Capítulo XXXVII: El contrato azucarado.

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¡¡¡¡¡¡SORPRESA!!!!!!

Bueno, pues aquí dejo una sorpresita, Ainhoa no tenía ni idea de esto, así que esta es la sorpresa que te dije ayer, pero me dormí y no me dio ttiempo a acabarlo... Espero que os guste, no, que os encante... Quiero un contrato así para mis vacaciones... ya lo entenderéis... XP
Espero que tengáis en cuenta que es la primera vez que monto un capi así (De hecho hay una foto que se nota que la he hecho con mi cámara y la he subido... no soy fotógrafa profesional ni mucho menos, así que es un poco chana... ya me lo perdonaréis... xD) Así que nada, espero que seáis un poco piadosas con mi poca vena artística, que de esto se suele encargar la artistaza de Ainhoa, pero me hacía ilusión subir a mí uno y darle un respiro... :D
Es mi modo de agradecerte lo mucho que has hecho por mis historias... y por mí...
¡Nos leemos!
COMENTADME POR FAVOOOOOOOOOOOOOOORRRR :D
AVISO: Digamos que es un poquito... fuertecito, así que ya sabéis... como dirían los de la censura, "Puede herir la sensibilidad de los lectores" xD



Silvy



Cuando llegamos a casa ambos estábamos en silencio, bajamos del coche y él me miró nostálgico, tomando mi mano y caminando despacio hacia casa. Dejó las llaves con desgana en el mueble y le miré, me aferré a su brazo y él besó mi frente con dulzura mientras suspiraba en mi pelo.
-¿Crees que estarán bien?
-Sí… ella sabrá qué hacer para consolarle… -Sonrió-. Ya sabes… quizá se animen por fin… aunque no creo que sea el momento adecuado… están predestinados.
-¿Cómo tú y yo? –Asintió apartando mi pelo-. ¿Siempre sentimos lo mismo? –Me miró raro-. Quiero decir… si yo estuviera triste… ¿Tú lo sentirías? –Asintió-. Ahora estás triste…
-Un poco…
-¿Qué puedo hacer? Lo siento en tu mirada, siento que estás ausente y eso me mata… no quiero verte así, me destroza el alma…
-Lo siento… -Hizo una mueca-. No quiero que te sientas mal por mí…
-No es eso… sólo quiero saber qué debo hacer para que dejes de estar así… -Acaricié su apenado rostro-. Esto te ha traído malos recuerdos, ¿cierto? –Asintió levemente-. ¿Quieres ir con tu madre y con Leah? –Se mordió el labio levemente y negó-. No me engañes… vamos…

Fui a salir y él no se movió, sujetando mi mano mientras tiraba de él. Se acercó
a mí y me besó dulcemente, sosteniendo mi rostro en sus cálidas manos.
-No hay nada mejor en el mundo que la sensación que estoy teniendo ahora, no hay nada mejor en el mundo que sentir cómo te preocupas por mí y me obligas a hacer lo que nunca reconocería que quiero hacer… No hay nadie mejor para cuidar de mí…
-Siempre has sido tú el que ha cuidado de mí, siempre has sido tú el que me ha llevado por el camino correcto, simplemente es lo justo que yo ahora haga lo mismo por ti… Vamos…

Cogí las llaves del coche y conduje hasta casa de Sue mientras él me miraba y acariciaba mi pelo mirándome de una forma que me hacía sentir adorada. Cuando paré, él se acercó lentamente y me regaló un beso antes de salir del coche. Leah abrió la puerta cuando estábamos a un metro de la casa y dejó la puerta abierta mientras se sentaba al lado de Sue y Charlie, que miraban un álbum de fotos. Seth se acercó y sonrió al ver fotos de ellos, fotos de su familia, de un Harry joven cargando con una pequeña Leah mientras Sue cargaba con Seth de bebé.
Me sentí un poco fuera de lugar, pero Leah bajó al suelo, apoyando su brazo en la pierna de su madre e indicándome que me sentara donde estaba ella. Así lo hice y ella se acomodó entre mi pierna y la de su madre, comentando una de las fotos mientras Sue completaba alguna de sus frases y Charlie la miraba con una leve sonrisa.
Pasaron a la siguiente hoja del álbum y Seth se apoyó en mí y en su madre para señalar una de las fotos en las que salía él con Harry y un pez que parecía bastante grande, comentando que fue la primera pesca decente que hizo con él. Sue miró a su hijo emocionada y él hizo una mueca al ver que se acercaba a darle un beso, ella le miró con una sonrisa que se agrandó cuando me miró mientras Leah despeinaba a Seth.
-No mientas, ese pez lo pescó papá y te cambió la caña para que no te sintieras tan torpe… -Rió-. Lo recuerdo perfectamente, en el momento que cogiste la caña empezaste a gritar como un loco…
-Pero lo saqué yo del agua…
-Con ayuda de papá… -Leah bufó-. Eras un impaciente que no paraba de mover la caña, por eso nunca te picaba nada decente…
-No, de eso nada… -Leah rodó los ojos al ver a Seth picado-. Lo saqué yo solo…
-Sí cariño… -Acaricié su pelo mientras todos me miraron divertidos-. Tú tranquilo, que te creemos… -Reí como el resto y él se lanzó a morderme en el cuello acabando con un leve abrazo-. Ya pasó, ya pasó…
-Eso son dos puntos… me deberás uno… -Susurró en mi oído haciendo que Leah nos mirase raro mientras Sue y Charlie cerraban el álbum-. Bueno… creo que es hora de volver…
-¿No os quedáis a cenar? –Seth me miró con una mueca y yo sonreí-. Prepararé pescado…
-Claro… -Sonreí hacia Sue-. Seth no deja de hablar maravillas de tu pescado… quiero probarlo…
-Si quieres puedo enseñarte la receta…
-Claro…

Me levanté con Sue dejando a Seth mirarme con cariño mientras Leah le daba una bofetada para que dejara de mirarme así y Charlie reía. Sue sacó una fuente de la nevera y puso a calentar el horno mientras cambiaba el pescado a la bandeja del horno. Me explicó lo que había puesto y que lo había dejado macerando y que simplemente había que hornearlo después. Le ayudé a preparar la ensalada mientras Leah, Seth y Charlie ponían la mesa. No pudimos evitar mencionar a Billy antes de la cena y por supuesto a Harry, para después tener una cena con un ambiente nostálgico.
Nos despedimos y esta vez fue Seth el que condujo de vuelta, bromeando con Charlie mientras salían a la par, aunque perdimos pronto de vista el coche patrulla.
-Gracias… -Dijo cuando estábamos llegando a casa-. Necesitaba algo así… ha estado bien cenar hoy en familia…
-Ahora ya sé como preparar pescado… -Reí-. Me alegra que te hayas animado… -Acaricié su pelo-. Y creo que a tu madre le ha ido bien verte…
-Sí… lo sé.

Al llegar se sentó en el sofá y me tumbé sobre él, que empezó a acariciar mi pelo de un modo algo despreocupado mientras veíamos un concurso extraño en la tele. “Dos puntos para el caballero” dijo el presentador. Le miré y él seguía obnubilado con la tele, me miró y acarició mi pelo con una sonrisa, por lo que me incorporé un poco y le di un pequeño beso.
-Voy al baño…
-Espera… -Me achuchó y me dio un beso enorme en la mejilla, arrancándome una sonrisa-. Mi chica preciosa…
-Tontorrón…

Reí y él se quedó sentado en el sofá haciendo zapping, pero mirándome subir las escaleras de reojo. Dos puntos… estábamos en desigualdad… ahora yo le debía uno… no era justo, no me gustaba tener cuentas pendientes…
Entré en mi cuarto y mi móvil sonó, era mi madre, así que me puse a hablar con ella, que estaba con papá… no pude evitar reírme al oír eso…
Cuando colgué me mordí el labio un poco nerviosa, tenía que pensar algo rápido para recompensarle… ¿Pero qué? Miré a mi alrededor y me acerqué al armario, mirando la ropa con un poco de angustia… entonces la vi. Esa caja. Esa bochornosa caja.
La cogí y la saqué, mirando aquel ridículo vestido, camisón o como yo más bien diría, trozo de tela trasparente que no sirve para nada. Bueno, sirve para provocar… y en este caso me servía. No me gustaba demasiado la idea… pero tendría que arriesgarme… lo saqué de la caja y lo miré por un momento… arriesgado… normalmente siempre que intentaba parecer sexy o hacer algo así acababa siendo un desastre completamente abochornante.
Miré mi armario y vi los zapatos negros de tacón… quedarían bien… pero no. No quería bajar las escaleras rodando… mejor descalza, definitivamente. Me quité los pantalones y la camisa, quedándome con el conjunto de flores que me había puesto… no era muy sexy… pero no me apetecía ponerme el rosa o el blanco… Me metí al baño y me miré.
Un moño medio deshecho no era la mejor manera de bajar, así que lo deshice por completo y atusé mi pelo, dejando unos rizos raros, anchos y algo desechos… no quedaban del todo mal con mi atuendo. Cogí el neceser y pinté un poco mis labios con un brillo rojizo, viendo que las flores y mi ropa interior se trasparentaban bastante con el camisón… no debía pensar en eso.
Terminé de pintar mis labios y recogí todo, atusando un poco más mi pelo antes de abrir la puerta de mi cuarto. Cogí aire y empecé a bajar las escaleras lo más dignamente posible… tres escalones y paré. En cuanto reconocí esas voces subí corriendo para encerrarme en mi cuarto, no podía creerlo, no había ni escuchado la puerta… abrí un poco la de mi cuarto intentando escuchar.
-No… la verdad es que no es momento de fiesta, chicas, en serio… ¿No os lo ha dicho Kira?
-¿El qué?
-Ha muerto el padre de Jake… pensé que ella os lo habría dicho… no creo que este año haya ninguna celebración…

-Vaya… no nos ha dicho nada, pensábamos que como tu cumple cae entre semana, harías como otros años y lo celebrarías el fin de semana de antes y el de después…
-No… este año no creo que lo celebre… Pero si así fuera os hubiera avisado… siento que hayáis hecho el viaje para nada…
-¿Estás solo? Podemos quedarnos, si quieres…
-No, Darlene está arriba… me está esperando así que…
-Claro… bueno… ¡Nos vemos!
-Buen viaje de vuelta… y buena suerte si salís… -Escuché la puerta-. ¿Darlene?
-¡Si!
-¿Todo bien?
-Sí… -¡Mierda!-. He subido a ponerme el pijama… ahora bajo.
-Vale…

Me miré en el espejo de nuevo y estuve a punto de ponerme un pijama realmente… parecía que ellas hubieran venido en el momento justo para hacerme entrar en razón… pero ya era demasiado tarde, estaba bajando las escaleras. Al llegar al antepenúltimo escalón me giré para verle, creo que me sonrojé levemente cuando sus ojos se abrieron como platos. Tragó y a punto estuvo de caérsele el mando de la tele, tuvo que hacer un par de movimientos para que no se cayera haciéndome sonrojar mucho… mi plan de chica sexy se desvanecía.
-¿Qué querían? –Dije señalando la puerta-. No las he oído llamar…
-No han… -Sacudió su cabeza-. No han llamado… -Repitió el gesto y me miró pasmado-. Estás… -Me sonrojé y él sonrió mordiéndose el labio-. Sexy… -Me sonrojé mucho más cuando se levantó mirándome y vino directo a mí-. Muy sexy…
-¿Esto vale un punto al menos… no? –Besó mi cuello asintiendo-. Bueno… pues ya estamos empatados… -Negó-. Sí…
-Creo que te has pasado… -Besó mi cuello y sus labios ardían-. Ahora tendré que hacer algo para compensarlo… -Me elevó y cruzó sus brazos bajo mis muslos, mirándome a los ojos mientras yo sentía mi cara arder-. Me gusta mucho tu nuevo pijama…
-Yo… -hice una mueca y miré la puerta-. Creo que ellas lo lucirían mejor… pero vas a tenerte que conformar… a no ser que las llames, entonces volverán corriendo, seguro…
-Veo que no lo entiendes muy bien… -Besó mi cuello y no pude evitar aspirar fuerte, él me miró-. Ninguna de ellas hubiera provocado esto… -Tomó mi mano y la llevó a su pecho, ardía y su corazón estaba desbocado-. Eres diferente… cuando te sonrojas, o cuando te muerdes el labio… eres lo más dulce del mundo… -Sonreí y dejé de morderlo para que él lo besara-. Frambuesa…




Rió saboreando mi brillo de labios y yo mordí mi labio y me sonrojé de nuevo, haciendo que él me mirase de una forma que hizo que mi corazón se desbocara por un momento, para calmarse después. Besó mis labios de nuevo con algo más de pasión, aupándome un poco más y llevándome hacia la sala, donde se metió en la cabina, sentándome sobre la mesita mientras mis piernas le rodeaban. Acarició mi cara y me besó dulcemente, mordiéndose el labio mientras acariciaba mi rostro. Besó mi frente y me abracé a él mientras parecía buscar una canción en el equipo. Reí al escuchar las primeras notas… y él alzó las cejas riendo y besándome, cargando conmigo de nuevo y sacándome al centro de la sala, donde me besó dejándome sin aire.


Me miró prudente y se sentó en uno de los cubiletes, posando sus manos en mis piernas y colocándolas a los lados de su cuerpo con cuidado. Acarició mis piernas mientras me besaba despacio y me aproveché de la situación para desabrochar los botones de su camisa, no tardando mucho en quitarla. Nos miramos por un instante y sonreímos al ver que ambos mordíamos un lado de nuestros labios, era la prueba que me dejaba claro que sentía lo mismo que yo. Le besé y le empujé hacia atrás, pero él se balanceó y volvió a dejarme donde estaba, mientras sus manos acariciaban mis muslos hasta tocar el camisón, el cual fue levantando mientras acariciaba mi cuerpo. Cuando lo quitó me miró a los ojos, posando una mano en la curva de mi espalda y acariciando mi rostro con la otra. Me acercó a sus labios y me besó con delicadeza al principio, acabando en otro beso que me dejó sin respiración. Se separó con una leve sonrisa, así que cogí aire y me lancé a sus labios de nuevo, bajando mis manos de sus hombros a su cintura, desabrochando su pantalón. Le empujé levemente y él me ayudó en eso, se tumbó y me dejó sentada sobre él, así que me incorporé levemente para sacar su pantalón. Tragué en seco al verlo completamente desnudo bajo mi cuerpo. Creo que era la primera vez que era realmente consciente de lo que estaba haciendo, la primera vez que había premeditado algo así… y me quedé bloqueada.

Él entrecerró por un segundo sus ojos y tomó mis manos, acercándose a mí y mirándome fijamente a los ojos. Besó mis manos mientras me miraba, podía notar sus manos algo menos cálidas, por lo que sabía que él también había notado mi corte. Hice una mueca y él simplemente sonrió, besándome dulcemente y con todo el cuidado del mundo, sin separar su mirada de la mía. Llevó mis manos a su nuca y acarició mis brazos hasta llegar a mi espalda, dejándome atrapada entre su dulce abrazo mientras seguía regalándome leves besos tibios. Apoyé mi mejilla en su hombro, evitando su mirada mientras sus manos acariciaban mi espalda con ternura y besaba mi cuello y hombro. Uno de esos besos me hizo reaccionar, me alejó de ese momento…
Me erguí y él me miró de nuevo entrecerrando los ojos y sonriendo levemente, por lo que no pude evitar besarle y tumbarle de nuevo. No separé mis ojos de los suyos mientras le besaba, sus manos acariciaban mi espalda sin llegar a tomar mi cintura, pero mis caderas obviaron ese momento de lapsus que acababa de tener y buscaron las suyas, haciendo que él cerrase los ojos e inspirase, algo que dibujó una pícara sonrisa en mi cara. Mordió su labio mientras abría sus ojos, llevándome a sus labios y besándome mientras nos incorporaba de nuevo. Sus manos se deshicieron de mi sostén y ambos sonreímos. Se acercó levemente a mi cuello y mis ojos se cerraron en el momento que sus labios lo rozaron, provocando que todo mi cuerpo se estremeciera y mis piernas se cerrasen con él entre ellas.

Mordió levemente mi cuello provocando la misma reacción, la cual se acentuó cuando las yemas de sus dedos acariciaron mis pechos. Su aliento ahora era bastante cálido en mi cuello, sus besos hicieron que mi cabeza se echara para atrás, dejándole vía libre. Una de sus manos descendió y acarició sin dificultad un punto clave que me hizo estremecer por completo. Le miré y él simplemente sonreía, volviendo a repetir su caricia cuando me miraba, provocando que mi frente se posara en su hombro y él besara mi mejilla con ternura. Noté sus manos en mis caderas, así que le facilité el siguiente paso para quedar en igualdad de condiciones. Acarició mis piernas con cuidado cuando se deshacía de mi ropa, mandando escalofríos por cada centímetro que sus dedos recorrían. Su mirada me tenía completamente hipnotizada, no pude evitar morder mi labio al verle hacer lo mismo, supuse que se estaba conteniendo tanto como yo. Tomé su rostro y le besé despacio, bajando mis manos a sus hombros y tumbándole de nuevo. Le miré y pude notar que su cuerpo temblaba tanto o más que el mío, sus manos en mis caderas temblaban como mis brazos. Bajé despacio cerrando mis ojos al notar su cuerpo unirse con el mío.

Sus manos me guiaron despacio, frenándome levemente, haciendo que mis ojos se abrieran para mirarle y saber qué se proponía. En el momento que le miré me dejó caer, por lo que el aire de mis pulmones salió de golpe emitiendo un sonoro suspiro mientras sus ojos se abrían y me miraban fijamente.

Respiré acompasadamente, intentando relajar mis músculos mientras él acariciaba mis temblorosas piernas y me miraba con ese gesto que me volvía loca. No podía soportar ver cómo se mordía el labio, sabiendo que posiblemente lo hacía para contenerse. Tomé sus brazos y lo atraje a mí, por lo que él se acercó y me besó de forma rápida, mirándome preocupado. No pude evitar una sonrisa cuando elevé mis caderas y las dejé caer, haciéndole temblar. Cerró sus ojos por un segundo y me besó apasionadamente, dejándome marcar el ritmo que fui acelerando conforme su respiración.

Mordió mi cuello y aferró fuertemente mi espalda, haciendo que mi cuerpo se preparase para lo que sabía que iba a ser algo realmente bueno, como me tenía acostumbrada. Besó mis labios y nuestros pechos emitieron un sonido parecido a la vez, mientras nuestras miradas seguían fijas en la del otro y nuestros cuerpos empezaban a temblar levemente.
Me besó despacio durante unos minutos, su cuerpo dejaba de temblar pero yo no podía pararlo. Él tomó su camisa y la puso sobre mí, acariciando mi cara con dulzura y sonriendo. Me giró y me dejó tumbada a mí. Su sonrisa se ensanchó al darse cuenta de que el temblor no era causa del frío, por lo que sus manos volvieron a acariciar mi cuerpo haciéndome estremecer hasta el punto que tuve que aferrarle y acercarle a mí para que me hiciera suya de nuevo.

Tras aquello él empezó a temblar y su temperatura seguía elevada. Me llevó con él y me levantó, cargando conmigo de nuevo y subiendo las escaleras directo al baño de su cuarto. Me quité la camisa al traspasar la puerta de su cuarto sabiendo que iba a acabar completamente empapada. El agua caía sobre nosotros mientras él me acunaba y yo besaba su cuello. Pude notar que su temperatura bajaba, sonreí y él me miró con otra sonrisa, dándome un dulce beso mientras acariciaba mi espalda. Me aferré fuerte a él y apoyó su mejilla en mi frente, siguiendo con ése balanceo que me resultaba realmente cómodo. Al rato se separó y me miró con una enorme sonrisa, cerrando la llave del agua.
-¿No te irás a quedar dormida en la ducha, verdad?
-Puede… -Dije con una voz que me sonó extraña y a él le hizo reír-. Se está bien aquí…
-Desde hace unos minutos estás temblando… -Cogió una toalla y me cubrió-. No sabía si lo estabas haciendo para reírte… hasta que me he dado cuenta de que te estabas quedando dormida…
-No… no me reía ni me estaba quedando dormida… sólo disfrutaba del momento…
-Vale… -Rió-. Haré como que te creo y te propondré seguir con el abrazo cuando estés seca y calentita… no quiero que enfermes… -Me sacó de allí y me tumbó sobre su cama, acariciando mi cuerpo con la toalla para secarme y abrazándome-. ¿Más calentita?
-Creo que necesito un poquito más de tus cálidas caricias… -Rió y yo sonreí-. Sigo teniendo un poco de frío…
-¿Sí? –Preguntó entre curioso y divertido y yo asentí sonriente-. Bueno… tendré que remediarlo… ¿Dónde…?
-Aquí… -Señalé mis labios y él los besó con dulzura-. Creo que empiezo a tener frío en todo mi cuerpo… debe ser alguna corriente de aire…
-Ya… -Me besó de nuevo y empezó a reír incorporándose-. Tendré que comprobar las ventanas y las puertas…
-¡No, no, no! –Le aferré y él se dejó caer a mi lado riendo-. Si te vas tendré más frío… No te muevas de aquí…
-Vale… un segundo… -Tomó mi mano y se incorporó, alcanzando la camisa que había dejado caer y volviendo a mi lado. Miró alrededor y abrió la mesilla, sacando un boxer alzando una ceja-. No tengo nada mejor cerca…
-Me vale… -Lo cogí y me lo puse mientras él se ponía otro y después me puso su camisa-. Es un buen pijama improvisado…
-Me gusta… estás muy sexy con mi ropa… -Sonrió y me tumbé sobre él imitando su mueca-. Tendrías que verte… -Alcé una ceja-. Ya te lo he dicho… me encanta, eres lo más dulce que nadie ha visto jamás…
-Ni que nadie verá… -Alzó una ceja-. No pienso ser así con nadie más…
-Me parece bien… aunque es una pena que nadie más pueda tener la dulzura que tú le das a mi vida… -Besó mis labios-. Es injusto que no todos puedan tenerte… pero para mí es lo mejor… tendría que partir cabezas y eso está feo…
-Muy feo…
-Pero no dudaría en hacerlo si hiciera falta –Acarició mi pelo y sonrió-. Haría cualquier cosa por ti, cualquier cosa que me pidas, en cualquier momento.
-Cállate y bésame…
-Eso está hecho…

Me besó despacio y me abrazó, acomodándome en su pecho y acariciando mi nuca de ese modo que sabía que no duraría ni cinco minutos más despierta.
Empecé a tener algo de frío y abrí los ojos con dificultad, tocando la cama que aún conservaba algo de calor. Toqué su arrugada camisa y sus boxers… Sonreí al pensar lo que había dicho al verme con su ropa y me levanté con algo de dificultad. Atusé un poco mi pelo mientras bajaba por las escaleras y él me miró con una sonrisa enorme.
-Te has despertado…
-No estabas… -Me metí en el hueco que habían creado sus brazos para mí y me besó dulcemente en los labios y después en la frente-. Odio despertarme sin ti… parece que todo haya sido fruto de mis sueños… es angustioso…
-¿En serio? –Asentí-. Lo siento… quería prepararte el desayuno… -Besó mi frente-. Pero bueno… creía que mis notas te consolaban…
-Pero hoy no había notas…
-No… pero creí que mi ropa sería suficiente… -Me besó sonriente-. Y yo que tú volvería a la cama, o acabarás de nuevo sin mi ropa y sin desayuno…
-Suena bien… muy tentador…
-Ya… -Alzó la ceja y se separó resoplando-. ¡Aléjate! –Me aferré más a él y rió abrazándome-. Por favor… -Le miré y negué sonriendo, así que él sonrió y alzó una ceja-. Vale… pues tu desayuno tendrá que esperar… -Empezó a besarme y me sentó sobre la encimera, momento en el cual mis tripas rugieron y él se separó alzando una ceja y provocando que yo hiciera un gemido lastimero-. Prefiero que desayunes… debo irme a trabajar y no me fío de que vayas a desayunar después…
-Lo haré, lo prometo…
-Nada… -Negó sonriente-. Aunque quizá, si desayunamos rápido, da tiempo…

Salté de la encimera directa a la nevera mientras él reía al verme servir un vaso de zumo y bebiéndomelo del tirón. En el momento que dejé el vaso en la encimera sus brazos me elevaron y me llevaron de regreso a su cama.
Cuando abrí los ojos de nuevo volvía a estar sola… sensación que odiaba, mucho más estando desnuda entre sus sábanas. Me estiré y vi mi brazo garabateado, intenté leer las letras algo borrosas.

Tienes una nota… Te quiero.

Miré en el escritorio y había un zumo y galletas, masqué una y bebí un poco de zumo mientras me sentaba a leer la nota, que más bien era una carta.


No ha sido un sueño, esto da fe de ello… al menos espero que no lo haya sido y
si lo es… no me despiertes. Sería muy cruel… no tener tus besos, tus caricias…
no sentir tu respiración en mi pecho mientras duermes, no ver cómo tu cuerpo se revuelve cuando me alejo de tu lado y sigues buscándome mientras duermes.

Realmente me duele ver lo mucho que sufres cuando me alejo, pero tengo que
hacerlo… me aterroriza que algún día cuando despiertes te enfades tanto conmigo que no quieras volver a compartir tu dulzura conmigo… espero que el desayuno lo compense… Estaré en el taller esperando a que mi dulce chica venga a decirme que me perdona… Te quiero, leoncita. Firmado… un soñador despierto
.



Sonreí ampliamente y mordí mi labio sin poderlo evitar. Releí la nota mientras comía otra galleta y me terminaba el zumo, dejándola en el escritorio y saliendo disparada a mi cuarto. Me metí a la ducha y después me puse el conjunto rosa, buscando en mi armario algo que me inspirase.

Saqué unos pantalones vaqueros claros y una camiseta gris de tirantes… aunque quizá era demasiado fresco. Busqué, pero no me apetecía coger ninguna chaqueta, todas eran bastante gruesas para el día de hoy… quizá… Cerré mi armario de golpe y corrí al suyo, encontrando la camisa perfecta nada más abrirlo. La remangué un poco y anudé a la cintura la camisa de cuadros que combinaba blanco, gris y azul. Me miré y no tenía mal aspecto… Dejé mi pelo secar al aire mientras hacía la cama y recogía la bandeja del desayuno, guardando la nota en mis vaqueros. Cuando dejé todo recogido cogí las llaves de mi coche y fui a verle.

Al llegar los chicos me saludaron y me sorprendió ver que hablaban con Jake… ¿Qué hacía trabajando hoy? Me acerqué a ellos y abracé a Jake, que me miró con una triste sonrisa.
-¿Qué tal estás?
-Mejor… -Hizo una mueca-. Al menos ella ha vuelto…
-Te lo dije… -Alcé una ceja sonriendo un poco-. Yo siempre tengo razón…
-Y parece que te vas a aficionar a saquear mi armario… -Seth tomó el nudo de la camisa al abrazarme y rió-. Buenos días, eh…
-Buenos días… -Jake se marchó haciendo un gesto con la cabeza y sonriendo, así que cuando se alejó lo suficiente me giré para besar a Seth-. Pensé que te gustaría… pero si quieres te la devuelvo…
-No… me gusta mucho más cómo te queda a ti… -Sonrió y me besó, pero se quejó en medio del beso, dejándome algo sorprendida-. Quil, te juro que te acordarás…
-Es que nos das envidia… -Hizo una mueca-. Lo siento, Dar…
-Tranquilo… mientras no me des a mí… -Seth me miró boquiabierto-. ¿Qué? Aunque te hubiera hecho daño… tú te curas pronto…
-Vaya… de esa no me curaré fácilmente…
-¡A trabajar! ¡Gandul! –Le empujé cariñosamente mientras él me sonreía alejándose y guiñándome un ojo-. ¡A lo tuyo!

Reí y miré a mi alrededor… no había mucho para hacer allí. Me acerqué a Embry que miraba unos papeles para montar algo, así que me pidió que le fuera indicando qué piezas encajar. Fue fácil porque todo eran letras y números, nada de palabras raras e impronunciables que alguna vez había leído… me senté en la bancada mientras le indicaba, pero empezaba a hacerse aburrido el estar ahí… y la verdad es que no podía dejar de mirar a Jake, que parecía realmente concentrado en el coche en el que trabajaba. Me daba pena verle tan ausente, ajeno a todo… su mirada resultaba algo extraña, como si no fuera él mismo… no encontraba nada dulce en ella como antes, era algo oscura. Alzó la vista y me pilló mirándole, así que le saqué la lengua y salté de la bancada acercándome a él.
-¿Está Nessie en casa?
-No… está con Charlie… no creo que tarde mucho a ir a buscarla… me ha dicho que me pase a recogerla, pensaba ir en una hora o así…
-Genial…
-¿Quieres hablar con ella del cumple de Seth? –Le miré raro-. Seguro que va a montar una buena… ¿no? –Negué algo confusa y él miró a Seth con un gesto sombrío-. Ya… -Dejó un amasijo de metal y se limpió las manos, llamando la atención de Seth-. Necesito que me traigas del almacén el maletín de las llaves Allen, acabo de romper un par…
-Oído jefe…
-Idiota… -Masculló al verle marchar-. Jamás hubiera ido… -Me miró cuando hice una mueca-. Prepárale una fiesta… no quiero que se quede sin su fiesta de los veintiuno… sería injusto… y va a ser la primera fiesta que pueda beber legalmente… -Sonrió-. Veo una tontería que no lo quiera celebrar…
-No creo que sea una semana para celebraciones… puede esperar.
-No, no puede. Sólo cumples veintiuno una vez en la vida… tiene que tener su fiesta… -Miró a Embry raro-. ¿Lo tendrás para mañana? –Embry asintió confuso-. Date vida, quiero que adelantemos lo máximo a ver si podemos librar el martes… si puedes ayudar a Quil con los papeles… creo que mañana tenemos una gran fiesta que nos va a dejar tocados… -Rió y me miró-. Prepárale una gran fiesta, no le diremos nada…
-¿Una fiesta sorpresa? –Asintió y miró hacia la puerta, poniendo un dedo en sus labios que ahora mostraban una leve sonrisa-. Está bien… necesitaré mucha ayuda…
-¿Para qué? –Dijo Seth dándole un maletín a Jake, que me repitió el gesto y guiñó un ojo-. ¿Tienes secretos con mi novia? Sabes que puedo hacerte rabiar… cuando estés en fase lo sabré…
-Tienes completamente prohibido entrar en fase esta semana… -Su gesto cambió a algo más sombrío, como el tono de su voz. Miró a Quil y a Embry-. Todos lo tenéis prohibido. Ahora a trabajar…
-¿Yo también? –Le miré sorprendida y él sonrió-. Posiblemente estropee más de lo que arregle…
-También… pero tu tarea es otra, hazme ése favor que te he pedido… puedes usar la sala de reuniones para que no me distraigas al personal…

Reí al ver a Seth hacer un gesto derrotista alejándose y haciendo a Jake sonreír levemente… pero su mirada seguía algo perdida. Acaricié su hombro y él hizo una mueca, señalando su despacho con la mirada.

Me senté delante del ordenador y miré mi correo, viendo que Kevin me había escrito un extenso mensaje que me costó leer diez minutos. Le contesté con una sonrisa y le conté mi nueva misión… hacerle a Seth una fiesta sorpresa. ¡Como si eso fuera fácil! Iba a necesitar ayuda… pero tenía que centrarme, empezar por lo primero. ¿Qué tipo de fiesta? A él le iba a gustar cualquiera eso era lo único que tenía claro. Suspiré y me tumbé en el respaldo, viendo que Jake hacía una mueca a lo lejos. Deshice el nudo de la camisa que ahora me molestaba y eso me dio la idea… Palmeé y vi que Jake reía como los demás mientras Seth me miraba como si estuviera loca. Empecé a pensarlo, una fiesta sorpresa… tendría que llamar a todos uno por uno y avisar de que era una sorpresa… eso implicaba llamar a la chupi panda... ¡Genial! Tendría que hacer una lista…

Cogí un folio y empecé a escribir nombres que se me pasaban por la cabeza… hasta que uno me hizo sentir extraña. Jason. El recuerdo fue algo duro, recordar cómo se enfrentaron… pero también vino a mi mente con qué sonrisa me lo presentó por primera vez, como lo apreciaba… Dejé la lista y salí al taller a observarles, pensando en cómo montaría la fiesta, iba a necesitar que alguien preparase las bebidas, yo no tenía ni idea… También iba a necesitar buena música, no iba a permitir que se pasara toda su fiesta buscando la canción adecuada… de eso podría encargarse Collin.
-¿Qué piensas? –Seth rebuscó en una caja que había a mi lado, aunque supuse que sólo había ido para acercarse a mí-. Te veo concentrada…
-Que a veces quieres saber demasiado…
-¿Acaso te molesta que me preocupe por mi leoncita? –Rozó su nariz con la mía en un gesto tierno-. Si es así me marcho… no quiero que me arañes de nuevo…
-¿Cuándo te he…? -Sus cejas alzadas me hicieron enrojecer-. ¡Idiota!
-Preciosa…

Se alejó con esa mirada que me dejaba ida en recuerdos poco apropiados. Jake cerró el capó del coche haciendo un ruido que me distrajo y dijo que se marchaba a recoger a Nessie. Seguí dándole vueltas al asunto de la fiesta hasta que Nessie apareció. Pensé en que ella podría ayudarme… pero al ver cómo observaba cada movimiento de Jake… no debía molestarla con eso. Los chicos estaban hambrientos, así que le dije que fuésemos a mi casa a coger algo para comer. Estuvimos preparando todo en silencio, hasta que yo me atreví a preguntarle.
-¿Qué tal lo lleva?
-Bueno… lo lleva, que no es poco. A veces se queda tan ausente que me da miedo, pero a ratos parece ser él mismo… no sé…
-Nessie… es normal. Recuerda lo doloroso que es perder a alguien…
-Lo sé… -Entristecimos pero una mueca dibujó una sonrisa en su cara-. Estarían alucinados… verte aquí con ellos… no sé. Te veo bien aquí.
-Sí… mi tía Cyntia dijo que me veía feliz, radiante… al parecer se me nota a la legua que estoy enamorada… incluso mi padre me lo notaba en la voz. Pero bueno, hablando de amor… ¿ha pasado algo que debas… mostrar?
-No… nada más. No ha habido mención de que fuera a besarme. Creo que no quiere estar conmigo, lo cual creo que es lógico…
-Sí, pero yo creía que por fin acabaríais juntos, aunque no parezca el mejor momento del mundo, parece que sea el momento en el que debéis estar juntos, vuestro momento.
-No sé, pero tampoco me apetece estar pensando en qué somos o en qué hacemos, si debo besarle, si debo… -puso cara rara- arrancarle la cabeza a tu novio… -Me quedé parada hasta que oí su risa desde la puerta-. ¿Te parece bonito escuchar conversaciones ajenas?
-No son ajenas, mi mejor amiga y mi novia hablan de mi mejor amigo… creo que no es un delito federal, aunque siempre podemos preguntarle a mi padrastro, también conocido como abuelo Swann.
-Seth… -Usé mi tono de reprimenda, pero él no me dio tiempo a decirle que era demasiado cotilla, me besó y me dejó algo ida hasta que mi mente recordó que no estábamos solos-. ¡Seth! ¿Qué quieres?
-Sólo venía para ayudaros a llevar la comida.
-Pues toma perro… -Nessie le estampó la bolsa en el pecho, haciendo que él pusiera esa mueca divertida que me encantaba-. Creo que deberías adelantarte con eso, nosotras iremos con lo demás… será a ti a quien ataquen tres lobos hambrientos…
-Si no me lo como yo antes…

Se marchó mientras reíamos, pero yo estaba algo preocupada, quizá ella se había molestado por el intrusismo de Seth… pero una imagen en mi cabeza me dejó claro que no era así, pero que no quería que él supiera nada para que Jake no se enterase.
-Tranquila… lo entiendo… -Me sonrojé-. Me da miedo eso de que vean sus mentes… es algo… -Ella me miró algo confusa-. No quiero pensarlo o no podré mirar a los chicos a la cara jamás…
-Es lo que tiene… -Rió-. No es culpa de los chicos… pero en eso no puedo ayudarte… háblalo con Kim… por ejemplo. Ella es la más…
-¿Despreocupada con el tema?
-Sí… es una manera de decirlo… -Reímos-. Vamos… no creo que soporten mucho más sin comer… e igual te quedas sin novio como tardemos mucho más…
-A veces lo preferiría… -Me miró confusa y divertida, mostrándome que me veía rara-. Es que… me cuesta muchísimo controlarme con él… jamás hubiera creído que, bueno, que haría algo así con alguien tan pronto… pero te juro que a veces… Debo parecerte una tarada…
-No… sé de lo que me hablas… es inevitable…
-Es que… -Suspiré y la miré mientras ella sonreía-. ¡Es tan perfecto!
-Ya… -Empezamos a reír y ella negó-. Y tú estás tan enamorada…
-Un poco… -Ella alzó la ceja-. Mucho… pero para él sólo un poco…

Empezamos a reír de nuevo y nos dirigimos al taller, donde comimos todos juntos. Nessie y Jake nos contaron algo sobre un viaje a Alaska haciendo que Jake hiciera una gran mueca de desaprobación, aunque ella le restó importancia al viaje. Poco después fuimos a la playa, donde acudió el resto de mi nueva familia. Tuve la oportunidad de hablar con Kim y Rebeca que me prometieron que me ayudarían con la fiesta, incluso con el tema de los disfraces.

Nessie no paraba de hacer tonterías con Claire, haciendo que alguna leve sonrisa se dibujara en el rostro de Jake, mientras yo disfrutaba entre los brazos de Seth. Me apoyé en su pecho y dejé mis brazos en sus rodillas mientras él peinaba mi pelo y me miraba de ese modo que me hacía olvidar el resto del mundo, hasta que vi a Nessie desplomarse a nuestro lado en el improvisado círculo mientras Claire encorría a Quil y Jake sostenía a Wendy. Ella le miraba algo preocupada, y Seth revolvió mi pelo levemente, dándome el valor necesario para hablar.
-Deberíamos ir a Jenner, antes de empezar el curso.
-Sí… -Parecía distraída-. No sería mala idea, pasar unos días allí con los chicos. Cuando vuelva de Alaska, si todo va bien, podremos ir.
-Seguro que no pasa nada… -La empujé levemente aunque ella apenas se movió-. No sé muy bien cómo funciona todo eso de… bueno, de vuestro mundo. Pero todo saldrá bien, lo presiento.
-¡No, por favor! Más videntes no…

Todos reímos, realmente parecía exasperada con el don de su tía. Estuvimos allí hasta que el sol empezó a ponerse, así que recogimos y nos dirigimos al aparcamiento, donde nos despedimos y nos encaminamos a casa.

Al llegar mi móvil sonó y descolgué para hablar con mi tía.
-Vas a adorarme…
-¿Qué pasa?
-Nada… pero yo que tú llamaría ahora mismo a tu madre y le diría que quieres una explicación… -Rió-. Aunque antes de eso… cuéntale a tu tía cómo te trata tu queridísimo novio…
-Pues… -Seth me miraba confuso y sonreí aferrándome a su camiseta-. Mi queridísimo novio digamos que… bueno… no me trata del todo mal…
-¿No te trata del todo mal?
-Bueno… podría hacerlo mejor… -Seth alzó las cejas y mi tía hizo un sonido gutural-. Déjame hablar con mi tía… -Empujé a Seth levemente que se metió a la cocina mientras mi tía reía-. Ya…
-¿Qué tal?
-Pues… me explicó que juego os traíais con los F1… y sólo pienso decirte que es mecánico…
-¿Qué me quieres decir con eso?
-Que conoce bien los coches… -Reímos-. Así que digamos que es el mejor piloto del universo…
-Picarona… -Mi tía reía-. Bueno, ya te vale… ya hablaremos cuando vuelvas, pero ahora llama a tus padres… creo que tienes que volver.
-¿Volver? ¿Qué ha pasado?
-No te asustes… todo está bien, pero llámales… tu madre me ha dicho que te había llamado y que no se lo habías cogido…
-Vale… cuídate…
-Un beso criaja…

Colgué y me asomé a la cocina mirando a Seth algo confusa y él me miró preocupado. Me senté en la silla y él se acuclilló frente a mí. Marqué el número de mi padre con miedo, aunque su tono de voz no parecía malo…
-¡Conejita! ¿Qué tal estás?
-Bien… ¿qué pasa?
-¿Dónde estabas? Te estábamos llamando… tienes que venir a casa, tengo una sorpresa para ti… -He estado en la playa… no he oído la llamada. ¿Qué ocurre? ¿Por qué tengo que volver?
-Pues… nos vamos a Galveston… he comprado billetes para que nos vayamos de vacaciones…
-¿Galveston? –Recordé que el último verano que nos fuimos de vacaciones estuvimos allí-. No creo que…
-¡Vamos! Tu madre está encantada con la idea… creo que sería bueno que vinieras con nosotros… sería un viaje familiar… -Rió al entonar la última palabra-.
-¿Familiar? –Seth me miró raro-. ¿Qué está pasando?
-Bueno… tu madre y yo hemos estado hablando… y no sé… creo que sería buena idea que volviéramos los tres allí… para recordar viejos tiempos.
-¿Es una reconciliación? –Me emocioné y Seth sonrió a la vez que yo cuando oí las risas al otro lado de la línea-. ¿En serio?
-Estaría bien que vinieras con nosotros…
-Yo… bueno, creo que es mejor que vayáis vosotros solos, como si fuera una segunda luna de miel… ¿no crees? Yo me aburriría viendo cómo os besáis y esas cosas…
-Pero no queremos dejarte sola tanto tiempo… van a ser unas largas vacaciones, me han dado un mes entero de fiesta… así que no queremos que estés sola tanto tiempo…
-No voy a estar sola…
-No pienso dejarte estar un mes entero con él… no estoy tan loco… -Gemí-. Darlene, ya has pasado muchos días allí… no creo que sea apropiado…
-Papá… -Miré a Seth que me pedía el teléfono-. Creo que Seth quiere hablarte…
-No vais a convencerme… pero vale…
-Dame… -Tendió su mano y le di el teléfono, él puso semblante serio-. Nick… -Hubo una leve pausa y Seth hizo una mueca de disgusto, la cosa no pintaba bien-. Ya, lo entiendo, pero a mí no me molesta para nada que se quede conmigo, creo que no será malo un viaje así para Grace… pero sería mejor si fuera una especie de luna de miel como decía Darlene… -Hice una mueca, no era bueno que le dijera eso a mi padre-. Claro, por supuesto… -Me hizo un gesto para que me despreocupara-. Bueno, aunque sea un mes… ella también creo que se merece unas vacaciones y aquí estaría bien, tiene muchas amigas con las que puede estar mientras yo trabajo y no le va a faltar de nada… -Hizo una mueca-. Lamento oír eso, pero es comprensible… -Le pregunté pero él no movió ni un músculo-. Bueno, yo no lo diría así, pero es una forma de verlo… Claro, yo espero…
-¿Qué? –Él hizo un gesto para que me callase-. Seth…
-Claro… -Me tendió el teléfono y me guiñó un ojo-. Quieren hablar contigo…
-¿Qué? –Llevé el teléfono a mi oído mientras él se paseaba feliz hasta la nevera-. ¿Si?
-Darlene, cariño… -Mamá reía-. ¿Cómo va todo? ¿Te trata bien? –Hice un sonido asintiendo-. Bueno, pues nada… disfruta de tus vacaciones en Forks mientras yo soporto a tu padre lamentándose por ser un vendido… -Rió-. Tendrías que ver cómo se está dando con el marco de la puerta…
-¿Puedo quedarme?
-Sí… -Rió-. Dale las gracias al convincente de tu novio… -Le miré mientras él sonreía bailoteando por la cocina preparando la cena-. Es un gran chico.
-Lo sé… y tú cuida del tuyo… ¿Cómo ha pasado?
-Pues… no sabría explicarlo… estábamos viendo la tele y dijo que se marchaba… yo le pedí que se quedara… y bueno, acabamos durmiendo juntos y…
-¡Mamá! –Le corté-. No quiero más detalles, creo que me ha quedado claro, simplemente surgió… ¿no?
-Eso es… -Rió-. Bueno… voy a echarte de menos…
-¿Cuándo os vais?
-Mañana por la noche… por eso te estaba llamando esta tarde… tu padre me ha dado una sorpresa enorme, no sabía ni que tenía vacaciones… -Rió-. Bueno, creo que voy a consolarle…
-Vale… buenas noches…

Colgué riendo imaginando a mi padre dándose cabezazos y le miré a él, completamente despreocupado mientras metía ingredientes en la cacerola. Me levanté y abracé su espalda, haciendo que riera y bailoteara entre mis brazos.
-¿Qué le has dicho?
-¿No lo has oído?
-Bueno, vale… quisquilloso. Qué te ha dicho él…
-Pues… él me ha dicho que no intentara convencerle, que quería pasar las vacaciones contigo y con su mujer… que además no quería causarme molestias… así que le he dicho lo que has oído, que no es ninguna molestia y que tu madre seguro que estaba más contenta con una segunda luna de miel…
-Casi te mato… nunca vuelvas a decirle a mi padre lo que debería hacer… lo odia…
-Bueno… eso lo has sacado de él… -Rió ante mi mueca-. Luego me ha dicho algo parecido a lo que tú has dicho, pero más educadamente… y después le he dado la razón, para que él me dijera que era demasiado tiempo para que te quedaras conmigo… y ya has oído… -Asentí-. No le ha hecho gracia, me ha dicho que no confiaba en que yo pudiera cuidar bien de ti… después ha rectificado y me ha pedido disculpas, creo que tu madre le ha dicho algo al respecto, pero el caso, que le daba miedo que te quedases porque yo te deslumbrara con mis encantos… -Alzó las cejas y reí negando- pero que lo de que tú tuvieras unas vacaciones a tu estilo no le parecía mala idea… tu madre ha dicho que la habías soportado demasiado… así que tu padre ha dicho que tenía que pensarlo… He escuchado como tu madre decía que era buena idea darte tu espacio y que disfrutaras y que seguro que lo pasabas mejor con nosotros que con ellos… el resto ya lo sabes…
-Eres…
-El mejor, lo sé…
-Iba a decir demasiado persuasivo, manipulador y adulador… aunque creo que ahora tengo que añadir además creído…
-Bueno, me da igual ser todo eso mientras tú te quedes justo donde estás, a mi lado, a centímetros de mí… -Besó mi mejilla-. Um… sal.
-¿Estoy salada? –Asintió feliz y yo reí-. Vale… veo que tienes todo bajo control aquí, así que me voy a dar una ducha…

Él me miró de esa manera y le saqué la lengua de manera burlona, evitando así que la Darlene que intenta ser sexy y acaba siendo un desastre saliera. Me di una ducha rápida y bajé abrazándole de nuevo, parecía que mi cuerpo le reclamaba de un modo completamente descontrolado, necesitaba de su contacto como de respirar. No nos separamos ni para cenar, él llevó los platos al salón conmigo pegada a su cuerpo, se sentó en el sofá y me sentó sobre él, haciendo que él se burlase un poco haciendo que me daba de comer como a los bebés… aunque al final acabamos dándonos de comer el uno al otro… como críos. Empezamos a ver una película y creo que me quedé dormida allí.

Cuando abrí los ojos mi cama estaba vacía, alcé la cabeza para intentar escuchar, pero no oí nada y al ver el reloj que marcaba las diez de la mañana dejé caer mi cabeza sobre la almohada. Rodé y vi en la otra mesilla una rosa silvestre sobre unos folios. La cogí y la olí mientras leía las notas.


Estabas tan cansada que no te has enterado ni de cómo te subí a la cama, ni cómo te puse el pijama… tampoco cuando ha sonado mi despertador, ni cuando ha llamado Jake… o Kim. Me daba pena despertarte, así que espero que hayas descansado bien… estaré en el taller todo el día… si quieres puedes venir a comer con nosotros o bien puedes llamar a Kim, que me ha dicho algo de que iba a quedar con Rebeca y las chicas y que lo pasarías mejor con ellas… Realmente preferiría comer contigo… pero si quieres ir con ellas lo entiendo y no me enfado… pero la hora de cenar es sólo mía... Es lo que establece el contrato, que por cierto no es susceptible de modificaciones… Espero que esté firmado antes de la hora de la cena… puedes dejarlo sobre mi cama si no prefieres entregarlo en persona… Te quiero.

¿Contrato? Miré los dos folios siguientes por encima, parecía realmente un contrato hecho a mano… reí nada más leer la primera línea.

Contrato de vacaciones en La Casa del Amor…


En el siguiente documento se establecen los términos y condiciones para que usted consiga las mejores vacaciones de su vida, las cuales son inmodificables a no ser una necesidad de fuerza mayor. Para su mejor entendimiento se dividen en los servicios esenciales, obligaciones y extras que pueden ser beneficiosos para sus maravillosas vacaciones.

Servicios esenciales:
1. Cada día obtendrá, sin coste adicional, una pequeña dosis de amor, que puede ser ofrecido de distintas formas.
2. Régimen de comidas completo.
3. Cama cálida o fría, a escoger.
4. Caricias y besos diarios (Servicio indispensable).
5. Transporte, ya sea en coche o en un enorme lobo encantado de llevarla.
6. Notas a la cliente más apreciada de la casa.

Obligaciones:
1. Cada día debe al menos sonreír durante una hora (el máximo son 24 horas al día).
2. Cada noche debe despedirse del personal, mínimo con un buenas noches y un tierno beso en la mejilla (no hay máximos establecidos para este punto).
3. Cada día debe disfrutar al máximo de sus vacaciones.
4. Deberá cenar un mínimo de seis noches a la semana con su anfitrión.
5. Debe dejarse querer, no son válidas las malas caras ni los desprecios hacia una muestra de cariño, ni tampoco pueden ser rechazados ninguno de los piropos, halagos o zalamerías que se reciban.
6. El pago de los servicios será indispensable, éste se realizará en base a la satisfacción del cliente, estableciendo un mínimo de cuatro besos por día (no hay máximo) y un mínimo de un abrazo tierno por día (tampoco hay un máximo).
7. Deberá reclamar todas las muestras de atención que considere pertinentes… no hay opción a que el cliente se sienta insatisfecho en ningún momento del día… o de la noche.

Extras (usted puede solicitar cualquiera de estos servicios sin coste fijo adicional):
1. Masajes relajantes y spa personalizado.
2. Restaurante y chef personal.
3. Calefactor para noches frías.
4. Burlas y bromas (Este servicio puede ser adquirido sin haberlo solicitado, siendo en este caso recompensado si lo considera necesario).
5. Posibilidad de obtener un acompañante para cualquier ocasión, ya sea para una cena romántica, para un baile, una tarde paseando por la playa, alguien que vele por sus sueños… aunque también puede solicitar otros servicios, el anfitrión estará dispuesto a hacerle el amor si usted lo desea… (Servicios disponibles las 24h del día)
6. Usted puede burlarse del anfitrión, pegarle, morderle, arañarle e incluso apuñalarle sin que éste se queje y siga dispuesto a adorarla a cada minuto del día.

Este contrato puede ser ampliado a petición del cliente, añadiendo más servicios adicionales o extras, pero sin posibilidad alguna de modificar los servicios esenciales ni las obligaciones. Esperamos comunique su acuerdo con el presente contrato estampando su firma y añadiendo además el deseo de que se cumplan todos y cada uno de los términos del contrato, especialmente el punto 5 de los extras…


Atentamente el anfitrión de La Casa del Amor y su esclavo
personal, Seth Clearwater.

Reí al releer el punto 5 y ver destacada la última parte de la frase con un doble subrayado. Me levanté de un salto con el contrato en la mano y busqué un bolígrafo para firmar, añadiendo un par de cláusulas y dejándolo bajo su almohada mordiendo mi labio. Salí corriendo a mi armario y escogí el vestido más atrevido que encontré, reservando a un lado del armario y tomando unos vaqueros y un jersey fino. Hablé con Kim y me dijo que pasara por casa de Emily cuando quisiera. Me di una ducha rápida y me vestí dándome algo de brillo de frambuesa en los labios, recordando que le había gustado.
Me dirigí al taller y él salió corriendo al verme llegar, besándome antes de que bajara del coche haciendo que Quil se riera muy alto.
-Vale… buenos días… -Dije riendo-. ¿Puedo saludar al resto antes de que me muerdas?
-No… -Mordió mi cuello tumbándome en el coche haciendo que Embry tocara la bocina de uno de los coches-. Buenos días… -Me besó apasionadamente hasta que Embry volvió a tocar-. Vale… te dejo antes de que Embry me deje sordo…
-Sí, gracias… -Reí y me ayudó a salir del coche, abrazándome por la espalda mientras me seguía-. Buenos días chicos… -Me fijé en Jake, que bostezó enormemente mientras me saludaba con la mano-. ¿Ya se ha ido?
-Sí… -Volvió a bostezar y reí-. Creo que no he dormido tan bien como tú… -Rió y me sonrojé-. Seth nos ha contado lo dormilona que has estado hoy…
-Bueno… -Me encogí de hombros al ver que Seth me miraba expectante-. Tengo que irme… sólo venía a saludar antes de irme a hablar de nuestros negocios con las chicas…
-¿Negocios? –Seth miró a Jake que se reía y después me miró confuso tornando a una sonrisa-. ¿Tú no estás de vacaciones?
-Una chica como yo nunca tiene vacaciones… -Me miró sorprendido-. Eso de ir de vacaciones es un jaleo, no me gusta nada tener que planear… ni tampoco que las agencias impongan condiciones y precios abusivos… -Él abrió la boca de golpe falsamente ofendido y reí empujándole-. Me voy a hacer lo que yo quiera… que pases buen día…
-¿Cuándo te veré? –Me encogí de hombros riendo-. Espero verte a la hora de la cena, preciosa, no será lo mismo si no te tengo cerca…
-Lo pensaré…

Reí y me metí al coche, encaminándome a casa de Emily para comer con las chicas y prepararle la fiesta a mi nuevo anfitrión.

2 comentarios

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YOAN Mextli
AUTHOR
22 de julio de 2010, 20:44 delete

yo de nuevo aqui molestando que fabula de contarato y sabes algo en el capitulo pasado me dieron ganas de gritar -por dios si te la pasas 15min eligiendo tu ropa interior es mas que ovbio
te quiero espero el siguiente eh
sayo
te quiere
yueolin14

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Gwendylow
AUTHOR
26 de julio de 2010, 8:04 delete

vaya jeje acabo de ver tus comentarios XD sorry... no se si los habrá leido silvy pero luego se lo digo que seguro le hace ilusión :D
y no se que mas decirte que gracias por pasarte y naa esta tarde cap nuevo estoy editandolo y lo subo :D

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