Capítulo LVIII: La madrina estropeada por la bomba nuclear.

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Bueno, por el título podréis imaginar que este capi es algo así como un caos... :S
Espero que no os disguste, eso sí, quizá sea un poquito tristón... son catorce páginas en word, así que tenéis para mucho rato, porque además hay videos (que siempre los busco con traducción para que no os quejéis... jajaja)
Dedicado para todas, que sois las mejores en serio :)
Ya sabéis que yo no me manejo tan bien en esto de subir capis como Ainhoa, así que espero que si hay algún fallo lo paséis por alto... ¡¡Chorrete Toledano gracias por ayudarme con esto!! jajaja :)
Love U Honey... ^^

Silvy(K) ^^



Miré por la ventanilla del avión. Nubes como algodón, un gran rayo de luz cegando mis ojos, mis ojos… doloridos de aguantar las lágrimas dentro de ellos.
Bajé del avión y esperé a mi maleta, la cogí con desgana y tomé el metro para ir directa a casa… una casa vacía hasta al menos dentro de una semana y que se iría vaciando progresivamente.

Cuando llegué me pareció ver de nuevo a Kevin allí sentado, en la puerta esperándome con ese entusiasmo suyo que me había hecho perder la razón. Abrí la puerta y dejé la maleta en la entrada, me apoyé en la puerta y me dejé caer en el suelo.
Seguramente era a esto a lo que Alice se refería… acertó con el rojo de mi pelo… pero yo no veía el porcentaje de regreso tan alto como ella. Sólo me veía completamente perdida.

Mi situación… inquietante cuanto menos. Nada me había salido bien desde que le dejé en aquella playa, nada había ido en la dirección que yo hubiera deseado al menos para mi propio beneficio. Debía de ser el karma, aunque todos a mi alrededor parecían felices…

Tuve serias tentaciones de salir corriendo a por kilos de helado, pero me retuve a mí misma… no quería echar a perder lo único de lo que ahora estaba orgullosa, mi cuerpo.
Me arrastré hasta mi cuarto y allí me quedé, pude ver el sol ponerse y hacerse de día de nuevo. Cuando desperté de lo que a mí me pareció un ligero sueño ya era de noche. Bajé y me bebí un litro de agua de trago, estaba realmente sedienta. Entré al cuarto de Ashley, no solía entrar en cuartos ajenos sin permiso, pero era una emergencia.
Abrí su cajoncito del escritorio y encontré lo que quería, cogí el paquete de tabaco y me senté en el sofá. Ella había dejado de fumar, pero tenía guardado un paquete para momentos de pánico o estrés… era la situación correcta para recurrir a él.

Miré la foto que habíamos hecho al regresar del viaje, mi cara ya auguraba un mal regreso… y así fue. Un mes después de regresar, la nueva tienda se quemó… y con ella toda oportunidad de Sophie y de su familia de ampliar el negocio por una buena temporada. Muy apenada, me explicó que no podía correr con más gastos por ahora… así que me quedé sin empleo, al igual que Ainhoa y Maca.
Maca… segundo palo. Al quedarse sin trabajo sus padres le dieron un par de meses de plazo… los cuales ya habían vencido. La pequeña de la casa nos había abandonado con un amargo llanto… se había encariñado con nosotras… pero no sólo con nosotras. Mark y ella habían hecho una gran amistad…
Luego estaba Gabriela… por fin había conseguido su título en Psicología… en Septiembre aprobó sus dos últimas asignaturas… y al no salirle empleo… allí apareció Tara, proponiéndole montar una consulta en Seattle… habían estado mirando locales estas vacaciones y se había quedado allí para amueblarlo. Volvería a por sus cosas cuando estuviera todo listo para regresar a Seattle.
Seattle… la ciudad de mis horrores personales. Mis miedos más ocultos siempre relucían en aquella tenebrosa ciudad, tenebrosa al menos para mí, no para el resto del mundo… no para Michael que había inaugurado el LuxurII club… un local algo más pequeño que el Luxury, pero con una situación más céntrica y más cercana a casa… su casa.
Mi tía… la razón por la que Kevin había venido a arrastrarme de regreso a Seattle. Recuerdo aquel día, el día anterior había llamado a mi familia para decir que no iría para Navidad. Salí a dar un paseo por el parque, a correr los cinco kilómetros que me había impuesto correr cada día. Cuando llegué Kevin estaba apoyado en la puerta, sonrió y se lanzó para abrazarme algo confuso.
-Estás demasiado delgada, me da miedo abrazarte como antes por si te rompes…
-Idiota… ¡¡¿Pero qué haces aquí?!!
-¿Qué es eso de que no vas a ir a casa por Navidad? Tienes que ir… han pasado muchas cosas y tienes que enterarte… tu madre está muy deprimida, te necesitan allí… al menos para que pases con ellos las Navidades…

El caso es que me convenció y regresé a casa por Navidad. Al llegar, Kevin me dejó en casa… estaba vacía. Dejé la maleta en la puerta y escuché un motor minutos después, al abrir la puerta y ver ese coche… algo se removió en mí. Mi madre se lanzó a abrazarme llorando, me reprochó lo delgadísima que estaba, que no hubiera avisado de que venía… y me dijo que tenía que enseñarme algo.
Me arrastró escaleras arriba y abrió la puerta de la habitación de Abi. Completamente cambiada, nada recordaba que aquella habitación fuera la de una pequeña niña, sólo un par de fotos y cuadros.
-¿Qué has hecho?
-Es parte de la gran sorpresa… -La miré raro-. Bueno, esta va a ser mi oficina…
-¿Tu oficina?
-He creado una asociación… quiero ayudar a gente con problemas, el Doctor Cameron va a ayudarme… y había pensado que quizá tus amigas psicólogas quieran colaborar conmigo… sería de gran ayuda… no sé si voy a saber hacerlo bien…
-Vaya… -Me miró preocupada-. No sé qué decir…
-Pareces… ¿Estás decepcionada?
-No… me alegro por ti, realmente me alegro… -La abracé-. Me parece una idea estupenda que ayudes a gente… en serio. Es una buena manera de emplear el tiempo. Pero es raro que… no sé. Esta habitación… es raro verla tan distinta…
-Lo sé… me costó muchísimo pintarla… no te imaginas lo duro que fue… -Me miró e hizo una mueca-. ¿Vamos a darle una sorpresa a tu padre?
-Claro…

Cuando llegamos mi padre me abrazó fuerte y me besó varias veces, dejando a un cliente colgado en la sala de reuniones. Acabó con él en diez minutos mientras mi madre avisaba a mis tíos de mi regreso… me parecía algo exagerado.
-¿Se lo decimos antes o después? –Michael sonrió y mi tía lo pensó-. Tic, tac…
-Mejor después…
-¿Decirme qué?
-Hay muchos términos… pero podría decirse que… voy a ser mamá… -Rió mientras mi madre la besaba y acariciaba su tripa-. ¿No vas a decir nada?
-¿Por qué no me habéis dicho nada antes?
-Queríamos decírtelo en persona…
-¿De cuanto estás?
-Dos meses y medio… -Ella sonrió pero su sonrisa se fue borrando poco a poco-. Querríamos que fueras su madrina…
-Yo… -La abracé pero no podía sonreír-. Si es lo que queréis…

Yo… madrina. Madrina de mi primo o prima. Madrina de un pequeño ser que iba a nacer en medio de una ciudad caótica llena de seres extraños, en un mundo de locos con hombres lobo, vampiros buenos y malos, hechizos extraños y poderes realmente asombrosos…
¿Qué se supone que debía decirle cuando creciera? ¿Qué le diría cuando tuviera que tener una cita con alguien con el que no va a sentir ni una milésima parte de lo que yo había sentido y a lo que había renunciado? Al menos tendría algo bueno… su madrina sería íntima de Ashley, una futura estrella… y otro palo más en mi desgraciada vida.
Se marchaba a Nueva York, le habían ofrecido formar parte de un nuevo grupo de chicas… y la habían clasificado… ahora mismo estaría en uno de esos enormes rascacielos grabando una estúpida y comercial canción con la que hacerse apestosamente rica… por lo que olvidaría a las cuatro chicas que vivieron con ella en Londres…

Encendí otro cigarrillo y suspiré aquel humo. Y ahí estaba, estancada, teniendo que escoger qué demonios hacer con mi vida… ¿Realmente volvería a casa para ser una buena madrina? ¿Y qué pasaba con Ainhoa? No podía dejarla sola… era la única familia que tenía aquí, sólo nos teníamos a nosotras ahora que el resto abandonaba el barco…
Oí la puerta y me levanté, sólo podía ser ella. Nos abrazamos y sonreímos, empezó a contarme cosas sobre su familia y cuando yo le conté… hicimos una mueca.
-No voy a irme a Seattle… no pienso dejarte sola.
-¿Quieres que sea sincera? –Asentí-. Han pasado tres meses… y estoy segura de que ni siquiera has avisado de que ibas a estar unos días en Seattle… -Me miró y suspiró-. Siempre habías dicho que había cosas que te retenían aquí… pero creo que… ya nada te retiene, no quiero ser yo la que te retenga aquí… así que…
-¿Tú también te vas?
-No… -Negó-. Pero creo que me estoy cansando de estar aquí… ¿sabes? Quizá… un cambio de aires… -Alcé una ceja-. No necesariamente Seattle… pero algo más cerca que Londres. Quizá podamos tener una casita con un enorme jardín… donde montar un invernadero…
-Tú… -Reí-. ¿Estás loca? ¿Me estás proponiendo que vayamos a America a montar una floristería? –Ella se encogió de hombros-. ¿En serio?
-No sé… es sólo una idea loca… si soltamos muchas barbaridades, quizá salga algo con sentido… pero tampoco es una gran locura. Sólo habría que buscar un sitio adecuado, buenos proveedores… no sé. Quizá sería mejor una especie de… no sé.
-Sería mucho trabajo para dos… habría que buscar a alguien más…
-¿A una Argentina que sepa mucho sobre cómo enredar a los proveedores para que nos regalen cosas? –Reímos-. Reconócelo, tendríamos a la mejor en relaciones públicas…
-Eso sí… -Reí-. Pero… no sé. Hacen falta muchas cosas… dinero… mucho dinero. Unas instalaciones… empleados.
-Bueno… no sé. Todo es ponerse a mirar, podemos pedir algún crédito… no sé. Quizá podríamos vender algo más que flores… más que macetas. Semillas o fertilizantes… tú sabes de eso, ¿no? Has estudiado sobre el tema…
-Pero no soy experta… tendríamos que informarnos de muchas cosas.
-No sé… ¿No hay viveros allí?
-¿Viveros? -Lo pensé y reí-. Creo que vamos a tener alguna posibilidad…

Subí corriendo a por mi teléfono y llamé a mi padre, recordando que, aquel cliente al que había despachado en diez minutos, tenía un problema con el vivero de su padre y el seguro.
-Hola…
-Hola papá…
-¿Cómo me llamas a la oficina?
-Pues… es una cuestión de trabajo… -Reí-. ¿Recuerdas al señor con el que estabas reunido cuando llegué?
-¿El Señor Maverick?
-¡Sí! Su padre… ¿Qué le pasaba exactamente?
-Problemas con el negocio… ¿Por qué?
-¿Puedes ser más concreto?
-Pues que su padre ya no puede con el negocio, está mayor y él no quiere saber nada del tema, por lo que quería dar de baja el seguro… ¿Por qué lo preguntas?
-¿Era un vivero, no? –Afirmó-. ¿Y sabes qué va a hacer con él? ¿Va a venderlo?
-Me imagino… ¿Qué te ronda?
-Pues… que quiero ser una buena madrina. ¿Crees que podrías hablar con Maverick y pedirle que te dijera lo que pide por traspasar el negocio?
-¿Estás diciendo que mi hija quiere convertirse en empresaria de viveros? –Rió-. Eso es mucho trabajo… no sabes lo que dices…
-No estaría sola… Ainhoa vendría conmigo, seguramente también Maca… papá, simplemente hazme ese favor… ¿vale?
-Te llamo en media hora.
-Gracias, papá…

Colgué y bajé corriendo a explicarle lo que pasaba a Ainhoa que empezó a reír y a imaginarse cómo iba a ser, el nombre del negocio, el anuncio que haría para mandarlo a la tele… empezamos a reír de los desvaríos… hacíamos castillos en el aire sin importarnos mucho que pudieran caer.

Dos días y muchas horas de ordenador, muchas horas de cálculos mentales y en papel… muchas llamadas a Sophie que nos apoyaba de lleno en nuestro nuevo proyecto. Fue todo lo que necesitamos para verlo claro.

Cuando Gabriela y Ashley volvieron, no podían creer que realmente estuviéramos tan locas, pero lo que no podíamos esperar fue lo que pasó mientras comíamos…
-Así que un negocio de plantas… -Ashley rió-. ¿En Seattle?
-Sí… -Ainhoa suspiró-. Fue una locura del momento que al parecer… está tomando vida. Hemos hablado con el padre de Darlene y nos traspasan el negocio con un precio razonable, aunque algunos de los proveedores que ya tiene el negocio no nos terminan de convencer, por lo que habría que rescindir el contrato con ellos…
-Mi padre nos ayudará con los papeleos de contratos… -Sonreí-. Pero creo que tendremos que pedir un crédito enorme… Son trescientos mil dólares… es muchísimo dinero…
-Dímelo a mí… tenemos que pagar un dineral también para que nos den la licencia… y no tenemos ni un solo paciente… -Gabriela suspiró-. Es realmente enervante…
-¿Me odiaríais mucho si os dijera que van a pagarme doscientos mil dólares por el contrato con la discográfica? –Ashley rió cuando asentimos-. ¿Me odiaríais menos si os propusiera ser socia del vivero? –La miramos raro-. Cien mil dólares… un tercio del negocio…
-¿Bromeas?
-No… -Rió-. No he hablado más en serio jamás… ¿Para qué quiero tanto dinero? Además… si no sale bien… si no vendemos ni un solo disco, tendría algo a lo que aferrarme…
-No podemos aceptarlo… -Ainhoa negó-. Es mucho dinero… si no sale bien lo perderías…
-¿Cómo no va a salir bien? Es un negocio ya montado, tendrá clientes y estoy segura de que lograréis tener nuevos clientes… Quiero hacerlo.
-Es una locura… -La miré y Gabriela empezó a reír-. ¿Qué?
-Yo lo aceptaría… el resto seguro que puedes sacarlo de algún sitio… pero sería pagar muchos menos intereses a bancos que te sablean por todo…
-Pensarlo… -Ashley se encogió de hombros-. Yo guardaré ese dinero por si lo necesitáis… sois mi familia, no tengo a nadie mejor para invertirlo…

Pasamos todo el mes de Enero juntas, en aquella casa que habíamos compartido. Fue duro marcharnos, la despedida fue extraña, nos faltaba una… lo peor fue ver cómo Ashley se marchaba antes con destino a Nueva York… al menos nosotras estaríamos más cerca, pero Maca y Ashley estarían solas… al menos hasta que Maca nos diera una respuesta.

Febrero fue un verdadero caos. Le pedí a mi familia que no dijera nada de mi regreso, no quería que Collin supiera que estaba en Monroe… y mis amigos de Monroe no entendieron muy bien porqué no quería que Nessie supiera nada… aunque guardaron el secreto con serias dificultades… pero lo peor de todo llegó a mediados de febrero.
Ainhoa estaba viviendo con Aaron, Tara y Gabriela, por lo que estaba más tiempo en su casa que en la mía… cuando llegaba a la mía apenas tenía ganas de nada… pero un día encendí mi ordenador y allí estaban… ocho correos de Claire pidiendo una explicación de porqué no le escribía ni le contaba nada.

Querida Claire… lamento no haber escrito antes. Estoy realmente ocupada, un
poco asqueada a decir verdad. Para compensarte, voy a compartir un gran
secreto contigo… voy a tener una primita. Hoy nos han dicho que va a ser una
niña… mi tía ha dicho que va a llamarla Abi, por lo que mi madre ha llorado
a mares… yo no he podido evitar hacer lo mismo al verla… y es que mi gran
secreto es ése… he vuelto. Estoy en casa. Espero que comprendas que no haya
podido contártelo antes, espero que sepas seguir guardando mi secreto… espero que algún día pueda ir a verte y abrazarte fuerte, sé que te sientes mal porque ellos me vieron y tú no… prometo que en cuanto tenga un poco de tiempo te haré una visita… pero por favor, te lo suplico, no digas nada de esto. Ya es muy difícil que mi tío me guarde el secreto con Collin y Kevin con Nessie… así que contártelo a ti implica más dificultades… aún así creo que te mereces saberlo… espero que esto no te haga enfadar más, si no que perdones la ausencia de mensajes.

Un besazo enorme… Darlene.



¿Estás en Seattle? ¡Eso es genial! Prometo que un día de estos me escaparé para
ir a verte… tengo muchísimas novedades que contarte… así que te lo perdono todo
si esta vez me contestas a todo…
Hay un chico… se llama Ernest… pero yo le llamo Ernie. Es un chico muy majo de mi clase, ha llegado nuevo este año y al principio era un poco raro… pero me cae muy bien… A Quil no le cae bien, ha repetido un curso y es mayor, así que dice que va a ser una mala influencia para mí… aunque la verdad es que me lo paso muy bien con él. Tiene coche, por lo que es muy posible que me escape un día a verte con él… ¿Te parece bien? Así no tendría que inventarme nada para que Quil o Emily me llevaran a Seattle…
Además… estoy algo enfadada con Quil. Bastante. Realmente… hace tres días
que no le veo, ni a él ni a nadie… hace tres días que no salgo de casa. Como tú
me has contado un gran secreto… yo voy a compartir otro contigo… estoy muy
deprimida.
Todo empezó hace una semana, me encontraba bastante mal y discutí
con Quil. Estuve enfadada con él dos días, hasta que Seth vino a pedirme que no
fuera tan dura con él… pero es que… ¡hizo venir a todos los chicos a una fiesta
en la playa! ¡Sólo para vigilarme!
El caso es que estuve hablando con Collin y Brady también, y me dijeron lo mismo que Seth, que le diera tregua, porque estaba preocupado por mí, que habían ido a la fiesta porque Quil sospechaba que yo iba a ir sólo para beber… y no era así del todo…sólo quería probarlo, hacer algo distinto… Cuando fui a hablarlo con Quil me puse histérica, le grité y le di una bofetada y cuando llegué a casa lloré muchísimo… hasta que me dormí. Cuando me desperté…
No sé como decirlo… pero digamos que ya no soy tan niña.
El caso es que ahora me siento ridícula, le pegué a Quil y no le hablo porque no
sé qué decirle, no creo que entienda que sólo fue porque estaba… rara. Estoy
desesperada… no sé qué hacer, Darlene… es realmente vergonzoso para mí, no sé
cómo explicarle a Quil que… bueno, que… ya me entiendes.

Espero una rápida contestación… Te quiere, Claire.


Un chico… ¿Un amigo o algo más? Espero que sólo sea un amigo… eres demasiado
joven para meterte en cosas de novios… Lo de Quil… es complicado. A veces la gente que más queremos o nos quiere es la que resulta más molesta, porque se preocupan y a veces demasiado… y es lo que le pasa a Quil y a los chicos, que te quieren demasiado. Ya lo sabes, no es la primera vez que te lo digo... Además, estás en una edad un poco difícil, por lo que aún quieren estar más pendientes de ti… y eso agobia. No deberías enfadarte con Quil, sólo estaba haciendo lo que creía correcto para cuidar de ti… Yo creo que él ya se habrá olvidado de la bofetada, del enfado y de todo… si le cuentas lo que te está pasando, que estás cambiando… creo que eso le hará olvidar lo demás… simplemente deberías decírselo… o háblalo con Nessie… ella podrá ayudarte mejor que yo.
Espero haberte ayudado. Yo también te quiero… Darlene.

Querida Dar… no sé… no creo que pueda contárselo a Quil… no se lo he contado a
nadie y le he hecho prometer a mi madre que no le va a decir nada a Emily… si
ella se entera los demás tardarán poco… y no quiero, no sé… estoy agobiada y
tengo ganas de llorar. Ojala estuvieras aquí… eres la única que me entiende. Si
se lo cuento a Quil se reirá… seguro. Collin se reiría y Brady también… no hacen
más que meterse conmigo porque soy una mocosa… es irritante. Les odio… Y Nessie… me da miedo que me ataque. Sé que se controla muy bien, pero yo no sé si ha cazado todo lo necesario… no sé cómo funciona su dieta alternativa… Necesito
verte pronto…
¿Podrías quedar mañana por la tarde? No tengo clases y creo que podría pedirle a Ernie que me lleve… además como Quil está enfadado, no me seguirá…

No les odias… sólo… no sé, estás un poco sensible y es normal… Creo que te has
dejado de mencionar a alguien… Seth te escuchará… y no creo que se ría. Si
lo
hace, muérdele… te prometo que cuando Quil sepa lo que ha pasado… no te
culpará.
No quiero que vayas con Ernie a Seattle, es un viaje muy largo para
alguien
que apenas tiene los dieciséis, prometo que iré a verte pronto… pero
no estoy
preparada aún para presentarme en Forks…
Sí, les odio… ¿Crees realmente que puedo contárselo a Seth? Es verdaderamente
vergonzoso, creo que voy a mantenerlo en secreto como lo tuyo… es lo mejor. ¿Por
qué no quedamos en Sequim o Port Ángeles? En serio, necesito verte más de lo que
piensas… estoy echa un lío enorme… y por cosas que no puedo contar a nadie… sólo
a ti… y no sé cómo contártelas… En serio, Darlene… quiero morirme… Dime que sí…
que vendrás a verme mañana… realmente lo necesito. Te quiero mucho, mucho,
mucho… pero mucho.

Tú eres toda una chantajista emocional… ¿Lo sabías? Sequim sigue siendo demasiado lejos… así que te veo en Port Ángeles… a las seis. En el Joys Wine... Llevaré tus pendientes… y ahora ¡a dormir! Es muy tarde para mí… y para ti más… Buenas noches.


¡Te quiero muchísimo más aún! ¡Eres genial! No puedo esperar, quiero que sea ya
mañana a las seis… voy a estar todo el día histérica… gracias, en serio… ¡¡Qué
ganas de verte!! ¡¡Gracias!! ¡¡Te quiero!! Un besazo y descansa…

Reí y apagué mi ordenador. Me tumbé en la cama y empecé a darle vueltas… ella ya tenía quince, yo tenía dieciséis cuando empecé con Seth… quizá estaba tan ansiosa por eso, ella había crecido sabiendo que su destino era él… ¡No! ¡No podía pensar así!

Cuando me desperté estuve hablando con Ainhoa, estábamos preparando la reunión con los proveedores para repasar los contratos y modificar algunas cláusulas. Mi tío me llamó, quería que fuera a cenar con ellos… el tiempo se me venía encima. Las dos… cogí un sándwich para llevar y me lo comí mientras conducía hacia Port Ángeles. Paré en el bar donde habíamos quedado y aparqué el coche de mi padre… se lo había cambiado sabiendo que era un riesgo ir con mi coche por una ciudad que él y sus amigos solían visitar… ya era demasiado estar aquí… no era cuestión de a
umentar las probabilidades de que me encontrara.

Me senté en una mesa y me puse a leer el nuevo contrato que íbamos a proponerles, esencialmente cambios en los productos y en los días que íbamos a realizar los distintos pedidos. Alcé la mirada por un segundo, una chica con un jersey rosa y chaleco de cuadros… parecía buscar a alguien. Se giró y miró mis pendientes, sonriendo y viniendo a la carrera hacia mí. La abracé, ella se acurrucó en mí recordándome a como lo hacía muchos años atrás…
-¡Darlene! –Empezó a llorar y yo reí-. Te he echado muchísimo de menos…
-Eh… venga… -Limpié sus lágrimas y ella empezó a reír-. Eso es…. Deja que te vea… -La alejé un poco y ella se giró con elegancia-. Estás hecha toda una mujercita…
-¿En serio? –Hizo un gesto divertido de emoción y asentí-. ¡Que distinta estás! –Me abrazó de nuevo-. Tenían razón… estás muy rara…
-¿Gracias?
-No te ofendas… pero como se supone que tenemos que ser sinceras… -Se alejó y se encogió de hombros-. Sigues estando guapa… pero creo que algunos tenían razón cuando dijeron que te veías muy rara tan delgada…
-Estoy bien… lo que pasa que antes estaba demasiado gorda… -Ella negó-. Bueno… que estamos aquí para hablar de ti… ¡¡Cuéntame!! ¿Dónde está tu amigo?
-Está… -Hizo una mueca-. No te va a gustar…
-¿Qué?
-Quil… -Suspiró molesta-. Me ha seguido… es como… ¡¡peor que mis padres!! Me desquicia… el caso es que se supone que yo iba a ir al bar de Kira… donde Seth me iba a esperar… -Cerré los ojos mientras ella seguía con la mueca-. ¿Cuánto rato crees que tenemos?
-Diez minutos será decir demasiado… es Quil…
-¿Y si me llevas en tu coche hasta casa y les digo que me ha llevado alguien? –Alcé una ceja-. Vale… pero es que te juro que he intentado que no me siguieran… pero no sé cómo lo hace… antes era divertido, cuando iba de excursión con el cole y aparecía de la nada… pero ahora es muy molesto.
-Bueno… siento decirlo así, otro día tendremos más tiempo para hablar… pero he venido porque estabas desesperada por algo… ¿no?
-Quil… -Suspiró-. Me molesta mucho… pero… a veces me molesta más cuando no está… y creo que eso está mal. ¿No?
-Bueno… -Hice una mueca-. No está bien… pero tampoco está mal. Creo que eso deberías hablarlo con él, él te explicará todo mejor…
-¿Sobre la imprimación? –Sonreí y asentí-. Pero no es lo mismo… él es como… como si no quisiera contarme nada, ni él ni el resto… y las chicas dicen que espere a que él me lo cuente. Es realmente molesto, me siguen tratando como cuando tenía ocho años…
-Quizá si supieran que ya no eres una niña…
-¿Qué le digo? ¿Cuéntamelo porque ahora ya tengo la regla?
-Es una opción… algo directo… -Reí y ella pareció reprimir la risa-. Yo que tú cogería a Quil por banda y le diría, o me lo cuentas o no te cuento yo mi secreto… así seguro que habla.
-¿Y qué secreto le cuento después?
-Que ya no eres una niña…
-No… seguro que me lía y acabo contando yo primero mi secreto… es como una locura… siempre se sale con la suya. Como hoy… Ernie se ha quedado con él, seguro que el pobre tiene que aguantar una larga chapa…
-Tenlo por seguro… -Reí y ella miró su reloj-. ¿Cuánto llevamos?
-Cinco minutos… Es mejor que vuelva, ¿verdad? No quieres arriesgarte… -Asentí-. ¿Volveré a verte pronto?
-Claro…
-¿Quieres saber un secreto de Seth? –Lo pensé y ella sonrió-. Pues te lo diré el próximo día que nos veamos… ¿vale?
-Así se lo tienes que hacer a Quil…
-Pero es más difícil decirle a él que tengo la regla a decirte a ti que Seth… -Alzó una ceja y yo la fulminé-. No, en serio… ¿quieres preguntarme algo?
-¿Está bien?
-Parece feliz… -Se encogió de hombros-. Está emocionado con el embarazo de Kira… -Me quedé paralizada, ella se asustó-. ¿No lo sabías? Creí que Kevin te… -Negué bajando mi mirada e intentando sonreír-. Oye pero que…
-Tranquila… estoy bien. No te preocupes… -Cogí su mano y sonreí ante su apenado rostro-. Habla con Quil, ¿vale? No quedaré contigo de nuevo si no hablas con él…
-¿Ahora me chantajeas?
-¿Molesta? –Sonreí un poco y ella me abrazó, cogiendo su bolso-. Ten cuidado…
-No está lejos… seguro que en cuanto ponga un pie en la calle ya me localizan…
-Seguro… -Reí-. Me quedaré aquí un par de minutos… no quiero cruzármelos…

Sonreí viendo a la jovencita que cruzaba la calle preocupada por la bomba que acababa de soltar… quizá por mi reacción pareciera un pequeño petardo… pero cuando entré al coche y empecé a conducir… estalló la bomba nuclear.
Empecé a llorar por alguna estúpida razón… ¡Embarazada! Había conseguido algo mucho más fuerte para mí que cualquier otra cosa, si en algún resquicio de mi mente una pequeña parte de mí tenía pensado volver a verle… la bomba nuclear había acabado con ella y con todo lo demás.
Sequim fue parada obligada, paré en las afueras y lloré durante media hora sin ningún tipo de contención, cuando pude calmarme levemente encendí de nuevo el motor y me dirigí a Seattle.

Michael me miró raro y yo intenté sonreír, intenté que esa fachada que había estado montando años no se derrumbara. Cenamos con relativa calma, les estuve contando lo del contrato con serias dificultades de concentración.
-¿Qué te pasa? Estás como ida… -Michael me miró asombrado-. ¿No te habrás…?
-No, no me drogo, tío… -Suspiré y negué-. Estoy cansada, nada más…
-¿Mucho, mucho? –Le miré raro-. Iba a pedirte un favor… me han llamado las gemelas, las camareras del LuxurII… no pueden ir a trabajar este fin de semana… tienen una boda en Michigan… así que… estoy sin camareras… si pudieras echarme un cable, te pagaría bien.
-No pienso ir allí…
-Collin estará en el otro bar… y nadie sabrá que tú eres tú… -Puso sus manos juntas y sacó su labio inferior-. No sé a quien recurrir… vente con alguna amiga…
-¿Cuánto nos pagarías?
-¿Sesenta más propinas?
-Ochenta más propinas… -Hizo una mueca-. Y prometo que tendrás a mi grupo tocando si me pagas ciento veinte más propinas…
-Chantajista… -Rodó los ojos y yo reí-. Hecho…

Ainhoa se emocionó con la idea… y las gemelas parecían decepcionadas con el trabajo… así que mi nueva profesión se basó en poner copas a la gente ya de por sí alcoholizada y esperar que no apareciera nadie al que no quisiera ver.
Cambié mi imagen de nuevo, corté mi pelo a la altura de los hombros y lo teñí del color que solía tener… era lo más adecuado dadas las circunstancias, si tenía que estar en reuniones, debía dar buena imagen y mi pelo rojo… era demasiado agresivo.

La ansiedad me podía, todo el día desde la isla de Bainbridge, trabajando en el vivero… a casa de los chicos a ensayar… empecé a engordar bastante, mis reuniones con Claire para ir al cine en Port Ángeles eran verdaderamente devastadoras, siempre comprábamos montones de chucherías y chocolatinas… palomitas y después de la película tomábamos un helado… hacía muchísimo que no había probado un helado.
Era divertido porque ella siempre se despedía del chico en cuestión en la puerta del cine y después yo la acompañaba hasta allí de nuevo. Ella siempre miraba en todas las direcciones, por si acaso aparecía Quil… y yo hacía lo mismo.

Así empecé a coger kilos… cinco kilos en febrero y seis más en marzo… Suspiré aliviada cuando firmamos el último contrato con los proveedores… todo estaba listo, abriríamos a mediados de Abril… ahora solo quedaban muchas, muchísimas horas de trabajo intensivo en el lugar.
Los cultivos bajo plástico eran algo costosos de arreglar, pero el resultado era impresionante, las semillas germinaron en apenas quince días…
Las plantas ornamentales empezaron a llegar un par de días antes de que abriéramos al público. Fue agradable recibir ayuda de mis amigos, tanto los de Monroe como los del grupo. El día anterior a la inauguración oficial decidimos preparar una pequeña fiesta allí, les enseñamos el recinto y preparamos unos canapés para cenar.

Mi antiguo móvil sonó, era un número privado y me sorprendí ligeramente, siempre que mi móvil antiguo sonaba era alguien de los que tenía delante…
-¿Sí?
-Te dije que volverías… -Me quedé helada al oír su voz de campanillas-. Me gusta mucho el invernadero… es precioso, ¿has estado allí esta noche? Hay una sorpresa para ti…
-¿Alice?
-Ve al invernadero… ahora te veo…

Me colgó y yo me disculpé, todos me miraron algo raro y salí del recinto principal para ir hacia el invernadero. Sonreí al ver a Claire mordiendo su labio y a Alice a su lado con gesto de enfado.
-Está muy feo que no nos hayas invitado…
-También está feo que entres a una propiedad privada… es ilegal…
-¿Incluso si te traigo a una amiga con una coartada para que paséis el fin de semana? –Alcé una ceja-. Se supone que estamos en Nueva York…
-He tenido que enfadarme con todos…
-Y yo he prometido llevarla de compras todo el fin de semana por Nueva York para que se le pasara el berrinche… así que puede unirse a vuestra fiesta privada y a la que tus tíos te han preparado en su nuevo club a tus espaldas… -Se levantó y me abrazó-. Bienvenida a casa…
-Gracias…
-Pero no creas que te vas a ir de rositas… recuerda que me debes algo a cambio…
-Dame tiempo, Alice… -Ella asintió-. Gracias por esto…
-Pasarlo bien… yo me iré de compras para tener bien cubierta la coartada…

Rió y desapareció, dejándome a solas con Claire. Le enseñé mi nuevo negocio y ella pareció realmente asombrada, cuando llegamos con el resto me dijeron que tenían una sorpresa para mí… aunque yo ya lo sabía gracias a mi repentina visita.
Fuimos al LuxurII, mis amigos tenían montado todo el escenario y decidimos tocar un poco para mis padres, mis amigos, Samantha y John, mis tíos, Claire y algunos amigos de Michael y compañeros de trabajo. Me sorprendió ver a amigas de mi tía Cyntia, que repartía tarjetas de mi tienda. Pero lo que no me esperaba es que Gabriela desapareciera con Tara para volver con dos personas que me faltaban… y mucho. Cuando Ashley y Maca entraron… Ainhoa y yo las abrazamos y nos pusimos como locas, mis padres parecían contentos de verme tan emocionada, Maca nos contó que venía para quedarse y que esperaba que unas antiguas amigas le dieran algo de trabajo… Ashley dijo que quería actuar en la fiesta de bienvenida que los familiares de una amiga daban por el regreso de ésta a casa.

Mark y Aaron bajaron a saludar mientras Richard y Allen terminaban de montar el escenario. Les presenté a mis amigas y parecían algo alucinados con ellas… fue divertido. Ashley me dijo que quería verme actuar como había visto en algunos videos y Mark le cedió la batería a Gabriela para estar más rato con Maca.
Fue genial, habíamos estado preparando distintas canciones y me sorprendió que empezaran por una que siempre escuchaba cuando estaba en Londres y que ahora escuchaba con más frecuencia. Hole.


El local estaba lleno de gente conocida, no excesivamente lleno, porque era una fiesta privada... pero había gente a la que apenas trataba. Ashley subió a cantar un par de canciones con nosotras y todo el mundo parecía sorprendido, pero ella dijo que quería verme a mí…

Busqué entre las partituras que teníamos y la verdad es que una de ellas hizo que mi corazón latiera recordando aquel día en la playa de Cádiz. Les indiqué a los chicos la que quería y ellos asintieron algo reacios…


Terminamos esa canción y bajamos.
Pasamos una noche bastante divertida, aunque nos retiramos bastante temprano, teníamos que ir a trabajar al día siguiente… además de disfrutar de la compañía de Claire que nos ayudó bastante el sábado en el negocio.

Pasaron dos semanas, el negocio iba bastante bien, los antiguos clientes de Maverick estaban acogiendo bien el cambio e incluso había algunos que nos confesaron que venían más por el hecho de que les atendíamos con una enorme sonrisa, al contrario que Maverick que parecía que se molestaba cada vez que preguntaban algo.

Se acercaba mi cumpleaños, mis amigos estaban preparando algo gordo, podía saberlo porque Kevin se pegaba medio día colgado al teléfono con Ainhoa… y mi madre tomaba de excusa su asociación para estar llamando continuamente a Tara y Gabriela.

Estaba revisando los pequeños manzanos que habíamos recibido cuando Maca apareció por el recinto y dijo que tenía una llamada. Salí a la estancia principal y me acerqué al extenso mostrador, Maca me indicó que tenía descolgado el teléfono de la oficina.
-¿Sí?
-Hola… -Me asusté un poco ante el bajo tono de voz de Claire-. Siento llamarte ahora…
-¿Qué ocurre?
-Pues… estoy en el hospital, Quil me ha dejado su teléfono para que te llamara… aunque no sabe que te estoy llamando a ti…
-¿En el hospital? ¿Qué te ha pasado?
-Creo que van a operarme… dicen que es apendicitis. Sé que habíamos quedado mañana… y posiblemente no pueda ir… -Sollozó-. Lo siento… es que además estoy un poco…
-Tranquila… oye, ¿quieres que vaya a verte?
-No es necesario… los chicos van a estar por aquí todo el día… así que…
-Oye, ¿en qué habitación estás?
-En la 219… pero en serio, no es necesario que vengas… Seth le ha dicho a Quil que vendría cuando saliera de trabajar… no es necesario que vengas realmente…
-Déjamelo a mí, ¿quieres? –Reí-. Al menos quiero enviarte un ramo de tus flores preferidas… ¿Me dejas eso al menos?
-No es necesario…
-¿Necesitas que te envíe algo?
-No… sólo quiero salir de aquí sin que un bisturí me toque… pero al parecer eso no es posible… es un asco estar aquí esperando… dicen que van a operarme en un par de horas…
-¿Estás sola?
-Sí ahora… le he pedido a Quil que me traiga una revista y a mis padres algo de comer… así puedo estar sola… si no…
-Bueno, pero seguro que Quil te entretiene hasta que te lleven… no te preocupes, todo saldrá bien y estaré allí en cuanto hayas salido del quirófano, ¿sí?
-Gracias… oye… -Pareció nerviosa-. Creo que tengo que dejarte… tengo visita. Pero de verdad no es necesario que vengas, estaré bien en una semana… al menos eso han dicho.
-¿Está Seth? –Afirmó-. Bueno… no te preocupes por nada. Un besazo.
-Lo mismo…

Se lo conté a las chicas y entendieron que me marchara. Empecé a preparar un enorme ramo, puse flores de colores bastante vivos, verónicas, gladiolos y lirios, y salí a por el coche de mi padre cuando un extraño sentimiento se apoderó de mí. Busqué en la agenda de mi antiguo móvil su número, apenas podía recordarlo. Suspiré y le di al botón de llamada.
-¿Darlene?
-¿Sorpresa? ¿O no tanto?
-No tanto… -Pude imaginarla sonriendo-. Estoy con Alice y me ha avisado… ¿Dónde estás? ¿Cómo no me has avisado antes de que…?
-Pues… -Suspiré-. No lo sé… pero ahora estoy cogiendo mi coche, Claire me ha llamado para decirme… ¿Vas a ir a verla? –Afirmó-. Creo que voy a necesitarte…
-Quedamos en la comisaría, ¿vale? Tienes mucho que explicarme, jovencita…

Cuando llegué a la comisaría ella esperaba apoyada en el coche de Jake. Apagué el motor y mordí mi labio por la ansiedad. Ella se incorporó y empezó a andar despacio hacia mí. Abrí la puerta del coche y bajé quedándome parada, ella hizo lo mismo. Corrí hacia ella y la abracé.
-Ya era hora… -Suspiró acariciando mi pelo-. Pensé que jamás ibas a aparecer por aquí… que no ibas a dejar que Kevin y el resto me contaran nada sobre ti… -Acarició mi rostro y sonreí en una mueca-. No quiero que te disculpes… tranquila.
-Bueno… creo que ya sabes todo lo que hay en mi cabeza ahora mismo, ¿no? –Asintió-. No quería… -Suspiré-. Ya sabes…
-Está bien… lo sé –Sonrió y besó mi mejilla con cuidado-. Tranquila… estoy sola. Le he dicho a Jake que iba a ir a comprarle un ramo o algo, que se adelantara con Seth y Embry… creo que todos están allí ya… -Entrecerró los ojos y asintió-. Ella creo que también está.
-No quiero… no quiero que él me vea… ni ella. Sólo quiero ver a Claire y…
-Deberías saber que ella…
-Está embarazada, lo sé. No quiero saber nada más, ¿vale?
-No es lo que piensas…
-No me importa. No quiero saberlo, Nessie. No necesito saberlo ni necesito explicaciones, sólo quiero llevarle un ramo bonito a mi amiga… ¿vale?
-Creo que es mejor que vayamos en mi coche… te llevaré por los pasillos en los que ellos no estén… tendré que inventarme algo para que Jake no me pille… -Suspiró-. Hoy está un poco… no le gusta que esté en hospitales…
-Ya… -Un escalofrío recorrió mi cuerpo y ella alzó las cejas-. Ha sido algo inevitable… pero creo que deberíamos ir antes de que me arrepienta y salga huyendo…
-Tranquila, he estado de caza con Alice… no lo haría si no estuviera segura…
-Lo sé. Vamos…

Cogí mi ramo y lo metí en su coche, ella alabó mi gusto para los ramos y aparcó en la puerta de emergencias. Tomó mi mano y se metió en una puerta de la que colgaba un cartel de prohibido el paso… genial. Ella sonrió y me tendió un pijama…
-No es para que ellos no te vean… no serviría de nada si te huelen… es para los que no distinguirían tu olor entre tanta gente…
-¿Humanos normales y corrientes?
-Exacto… -Dijo riendo-. Nos colaremos por los pasillos del personal, eso evitará que nos crucemos con los que te distinguirían aunque llevaras un burca.
-Eso no me tranquiliza mucho, ¿sabes?
-Ya… -Rió-. Sólo quiero darle un poco más de emoción al asunto… -Se burló-. Seguro que Claire se ríe cuando nos vea con estas pintas…
-¿Y si Quil está con ella?
-Recurriré a mis dotes… -Sonrió-. No te preocupes… podría confundir a cualquier humano…

Nos metimos en un ascensor de personal, algunos celadores incluso saludaron a Nessie como si la conocieran de toda la vida, preguntándole alguno si iban a verla en el turno de noche… Ella me mostró que era una prueba de que podía confundirles. Reí levemente cuando me mostró que les había hecho creer que estaban recordando que la conocían.

Llegamos al pasillo y ella me hizo esperar en el control de enfermeras. Se acercó a la habitación y vi cómo Jake la cogía por la espalda. Ella se volvió algo sorprendida y me mostró que me agachara, así que eso hice. Cuando me mostró que podía pasar, la miré mal y ella suspiró.
-Están todos en la sala de espera, aún no ha salido de quirófano… quédate aquí esperando… te avisaré cuando estemos cerca, simplemente tendrás que salir por donde hemos venido, ¿vale?
-No sé si… -Me quedé paralizada-. El ramo…
-Yo se lo traeré… no te preocupes. ¿Necesito coartada, sabes?
-Vale… -Reí-. Está bien…

Me senté en aquella habitación y estuve ojeando las revistas que Quil le había traído… todas hablaban de la nueva película que habíamos acordado ver. Cuando vinieron con ella me levanté de golpe y el médico rodó los ojos.
-Aún no es tu hora… es increíble que estés aquí una hora antes de tu turno…
-Es una amiga… -Dije algo confusa-. ¿No puedo venir a visitar a mi osita favorita?
-Bueno… -Sonrió y miró a Claire-. No debes moverte, ahora enviaré a una enfermera para que avise a tu familia…
-Gracias… -El médico se esfumó y la abracé-. Gracias por venir… no era necesario…
-¿Has visto lo que hago por ti? –Señalé mi disfraz-. Ahora ya no eres la única que sabe mi secreto… podrás compartirlo con Nessie…
-¿Ya lo sabe?
-Claro… ¿Crees que yo habría hecho todo esto sin que los chicos me pillaran? –Ella rió negando-. Gracias por tu confianza…
-No es eso… es que ellos son demasiado buenos… en el momento en el que me he montado en el coche de Quil sabía que algo estaba mal… me ha tocado la frente y me ha mirado preocupado, yo pensaba que era otra cosa…
-Bueno… -Besé su frente-. ¿Te duele mucho?
-Un poco… -Hizo una mueca-. Pero creo que si Quil pregunta, voy a decirle que mucho… parece que se porta mejor cuando estoy enferma…
-¡Qué morro tienes, guapa! –Reímos y me llegó una imagen de que tenía que irme-. Bueno, aprovéchate de tu Quil… pero no te pases tampoco, ¿eh?
-¿Ya te vas?
-Sí… se acercan… -Suspiré y besé su frente-. Intentaré volver a verte, ¿vale? Pero creo que ahora no tendré ni un hueco para que Quil te deje sola…
-¿Iremos a ver la película?
-Sí… cuando estés buena, prometo invitarte al cine y a un kilo de palomitas…

Nos abrazamos y salí corriendo de allí, me metí bajo el mostrador del control de enfermería por orden de Nessie y esperé a que ella me dijera el siguiente paso. Me asomé por una rendija del mostrador y pude verlos a todos, agolpados en la habitación con mi ramo y un par más, globos, bombones… y pude verla a ella… a ella y a su enorme tripa. Debía estar de un tiempo parecido a mi tía… siete meses, quizá ocho. Miré su mano, aferrada a la de Seth, que parecía algo ausente mirando la habitación. Ella tiró de él y sonrió levemente, le dijo algo y él asintió mirándola fijamente cuando ella le decía algo más.
Él suspiró y negó, le dijo algo y ella hizo una mueca extraña, susurrándole algo al oído que le hizo hacer una mueca y besarla en la mejilla dulcemente y susurrándole algo que la hizo sonreír enormemente. Una imagen se colaba repetidamente en mi cabeza, pero no podía parar de mirarles. Un dedo impactó en mi hombro y me giré para ver al doctor mirándome con mala cara. Hice una mueca y gateé hacia el pasillo ante la extraña mirada del médico. Cuando llegué al pasillo no pude más que correr, correr hacia la salida, cogiendo mi ropa de allí y corriendo con el pijama del hospital por la calle hasta mi coche. Busqué las llaves y me metí dentro, llorando de nuevo. Aquella bomba nuclear parecía haber vuelto a estallar en mí.

Cuando llegué a Monroe mi madre me miró extraño y le conté una versión creíble de lo que había pasado con algo de renuencia… ella se preocupó pero le dije que estaría bien… me encerré en mi cuarto y empecé a tocar mi guitarra, recibiendo un mensaje en mi móvil.
No es lo que piensas… él sigue queriéndote… Espero que no tengan que pasar otros dos años para volver a verte… Nessie.

Mi vida empezó a girar en torno al trabajo y al grupo de nuevo, sólo el jueves dejaba eso de lado para ir al cine con Claire… el jueves dieciséis ella vino con un paquete en la mano, la miré raro y abrí la caja para encontrarme una verónica seca de las que había colocado en el ramo.
-Por muy seca que esté, aunque parece que haya perdido la vitalidad y que no sirve para nada… sigue conservando su magia, su toque especial… sigue siendo en esencia lo mismo.
-¿Por qué…?
-Mira… -Tiró de un hilo y la caja se abrió-. Es una caja secreta, en el fondo siempre se encuentra lo que uno realmente quiere… es una caja que he creado especialmente para ti…
-Gracias… -Sonreí y saqué un pequeño álbum de fotos, fotos de todos… fotos mías… de Seth-. Esto… -Suspiré-. ¿Por qué me estás haciendo esto?
-Porque él te quiere a ti… sólo está haciendo lo que tú le pediste…
-Lo sé…
-Sólo quiero recordarte que aunque todo parece haber cambiado, en el fondo todo sigue siendo lo mismo… -Se encogió de hombros-. Feliz cumpleaños…
-Te debo un regalo muy gordo…
-Lo sé… y te pediré lo que yo quiera… -Alcé una ceja-. Ya lo sabrás en su momento… ahora vamos a ver ésa película antes de que nos perdamos el inicio…

Cuando llegué a casa… Kevin me esperaba con Cassy, Wanda y Ryan. Les miré raro y mi madre saludó desde la puerta… aunque más bien se despedía. Me llevaron al LuxurII, donde todo mi grupo tenía el escenario preparado. Empezamos a tocar y Michael se acercó a mí después de la actuación con un papel en la mano… un contrato. Diez conciertos, cinco mil dólares. Empezando mañana en el Luxury.
-No puedo ir allí…
-Quiero que actuéis las diez noches que Collin ha pedido de fiesta… él no va a estar allí… así que no seas tonta y acepta, sé que vas a necesitar el dinero para tu negocio… y no quiero que la madrina de mi hija tenga demasiadas deudas…
-¿No estará?
-No… me ha pedido un mes entero de vacaciones… te quiero allí mañana…
-Dirás que nos quieres…
-A ti sobre todo…

Cuando salimos de allí fuimos a casa de los chicos, hicimos una especie de fiesta de pijamas en su casa mientras decidíamos que canciones estaría bien tocar… ya sabíamos muchísimas y tenía muy claro cuáles eran las que más me gustaban…

Me desperté antes que ninguno, mi madre me llamó y me dijo que teníamos que ir a comer todos al Luxury, así que los desperté y nos presentamos todos allí… cuando las vi a las dos paradas… Kevin se encogió de hombros riendo y le abracé.
-Gracias…
-No sé qué demonios os pasa… pero sé que querías verla…
-Gracias… -Me acerqué a Nessie y a Claire y las abracé-. Me alegra muchísimo veros…
-A ella más, puedes decirlo… -Claire sonrió-. A mí me vistes ayer… así que es comprensible… -Reímos-. Espero que grabéis el concierto de esta noche… no creo que pueda estar…
y quiero ver una actuación actual del grupo…
-Yo pienso quedarme con el mínimo detalle… -Nessie se encogió de hombros-. Iré a dejarla a media tarde y volveré antes de que empecéis a tocar…
-Vale…

Comimos en la zona VIP, algunos se fueron a cambiar pero yo me quedé con mi tío, que empezó a preparar las barras con algunos camareros. Él me dijo que podía hacer lo que quisiera, así que cogí mi guitarra y subí al escenario, recordé la última vez que estuve en ese mismo sitio y algo me llevó a tocar una canción que tenía metida en mi cabeza desde que la escuché.


Mi tío hizo una mueca y suspiró, se coló en el escenario y se sentó a mi lado, suspirando al verme hacer una mueca.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?
-Pues… -Suspiré-. El nueve de junio hará… cuatro años.
-Y sigues casi igual que el primer día –Le miré algo paralizada y negué bajando la mirada-. No te engañes… el brillo de tus ojos sigue ausente… y sí, has cambiado en muchos aspectos, te atareas… pero dime… ¿Cuántas veces has salido con chicos?
-Pues… alguna…
-¿En serio? –Asentí-. ¿Qué durara más de una noche?
-Pues… -Él alzó una ceja-. Pero no es eso… no le necesito… soy feliz así, quizá sería más feliz con él… pero ahora él tiene un compromiso mayor… no puedo aparecer en su vida y destrozar todo… sé que le ha costado mucho salir de aquello… y yo me alegro de que esté bien…
-¿Realmente te alegras? –Rió-. Creo que te alegras porque no te queda otra…
-Porque es el karma… me lo merezco. Y ella se lo merece más, se lo ha ganado a pulso… ella le quiere desde que lo conoció… así que… está todo como debería haber sido desde el principio. Y todo está bien así…
-Menos tú… -Hizo una mueca-. Quizá no deberías sentenciar tú las cosas, quizá deberías dejar que él elija… creo que ya es mayorcito… ¿no? Y ella también… así que si es una lucha limpia…
-No hay ninguna lucha limpia… siempre sale alguien perdiendo… y dolido.
-¿Vas a dejar que te acribillen a balazos? –Rodé los ojos y me levanté, pero él me cogió la muñeca y me obligó a mirarle-. Te lo digo como amigo, no como tío. Quise a tu tía desde el primer momento en que la vi, ella no cree en los flechazos, pero así fue. Yo acababa de dejarlo con una chica… cuando ella empezó a ver que salía con tu tía… intentó volver comigo… -Sonrió-. Si realmente la quiere a ella, todo quedará como tiene que quedar… pero tienes que saber la respuesta. No te quedes toda la vida sin saber si te hubiera escogido a ti antes que a ella…
-El problema…
-El problema es que estás aterrorizada, que no sabes si cuando le tengas de nuevo volverá a pasar lo mismo. Que quieres volver con él y no sabes como, por eso querías que ella estuviera con él, para tener la excusa de no hacer daño a esa chica para no tener que pasar por el miedo de estar juntos… porque eres muy terca…
-Gracias… -Dije irónica-. Además de terca, soy miedica y manipuladora…
-No conscientemente… -Sonrió-. Pero todos tenemos un lado oscuro más o menos obvio… y para mí, tu lado oscuro es más conocido quizá que para otros… porque el lado oscuro se compone en ti de hacer lo que sea para evitar el miedo…
-No tengo miedo… he estado con él, sé como es…
-Pero no es lo mismo eso que ir a vivir juntos… créeme, sé de lo que hablo… -Sonrió-. Puedo ver los mismos miedos que tuve que superar con tu tía en ti. Uno de ellos es miedo al compromiso, miedo a dejar que una persona vea todo, bueno y malo…
-Es un miedo lógico que puedo controlar…
-Ya… te doy la razón en eso, menos en que puedes controlarlo. Yo también tuve miedo, tengo muchos defectos… al igual que tu tía…
-No es eso… yo sé que tengo defectos y él los conoce bien…
-¿También sabe el pánico que tienes a los embarazos? –Me quedé helada-. Cuando digo que tienes los mismos miedos que tu tía… -Suspiró-. Nos costó una discusión enorme el simple hecho de decírselo a tu madre…
-Yo no tengo miedo al embarazo…
-No… sólo a perderlo.
-Oye… -Me levanté y le miré con odio-. ¿Crees que puedes venir a decirme todo esto porque eres el novio de mi tía? ¿Crees que tienes derecho a decirme esa gilipollez?
-No, no tengo derecho… pero es lo que piensa toda tu familia… incluida tu madre. Pero ninguna tiene el valor necesario para decírtelo, porque el tema también les incomoda. No sabes todo por lo que han pasado tu madre y tu tía cuando te fuiste, así que eso me da algo de derecho a decirte que fuiste una cobarde al huir así. Sabías cual era el siguiente paso, sabías que tarde o temprano acabaríais viviendo juntos, casándoos… y el miedo a quedarte embarazada, a tener una familia y que se rompiera como pasó con la tuya…
-¿Y ahora tengo que romper una familia? –Me miró confuso-. Kira está embarazada… así que no sería justo para esa criatura que yo destrozara su familia. Tomé una decisión y quizá para ti sea una cobardía haber huido, créeme que me arrepiento. Pero no voy a mover un dedo para deshacer todo lo que ha costado tanto sufrimiento hacer…
-¿Es mejor que esa criatura crezca en una falsa familia? ¿No es mejor que crezca con un padre y una madre separados a que lo haga en una mentira?
-No es tan mentira… sé que ella no estaría embarazada si él no hubiera decidido quererla…
-¿Decidido quererla?
-Deberías ir a verle… -Me quedé helada cuando Nessie nos miró con una mueca-. Creo que deberías hablarlo con él… tu tío tiene razón.
-Gracias… -Dijo Michael con vehemencia-. A ver si a ti te hace caso…
-¿No tenéis nada mejor que hacer que meteros en mi vida? –Miré a mi tío-. Deberías preocuparte más por cómo vas a cuidar a un bebe teniendo dos discotecas… Y tú... –Miré a Nessie-. Deberías dejar de creerte una sabelotodo, deberías mirar más en ti que en los demás, por mucho que creas llevar siempre la razón no es así… no puedes obligar a la gente a que haga lo que tu crees mejor. Pasarlo bien esta noche… -Cogí mi guitarra-. Yo no tengo ganas de fiesta ya…
Salí de allí y me crucé con Gabriela y Tara, intentaron pararme pero salí disparada a mi coche. Feliz vigésimo segundo cumpleaños… ¡Genial!
Conduje sin rumbo claro y aparecí en mi antiguo instituto. Me acerqué a la valla metálica y pude ver nuestro banco… me fijé en que era el único que no habían pintado de color verde… empecé a llorar allí mismo, me dejé caer y la verja me rasgó el antebrazo. Empecé a sangrar bastante y lo tapé con mi cazadora, pronto dejó de sangrar. Empezó a llover… era lo único que me faltaba. Regresé a Seattle en busca de algo y nada. Entonces vi un letrero luminoso, Tatuajes Devon.
Aparqué mi coche y entré a aquel local, el dependiente me miró raro, estaba empapada, con los ojos rojos por haber llorado y con el brazo acurrucado en mi chaqueta negra…
-¿Puedo ayudarla?
-Sí… Quiero un tatuaje…
-¿Qué tipo de tatuaje? ¿Tamaño… lugar…?
-Quiero uno en mi nuca -Me retiré el pelo y señalé mis cervicales-. Justo aquí. Quiero una flor como la que llevo en mi muslo… y quiero que en el otro lado haga otro tatuaje, serán sólo letras…
-Entonces son dos… -Sonrió y yo asentí poco amablemente-. ¿Podrías enseñarme la flor de la que me hablas? –Asentí y me hizo pasar a la sala. Me quité los pantalones y me miró algo asombrado, se acercó y miró mi tatuaje-. ¿Dónde te lo hiciste?
-Londres…
-Ya… ¿De ese tamaño?
-No… un poco más pequeño… -Asintió-. ¿Puedo beber antes? No he traído nada… y…
-¿Quieres hacértelo ahora? –Asentí-. Yo… iba a irme ya… no podría atenderte hasta… dentro de dos días… como pronto.
-¿Cuánto me costarían?
-Pues… dependiendo de las letras… pero unos doscientos dólares…
-Te doy trescientos si me lo haces ahora… -Me miró sorprendido-. No creo que te cueste mucho, los quiero pequeños…
-Mínimo serían dos horas…
-¿Ciento cincuenta dólares la hora te parece poco? –Suspiró y me miró raro-. ¿Ciento sesenta?
-¿Estás segura de querer hacértelos ahora? –Asentí-. ¿Algo muy especial?
-En memoria de los que no están… quiero regalarme eso por mi cumpleaños… -Me encogí de hombros-. Quiero recordarles así…
-Está bien… -Cogió una libreta-. Escoge el tipo de letra mientras hago el boceto de la flor… ¿Quieres que sea a color?
-No… en blanco y negro estará bien… como esa.
-¿Con sombras entonces?
-Por ejemplo…

Sonrió negando y empezó a dibujar en un papel extraño, después le señalé las letras que quería y sacó una caja enorme, llena de papelitos de letras con distintos tamaños. Me miró e hizo una mueca.
-¿Qué nombre es?
-Pues… quiero primero una A, dos M, otra A y una S.
-¿Las quieres superpuestas? –Me encogí de hombros-. Yo las haría entrelazadas, si lo quieres en un espacio pequeño… puedo hacerte una especie de serpiente con las letras…
-Suena bien…
-Suena bien… -Repitió riendo y negando-. ¿Te importa que ponga música? –Negué-. Me centro más… si no te gusta puedo buscar otra emisora…
-No importa…

Cogí mi pelo en una coleta y él empezó a desinfectar la zona y a tatuar. El sonido de las agujas era realmente molesto, pero aún con ese ruido imágenes distintas no dejaban de pasar por mi cabeza, juego de unas niñas, comidas en el parque, un día en la playa… playa en la que hice el amor con él… el chico me miraba con alguna mueca al verme llorar, pero creo que entendía que era más el dolor de corazón que el que pudiera estar haciéndome… apenas lo noté.

Intenté dejar de pensar, pero sonó una canción que terminó de bombardear mi dolorido corazón,

se metía en mi mente y no dejaba que las lágrimas parasen su ritmo, lo mantenía lento mientras mi mente parecía repasar mis últimos ocho años de vida con aquel extraño mirando preocupado y aquella máquina que inyectaba tinta en mi piel produciendo un ruido que quedaba relegado a ruido de fondo.
Sólo una palabra resonaba en mi cabeza… estropeada. Quizá todos tenían razón, quizá era yo la que estaba equivocada, quizá sí tenía un lado retorcido… quizá había sido demasiado egoísta, o quizá todo lo contrario… lo único que me quedaba claro es que mi estropeada alma no veía solución alguna… no había posibilidad de arreglarme. Iba a estar siempre así, rota, vacía… estropeada.

2 comentarios

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lari_costa
AUTHOR
5 de noviembre de 2010, 18:12 delete

Dios! definitivamente Darlene me produce dolor de cabeza
Pobresito Seht...=(
pues estubo genial el capi
Besos

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6 de noviembre de 2010, 6:29 delete

uff, los dos ultimos cap. los as dejado en lo más interesante!!!!y eso es realmente bueno ala hora de escribir, pero con la intriga me matas, q desesperacion!!!
spero q subais pronto el siguiente!!
por todo lo demas, estupendo como siempre!!!
un beso!!!!

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