Capítulo XXXVI: Fórmula uno.

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Hola a tod@s siento la tardanza...
aquí os dejo un capitulo bastante triste que ya vivimos en C.E. esta vez desde el punto de vista de nuestra querida Darlene... una forma diferente de estar triste pero siguiendo adelante...

Bueno ya no me enrollo mas que lo disfrutéis...

GWENDYLOW

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Colgué y dejé el teléfono sobre la cama con cuidado. Unas silenciosas lágrimas cayeron por mi rostro, no podía creer lo que Leah me acababa de decir. Una semana había pasado sin él, sin ellos… sin Nessie… y ahora todo había empeorado. Tenía que ir. Llamé a Seth y no me daba mejores noticias…

-No puedo hablar, Carlisle… está preparando una habitación, tiene que operar a Nessie, no sabe exactamente qué le pasa… pero ha tenido que echar a Edward y a Bella, me quedo para ayudarle…

-Oye…

-Cariño, lo siento, tengo que colgar. Te llamo en cuanto pueda…

Bajé las escaleras para ver a mi madre mirando el garaje. Se giró y abrió los ojos de par en par, corriendo a abrazarme sin intercambiar una sola palabra.

-Billy… -Lloré-. Pobre Jake… y ¡Ness! Tienen que operarla… -Sollocé-. Estoy tan asustada… tengo que ir a ver a Rachel y a Rebeca… tengo que ir a darles el pésame mamá…

-¿Estarás bien? ¿Quieres que vaya contigo? –Negué-. No puedo dejarte ir así… tienes que calmarte… Vamos, te prepararé una tila…


Mi madre estuvo pendiente de mí, me pidió que pasara por Seattle para que mi padre fuera a comer con ella, y así lo hice. Cuando llegué a aquel enorme edificio… no podía creer que en menos de dos años hubiera pasado de estar en un despacho en mitad de la nada a un lugar así… La joven secretaria salió de su despacho con una enorme sonrisa y una bandeja vacía, mirándome curiosa.

-Buenos días… ¿Tiene cita?

-No… vengo a hablar con él un segundo…

-Ahora mismo está reunido… pero puedo darle cita para…

-No, no me entiendes… -Hice una mueca-. Necesito hablar con mi padre…

-¡Vaya! Perdona… -La chica pareció más amable aún-. No te había reconocido, he visto alguna foto tuya en el despacho de Nick… -Me tendió la mano-. Ahora mismo está reunido, estará libre en un rato… ¿Quieres tomar algo?

-No gracias… ¿Puedes decirle que salga un segundo? Es urgente…

-Claro… -Me miró preocupada y cogió el teléfono-. ¿Nick? Tu hija está aquí, dice que es urgente…


La puerta del final del pasillo se abrió saliendo mi padre trajeado con gesto de preocupación. Hice una mueca y corrió hacia mí abrazándome, la señorita nos miró preocupada y mi padre nos metió a un despacho más pequeño.

-Billy… -Sollocé-. No lo ha soportado y Nessie está ahora siendo operada, Seth se ha quedado con ella… Jake se lo ha pedido… tengo que ir a Monroe… tengo que…

-Espera… -Me sentó en una silla y se acuclilló frente a mí-. No vas a ir a ninguna parte tú sola, no pienso dejarte ir así a ningún sitio… ¿Cómo no me has llamado?

-Mamá me ha preparado una tila y me ha dicho que pasara por aquí para que fueras a comer con ella… pero tengo que ir papá…

-Oye, mira… -Suspiró y me miró serio-. Voy a decirle a Helen que te de línea, llama a quien quieras desde aquí y tranquilízate… luego volveremos a casa…

-Papá, tengo que ir… ellos lo harían… -Me miró apenado-. Jake estuvo aquí cuando ellos… -Ambos nos miramos entristecidos y resopló-. Por favor… Seth no está con él… tengo que ir…

-Está bien… pero llámanos tanto a tu madre como a mí cuando llegues… llama a tu madre y dile que no puedo ir, que no me da tiempo, pero si quiere puede venir a comer conmigo, le pagaré el taxi… -Besó mi frente-. Tengo que irme, me están esperando… -Me abrazó-. Ten mucho cuidado.

-Lo tendré…


Conduje hasta el hospital directamente, viendo que los chicos se agolpaban en la puerta. Cuando bajé Quil estaba tirado en el suelo, junto a Leah. Me acuclillé y me abrazó de un modo que me rompió el alma. Leah tenía la mirada perdida, acaricié su pelo y acerqué su cabeza a mi hombro, ella puso una mano en mi brazo uniéndose levemente al abrazo. Me levanté y me acerqué a Jared, Kim y Sam, que me informaron de que los demás estaban dentro. Traspasé la puerta y me crucé con Collin y Brady, me hicieron una mueca y pararon.

-No sé si es buena idea… -Brady acarició mi pelo-. No sé si será bueno que entres ahí…

-No sé ni cómo has podido venir… -Collin tomó mi mano-. En serio, no es necesario… no tienes que pasar por algo así de nuevo…

-¿Os lo ha pedido Seth? –Ambos se miraron, la respuesta estaba clara-. Tengo que verles, he venido para darles mi apoyo y eso es lo que haré… -Solté la mano de Collin y entré a la sala. Charlie y Sue estaban sentados en un sofá, Paul sentado junto a Rachel y Jake al lado y Rebeca sollozaba sentada sobre Embry en otro. Me acerqué y sólo Reich pudo levantarse y abrazarme-. Lo siento muchísimo…

-Gracias… -Me abrazó fuerte-. No era necesario que hicieras un viaje tan largo…

-Tenía que hacerlo… -Acaricié su apenado rostro-. Si necesitáis que cuide de los pequeños…

-Tranquila… Emily y Kira están con ellos… pero te lo agradezco… -Paul se levantó y aferró a su mujer, asintiendo hacia mí como agradecimiento-. Estoy bien, Paul

-Tenemos que salir, oigo los sollozos de los peques desde aquí… creo que Kira no les agrada demasiado… ¿quieres quedarte?

-No… necesito verles… -Se giró-. Volveré ahora, si necesitan cualquier cosa, avisadme

-Tranquila… -Susurró Embry que acariciaba la espalda de Rebeca y me miró cuando salían-. No era necesario que… -Le hice un gesto para que se callase viendo que Rebeca parecía dormir-. Gracias…


Sue se levantó y me abrazó, después me dirigí a Charlie y también le abracé, siendo Sue la que tomó mi mano y me hizo sentar junto a Jake. Embry posó una mano en la rodilla de Jake, indicándole que se llevaba a Rebeca que ahora dormía profundamente. Su hermano asintió y volvió a bajar la mirada.

No sabía muy bien qué hacer, así que hice lo que a mí me hubiera gustado. Puse una mano en su codo y le acaricié hasta tomar su mano. Él se echó para atrás con mi mano aferrada y me miró.

-Seth se enfadará porque estés aquí, deberías estar con tu familia, en Monroe… no aquí. Ya habéis tenido demasiado.

-Yo… -Sue le hizo un gesto a Charlie y se marcharon, dejándonos solos-. Era mi deber. Ya te dije que ahora también eres parte de mi familia. Tú has estado a mi lado en muchas ocasiones, como Seth y Nessie… -Su gesto tornó a un dolor mayor-. Ahora ellos no pueden estar… hasta que regresen no pienso separarme de ti. Es lo justo.

-Seth me odiara si te dejo hacer eso…

-Nessie me matará si no me quedo… -Sonreí-. Cuando vuelva, si se entera de que has estado solo armará una buena…

-No le importará… -Soltó mi mano y volvió a ponerse como estaba a mi llegada-. Si es que vuelve, no querrá verme jamás. Su padre me lo ha dejado claro, incluso Bella…

-Eso no es así…

-Claro que sí. Ni he podido quedarme allí, no he podido volver… me lo han prohibido, me han dicho que Edward ha leído en su mente que no me quería allí… que nada había cambiado. El viaje no la ha cambiado, pensé que igual cuando estuviera alejada me echaría de menos o… no sé.

-Tu padre dijo…

-Mi padre está muerto –Se levantó de golpe y me miró furioso-. Pudo habérselo inventado sólo para animarme, fui un estúpido en creerle… él sólo quería verme mejor, quizá ya sabía que estaba enfermo y no me lo dijo… todo esto… -Empezó a temblar y Rachel entró con Paul, posando una mano en su hombro-. Aléjate Reich

-Jake… esto no es bueno… él nunca te engañaría, lo sabes…

Déjame!


Se marchó dejándome helada mientras Paul le gruñía al salir. Rachel me miró pasmada y yo me sentí culpable. Escuchamos barullo en la puerta y Bella tomaba de la cara a Jake, que salió disparado mientras Edward apartaba a Bella. Salí arrastrando los pies apenada, ellos me miraron y Edward hizo una mueca negando. Traspasé la puerta y todos me miraron, me sentía culpable… yo le había hecho reaccionar así.

-No es culpa tuya… -Edward hizo una mueca abrazando a Bella-. Es también culpa mía, por decirle que ella no quería verle… sólo lo hice para alejarle del dolor porque mi mujer me lo pidió... Toda esa rabia es la que ha tenido contenida por tanto tiempo…

-Pero yo…

-Sólo has hecho que la saque, es algo bueno… cuando asuma todo lo que le pasa… cuando mi hija vuelva… -Bella entristeció-. Volverá. Seguramente despierte en unos días, tú misma has oído a Carlisle… si él no está preocupado… y Alice lo ha visto, nos ha visto felices… eso es bueno.


Me quedé poco más, ya que Seth llamó a Leah y ella le dijo que yo estaba allí, por lo que se molestó y me hizo prometerle que me iría a cenar con mis padres. Llegué bastante tarde, pero me sorprendió ver todas las luces del piso inferior encendidas. Cuando entré mi padre y mi madre reían cargando con un colchón hacia el garaje. Les miré raro y ellos sólo sonrieron, llevándome al garaje. Olía muchísimo a pintura, mi madre había puesto un biombo de color gris y había pintado la pared del fondo y parte de las adyacentes de amarillo claro. Mi padre sonrió al dejar caer el colchón en un somier que parecía nuevo, al igual que un pequeño mueble de madera clara que había ligeramente separado de la pared.

-He pensado que quizá querría quedarse alguna noche aquí… no me parece bien que si viene a cenar y la cosa se alarga tenga que ir de noche hasta su casa… y tampoco me parece bien que tenga que dormir en el sofá…

-Es demasiado… -Mi padre rió-. Pero te lo agradezco mucho… has hecho un gran trabajo… -Miró las paredes y suspiró-. Si no fuera porque posiblemente moriría intoxicado por el olor a pintura… me quedaría esta misma noche…

-Puedes quedarte… esta vez yo dormiré en el sofá…

-De eso nada… -Mi padre negó-. No pienso dejarte dormir ahí… -Me miró con una mueca-. Te veo mejor…

-Bueno… -Me encogí de hombros-. Me alegra veros tan animados y no sé… -Le abracé-. Me encantaría que te quedaras esta noche, papá…

-Eso Nick… -Mi madre apoyó su brazo en el hombro de mi padre-. Quédate esta noche, yo puedo dormir con Darlene

-No te vayas, papi

-Vale, vale… me rindo… si antes no podía contra una mujer y una niña… voy a poder ahora contra dos mujeres… -Rió-. ¿Has cenado? –Negué-. Vamos… prepararé algo que aprendí en Chicago…


Pasaron tres días. Tres noches en las que mi padre se quedó a dormir, me angustiaba que pudiéndose quedar se marchara. Fue la tercera noche en la que mi móvil sonó ya bastante tarde, aunque aún estaba despierta viendo la tele con mi padre, al ver que era Seth mi corazón se desbocó.

-¿Qué ha pasado?

-Tranquila… -Suspiró-. Estoy ahora mismo desplomándome en tu cama… todo está bien, Nessie ha despertado y me ha hecho correr como un perro hasta La Push…

-¿Estás en casa?

-Sí… -Suspiró mientras hablaba, sonaba realmente cansado-. ¿Tienes mucho sueño?

-Pues… iba a dormir en un rato, pero… no es que esté realmente cansada… -Mi padre me miró raro cuando me levanté y le indiqué que iba a la cocina- puedo aguantar… ¿Qué ocurre, por qué lo dices?

-Porque iba a saltar por la ventana para llamar a tu puerta… te añoro muchísimo y esta noche sólo tengo ganas de abrazarte y dormir contigo a mi lado…

-Pues creo que mis padres se enfadarían si yo cogiera el coche ahora… y no voy a permitir que ahora te pegues otra hora corriendo… estás cansado. No quiero que te muevas de la cama, quiero que te duermas… que descanses.

-Creo que no debería hacerte ningún caso… no debería hacerte caso, porque tú no se lo hiciste a Collin ni a Brady… y era algo que yo les había pedido…

-No me lo recuerdes…

-No fue culpa tuya. Él simplemente necesita verla, seguro que se siente algo mejor cuando la vea a ella… no estará bien del todo pero… -Suspiró-. Te echo de menos… muchísimo.

-Y yo… -Suspiré-. Pero no quiero que vengas. Dormirás en la calle si vienes…

-Supuse que me dirías eso exactamente… -Rió-. ¿Me haces un favor?

-Dime…

-¿Puedes irte a dormir tú también? No sé… me gustaría… es una estupidez, pero hablar por teléfono contigo… es como si te tuviera muy cerca… y si sé que estás durmiendo al otro lado de la línea… no sé.

-Luego yo soy la rara… -Reímos-. Espera… -Me asomé y quité mi teléfono de la oreja-. Papá… -Me acerqué y le besé-. Me voy a dormir… me acaba de llamar Seth y todo está bien, así que seguramente mañana me vaya a verle… -Le abracé-. Buenas noches…

-Buenas noches cariño…

-Hasta mañana… -Subí las escaleras corriendo y puse el teléfono en mi oído-. Vale, estoy tumbándome ahora en la cama…

-No te creo… -Bufó y bajó el tono-. No eres tan rápida…

-Vale… estoy abriendo la puerta de mi cuarto… -Cerré y me tumbé-. Me estoy tumbando… -Suspiré-. ¿Seth? –No se oía nada-. ¿Seth? ¿Ya te has dormido?

-No… -Susurró-. Cántame para dormir…

-No… eso es… -Suspiré y cerré los ojos-. Está bien… -Me giré y me acomodé, esperando oír sus ronquidos pronto para poder dejar de hacer el estúpido-. I don´t know why you love me... And that´s why I love you... You catch me when I fall... Accept me flaws and all... and that´s why I love you... and that’s why I love you... –Bostecé sin poderlo evitar-. Y por esto me voy a quedar dormida antes que tú… -Reí y escuché atenta, nada. Miré la pantalla y había colgado… ¡genial!-. O no…


Me estiré y los vaqueros me resultaron incómodos para dormir. Me quité las sábanas de encima y saqué mis vaqueros, al igual que mi camiseta. Suspiré y me levanté… iba a necesitar un pijama después de todo… abrí la puerta de mi armario y mi ceño se frunció… hasta que su carita de perrito pachón y verlo sentado en el suelo apoyando la cabeza sobre una manta me partió el alma.

-¿Qué haces?

-Sabía que me ibas a decir que no… pero no quería dormir en la calle… prefiero dormir en tu armario, al menos te oiría respirar… y toda tu ropa… huele a ti.

-Dios mío… -Me agaché y tomé su rostro, realmente demacrado-. Estás realmente cansado… -Negó y me besó-. Ven… me hubiera enfadado mucho más si llego a verte mañana ahí… -Negué-. Ven… -Se levantó tomando mi mano, siguiéndome a la cama donde se tumbó apoyando su cabeza en mi pecho-. Estás loco… dormir ahí…

-Realmente loco… estoy mucho mejor aquí… -Me abrazó-. Pero prefiero tu armario a una cama vacía teniéndote a kilómetros de distancia…

-Espera… -Me separé y me levanté, haciendo que él me mirase raro. Atranqué la puerta de mi cuarto y volví a la cama para que durmiera conmigo-. No quiero que te despiertes por nada… no hasta que hayas descansado como es debido.

-Tengo que irme pronto… -Se acurrucó en mi pecho-. Pero te lo agradezco de igual modo, es un detalle…


Se durmió en menos de cinco minutos. Nada de besos ni caricias, sólo tenerlo en mi pecho durmiendo me bastaba para sentirme plena, era todo lo que necesitaba. Tenerlo cerca.

Amaneció y él ya no estaba… hice una mueca al aire, no me gustaba esa sensación, parecía que hubiera sido un sueño, algo irreal que desaparecía a la luz del día… pero siempre había algo que me decía lo contrario en forma de nota.

He tenido que volver… espero que puedas venir, esta tarde es el funeral… además creo que anoche no me dio tiempo a recompensarte por haberte dejado marchar de ese modo… encima me duermo sin casi hablarte… vas a odiarme… Lo siento, lo siento, lo siento… Te quiero.


Suspiré y reí… aunque hubiera querido enfadarme, no hubiera podido… creo que cualquier persona medio normal no hubiera podido… Cogí mi móvil y escribí un mensaje.

Tranquilo… no estoy enfadada… no podría estarlo jamás. Me tendrás ahí a medio día… no necesito nada más que tenerte cerca… esa quiero que sea mi recompensa. Te quiero, te quiero, te quiero… y por si no ha quedado claro… TE QUIERO.


Bajé y desayuné con mis padres, mi padre me deseó buen viaje y besó mi frente con cariño antes de irse a trabajar mientras mi madre le miraba de un modo que me hizo querer reír. Cuando se cerró la puerta imité su mirada y ella rodó los ojos.

-Vaya ojitos tiernos que le pones… luego te mofas de mí por cómo hablo o miro a Seth… pero tendrías que verte… veros, más bien…

-No empieces a ser tan quisquillosa como tu tía… ¿quieres?

-Pero es porque tenemos razón… -Reí y la miré algo más seria-. ¿No vais a hablarlo nunca? ¿No os dais cuenta de que es ahora o nunca?

-Darlene… son cosas de mayores, no lo entenderías… hay muchas cosas entre medio, no sólo estamos nosotros, no es como un amor adolescente que si sale mal no pierdes nada… -La miré mal-. Si tú ahora mismo perdieras a Seth… ¿qué podría ser lo peor?

-Yo también perdería muchas cosas… lo perdería todo…

-No exageres…

-Claro que sí, perdería a muchos amigos, le perdería a él… no podría soportarlo. Perderle a él conlleva perder más cosas de las que crees… -Me miró asombrada-. Ahora ellos también son parte de mi vida, son como una pequeña familia… como Kevin y Ryan…

-Pero eso apenas importa si lo comparamos contigo. Si algo saliera mal entre tu padre y yo de nuevo, tú sufrirías… y no podría soportar hacerte sufrir aún más… y a él… no sería justo… es mejor dejarlo estar así.

-Como queráis… voy a cogerme algo de ropa… -Me levanté y le di un beso en la mejilla-. No te ofusques…


Reí y ella sonrió, no se había molestado… Me detuve ante mi armario y suspiré al revolver todo el montón de ropa interior que estaba inspeccionando. No sabía qué escoger, no iba a ser lo mismo ahora que sabía que él iba a verla… me sonrojé al pensarlo y me alegré de sobremanera de que mi cuerpo respondiera bien, de que justo estos días que había pasado lejos de él fueran los elegidos por mi cuerpo para acoger a la roja… Mi madre me miró confusa desde la puerta al verme observando un conjunto color crema con flores rosas y rojas.

-Es bonito…

-¿Tú crees? –Me miró raro-. Es que me gusta, me apetece ponérmelo pero no sé si es muy adecuado… -Me miró más raro aún-. Déjalo…

-¿Cuándo?

-¿Qué?

-Bueno… -hizo un gesto raro con las manos y se sentó en mi cama, palmeando a su lado-. Tenemos que hablar… -Alzó una ceja y yo negué metiéndome a mi armario-. Vale, no quieres contármelo… si te preocupas tanto por la ropa, es normal… pero si te preocupas por la ropa interior es que tienes intención de que alguien la vea… o te la quite.

-¡Mamá!

-Es un conjunto precioso… pero ni se te ocurra quitártelo, ¿de acuerdo? –La miré con cara de asco, no me apetecía hablar con ella de esto, fue difícil hacerlo con mi tía… pero con ella…-. Vale… pero sobre todo… precaución… ¿Aún tienes de los que te dí? Dime que sí…

-No sé ni donde están… y tampoco quiero que me des esas cosas…

-Bueno, creo que tus amigos te dieron un buen arsenal…

-¡Largo!


Mi madre se fue riendo y me dejó sola con aquel conjunto en la mano. Lo metí en la bolsa junto con un par más, suspirando al sentirme tan extraña eligiendo ropa interior para que él la viera… era muy raro. Mi móvil sonó y sonreí al ver quien era. Lo dejé sonar hasta que se cortó, riendo al tumbarme en la cama esperando la siguiente llamada la cual tampoco cogí. Dejé que sonara cuatro tonos en la tercera llamada y descolgué.

-¿Sí?

-¿Qué haces?

-¿Quién es?

-¿Cómo que quien es? Darlene… -Hice un sonido gutural y él bufó-. Estás enfadada porque esta mañana me he ido sin decirte nada… ¿A que sí?

-No, en serio, no sé quien eres… -Bufé-. Me imagino que serás el típico chico pesado que no deja de llamar… hay quien te llamaría acosador, ¿sabes?

-¿Me consideras un acosador?

-Déjame pensarlo… te cuelas en mi casa, me llamas insistentemente, me dejas notas por todos los sitios… sí, entra en el concepto…

-Bueno… -Podía imaginarlo con sus cejas alzadas y su sonrisa pícara-. Si te molesta cuelgo… Sólo quería saber a qué hora vas a llegar…

-Yo… -Se borró mi estupidez y regresé a la realidad…-. Voy a salir en un rato, no quiero llegar tarde, quiero verle antes del funeral…

-Está bien… -Suspiró-. Te esperaré en casa… ten mucho cuidado.

-Cuando pare en Sequim te llamo. Voy a terminar de hacer la maleta y salgo…

-Nos vemos pronto, preciosa.


Colgué y me mordí el labio, mirando mi maleta… corrí a mi armario y busqué en uno de los estantes superiores, allí estaba aquella cajita que tanta vergüenza me había hecho pasar… me fijé en que mi madre había dejado los pijamas más recios al lado… seguro que lo comprobaba… Suspiré y volví a dejarla donde estaba, no quería que ella supiera nada del tema.

Cogí aquellos pantalones con la camisa negra que ya había usado en una ocasión… Suspiré algo triste al meterlas a la mochila y miré la foto que había en mi escritorio. Todos eran tan jóvenes, tan llenos de vida… y mi hermanita… era tan injusto que la vida se troncase sin más vacilación, sin avisar, sin darte tiempo a despedirte de nadie… era injusto… pero por ello no dejaba de pensar en todo lo que me hacía feliz, en que debía decirles a todos lo mucho que los quería constantemente… cogí mi bolsa y bajé corriendo las escaleras, abrazando a mi madre fuerte y diciéndole lo mucho que la quería. Me miró raro pero asintió y me devolvió el abrazo.

Paré en Seattle, frente aquel enorme edificio y subí corriendo, mientras la recepcionista me miraba como si estuviera loca. Irrumpí en el despacho de mi padre, que por fortuna estaba solo, y le abracé de igual modo que a mamá. Pronto entendió a qué se debía todo y me abrazó por un largo rato, acunándome y besando mi frente de vez en cuando hasta que le avisaron de que le estaban esperando. Me separé algo reacia y le di un enorme beso, repitiéndole que le quería.

Cogí mi coche y paré delante de la consulta de mi tía, que me miró con un gesto raro cuando la abracé delante de los pocos pacientes que había en la sala de espera. Me regañó un poco y me llevó a la sala de curas.

-¿Estás loca?

-No… sólo quería decirte que te quiero… no quiero dejarme a nadie… -La abracé-. Eres la mejor tía del planeta, además de una gran amiga… siempre has cuidado de mí y quiero que sepas que eres importante para mí…

-Vale… ¿qué te has metido? –Me miró divertida y besó mi frente-. ¿Vas a hacer esto con cada persona a la que conoces? –Lo pensé y ella rió-. Quiero darte algo… -Abrió su bolso y sacó una caja como la que había en mi armario riendo-. Si vas a demostrárselo también a él… es mi manera de decirte que te quiero, ten cuidado…

-¡Ves! –La abracé-. Eres la mejor…

-Si me dieran un abrazo cada vez que los regalo… -Rió-. Bueno… ten cuidado y dile a tu querido novio que su F1 es algo muy valioso para mí también, que más le vale no estamparlo… -La miré raro-. Él lo entenderá…

-Ten buen día… -La abracé de nuevo y ella reparó un poco más en mi abrazo, sonriendo y besando mi frente-. Salva muchas vidas…

-Y tú cuida de la tuya…


Salí directa a mi coche y conduje hasta Sequim, llamé a Seth y le dije que estaría en hora y media, quizá dos… después mandé un mensaje a los chicos y a sus novias para interesarme por ellos y decirles que les extrañaba. Todos me respondieron y eso me llenó de algo de nostalgia y alegría a la vez… empezaba a estar realmente alterada. Cogí mi coche y emprendí de nuevo la marcha, no veía el momento en el que llegase y le besara, le dijera lo mucho que le amaba…


Derrapé un poco a la entrada del camino y aceleré, frenando en seco mientras él salía por la puerta corriendo con una sonrisa. Ni me molesté en apagar el motor, bajé del tirón y le abracé, besándole de la manera más apasionada que jamás había hecho. No quería otra cosa que no fuera besarle, tocarle… sentirle cerca de mí. Él me miró serio y apagó el motor, cerrando el coche y llevándome de la mano hacia casa.

-¿Estás bien? –Asentí aferrándome a su brazo-. Te veo demasiado… no sé. Realmente no sé si decir preocupada, cariñosa…

-Te quiero.

-Amorosa… -Intentó sonreír y paró a diez metros de la puerta-. ¿Qué te ronda en esa cabecita?

-No sé… simplemente quería llegar ya y verte, decirte que te quiero y que si algún día, algo pasara… que tuvieras presente que yo… -Me besó-. Lo eres todo para mí.

-Nada va a pasarte… nada va a hacer que me separe de ti, jamás… -Me besó dulcemente-. Nunca. Jamás. Es imposible…

-¿Qué tal está Nessie? ¿Y Jake?

-Estaban en casa… Nessie está bien, no debes preocuparte… todo fue bien y Jake está… está. Al menos ha salido de casa de Billy… hemos tenido que arrastrarlo pero parece que Nessie le está ayudando en parte… me anima un poco eso… -Sonreímos-. De hecho me ha dicho que me fuera… quería que te preparase una buena bienvenida…

-¿Y lo has hecho?

-Por supuesto… -Sonrió-. Te he preparado la bañera, así que quiero que subas, te relajes y te quites toda esa preocupación que he notado antes…

-¿Un baño? –Asintió-. ¿Para mí? –Sonrió pícaramente y asintió dudoso-. ¿Y tú?

-No quiero invadir tu… ¿Cómo era? ¿Tu espacio vital? –Rió y puso mi pelo tras la oreja-. No quiero que pienses que soy un acosador, ni nada parecido…

-Pues… -Intenté una mueca sexy, aunque no sé qué salió…-. Hoy no me importa que me acoses y que me dejes sin ese espacio vital… hoy quiero que entiendas que lo único que es vital para mí eres tú… -Me acerqué a él y levantó una ceja-. Eres sin lo único que no puedo vivir…

-Eso suena a… no sé. A chica completamente loca, son palabras que diría una acosadora obsesionada con alguien…

-Es que soy una chica loca y obsesionada contigo… -Le besé-. Contigo y con tus besos y caricias… -Él alzó una ceja-. Te espero arriba…


Le dediqué una mirada que no hubiera salido de mí meses antes, una mirada larga hasta que llegué a la puerta de su casa… y tropecé. Sus brazos me aferraron antes de que mi cara tocara el suelo y me tumbó sobre él, que negaba evitando estallar en carcajadas. Me miró hasta que a mí se me pasó el susto y puse mis manos en la cara, dejando caer mi cabeza sobre su pecho y haciendo que una sonora carcajada saliera de su boca.

-Más bien, yo te espero abajo… -Empezó a reír mientras negaba en su pecho y él me acariciaba el pelo-. ¿Te has hecho daño?

-No… físicamente al menos… -Dije contra su pecho-. No hay manera, soy un desastre… siempre que intento parecer algo más que una niña tonta, acabo haciendo alguna estupidez y demostrando lo torpe que soy…

-Bueno… -Reclamó mi atención-. Hasta el momento que tu pie ha dado con el marco de la puerta… -Rió y acarició mi rostro, mordiéndose el labio-. Eres preciosa –Alcé las cejas, no sabía a qué venía eso ahora-. Nunca antes en mi vida había sentido eso, que alguien con una sola mirada haga que mi corazón quiera estallar…

-No me lo trago… sé que te han dedicado muchísimas miradas sexys y que seguramente te hayan provocado… -Me miró confuso-. No me enfado… pero… -Hice una mueca-. Me gustaría que algún día pudiera verme de esa manera… no puedo verme como ellas, no soy tan sexy como ellas y no me parece justo que no tengas eso.

-Lo tengo… -Sonrió acariciando mi espalda-. Puedo demostrártelo de nuevo, si no te quedó muy claro el otro día…

-Hum… -Sonreí sin poder evitarlo y me sonrojé al ver su mirada-. No sé…

-Me recuerdas… -Rió y yo me quedé paradísima, mirándole raro-. Es que… lo siento, en serio, pero me recuerdas a un muñeco que tiene Ephraim… eres como gusiluz… -Me quedé completamente descolocada mientras él reía-. Tu cara se enciende como cuando Ephraim lo abraza, es una pasada cómo te sonrojas tanto…

-¡Genial! ¿Ahora soy un muñeco para dormir? –Bufé y me levanté saliendo al coche a por mi mochila mientras él se desternillaba en el suelo de la entrada. Cuando cerré el maletero él me cogió de la cintura aún riendo-. No te acerques mucho… quizá te electrocutes si te bañas con un gusiluz…

-No te enfades… -Le miré mal mientras él me seguía-. Oye, sólo era una broma… a mí me encantaban esos muñecos cuando era pequeño –Le miré… juro que si hubiera tenido un puñal se lo hubiera clavado… sólo pude darle con la bolsa-. ¡Eh!

-¡Idiota! ¡Estúpido! –Empecé a pegarle fuerte y él paró la bolsa y me acercó a él en un rápido movimiento, besándome-. ¡Suéltame!

-No puedo… -Me aferró fuerte-. No es nada ofensivo, es un muñeco para dormir que alumbra… y tú eres mi chica, la chica con la que me encanta dormir, y que ilumina mi vida…

-No me pelotees… encima no intentes quedarte conmigo… -Asintió como si no estuviera escuchando y me besó dulcemente en repetidas ocasiones hasta que no pude más que sonreír-. Te odio…

-Lo sé… por eso te he preparado un magnífico baño… -Me cogió en volandas-. Y por eso voy a tratarte como a una reina… -Me besó-. No quiero que mi chica tenga que mover ni un solo músculo…


Me llevó arriba y dejó mi mochila al pie de mi cama, tumbándome y quitándose la camiseta, acercándose a besarme. Quitó mi camiseta y apenas tuve que moverme, me sentía realmente como una muñeca con la que alguien juega a cambiarle de ropa con cariño. Como cuando de niña juegas con tu muñeca preferida, la que más quieres y no quieres que se rompa. Se quitó los pantalones quedándose en boxers frente a mí, mientras quitaba con cuidado mis pantalones, acariciando mis piernas y mirándome a los ojos con una enorme sonrisa. Me quitó el sostén y me besó despacio, llevando sus manos por mi cintura hasta despojarme de toda ropa. Sonrió y casi rió al ver mi cara, que ardía de nuevo. Cargó conmigo, sin separar la mirada de mis ojos y me sacó al baño del pasillo, metió el pie en el agua e hizo una mueca, besándome dulcemente, despacio… sus labios ardían. Hizo otra mueca y sacó el pie de la bañera, metiendo mis pies levemente y observándome, el agua estaba tibia… quizá un poco fría… pero sabía que no duraría mucho… me metió allí y me dejó mirándole, mientras cogía mi albornoz y lo ponía cerca. Me miró alzando una ceja y noté mi cara arder de nuevo, me había pillado mirándole y mordiendo mis labios. Él sonrió y se deshizo de sus boxers, dejándome completamente parada mientras se metía conmigo en el baño, su sonrisa me dejaba completamente noqueada, como el resto de su cuerpo que tardó poco en estar tras el mío.

Me acomodó sobre su pecho y me abrazó. Yo me aferré a sus brazos y giré mi rostro para verle, acercándome para darle un leve beso.

-¿Menos enfadada?

-Vas a tener que hacer algo realmente bueno, me debes ya dos recompensas… no se me van a olvidar… -Alzó una ceja-. Una de ellas la tengo apuntada…

-¿Tienes que apuntarlas? –Empezó a reír y le fulminé con la mirada-. Vale, pues que sean tres… pero es que cielo, me las dejas muy fáciles… -Besó mis labios con cuidado-. Es que es como intentar hacer rabiar a Claire… es…

-Van cinco… -Él me miró sorprendido-. A partir de ahora las comparaciones con Claire valen dos puntos… así puedo quitar eso de tu repertorio…

-O harás que lo use más sólo para poder recompensarte después… -Alzó una ceja mientras me acariciaba el rostro-. Igual sólo me meto contigo para hacerte rabiar y poder hacer algo realmente bueno para que me perdones…

-¿Realmente bueno? Dejémoslo en… intentar hacer algo –Él abrió la boca falsamente ofendido-. No sé… quizá es que mis expectativas eran muy altas… no te ofendas… pero…

-¿Qué? –Empezó a reír algo pagado de sí mismo-. Lo que has visto hasta ahora eran sólo las vueltas de calentamiento, cariño…

-¿Vueltas…? –Eso me dejó noqueada-. ¿Tiene algo que ver con la F1?

-Claro… -Rió-. Tendré que enseñarte lo básico para que entiendas…

-Mi tía me ha dicho algo sobre eso… -Le corté y su cara cambió a completa sorpresa-. Me ha dicho que le diga a mi querido novio que tenga cuidado con su F1, que también es muy valioso para ella y que no lo estampes… ¿Qué es todo ese rollo?

-Pues… -Sonrió-. Digamos que te comparé con un fórmula uno… con esos coches…

-¿Cómo se pasa de ser gusiluz a un coche de fórmula uno? Creo que tienes un serio problema mental… estoy con un acosador que me ve con formas extrañas…

-Vale, vale… te cuento… -Me acomodó en él y cogió mis manos-. Tuve una conversación sobre coches… que acabó de un modo extraño y tuve que explicarle lo de los fórmula uno, son coches muy valiosos… potentes y caros, en los que se invierte mucho tiempo. Así que bueno… le dije que yo no me arriesgaría a correr demasiado con él hasta que no estuviera seguro de que el coche iba a funcionar bien.

-¿Ahora me dices que no sabes si funciono bien?

-No… -dijo riendo-. ¿Por qué siempre ves las cosas malas de lo que digo? He dicho que eres valiosa para mí… le dije que no quería correr contigo hasta que tú no estuvieras preparada… pero creo que en eso me has sacado ventaja, me has hecho hacer cosas que no hubiera hecho, aunque puestos a ser sincero, no me arrepiento ni una pizca…

-¿No te arrepientes de aprovecharte de la locura de una joven? –Me miró mal-. Es ilegal, ¿sabes? Podría poner una queja…

-Creo que con eso, acabas de empatar. Decirme que es ilegal que esté contigo son cinco puntos… así que ahora no te debo nada…

-¿Empate? –Asintió divertido-. Bueno… pero eso no vale, hay que avisar antes de cuanto vale cada cosa…

-Entonces lo de Claire no vale… -Le miré mal-. Nada de golpes bajos…

-Entonces sigues debiéndome tres…

-¿Tres? –Asentí-. Pensé que dormir en tu armario me habría borrado ya uno de los puntos… -Acarició mi rostro y negué. Sus piernas se enredaron con las mías y su mano derecha descendió por mi vientre hasta alcanzar un punto crítico que me hizo dar un respingo. Él sonrió alzando una ceja mientras yo me sonrojaba-. ¿Dos? –Negué lo más dignamente que pude haciéndole reír-. Vale… entonces tendré que mostrarte cómo se consiguen puestos en la Pole…


Sonrió enormemente, besándome mientras sus manos se movían por mi cuerpo con bastante soltura, apenas dudando de qué movimientos realizar y riendo cuando sus caricias me hacían revolverme y el agua se salía de la bañera. Perdí un poco la cordura y acabé tirándole del pelo y arañándole la nuca, mientras él seguía acariciándome y besando mi cuello y mi hombro izquierdo. Sonrió abiertamente cuando sus piernas tuvieron que hacer algo más de fuerza para sujetar las mías, haciendo que yo me sonrojara hasta el extremo y él me besara feliz.

-¿Lo dejamos en dos? –Me besó dulcemente mientras yo intentaba recomponerme-. ¿O me he ganado deberte solo uno?

-Dos… -Mordí su labio y él sonrió-. No quieras pasarte… aunque para ser justos deberían de ser dos y medio…

-¿Dos y medio? –Negó divertido-. Ya te gustaría… -Me besó fuerte abrazándome, para después mirarme y reflejar mi sonrisa en la suya-. Con esa sonrisa deberíamos dejarlo en uno… -Negué divertida-. Vale… como quieras… tú ganas… -Me incorporó levemente y cogió el bote de champú, extendiéndolo por mi pelo y aclarándolo con cuidado después. Me levantó con él y soltó el tapón de la bañera, dejando que se vaciara y que el agua de la ducha nos aclarase, estando uno frente al otro cuando acariciaba mi rostro y lo besaba bajo el agua-. Debes quedarte aquí un segundo… -Cerró el agua, tomó el albornoz y me lo puso, cogiendo una toalla y enroscándola después en su cintura-. No salgas…


Salió mirándome divertido y tiró una toalla al suelo, saliendo del baño con una mirada pícara. No pude aguantar la curiosidad y salí, recibiendo un susto por su parte.

-Lo sabía… -Dijo riendo-. Eres demasiado impaciente…

-No puedo soportar que te vayas y me dejes así… -Le besé despacio y él me aferró fuerte, mis piernas no soportaban mucho ahora-. Eres cruel dejándome así, debería subirte de nuevo al tres…

-Ya…


Me besó empujándome hacia su cuarto, dejándome caer suavemente sobre su cama y besando mi cuello, metiendo sus manos por el albornoz y acariciándome de nuevo de esa forma que me hacía perder la noción de todo. Sus besos, sus caricias, su calor… me enloquecía. Le cogí del cuello y lo acerqué a mis labios, los cuales ahora sonreían al ver la necesidad apremiante que crecía en mí, necesidad de él, de su amor… frenó casi en seco y me miró de ese modo tan dulce que me hacía sentir realmente querida.

-Vale… -Suspiró-. Esto no es nada justo… -Le miré atónita-. No pienso dejar que me hagas como siempre… quiero un consentimiento por escrito para no sentirme como un delincuente…

-¿Qué? –Me miró divertido y le mordí en el cuello, haciendo que rodara y me dejara sobre él-. Yo quiero otro…

-Dame un Boli y un papel y te escribo lo que quieras…

-Quiero que me prometas que jamás dejarás de hacerme tan feliz… -Él sonrió-. Y yo no quiero papeles… -Me senté sobre él haciendo que ambos nos estremeciéramos-. Sólo quiero que me digas si eres tan feliz como yo ahora mismo…

-Feliz… -Rodó sobre mí, dejando mi cabeza a dos centímetros de la mesilla haciendo que él hiciera un gesto de miedo, para después mirarme. Le sonreí y me besó dulcemente, dándome todo lo que mi cuerpo le pedía y parando de nuevo-. Espera… -Me miró con precaución-. Si vamos a… bueno…

-¿Sí?

-He sido un poco estúpido y no he pensado en esto antes así que… -Suspiró-. Yo…

-Ahora eres tú el que parece gusiluz… -Reí y él me miró divertido-. ¿Qué pasa?

-Digamos que no he tenido tiempo de ir de compras… -Rió-. Y realmente creo que… -Me miró pasmado mientras me levantaba corriendo hacia mi mochila y me miró divertido cuando le lancé la cajita que me había dado tía Cyntia-. ¿Lo tenías planeado?

-No… pero soy una chica preparada… -Reí y salté sobre él, que me cogió al vuelo con una enorme sonrisa-. Y para ser sincera… aunque sé que es físicamente imposible, no me importaría tener que ir a comprar más para mañana…

-¿Físicamente imposible? –Rió y negó empezando la caja y tumbándome sobre mí-. Te sorprenderías…


No tardó mucho a volver a estar sobre mí, dándome aquello que mi cuerpo había añorado por los largos días que habíamos estado separados. Disfruté cada caricia la primera vez… pero me sorprendí mucho más cuando sus caricias se hacían más marcadas y volví a disfrutar de él por segunda vez. Él no pudo evitar una enorme sonrisa cuando me dejé caer en su pecho completamente exhausta, acarició mi espalda con ternura mientras mi respiración intentaba calmarse y ponerse al ritmo de la suya.

-Es injusto… -Susurré mientras me miraba-. Tú te recuperas antes que yo…

-No… -Sonrió divertido-. Eso sería físicamente imposible… -Rodé los ojos y reí ante su broma, besándole de nuevo-. ¿No?

-No para un lobo… -Le besé-. Me encanta que seas así… eres una especie de novio mascota que resulta muy útil… Aunque últimamente no tanto…

-¿A no?

-No… hace mucho que no me llevas de paseo… me encantaba cuando me llevabas… se te ve muy feliz cuando estás en fase y me encanta…

-Menos la última vez que me viste… -Hizo una mueca y yo otra-. Pero bueno… Estamos en igualdad ahora, ¿no?

-De eso nada… no ha sido nada realmente bueno… quizá… te perdono medio… -Alzó las cejas-. Bueno, vale… uno entero, porque me das pena…

-¿Te doy pena? –Alzó las cejas y me besó, riendo ahora-. Creo que dejaré ese punto acumulado, no creo que tu corazón pueda soportar un tercer asalto…

-Claro que podría… tú no lo soportarías… -Alzó una ceja retándome, seguro que podía, pero teníamos algo que hacer-. Además tenemos que irnos…

-Lo sé… -Me acomodó en su pecho ahora estando mucho más serios-. Ahora estarán comiendo… démosles un poco de tiempo…


Asentí contra su pecho y me dejé llevar por el ritmo de sus caricias en mi espalda. Creo que realmente no llegué a dormirme, pero casi. Me avivó con unas caricias en mi rostro y una sonrisa. Me aparté y él besó mi frente, yendo directo a su armario mientras yo me tapaba con una sábana y le miraba. Sonrió al entrar a su baño y escuché la ducha. Me levanté y crucé el pasillo tal cual él me había dejado, nunca había hecho eso ni siquiera en mi casa, sorprendiéndome a mí misma…

Me metí a la ducha y salí envuelta en una enorme toalla, cogiendo el conjunto de flores y el pantalón y la camisa de color negro. Cuando salí bajé las escaleras, esperaba mirando la foto de su familia que yo le había regalado. Le abracé por la espalda y él pasó su brazo por encima de mi cabeza, acercándome a él sin retirar la mirada de la foto. Cuando lo hizo besó mi frente y le miré apenada, intentó sonreír pero no podía engañarme, acaricié su rostro y él besó de nuevo mi frente.

-¿Vamos?

-¿Me llevas? –Él torció su sonrisa-. Sólo este trocito…

-Ven… -Tomó mi mano y me llevó fuera, rodeando la casa. Me dejó parada y se alejó unos cuantos metros, quitándose la camisa y tirándomela a la cara. Reí pero después me tiró los pantalones, quedándome algo parada al verle así. Dio unos pasos hacia atrás, dejando sus zapatos en el sitio inicial-. No te asustes…

-No esta vez… -Empezó a temblar y entró en fase de un modo que me pareció algo chulesco. Reí y me acerqué, cogiendo sus zapatos y montándome sobre él. Cuando llegamos a la parte trasera de la casa de Jake me bajé y él cogió sus pantalones de mis manos con un rugido-. ¡Eh! –Salió corriendo y volvió abrochándose los pantalones con una enorme sonrisa-. No es gracioso… casi me muerdes.

-Nunca haría tal cosa… -Besó mi frente mientras se ponía la camisa-. Soy muy hábil y rápido, aunque te hubieras movido… no te hubiera hecho daño.

-Ya… Vamos, Schumacher…


Sonrió tomando mi mano, llevándome con él hasta que llamamos a la puerta y ella me abrió, por lo que no pude evitar abrazarla fuertemente, la había echado muchísimo de menos… Cuando vi a Jake no pude hacer otra cosa que abrazarle de igual modo, dándole un beso enorme que agradeció con un intento de sonrisa, haciendo un gesto para que nos sentáramos con ellos. Miré a Nessie y parecía estar bien…

-Seth me ha contado que te han tenido que operar… ¿Qué te pasó?

-Una larga historia… -Miró a Jake con una enorme sonrisa-. Como siempre tuve a mi salvador cerca, por lo que se quedó en un… susto.

-Vale… cosas que no quiero imaginar… -Me recorrió un leve escalofrío al ver a Seth hacer una mueca-. De cualquier modo, me alegro que estés bien. Me tenías preocupada. ¿Dónde fuiste? El número de teléfono que se reflejó era raro…

-Europa.

-¿Europa? ¿Qué demonios hay en Europa?

-Sí, hay algunos demonios… -Seth rió pero pareció que Jake no compartía la broma-. Me trataron bien, aunque Cayo fuera tan… él. Además, busqué por mi cuenta, pero no encontré nada. Gracias a los mapas de Aro pude realizar una búsqueda real en cuatro días… mi familia llevaba meses…

-¿Qué buscabas?

-Un hermano de Nahuel…


En ese momento llamaron a la puerta y ella salió disparada. Todo el clan Cullen entró arrollándola a besos y abrazos, para después reparar en Jake, algunos con más efusividad que otros. Alice le miró y se lanzó a abrazarle.

-Lo siento mucho, Jacob.

-Gracias monstruito… Imagino que sabes todo lo ocurrido…

-Sí, lo sé… -Edward puso muy mala cara-. Hablaremos de eso más tarde.

-Jacob… -Emmett cogía la mano de Rose, que estaba seria-. Lo sentimos mucho… no sé qué decirte… en serio.

-Está bien Em, está bien…

-No creo que le apetezca estar ahora mismo rodeado de vampiros que huelen mal… -Nessie les sacó la lengua, invitándoles a irse-. Además, tiene que vestirse…

-Nosotros nos vamos ya, sólo queríamos verte cariño… -Esme la besó y arrastro a todos como buena matriarca-. Llamad para cualquier cosa que necesitéis.


Nos asomamos para verles, quizá necesitaban que nosotros también nos fuéramos, quizá no habíamos hecho bien en ir… Nessie hizo una mueca y suspiró, poniendo cara de sargento.

-Seth, acompáñale a vestirse, Darlene, ven conmigo… -Subimos las escaleras y Jake tenía un aspecto realmente malo… Nessie me indicó que les dejara a ellos solos y la siguiera, después me miró fijamente-. ¿Qué te pasa? Estás… radiante.

-Lo sé… -Intenté no sonreír-. Me siento mal, pero no puedo evitarlo. Me siento feliz… todo es maravilloso.

-¿Qué ha pasado?

-Que, bueno… -Hice una mueca, no sabía si contárselo, además… seguro que me oían. Bajé un poco el tono y me acerqué a ella-. Cuando he llegado a casa de Seth… me había preparado un baño, nos hemos bañado juntos, y bueno… una cosa lleva a la otra… casi no venimos… -Me miraba tan alucinada que estuve a punto de reír y me avergoncé de escucharme a mí misma-. Eso pasa.

-¡Qué fuerte! Pero… ¿tan bueno es?

-¿Bueno? ¡Genial! Al menos no sé, yo… no sé, igual es que he tenido muchísima suerte… Pero es más especial que cualquier cosa que haya vivido nunca… cuando estoy con él todo es genial, pero cuando estamos de ese modo… nada importa. Todo desaparece, el tiempo, los malos momentos…

-Creo que sé de lo que me hablas… al menos en parte… -Me mostró una imagen, ella besándose con Jake en lo que parecía la casa de Billy… ¿A eso se refería Jake cuando Edward parecía enfadado?-. Lo que me da pena es que haya pasado ahora… además de que no sé si realmente quiere, o sólo por evitar el dolor… no sé.

-Ness… he visto cómo te ha echado de menos todos estos días… Ése hombre está enamorado de ti hasta los huesos… lo que me enseñas es algo parecido a lo que yo siento… más o menos.

-¿Mejor o peor?

-Pues… -Estuve a punto de reír, lo suyo era bueno… pero no había comparación-. De lo que yo hablo es muchísimo mejor.

-Vale… creo que no quiero saberlo o mi padre se enfadará mucho más…


Se fue sonriendo a la ducha y me senté en la cama mirando su habitación… recordando aquellos días en los que él apenas se levantó de la cama en la que ahora estaba sentada, lo malo que habían visto estas paredes y lo bueno que esperaba que vieran. Salió con el pelo empapado y con un vestido negro en pico, estaba realmente preciosa… le ayudé a abrochárselo y después se metió al armario sacando un abrigo negro. Llamaron a la puerta y entraron los dos, Jake la miró raro y desapareció por un momento para volver con un cepillo en la mano mientras Seth se sentaba tras de mí.

-¿Puedo? –Dijo Jake sacudiendo el peine mientras Nessie sonreía-.

-Claro… -Se sentó en el suelo y palmeó a mi lado, donde Jake se sentó mientras Seth me abrazaba. Nessie y Jake cambiaron unas miradas-. ¿Debo?

-Creo que no es mala idea… -hizo una mueca-. Me gustaría que les mostraras a mis hermanas lo mismo que me enseñaste… ellas también lo necesitarán.

-¿Qué nos perdemos? –Miré a Seth que parecía serio, sabía algo…-. O me pierdo… -Una extraña visión algo borrosa apareció en mi mente. Reconocí a todos mis amigos, Nahuel… un Billy mucho más joven… y dos que no conocía pero pude reconocer, Harry y Sarah-. Vaya…

-Están felices por vosotros… -sonrió-. Ven cada paso que damos…

-Gracias Nessie… -Seth parecía emocionado-. Me alegra haberle visto feliz… consuela de cierta manera… aunque le eche de menos.


El ambiente se tornó ligeramente triste dada la situación, estuvimos callados por un buen rato, mirándonos entre nosotros mientras Jake seguía peinando el pelo de Nessie con un cariño especial. De pronto la imagen que había visto se repitió en mi cabeza pero mostrando algo más intenso, haciéndome reír junto a Jake mientras Seth me miraba sorprendido y diría que feliz.

-¿Y eso? ¿Qué ha pasado?

-Ya has visto qué ha pasado… -Chasqué la lengua y sonreí-. No preguntes más… no vaya a ser que se emocione y dé rienda suelta a la imaginación… -Reímos y ella se sonrojó, así que intenté ayudarla-. Me gusta tu don…

-Sí, no está nada mal… -Jake besó su cabeza-. Aunque a veces le cuesta mucho dominarlo… -comenzó a reírse y ella se levantó molesta-. ¡No te piques!

-Ja, ja… muy gracioso. Ya me reiré yo cuando por cualquier tontería entréis en fase… -alzó una ceja, mostrando cómo se puso Jake aquel día de la playa, una despedida, pero pronto cesó mientras su rostro cambiaba a algo de dolor-. A ti también se te va de las manos alguna vez…

-Lo sé… sobre todo cuando se trata de ti… -hizo una mueca-. Sécate el pelo… debemos irnos ya… -se puso triste de nuevo-. No quiero que te pongas mala…

-¿Me ayudas? –Ella parecía suplicante-. ¿Por favor?

-Nosotros vamos a por mi coche… -Seth palmeó mi cadera-. Os esperaremos en la puerta.

-¿Habéis venido andando? –Jake miró a Seth raro-.

-A cuatro patas… -me miró de un modo que me sonrojé-. A la chica le gusta… hay que tenerlas contentas…


No pude evitar reír como ellos, así que salimos de allí bajando las escaleras mientras Seth me llevaba a casa de nuevo. Le esperé en el coche y cuando montó me besó dulcemente.

-Parece más animado… ¿no?

-Dada la situación… no sé. Ella ha vuelto… pero es injusto que ahora haya pasado esto… ¿Tú estás bien?

-Sí… -Acarició mi pelo-. Te tengo aquí, conmigo… nada puede ir mal si tú estás cerca… así que bueno… -Besó mi frente-. No te alejes nunca, por favor…

-No podría hacerlo…


Cuando les recogimos iban de la mano… era buena señal. Seth condujo hasta un claro donde había un poco de gente, aunque el lugar se fue llenando poco a poco con toda la manada y familiares y amigos. Rebeca se aferró a Nessie y a su hermano cuando llegamos, no paraba de llorar y Embry parecía angustiado por no saber qué hacer…

Poco después llegaron Rachel, Emily y Kim con sus maridos y los pequeños. Nessie hizo una mueca y se acercó a Rebeca, poniendo su mano en el vientre de la chica que ahora la miraba extrañada.

-Hilda. Quieren que se llame así.

Todos intercambiamos miradas de desconcierto, pero yo recordé esa imagen que nos había mostrado… Paul empezó a reír hacia su hija.

-¡Vas a tener una primita!

-¿Qué? –Jacob miró a Nessie y a su hermana atónito-. Rebeca… ¿estás embarazada?

-Yo… -miró sollozando a sus hermanos y a Embry-. Quería decíroslo, pero no me parecía buen momento… quería que papá fuera el primero en saberlo…

-Lo sabe. Pero la primera fue tu madre… -Puso ese gesto y sabía que estaba mostrándoles algo-.

-Ella… ¿está orgullosa de nosotros?

-Así es…


Rebeca y Rachel comenzaron a llorar, abrazándose emocionadas, mientras Rachel la felicitaba por su recién conocida maternidad. Jacob las abrazó e intentó consolarlas, pero en ese mismo momento el coche de la funeraria llegó, por lo que los llantos crecieron. Me aferré a Seth y nos acercamos a saludar a Charlie y Sue. Realmente era doloroso ver por lo que mi nueva familia estaba pasando, resultaba doloroso pues me recordaba a todo lo que yo había pasado, haciendo que mi corazón se encogiera. Seth aferró mi mano con fuerza y empezó a hacer dibujos con su dedo pulgar en mi mano, así que me concentré en ellos y dejé correr toda la ceremonia así.

Cuando nos encaminamos hacia casa tuvimos que esperar a que Nessie se despidiera de su familia, regresando a Jake, tomando su mano y caminando hacia nosotros. El viaje fue completamente silencioso, Seth sólo habló cuando bajaban del coche.

-Si necesitas algo…


Jake hizo una mueca y asintió mientras Nessie permanecía a su lado vigilándole, mirándole de una forma que me partía el alma…