Capítulo XLII: P.D.: Demasiado.

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Holaaaaa, siento no haberlo puesto esta mañana Gibu pero es que  anoche llegue tarde... y luego me a tocado ir a comprar... en fin que no e podido...
Nuestra autora sigue de vacaciones, me dijo que la despidiera pues esta incomunicada... es lo que tienen los pueblos XD
Espero disfrutéis del capitulo, acordaros de darle a las reacciones al final del capitulo :D y bueno ya sabeis se agradecen los comentarios :) Bueno me despido hasta la ¡¡¡¡¡¡proxima!!!!!!


Pasaron tres días más, tres días en los que pude disfrutar de Seth, de mis amigos, de Collin y Brady… incluso de Leah y sus mofas hacia los chicos. El último día Nessie parecía más animada, aunque a la noche salió a la playa algo ausente. Leah y yo intercambiamos una mirada y dejamos a los chicos que estaban preparando una timba de póker.
Nos sentamos a su lado y nos contó el último recuerdo que tenía con Jake en esa casa, el baño, la botella con arena y agua de mar… hice una mueca al pensar cómo estaría yo en su situación.
-Lo siento… no debí haberlo contado…
-No, es bueno… necesitas compartir esas cosas, sentir que ha sido real, lo entiendo… -Leah tomó su mano-. Fue una de las razones por las que mi hermano me convenció. Me hizo pensar en qué pasaría si después de todo lo que hemos vivido alguien nos dijera que todo debe desaparecer, que no hay metamorfos, ni imprimaciones que te colman de amor… creo que te mereces ver que lo que sentiste es real, que todo el amor que él te dio existió y que nosotros sabíamos lo mucho que él te quería… Y que tú debes saber lo mucho que te queremos…
-No llores más, por favor… -La abracé al ver sus lágrimas salir-.
-Lo siento… no puedo evitarlo…
-Es entendible… espero que pronto podamos reír de nuevo, aunque no le olvidemos.

Entramos en casa y me senté con los chicos mientras Leah y Ness se iban a dormir. Me abracé a las espaldas de Seth y Collin no paraba de mirarme a mí, esperando que le dijera algo. Besé en la mejilla a Seth e intenté mirar sus cartas, pero él las tapó escondiéndolas en su pecho y giró la cara, dándome un beso en los labios.
-No va a colar, sé que Collin espera que le soples y tú vas a hacerlo… -Negué fingiendo sorpresa-. Ya… -Me fijé en que Brady miraba de reojo las cartas mientras Seth me miraba a mí-. ¿Serías capaz de traicionarme por él?
-Pues… -Hice una mueca-. Es más gracioso cuando duerme…

Collin empezó a reír y Seth dejó sus cartas boca abajo en la mesa, tomando mi cintura y haciéndome cosquillas, hasta que de repente paró y todos se miraron preocupados.
-¿Qué ha sido eso?
-¿Un mini terremoto?
-Estamos en California… ¿es normal, no?
-Seguro que ha sido alguno de los eructos silenciosos de Brady… -Collin empezó a reír-. Al menos espero que sea eso… porque si ha salido por otro sitio tendremos que salir por patas para no morir intoxicados… -Brady le lanzó una ficha a la cabeza-. No sé cómo no te ahogas tú solo…
-Sí, menos bromitas y vamos a ver quien es el que tiene que fregar todos los platos en bolas…

Me sorprendí, no sabía muy bien qué se apostaban, pero al saberlo ayudé a que Collin ganara para que Seth perdiera. Todos empezaron a reír y él me miró de reojo, podía notar en su mirada que él sabía que había hecho trampas… pero tiré de su camiseta y se la quité mientras los chicos vitoreaban ante la escena, ya que me atrapó con la camiseta y me besó.
-Vale, venga… ha sido una apuesta estúpida, mejor nos vamos, no queremos ver más de esto… -Brady señaló con cara de asco el torso de Seth y él le sacudió con la camiseta-. Pasarlo bien, parejita…
-Pues yo si que quiero ver cómo lava los platos en bolas… -Collin le mandó besitos a Seth mientras se levantaba-. Espero que me lo hagas cuando lleguemos a tu casa, preciosa…
-Ya verás lo que te haré, mi reina… -Seth le guiñó un ojo mientras todos reían y subían por las escaleras. Les miré riendo y pronto noté sus ojos clavados en mí-. Estás preciosa cuando sonríes así… ¿Te lo había dicho alguna vez?
-Creo que no… -Negué con una mueca y le besé-. Tú estarías genial lavando los platos sin ropa… no lo había pensado nunca pero ahora… -Seth rodó los ojos-. En serio…
-Ya… -Negó y bajó la mirada por un momento-. Voy a darme un baño, necesito alejarme de ti si no quieres que la tierra vuelva a temblar…

Me besó mientras se levantaba y palmeó mi trasero al alejarse… negué mientras sonreía al verle salir guiñándome un ojo con mirada pícara. Abrió la puerta y se giró de nuevo, lanzándome ahora sus pantalones… reí y salí corriendo, era una provocación en toda regla.
Sus brazos me cogieron cuando traspasé la puerta e impactamos contra la pared riendo, mientras sus manos se posaban en la curva de mi espalda y me besaba despacio.
-¿Sabes cuántos días hace que no te hago el amor?
-Pues… -Lo pensé mientras él besaba mi cuello-. No tantos…
-¿No tantos? –Me miró sorprendido y se alejó un poco-. Vaya, yo pensé que era demasiado tiempo… -Hizo una mueca y se encogió de hombros-. Pues nada, iré a darme un baño y te dejaré dormir… -Besó mi frente-. Ahora subo…
-¿En serio vas a darte un baño y me vas a dejar sola? –Él hizo una mueca de disgusto y cogió mi mano llevándola a mi cara… estaba cálida, pero cuando llevó mi mano a su torso… ardía-. ¡Vaya!
-Sí… ¡vaya! –Rió y negó-. No tengo remedio, qué le voy a hacer… -Me besó de nuevo levemente-. Vale, me voy o no respondo de mis actos… -Reí y me aferré a su cuello, le besé y me elevó por los aires por unos segundos para dejarme después en el suelo-. Darlene…
-Vale… -Reí-. Te espero arriba… -Alcé una ceja y él cogió aire mirándome mal al ladear su cabeza, resoplando después-. ¿Qué? Si prefieres te digo te espero en la cama… -Él rodó los ojos-. Pero puedo decirte otras cosas, si quieres…
-¿Si?
-Sí… -contesté en el mismo tono juguetón y él echó la cabeza hacia atrás resoplando y me miró mal-. Oye, que no soy yo la que está medio desnuda… -Él alzó una ceja-. Así que me voy, te dejo que te des un baño en el mar mientras yo subo a darme una ducha… -Cerró los ojos y suspiró, por lo que me acerqué a su oído-. Luego escogeré un pijama corto, muy corto, y esperaré impaciente a que vengas a dormir conmigo… -Resopló de nuevo y reí al notar el calor impactando en mi cuello-. Pásalo bien…

Besé su mandíbula con cuidado y él volvió a resoplar, era divertido verle así, me hacía sentir de un modo extraño, feliz… podía hacer con él lo que quisiera… aunque lo malo era que ni yo podía controlarme.
Entré en casa y subí corriendo las escaleras, mirando por la ventana. Él seguía parado donde le había dejado, permaneció así por un momento hasta que puso las manos en su frente negando, como si estuviera aturdido. Empezó a correr y entró en fase en un salto, entrando en el agua… mordí mi labio y cogí una toalla de mi maleta, bajando corriendo las escaleras de nuevo y quitando mi vestido cuando traspasaba la puerta. Tiré la toalla a medio camino y corrí hacia el agua sin ver absolutamente nada. Estaba fría, más bien helada. Empecé a adentrarme más sin conseguir verle, el agua me llegaba ya por el pecho cuando noté unas manos aferrarme por las piernas. Grité pero pronto estuve dentro del agua, me besó de un modo irracional haciendo que mi espalda impactara con la arena, sacándome justo cuando me quedaba sin aire.
-¡Idiota! ¡Casi me ahogo!
-Y a mí casi me da un infarto cuando te has quitado el vestido y has tirado la toalla de esa manera tan sexy… -Me besó apasionadamente-. Estamos en paz…
-No… -Salté levemente y me encaramé a él-. ¿Cuánto tiempo es demasiado para ti? –Me miró confuso-. Has dicho que para ti era demasiado… quiero saber exactamente cuánto tiempo es demasiado…
-Pues… -Sonrió pícaramente-. Un segundo sin que tú estés a mi lado me parece un completo desperdicio…
-Ya… pero no te estoy preguntando eso… -Alcé una ceja y él rió-. ¿Cuánto?
-Repito… cada segundo sin ti es un desperdicio… -Alzó una ceja dejándome algo noqueada. Noté mi sonrojo y él empezó a reír besándome en la mejilla, como si estuviera consolando a una niña sorprendida-. Jamás serías capaz de comprender lo que siento cada vez que te miro…
-¿Siempre, siempre?
-No, no siempre… -Le miré curiosa-. Cuando estás preocupada, o no sé… cuando sé que no es momento no me pasa… pero el resto del tiempo…
-¡Guau! –Reí sorprendida y él rió mordiéndose el labio asintiendo-. Me sorprende, Señor Clearwater…
-¿Cuánto sería demasiado para ti? –Hice una mueca y él rió-. Sólo es curiosidad…
-Pues… no sé.
-Vale, olvida que he sido un capullo estos últimos meses… no sé…
-Creo que es por la costumbre… es decir, cuando estoy contigo en casa… unas horas o medio día es demasiado… pero cuando estoy lejos, no sé… es difícil de precisar…
-¿Difícil de precisar? –Rió y me besó-. Vale… reprimiré mis ganas y comprobaremos cuanto es demasiado… -Se alejó levemente pero me quejé-. ¿Qué?
-Habrá que poner un punto de partida, ¿no?

Hizo una mueca meditando y rió al besarme y sumergirme bajo el agua. Fue mejor incluso que la primera vez, era un reencuentro… algo extraño y mágico. El agua, la luz de la luna, su mirada donde sólo podía ver al Seth que amaba, la confianza que emanaba al acariciarme…

Permanecimos abrazados en el agua, él me acunaba y me regalaba besos hasta donde sus labios llegaban. No había un milímetro de mi piel, desde el hombro a mi cuello, que no hubiera disfrutado del roce de sus labios, ni un milímetro en mi espalda que no hubiera notado las caricias de sus manos.
-¿Tienes frío? Estás temblando…
-No… -Me abracé más a él-. No es por eso…
-Vale… -Rió y besó mi frente, acunándome ahora como si fuera una niña desconsolada-.

No me enteré de nada, sólo me di cuenta de que me sacaba cargando conmigo, me espabilé un poco cuando se agachó cargando conmigo para coger la toalla y cubrirme con ella.
-Te van a ver el trasero… -Dije con voz rara riendo con él-. ¿Ya es de día?
-Casi… está empezando a amanecer…
-¿Hemos estado tanto rato en el agua? –Asintió-. Debo estar arrugadísima…
-Un poco… -Rió y besó mi frente-. Pero no querías salir… y como no tenías frío y parecías dormir tan a gusto… no quería estropeártelo… lo malo es que no estamos solos y ya empieza a amanecer, sería demasiado si nos vieran a estas horas así, ¿no crees?
-Sí… -Reí-. Demasiado… -Rió conmigo y me cargó mejor-. Espera… -Señalé mi vestido y él se agachó de nuevo a recogerlo, lo cogí y lo sujeté tapando su trasero, por lo que me miró raro-. ¿Qué? No quiero compartirlo…
-Ya… -Rió y besó mi frente-. Mejor tápalo, no vaya a ser que Collin se despierte y tengamos que correr… -Reí pero él olfateó haciendo una mueca-. Mierda…

Corrió y me llevó en diez segundos a la habitación, dejándome en la cama y saliendo corriendo de nuevo mientras se ponía unas bermudas. Salí a la puerta pero me indicó que me metiera de nuevo mientras llamaba a la habitación de Collin y Brady y a la de Nessie. Intenté escuchar pero no alcancé a oír nada. Me asomé por la ventana al ver que salían a la playa, Seth en cabeza con Leah, Collin y Brady siguiéndole. Me sorprendí muchísimo al ver a Sam en cabeza cargando con Ephraim y de la mano de Emily. Detrás Paul y Embry con las gemelas y los bebés, seguido de Quil que cargaba con Claire y Jared, que abrazaba a Kim.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, ¿y si venían por Nessie? Abrí la ventana intentando escuchar, aunque no pude oír nada, sólo vi cómo todos miraban en mi dirección. Sam hizo un gesto hablando y Seth asintió. Ephraim gimoteó y llamaba a Leah, la cual parecía dudar hasta que Sam dejó al pequeño en el suelo, que corrió a los brazos de mi cuñada. Volvió hablar y Brady corrió para abrazarse con Sam, seguido de Collin. Emily se acercó a Seth y se abrazaron… era buena señal. Metí la cabeza de nuevo a la habitación y dejé caer la toalla, cogiendo el vestido y poniéndomelo encima, bajando para abrazar a mis amigos.

Entraron y pronto las chicas se pusieron a cocinar. Claire subió las escaleras corriendo cargando con una almohada y bajó con una enorme sonrisa, saltando y cayendo en los brazos de Quil, que le dio un beso tierno en la mejilla, dejándola de nuevo en el suelo mientras la pequeña corría ahora hacia la playa.
Sonreí y me asomé para ver a los pequeños corretear por la playa. Seth me abrazó por la espalda viendo corretear a los chicos tras los pequeños. Me miró confuso y acarició mis caderas, haciéndome sonrojar mientras él alzaba las cejas.
-Era urgente que bajara… -Hice una mueca-. Si me sueltas, volveré en un momento…
-Si te suelto… -Hizo un sonido mientras lo pensaba-. ¿Y si te acompaño?
-Creo que podré hacerlo solita… gracias.

Me miró divertido y me alejé subiendo rápido las escaleras. Abrí mi maleta y cogí un conjunto de ropa interior y unas bermudas muy cortas en color blanco, con una camiseta rosa de tirantes anchos. Me metí al baño y me quité el vestido, entrando a la ducha con una sonrisa al recordar la sorpresa que se había llevado Seth… aunque también recordé que había entrado al agua con algo de ropa y que era muy posible que no volviera a encontrar esas dos prendas jamás. Una pena…

Bajé y me fijé en que Kevin y Ryan se llevaban hacia la playa a Seth, les seguí intentando escucharles, aunque posiblemente Seth podría oírme… o quizá ya no.
-¿Leah es tu hermana, no? –Preguntó Ryan y Seth asintió riendo-. No, no me interesa, sabes que yo estoy con Wanda… pero es que yo no tengo hermanas, no de sangre…
-Yo tampoco tengo hermanas de sangre, pero he crecido con Darlene, la conozco desde que nací… ¿Ves por dónde voy?
-¿Me estáis intentando amenazar?
-Pues… -Kevin hizo una mueca-. No amenazar…
-Sólo… queremos que te pongas en nuestra situación… si un chico hiciera daño a tu hermana…
-Ella misma le arrancaría la cabeza… -Rió-. Y yo os la arrancaría a vosotros por amenazarme ahora mismo… -Ambos se tensaron y él rió-. No, no lo haría jamás… -Suspiró-. Sólo puedo daros las gracias… me alegra saber que estáis dispuestos a amenazarme porque no me he comportado últimamente como debería haberlo hecho…
-Es comprensible… -Ryan hizo una mueca-. No es fácil pasar por algo así, pero ella no tiene la culpa y también nosotros perdimos a nuestros amigos hace poco…
-Pero aún con todo… -Kevin bufó-. Piensa dos veces antes de decirle las cosas, ella es fuerte, pero parece que no lo es tanto cuando se trata de ti… una mala palabra que pueda decirle yo no le afecta ni una octava parte de lo que pasaría si se la dijeras tú…
-Vaya… -Los tres se volvieron, Kevin y Ryan asombrado y Seth sonriendo-. Parece que me han salido dos nuevos guardaespaldas…
-Yo… -Kevin se rascó la cabeza-. Sabes que no quiero meterme pero…
-No intentes arreglarlo… -Kevin hizo una mueca ante mi gesto serio mientras Ryan parecía relajarse, así que sonreí-. Si no os conociera… me enfadaría un montón… pero sólo puedo sorprenderme… no creí que yo os importara tanto…
-¿Cómo no vas a importarnos? –Kevin rodó los ojos y pasó un brazo por mis hombros-. ¿Es que acaso no te lo he demostrado suficiente? Si no fuera porque Seth me pegaría… te daría un morreo ahora mismo… -Alcé una ceja-. Si Cassy me dejara algún día, sería capaz de pegarme con Seth para salir contigo…
-Ya… -Reí-. Segurísimo… -Le empujé riendo-. Si no fuera porque sé que eres un payaso... hasta me lo creería…
-Aún recuerdo cuando todos se pensaban que erais novios en el colegio… -Ryan rió-. Hasta yo estuve a punto de creerlo…
-Es que estábamos predestinados…
-No… -Seth alzó una ceja y nos miró de modo casi automático-. Ella está hecha para mí… -Sonreí y me guiñó un ojo-. Así que ya sabes que tienes un gran competidor si Cassy te deja…
-Que es lo más probable… -Ryan rió-. Pobre chica, aún no sé cómo no se ha dado cuenta del personaje que tiene por novio…
-¡Eh! ¡Que se supone que somos amigos!

Empezamos a reír pero Seth cambió su gesto. Nessie salió algo seria y la miré preocupada, intentó sonreír y se sentó al lado de Ryan, mirando el horizonte.

Los días pasaron rápido, la llegada a Monroe fue extraña, mis padres se sorprendieron al ver a Seth, no había venido a Monroe en meses… pero mi padre le miró de un modo raro cuando me vio de nuevo bien con él.
Llegó el día 17 de Abril, tenía pensado ir a La Push, pero Seth me dijo que no debía ir, que tenía mucho trabajo y no iba a poder atenderme, que lo celebraríamos al siguiente fin de semana. No sonaba muy convencido así que sospeché algo, pero tampoco quise hacerme demasiadas ilusiones por si era cierto lo que me había dicho.
Esperé a que diera la media noche cuando estaba en la cama, quería llamarle justo cuando fueran las doce y así lo hice. Se disculpó de nuevo y hablamos por media hora, cuando yo empecé a bostezar y él me pidió como regalo que me durmiera de una vez. Reí e hice caso, pero mis sueños me traicionaron y me llevaron a una habitación lejana, a una cama más cómoda y cálida… habían pasado dos semanas desde aquel encuentro en el mar… y mi mente ya empezaba a notarse algo trastornada.

Me revolví en mi cama suspirando por poder despertar junto a él, quería decirle que ya era demasiado… abracé la almohada deseando que fuera él y suspiré, notando cosquillas en mi nariz. Moví mi cara y seguí notándolo.
Abrí los ojos y encontré un caza sueños sobre mi cabeza, riendo al ver que lo había colgado del cabecero de manera que diera en mi cara si me movía. Me encantó, era de color azul con los hilos de color marrón y las plumas blancas y negras.
Me fijé en que había una nota colgando de uno de los hilos y deshice el nudo con cuidado para conseguir leer la nota. Desplegué el papel y reí al ver un dibujo de una carita hecha con algo de picaresca.
Tus mejores sueños te alcancen y la alegría te roce como las plumas, te den la misma sensación placentera y que en los hilos se enreden tus peores sueños, dejándolos atrapados y alejados de tu descanso. Felices sueños…
PD: Me encanta verte dormir…

Por mucho que dijera, tenía que ir a verle, me daba igual pegarme un viaje de cuatro horas si podía estar con él diez minutos… Me levanté de golpe y abrí el armario, encontrando un vestido precioso, del que colgaba otra nota.
No creo que sean iguales, no serán los mismos… posiblemente no tenga el mismo gusto que Alice eligiendo… pero para el próximo prometo pedirle consejo… espero que te guste.
PD: ¿Ibas a coger tu coche? Espero que no… :S

¿Mi coche? Bajé corriendo las escaleras encontrándome con mis padres desayunando en la cocina, los cuales me llamaron la atención y me obligaron a sentarme a desayunar con ellos. Mi tía llamó mientras yo me sentaba y les invitó a una comida en Seattle en el local de Michael, me miraron esperando a que yo dijera que iba, pero negué.
Tuve que esperar a terminar de desayunar y a que mi madre dejara de mirarme raro para poder encontrar una escusa para salir a mi coche… dije que no encontraba el móvil y que tenía que salir…
Abrí la puerta del coche y encontré un ramo de rosas rojas combinado con verónicas blancas y azules… el coche olía genial… no pude evitar morderme el labio y reír como una tonta mientras las olía y encontraba otra nota…
Creo que vas a necesitar un jarrón con agua… si es que quieres conservarlas y encontrar otra nota mía…
PD: ¿Cuántos jarrones tienes en casa?

Mordí mi labio algo desesperada y saqué el móvil de mi bolsillo, sabía que me estaba haciendo rabiar, nunca tardaba más de dos tonos a contestarme y ya llevaba cuatro.
-¿Sí?
-¿Qué has hecho? –Reí-. Oye… ¿Por qué no dejas las notitas y vienes a verme ya? Mis padres se van a ir a comer a Seattle… podías venir a comer conmigo…
-¿Notitas?
-Seth… en serio, me va a dar algo si no apareces ahora mismo aquí… quiero verte, te echo de menos… ¿Dónde estás escondido?
-¿Escondido? En serio, no sé de qué me hablas…
-Ya… -Reí y pude notar por su tono de voz que estaba mintiendo, le había pillado-. ¿Vas a hacerme sufrir sin verte? Es injusto y cruel…
-En serio, no tengo ni idea de qué me estás hablando… -Rió-. ¿Qué crees? ¿Qué me he colado en tu casa de noche y te he dejado notas por cada rincón? Es demasiado infantil… ¿no? –Hice un sonido gutural para negar-. Además, te dije que iba a estar muy ocupado, no tengo tiempo para hacer esas cosas… deberías llamar a la policía…
-Lo haré… pero yo que tú vendría rápido… creo que hay alguien merodeando por mi casa… necesito que me protejas… -Reí-. Tengo que dejarte, estoy esperando que el hombre de mis sueños aparezca y me de lo que quiero…
-¿Y qué quieres?
-No sé… cuando aparezca lo sabré…

Colgué y sonreí, oliendo de nuevo las flores y dejándolas en el coche… sería difícil explicarles a mis padres de dónde había sacado el ramo…
Entré a casa despistada, escondiendo mi móvil en el bolsillo para poder seguir fingiendo que buscaba algo. Levanté cada jarrón de la casa hasta que encontré una nueva nota. La escondí en mis pantalones al ver que mi padre me miraba raro, así que tuve que esperar a que se marcharan para leerla.

¿Te han gustado las flores? Espero que sí… ahora sólo espero que te pongas el vestido y aparezcas en tu refugio… Tienes otra sorpresa preparada allí, algo muy dulce que espero que te guste. Te quiero. Tuyo siempre.

Reí y cogí el vestido y me di una ducha rápida, esperando que sus dulces besos fueran mi sorpresa. Bajé corriendo y cogí el coche, llegando al parque más rápido de lo habitual, entrando lo más rápido posible sin mirar si había alguien que me conociera y debiera saludar… no me importaba nada, sólo quería llegar y verle. Pero él no estaba allí… aunque había estado.
La mesa tenía un mantelito rojo, con un jarroncito pequeño con un par de rosas más y una cesta de picnic al lado. Abrí la cesta y reí al ver todo lo que me había preparado. Mis magdalenas favoritas, fresas, moras, arándanos y grosellas, además de unas cuantas chocolatinas diferentes. Sólo faltaba la bebida para pasar todo aquello… Había un pequeño paquete al fondo, con una nota pegada.
No he podido estar, pero quería hacer algo especial por ti en este día y que estuviéramos juntos de alguna manera… estuve a punto de despertarte anoche, pero decidí que sería mejor dejarte descansar… espero que disfrutes de tu desayuno especial… con alguien sensacional y especial como tú. Te quiero, leoncita…
Abrí el paquete y encontré un marco de fotos de madera tallada, pero la foto era la mejor parte, él y yo apoyados en la vaya blanca de la casa de Jake, en una de las barbacoas. Saqué el móvil y marqué su número.
-¿Sí? –Dijo con tono interesante-.
-Sólo falta un pequeñito detalle…
-No creo… me he pasado toda la noche preparándote todo al detalle.
-Sí falta algo…
-No… está todo, flores, fruta, magdalenas…
-Faltas tú…
-Tienes una foto… -Reí-. Tendrás que conformarte, otro día te despierto, lo prometo.
-Más te vale… -Suspiré-. Pero de todos modos, sigue faltando algo… tengo muchas cosas para elegir para comer… pero nada de beber… -Reí-. Así que sí, te has olvidado de algo…
-¡No! –Reí y él suspiró-. Vaya… eso si que es un fallo… -Chascó la lengua-. Aunque… ¿estás segura de que no tienes nada de beber? ¿Has buscado bien en la cesta?
-Pues… sí, pero voy a ver… -Empecé a sacar todo y negué-. No, Seth… te la has dejado definitivamente…
-¿Seguro? –Su voz resonó en mi espalda y me giré mordiéndome el labio-. Puedes elegir… -Levantó una neverita portátil-. Tengo zumo de naranja, de arándanos, leche, batido de chocolate, de vainilla, agua… ¿Qué prefieres?
-Te prefiero a ti… -Aferré su camiseta y lo acerqué a mí besándole despacio, disfrutando de sus labios y haciéndome recordar uno de los sueños que había estado teniendo-. No quiero nada más…
-Yo tampoco… pero preferiría que comieras algo de lo que he traído… -Rió-. Y, para ser sinceros, he tenido que venir corriendo y eso… -Hizo una mueca-. Da un poco de hambre.
-Vale…

Salimos y disfrutamos de un picnic de desayuno junto al lago, fue estupendo tener esas vistas mientras comía las cosas que más me gustaban en el lugar que más me gustaba… sus brazos.
Me asombré un poco cuando me di cuenta de que habíamos acabado con todo lo que había en la cesta… reí y me mofé de él ya que yo apenas había probado una pieza de cada. Hizo una mueca y empezó a morderme a mí, diciendo que aún se había quedado con hambre… reí y acabé siendo mordida en el hombro, el cuello, el brazo y la mejilla mientras me revolvía bajo su cuerpo por las cosquillas que además me hacía… toda una tortura.
Esa tortura me encantó, quizá demasiado y él lo notó… él y su piel, la cual empecé a notar con un exceso de temperatura. Alcé una ceja y me acerqué a su oído.
-Creo que es hora de que me lleves a casa…
-¿Te quieres ir ahora a casa?
-Sí… quiero que me lleves ahora… -Él alzó una ceja-. Es que estoy sola… y me da miedo que alguien me aborde por el camino…
-Ya… -Rió-. Vamos… -Se levantó y me ayudó a levantar, recogiendo y llevándome de la mano hasta la puerta de mi casa-. Bueno… ¿Te veo mañana?
-¿No te quedas?
-Bueno… has dicho que querías que te trajese, que te daba miedo venir sola… he supuesto que una vez en tu casa te sentirías a salvo y no necesitarías de mi presencia…
-Es que… -Me mordí el labio evitando reír-. Creo que he escuchado algo en mi cuarto…
-¿Sí? –Me miró pícaro… asentí y él alzó las cejas-. Es raro, yo tengo un oído muy fino y no he escuchado nada…
-Aún con todo… ¿Te importaría echarle un vistazo?
-Bueno… no pareces muy asustada, no creo que… -Puse cara de pena y sonrió-. Vale, iré a echarle un vistazo… -Entró a mi casa y cerré la puerta de golpe, encaramándome a su espalda y girándole para besarle con el ansia que tenía, él rió levemente y se alejó-. Creo que yo también he oído algo arriba…

Reí con él que me subió en dos segundos por las escaleras, abriendo la puerta de mi cuarto con una leve patada y tumbándome en la cama mientras me besaba. Me aferré a su pelo con ansia y su beso llegó a doler, pero poco me importaba ahora que lo tenía tan cerca de mí. Se removió ligeramente levantando su camiseta, por lo que solté su pelo para que pudiera quitársela. Me miró por un instante mientras lanzaba su camiseta en una bola al suelo y se tumbó de nuevo sobre mí para besarme, mientras yo acariciaba de forma avariciosa su espalda.
Noté que paraba de besarme y se ponía rígido, intenté recobrar el aliento y le miré, parecía concentrado en algo, como ido. Pude oír el motor de un coche parar en la puerta de mi casa, la voz de mi madre y mi tía, sus risas… Abrí los ojos de par en par y Seth se apoyó en la pared, asomándose levemente a la ventana.
-Por la ventana… -Señalé la ventana del pasillo y él negó-. Pues por esa…
-No puedo, tu madre se queda… y por la de atrás me verá el vecino que está paseando al perro… -Suspiró-. Están subiendo las escaleras…
-¡Al armario! –Le empujé de nuevo como había hecho alguna vez tiempo atrás y cerré la puerta justo cuando mi padre abría la de mi cuarto. Me rasqué la cabeza y sonreí, mientras mi tía me miraba raro y mi padre sonreía-. ¡Hola! ¡Qué sorpresa!
-Tu tía quería verte… y como no has ido allí…
-Yo he venido aquí… -Suspiró y me miró con una sonrisa traviesa-. ¿Estás tú sola?
-¡Claro! ¿Con quién iba a estar…?
-No sé… ¿Qué hacías?
-Nada… -Me acerqué a la puerta intentando sacarlos de allí-. Ordenaba mi cuarto… pero podemos bajar a tomar algo…
-Ya… -Mi padre la miró raro mientras reía y ella puso cara rara-. Nick, creo que mi hermana te llama… ¿No lo habéis oído?
-No… -Mi padre rió-. Pero creo que será mejor que vaya por si acaso… no quiero que se enfade conmigo porque se piense que la ignoro…
-Mejor… -Mi padre bajó las escaleras y yo me quedé un poco parada mientras mi tía se apoyaba en el marco de la puerta-. Estabas sola… -Asentí-. Ya… -Rió-. Dile a tu novio que abra un poco la puerta del armario o se puede quedar sin aire… -Señaló algo en el cuarto con la barbilla y no quise ni mirar-. Y que la próxima vez no se deje la camiseta a los pies de la cama… no sé si tu padre no la ha visto o no la ha querido ver… Dale el mensaje…

Alzó una ceja y cerró la puerta de mi cuarto mientras guiñaba un ojo… Dejé caer mi cabeza y me giré al oír la puerta del armario. Seth hizo una mueca divertida y cogió la camiseta para ponérsela y darme un leve beso en la frente, saliendo por la ventana que daba al lateral de la casa.

Suspiré y bajé manteniendo la compostura lo máximo posible, aunque podía ver las miradas acusadoras de mi tía y otras llenas de duda por parte de mi padre. Me dediqué a hablar con mi madre, la única que no me iba a decir absolutamente nada del tema.
Pasé la tarde con mi familia, aunque esperaba que Seth no se hubiera ido y volviera en el momento que yo estuviera sola en mi cuarto… pero la cosa se alargó demasiado y Michael vino a cenar con nosotros para después llevar a mi tía de vuelta a Seattle. Cuando pude volver a mi cuarto era ya de madrugada, demasiado tarde para que se hubiera quedado.

Acaricié las plumas del caza sueños y suspiré haciendo que se movieran levemente. Cerré los ojos, estaba cansada y no tenía ganas de nada hasta que noté unos dedos cálidos acariciando mis piernas. Abrí los ojos con una sonrisa y él mordía sus labios, sabía qué estaba pensando y yo estaba acercándome a la desesperación. Su gesto cambió y desapareció mientras mi padre hacía su entrada en escena. Miró con aire confuso el cuarto, viendo la cortina moverse a pesar de que la ventana estuviera cerrada y no hiciera ni una pizca de corriente.
Entró mirándome algo extrañado y besó mi pelo dándome las buenas noches para salir de mi cuarto algo confuso. Mordí mi labio al ver que Seth se asomaba, pero frunció el ceño y volvió a encerrarse mientras era ahora mi madre la que venía a darme las buenas noches. Me levanté para abrazarla y la acompañé hasta la puerta, apoyándome en ella al cerrar suspirando. Mordí mi labio y abrí la puerta del armario lentamente, viendo una mueca de disgusto en la cara de Seth.
No pude evitar reír un poco y fui directa a la puerta para cerrar con pestillo. Él me miró saliendo del armario pero negué, empujándole hacia dentro y cerrando. Me abracé a él despacio, podía notar el calor que emanaba y era relajante.
-Vaya día… ha sido un asco no poder estar así contigo todo el día…
-Pero puedes estar así toda la noche, si quieres…
-¿Toda, toda? –Asintió riendo al ver cómo alzaba mi ceja-. ¿Sólo abrazados? –Se encogió de hombros y yo alcé una ceja-. Suéltalo…
-No me parece bien, puedo oír a tus padres a un metro detrás de esta pared… -Señaló la pared de su espalda-. Así que es posible que ellos puedan oírme a mí… o a ti…
-¿Por estar sólo abrazados? –Besé su mandíbula notando como tragaba en seco y suspiraba despacio-. Sólo quiero que me abraces y me beses, que me acaricies despacio…
-No sigas diciéndome eso… o acabaré haciéndolo y no sé si seré capaz de parar sólo ahí…
-Inténtalo…

Sonreí besándole despacio, por lo que él suspiró mientras quitaba mi camiseta. Empezó besando mi mandíbula, bajando por mi cuello y mi hombro mientras no dejaba de acariciar mi espalda. Yo no paré de besarle y acariciar su espalda bajo su camiseta hasta que logré deshacerme de ella. Podía notar su calor, su piel ardía bajo mis dedos y la mía parecía estar congelada bajo los suyos. Cogió mucho aire y me alejó levemente, mirándome con la súplica en sus ojos.
Me acerqué a él controlando mi respiración e intentando calmar los latidos de mi corazón, calmar todo aquel efecto que provocaban sus caricias en mí. Me acerqué rápida a sus labios.
-No me alejes…
-Darlene…
-No me dejes más tiempo sin tus besos, no puedo soportarlo, ya he aguantado demasiado tiempo… ya es demasiado…

Gruñó levemente mientras besaba mi cuello, cargó conmigo en sus brazos y me apoyó en la puerta mientras me hacía suya de una manera ansiosa, también para él había sido demasiado y podía notar su desesperación por recuperar todo el tiempo que habíamos desperdiciado.
Fue algo improvisado y desesperado, algo completamente irracional y pasional que se fue de las manos de ambos, sus labios se posaron en la curva de mi cuello ahogando cualquier posible sonido que pudiera emitir y su mano tapó mi boca, hasta que mi desesperación provocó que la abriera y mordiera uno de sus dedos, provocando que su cuerpo impactara de una manera hosca con el mío, que pegó contra la pared tirando uno de los percheros sobre nosotros. Sus manos lo cogieron antes de que me golpeara y me miró pasmado mientras escuchábamos atentos cualquier indicio de movimiento.
Los ronquidos de mi padre volvieron a escucharse junto con otros más débiles de mi madre, Seth volvió a colocar el perchero y me miró algo extrañado, por lo que no pude evitar empezar a reír. Tapé mi boca mientras él reía apoyando su rostro en mi cuello, aunque pronto empezó a besarme de nuevo de un modo más tranquilo y calmado, llevándome a la cama donde me tumbó con cuidado.
Arrancó una de las plumas del caza sueños y acarició mi rostro y mi torso con él, mirándome como si estuviera observando lo más bello del mundo, haciéndome sonrojar ante su gesto. Estaba serio, concentrado en el camino que la pluma hacía por mi piel y desviando la mirada de vez en cuando a mis ojos. Le quité la pluma y él me miró con una sonrisa.
Acaricié su cara con ella mientras cerraba los ojos e inspiraba, para después posar sus dedos en mi piel y acariciarla con la presión mínima, haciéndose sentir como si siguiera siendo la pluma la que me acariciaba y no él.
Desperté sola en mi cama, sin él y sin notas, sólo una pluma enorme posada al lado de mi cabeza, distinta a la de ayer. Sonreí y acaricié mi cara con ella, pensando en si hoy podría verle de nuevo o si ya no le vería hasta el siguiente viernes.

3 comentarios

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YOAN Mextli
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15 de agosto de 2010, 16:25 delete

oye ya dijiste que era el ultimo y aunque me cuesta lo asimilare y talvez logre aceptarlo pero porfavor seria mucho pedir un epigolo no se de la boda de ness talvez una especie de resumen en la mente de los chicos unos años mas tarde no se algo a si
lo harias porfavor para complacer a una de tus mas grandes fans. Siiiiiiiiiiiiiii?????????:3 =3 *w*
p.d: una tercera histaria pero estavez la historia de quil y claire alternada con la de leah; claro solo es una sugerencia

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Gwendylow
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15 de agosto de 2010, 16:53 delete

Bueno Yoan... aun quedan al menos 2 cap mas, mas los que Silvy añada :D
a mi tambien me gustaria una contiii :D haber si se anima e inspira nuestra autora :D

P.D. Poooorfiiiis XD

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Ashley_Silvy
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18 de agosto de 2010, 14:10 delete

Bueno... kien ha dicho que era el último capítulo? XP
Yo no lo he leído por ninguna parte... xDDDD

PD: Os he echado de menos... siento decirlo aunque parezca una locura, os quiero mushooooooooooooooooo :D :S

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