Capítulo LXXVIIIb: Cuestión de naturaleza.

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Capítulo dedicado especialmente a Maca... ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS GUAPA!! Te deseo que un Sean se cruce en tu vida ;)

Besitos para todas y nada, espero que os guste el capi... el que viene será mejor, lo prometo... :)


Silvy ^^





Me desperté escuchando un leve siseo en mi espalda, abrí los ojos de golpe al escucharlo. Me giré y allí estaba ella, en la ventana, mostrando sus dientes. Un feroz gruñido salió de sus dientes, todo mi cuerpo tembló a pesar de que no podía mover ni un solo músculo por el puro miedo.
Sus ojos se desorbitaron, su siseo sonó más desesperado y feroz, gruñó de un modo inhumano y el marco de la ventana se hizo añicos bajo la fuerza de su mano. Sólo pude pensar en él, en el miedo que tenía en morir a manos de mi mejor amiga sin poder haberle pedido perdón por echarle anoche de su propia casa… ella volvió a gruñir, miró hacia fuera y después volvió a fijar la mirada en mí. Cerré los ojos con fuerza y cubrí mi cara cuando escuché un fuerte estruendo, algo impactó contra mi brazo. Dolió horrores, pero no podía notar nada más, sólo la sangre cayendo por mi brazo… nada más.

Abrí los ojos, estaba temerosa y sorprendida… la habitación estaba vacía. Miré mi brazo… un trozo de madera en la cama, parte del marco de la ventana que se había desencajado de su sitio… podía ver uno de los pequeños trozos de madera que invadían la habitación clavado en mi brazo… volví a mirar la ventana asustada. Escuché un intenso pitido en mis oídos, parecían taponados… poco a poco comencé a oír los gruñidos incesantes, mi corazón se encogió y me asomé rápida a la ventana, podía ver tres lobos… los reconocía. Seth y Quil estaban más cercanos a la casa, Jake más alejado, al parecer impidiendo el paso de Nessie.
Ella siseó un par de veces, gruñó y me miró, fue a saltar pero Jake la placó, llevé las manos a mi boca al ver aquella escena, Jake sobre ella gruñendo, ella gruñéndole a él. Seth y Quil se unieron a sus gruñidos, Jake se retiró un par de pasos y ella se levantó golpeándole el hocico y saliendo disparada en dirección contraria a la casa. Los tres salieron de fase de inmediato y yo me senté a plomo en el suelo sin poder volver a mirar por la ventana, pero pudiendo escuchar los golpes en el cuarto de Seth que estuvo frente a mí en menos de un minuto.
-¿Estás bien? –Dijo sulfurado-. ¿Estás bien? –Asentí aturdida y él miró mi brazo, me miró con una mueca y frunció sus labios fuertemente-. Tengo que sacártelo… y va a doler… -Asentí sin entender muy bien qué me decía, sólo pude gritar antes de quedarme completamente ida-. Lo siento mi vida…
-¿Está bien?
-Sí… ¿Y Jake?
-Se ha ido con ella… no sé si será capaz de controlarse y no debería entrar en fase con la mandíbula rota… -Suspiraron a la vez-. Vaya sangría… No me extraña que haya enloquecido tanto… -Noté presión en mi brazo, abrí los ojos y Seth apoyó mi espalda en su pecho con una sonrisa-. Parece que despierta…
-Sí… -Besó mi frente-. Lo siento, en serio…
-Yo no le perdonaría… -Quil sonrió palmeando mi mejilla con cuidado-. Vera trae de camino a Emily, quizá te quede alguna astilla en la herida… ¡Mira que apuñalarte con un trozo de madera!
-Madera… -Susurré-. Antes de la madera…
-Tranquila… -Susurró Seth en mi oído-. Prometo que después te dejo que me apuñales tú a mí tantas veces como quieras… -Besó mi pelo-. Lo siento… lo siento tanto…
-¿Qué ha pasado? –Dijo Emily corriendo a mi lado junto a Vera-. Vaya herida… -Cogió mi brazo y suspiró-. Vera, voy a necesitar unas pinzas y agua… Quil, alcohol y gasas… Seth, pon tu dedo un par de centímetros más arriba o no veré nada…

Cerré los ojos mientras notaba cómo algo frío rozaba mi piel, después cómo algo igual de frío pero más duro hurgaba en mi herida… no tenía ganas ni de quejarme. Seth susurraba una y otra vez que lo sentía y tomaba mi mano con fuerza. Cuando noté el alcohol quemando me removí gritando, Seth siseó y tensó su mandíbula.
-Seth, sal de ahí… -Miré a Emily, concentrada en mi herida pero mirando de reojo a mis espaldas-. No deberías haber entrado en fase…
-Da igual, no importa…
-Claro primito… -Vera suspiró-. Recuerda eso cuando Carlisle vuelva a recolocarte el brazo… no seré yo quien esté para verlo…
-Seth, tu brazo…
-Calla… -Susurró-. No es nada, el tuyo está mucho peor ahora…
-No es cierto… -Emily negó-. Ya está casi curado, en unos cuantos días apenas notará nada… -Me sonrió-. Deberías patearle por hacerte esto... –Le miró a él-. Deberías ir a ver a Carlisle…
-Luego…
-No Seth… -Quité la mano que sujetaba mi brazo herido y me incorporé, me asusté un poco al ver su hombro y su codo tan hinchados-. Vete ya, yo estoy mucho mejor… -Negó y le miré suplicante, él volvió a negar tumbándome sobre él-. Seth…
-Cuando Emily termine me marcharé, lo prometo…

Emily siguió examinando mi herida por un buen rato más, cuando terminó y me vendó el brazo supliqué a Seth que se marchara y a Quil que le acompañase. Emily y Vera se quedaron conmigo y me ayudaron a levantarme, me pidieron toda mi ropa y quitaron las sábanas para lavarlas mientras yo me daba una ducha. Emily me dijo que me quitaría el vendaje y echaría un vistazo de nuevo cuando saliera… horror. Había dolido horrores… y ahora iba a ser peor.
Entré en la ducha resignada cuando me di cuenta de que seguía sangrando… pero esta vez no era mi brazo. Hice una mueca y terminé de ducharme, salí con una mueca mientras Vera examinaba el destrozado marco de la ventana.
-Vaya zarpazo le ha dado a la pared… -Dijo medio riendo-. Pensaba que Jake lo mataría nada más cogerle… -Suspiró algo preocupada y me miró, entrecerró sus ojos-. ¿Qué pasa?
-Creo… -Hice una mueca-. Bueno… creo que sé porqué Nessie se ha puesto así… -Me miró confusa-. Estaba sangrando…
-Bah, pero lo del brazo ha sido después… no sé que cable se le habrá cruzado…
-No… yo… -Me sonrojé-. Esto…
-¡Wo! –Pareció sorprendida y después rió-. ¡Ah! Sí… ¡vaya! –Mordió sus labios para después fruncirlos-. Vamos… bajemos a la cocina… -Me cogió por los hombros y yo sujeté con más fuerza mi albornoz, ella gritó-. ¡Emily! ¡Tenemos un código rojo!
-¿Código rojo? –Emily salió algo asustada y tomó mi brazo mirando raro-. ¿Dónde?
-Pues… -Vera rió-. Más abajo…
-¿Qué? –Pareció confusa y me miró-. ¡Ah! ¡Vaya! –Rió con Vera mientras yo me sonrojaba-. Eso es menos grave, pensaba que era el brazo…
-Creo recordar dónde guardabas todas esas cosas antes… -Vera me soltó para subir las escaleras y bajar con una cajita azul-. Toma, esta caja y tú seréis buenas amigas en los próximos días…
-Y años… -Emily rió-. Vamos, dejaré tu herida para después…

Me llevaron hasta la puerta del baño mientras me explicaban un poco cómo se usaba… pero aún con todo, fue algo complicado. Volví a ducharme después, seguía sintiéndome rara… me vestí y cuando salí ambas esperaban recogiendo la habitación, apenas había ya trozos de madera por el suelo… sólo una ventana completamente desencajada… y unos nubarrones negros enormes acechando.
-Creo que va a llover…
-Bueno, luego le diré a Sam que se pase… os la arreglará en un momento…
-Yo le ayudaré… o al menos, intentaré que Seth no moleste… a ver si esta vez no mueve su brazo de verdad…
-¿Se lo he partido yo?
-¡Que va! –Vera rió-. El muy zopenco ha entrado en fase sin estar del todo bien, además… por las marcas de la ventana… ha chocado contra ella con el brazo malo… no me explico cómo no ha tirado la pared entera el muy bruto…
-No te metas con él… que bastante tiene el pobre… -Emily se sentó en la cama ya hecha y palmeó a su lado, tomó mi brazo con cuidado y quitó el vendaje, Vera desapareció y volvió con una lupa que sujetaba… no entendí de dónde la sacó…-. Bueno, esto está ya limpio, no tienes astillas… al menos que yo vea. Pero creo que por hoy ya hemos tenido bastante sangre mezclada con vampiros…
-Gracias, Emily… -Sonreí-. Por curarme… y por no volver a hurgar… -Reí con ellas mientras me ponía un vendaje nuevo-. ¿Cada cuanto lo tendré que cambiar?
-¿El vendaje… o lo otro?
-Pues… -Me sonrojé y ella sonrió-. Ambos.
-El vendaje una vez al día… lo otro… unas cuantas veces al día… ya le irás cogiendo el truco, no te preocupes…
-¡Creo que voy a ir de compras! –Miré a Vera sorprendida, ella rió-. He visto que vuestra nevera está medio vacía…
-Vera… hoy es domingo…
-Lo sé… -Cogió mi mejilla en un pellizco y la zarandeó-. Pero Sue tiene de todo… no creo que le importe que coja un par de cosillas para que no os muráis hoy de hambre…

Se fue y me quedé con Emily, terminó de vendarme y bajamos a la cocina. Ella me mostró un bizcocho en el horno, el cual había empezado a hacer mientras me duchaba. Sonreí amablemente y me tumbé en el sofá con ella, Vera llegó cargada con Leah, me saludó cariñosamente y comenzaron a guardar las cosas… empezaba a amodorrarme de nuevo cuando llegó Seth, Quil se reía mientras él maldecía su brazo… esta vez Carlisle le había escayolado para asegurarse de que no iba a moverlo.
-¿Cómo ha ido en la cripta? –Leah bufó-. Qué poco talento habéis tenido…
-No ha sido culpa suya… -Susurré, pero todos me miraron-. No es culpa de nadie, es la naturaleza de Nessie…
-No sólo hablo por Nessie… él también ha tenido poco talento. Saltar así sobre Nessie… hieres a Darlene… y luego la dejas y te vas a la cripta.
-No la he dejado sola… -Él bufó-. Paso de discutir contigo, Leah… como ella ha dicho… no ha sido culpa de nadie, he saltado sobre Nessie porque mi naturaleza es protegerla…
-Sí, pues ya veo lo bien que te ha salido…
-¡Leah! –Emily intervino-. No era su intención, deja de torturarlo por eso… sabes bien seguro que hubieras actuado igual…
-No voy a recordarte quien fue la que me partió el brazo por algo parecido… hermanita –Ella bufó molesta-. Al menos, yo tenía una razón de peso… lo tuyo fue mucho peor… no tiene perdón de Dios atacar así a un hermano indefenso…
-¡Seth! –Emily suspiró-. Dejad de decir cosas de las que luego vais a arrepentiros…
-Vamos chicos… haya paz… -Quil suspiró-. Iré a ver cómo va Jake…
-Vamos Leah… -Vera aferró a su prima y tiró de ella-. Vamos, iremos a ver a Sam y a Ephraim… estarán preocupados…

Todo se quedó en silencio cuando se marcharon, Seth negaba con los ojos cerrados y cabizbajo, Emily suspiró haciendo un gesto parecido. Hice una mueca, no era agradable verles discutir… eran demasiado duros el uno con el otro… a pesar de lo mucho que yo sabía que se querían.
-Voy a ver cómo va el bizcocho…
-Vale… -Seth la miró marcharse, después se giró hacia mí-. ¿Estás bien? –Asentí-. ¿Te ha tenido que volver a mirar la herida?
-Sí, pero ha dicho que ya estaba bien… -Sonreí-. ¿Cómo está tu brazo?
-Bueno, esta vez… no se ha salido de su sitio, sólo se ha resentido bastante por el golpe… tengo que guardar reposo de nuevo…
-Vaya pareja hacemos… -Él alzó una ceja curioso y yo reí-. Ahora vamos a estar los dos mancos… no sé cómo nos vamos a apañar…
-Bueno… tú tienes un brazo bueno, yo otro… -Rió y se sentó a mi lado rodeándome con su brazo bueno-. Algo haremos, seguro… -Reí con él y me apoyé en su hombro, acarició mi pelo aún mojado y susurró-. ¿Ya estás mejor? –Le miré algo perdida-. Por lo de ayer, digo…
-Sí… me vino bien hablar con Nessie… -Suspiré acomodándome de nuevo-. ¿Estará enfadada conmigo ahora por lo que ha pasado?
-No ha sido culpa tuya, tú lo has dicho… es su naturaleza.
-Y la mía… -Susurré en un suspiro-. ¿La has visto?
-No, pero seguro que está de caza con Jake… me gustaría poder volver a entrar en fase para disculparme con ellos… pero el Doctor Colmillos me arrancaría el brazo antes de volver a escayolármelo… -Reímos y suspiré-. No te preocupes, seguro que en un rato se le pasa el sulfuro y mañana podrás verla de nuevo…
-Eso espero… -Suspiré-. Eso espero…

Cerré los ojos… cuando los abrí pude ver en la mesita un bote de pastillas y un vaso de agua, un bizcocho enorme a medio comer… miré hacia arriba. Estaba tumbada en el pecho de Seth, su mano y su cabestrillo estaban apoyados en mi cintura… mi brazo malo sobre su escayola. Me acomodé mejor estirando mis piernas, él se removió atrapándome entre el respaldo del sofá y él, subió sus piernas estirándose en el sofá y cubriendo las mías con las suyas. Suspiré y me resigné a volver a dormirme… no tenía un plan mejor.
Un quejido lastimero volvió a despertarme, Maila mordisqueaba el cabestrillo de Seth, el cual se removió dando con la escayola en la mesa.
-¡Joder! –Masculló dando un respingo y murmuró colocándolo de nuevo en mi cintura-. Ya voy, Maila… dame tregua, estamos enfermos y durmiendo… ¿no lo ves? –La perra ladró dos veces-. Vale, dame dos minutos… -Reí un poco en su pecho aún adormilada, él me miró y revolvió mi pelo con su mano buena-. ¡Eh! ¿Has dormido bien?
-Sí… -Dije estirándome y acomodándome de nuevo-. Pero si pudiéramos dormir así dos minutos más… sería mejor…
-O dos horas… -Dijo riendo-. O toda la vida, si te parece bien…
-A mi sí… -Dije gimoteando-. No es mal plan…
-Para nada… -Suspiró acariciando mi espalda-. Pero creo que Maila acabaría comiéndonos para no morirse de hambre… -Reímos y me removí levantándome un poco-. Te has quedado dormida antes de probar el bizcocho de Emily… -Sonrió-. Voy a darle de comer a la perra… come tú también si quieres… y si te duele el brazo, tómate una de esas… yo me he tomado un par y me he quedado doblado…
-Ya lo he visto… te has tomado un par… y medio bizcocho…
-¡Eh! Que te he dejado un poco… -Alzó una ceja-. Así que no te quejes…
-Lo tomaré como un detallazo por tu parte, no te preocupes… -Sonrió ampliamente levantándose, me reacomodé en el sofá esperando que volviera, cuando lo hizo, puso una mueca-. ¿Qué?
-¿No vas a dejarme un hueco? –Sonreí y negué ocupando todo lo que pude del sofá, él alzó una ceja amenazante-. Aún con un brazo, podría quitarte de ahí… o si lo prefieres, puedo caer a peso muerto sobre ti… aunque preferiría un huequecito… tú eliges…
-Quéjate de lo buena que soy… -Dije haciéndole sitio, se tumbó y pasó su brazo bueno por encima de mi cabeza para abrazarme-. No te lo mereces, con lo borde que has sido conmigo últimamente…
-Habló la que hace un berrinche de todo… -Le miré mal y él rió-. ¿Ves? Ya estas cogiendo un berrinche tonto…
-Si no intentaras molestarme cada vez que abro la boca… -Él rió sin más-. A veces te pasas, al menos reconoce eso…
-No, tú te lo tomas todo un poco a la tremenda… y resulta divertido ver cómo te enfadas… y mucho más, cuando yo finjo estar enfadado, te rebotas mucho más…
-¿Fingías estar enfadado? –Le miré y él sonrió pagado de sí mismo-. Claro… tú siempre finges todo… debí haberlo imaginado. Eres un genial actor… incluso ahora.
-¿Ahora? –Rió y negó-. Tú misma… -Le miré fijamente y él pareció interesado en la tele, seguí mirándole hasta que me miró y sonrió con un suspiro, besó mi frente con fuerza y me miró atento frunciendo sus labios-. Ahora no estoy actuando… y prometo que no voy a hacerlo más si tú me lo pides… -Alcé una ceja y él otra-. Para que luego digas que soy… ¿Cómo era? ¿Cuadriculado? –Sonrió ampliamente conmigo-. Anda… vamos a ver la tele…
-Claro… olvidaba que eso era lo programado en tu día de domingo…

Reímos… pero no nos movimos del sofá hasta que el bizcocho se acabó y volvió a entrarnos hambre. Escuchamos cómo llovía a mares, pero no me importó hasta el momento que decidimos ir a dormir. Al abrir mi cuarto… hice una mueca. Seth se asomó y miró con la misma mueca la ventana a medio arreglar.
-Duerme en mi cuarto si quieres… yo dormiré aquí… no notaré el frío…
-No, me sentiría fatal… -Cerré la puerta y él me miró sorprendido-. Vamos a dormir en tu cuarto… seguro que después de estar tantas horas a tu temperatura tendría frío si durmieras lejos de mí…

Me pareció que sonreía satisfecho, pero no me atreví a mirar para asegurarme. Sólo abrí las sábanas de su cama y entré en ellas para acomodarme. Poco después pude notar su cabestrillo de nuevo en mi cintura y su brazo bueno colándose bajo mi almohada. No tardó mucho a dormirse, pero a mí me costó un poco más pensando en lo distinto que había sido hoy de otros días… sonreí viendo su brazo asomar bajo la almohada, acerqué mi mano y entrelacé mis dedos con los suyos… cerré los ojos dándome cuenta de que dormir así con él era verdad… y que incluso parecía agradado con la
idea. Sonreí con más ganas cuando noté que retraía su brazo ligeramente para acercarme más a él.
-Darlene… -Su voz era familiar…-. Darlene… -Abrí los ojos y di un respingo al verla, ella hizo una mueca de disculpa alejándose-. Perdona, no quería asustarte… pero, me sentía fatal por lo que pasó ayer… sólo quería disculparme…
-No pasa nada, en serio. No estoy enfadada… -Sonreí-. ¿Tú estás bien?
-Sí… ¿Cómo está tu brazo? –Asentí sonriendo-. Seth está en la ducha, como mi abuelo me dijo que le había vuelto a escayolar el brazo… había pensado que quizá, si tú quieres… puedo llevarte a clase. He traído un buen desayuno y todo… para que me perdones.
-No mientas… -Seth salió secándose con una toalla el pelo, otra anudada a su cadera-. Lo que en realidad quiere decir es que ha traído un buen desayuno para que la perdones y luego ella poder desayunarte a ti… -Nessie pareció molestarse, pero dejó de hacerlo cuando reí-. ¿Cómo va tu brazo?
-Mejor…
-Chicos… -Nessie inspiró y suspiró-. Lo siento, pero creo que no puedo quedarme… -Me miró con la disculpa en los ojos y después a Seth-. Siento no poder llevarla…
-Tranquila, la llevaré yo… -Hizo un gesto con la cabeza-. Márchate, no pasa nada… -Me miró apenada-. Nessie…
-Tranquila, no me enfado. Lo entiendo. Debes marcharte, ya nos veremos en un par de días… te lo prometo… -Sonreí y ella me abrazó para esfumarse, Seth hizo una mueca y tembló-. No ha pasado nada… no tienes porqué ponerte así.
-Lo sé… pero entiende que no pueda evitarlo. Es mi naturaleza…

Asentí y me fui a mi cuarto de baño. Una vez ya en el coche, me sentí extraña. No hablábamos, pero no me sentía para nada incómoda por no hablar con él… simplemente estaba genial. Conducía completamente distraído, parecía feliz… pero no podría llegar a decir si él estaba sintiendo lo mismo que yo, en ningún momento podía saberlo.
-¿Qué? ¿Voy manchado de algo?
-No… -Reí negando y él sonrió-. Esta
ba… no sé. Pensando.
-¿Y qué pensabas?
-Pues… me preguntaba eso mismo sobre ti, te veía tan concentrado en tus pensamientos… -Alzó sus cejas sonriendo-. ¿Y bien?
-Pues… -Rió-. Pensaba en lo que tengo que ir a comprar ahora… voy a aprovechar que Jake no quiere verme por el taller para ir a rellenar la nevera… y supongo que después iré a ver a mi madre hasta que tenga que ir a recogerte, hace días que no la veo, seguramente se asuste por el cabestrillo, Leah sólo le dijo que había sido un rasguño… la muy perra… -Suspiró-. Pero creo que así es mejor, si le llega a decir que tengo el brazo completamente destrozado la hubiéramos tenido rondando en casa toda la semana… -Rió y me miró, creo que estaba completamente obnubilada porque sonrió-. ¿Y qué estás pensando tú ahora? –Amortigüé mi sonrisa de tonta y negué-. Venga, que yo he sido sincero…
-Que estás muy guapo cuando piensas en tu familia… y aunque me digas que no quieres que esté por casa, sé que tienes ganas de ir a ver a tu madre… -Sonrió mirando la carretera-. ¿Y bien?
-¿Sabes? Siempre has hecho lo mismo… -Me sorprendí un poco y él sonrió-. Eso creo que puedo contártelo… -Le miré curiosa y él relinchó-. Siempre me obligabas a ir a ver a mi madre aún cuando yo decía que no quería…
-Pero en el fondo querías, ¿verdad? –Asintió muy sonriente-. Gracias por contarme eso… -Me miró sorprendido-. No sé, eso me hace sentir que… es como… si siguiera conociéndote tanto como antes… aunque no sea igual.
-Que no recuerdes cosas no quiere decir que tú o yo hayamos cambiado… -Se encogió de hombros-. Sigues siendo igual de picota, a los hechos me remito… -Le miré mal y él sonrió-. Ahora, también sigues siendo igual de comprensiva y de empática… -Sonreí algo ruborizada-. Y te sigues sonrojando cuando notas que alguien te está diciendo algo que te gusta oír pero no quieres reconocer…
-¡Idiota! –Reí con él y paró frente a la puerta, hice una mueca, no me apetecía entrar… le miré raro y lo pensé-. Oye… ¿Y si vas ahora a ver a Sue? –Alzó las cejas-. Sí, necesito comprar algunas cosas y así me llevas…
-¡Qué morro, ¿no?! –Reí con él y asintió-. Intenta no entretenerte cuando salgas o nos cerrarán todo, ¿vale? –Asentí, pero no me moví, él alzó una ceja-. ¿Quieres que cargue contigo hasta tu mesa?
-No estaría mal… -Reí suspirando y cogiendo mis cosas, noté que me agarraba del brazo y me giré, estaba más cerca de lo que esperaba-. ¿Sí?
-Oye… -Miró hacia la puerta e hizo una mueca-. ¿Estarás bien? –Miré, Bryan hablaba con Susan… hice una mueca y asentí-. ¿Seguro?
-Sí…
-No hemos hablado del tema… y no quiero que lo hablemos si no quieres… pero no te tortures, haya pasado lo que haya pasado… -Me sorprendí de su mirada-. Y si te ha hecho algo, puedo bajar y decirle cuatro cosas, a pesar de que tenga un brazo escayolado aún puedo usar el otro… y te aseguro que no necesito más…
-Lo sé… -Sonreí-. Pero no es necesario. Fue… -Suspiré y negué-. Fue una tontería, simplemente… me equivoqué. Sólo me sentía mal por haberle hecho daño… -Frunció sus labios y asintió poco seguro, tuve que sonreír más y le abracé, él pareció sorprendido al principio pero luego sonrió-. Gracias de todas maneras… es bueno saber que tengo un amigo lobo dispuesto a patear culos por mí… pero esta vez no creo necesitar tus servicios…
-Bueno… te guardaré el cupón por si acaso…

Reí y asentí, me bajé del coche con una sonrisa, me despedí con el brazo bueno y él hizo lo mismo mientras arrancaba. Bryan alzó una ceja sutilmente cuando llegué, pero no iba a ponerme a contarle todo lo que había estado pasando… miró mi brazo después.
-¿Qué te ha pasado en el brazo?
-Un pequeño accidente… -Pensé rápido-. Estaba jugando con Maila… me tropecé y me clavé una rama… -Hice una mueca y ellos otra-. Cosas que pasan…
-Vaya… -Rió-. Si que eres torpe…
-Oye… -Susan nos miró-. Él no me ha querido contar nada… pero… ¿Qué tal vuestra cita?
-Ya te he dicho que no fue una cita como tú te piensas… -Me miró y me guiñó un ojo-. Sólo fue una tarde que dos amigos pasaron juntos… nada más.
-¿En serio? –Susan me miró y asentí algo insegura, ella bufó-. No me lo trago, algo pasó que no me queréis contar…
-No pasó nada… -Me encogí de hombros-. Fuimos a tomar algo, luego al cine… y a cenar. Y después a casa…
-¿Nada relevante?
-Sí… casi perdemos el bus dos veces… -Bryan rió con ganas y yo con él-. Tenías que haberle visto pedaleando a todo trapo y yo sin poder hacer nada… que impotencia.
-Sí… pero que luego te reíste de mí durante un buen rato…

Asentí riendo y Susan nos miraba raro, posiblemente pensaba que había pasado algo… y sí, pasó, pero nada de lo que ella pudiera imaginarse, sólo algo de lo que no podía dejar de arrepentirme.
El resto del día Bryan estuvo intentando quedarse a solas conmigo, cuando Susan fue a saludar a Dylan en la hora de la comida me preguntó a qué venía lo del abrazo del coche… así que me reí y le conté lo que había pasado, se sorprendió al principio y luego rió.
Al escuchar el timbre de salida me emocioné, salí lo más rápido posible, no quería hacer esperar a Seth… salí casi corriendo y me guiñó un ojo cuando monté deprisa en el coche, arrancó y me preguntó qué tal había ido mi día… le conté cada mínimo detalle mientras él sonreía.
Bajamos del coche y fuimos a cruzar cuando tropecé, me sorprendió lo rápido que echó su brazo bueno hacia mí, gracias a que su mano impactó en mi estómago no perdí el equilibrio, bajé la mirada y él empezó a reír con ganas.
-Vale ya… no te rías de mí…
-Perdona, no puedo evitarlo… -Fui a darle con mi mano buena y la paró con la suya-. ¿Qué intentas? ¿Guerra de mancos? Te aseguro que aún con esas, te gano…
-Lo sé… y es irritante… -Él rió y suspiró-. Venga… -Se puso a mi otro lado tomando mi mano buena-. A la de tres, corre…
-¿Vas a hacerme cruzar en rojo?
-¡Tres! ¡Corre! –Tiró de mí y tuve que correr para seguirle, cuando llegamos a la otra acera él parecía un niño feliz… le miré mal-. ¿Qué? Te he dicho a la de tres…
-Pero eso sería… uno, dos y tres… ¡no directamente tres! –Rodó los ojos sonriendo y siguió andando-. No se puede ir con vosotros por la calle, ¿habéis olvidado que hay normas a seguir o algo?
-En ese momento no pasaban coches…
-Pero en rojo, ¡no se cruza!
-Bueno, vale, como tú quieras… la próxima vez esperaremos a que se ponga verde… ¿Te parece bien? –Asentí y él sonrió-. A
sí me gusta… -Me fijé en su mano, aún no había soltado la mía… suspiró-. ¡Señor! ¿Voy a tener que disculparme por hacerte cruzar en rojo?
-No… -Negué y miré a mis pies-. No es eso… da igual… -Me miró confuso y yo me fijé en un escaparate, fingí interés en un vestido para poder soltarle la mano-. Qué bonito…
-Venga, vamos… -Cogió de nuevo mi mano tirando de mí-. Nos van a cerrar la tienda y tenemos que comprar un montón de cosas… -Hice una mueca y él me miró raro-. ¿Qué?
-¡La mano!
-¿Qué? –Miró confuso-. Esa es la buena, ¿no? –Sonrió de repente y volvió a tirar-. Vamos, doña colores… si andas a mi ritmo prometo no cogerla de nuevo…

Hice una mueca y él rió andando deprisa, tanto que tenía que ir a paso de marcha para cogerle, él reía cuando me veía correr a tramos. Suspiré al llegar al supermercado. Cogí un carro y decidimos dividirnos para acabar antes, él se fue a por carnes y pescados… yo por todo lo demás. Empecé a echar cosas al carro, patatas, tomates, pasta… me dirigí a escoger las frutas y verduras, quizá tardé un poco… él echó un par de bolsas en el carro resoplando.
-¿Aún no has terminado? –Negué y seguí cogiendo cosas-. Creo que mejor voy a por algo más… ¿Helados y yogures? –Asentí-. ¿Ahora te has quedado muda? Vaya concentración… -Le mostré mi dedo corazón y seguí eligiendo, se limitó a reír e hizo algo que me dejó algo noqueada, se acercó a mirar lo que cogía y miró hacia los lados, después besó mi mejilla con ganas dejándome completamente asombrada-. Qué guapa estás cuando te enfadas…

Sonrió ampliamente y desapareció por el pasillo, yo miré a todos lados esperando que nadie hubiera visto eso, no era algo muy normal… supongo que tampoco era lo socialmente aceptable. Suspiré algo enfadada, pero tras pensarlo un par de segundos y ver que nadie nos había visto… sonreí.
Cuando terminé fui a buscar el pasillo de los jabones, me había quedado sin champú… y sin tampones. Miré a mi alrededor y los eché corriendo, dirigiéndome rápidamente a los champúes. Había un montón, Seth apareció echando más cosas al carro y suspiró cogiendo uno de sandía y tendiéndomelo, alcé una ceja y él suspiró negando.
-Vas a pegarte media hora pensándolo y acabarás cogiendo este… -Me quedé algo paralizada… ¿Tantas veces había ido de compras con él para que supiera eso?-. ¿Necesitas algo más?
-No, creo que está todo…
-Pues… ¡vámonos! –Cogió el champú y lo dejó en el carro, me sonrojé cuando cogió la caja de tampones, me miró con la ceja alzada y me sonrojé-. ¡Vaya!
-Sí… debe ser la palabra de moda… -Me miró confuso-. Vera y Emily dijeron lo mismo… no hay nada mejor que quiera escuchar que un “¡vaya!”.
-Bueno… Quiero decir… -Puso cara de póker-. Realmente, no sé qué se dice en esta situación…
-Déjalo… con “vaya”, es suficiente… -Cogí la caja y la dejé de nuevo en el carro-. ¿Nos vamos ya, por favor?
-Claro, colorines… -Rió empujando el carro junto a mí, cada uno empujaba el carro con la mano buena y él rió-. Ves como podemos hacer un montón de cosas con una sola mano… ¡Hasta he hecho que te echaras a correr!
-Idiota… -Murmuré-. A ver cómo llevamos todo esto hasta el coche…
-Fácil, pagamos, me esperas en la puerta, voy a por el coche y aparco justo donde me estés esperando… -Sonrió-. Del carrito al coche…
-¡Eh! –Dije sorprendida-. ¡Vaya! ¡Tu cabeza sirve para algo más que para sostenerte el pelo!
-Sí… -Rió-. Hasta me sirve para poderme meter contigo en cualquier momento… y que sepas que ahora me abstengo de contestarte, porque iba a ser muy cruel… -Alcé una ceja y él otra, paré el carrito y él rió-. Déjalo… -Miró a la izquierda, una señora mayor estaba parada mirando jabones justo detrás de nosotros-. No quiero meterme más contigo… por hoy.

Cargamos el coche y al llegar lo descargamos, por alguna extraña razón no me había fijado en lo ceñida que era su camiseta hasta que lo vi cargar con cinco bolsas y recorrí con la mirada su brazo en tensión… no entendía porqué, pero a pesar de tenerlo a mi alrededor casi todo el día, había momentos que por alguna extraña razón me resultaba más atractivo que de costumbre…
Me sorprendí al ver la ventana arreglada, me dijo que Ephraim había pasado por casa de Sue con Sam y habían venido a terminar de arreglarla a media mañana.

Mientras cenábamos estuve algo ausente, no paraba de pensar en el día siguiente… él me miró entrecerrando los ojos y negué, volví a ausentarme y rió.
-¿Qué te preocupa ahora?
-No es nada… -Sonreí y comí, él alzó una ceja y suspiré-. Es que mañana vuelve Hanna, Susan está preocupada porque bueno… el día antes de que se fuera medio discutieron… y el viernes apenas hablaron. No sé si realmente estaba enfadada…
-¿Qué les pasó?
-Pues que Hanna quería que fuéramos todos al cine… pero Susan había hecho planes con Dylan y pareció que eso la molestó… -Me encogí un poco-. Me da miedo que se enfaden de verdad…
-Se les pasará… -Dijo sonriendo y carraspeó-. Aunque quizá… no estás preocupada sólo por eso… -Le miré confusa y él alzó una ceja-. ¿Cómo ha ido con Bryan?
-Bien… -Reí-. Normal, no sé… Susan cree que pasó algo, le hemos dicho que simplemente quedamos… no le hemos dicho que fuera una cita ni nada… es mejor así… -Me miró prudente y sonrió-. ¿Te resulta gracioso?
-Un poco… el viernes y el sábado decías todo lo contrario… -Rió negando y yo suspiré-. Pero bueno, si tú dices que al final no fue una cita… no fue una cita. Aunque después de eso, tendrás que explicarme exactamente qué es una cita para ti… -Alcé una ceja-. Vamos, mi definición de cita es parecida a lo que tú tuviste…
-Pero no hubo beso…
-¿Ni un intento de? –Me quedé boquiabierta y él alzó las cejas-. ¿Intentó besarte? –Me sonrojé y miré al plato-. ¿Y… qué?
-Le giré la cara…
-¡¿Le giraste la cara?! –Rió negando-. No puedo creerlo… eres increíble… -Le miré frustrada-. Cualquier chica de tu edad le hubiera besado… ¿Por qué no dejaste que te besara?
-Pues… -Parecía curioso, entrecerré mis ojos-. ¿Te interesa saberlo?
-Sí… -Alcé las cejas-. Pura curiosidad… pero si no quieres contestar, lo entiendo… es tu vida, tu intimidad… y no quiero inmiscuirme.
-Ya… -Reí-. Pues lo dicho, no pienso contestar a eso…

Retiré mis cosas de la mesa y él me siguió con la mirada, le dije que iba a hacer mis tareas… poco después se pasó por mi cuarto, me ayudó a curar mi herida, ya estaba mucho mejor… fue divertido, yo sujetaba los botes y él los abría… trabajo en equipo. Después se fue a dormir… y yo también. Pero no dormí tod
o lo bien que hubiera deseado…

La luz inundaba el salón, pero su brazo cálido no me molestaba. Dormía a mi lado, su otro brazo haciendo las veces de nuestra almohada, la fina sábana que solía tener apoyada en el sofá sobre mi cuerpo. Acaricié levemente su rostro con la punta de mis dedos, su respuesta fue automática, besando mi hombro y acariciándolo con su mejilla.
-Buenos días… -Susurré con cuidado y él me mostró la mejor de sus sonrisas sin abrir los ojos, mordí mis labios y suspiré al observar su bello rostro. Abrió los ojos y alzó las cejas-. Estás tan tierno cuando duermes… -Acaricié su pelo y él besó mi hombro despacio, acomodándose como si quisiera dormir allí de nuevo-. Es sorprendente… -Me miró curioso-. Me gustas de cualquier manera, Clearwater… eres perfecto…
-¿Tú crees? –Asentí ante su mirada curiosa-. Creía que ayer te habías enfadado por algo… aunque no recuerdo muy bien el porqué…
-Cierto… -Sonreí y él me miró confuso-. Estoy muy enfadada, no me dejaste dormir…
-¿No? –Se acercó y me besó despacio, subiendo su mano para acariciar mi cara pasando lentamente sobre la sábana que cubría mi pecho-. Yo no lo recuerdo exactamente así… pero si así lo crees, puedes hacer lo mismo cuando lo creas necesario… -Se ac
omodó pasando su antebrazo por encima de mi otro pecho y sonriendo-. Yo no me enfadaré…
-Lo sé… -Suspiré y él sonrió cerrando los ojos. Le miré y no me moví, hasta que al poco rato él abrió un ojo para mirarme divertido, seguro esperaba que yo le molestara-. ¿Estás cansado?
-Un poco… -Se acercó a mí y se acomodó-. Bastante…
-Entonces es mejor que descanses… -Me miró sorprendido, aunque recompuso el rostro rápido-. Esperaré a que despiertes… -Acaricié su rostro y le miré seria-. Pero no vuelvas a hacer lo de ayer… no me gusta que no me dejen dormir cuando estoy tan cansada… -Él sonrió, seguro que no lo había dicho tan seria como pretendía-. Conocerás mi ira… y para eso necesitas haber descansado mucho…
-Creo que no estoy tan cansado…
-Pues no es lo que has dicho hace un momento… -Negué torciendo el gesto-. Aunque no me preocupa lo cansado que estás ahora, sino cómo estarás después… -Él abrió su boca para decir algo pero puse mi dedo en sus labios, girándome y acercándome a él. Su mano se posó en mi espalda e intentó dirigirla a mi pecho, aunque desvié su trayectoria con mi brazo-. Ahora descansa…
-Estoy empezando a conocer lo cruel que puedes ser… -Susurró algo serio-. Vas a matarme…
-No… -Negué y le besé despacio-. Aún no es momento de que me vengue… cuando despiertes… -Sonreí y me tumbé boca arriba a su lado, apartándome un poco-. ¿No estabas tan cansado? Aprovecha ahora que puedes dormir… no lo harás en mucho tiempo…
-Cruel…

Me levanté de golpe al soñar de nuevo con sus caricias. Intenté calmar mi agitada respiración, acaricié mi frente y mi cuello perlados de sudor. Me tumbé intentando dormir, pero el despertador sonó antes de que pudiera volver a conciliar el sueño. Di media vuelta e intenté descansar un poco más, retrasé media hora el despertador… pero pronto Maila empezó a rascar mi puerta. Me levanté y abrí, ella olfateó mis pies y me siguió hasta la cama donde me pisoteó mientras yo volvía a tumbarme.
Escuché bajar a Seth, pero aún no me apetecía bajar a desayunar, sólo estaba cansada… sólo quería dormir y olvidarme de todo… pero evidentemente eso no iba a ser tan fácil. Me duché rápido para no llegar tarde y bajé con tiempo para desayunar tranquila… o eso esperaba.
-Buenos días…
-Hola… -Dije desplomándome en la silla-. ¿Hay café?
-Sí… -Puso una taza frente a mi cabeza y la palmeó-. Ya sabía yo que hoy ibas a necesitarla… -Rió con ganas y señaló la taza-. Lo he hecho bien cargadito… he imaginado que después de todo no serías capaz de volver a dormir… -Me sonrojé y él se sentó a mi lado sirviendo unas tostadas-. Anda que… no querer besar a Bryan y soñar así con él…
-No sueño con él…
-¿Ah, no? –Me miró de un modo que… supe que él lo sabía, eso me molestó y rodé los ojos indignada-. Gabriela dijo que te llevaría hoy… yo me iré con Nessie a ver a Carlisle, quizá hoy me quite la escayola…
-Bien… me alegro por ti.
-Por cómo lo dices y cómo me miras, no lo parece… -Alcé una ceja-. Creo que si el cuchillo con el que extiendes la mermelada tuviera punta me lo clavarías con ganas…
-Debería hacerlo, ¿sabes? Tú me apuñalaste con el marco de la puerta, sería lo justo… -Alcé una ceja y él frunció los labios-. Pero bueno, disfrutaré viendo cómo te desquicias por no poder entrar en fase… Carlisle dijo que tenías que estar dos semanas… aún te quedan diez días por lo menos…
-Gracias por tu apoyo… con amigas como tú… ¿Quién quiere vampiros?

Alcé las cejas y reímos… al menos dejamos el tema y no volvió a mencionar nada acerca de mis sueños. Gabriela no tardó mucho a llegar, durante el camino estuve haciéndole preguntas sobre Tara que ella contestaba de manera cuidadosa para no decirme más de la cuenta. Ambas sabíamos que yo tenía muy claro quién era Tara, pero ella sólo la relacionó con el grupo, nunca directamente conmigo.
Al llegar no pude evitar sonreír, Hanna hablaba animadamente con Susan y Dylan… así que como bien había dicho Seth, se les había pasado…

Gabriela estaba en la puerta de mi clase cuando salí, me dijo que Seth la había llamado y que iba a llevarme de vuelta a casa. Cuando llegué no había nadie… me preocupé ligeramente, Seth había pasado prácticamente todo el día con Carlisle… me puse a hacer tareas para distraerme. Maila empezó a ladrar un rato después, miré hacia la puerta al oír unas llaves… Sonreí al ver entrar a Seth aún con cabestrillo.
-¿Aún así? –Reí y él rodó los ojos-. ¿Qué te ha dicho…?
-Que tengo que ir moviéndolo pero poco a poco… un asco. Mañana tengo que volver a verle, ha dicho que si estoy todo el día sin apenas moverlo, quizá mañana ya me quite la venda…
-Pues ya sabes… -Sonreí-. A estar bien quietecito…

Asintió suspirando y se desplomó en el sofá, Maila se tumbó sobre él rápidamente… sonreí al verlos y seguí con mis tareas. Llamaron al teléfono poco después, por lo que escuché planeaba una cena para el día siguiente en casa… cuando colgó me miró y sonrió.
-Mañana vendrán unos amigos a cenar… seguramente Kim y mi hermana se pasen antes de que llegues tú… -Se encogió de hombros-. ¿Tendrás muchas tareas mañana?
-No lo sé… puede. ¿Por?
-Pues… porque es el cumpleaños de Josh… Cora, Yeray y Ephraim quieren darle una cena… y en casa de Emily no caben todos… y sus padres no entenderían qué pinta tanta gente en su casa… posiblemente la cena se alargue un poco y estando todos por aquí… -Suspiró-. Lo siento, no he pensado en que igual te molestábamos…
-No pasa nada, lo soportaré… -Sonreí-. Hablando de cenas… ¿Tienes hambre?
-Mucha…

Sonrió y se levantó, le ayudé a hacer la cena y nada más terminar me fui a dormir… estaba demasiado cansada.
Gabriela pasó a buscarme de nuevo al día siguiente, los chicos ya hablaban sobre qué película ir a ver… también plantearon ir el sábado de compras navideñas, sólo quedaban tres semanas para las vacaciones… eso me recordó que tenía que hablar más a fondo con Seth sobre tradiciones navideñas.

Al llegar a casa Leah y Kim ya estaban allí. Intenté ayudarlas en lo que pude dejando mis tareas de lado, no me apetecía nada estar estudiando mientras ellas preparaban una fiesta. Kim hizo una mueca recordando que se había dejado su regalo, Leah se mofó de ella con ganas.
-Mira que dejarte el regalo…
-Bueno, ¿Te encargas tú de lo demás? –Leah asintió-. Tenía que ir de todos modos a recoger a Jared y a Jonás… -Se encogió de hombros-. Vuelvo en un momento…
-Tranquila… -Leah suspiró y rodó los ojos cuando se fue-. Vaya cabeza tiene, ¿eh? –Sonreí asintiendo… hice una mueca-. No te ofendas… es…
-Lo sé… -Sonreí, colocó un cartel y me fijé en su muñeca… algo captó mi atención-. Puedo… -Mordí mi labio y la miré-. ¿Puedo preguntarte algo? –Ella frunció sus labios-. Es que… me da la impresión de que se han hecho muchas fiestas aquí…
-Más de una… sí… -Sonrió-. Hoy tampoco creo que se desmadre demasiado, pero… -Se encogió de hombros-. No creo que acabe antes de la una…

-¿De la una? –Asintió sonriendo-. Vale, será mejor que me tome un café… -Suspiré-. ¿Quieres uno? –Asintió y me ayudó, nos sentamos en el sofá y me miró atenta-. La verdad…
-Es que esa no era la pregunta, ¿cierto?
-No… -Sonreí y cogí su muñeca, llevaba dos pulseras-. Creo que tengo una igual que esta… ¿Me la regalaste tú?
-En realidad… -Se acomodó y sonrió-. Te regalé las dos, era algo simbólico y tú quisiste que yo tuviera una de ellas… -Señaló la otra-. Esta me la diste tú… te gustaron unos pendientes que Kim llevaba una noche, te hice unos iguales y a cambio me ofreciste esta pulsera…
-Vaya… eso… suena bien.
-Anda… ¡ven aquí! –Me abrazó riendo, me pilló por sorpresa y cuando se separó acarició mi mejilla-. Sigo viendo lo mismo en ti… eres la mejor persona que… -Suspiró y sonrió-. Me alegra mucho que sigas por aquí, en serio.
-Gracias…
-Vamos, tenemos que tener todo listo para cuando vengan… ¿Me ayudas a preparar el picoteo? He comprado un montón de cosas…

Preparamos dos montañas enormes de sándwich variados, llenamos media docena de platos con montañas de patatas fritas, ganchitos… poco después llegaron Emily, Ephraim y Sam, iban cargados con bandejas llenas de scones. Me sorprendió ver toda esa comida, pero escuché que Ephraim enumeraba a todos los amigos de Josh que iban a venir… me fijé disimuladamente en cómo Leah sonreía ampliamente, le escuchaba muy atenta.
Escuchamos mucho ruido fuera, cuando nos asomamos Seth y Jake descargaban un coche con la grúa, Ephraim reía y palmeaba hablando con los chicos, parecía realmente impresionado con los cambios. Al parecer era el viejo Chevrolet Vega de sus padres y habían decidido reformárselo.

Cuando Cora y Yeray llegaron estuvi
eron comentando lo bien que había quedado el coche, la ilusión que le iba a hacer la fiesta y las ganas que tenían de ver la cara de bobo que ponía al ver el coche. Poco después vino Nessie con Claire, Cora fue corriendo hacia ellas para ayudarlas a cargar una caja enorme, me entró curiosidad pero algo me distrajo más. Un grito desde el coche de Rachel.
Yeray salió disparado hacia el coche como si algo grave hubiera pasado, me asusté hasta que vi a los dos hermanos gritar de emoción… Rachel sonreía y Paul tenía una mueca más de disgusto.
Apenas pasó media hora, varios amigos de los chicos vinieron a casa y Seth empezó a meter a todos en la misma sala. Vera llegó poco después con Josh, todos gritamos feliz cumpleaños cuando traspasaron la puerta.
El chico reía emocionado, Vera cogió en brazos a William y el niño no paraba de reír, Wendy aporreaba la cabeza de Yeray haciendo que Jake y Paul no parasen de reír con la pequeña, que parecía darle más y más fuerte al chico que apenas se quejaba. Una sensación extraña llenó mi pecho, Seth empezó a reír y ayudó a Wendy a formar un extraño ritmo con la cabeza del chico que empezó a mirar muy mal a Seth. La fiesta fue divertida, la música no paraba de sonar de fondo mezclada con risas y con felicitaciones, muchos amigos de Josh le entregaron sus regalos hasta que Cora, Ephraim y Yeray se plantaron frente a él riendo.
-Vas a tener que hacer un sacrificio por tu mejor regalo de cumpleaños… -Cora sonrió sujetando a Jonás que parecía querer pegar a Josh-. ¿No quieres verlo?
-De hecho… -Jake suspiró-. Deberás hacer dos, uno para verlo… y otro para usarlo. Te prometo que nosotros no tenemos nada que ver con el primero…
-¡Ha sido idea de Cora! –Dijo Ephraim riendo-. Está tan loca por ti que quería hacértelo pasar mal mientras ella disfruta de las vistas…
-No seas idiota… -Cora suspiró-. Para poder ver tu regalo… tienes que salir al jardín en calzoncillos…
-Señor… -El chico empezó a quitarse los pantalones-. Más vale que merezca la pena, como me hagáis pasar frío para nada…

Me quedé bastante sorprendida. Creo que de hecho me sonrojé, como la mitad de las chicas de su clase… no era para menos. Ver como un chico así se quedaba en calzoncillos delante de todo el mundo como si nada… realmente cada vez me sorprendía más la diferencia de lo que ellos consideraban normal y lo que me enseñaban como normal para el resto del mundo.
Todos salimos en tropel al jardín, rodeamos la casa hasta donde habían dejado el coche tapado por una enorme tela, Cora y Yeray fueron los encargados de quitarla. El chico abrió su boca hasta el suelo, sus ojos parecían desorbitados… Seth rió palmeando su espalda y dándole un albornoz azul…
-No vaya a ser que te enfríes… o alguien se ponga malo… -Murmuró en un susurro apenas perceptible-. ¿No dices nada?
-Pues… -El chico rió poniéndose el albornoz-. Es una pasada… -Corrió hacia él y examinó el interior con cuidado, todos intentaban verlo a la vez y era imposible. Cuando salió de allí miró a sus amigos, se acercó a Cora-. Esto ha sido cosa tuya, eh…
-Solo di la idea… el resto del trabajo ha sido de los chicos, ya sabes que yo apenas entiendo un poco de todas estas cosas… -Pareció sonrojarse-. No me mires así, veo tus intenciones.

-Ya… -Rió y se abrió el albornoz-. ¿Es lo que querías ver? ¡Venga, toca! ¡Que te lo has ganado! –Ella rodó los ojos alejándose un poco, Josh la abrazó cubriéndola con el albornoz-. ¡He dicho toca, pero no tanto! –Dijo entre risas mientras ella le pegaba-. ¡No te aproveches!
-¡Más quisieras que me aprovechara…! –Dijo ella riendo y abrazándolo-. ¿Te gusta, entonces?
-Por supuesto… -Besó fuertemente su mejilla sonriendo-. Ya tengo el coche, ahora sólo falta lo otro… ¿También me lo vas a regalar?
-Ya veremos… -Cora sonrió-. De momento… no te quejes, ya he hecho más por ti de lo que tú has hecho por mí…

Me sorprendió cómo el resto rieron… los chicos de la manada. Imaginé que sería una broma secreta entre ellos… o no tan secreta. Pensé que hacían muy buena pareja, realmente me daban cierta envidia… pero después de aquello no vi a Cora acercarse más a él, imaginé que quería darle su espacio y por eso se mantenía al lado de Leah y Vera.
Pero no fue lo único que llamó mi atención, poco después surgieron las dudas en mi cabeza. Josh no sólo se comportaba tan cercano con Cora, también parecía bromear mucho con Vera… e incluso lo hizo también en alguna ocasión conmigo. Pero no era el único, Yeray estaba pendiente de nosotras tres en todo momento, especialmente de mí y de Cora… Ephraim estaba mucho más hablador que de costumbre, parecía interesado en que Cora y yo estrechásemos lazos, algo que agradecí. Era algo distinto, habían sido una parte oculta de la manada para mí, algo que no llegaba a comprender ya que al igual que Claire y Vera, eran mucho más cercanos a mí por edad que el resto. Aunque no por mi edad real, claro.

De cualquier modo fue agradable descubrirles, Yeray era un experto en películas de ciencia ficción, hablaba por los codos y era algo más serio que Josh. Cora era algo más reservada, pero muy alegre y divertida, parecía sentirse mucho más a gusto con la manada que con el resto de chicas, parecía realmente unida a Vera. Josh por el contrario era el más extrovertido, bromeaba con todo el mundo, se reía de cualquier mínimo detalle… y al contrario que Yeray no paraba de hablar con las chicas de su clase, parecía realmente confiado… no paraba de bromear con Seth y con Sean.
Se empezaba a hacer tarde, eran casi las doce y nadie parecía querer irse. Hacía demasiado calor en la casa para mi gusto, así que me decidí a salir al jardín… no tardé a tener frío.
-Vas a congelarte ahí… -Dijo Seth cubriéndome con una manta-. Siento el jaleo, no creo que tarden mucho más a irse, ellos también tienen clase mañana…
-Tranquilo, sólo tenía un poco de calor ahí dentro… -Sonreí-. Necesitaba respirar, creo que me agobia ver tanta gente en casa… -Reí con él-. Siempre han sido así las fiestas en tu casa, ¿verdad?
-Bueno… -Lo pensó sonriendo-. Sí, aunque hasta altas horas… la gente no solía irse hasta que amanecía… y tú siempre te quedabas de las últimas conmigo…
-Debe ser que me estoy haciendo vieja… -Reí con él-. Y tú también, eh… tienes cara de cansancio… ¿Estás bien?
-Sí… -Bostezó levemente y se estiró-. Sólo tengo un poco de sueño… me duele un poco el brazo y me he tomado un calmante… eso da más sueño…
-Un café te despejaría más, pero… -Dijo Nessie tendiéndole una coca-cola y sentándose a nuestro lado-. Josh cree que es una fiesta genial, como todos… debes estar orgulloso.
-Él no ha hecho nada… -Leah se sentó a mi lado pasando su brazo por mis hombros-. Hemos sido nosotras, ¿sabes? –Seth rodó los ojos y Nessie rió-. Así que bueno, deberíamos disfrutar de la fiesta ya que nos la hemos currado…
-Además, va a acabar en un rato… -Dijo Nessie levantándose de un salto-. No desaprovechemos una noche como esta…

Nessie tuvo razón, la fiesta apenas duró una hora más, los últimos en irse fueron los más jóvenes de la manada, los cuales no pararon de agradecer a Seth el haberles prestado la casa, la cual quedó en condiciones pésimas. Seth parecía realmente cansado… y yo estaba igual de cansada, y, aunque apenas sentía sueño, nos fuimos a dormir.
No tardé en escuchar unos profundos ronquidos de Seth, me entraron ganas de reír e ir a despertarle, pero me parecía cruel no dejarle dormir porque yo tampoco pudiera. Poco después pude escuchar cómo una tremenda tromba de agua caía, me giré y en el reloj marcaban las dos y media… y seguía sin poder dormir. Abrí la puerta con cuidado y bajé al desastroso salón, suspiré y me dirigí a la sala para coger el portátil de Seth, lo subí a mi cuarto. Lo puse en la silla y la acerqué a mi cama. Al encenderlo sonreí, había una foto de nosotros tres en el fondo de pantalla, él, Maila y yo. Había una carpeta aislada de las demás, en la esquina inferior derecha, “Lo mejor de mi vida”. Sonreí y la intenté abrir, pero al parecer era una carpeta con contraseña. Hice un mohín y suspiré al notar que sus ronquidos apenas eran audibles ahora. Mejor dejarlo para otro día y hacer lo que tenía planeado desde un principio.

Busqué en la carpeta de las películas, había cientos… pero hubo un título que llamó mi atención de manera casi automática. Nunca me han besado. Como a mí… sentí curiosidad y me puse a verla. Me acomodé en la cama y me reí ligeramente con alguna escena. Me reí un montón en la escena de la fiesta, me acomodé de nuevo después de la panzada de reír. Me asusté cuando llamaron a la puerta, Seth alzó una ceja sonriendo.
-¿Qué estás haciendo?
-Ver una peli… -Alzó las cejas y me miró raro, hice una mueca de disculpa-. Siento haberte despertado, es que no podía dormir…
-Ya… -Suspiró-. ¿No estabas cansada?
-Sí… pero no tengo sueño. Sólo… cansancio. Debe ser por el café que me he tomado con tu hermana… o no sé. Pero el caso es… que no puedo dormir y he pensado que viendo alguna película me dormiría y me distraería de tus ronquidos y de la lluvia…
-Ya, claro… ahora no puedes dormir por mi culpa, si ya sabía yo que me tenía que quedar en mi cama, no debería haberme molestado…
-No sólo eran tus ronquidos, también la lluvia…
-Sí, gracias. Eso me consuela mucho más –Rodó lo ojos-. Bueno, arrópate y duérmete pronto, mañana tienes clase… yo voy a intentar dormir… ya que me ha despertado la risa de alguien…
-Bueno, entonces supongo que si ahora mi risa no te deja dormir, estamos empatados… -Reí-. ¿Ya no tienes sueño?
-Pues no… seguro que voy a quedarme el resto de la noche sin dormir por tu culpa… y la de una película verdaderamente horrible.
-Oye, que no es tan mala… está bien… -Él rodó los ojos y sonreí-. Ven a verla conmigo, ya verás como al final te acaba gustando… -Alzó una ceja-. ¡Vale! Si no te gusta seguro que te duermes…
-Sí, seguro que es más efectivo que un calmante… -Rió y se acercó-. Anda, hazme un sitio –Me hice a un lado y él me abrazó. Di un respingo al escuchar un trueno y rió-. Ahora sé porqué me has convencido… tenías miedo de la tormenta.
-¡Qué va! Te has quedado porque has querido…
-Eso es porque he notado que estabas nerviosa y tenías miedo… y como mi naturaleza es protegerte… me he visto obligado a quedarme.
-¿Tu naturaleza es protegerme? ¿No se supone que sólo nos protegéis de… vampiros?
-Bueno… eso… es relativo –Se acomodó abrazándome más, pero me miró sonriente-. Eso sí, no quiero ser una molestia. Si no tienes miedo… puedo irme a mi cama. No me importa.
-No, está bien… -Él sonrió apoyándose en la almohada, me giré levemente y alcé una ceja-. Que conste que no me da miedo la tormenta… simplemente, estoy más cómoda
aquí contigo.
-Ya, claro… la calidez, ¿no?
-Bueno… tú mismo has dicho que lo de proteger es tu naturaleza… y que es relativo. Y por naturaleza eres cálido. Quizá simplemente has venido para protegerme del posible frío… aunque no lo tuviera... –Pareció mirarme como si fuera a reírse tiernamente de mí, daba pena…-. Bueno, que da igual. Que no me importa si te quieres marchar, haz lo que quieras…
-No, prefiero quedarme… eres mucho más divertida que mirar al techo… -Rió y le miré mal, él hizo un gesto hacia la tele-. Anda, no te enfades que es broma… -Besó mi hombro y suspiró acomodándose de nuevo en la almohada-. Vas a perderte la película…