido, me agarró del brazo-. Suéltame… pensaba marcharme mañana, pero no voy a esperar ni un minuto más. He estado equivocada todo este tiempo, pensé que te darías cuenta de lo que pasa realmente, pensé que era el dolor de la pérdida, que era algo natural… pero veo que esto jamás va a funcionar. Hay algo en ti que me da miedo, nunca he sentido eso contigo… nunca me he sentido insegura cerca de ti y ahora me estoy sintiendo así.

-No digas tonterías, nunca te haría daño…

-Me lo estás haciendo ahora… -Señalé mi brazo y me soltó-. Seth, no eres el mismo… no sé qué es lo que realmente te está pasando, pero el Seth que yo conozco se hubiera dado cuenta de que esto no esta bien, se hubiera puesto en el pellejo de Jake o de Nessie. Si yo muriera, ¿qué querrías? ¿Te gustaría que todos mis amigos te culparan por amarme demasiado? ¿Te gustaría que todos tus amigos te dieran de lado por lo mismo?

-No me compares…

-Vale, hagámoslo así… si tú murieras. Si tú intentaras defenderme de algo y murieses por eso, murieras por mí… ¿Te gustaría que tu hermana, tus hermanos, tus amigos… todos, me dieran la espalda?

-Nunca harían eso… eres tú…

-Sí, soy yo. Y Nessie sigue siendo la misma… es lo que no comprendes. Más allá de que sea medio inmortal, que sea “el clan enemigo”… era la imprimación de tu amigo, mucho más que una amiga o una novia… era su vida. Y él dio la vida por ella sin pensarlo dos veces. Sabes bien que si él estuviera aquí ahora mismo te hubiera matado con sus propias manos por hablar así de ella, incluso por pensarlo.

-No, él lo entendería…

-No… ¿Tú serías capaz de entender que me dieran de lado? –Su gesto cambió, sus ojos parecían confusos, pero pronto volvió la oscuridad-. No piensas con claridad… no eres tú mismo Seth…

-Nunca entendería que te dieran de lado porque eres humana, eres encantadora…

-Seth… no voy a eso. Lo sabes, en el fondo lo sabes. Y yo en el fondo sé que no podré seguir contigo si sigues sacando ese lado oscuro que aborrezco…

-No te vayas ahora… por favor… -Sus ojos me miraron extraños-. Quédate y déjame mostrarte que sigo siendo el mismo…

-Voy a quedarme… pero necesito estar sola, ahora no puedo mirarte, tu mirada me da miedo, Seth, no son los mismos ojos de siempre…

-Está bien… -Bajó su mirada y pareció salir el Seth que yo amaba-. Estaré abajo…


No dejé ni que abriera la puerta. Me abracé a su espalda y él comenzó a llorar abatido, cayó de rodillas al suelo y se plegó sobre sí mismo conmigo en sus espaldas. Me aferró como yo a él mientras lloraba, no pude evitar llorar yo también, todo estaba siendo demasiado complicado, nada estaba saliendo como hubiéramos querido… era tan injusto tanto sufrimiento…


La luz empezaba a llenar el cuarto, ambos tumbados en el suelo durmiendo, sus ojos hinchados y sus manos aferrándome fuerte, como si no quisiera separarse de mí ni un solo milímetro. Acaricié su rostro y su pelo hasta que abrió los ojos, no había rastro oscuro en su mirada, era él, era mi Seth…


No pude evitar sentirme aliviada, había pena en su rostro, pero no había rabia ni furia, sólo estaba él y la pena… le besé, aunque él apenas se movió. No podía soportar verle así y le besé de nuevo, sentándome sobre él. Me moví muy despacio, mirándole cada pocos minutos y regalándome cortos besos mientras me deshacía de las ropas que ahora nos separaban. Él apenas podía moverse, lo que me dejó vía libre para actuar a mis anchas, besé cada centímetro de su rostro y le entregué todo lo que pude durante el encuentro. Él me besó despacio cuando me tumbé sobre él, ambos temblábamos ahora, la luz llenaba por completo la habitación y podía ver su rostro levemente más feliz.

-Tengo que irme…

-No… -Gimoteó-. Quiero que te quedes…

-Debo irme… -Besé su frente y él gimoteó en el suelo-. He quedado con los chicos en que iría pronto… y ya debería estar allí…

-Oye… -miró nuestras manos unidas mientras me sentaba en el suelo y después buscó mis ojos-. ¿Volverás? –Suspiré y le miré raro-. Ayer dijiste que no te gustaba esa parte oscura de mí… pero ahora es algo mío, espero que lo entiendas y me gustaría poder complacerte y verla como lo hacía antes, pero no es así, no puedo. Intentaré entender que es tu amiga, pero no puedo hacer nada más…

-Eso ya es algo… -Suspiré y acaricié su rostro-. El problema es que eso ya me lo dijiste, dijiste que entendías que quisiera ser su amiga… pero te pones furioso porque nos vamos de vacaciones… no es justo que yo tenga que sufrir tu ira cada vez que te hablo de ella, llevo meses sin poder desahogarme con nadie y si tengo que ser sincera, es algo que me molesta mucho. No veo justo que yo me coma todo tu mal rollo con ella y que yo no pueda decirte lo mal que lo estoy pasando por verla así… y tampoco puedo contarle a nadie nada, mis amigos no saben nada de este mundo y sería estúpido ponerles en el mismo peligro que está por ejemplo Charlie…

-Puedes hablar conmigo… sabes que siempre puedes hacerlo… aunque me enfade un poco… quiero compartir cada preocupación que tengas, quiero escuchar cada cosa que necesites contar… lo sabes, eso no cambia.

-No… no puedo, tengo miedo a hacerlo. Me he pegado toda una semana ocultándote que me iba por miedo, no puedo vivir con este miedo Seth… me gustaría volver a lo de antes, que pudiera venir y que pudiera llevarla a la playa con todos…

-Eso jamás pasará. No es bienvenida aquí.

-Seth… -Sus ojos volvieron a la oscuridad y su mandíbula se tensó. La acaricié-. A esto me refiero… no es un simple enfado, es ira y furia lo que veo en tus ojos cuando hablas de ella, no habla Seth, habla un extraño… e incluso a veces cuando no hablas de ella, hay algo en tu mirada que me hace pensar que me ocultas algo y tengo la sensación de que eres alguien que no conozco en realidad…

-Sigo siendo yo…

-Cada vez que lo repites, más extraño me resultas. Quizá debamos esperar un poco a que la situación se calme, sigo queriendo al mismo Seth de siempre… pero debo ir con ella.

-No… -Me aferró de nuevo de ese modo y su mirada se tornó oscura por un segundo hasta que me soltó-. Es un peligro que estés con ella…

-Llevo años con ella y nunca me ha pasado nada…

-No puedo permitirlo… -Me levanté de nuevo enfadada y cogí mi ropa, encerrándome en el baño-. No puedes ir, te juro que si vas con ella… no puedo permitirlo.

-No es una amenaza para mí y ella no va a violar el tratado, no va a volver aquí, nos vamos a Jenner y no vamos a pasar cerca de aquí… así que olvídalo.

-No pueden estar cerca de ningún miembro de la tribu… o tendremos que atacar.

-No si yo elijo estar con ella… -Me puse los pantalones y el jersey y abrí la puerta encarándome con él-. Además, yo no soy de la tribu, no soy Quileute, ni de ninguna tribu cercana, quizá nuestra imprimación también sea un error…

-No se te ocurra decir eso… eso es imposible… -Me volví y alcé una ceja, si era imposible con nosotros también con ellos…-. No es lo mismo.

-Lo siento Seth… -cogí mi bolsa y él se puso delante de la puerta-. ¿Realmente quieres impedir que me vaya? ¿Realmente vas a obligarme a hacer algo que no quiero? –Su mirada se volvió extraña y se apartó con rabia-. Volveré cuando hayan pasado las vacaciones… si es que mi novio ha vuelto y ha desaparecido ese ser extraño en el que te has convertido…

-¿Yo soy extraño? –Me miró con furia-. Tú eres la extraña, deberías estar conmigo, como el resto están con sus mitades, tú sin embargo pasas de mí, me dejas de lado por una sanguijuela… no te reconozco…

-Quizá es mejor que no vuelva... quizá será mejor que lo dejemos así, como dos extraños.

-Oye, no, no quería…

-Adiós, Seth…


Bajé las escaleras y él estaba en la puerta de mi coche cuando llegué, intentó impedir que me marchara, se disculpó decenas de veces pero podía notar que no era él, quizá todo estaba acabado de verdad… quizá todo lo que nos habíamos dicho por la rabia era verdad… quizá las imprimaciones a veces fallaban… Paré en Sequim y lloré un rato encerrada en mi coche hasta que Kevin me llamó. Me dijo que no me preocupara.

-Vamos, no llores más…

-No sabes lo que me ha dicho Kevin… le he dicho lo que sentía, que no le reconocía y me ha dicho que él a mí tampoco, que no era normal mi actitud…

-Si te ha dicho eso es que es un idiota que no te conoce, todos sabemos que harías esto por cualquiera, es parte de ti, eres así… venga, piensa que vamos a estar una semana entera en la playa, que tenemos que animar a Ness y que cuando vuelvas te habrá echado tanto de menos que se arrastrará ante ti para que le pisotees si quieres… -Reí un poco-. Vamos… cuando llegues ven a casa, quiero darte un abrazote de los grandes… así saldremos al punto de la mañana, ¿vale?

-Vale…

-Vamos, te espero…


Cuando llegué a casa mis padres me miraron preocupados, intuían que había vuelto a discutir con Seth pero no les dije nada, sólo que me iba a ir a ver a Kevin. Cuando llegué a su casa me abrazó y me consoló como pudo, haciéndome reír con sus payasadas y ofreciéndome aquel pastel de calabaza del que tanto había hablado. Me fui a casa antes de cenar y preparé una nueva maleta, tumbándome después en la cama y poniendo el despertador a las cinco de la mañana… era buena hora para salir.

Mi madre me abrazó muy fuerte antes de que me fuera y mi padre llevó la maleta al coche de Kevin dándome un abrazo parecido al de mamá. Cuando llegamos a su casa me mordí el labio, quizá no era buena idea llegar a casa de alguien a las seis de la mañana, por mucho que fueran vampiros sin necesidad de dormir… la puerta se abrió dándome un ligero susto y Edward me invitó a pasar.

-Espera un segundo… está durmiendo.


Asentí y desapareció volviendo con una sonrisa mientras Bella me ofrecía algo de desayunar, aunque no tenía mucho apetito… Edward hizo una mueca cuando recordé la discusión con Seth, pero su mirada se desvió a las escaleras. Ella me miró extrañada y yo intenté sonreír, quizá no era muy buena idea venir de sorpresa…

Ella se quedó paralizada por un segundo y bajó las escaleras casi sin tocar el suelo, abrazándome de un modo que me rompió el alma. Se alejó y acaricié su rostro, definitivamente había sido buena idea… le di un beso en la mejilla y le sonreí.

-Tengo una ligera sorpresa para ti… -Intentó sonreír aunque pude ver el dolor, no había nada agradable ahora que pudiera animarla…-. Los chicos esperan fuera, nos vamos los cuatro de viaje…

-¿Y las chicas?

-Están de vacaciones, pero nosotros hemos vuelto antes para poder ir… ¡vamos! Te ayudo a hacer las maletas…


Pareció animarse y subimos las escaleras corriendo, haciendo las maletas a velocidad de rayo. Cuando salimos saludó a los chicos pero insistió en ir en su coche… imaginé el porqué y no pude evitar ir con ella… no quería dejarla sola en ese coche.

Ya era de noche cuando llegamos a Jenner, ella se quedó parada en el centro del cuarto de estar, mirando la cocina, la urna, el sofá, las escaleras… tomé su mano al ver que su rostro se desgarraba, quizá no había sido tan buena idea traerla justamente a Jenner… la saqué de aquella casa y la acerqué al mar, ella se quedó parada en la orilla tirando de mí, no tenía valor de nuevo a entrar.

Me angustié un poco y pude oír que los chicos preparaban la cena. Me quedé con ella mientras silenciosas lágrimas rodaban por su rostro y caían en las leves olas que llegaban a nuestros pies. Esperé allí con ella, no sé muy bien a qué, hasta que una imagen embargó mi mente, ella bañándose en ese mismo lugar con Jake, sumergiéndose.


Nos sentamos en la mesa a cenar, aunque ella apenas probó bocado. Después cogió su maleta y la acompañé hasta la habitación que ella eligió, la miró con pena y se desplomó en la cama. Hice una mueca y entendí que esta había sido la habitación donde habían estado juntos… era un recuerdo y no debía impedir que le recordara… sería cruel destruir un recuerdo tan bonito…

Metí mis cosas en la habitación de al lado y les indiqué a los chicos que subieran al piso de arriba, así que se metieron en la habitación con dos camas, sabiendo que Ryan no sería tampoco capaz de dormir solo aquí… me puse el pijama y pasé por su cuarto, ella parecía dormir y dejé que descansara.

Un grito me despertó en mitad de la noche, corrí a su habitación sabiendo que seguramente habría tenido una de las dos pesadillas que a veces me mostraba. Los chicos aparecieron allí y ella se levantó, sentándose en la cama de golpe.

-¿Estás bien? –Kevin la miró extrañado, mientras Ryan bajó la mirada recordando que un día fue él el que estuvo en una situación parecida-. Oye, Nessie…

-Kevin… -Negué-. Chicos, os importaría… -Señalé la puerta y ellos asintieron apenados-. Gracias… -La miré y me senté a su lado-. ¿Cuál esta vez?

-Las dos a la vez. Veía cómo el templo se caía sobre él y se abría una grieta en el suelo, haciéndome caer y podía verle enfadado conmigo por haber ofendido a sus ancestros.

-No te preocupes… -La abracé-. Todo pasará.

-¿Puedes quedarte aquí? –Asentí y me tumbé a su lado-. Gracias…

-De nada…


Tomé su mano intentando vigilar sus sueños, no quería que tuviera que pasar por toda una pesadilla de nuevo, la despertaría si la cosa se torcía… pero el sueño me pudo cuando el reloj de mi muñeca marcaba las cuatro y media de la mañana. Me acomodé a su lado rezando para que no volviera a tener ni una sola pesadilla más.


Una mano cálida rozaba mi rostro, abrí los ojos y allí estaba. Estuve a punto de gritar al verles a todos allí, pero Seth me tapó la boca y me aferró a él. Nessie se revolvió y gruñó de un modo que me hizo temer lo peor. Las posiciones de Leah, Collin y Brady me pusieron más nerviosa, miré a Seth con pánico que no quitaba ojo a las reacciones de Nessie.

-¡Calma! –Seth hizo un gesto y Leah, Brady y Collin relajaron su posición, pero estaba enrabietada con él… me miró y parecía ser él, pero no quería creerlo, había venido hasta aquí para separarme de ella… no podía creerlo-. Te voy a soltar, ¿vale?

-¡Déjame! –Me soltó y salté, colocándome al lado de mi amiga-. Te dije que iba a estar bien, no es ningún peligro, no tenéis porqué estar aquí. No es vuestro territorio y yo he venido porque he querido, nadie a infringido normas, ahora lo estáis haciendo vosotros.

-Dar… -Seth puso sus manos en posición de rendición-. No venimos a atacar.

-¿Qué hacéis aquí? Se supone que debéis atacarme si me veis… -Nessie relajó levemente su postura-. Eso me dijo mi padre. Que no podíamos volver porque si me cruzaba en el camino de cualquier lobo… moriría.

-Exacto. Pero… -Sus labios dibujaron una sonrisa, esa típica del Seth que tanto amaba-. Yo no veo ningún lobo por aquí…

-¿Qué? –Recordé una de las conversaciones aquel día en la playa, cuando Claire habló de Nessie y los chicos se descontrolaron… “Creo que deberían renunciar a ser lobos para poder volver a verla…” había dicho Emily-. ¿En serio?

-Sí… -Leah entristeció levemente, recordándome a cuando me dijo que me había echado de menos-. Quizá debimos haberlo hecho antes, quizá hubiéramos solucionado algo… pero no pueden pedirnos que nos alejemos de la persona que él más amaba… No puedo tener instintos asesinos contra ti, en un tiempo pasado me hubiera alegrado por ello, pero no ahora. Así que lo hablamos y algunos pensamos que estaría bien “dimitir” de nuestras obligaciones. Él lo hubiera hecho en nuestro lugar, no hay mejor manera de honrar a alguien que cumplir con sus deseos, así que podemos estar seguros de que sus deseos no eran verte alejada de nosotros y sufriendo.

-Jake merece la mejor honra del mundo, y no puede ser honrado en condiciones si no podemos ayudarte y estar junto a ti… -Collin dibujó una línea con sus labios-.

-Él siempre nos protegía con misiones de tipo “repetidor”, se merece que ahora seamos los protectores de lo que él más amaba.

-No puedo tenerte lejos Ness… -Seth me miró con ojos llorosos y miró a Nessie-. No podía vivir así, con una parte de mí queriendo asesinar a la mejor amiga de mi novia, mi mejor amiga y la novia de mi mejor amigo… hemos decidido hacerlo, aunque creo que Quil y Embry no tardarán mucho…


Lo entendí en el momento. Había renunciado a esa parte oscura, su parte lobuna que le volvía tan agresivo… salté de nuevo la cama y le abracé, mirando cómo extendía el otro y como Nessie se refugiaba allí. Pronto todos los chicos nos abrazaron, incluida Leah. Conté, y a los ocho segundos se alejó para mirarnos y volvernos a abrazar por seis segundos más, cuando se alejó y palmeó el hombro de Seth.

Nos separamos y Leah se tumbó en la cama de al lado de Nessie, bostezando enormemente. Nessie sonrió y se tumbó de nuevo en la cama, mirando cómo Leah se giraba para mirarla. Parecían intercambiar pensamientos, parecían estar teniendo una silenciosa conversación así que empujé a los chicos para dejarlas a solas. Ryan y Kevin nos miraban desde lo alto de la escalera. Les dije a Collin y Brady que podían dormir en mi cuarto, tomando la mano de Seth y arrastrándolo hacia el piso superior. Kevin nos miró sonriente y Ryan le palmeó en la espalda haciéndole entrar de nuevo a la habitación.

Miré a Seth y abrí el cuarto donde una vez durmieron Meg y Ryan. Cerró la puerta y me abrazó por la espalda. Le miré a los ojos… y no pude evitar abrazarle y llorar.

-Lo siento, siento todo lo que dije y siento lo mucho que has tenido que sufrir por mi culpa estos últimos meses… -Negué-. He sido un gilipollas, debí haberme dado cuenta de que eran los ancestros los que manejaban una parte de mí, ese odio era a causa de mi parte lobuna… pero no hay escusa para como te traté… espero que logres perdonarme…

-Seth… -Sollocé y me giré, abrazándole fuerte-. Siento haberte presionado, no es justo que dejes parte de tu vida por mí…

-Lo haría tantas veces como hiciera falta, si una parte de mí hace que te haga llorar, pienso desterrarla de mí, no pienso dejar que nada en mí te haga sufrir, jamás quiero provocar tu llanto… -Limpió mis lágrimas-. Jamás quiero que vuelvas a llorar por mí, patéame, apuñálame si es necesario… saca a tu leona y aráñame, muérdeme… saca a patadas aquello que no te guste de mí, no quiero que volvamos a discutir así, no quiero que sientas que somos extraños de nuevo…

-Seth… te quiero… -Le besé-. Te quiero muchísimo…

-Y yo a ti, preciosa… -Me besó de nuevo-. No llores más, por favor… no lo soporto…

-Es alegría… -Le abracé y él suspiró en mi cuello-. Me alegra volver a tenerte de nuevo…

-Nunca has dejado de tenerme… ni un solo segundo, aunque no lo haya demostrado… jamás dejaras de tener mi alma, por mucho que tomen mi cuerpo o aunque me de un golpe en la cabeza y me vuelva más gilipollas aún… mi alma será tuya para siempre, al igual que mi corazón…




Espero que hayais disfrutado del cap...
dejad comentarios y tambien las reacciones que son las casillitas estas de aqui abajo va??
vengaaa XAO :D


1 comentarios:

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YOAN Mextli
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15 de agosto de 2010, 15:49 delete

hola ahy perdon por averme tardado tanto en leer pero se descompuso la compuy eso casi hace que me de un paro.
desjandonos de mis tontas escusas ya volvio mi (te habia explicado que me enamore de el en amanecer) seth (bienbenida con platillos y ponpones) XD XD XD SIIIIIIIIIII!!!!
(ya sabes yo soy exgerada) bueno mejor voy a leer lo que sigue

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