Capítulo XVII: Sangre. Seth POV.

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Hola chiquetas!!!! bueno cambio el horario de subida de cap.
desde ahora intentare que sean los viernes como muy tarde el domingo y si algun día entre semana me da tiempo os pongo alguno mas.... si Silvia los tiene escritos :D
Sin nada mas que decir... que paseis un buen puente!!!! Bss

 Gwendylow

Me alejé de allí, me quedé observando por un rato cómo ella se arropaba en sus amigos, todos le preguntaban preocupados y ella intentaba aparentar fuerza… mi corazón se resquebrajaba al saber que posiblemente fuera la última vez que podría verla…

-¡Buenos días! –Alguien me dio un almohadazo-. ¡Venga! ¡Levanta!
-Claire… -Me tapé con la sábana, apenas había dormido dos horas-. Déjame… ¿quieres? Necesito dormir un par de horas más…
-Pero es que… -Suspiró y se sentó a mi lado-. Necesito hablar contigo, es algo muy serio… -La miré raro-. Sé que ayer os enfadasteis conmigo… y quería pedirte perdón…
-No estoy enfadado… tampoco Quil… ya lo sabes… -Cubrí mi cabeza otra vez y ella hizo un sonido de desesperación-. ¿Qué…?
-Deberíais pedirme perdón vosotros también, ¿no crees? –Destapé mi cara y la miré mal, ella bufó-. No es justo que siempre me estéis siguiendo…
-Tampoco es justo que le digas a tu madre que te vas a ir con un amigo a Forks y aparezcáis en Port Ángeles…
-Si no me hubieras seguido, no sabrías que iba a Port Ángeles… -Rodé los ojos y suspiré-. ¿Qué te he hecho yo?
-No te seguía… iba a ver a Kira y me pareció verte… Quil me llamó y se lo dije, no sabía que era un secreto… -Me tumbé de nuevo y cubrí mi cabeza-. ¿Ahora me dejas dormir?
-¿Saliste ayer? ¿O te quedaste en casa de Kira?
-Pues… -Quité la sábana de mi cabeza y alcé una ceja-. Estuve cuidando de Kira… no se encontraba bien… -Claire asintió algo extrañada-. ¿Qué quieres Claire?
-¿Sigues pensando en Darlene? –Parecía cautelosa, preocupada… asentí y ella hizo una mueca-. Si ella te pidiera perdón por algo malo que ha hecho… pero que no es por ella si no por algo que le ha pasado… -Alcé una ceja, siempre daba demasiados rodeos-. No sé… si ella te diera un bofetón y te dijera que te odia… pero sólo fuera porque estaba un poco enfadada y un poco sensible…
-¿Has vuelto a pegar a Quil?
-No… la del otro día…
-¡Señor! –Suspiré-. ¿Crees que sigue enfadado? Ya ni se acuerda…
-¿Y lo de ayer?
-Claire… ¿qué pasa? En serio, dilo ya, quiero dormir… no he pegado ojo en toda la noche y he estado toda la mañana trabajando… estoy cansado.
-Le pegué porque… -Hizo una mueca y se sonrojó un poco-. Le pegué porque… -Cogió aire y suspiró-. Yo…
-Le pegaste porque…
-Estaba enfadada, desquiciada y no sabía porqué… hasta que al día siguiente… -Suspiró y cogió aire, sabía que iba a empezar a hablar a la carrera y entrecerré los ojos-. Al día siguiente estaba aún enfadada, me desperté llorando y me di cuenta de que realmente le había pegado muy fuerte… además justo ese día tuve mi primera regla y no sé como decírselo porque sé que se va a reír y encima no deja de decirme que soy una niña y nadie me cuenta nada, no me entero de las cosas que pasan, es como si siguiera teniendo ocho años y Quil no se da cuenta de que soy ya una mujer… -Volvió a coger aire-. Es complicado porque no sabía a quién contárselo, me daba miedo recurrir a Nessie… no miedo, sólo no quería… no sabía… no sé. El caso es que los chicos iban a reírse y yo sé que tú tienes una hermana y tuviste una novia y esas cosas pues… -Cogió aire de nuevo-. ¿No te ríes?
-Espera… estoy aún asimilando… -Torcí el gesto-. Le pegaste fuerte… ante eso sí, me río… lo otro… creo que es demasiada información para mí… -Negué algo trastornado y sonreí-. O sea… que me cuentas a mí algo que no te atreves a decirle a Quil…
-Es que Quil… es… -Suspiró-. ¿Debería decírselo yo? –Asentí algo perdido, realmente ella era todo un torbellino de pensamientos aturdidores y desquiciantes-. ¿No se reirá?
-No… -Suspiré y me tumbé-. Está en el taller… si se lo dices seguro que… -Sonreí-. Espera… te acompaño…

Me levanté riendo y ella me miró raro, la llevé en mi coche y Quil nos miró raro. Entré arrastrándola de la mano y la planté delante de Quil. Me apoyé en la bancada y crucé mis brazos cogiendo el plano exacto para ver cómo la cara de Quil se desencajaba.
-¿Qué os pasa?
-Vamos… tú puedes Claire…
-Esto es bochornoso… -Ella negó y suspiró-. Antes… tengo un secreto Quil… pero quiero que antes me contestes a unas preguntas, o no pienso compartirlo…
-¿Él lo sabe? –Yo asentí con una enorme sonrisa, su cara ya se desencajaba-. Vale… pregunta.
-Siempre te he conocido así… -Le señaló-. No has cambiado, sé que es por lo de los lobos, que tienes veintinueve… -Quil parecía perdido y a decir verdad yo también-. ¿Cuándo vas a cambiar? –Quil frunció su ceño lleno de confusión-. ¿Cuándo vas a hacerte viejo?
-¡Ah! ¡Vale! Sí… -Pareció aliviado y yo disfruté de la situación-. Estaré así hasta que deje de entrar en fase… como Sam. ¿Por qué?
-Pues… -Suspiró y cogió aire… horror-. Es que mis amigas se sienten curiosas, porque siempre te han visto tan… así… -Él alzó una ceja concentrado en Claire-. Es como si tuvieras una pócima extraña y es un poco complicado explicar que cumples años, porque no lo parece, estás casi igual a cuando yo era una niña y es un poco confuso… incluso para mí… porque yo esperaba que te hicieras viejo y eso… no pasa… y es… confuso.
-¿Quieres que me haga viejo?
-No… -Mordió su labio y suspiró-. Vale, no era eso… yo quiero saber… -Suspiró y se puso firme-. ¿Estás enamorado de mí?

Los ojos de Quil se abrieron y yo no pude evitar empezar a partirme de risa. Creo que hacía meses que no me reía tanto, lo juro. La piel de Quil pasó por una gama variada de colores desde el pálido hasta al rojo para pasar de nuevo a un pálido verdoso con sudores fríos incluidos.
-Por qué… -Quil se quedó con la boca entreabierta y la niña miró apenada a sus pies-. ¿Qué pregunta es esa?
-¡Pues una cualquiera! –Yo intenté calmar mi risa ante la mirada de Quil-. ¿Tan difícil es de contestar? Quiero saberlo… es que… -Pareció angustiada y presté atención-. ¿Lo estás?
-Claire… -Quil parecía bloqueado-. Yo… ¿Por qué lo preguntas?
-Porque quiero saberlo… quiero saber si algo ha cambiado por… -Mordió su labio-. ¿Estás enamorado de mí? No voy a enfadarme, contestes lo que contestes…
-Yo… -Quil suspiró y cogió su mano-. Eres una jovencita adorable, pero… ¿No crees que soy muy viejo para ti?
-¿Eso es un sí o un no? No creo que sea tan complicado decir un monosílabo…
-Pues… ahora mismo te aseguro que es muy difícil contestar con un solo monosílabo –Quil la miró ceñudo mientras ella resoplaba-. ¿Con quién has hablado? ¿Con Kim?
-¿Por qué piensas que he hablado con alguien? –Quil alzó sus cejas-. Quizá si tú me explicaras mejor que es todo eso de la imprimación… se supone que siempre lo he entendido, pero ahora no lo entiendo, no veo que tú seas ni mi amigo, ni mi novio, sólo un hermano paranoico…
-¿Hermano paranoico? –Quil se quedó confuso y yo estuve a punto de reír-. Oye… ¿qué te pasa?
-Ahora viene lo bueno… -Ambos me miraron mal-. Vale… me callo.
-Quil… ya no soy una niña… ¿sabes? –Quil sonrió levemente y ella se frustró-. ¡Lo digo en serio! No soy una niña… -Quil parpadeó algo confuso-. ¡Quil, que ya soy mujer!
-¡OH! –Quil se quedó petrificado y yo aguanté mi risa mientras me miraba, me encogí de hombros-. ¡Vaya! ¡OH! –Quil levantó sus manos alterado-. ¿Estás bien? Eso es…
-¡Señor! –Ella hizo aspavientos y se alejó-. Debí haberlo imaginado… mejor haberlo dejado en un berrinche de niña pequeña…
-¡Espera! –Quil salió corriendo y yo los seguí riendo, era digno de ver-. A ver, para… -Cogió su mano-. ¿Por eso estabas tan rara?
-No estaba rara…
-Vale, de acuerdo… no estabas rara… -Quil rascó su nuca-. ¿Te apetece… no sé, un helado? –Ella negó rodando sus ojos-. Vale, yo… -Miró hacia el taller y yo rodé los ojos asintiendo-. Seth se queda al mando y yo me cambio y vamos a donde quieras…
-¿Me explicarás todo?
-Pues… -Suspiró-. Lo intentaré…

Quil entró corriendo al vestuario y ella pareció morder su labio, era como si estuviera temerosa de saber y yo reí, ella rodó los ojos y me acerqué para despeinarla.
-¡Quita!
-Anda que… vaya preguntitas… -Reí y ella se sonrojó encogiéndose de hombros-. Me muero por ver la siguiente conversación…
-Eres idiota… -Ella masculló y yo alcé una ceja-. Pensé que sería distinto…
-Vamos… no hagas un mundo de un ligero cambio… -Ella alzó una ceja-. ¿Crees que por eso el mundo va a cambiar? No es para tanto, en serio… -Sonreí y ella hizo una mueca-. El único cambio es que me vas a deber una muy gorda porque solo he dormido dos horas y ahora voy a tener que cerrar yo el taller…
-Eso te ha pasado por cotilla, no por mi culpa…
-¡Vale! ¡Tocado!

Ahí me quedé… aunque en verdad no me importó mucho, estaba un poco cansado pero feliz por saber que mi hermano había imprimado a una de las criaturas más risueñas del universo… alegraba hasta a la persona más desgraciada del mundo… como a mí. Realmente había sido un gran apoyo para mí, siempre me decía cosas que me consolaban en cierto modo… además era la única que me apoyaba en eso de no terminar con Kira… decía que era demasiado chic para saber nuestro secreto… Quizá fuera cierto, pero ella ahora me necesitaba, más que nunca…

Dos meses pasaron, la verdad es que fueron dos meses bastante alegres, yo estaba emocionado con ayudar a Kira, Quil con su nueva amistad, y sólo amistad, que había empezado con Claire… él se fue emocionado a recogerla al instituto… todos nos sorprendimos cuando nos llamó diciendo que se la llevaba al hospital de Port Ángeles.

Cogí mi coche, Jake y Embry se fueron a por sus parejas… así que yo me fui directo al hospital. Quil estaba buscando revistas apropiadas para Claire, parecía algo angustiado porque le había pedido el teléfono y justo les había echado a todos de la habitación... Me asomé a la habitación y ella me hizo esperar fuera hasta que colgó y me hizo entrar.
-Hola… ¿Te llaman muchos novios?
-No… tenía que cancelar una cita… -Alcé mis cejas y ella rió sujetando su tripa-. Era una amiga… no pienses mal…
-¿Cómo te encuentras?
-Preferiría estar comiendo helado… -Bufó-. Esto es un asco… seguro que me dejan una cicatriz horrible… y no me darán helado hasta… no sé.
-Cuando salgas tendrás helado… ¿Sí?
-Hola… -La madre de Claire entró seguida de Quil y el doctor-. No podemos darte de comer… nos han dicho que tienes que esperar…
-Hasta dentro de unos días no podrás comer nada sólido… -El doctor hizo una mueca-. Lo siento… pero son las reglas…
-¿Ni helado? –El doctor negó y ella relinchó-. ¿Ni después?
-Quizá si es caldo… -Rió-. Bueno… no te preocupes, vendremos a por ti en un rato, ¿vale?
-Genial… -Bufó angustiada-. No sé porqué me has traído Quil…

Estuve un rato hasta que la bajaron a quirófano, por lo que decidí dar un paseo hasta la heladería y al entrar suspiré, cada día pasaba por allí… hoy tocaba de mora y vainilla. Llamé a Kira para avisar de lo que pasaba, ella se apenó y yo pedí su helado de vainilla y mora y otro de fresa y chocolate para Claire. Cogí mi pedido y monté en mi coche con rumbo al restaurante.

Entré al restaurante y ella alzó una ceja cuando levanté el paquete de la heladería y rió. Bajé mi mirada y vi que tenía un barril entre las piernas… la miré mal y ella se encogió de hombros, le hice un gesto para que apartara y ella se giró dando con su tripa en la barra.
-Ya te cuesta girar… -Reí y ella me pegó cuando estuve dentro de la barra-. Déjame… no hagas esto sola, te lo digo siempre…
-Pensé que ibas a ir al hospital…
-Pero he pensado que igual me necesitabas… y veo que sí… -Cogí el barril y se lo cambié, ella bajó la mirada un poco y pareció triste-. ¿Qué tal vas?
-Rara… -Acarició su tripita y me miró algo asustada-. Mi madre no va a poder venir, estoy pensando en irme con ella a Texas… quizá me iría mejor allí…
-¿Vas a irte así hasta Texas? –Acaricié su tripa y ella me miró apenada asintiendo-. ¿Qué va mal? Sabes que estoy aquí para lo que necesites…
-Odio los hospitales… no sé si lo soportaré sin que mi madre esté a mi lado… -Suspiró-. Y además estoy tan gorda que ya casi no quepo en la barra… -Empezó a llorar y la abracé riendo-. No es gracioso… idiota…
-Sólo un poquito… -La miré apoyada en mi pecho-. Estás llorando porque la pequeña Daphne está aferrada a ti como un koala y te quita maniobrabilidad… pero… eso pasará…
-Sí claro… -Se incorporó y limpió su rostro-. Y cuando me pregunte dónde está su padre le diré que es un gilipollas que fue incapaz de decirme que me quería, a pesar de haberse acostado conmigo y decirme que me amaba cuando lo hizo…
-¡Eh! –La abracé-. ¿Estás tonta?
-¡Déjame Seth! No me apetece que encima tú me estés consolando…
-Oye… -Cogí su mano y le sonreí-. Sabes que a esa niñita no va a faltarle de nada y a ti menos… así que olvida lo demás, ¿quieres? No pienso separarme de ti, sabes que no me he separado de vosotras desde que me lo dijiste… así que ahora no me digas eso, me siento mal…
-Pero Seth… yo no quiero sólo un padre de ratos muertos para Daphne… quiero alguien que esté con nosotras siempre… conmigo.
-Sabes que voy a estar cada vez que me necesitéis… pero no me pidas lo que creo que me estás pidiendo, porque sabes que no puedo…
-Kira… -El jefe de Kira nos miró raro-. ¿Te encuentras bien?
-Sí… -Dijo limpiando sus lágrimas-. Perdona Frank…
-Anda, vete con Seth… -Suspiró-. Me quedo yo, no te preocupes… debes descansar… no te preocupes por nada…
-Pero yo…
-Te dije que buscaría a alguien y mañana ya tengo un par de entrevistas… así que venga, porque me haga cargo de mi negocio una noche no voy a morirme… márchate y tómate la tarde libre…

Se lo agradecí cuando ella se marchó y él me hizo prometer cuidarla bien, así que le dije de llevarla a casa pero ella dijo que quería acompañarme y superar su pánico a los hospitales…
Esperamos distraídos en la sala de espera cuando Jake alzó una ceja, salió corriendo. Kira le miró asombrada y yo reí, seguro que estaba esperando a Nessie y ella había llegado. Olfateé y el aire era realmente un caos… me tensé, demasiados olores revoloteando y me pareció olerla a ella. Después de más de medio año… Kira me miró raro y yo reí, haciéndole creer que olía a quemado.
Esperamos y Jake vino riendo algo confuso… le miré y él se sentó a mi lado riendo y negando, parecía sorprendido.
-Tenías que verla… se ha vestido de enfermera, me ha dicho que quería colarse para verla pero no ha llegado a tiempo…
-¿Dónde estaba?
-Comprándole flores… -Bufó y ella apareció con un ramo y vestida de enfermera-. Ahí la tienes… no deja de sorprenderme…
-Pero… -Kira la miró raro-. ¿De dónde…?
-No preguntes… -Se sentó al lado de ella y resopló-. No he podido ni verla… pensé que me iba a dar tiempo… -Miró el ramo-. Me trae recuerdos… -Suspiró y miró la tripa de Kira-. Bueno… ¿Cómo va?
-Molestando… -Kira suspiró-. Y la verdad es que estar aquí me pone algo… ansiosa.
-Tranquila… -Acaricié su pelo-. No pienso separarme de ti, ya te lo he dicho… -Sonreí-. ¿Quieres algo de comer?

Ella negó y Nessie me miró raro. Se levantó y me trajo un olor raro, agridulce mezclado con otros muchos de flores, pero aquel olor… Kira me miró raro al ver que me había quedado aturdido y justo llegó el médico para decir que podíamos pasar. Se asombró al ver a Quil correr con los padres de Claire y el desfile que le seguimos, todos con globos, bombones y ramos… ni que hubiera despertado de un coma profundo de años…
Cuando llegamos a aquel pasillo… su olor vino a mí. Miré a Nessie que parecía distraída, me acerqué a ella y salió corriendo hacia Claire a darle el ramo. Kira cogió mi mano, parecía angustiada y Claire miró el ramo y lo olió, sonriendo al vernos a todos. Parecía cansada… pero más bien nerviosa. Su habitación olía como si ella hubiera estado allí. Kira tiró de mi mano.
-¿Estás bien? Parece que ahora el que tenga pánico seas tú…
-Sí… -Suspiré-. El olor… me resulta extraño… -Nessie alzó una ceja y sonreí-. Pero no te preocupes, una promesa es una promesa… estaré aquí contigo…
-¿Me lo prometes de verdad?
-Pues… -Suspiré y negué-. No sé… -Ella hizo una mueca-. Me lo pensaré… Claro que sí, boba… ya te lo he dicho…
-Gracias… -Se acercó a mi oído-. ¿No piensas echarte atrás?
-Kira… -Besé su mejilla-. Tranquila, ¿vale? Relájate…

Ella sonrió ampliamente y noté que Nessie estaba como ida. Jake la miraba preocupado, como todos, aunque de repente sacudió su cabeza y sonrió. Olfateé de nuevo y pareció que su olor fuera más intenso, me giré y un médico negaba asombrado hacia el pasillo, me acerqué pero Kira tiró de mí.
-¿Dónde vas?
-Yo… -Miré a Nessie que puso cara rara y negó-. Creí haber visto… es igual.

Estuvimos unos minutos allí, Claire parecía angustiada y el médico nos hizo salir. Me puse tras Nessie que hablaba de tonterías con Jake, como si quisiera evitarme. Le pedí a Kira que esperase y la cogí del brazo sacándola de los de Jake.
-¿Qué ha sido eso?
-¿El qué? –Me miró confusa-. ¿Qué te pasa?
-Su olor… ¿Ha estado aquí?
-Seth… -Suspiró-. ¿Sabes cuanta gente hay en este hospital? –Ella me miró con cautela-. Cientos…
-Ya… -Suspiré y ella alzó una ceja preocupada-. Perdona… yo… me estoy volviendo un poco loco… perdóname…

Me alejé y me llevé a Kira de allí… la dejé en su casa y me cercioré de que fuera a estar bien, cuando se durmió dejé el teléfono en su mesilla y me marché, no podía quedarme otra noche más o la cosa se pondría fea… cuando llegué a casa Maila se subió a mi pecho y brincó a mi alrededor.
Subí al piso de arriba e intenté oler su ropa, pero era inútil… Maila se estiró y abrió su boca, bajé a darle de comer y miré mi móvil, su número antiguo… nunca daba tono. Estuve a punto de llamar, pero se apagó por falta de batería.
Lo puse a cargar e intenté encenderlo, no había manera. Justo se había estropeado ahora… genial. Nessie apareció por allí asustándome.
-¿No te han enseñado a llamar?
-Perdona… ¿Tan distraído estabas? –Asentí-. Lo imaginaba… así que he venido para recordarte que ella no está cerca… Kevin me lo hubiera contado, o Michael a Collin… te hubieras enterado si ella hubiera regresado, ¿no crees? Además… hubiera llamado… o eso creo.
-Es… -Negué-. Apenas puedo imaginarla, ¿sabes?
-Lo sé… hace más de medio año y ha podido cambiar mucho desde que la viste… pero creo que deberías recordarla tal y como era cuando estaba contigo… es lo más acertado.
-¿Sabes que en un par de semanas va a ser su cumpleaños? –Asintió-. Sigo apilando sus regalos en la oficina… es una tontería… ¿verdad? –Ella hizo una mueca-. Si en cuatro años lo máximo que he conseguido ha sido cruzármela de casualidad… golpeé mi frente contra la mesa y me quedé ahí-. ¿Por qué tiene que pasarme esto a mí…? Encima está Kira…
-¿En serio vas a hacerte cargo de ella?
-¿Qué voy a hacer si no? –Alcé mi vista-. ¿La dejo sola? Dejo que esa niña crezca sin padre… que ella tenga que empeñar todo para cuidar de su hija…
-No es culpa tuya…
-Claro que fue culpa mía, Nessie… -Golpeé la mesa y se rajó-. ¡Mierda!
-Va… tranquilo… -Nessie me abrazó por la espalda-. Tito Seth… -Besó mi mejilla y me miró con una leva sonrisa-. Piensa en que dentro de poco también es el cumpleaños de otra personita que quieres mucho… y que serán dieciséis…
-Sí… tengo que prepararle una fiesta a una chantajista y además hacerle dos regalos… ¡Genial!

Ella rió y se marchó, dejándome solo con mi perrita y mi mesa rota… como mi corazón. Cuando llegó aquel viernes diecisiete de mayo… me angustié. Nessie y Claire se habían ido de compras a Port Ángeles mientras nosotros trabajábamos… y Kira había recibido finalmente la visita de su madre, así que no me necesitaba…
Nessie y Claire volvieron a media tarde con una bolsa cada una, lo que nos sorprendió. Jake pareció extrañado como Quil y Embry rió.
-¿Sólo una bolsa? –Ellas me miraron mal-. Esperábamos que nos llamarais para ir con una grúa… pero me alegra ahorrarme el viaje…
-Bueno, Jake… -Nessie le dio un beso pasional y rápido, dejándolo anonadado-. Me marcho, que sólo he venido a traer a Claire…
-¿Dónde te vas ahora?
-A… -Ella sonrió a Claire-. Una sorpresa… -Nos mostró que iba a ver algún grupo para su cumpleaños-. No queráis saber todo…
-¡Espera, Nessie…! –Me acerqué y susurré en su oído-. ¿Dónde piensas meter un grupo? Se supone que de la fiesta me encargo yo…
-No… habla con ella… -Nessie señaló con la mirada a Claire que le mostraba su nueva camiseta a Quil-. Ya te lo explicará…

Se largó y me dejó con la duda, pero tampoco me parecía bien preguntar a Claire directamente… así que me pegué toda la tarde esperando a que se decidiera y nada. Fui a casa y Rebeca me avisó de que había sesión de barbacoa en su casa… me alegré, no me apetecía cocinar. Cogí a mi perrita y la llevé corriendo hasta casa de Rebeca que rodó los ojos.
-Vas a matarla algún día de estos…
-Pero Seth… -Rachel la acarició-. Qué malo es… ¿verdad?
-Hola cariño… -Emily besó mi mejilla-. No me extraña que luego te destroce la casa cuando no estás… con la marcha que le das… se aburre sin ti…
-Es fuerte… ¿Me la cuidáis unos minutos? Voy a pasarme por casa de mi madre y… no quiero que le destroce la casa o me matará…
-Vale… de paso avisa a tu hermana…
-Claro… emocionante…

Me marché de allí con una palmada en el trasero de Emily que rió por mi comentario sobre Leah. Cuando llegué a casa mi madre se levantó del pequeño huerto que había montado con Charlie.
-¡Benditos los ojos! –Mi madre sonrió y la ayudé a levantarse dándole un beso en la mejilla y levantándola por los aires-. ¡Bájame…!
-Charlie… -Él rió y me tendió la mano-. ¿Qué tal sienta la jubilación?
-Aburrida…
-No le hagas caso… siempre está igual… -Mi madre me abrazó-. ¿Qué tal está Kira? Y no me digas que más gorda… -Me apuntó con el dedo-. Seth…
-Vale… está igual de… ¿embarazada? –Reí y ella rodó los ojos-. Bien, ha venido su madre… ya le queda poco. Creo que al final va ir a un hospital de Seattle que su madre ha reservado…
-Eso está bien… -Asentí-. ¿Y tú? ¿Cómo estás tú?
-Bien… -Me miró alzando una ceja-. Ya sabes… -Besé su frente-. No te preocupes tanto, sé cuidarme solo…
-Y a su amiguita la preñada… -Leah bufó-. Hermanito…
-Hay reunión…
-Lo sé… Emily me ha llamado por si tú no me avisabas…
-Iba a hacerlo… qué poca fe en mí… -Ella bufó y se largó sin despedirse de nadie-. Qué agradable está últimamente…
-Dale tregua… -Mi madre hizo una mueca-. Lo está pasando mal… -Alcé las cejas-. Aunque no lo creas está muy preocupada por ti… -Besó mi mejilla y Charlie sonrió-. Pásalo bien…
-Igualmente…

Salí disparado a casa de Rebeca y estuvimos allí, Jake pareció angustiarse… no le hacía bien estar separado de Nessie…
-¿Angustiado?
-Algo va mal… -Le miré raro y negué-. En serio… -Su móvil sonó y lo cogió al primer tono-. ¿Sí? –Su cara se desencajó y se quedó blanco, después recuperó algo de color y se quedó como ido, serio… todos le miramos atentos y preocupados-. No te muevas de ahí… lo sé. ¿Podrás hacerlo sola? –Se quedó petrificado-. La encontraremos.
-¿Qué…? –Sean y Kyle se miraron alucinados-.
-Quil, Leah, Collin y Brady… tenemos que irnos. Seth, quédate con Kyle y Sean…
-Estás de broma… -Su mano se posó en mi hombro cuando fui a levantarme y su mirada me traspasó. Su mano me hizo sentarme de nuevo-. ¿Qué es? ¿Híbrido o vampiro?
-No es el momento. Quédate aquí. Kyle y Sean iros a mi casa… os llamaré si os necesito…
-¿Y yo?

Se largó sin contestarme. Todos se fueron preocupados y entré en fase, pero una voz me rechazó y me obligó a salir de fase. Seguro que era un castigo por las broncas con Sean y Leah… me quedaba fuera del juego haciendo de niñera de los incontrolados… ¡Genial!
Miré a Kyle y a Sean y les acompañé hasta casa de Jake, les dije que se quedaran allí a esperar órdenes y salí corriendo… no podría entrar en fase y mi velocidad sería más lenta… pero podía percibir sus efluvios y seguirles.

Cruzaban todo el parque de Olympic… dirección Seattle. Un temblor se extendió desde mi columna y volvió, era frustrante no saber qué iba a pasar… quizá otro ejército, quizá un ataque a Nessie en Seattle… quizá… saqué mi móvil y la llamé.
-¿Sí? –Su angustia era palpable en su voz, parecía… rara-. ¿Dónde estáis?
-Yo… ¿qué ha pasado?
-¿Seth? Daros prisa Seth… no puedo más… -Gruñó de un modo feroz-. No sé si seré capaz de contenerme…
-¿Nómadas? –Negó-. ¿Sed? –Gruñó-. ¿Qué demonios ha pasado?
-Jake…

La comunicación se cortó. ¿Todo porque ella estaba sedienta? No entendía nada… siempre se había controlado bien… quizá había sido por que alguien había sangrado… pero seguía sin entender nada, no entendía que me hubieran dejado fuera del juego.

Me quedé en medio del bosque, realmente era abrumador y aterrador a la vez… recordé un día con ella por aquí y me derrumbé en pleno bosque. Empecé a llorar como un niño, mi pecho dolía como si estuvieran troquelándolo. Un recuerdo invadió mi mente… nuestro primer beso.

Los chicos ya empezaban a salir, todos me miraban como si estuviera haciendo el mayor de los ridículos… pero me daba igual. Cogí el anillo y la vi salir, por lo que puse la canción que tenía preparada, la cual sabía que le iba a gustar. Ella empezó a reír cuando la escuchó y se quedó parada en mitad de las escaleras. Empecé a cantar para mis adentros y ella empezó a reír de nuevo, mirándome sonrojada y mordiéndose el labio.
No reaccionaba, quizá la había cagado haciendo esto… hice una ligera mueca de disculpa y ella inspiró, dejando caer sus libros. Me quedé pasmado, pero cuando la vi correr hacia mí, no pude más que dejar que me abrazara. Besé su mejilla y me miró totalmente colorada, mirándome con los ojos brillantes y una sonrisa arrebatadora… no pude evitar besarla.
Ella se abrazó más a mí y yo la acerqué todo lo que pude a mi cuerpo, haciendo que ella se doblara ligeramente, por lo que frené mi beso y la abracé de nuevo.
-Eres… -Se escondió en mi hombro-. Me está mirando todo el mundo…
-Mejor… -Reí y ella me miró asombrada-. Así queda bien claro que eres mi chica… no hay que dar tantas explicaciones… -Ella negó sonrojada-. Estas preciosa… Me gusta cuando te sonrojas por mí…
-No… -dijo negando-. Estoy acalorada…
-Pero eso también es por mí… ¿no?
-Puede… -se acercó y me besó dulcemente-. Pero sólo puede… -volvió a besarme-. Y quizá… y digo quizá… pueda despejar mi agenda para verte de nuevo mañana…
-No importa… -La besé despacio y reí-. Iba a colarme en tu casa esta noche…

Me miró de un modo que tuve que volver a besarla, sus labios eran suaves y dulces, se amoldaban a los míos a la perfección, pero un carraspeo hizo que ella se alejara de mí levemente y se apoyara en mi pecho.

Gemí ante el recuerdo de aquellos besos, de aquella sonrisa que me llenaba el alma y ahora sólo me torturaba y atormentaba. Otro recuerdo llegó a mí, mezclado con una canción que Claire me había dejado grabada en mi mp3


Rodeé la casa y salté hasta la ventana del pasillo, viéndola entrar y cerrar la puerta de su cuarto. La abrí con cuidado mientras ella miraba su móvil, cerrándola del mismo modo. Puso una mano en la manilla del armario y la aferré por la espalda, haciendo que se asustara un poco mientras abría el armario y la metía conmigo allí.
-¿Estás loco? Algún día vas a matarme de un susto… -me miró furiosa, pero pasó en el momento que la besé-. Idiota…
-¿Me has echado de menos? –Ella negó amortiguando una sonrisa, así que besé su cuello-. ¿Ni un poquito? –Ella volvió a negar y rocé su cuello con la punta de mi lengua, haciendo que se estremeciera-.
-Sí… -Susurró casi sin voz, haciendo que mi corazón latiera de ese modo que intentaba evitar-. Demasiado…
-Vale… -Suspiré y tragué en seco, besándola levemente-. Me tengo que ir ya, no quiero distraerte, tienes que madrugar y debes descansar…
-Toma… -Se giró y me tendió la ropa-. ¿Sólo era una excusa para volver?
-Ojala pudiera decir que lo he hecho a posta… -Reí-. Bueno, me marcho… -Abrí el armario pero ella me sujetó para besarme de nuevo con ansia, noté mi piel más cálida y la frené un poco-. Dar… debo irme, cariño… -Besé su frente-. Te quiero…
-Y yo… -dijo haciendo un puchero y besándome-. ¿Cuándo te veré?
-Pronto… -Sonreí-. No puedo vivir demasiado tiempo sin mi chica, ya sabes… -Sonreí y la besé de nuevo-. Descansa…
-¡Espera! –Me aferró y en sus ojos había tanta tristeza…-. ¿Puedes quedarte hasta que me duerma? Por favor…

Hice una mueca y asentí, mientras ella se quitaba la camiseta y yo me obligaba a cerrar los ojos y a respirar hondo… iba a ser una noche difícil. Su mano tomó la mía y la llevó a la parte más baja de su espalda, pudiendo rozar con la punta de mis dedos su ropa interior. Sus labios me besaron temerosos, haciendo que mi otra mano dejara caer la ropa. Noté cómo dibujaba una sonrisa en sus labios mientras rozaba los míos y tomaba mi mano libre para ponerla junto a la otra. Cogí aire e intenté por todos los medios no moverme, no mirarla… pero ella me lo ponía difícil. Su cuerpo se acercaba al mío y mis manos empezaron a acariciar su espalda, notando cómo ella se ponía de puntillas para llegar a mis labios. La aupé un poco y ella enredó sus piernas en mi cuerpo de nuevo, parecía que era algo que le encantara… al igual que el hacerme sufrir. Sus besos se tornaron ansiosos, como su respiración y la mía, y no pude evitar abrir los ojos para verla sobre mí, con una mirada tan provocativa que tuve que cerrar los ojos de nuevo y respirar. Ella acarició mi rostro y me sentí obligado a mirarla, mientras sus ojos descargaban el deseo en mí. Recorrí su torso por un momento con mis ojos, no debía… pero no pude evitarlo. La besé de nuevo y ella parecía feliz, acariciando mis hombros que parecían arder.
Suspiré y me frené, tenía que pararlo. La besé en el cuello y la llevé a la cama, tumbándola con cuidado sin que ella me dejara escapar de su agarre, dejándome sobre ella mientras me miraba ahora algo más asustada. Sonreí y la besé con cuidado, alejándome de ella suavemente, evitando que notara todo lo que había provocado su simple mirada. Me incorporé dejándola tumbada, preciosa con un conjunto claro que resaltaba en la oscuridad de la habitación.
Me levanté y me dirigí a su armario, sacando un pijama y acercándome a ella, dejándolo en la cama mientras me miraba extrañada. La acerqué a mí y la besé dulcemente, poniendo sobre ella la parte superior del pijama mientras me miraba con gesto de desaprobación, provocando mi sonrisa. Ella tomó la parte inferior y se la puso, fulminando mi sonrisa con la mirada, provocando que se agrandara más.
Besé su frente y la tumbé a mi lado, comenzando con el ritual de caricias que había funcionado las últimas noches. Era la una de la madrugada cuando la arropé y besé su frente, provocando una mueca de dolor en su rostro que me hizo sentir culpable. Tomé un bolígrafo de su escritorio y me acerqué a ella, escribiendo en su mano derecha “Te quiero” y en su mano izquierda “Te extraño”.

Todo lo que quería decirle en ese preciso momento. Quería poder decirle lo que la amaba y lo que la extrañaba… quería reencontrarme con ella… quería abrazarla de nuevo. Todo empezó a volverse negro, podía notar unos dientes desgarrando la piel de mi pierna con un calor abrasador, pero no me importaba, sólo quería tener en mi mente su imagen en forma de recuerdo…

Podía oír las risas de Emmett salir de aquella casa, salí de fase y me puse los pantalones mientras corría, ella salió por la puerta con una preciosa sonrisa. Corrió hacia mí y nos chocamos al encontrarnos, la miré y acaricié su rostro, la abracé y besé su rostro una y otra vez mientras lo acariciaba, sus mejillas, sus labios, su frente…
-No vuelvas a hacerme esto, ni se te ocurra… casi me muero de la angustia…
-Estoy bien…
-Pero… podía haberte pasado algo, podían haberte descubierto y no sé que hubiera hecho si te hubiera pasado algo… estás loca… -La besé en los labios recreándome en ellos-. Completamente loca… -Volví a besarla-. No vuelvas a hacerme esto, por favor…
-Si hacerlo implica un reencuentro como este… tendré que pensarlo…
-Calla… -La besé de nuevo, con más calma-. Te prometo reencuentros así para la eternidad, pero no vuelvas a hacerlo… -La abracé-. Nos hemos vuelto locos…
-Ya está… estamos juntos, es lo que importa… -Miré sus ojos llenos de alegría y asentí sin poder evitar besarla de nuevo-. Como lobo defiendes a tu manada y yo defiendo a la mía también, como una buena leona…
-Ya veo… -Sonreí… era perfecta-. Cánidos y felinos… buena mezcla… ¿qué saldrá de eso?
-No sé… y no quiero saberlo hasta dentro de mucho…

Los mismos dientes rasgaron la piel de mi brazo, parecían de hierro al rojo vivo y gemí, notando algo cálido y húmedo en mi cara. Me retorcí y escuché un gruñido acabado en un gemido. Una respiración acelerada, unos movimientos rápidos y tela rasgándose. Unas manos cálidas tomaron mi rostro y me hicieron volver de los recuerdos, los ojos de mi hermana inundados en lágrimas mientras su rostro se desencajaba. La miré sofocado y ella me abrazó.
-Lo siento… pensé… -Empezó a llorar y la abracé, su vestido blanco estaba rasgado por un lado-. Dios, Seth… pensé que te estabas… -Sollozó y arrancó un trozo de tela de su vestido para ponerlo en el mordisco que me había dado-. Lo siento…
-¿Qué…? –Ella me miró angustiada y me abrazó de nuevo-. ¿Qué está pasando?
-Que pensé que te estabas muriendo, estúpido… -Sollozó y se limpió las lágrimas-. ¿Estás lerdo o qué pasa contigo? Si tengo hijos algún día prometo que no dejaré nadie los cargue… te golpeaste demasiado la cabeza y así te has quedado…
-Ya… -Quité su mano de mi brazo, ya estaba cicatrizando-. Eras tú la que me cargaba, así que si me golpeaste en la cabeza es tu obligación cargar conmigo… -Ella sonrió negando y llorando a la vez-. Leah… ¿Qué le ha pasado a Nessie?
-Yo… -Me miró mordiendo sus labios, estaba angustiada y eso no era normal en ella-. No querían decírtelo, pero tú seguro que eres más efectivo… seguro que la encuentras antes…
-¿Encontrar? ¿Nessie se ha escapado? ¿Ha atacado a alguien?
-No… -Negó y se limpió las lágrimas de nuevo-. ¿Prometes controlarte? –Empecé a temblar-. Seth… contrólate.
-Leah, dime ya que está pasando…
-Nessie se ha puesto histérica siguiendo a alguien… habían discutido y cuando le ha dado por seguirla ha encontrado su sangre… por eso ha llamado a Jake.
-¿Sangre de quien, Leah…? –Mi cuerpo empezó a convulsionar de manera exagerada, temía escuchar su respuesta-. Leah…
-De ella. No te equivocabas en el hospital, ella ha vuelto…

Exploté. Los ojos de mi hermana casi se salen de sus cuencas pero no tenía tiempo, empecé a correr. Brady estaba en el LuxurII con los padres y tíos de Darlene, Collin en el Luxury con los amigos y Quil buscaba por Monroe y los alrededores. Jake intentaba calmar a Nessie, que no paraba de llorar en las puertas del instituto. Podía oler su sangre allí. Fue mi dirección a seguir.

Salí de fase en pleno salto cayendo al lado de Nessie y empotrándola contra la valla. Jake puso una mano en mi muñeca, estaba seguro de que me atacaría si no la soltaba, ella me miraba asustada.
-¿Qué ha pasado? –Acerté a decir entre la rabia y las lágrimas-. Nessie…
-¡Suéltala…! –Aflojé mi mano pero no la solté-. Seth…

El temblor de su mano pasaba a la mía y se unía a mi temblor. Nessie me mostró escenas confusas, su regreso, el hospital, Claire, su cumpleaños… una discusión…
La había seguido tras esperar una hora su regreso, pensaba que volvería pero no lo había hecho y al encontrar su sangre no pudo seguir con la búsqueda. Su efluvio se había perdido y ninguno de sus amigos había conseguido localizarla.
Gruñí y la solté, pateando la verja que cayó a plomo. Volqué los cubos de basura, me volví loco y entré en fase allí mismo, recorrí todas las afueras de la ciudad, estuve en su casa, en su refugio… no había rastro reciente de ella.

Quil seguía buscando en los alrededores, detectando un leve rastro de su aroma en dirección suroeste. Salimos directos y aparecí en el LuxurII. Su madre y su tía lloraban y sus padres se volvían locos dando explicaciones a la policía que no hacía nada porque sólo hacía ocho horas que había desaparecido y además era mayor de edad…
Cuando me miraban parecían asustados, Brady me calmó y me llevó a un parque cercano, entré en fase y aullé dejando mis cuerdas vocales en el aullido. Salí de fase derrotado y Brady me recogió del suelo y me llevó a un banco.
-Cálmate… piensa fríamente… ¿Dónde iría ella?
-He buscado en su refugio, en su casa de Monroe, en casa de sus tíos…
-Eso ya lo hemos hecho nosotros, Seth. La hemos buscado por donde podría estar… pero sólo tú puedes saber…
-¡No sé! Pero como le haya pasado algo… te juro que…
-Cálmate, ¿quieres?
-He encontrado su rastro… -Leah me miró extrañada-. En una tienda de tatuajes… después se pierde entre las calles de alrededor…
-Vamos…

Fui a entrar en fase pero Leah me frenó, no era gran idea pasearse como lobo en pleno Seattle. Brady se quedó con sus padres, me mantendría informado. Cuando llegué a la tienda estaba cerrada, no había nada dentro. Leah me ayudó a buscar en las calles de alrededor pero no apareció su rastro, sólo había uno leve que conducía al sur. Seguimos ese rastro y llegamos al Luxury.

Collin parecía estático, me miró y negó, no había vuelto. Mi cuerpo empezó a convulsionar y Leah me arrastró a un pequeño bosque cercano, entré en fase de nuevo, estaba desquiciado. Quil seguía buscando por Monroe, Jake y Nessie estaban llegando a Olympia, donde ahora vivían los Cullen.
Presté atención a sus pensamientos, Alice estaba desquiciada, no veía nada respecto a Darlene, su futuro se había esfumado en aquella verja. No teníamos más pistas…

Volví al Luxury y Collin permanecía parado esperando a la entrada, angustiado y preocupado mientras miraba hacia la carretera. Le empujé estaba cabreado y frustrado y él me sacó fuera, empotrándome contra el muro que se rajó.
-Oye, cálmate… ellas están asustadas, no necesitan verte como si fueras un psicópata. Ashley y Gabriela han ido a buscar a su negocio y tampoco estaba… están regresando y quiero que seas amable con ellas… ¿De acuerdo? Ponerte histérico no te sirve de nada… -Me soltó y suspiró-. ¿Jenner?
-Alice lo hubiera visto…
-¿Qué ha visto?
-Ha desaparecido cuando se ha cortado en la valla… -Negué y empecé a llorar-. Si le han hecho algo… si… -Él tomó mi rostro y palmeó en él-. Collin…
-¡Eh, eh! Para… vamos a encontrarla… Te lo prometo. Ellas la conocen bien… pero no mejor que tú… Acabarás dando con ella… -Sonrió levemente-. Vamos… volvamos dentro…

Kevin salió golpeando los cubos y vino directo a mí, me empujó y se encaró conmigo, temblé y me controlé, Collin le sujetó pero su boca seguía libre.
-Le arruinaste la vida. Han discutido por ti, por tu culpa... ha vuelto a huir por la misma razón, siempre por ti…
-¡Kevin! –Ryan y las chicas lo calmaron-. Oye… será mejor que nos calmemos… estamos muy nerviosos… -Ryan suspiró-. Quizá… quizá se haya ido a Jenner… quizá no sea sangre de ella… estamos sacando conclusiones precipitadas… esperemos a que llame… ¿vale? –Ryan palmeó a Kevin en la cara como había hecho Collin conmigo-. ¡Cálmate! Prueba a llamarla de nuevo…
-Es inútil… -Sacó su móvil y llamó-. Apagado… -Negó-. ¿Qué hacemos ahora?
-Sólo podemos esperar… -Una chica de piel color chocolate suspiró-. Tengo la intuición de que estará bien…
-Quizá sólo necesite respirar… -Gabriela negó-. Ha estado muy agobiada últimamente… demasiados cambios… demasiadas decepciones… pero no es ninguna suicida. Simplemente necesitará un respiro… deberíamos esperar hasta mañana…
-Sí… -La chica hizo una mueca y Collin la abrazó. Aquella chica me sonaba mucho, era como si la conociera de algo-. Creo que va a darme algo como no aparezca pronto…
-Tranquila… aparecerá… -Collin le dedicó una sonrisa consoladora y Leah rodó los ojos-. No te preocupes…

Mis ojos se entrecerraron. Observé atento la expresión de Collin y de aquella chica, se acababan de conocer y… cerré mis ojos y salí de allí golpeando el muro. ¡Menudo momento para imprimarse! Esto debía ser una tétrica broma… Me desesperé por horas, dando vueltas por la ciudad, por Monroe… esperando y desesperando…
Mi móvil sonó a las siete de la mañana… Kira llamaba, sólo podía ser por una cosa, ella jamás madrugaba tanto… el destino era verdaderamente retorcido conmigo si realmente mis temores se hacían realidad y estaba de parto… Descolgué.
-Seth… No te asustes, pero… ¿Podrías venir al hospital de Port Ángeles?


1 comentarios:

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lari_costa
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29 de octubre de 2010, 16:17 delete

WoOoW! que sucedio??
me quede con la duda
el capitulo esta excelente
Besos

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