Capítulo XXXII: Cuestión de madurez.

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Cuando Jacob se fue me sentí un poco desubicada. Pasé el resto de la tarde en casa de mis abuelos, con toda mi familia que no hacía más que mirarme con preocupación. Les mostré que todo iba bien, que era cuestión de tiempo…


Después mis padres me llevaron a casa, no era muy tarde así que llamé a Darlene.

-¡Nessie! ¿Qué tal todo? Te he echado de menos… ¿Estás mejor?

-Sí, la verdad es que estoy mucho mejor. Llegué ayer por la tarde, pero con todo el jaleo de mi familia… y hoy he pasado el día de nuevo con ellos, mi abuelo Charlie había venido de propio para verme… siento no haberte llamado antes…

-No te preocupes, Alice dijo que seguramente volverías el fin de semana… y que estarías acompañada en Jenner… -pude notar la curiosidad en su voz-. Así que Jacob fue a verte…

-Sí, es una larga historia… te lo cuento mañana, ¿de acuerdo?

-Está bien, iré un poco antes para que hablemos… ¿vale? Tengo algo que contarte…

-Vale, nos vemos mañana.


Mi padre subió cuando estaba tirada en la cama mirando el cielo. Notaba cómo hurgaba en mi mente buscando algo, lo que me hizo sonreír.

-¿Qué quieres saber?

-Bueno… -parecía divertido, pero preocupado-. Me preguntaba cómo es posible que hayas estado una semana tan mal… cómo Esme te recordaba… y ahora verte tan feliz…

-No lo sé papá… creo que… no sé. Me he cansado de llorar… -mostré el sueño que tuve como despedida de mis amigos-. Es posible que eso me haya ayudado, aunque sé que fue cosa de mi imaginación, pero en parte siento que es lo que ellos querrían…

-Sí, es muy posible. Tú querrías lo mismo para ellos, ¿no?

-Así es… -besó mi frente y se sentó a mi lado. Estaba muy raro-. ¿No hay nada más que quieras contarme? No sé… algún cambio…

-A parte de… -recordé las nuevas compras, omitiendo algunos recuerdos-. Creo que no…

-Odio que me bloquees… odio que censures tus recuerdos… me vuelve loco.

-Lo que tu padre quiere saber –mi madre apareció divertida sentada en mi cama-, es si ha pasado algo que debas contarnos, algo con Jacob. Al parecer él ha omitido algunos recuerdos, pero no ha podido con todos…

-No… -noté a mi padre hurgar de nuevo en mi mente y me decidí a ver qué recuerdos tenía de Jake. Al parecer él había bloqueado algún recuerdo, pero podía ver cómo él ponía el pijama mirando a mis ojos, cómo me miraba dormir, cómo me hizo cosquillas para dormir… pero todos eran flashes que se cortaban pensando en los Village People mientras Jake se estremecía al imaginarlo. Mi padre parecía furioso pero me empecé a reír-. Estaba cansada, nada más… -toqué los rostros de mis padres y les mostré cómo se lo pedí, casi supliqué porque no tenía fuerzas para moverme tan apenas. No les hizo ni pizca de gracia, de hecho parecían molestos, así que les mostré nuestra conversación en la playa-. En serio… no os preocupéis por eso…

A la mañana siguiente Darlene parecía emocionada y me preguntó cada detalle, mirándome mientras se mordía el labio cuando le contaba alguno de los detalles de Jake.

-Es genial… es el hombre que cualquier mujer quiere… me pregunto si será igual de delicado para todo… -me sonrojé al pensarlo, mientras ella parecía fantasear. Suspiró-. En serio, no sé porqué te torturas así… ¿no sería más fácil decirle que le quieres?

-Ya se lo digo… sabe que es mi mejor amigo… -rodó los ojos y me miró derrotada-. ¿Qué?

-¡Venga tía! Creo que te conozco lo suficiente… lo bastante para decir que te gusta… -no podía negarlo, así que me empecé a reír-. No puedes negarlo… así que no sé porqué no se lo dices, no lo conozco mucho, pero dudo que se comporte así sólo con una amiga…

-No le conoces, él es así… siempre se ha portado así conmigo, no creo que estemos en ese punto… ¿tú le dirías algo así a Kevin?

-No me compares… -hizo un gesto para que parase-. Es cuestión de madurez, él nunca se portaría así conmigo, aunque cada vez sea menos crío y esté más dulce… no siento eso por él. Sin embargo… -parecía feliz, eufórica-. Hay alguien que está empezando a ser especial para mí…

-¿Eso es lo que me tenías que contar? –la cogí de las manos emocionada mientras ella asentía-. Desembucha…

-Bueno, se llama Omar, se acaba de mudar aquí… lo conocí el martes mientras paseaba por el parque. Estaba preocupada por ti y mis padres habían estado peleando, así que me escapé al parque, no me apetecía nada estar en casa… Me senté en uno de los bancos y él estaba un banco más abajo. Comencé a ponerme triste, demasiado y se acercó a preguntarme qué me pasaba. Realmente pensaba que estaba soñando, es muy guapo, demasiado para mí… -rodé los ojos y negué-. El caso es que sentí confianza y le conté lo ocurrido. Me sentí estúpida después de desahogarme, me vino bien pero le acababa de contar mi vida a un desconocido, lo que me hizo sentir algo raro… él lo notó y me contó algo sobre él, que acababa de romper con su novia, que se había mudado por trabajo, está en la unidad de trauma del hospital de tu abuelo…

-¿Qué? –Me quedé helada-. ¿Cuántos años tiene?

-Bueno, tiene veintisiete, aunque parece más joven… me invitó a un café, ya que hacía bastante frío y me acompañó casi hasta casa… no le dejé más por miedo a que mis padres le vieran…

-¿Has quedado más con él?

-Sí, pensé que no volvería a verle, ya que no tenía ni su teléfono, ni su móvil, así que decidí pasearme por el parque al día siguiente. Lo encontré sentado en el mismo banco y me dijo que llevaba dos horas esperando que apareciera yo, esperanzado de que volviera… me dio su número y tomamos otro café. Me confesó que no sabía porqué, pero que me había tomado cariño… -nos miramos sonrientes-. Él creía que no iba a aparecer, pero algo le hizo quedarse esperándome en el banco… después de aquello el jueves quedamos de nuevo y el viernes… pero lo mejor fue el sábado…

-¿Qué? –Se había quedado callada-.

-Me llevó a dar un paseo y me invitó de nuevo a tomar café, después nos metimos a ver una película y me cogió de la mano. Fuimos dando un paseo hasta casa y al despedirse me dio un tierno beso en la mejilla, creí que realmente me besaría pero me dijo que debía pensar qué hacer. Me estaba cogiendo mucho cariño, así que le dije que yo a él también…

-¿Y?

-Nada, se marchó. Le he llamado un par de veces pero no me contesta, sólo me mandó un mensaje diciendo que tenía un día muy ajetreado, que hablaríamos hoy.

-¡Vaya! Quiero que me lo cuentes todo…

-Lo haré…

Miró tras de mí y me giré, los chicos venían. Así que sería mejor no hablar del tema con ellos… comenzarían a bromear, las dos lo sabíamos. Los dos me preguntaron por mi estado, en la comida se mostraron preocupados. Darlene recibió un mensaje de Omar, no podían quedar hoy por lo que parecía bastante triste.


La semana pasó volando, sin que pudieran quedar y eso me deprimía. A esto sumémosle que ni mis abuelos –podía incluir a Sue ya como mi abuela- ni Jacob iban a venir el fin de semana. Así que el viernes era día de caras largas.

Kevin estaba algo perdido, miraba nuestras caras sin entender nada.

-Mirad, no sé que cuernos os pasa, pero…

-Pensaba que iba a tener visita el fin de semana –comencé mirando a Darlene, intentando ayudar a Kevin para animarnos-. Pero al final me he quedado sin planes.

-A mí me ha pasado algo parecido… -Darlene miraba ahora a Ryan-.

-Éste fin de semana estrenan una película de risa que Meg quería haber ido a ver…

Todos nos quedamos mudos en ese momento, bastante tristes… Ryan parecía además de triste enfadado, resentido…

-¡Vayamos todos a verla! –propuse-. Es una manera de recordarles… una manera divertida de recordarles…

Así pues ya teníamos plan para el sábado. Tarde de cine, tarde para recordar, tarde de risas… se suponía. La película era graciosa, pero nos resultaba difícil reír al ver a Ryan sufriendo… quizá no fue tan buena idea haber ido al cine…

Después fuimos a tomar algo a una cafetería cercana. No hablábamos mucho, pero la mirada de una niña de unos doce años captó mi atención. Estaba con unas amigas que hablaban sobre chicos de su clase, pero ella las ignoraba y no paraba de mirar a Ryan.

Nuestras miradas se cruzaron y parecía avergonzada, pero yo le sonreí. Su mirada se desvío hacia Darlene que también sonreía. Los chicos se volvieron para ver porqué sonreíamos y la chica se giró hacia sus amigas avergonzada.

-Esas chicas… van a nuestro colegio, ¿verdad? –Kevin parecía divertido-.

-Sí, pero esa chica debe de ser nueva… -Darlene se acercó un poco a la mesa-. No para de miraros… creo que están en el edificio nuevo, ese que han hecho para los del último curso de colegio, para que se adapten al cambio…

-Entonces… ¿el año que viene estarán en primero? –Darlene me asintió divertida-. Entonces tendrán… ¿trece?

-Sí, trece o catorce… si nosotros el año pasado terminamos con quince…

-Cierto… -hice una mueca-. Me habían parecido más jóvenes…

La chica se levantó y se acercó a pedir. Entonces una de sus amigas le gritó.

-¡Pídeme otra naranjada Wanda!

-¿Wanda? –todos nos miramos asombrados, el nombre nos era familiar a todos-.

-No puede ser… -Ryan parecía perdido-. Es imposible…

-¿Todos hemos tenido el mismo sueño? –Kevin parecía alucinado, divertido…-. No puede ser…

-Todos se despedían… -comenzó Darlene-. En la playa, en Jenner… -todos asentimos-. Quizá sea ella… no es un nombre muy común…

-Pero se supone que era de un viaje… -Kevin parecía divertido-.

-¿Cómo fue realmente vuestro sueño? –pregunté-. Quizá algo cambie… es imposible que fuera el mismo…

Todos relataban su sueño. Cada uno cambiaba las carreras que íbamos a estudiar, cambiaba la historia de nuestro futuro, pero la despedida era la misma. La pareja de Ryan era la misma.

Ahora la chica parecía avergonzada, debió de pensar que su nombre era el más extraño del mundo por nuestra sorpresa. Me sentía mal…

Al rato de estar hablando sobre el sueño y su repercusión sobre nosotros la chica se dirigió al baño, así que me levanté. La esperé y cuando salió me miró avergonzada.

-Así que tu nombre es Wanda… -me miró confundida y avergonzada, pero asintió-. Perdona que hayamos gritado antes tu nombre… pero nos ha recordado algo…

-Bueno, no me sorprende… es un nombre realmente extraño…

-No… para nada. Me llamo Renesmee Carlie… el mío es raro, el tuyo es poco conocido… -la chica sonreía-. Creo que vamos al mismo instituto… ¿eres nueva?

-Sí, así es… -ahora parecía incómoda, así que decidí terminar la conversación-.

-Bueno, me alegra haberte conocido… si necesitas cualquier cosa nos puedes buscar en la cafetería, siempre nos sentamos en la misma mesa… -me miró raro, había confusión y sorpresa, algo de pena quizá en su mirada-.

-Vosotros… -recalculó sus palabras-. Vuestros amigos… -me quedé helada, pero era normal que una cosa así se supiera… así que asentí triste-. Lo lamento, en serio. Prometo pasarme a saludarte un día ¿vale?

-Me parece estupendo…

-Adiós…

La chica salió del baño y poco después salí yo. Escuché cómo las chicas ahora le contaban nuestra historia, la mía en concreto. Era la chica rara que tonteaba con una chica teniendo a unos hombretones guapísimos que me venían a buscar. Todos intentamos escuchar la conversación, nos resultaba divertido saber que habíamos sido fuente de cotilleo alguna vez, nos hacía gracia esos rumores… menos el último cotilleo, el del accidente y las “gamberradas” que habíamos hecho después, al parecer nos habíamos vuelto un poco locos a ojos del resto del instituto.

-Es normal… -Wanda parecía defendernos-. Una pérdida así es difícil de superar, es normal que hagan cosas así, demos gracias de que ninguno haya querido seguirles… no sé cómo podéis chismorrear de algo como eso… Sois unas crías…

Wanda se levantó y alzó una mano para despedirse de mí, así que le devolví el gesto con disimulo. Sus amigas se quedaron comentando que ella también se había vuelto loca.

-Crías… -Ryan negaba con la cabeza-. Me entran ganas de decirles cuatro cosas…

-Tranquilo… -Darlene parecía furiosa-. Todo se devuelve… sigo creyendo en el Karma…

El domingo por la noche Darlene me llamó emocionada, Omar la había invitado a su casa, lo que ella tomó como un halago y cuando estaban allí le besó. Él la llevó a casa en su coche después y le dijo que esta semana volvería a llamarla.

El lunes entramos a la cafetería y pudimos ver desde la fila cómo Wanda miraba las ocho sillas, cuatro con nombre y cuatro vacías. Después se sentó dos mesas más lejos. Les comenté el detalle y Ryan parecía bastante apenado. Cuando nos sentamos no parábamos de mirarla.

-Pobre chica, seguro que las estúpidas de sus amigas… -Volvimos a mirar todos a Wanda, que se volvió al sentirse observada. Le hice un gesto con la cabeza para que viniera pero negó débilmente. Ryan tiró el sándwich al plato y se levantó. Cogió una silla vacía y la puso en nuestra mesa, entre Darlene y yo, sentándose de nuevo. La chica parecía contenta con ese gesto, así que se levantó y se acercó-. ¿Estás segura de que quieres unirte al club de los gamberros?

-No creo que seáis tan malos como dice la gente… -sonreía ahora, al igual que Ryan-. ¿Seguro que no os molesta tener en la mesa a una cría?

-Yo no veo ninguna… -Kevin parecía ahora feliz, mientras miraba a Ryan parecía igual de contento-.

-Chicos… tengo trece años…

-¿Y? –me giré sonriente-. ¿Quién te dice a ti que no tengo cinco?

-Ya… -comenzó a reír y dejó su bandeja en la mesa mientras se sentaba-. Claro…

-Bienvenida al club… -Darlene le sonreía-. Imagino que ya nos conoces… pero él es Ryan, Kevin, Nessie y yo Darlene… si quieres un consejo, aléjate de Kevin…

Todos comenzamos a reír y a bromear con nuestra nueva incorporación. Al parecer estaba viviendo con su abuela después de que sus padres se separasen.

La semana pasó rápido, conociendo cada vez mejor a nuestra nueva amiga. El viernes fue emocionante, ya que Darlene había quedado por la tarde con Omar y el sábado iban a ir los cuatro al cine. Yo tenía una boda a la que asistir…

Mi tía Alice se acercó a la hora de comer.

-¡Hola! Tengo noticias… -parecía feliz-. Tus padres están con Charlie, así que… irás tu sola hasta Forks. Yo iré a buscar a Jazz y Emmett irá con Rose… así que no te preocupes por nada, Bella se ha llevado tu maleta, así que… no vuelvas demasiado tarde…

-¿Cómo?

-Sé donde iras nada más llegar… y Sue me ha contado el plan… así que no vuelvas tarde…

¡Genial! No sabía nada, pero todo el mundo sabía qué iba a hacer… cuando salí fui directa a mi coche, donde recibí un mensaje.

Los monstruitos de tus tías han pasado por mi casa y han dejado algo en el armario. No me han dejado verlo, de hecho han puesto un candado de acero para que no pueda entrar… una tontería dado que puedo romper la puerta… el caso es que no lo voy a hacer y me han dicho que tú tienes la llave en tu coche… dado que eres poco asidua a buscar cosas en tu coche… asegúrate que la tienes, ¿vale? Me han dicho que querrías usarlo esta noche… ¿A qué hora llegas? Un beso.’

Vale… busqué en la guantera y había un par de llaves. Pensé en qué debía contestarle…

Al final no puedo ir hoy… Han hecho planes así que llegaré mañana… espero que no hayan hecho mucho destrozo en tu casa… lo siento. Un beso.’

Él me había engañado hace dos semanas… así que encendí mi radio a todo trapo mientras arrancaba el motor. En menos de cuatro horas estaba en Forks, ni siquiera había parado en Sequim y había pisado demasiado el acelerador. Paré en casa de mi abuelo para saludar, pero estuve menos de diez minutos. Quería verle, así que salí corriendo mientras Sue me gritaba “Están en el taller”.

Iba a toda velocidad, derrapé al entrar en la explanada del taller mientras clavaba el coche y todos salían corriendo para recibirme. Jacob me abrazó y me levantó por los aires mientras Quil y Seth esperaban su turno.

-¡Loca! ¡Me has asustado! –Me dio un beso enorme en la mejilla mientras me ponía en el suelo-. Mentirosilla… -me sonreía-. Ya estaba pensando en romper la puerta…

-¿Ya? –Seth miraba a Jake y en menos de dos segundos estaba de nuevo por los aires en brazos de tito Seth…-. Estás muy guapa… ¿Preparada para otra fiesta?

-¿Fiesta? –ahora entendía a Alice…-. No puedo llegar tarde…

-Tranquila… estarán todas… Sue, Charlie y Billy se quedan con los pequeños. Quería haber invitado a tus padres… pero creo que no sería buena idea si, bueno, si te desmelenas como la otra vez… -Seth se echó a reír-. Aunque sería divertido ver a tu padre furioso…

-No tientes Seth… -Jake abrió los ojos y cogió aire para soltarlo despacio-.

-Jake… -le miré mientras Quil me daba un pequeño beso en la mejilla como saludo y yo le mostraba que me alegraba de verle-. ¿Los Village People? –su cara cambió y Seth y Quil me miraron divertidos-. ¿En serio?

-¿Te lo ha contado?

-No, usé mi poder… -cogí a Seth y a Quil para mostrarles mientras se reían-. ¿Por qué pensabas eso? No lo entendí…

-Ni lo quieres entender… créeme… -Quil miraba divertido y negando a Jake-. De todos modos… vale que sea efectivo pero…

-Ya me lo contarás… -Jake me miró midiendo sus palabras, así que se quedó mudo-. Bueno, creo que debemos ir a casa… Tus tías han dicho que han dejado todo listo en tu armario… me dan miedo…

-Yo debo recoger a Claire… quiero pasar un rato con ella antes de la fiesta…

-No llegues tarde ni te quedes de niñera… -Seth le advertía-. No va a faltar nadie de la manada y sabes que no me importaría que Claire viniera pero…

-Lo sé, es demasiado pequeña… -Jake me miró y presionó sus labios evitando una sonrisa-. Pero se va a enfadar mucho… Bueno, luego nos vemos…

Seth nos acompañó… al parecer la fiesta de despedida sería en casa de Jake, ya que era el único que ahora tenía casa, al menos donde no viviera nadie excepto él. No era cuestión de destrozarles la casa a los novios el día de su boda…

Abrí el armario curiosa, con Seth y Jake expectantes. Cuando lo abrí me pareció estar viendo el mar al fondo del armario. Los vestidos de todas las chicas estaban al fondo. Volvíamos a ser damas de honor, al parecer era tradición que todas las chicas fueran las damas de honor del resto. Me hizo gracia ver el vestido de Claire, una pequeña miniatura de los nuestros. Los vestidos eran preciosos, en azul haciendo aguas, de tirantes… (http://imagenes.solostocks.com/z1_2295721/vestidos-de-fiesta-de-las-marcas-lexus-noly-fuentes-instinto-by-Isabel.jpg) eran perfectos. Había una nota en el suelo, así que la cogí.

La otra llave es para el candado del armario… miré y había otro candado en dos puertas de la derecha. Es importante que te deshagas del público que tengas… es tu modelito para la fiesta. Ya me darás las gracias mañana… espero que al menos duermas un par de horas… ya haremos lo posible para borrarte las ojeras. Te queremos sobrinita… Tus tías favoritas…

-Debemos comenzar a preparar la casa… -Seth me quitó la nota riendo-. Si quieres puedes empezar a cambiarte… nosotros podemos encargarnos…

-No, quiero ayudar…

Bajamos y comenzamos a quitar los muebles del salón. Metimos el sofá en la habitación de Billy, la mesa también, pero dejamos las sillas pegadas a la pared y la mesita pequeña –algo que provocó las risotadas de Seth y Jake-. La televisión la guardamos en la habitación de Jake, mientras poníamos una mini cadena pegada a las escaleras.

Los chicos conectaron dos altavoces enormes a la misma, poniendo los cables por el techo y sacándolos al jardín. Yo miraba curiosa sus movimientos.

Después llegaron Embry y Rebeca, ella con un vestido rojo muy bonito y algo ceñido. Traían el coche lleno de botellas de alcohol, lo que me sorprendió. Al parecer venían todos los invitados jóvenes de la boda… Después llegaron Emily y Sam, que venían con Leah y un cargamento de globos, acordeones, banderillas, cables de luces… estaba alucinando con todo lo que podían montar. Emily llevaba unos pantalones negros ceñidos y tacones, con una camiseta roja con escote amplio. Leah llevaba pantalones rojos y una camiseta gris de tirantes. Quil llegó poco después, nos ayudó a montar las luces y después fui con Rebeca a montar una barra en la cocina. Los chicos sacaron las sillas al jardín, dejando la cocina más despejada, así que pusimos la mesa en medio. Rebeca salió afuera y yo la seguí, mientras decía como debían colocar las luces. Jake parecía irritado porque su hermana no paraba de cambiar de opinión. Miraba atenta a Jake y a Embry, subidos a un árbol ahora, cuando una voz que había olvidado se dirigió a ellos.

-Debéis tener cuidado, no quiero que esos cuerpazos se rompan nada… mañana deben bailar conmigo… -Erica miraba deseosa a Jake, le hubiera pegado cuando le miró insinuante. Llevaba un vestido corto, muy corto y ceñido, de color azul oscuro con lentejuelas-. Rebeca… -se abrazaron fuerte, mientras Reich y Paul se acercaban a saludarme-.

-¡Nessie! Pequeña estás preciosa… -Rachel me miraba curiosa y se fijó en mi mirándome de cabeza a pies y volviendo a mi rostro. Yo hice lo mismo, admirando el vestido exacto al de su hermana-. Has cambiado mucho… Jake tenía razón.

-Hermanita… -Jake puso sus manos en mis hombros-. Ya te dije que es una muchacha adorable… -le miré raro, pero me alegraba ligeramente que hubiera cambiado niña por muchacha-. Erica… -la chica efusiva se lanzó a sus brazos obviándome por completo-. No has cambiado nada…

-Gracias, sigo manteniéndome así por ti… -me miró curiosa-. Tu eres la chica del regalo, ¿cierto? –asentí-. Me alegro de verte… -su tono negaba sus palabras-. ¿A qué hora tienes que volver a casa?

-Creo que se quedará a dormir… -Jake pasó su brazo por mi hombros-. ¿No?

-Sí, aunque creo que debo ir a casa a por un pijama…

-No, no importa, tu tía me dejó uno antes… -un coche llegó y aparcó a la entrada junto al resto-. Ha llegado la invitada de Seth…

Kira bajó, vestida con un vestido gris marengo y zapatos de tacón, mientras Seth corría a abrazarla. Ella sonrió emocionada y se acercó a nosotros mientras todos la saludaban. Se acercó a mí sonriente y me abrazó, momento en el cual Erica aprovechó para colgarse del brazo de Jake.

-Estás preciosa… -Kira parecía alegrarse realmente de verme. En ese momento noté el impacto de Kim al abrazarnos y las risas de Embry-. Ya ha llegado la novia… ¿nerviosa?

-No, para nada… ¡Hola Erica! ¡Me alegro de verte! ¿Ya estás instalada?

-Sí, gracias por invitarme…

-No digas tonterías… -miró el brazo de Jake y cómo ella lo aferraba-. Nessie creo que necesitaré tu ayuda…

Entramos a la casa seguidas de Rebeca, Rachel, Leah y Kira. Emily estaba con Sam preparando unos sándwich, así que Rachel y Rebeca se pusieron a ayudarla. Leah, Kim y Kira me llevaron a la mesa que hacía funciones de barra. Kim salió corriendo trayendo a Jake y a Seth, cargados con las botellas de alcohol, zumos y refrescos.

-Vamos, os enseñaré a preparar un Manhattan.

-¿Qué es eso? –Todos se echaron a reír ante mi pregunta, sobretodo me molestó una risa taladrante que provenía de la puerta, Erica-. Vale…

-Es normal que no lo sepas… -Jake se acercó y se puso a mi lado, cogiendo una ponchera enorme-. Ellos son unos alcohólicos… Es un cóctel que se prepara con whisky… -Me fijé cómo lo mezclaba ayudado por Kim-.

-Pero eso es una bomba… -Kira me miró divertida-. Creo que prepararé algo más suave para nosotras… -Cogió mi mano y me llevó a la otra punta de la improvisada barra, cogiendo una ponchera y unas botellas-. Esto se llama Cosmopolitan. Lleva vodka, cointreau, zumo de arándanos y lima. Pero mejor… -comenzó a mezclarlo y terminó, cogiendo otra ponchera-. Mejor podemos preparar uno algo más suave… –me miró divertida, pero Jake le fulminó con la mirada mientras ella sacaba la lengua-. Apenas lleva alcohol, así que te dejarán beberlo… -miró a Jake que negó-, aunque digan que no… Está bueno, mira… lleva un poco de licor de avellana –cogió y vertió una botella entera de ese licor-, le pedí a Embry que lo comprara especialmente para ti, aunque creo que han comprado unas cuantas… seguro que acabamos con ellas… -me dijo sonriendo y sacudiendo la botella-. Ahora se le añade el doble de batido de chocolate… -miré cómo lo preparaba, al igual que todos que parecían curiosos, mientras Embry se relamía y cogía un vaso-. Y ya está.

-¡Dame, dame! –Embry agitaba su vaso-. Está riquísimo…

Todos lo probaron pero Jake hizo un gesto raro sólo cuando lo probaba yo. Kira me miraba expectante, esperando que le dijera algo. La verdad es que estaba muy bueno.

-¡Está muy rico! –dije relamiéndome mientras Kim se reía-. En serio… creo que está más rico que lo que preparó Kim… lo siento Kim…

-No importa… -dijo riendo-. Yo es que soy más alcohólica…

-Y así pasó… -Jake la fulminó y volvió a beber un poco de mezcla de Kira-. Esto aún… pero tampoco te pases… -me miró con resignación-.

-Sí, no te pases… no vaya a ser que vuelvas a desmadrarte y a pasártelo bien… -Kira fulminó a Jake con la mirada-. ¡Por favor! Ni que la chica tuviera cinco años… creo que nos demostró a todos que es la más fiestera de aquí…

-Sí… -Seth entró bailando a la cocina, ahora abarrotada, empujando a Erica con la cadera-. ¿Cuándo empieza la fiesta? Mi sobrina os va a enseñar cómo se baila… -se acercó a mí bailando mientras le miraba divertida-. ¡Vamos Nessie!

-Creo que necesito música… -Alcé una ceja haciendo que Seth parase y resoplara. Salió corriendo y puso uno de los CD que había grabado. Sonó “My Humps” de Black Eyed Peas. Todos salimos para ver cómo Seth bailaba como un loco, mientras reía y me animaba a bailar. No sabía si era capaz mientras todo el mundo me miraba, pero Erica se animó y se puso a bailar con él. El resto se pusieron a bailar. Me fijé en que todos estaban listos y vestidos para la fiesta, así que subí las escaleras corriendo para ir a mi cuarto. Seth me siguió-. Ahora necesito intimidad, Seth…

-Bueno, pero tarda poco, quiero que bailemos una canción, ¿vale?

-Vale…

Abrí las puertas y me sorprendí. Había una falda de cuero negra, corta… bastante corta de hecho. Suspiré al ver la camiseta morada con lentejuelas, de tirantes. La verdad es que era preciosa, pero me di cuenta de que casi era más larga la camiseta que la falda. Suspiré y me puse los tacones de ante morado que mi tía me había dejado. Llamaron a la puerta y di paso, mientras Kim y Kira entraban curiosas a la habitación.

-¡Genial! –Kim me miraba las piernas, demasiado descubiertas-.

-Creo que será mejor que me ponga pantalones…

-¡De eso nada! –Kira reía-. Quiero ver la reacción de los chicos cuando te vean… sólo que… -se acercó a mí ceñuda-. ¿Tienes algo de maquillaje?

-Sí… -entré y busqué el maletín que acababa de ver en el armario-. ¿Sirve?

-Sí, es perfecto… pero debes soltarte el pelo también… vamos Kim, ayúdame.

Las chicas me dejaron mi pelo suelto ondulado. Me pintaron los ojos con un ahumado en negro y morado, y los labios con un brillo rosa claro.

-Estás perfecta… -Kim miraba como sorprendida. Me miré al espejo y las miré-. Toda una señorita… les vas a dejar boquiabiertos.

-La que es guapa… -Kira me sonreía-. Ella siempre está estupenda… ¡Venga! ¡Quiero ver cómo te miran! Fijaros sobretodo en Seth y Jake…

Ellas bajaron delante y yo un poco después. Había más gente, gente que no conocía, pero todos me miraban… Jake y Seth boquiabiertos. Seth reaccionó y dirigió el mando a la mini cadena, sonando “Pump it”, haciendo unos gestos raros con los brazos mientras subía a la mesa llamándome. Comencé a reír y me dirigí con él a la mesa… la verdad es que la canción era genial, me dejé llevar en seguida por el ritmo, mientras movía mis caderas sin fijarme en nada más que en el ritmo y en Seth, que se acoplaba a mis cambios de posición… hubo un momento que se quedó quieto y comenzó a moverse al estilo de los setenta, así que le seguí. La música hizo un cambio, sabía que venía la parte donde la chica cantaba insinuante, así que no pude evitar prepararme para ello. Seth me miraba sorprendido y divertido mientras miraba cómo me movía, volviendo a acoplarse al ritmo. Cuando la canción paró me dio un beso en la mejilla mientras empezaba a sonar otra canción y el resto del mundo empezaba a bailar.

-Creo que he creado un monstruo de las fiestas… -me dijo Seth divertido-. Todo el mundo estaba flipando… creo que Jake aún no ha reaccionado…

-Seth… -me giré suspirando, viendo a Jake mirándome con una media sonrisa y algo raro en la mirada-. Como no baje se va a enfadar…

-Tontadas…

Seguimos bailando un par de canciones, pero Seth se fue con una pelirroja, siendo sustituido por Kira y Kim. Eso me recordó algo, y cuando Seth se dio cuenta de que Kim estaba conmigo cambió de CD, poniendo aquella canción que bailamos la otra vez… SOS, de Rihanna.

Kim se echó a reír al igual que Kira, pero yo me sonrojé. Jake, alzó las cejas y se echó a reír, mientras Erica se acercaba a él bailando. Eso me cabreó ligeramente. Me puse a bailar con las chicas intentando controlar la situación. Kira me susurró un plan al oído, como a Kim. Las miré y negué, bajándome de la mesa y mirando cómo ellas seguían ese paso por el que, apoyadas en la pared, bajaban y subían sus caderas. Miré a Erica, que estaba haciendo algo parecido, pero apoyada en el pecho de Jake. Eso me termino de cabrear y fui a por mi batido de chocolate condimentado.

Emily estaba bebiendo lo mismo, apoyada en Sam que besaba su oreja. Sentí que debía salir de allí rápido. La música paró, excusa perfecta para salir corriendo de allí. Rachel estaba subida a la mesa con Rebeca.

-Las chicas Black, queremos dedicarle esta canción al chico Black… pero creo que nos falta una… -Rachel buscó con la mirada y me hizo señas, pero negué-. ¡Vamos! ¡Tú eres una chica Black!

-¡Venga! –Rebeca me animó-. No estamos todas sin ti… -Suspiré y me bebí el vaso de trago para subir, mientras veía a Seth rebuscar entre los CD-. Mientras Seth encuentra la canción queremos que el chico Black venga… -Jake rodó los ojos y le dio su vaso a Erica, que no se separaba de él. Cuando llegó su hermana puso una mano en su hombro-. Hermano… creo que esta noche vas a hacer algo que pocas veces te he visto hacer… -Rachel se empezó a reír mientras pasaba su brazo por mi cintura-. Y esta canción va dedicada a ti, con cariño, eso sí… Dale al play Seth…

Comenzó a sonar una canción que me hizo reír, “The boy does nothing” de Alesha Dixon. Jake se puso como un tomate mientras sus hermanas le cantaban la canción y me uní a ellas, mientras él sonreía. Seth se acercó y comenzó a bailar, haciendo que Jacob cediera al baile un poco. Nosotras comenzamos a reírnos y él cogió la mano de Rebeca, mientras Seth cogía la mía y la de Rachel.

Erica apareció por allí, cogiendo la mano libre de Jake, era muy insistente… Cambió la canción, “Girlfriend” sonaba, por lo que las chicas bajaron de la mesa y Seth subió conmigo. Cogió mi mano derecha, dejándome la izquierda libre. Pude ver que Jake estaba algo incómodo con Erica así que puse esa mano en el hombro de Jake, mientras le sacaba la lengua y Seth me hacía bailar. Él se quedó quieto mirándome, ignorando más aún a Erica. Palmeé su hombro y él reaccionó cogiéndome la mano. Erica miraba resignada, pues en menos de un minuto los dos me prestaban toda su atención.

-In a second you'll be wrapped around my finger –comencé a cantar mientras Jake se reía y cogía mi dedo-. Cause I can, cause I can do it better. There're no other, so when's it gonna sink in. She's so stupid, what the hell were you thinking?

Él comenzó a reír, mientras volvía a repetir lo mismo hacia Seth, que cogía mi dedo ahora. Erica me miraba rabiosa, me moría de ganas de saber qué estaba pensando. La canción terminó y ambos besaron la mano que sujetaban caballerosamente. Jake me cogió de la cintura y me bajó, besándome la mejilla.

-Gracias por salvarme… -me susurró. Después se alejó y aumentó su tono-. Estás preciosa, por si no te lo había dicho… ¿Te apetece salir fuera?

-¿Fuera?

-Sí, hay más sitio para bailar… -dijo riendo y cogiendo mi mano, arrastrándome y dejando a Erica mirando cómo nos íbamos. Cuando salimos me ayudó a bajar las escaleritas-. No vuelvas a dejarme sólo con ella… no quiero ser desagradable, pero me lo pone difícil…

-Tranquilo… -le miré divertida-. La próxima iré en tu rescate…

-Eso espero… porque se supone que es lo que los mejores amigos hacen… ¿no? –Miró a Seth que salía corriendo en nuestra dirección-. Deberías ver cómo libro a Seth de todas las chicas…

-Sé que te pones celoso, tontorrón… -comenzó a tirarle besitos apoyado en su hombro-. Hoy estás para comerte, hombretón.

-No sigas… o será acoso laboral…

Los tres comenzamos a reír mientras vimos a Kira salir. Seth le hizo señas para que viniera y la cogió por la cintura.

-¿Algún chico al que quieras llevar lejos a bailar? –Seth alzó las cejas y pillé la indirecta algo incómoda-. ¿Quizá Simon?

-No, demasiado charlatán… -comenzó a sonar una canción que bailé con Jake hace un tiempo, “Lucky”. Le miré mientras él sonreía mirando al suelo, recordándolo imagino-. Pero ahora me apetece bailar contigo…

-No se hable más…

Seth agarró a Kira y comenzaron a bailar, mientras Jacob se volvía y me tendía una mano, que cogí gustosamente. Me apoyé en su pecho y puse ver a Erica asomada a la ventana, parecía realmente molesta. No pude evitar sacar la lengua y coger a Jake más fuerte. Rachel se acercó a ella y captó su atención, mientras él se acercó a mi oreja.

-Va a pensar que estás loca por mí… -comenzó a reír-.

-Que piense lo que quiera… mientras no te moleste más, yo soy feliz…

Después del baile entré a casa con Kira y nos juntamos con todas las chicas en la cocina. El resto de invitados seguían bailando, así que decidimos hacer un brindis por las mejores organizadoras de fiestas de Forks. Después de ese brindis vino otro, por todas las admiradoras de Seth… estaba emocionadísimo con la fiesta… Pero la dejó para venir a vernos, por lo que hicimos otro brindis con él.

Cuando salimos Embry me sacó a bailar un par de canciones, así que pude ver cómo Jake seguía a Erica al cuarto de Billy. Bailé con Quil otra canción, después Jared me agarró, y después Sam y Paul. Collin y Brady vinieron juntos a saludarme, no les había visto en todo el rato, así que me llevaron a la cocina para brindar por nuestro reencuentro. Me dijeron lo guapísima que estaba, después me sacaron a bailar… Jake salió de la habitación, cerrándola con cuidado y abrochando una camisa distinta a la que llevaba. Mi corazón se paró en ese momento y me llevé a Collin y a Brady de nuevo a la cocina, bebiéndome como cuatro vasos más con brindis absurdos. Seguí con ellos toda la noche, evitando a Jake. La verdad es que me sentía bastante mareada, Seth apareció por allí haciéndome bailar al ritmo de una canción que me sonaba, una que había escuchado en la boda, “Lala song”. Me apoyé en él y negó con la cabeza al verme.

-Jake te matará, lo sabes, ¿verdad?

-No creo que le importe mucho… creo que estará muy liado en el cuarto de Billy… -me miró confundido-. No importa, es mi amigo, nada más, puede hacer lo que quiera…

-Nessie… -Seth suspiró-. Debes dejar de montarte historias en la cabeza…

-Seth… ahora sólo quiero bailar y pasármelo bien… ¿vale?

La respuesta de Seth fue clara, comenzó a bailar de nuevo, pero me miraba preocupado, así que comencé a sonreír y a dejarme llevar, arrastrándolo conmigo. La gente comenzó a marcharse, eran las tres de la madrugada, incluso las gemelas se habían cambiado de ropa. Comenzó a sonar “Again” de Lenny Kravitz, cuando apenas quedaban quince personas en la casa, no me había dado cuenta de que la gente se había marchado tan rápido, así que me fijé en Jake apoyado en las escaleras malhumorado. Me hizo una mueca, seguro que me iba a echar la bronca… Me abracé a las espaldas de Sam, que bailaba con Emily mostrándole que deseaba que volviera a ser el alfa, así podría prohibirle a Jake que me chillara… él comenzó a reírse y dejó a Emily para bailar conmigo.

-Es normal que esté enfadado… menuda se ha montado con Erica y con su hermana… -le miré confundida-. Al parecer Rachel le ha reprochado que no dejara ni respirar a Jake, ella se ha molestado y han discutido, así que Rebeca ha tenido que calmar las cosas, pero la muchacha se ha puesto a beber como una posesa, por lo que se ha puesto bastante mala… -le miré raro-. Digamos que no tiene mucho de lo que ha bebido hoy… -puso cara de asco y luego comenzó a reír-. Jake y las chicas se han tenido que cambiar de ropa…

-No las he visto entrar…

-Cuando estabas con los chicos… -hizo una mueca-. ¿Por eso estás así?

-¿Qué querías que pensara? Le he visto salir abrochándose la camisa… -él negó sonriendo-. ¿Tan idiota parezco?

-No… no es eso… -miró a Jake, que ahora nos miraba curioso-. Creo que deberías preguntar la próxima vez, confiar algo más en él…

-Pero no tengo derecho a preguntar… bueno, sí a preguntar, pero no a enfadarme, sólo somos amigos… no sería justo que le controlara tanto…

-Pero otro día, antes de enfadarte tanto y hacer tonterías… al menos pregúntale.

-¿Me dejas bailar con la segunda chica más bebida de la fiesta? –Le fulminé con la mirada-. Al menos esta vez eres la segunda… -comenzó a reír y me cogió-. Me gusta tu pelo así –lo acarició-. Estás preciosa esta noche, ¿te lo había dicho? –Asentí-. Bueno… creo que va siendo hora de que subas a dormir… -le fulminé con la mirada-. Alice dijo que vendría aquí a las ocho de la mañana… todas debéis estar aquí a esa hora… de hecho me va a mandar a casa de Billy…

Seth puso un par de canciones lentas, haciendo que la gente empezara a bostezar y se marchara. Sólo quedábamos Sam, Emily, Rachel, Paul, Leah, Seth y Rebeca con Embry. Jacob les miró raro.

-¿Queréis quedaros a desayunar?

-Hombre… pues… -Seth ponía buena cara pero Leah le dio una colleja-. ¿Qué?

-Que creo que va siendo hora de que nos vayamos a dormir, mañana tenemos que madrugar un montón…

-Embry ayúdame, -Rebeca resopló-. Llevaremos a Erica a casa de Billy…

-No, déjala… -Jake rodó los ojos y negó con desagrado-. No quiero que la monte en casa de Billy, déjala dormir tranquila… no creo que se despierte hasta mañana…

Todos se marcharon dejándonos con aquel desastre de casa… Le ayudé a desmontar las luces y a recoger los altavoces. Después entramos y me iba a poner a limpiar, pero Jake cogió mi mano.

-Déjalo, lo haré mañana… debes ir a dormir… -acarició mi cara, estaba cansada-. No quiero… -hizo una mueca evitando una sonrisa-. No creo que sea buena idea que deba arrastrarte a la cama otra vez… -me sonrojé, sabía a lo que se refería-. Vamos…

Me acompañó dándome el pijama que Alice le había dado para mí. Me cambié y fui a su habitación, abrí sin llamar y le pillé con la camiseta en la mano, por lo que reprimí una sonrisa con una mueca. Él alzó las cejas y me miró divertido.

-¿Querías devolvérmela? –Se puso la camiseta-. No se porqué, pero tu padre me culpará de algún modo por esto…

-No… -me acerqué y le abracé, mientras él besaba mi cabeza. Me colgué a su cuello y se agachó para que pudiera darle un beso en la mejilla-. Buenas noches Jake…

-Buenas noches pequeña…

Cerré la puerta de mi habitación… ¡pequeña de nuevo! Suspiré y me tumbé en la cama, quedándome dormida pronto. Mi boca sabía mal, estaba seca, muy seca. Bajé las escaleras y cogí un zumo de los que habían quedado, bebiéndome casi un litro de un trago. Jake apareció mirándome con las cejas alzadas y riéndose, mientras sacaba un cartón de leche y bebía.

-No sé cómo puedes beber eso… me cuesta tomarla hasta con los cereales…

-Pues hoy te has bebido un montón de leche… -miró hacia las poncheras-. Y creo que no te ha costado demasiado…

-Pero sabía a chocolate, no a leche… -puse cara de asco que le hizo reír-.

Intentamos recoger algo del estropicio, pero Erica apareció con pelos de loca y muy mala cara, haciendo que Jake aguantara la risa y yo tuviera que mirar a otro lado.

-¿Estás mejor? –Jake parecía amable. Ella negó-. Tienes un montón de zumos… coge el que quieras, seguro que te ayudan…

-Yo… -se quedó mirando mi pijama, sorprendida. La verdad es que Alice me había traído un pijama corto, sabiendo que en mi habitación hacía calor, pero eso pareció molestarle a nuestra imprevista invitada-. Debo disculparme…

-No importa… -Jake asintió amortiguando una sonrisa-. Será mejor que vayamos todos a dormir… sólo quedan tres horas para que tu tía venga a despertarnos…

-¡Dios! Es capaz de saltar sobre nosotros para que nos levantemos… -tiré la bolsa y salí de la cocina mientras Jake se reía-. No te hará tanta gracia cuando te despierte yo a ti con ella…

Me tumbé en mi cama pero esta vez no cerré la puerta, me tumbé esperando a que Jake subiera, pero en vez de eso oí la conversación.

-Es guapa…

-Sí, es preciosa… siempre lo ha sido… -Jake suspiró-. Además es muy graciosa… me encanta hacerla rabiar… está más guapa cuando se enfada…

-Quizá es demasiado joven… ¿no crees? –Hubo un silencio-. Vamos, demasiado joven para cómo actúa… no creo que una niña deba hacer según que cosas… Bailar así con Seth o contigo… o andar con ese pijama por casa de un hombre…

-Yo no creo que seas la adecuada para decir cómo debe comportarse ella… quizá sea joven, pero sabe comportarse y sabe cuando debe dejar de hacer algo…

-¿Qué quieres decir?

-Mira, no quiero ser grosero, pero ella sabe actuar mucho mejor que tú, al menos no me acosa… -algo se rompió y hubo otro silencio-. Mira, entiendo que yo pueda gustarte, que quieras llamar mi atención, pero yo no quiero nada con nadie… al menos ahora…

-¿La quieres?

-Yo… -hubo otro silencio-. Dudo que sea de tu incumbencia, pero si tuviera que estar con alguien sería con ella…

-¡Pero es una cría!

-Lo sé, pero esa cría como tú dices… -hubo otra pausa-. Me hace enloquecer, me hace sentir bien. Aunque ahora sólo podamos ser amigos, sé que llegará el momento en el que sea nuestro momento, el momento apropiado, aunque ahora no lo sea… aunque tenga que esperar años lo haré, no puedo verme con nadie que no sea ella… Nadie me hace sentir mejor que ella.

-Quizá… -oí unos pasos-. Quizá yo pueda hacerte cambiar de opinión.

-Erica… deja de hacer esto. Ve a dormir, creo que será mejor que descanses…

Jake subió y entró a mi cuarto, cerré los ojos para que creyera que estaba durmiendo. Noté cómo me tapaba y se sentaba en mi cama, acariciando mi pelo y levantándose para voltear la puerta.

Comencé a darle vueltas y al final me decidí, me levanté y fui a su habitación, él se giró preocupado.

-Jake… -me sentía frustrada, una parte de mí quería estar con él, pero otra me decía que no era el momento… mis ojos se llenaron de lágrimas y él estaba en dos segundos abrazándome-. Yo…

-¿Qué ocurre? Pequeña, cuéntamelo, no llores por favor.

-Siento haberme comportado así… -cambié de opinión. Mi padre enfurecería si le decía a él lo que sentía, y él se sentiría frustrado… sería mejor guardar ese recuerdo-. En serio…

-No seas tonta… -él sonreía y limpió mis lágrimas-. ¿A qué viene eso ahora? Ya está olvidado, en serio… no tienes porqué disculparte.

Oí unos pasos subiendo las escaleras, parándose a mitad. Su corazón latía fuerte, posiblemente por la intriga. Una sensación extraña me invadió, como si quisiera que ella supiera que él era mío, que no debía acercarse.

-Tú… -le miré, parecía calmado pero se preocupó al ver mi rostro. Ahora mostraba ansiedad-. Jake, a ti… -Suspiré-. No sé cómo preguntarlo…

-Fácil, pregúntalo y ya está…

-¿Has pensado alguna vez en besarme? –Se quedó helado, pálido y luego rojo-. Sé que es una estupidez, que sólo somos amigos… pero yo lo he pensado y no sé si está bien, me voy a volver loca, siento que te estoy defraudando…

-Escucha… -tomó mi cara-. Nunca me decepcionarás, menos por pensar algo tan bonito cómo eso… no es nada malo, es normal… pero sabes que no puedo, no es momento para eso…

-Lo sé, sé que sólo podemos ser amigos… pero yo… -no podía decirlo, así que le mostré que me sentía rara, sentía que él seguía viéndome como a su sobrinita, incluso me llamaba pequeña… él sonreía-. ¿Por qué sigues llamándome pequeña?

-Nessie… -él sonreía-. Por la misma razón que pienso en los Village People… -su carcajada me dejó desconcertada-. Mira, si te llamo pequeña es porque eso me recuerda que no es el momento, que debo esperar… créeme cuando te digo que a veces, haces que quiera olvidar que sólo podemos ser amigos de momento… no me lo pones fácil… -acarició mi cara-. Será mejor que vayas a dormir, tu tía llegará en un par de horas –me aferré a él y negué con la cabeza-. Nessie… -seguía negando-. Pequeña, hazlo por mí…

Pequeña… suspiré y le besé el cuello, mientras él me mecía. Me aferré a él y se levantó, llevándome en brazos a mi cuarto. Hice un puchero mientras me dejaba en mi cama y él suspiró mordiéndose el labio y sacudiendo la cabeza. Besó mi frente, no como cuando era pequeña, si no de un modo raro, como si no quisiera irse. Pero lo hizo, se fue.

Me quedé medio dormida cuando comencé a oír ruido en el piso de abajo. Alguien estaba recogiendo. Me pareció oír pasos bajando las escaleras.

-¿Qué haces? –Jake tenía la voz cascada, como cuando se acaba de despertar-.

-No podía dormir, y he creído que sería una buena forma de disculparme por todo lo ocurrido… siento haberte despertado…

-No pasa nada, iba a despertarme en un rato… si Alice ve todo esto me matará… ya puedo imaginarla reprochándome lo desastre que soy…

-Jake… yo… lo siento, en serio… siento haberte molestado, después me disculparé con todos por lo de ayer… no fue un buen comportamiento…

-No importa, en serio… hagamos como si nada hubiera pasado… -hubo una pausa-. De todos modos… me gustaría pedirte un favor…

-Lo que sea.

-Espero que lo que escuchaste anoche… lo de Nessie… no creo que nadie deba saberlo…

-Tranquilo, a efectos prácticos te acabo de conocer, ¿te parece? –Hubo un pequeño silencio-. Me llamo Erica… encantada.

-Jake… -el aire salió de sus pulmones de una manera que pude imaginar su sonrisa-. Encantado.

Me quedé mirando mi balcón, hasta que el ruido de cómo recogían me molestaba tanto que decidí bajar. Les miré asomada por la puerta, ambos recogían en silencio. Jake me miró y sonrió.

-Buenos días… -me señaló divertido-. Me gusta tu pelo… -cabeceó mientras Erica me miraba sonriente-. Tu maquillaje es muy original…

Subí corriendo a mi cuarto mientras oía las risas de ambos en la cocina. La verdad es que era un desastre… me metí al baño y me lavé la cara… mi pelo era misión imposible, así que me hice un moño. Bajé de nuevo algo molesta, odiaba que me tomara el pelo, así que iba a hacer sufrir a Jake, remangué un par de vueltas mi ya de por sí corto pantalón. Entré en la cocina directa a la nevera mientras veía cómo me miraban divertidos, bueno, ella me miraba curiosa, Jake… su cara era un poema.

-Algún día de estos vas a enfriarte… -siguió recogiendo sin apenas mirarme, así que me sentí satisfecha-. Tu tía vendrá en unos minutos… seguro que está de camino…

-Lo sé… casi la huelo… -bebí a morro del cartón, algo que no solía hacer, pero no había vasos limpios…-. Va a decirte que eres un desastre… -alcé una ceja divertida-. En serio, os ayudaría, pero creo que me divertiré más cuando mi tía Alice se ría de ti… no es nada personal –miré a Erica-. Es sólo que para una vez que puedo reírme de él…

-Pequeña… -me miró medio dolido, una mueca divertida-. Dejemos el debate de quién se ríe más de quien… o acabaremos mal…

-Me gustaría verlo… -puse una sonrisa pícara, Erica siguió recogiendo… parecía incómoda pero para ser sinceros me daba igual-. Me gustaría ver cómo pierdes los papeles por una vez…

-Nessie…

-Estaré en la ducha por si me necesitáis… -le miré disimuladamente mientras salía, de nuevo sus ojos me miraban de aquella manera que había visto pocas veces-.

-Creo que la pequeña va a acabar con tu paciencia… -Erica susurraba, pero pude oírlo-.

-Lo sé… parece que le guste poner mi temple a prueba… a veces me pone realmente difícil el poder controlarme…

Pude oír a mi tía canturreando en el armario mientras me duchaba. Decidí darme una ducha algo más larga de lo habitual, debía estar en calma, debía olvidar la conversación con Jake y debía dejar que la parte que tenía ganas de besarle, que había aumentado ligeramente, quedara en el olvido.

-¡Pequeña! Me voy a ver a Billy, tu tía me echa de mi propia casa… -oí las risas de varias personas en mi cuarto, no me había dado cuenta de que el resto ya habían llegado-. Nos vemos luego… Adiós chicas… Kim, un vestido precioso…

-Lo sé…

-Jake… -la voz de mi madre me sorprendió. Oí cómo suspiraba-. ¿Debo protegerte durante la boda?

-Bueno… -parecía avergonzado-. Deberías hacerlo para los restos… -una risotada salió de su boca, al igual que de la de mi madre-. Yo… lo siento Bells…

-Vete antes de que realmente quiera morderte, perro.

Cuando salí mi madre me miraba nostálgica, preocupada. Tía Alice se llevó a todas abajo, mientras instalaban una especie de centro de belleza en lo que ayer fue la pista de baile, dejándome a solas con mi madre.

-¿Qué ha pasado?

-Nada relevante… -mi madre alzó una ceja-. ¿Qué?

-Jacob estaba como un flan cuando me ha visto, ha preguntado por tu padre y cuando le he dicho que no lo vería hasta la boda, ha resoplado aliviado, mientras me miraba suplicante…

-Mamá… -puse mi mano en su cara, dejándole ver todo lo ocurrido-. No creo que tenga importancia, no es nada grave…

-Nessie, no juegues con él. Hace un esfuerzo enorme por mantenerte fuera de esa sensación, no quiere que paséis al siguiente plano, sería doloroso que estuvierais separados, más de lo que es ahora… no quiero que sufráis, ni tú ni él… ahora soy yo quien te pide que no se lo pongas más difícil de lo que lo tiene…

-Está bien mamá… está bien…

La boda fue preciosa, todas íbamos con el pelo suelto y maquilladas de forma muy sutil. Pero Kim… estaba preciosa. Su vestido era sencillo, con bordados dorados y ceñido a la cintura con una banda en los mismos tonos . La boda fue en la playa, al igual que el banquete. Claire estuvo emocionada de vernos a todas con el color que había elegido.

Jake estuvo nervioso hasta que le saqué a bailar, que se puso histérico.

-Mi madre te escuda, así que no hagas sospechar más a mi padre… siento lo de esta mañana, también lo de anoche…

-No es culpa tuya, no pasa nada…

-Sí que es mi culpa, se supone que debes ser lo que yo quiera, ¿no? –Él asintió serio-. Entonces está claro, debes ser mi amigo, mi mejor amigo. ¿Vale?

-Cómo usted lo diga, señorita… -él sonreía-. Pero no te disculpes por nada, es lo único que te pido… no me gusta que te disculpes por algo de lo que no tienes culpa.

Esa noche fui a dormir a la cabaña, a petición de mi madre. El domingo me colé en casa de Jake por la mañana, ya que ellos se habían quedado hasta más tarde que nosotros… mi padre me había arrastrado para no verme bailando con Seth.

Intenté ser sigilosa, hice el menor ruido posible. Podía oír sus ronquidos mientras preparaba la mesa. Comencé a preparar unas crepes, recordé que la última vez le habían gustado, por lo que había traído lo necesario. Me puse a hacerlas rápido, no quería que se despertara. Estaba terminando de hacer las crepes cuando dejé de oír los ronquidos, oyendo cómo los muelles de su cama sonaban esta vez. Me giré y apareció medio dormido en la puerta de la cocina.

-¿Qué…?

-He pensado en venir a redimir mi culpa haciendo un gran desayuno a mi mejor amigo.

-¿Redimir tu culpa? No eres culpable de nada… no recuerdo porqué debes sentirte culpable… -cogió mi cintura y se asomó por encima de mi hombro-. Huele bien… pensé que apenas sabías cocinar…

-Es lo único que he preparado que te haya gustado… pensé que sería un buen desayuno… no sé… Si quieres puedo prepararte otra cosa…

-No… -apoyó su barbilla en mi hombro-. Quiero comer de eso, huele riquísimo… -cogí un trozo y lo mordió, poniendo gesto de que estaba rico-. Muy bueno, estas aprobada en desayunos y meriendas…

Besó mi mejilla y cogió unos platos para ponerlos en la mesa. Mi padre llamó para decir que se marchaban, que pasara a despedirme de Charlie.

Cuando terminamos de desayunar me estuvo contando qué habían hecho, al parecer la fiesta se había alargado hasta las cinco de la mañana. Le reté a que preparase una buena comida y me dirigí a mi coche, que seguía en el taller. Fui a casa de Charlie, para despedirme, ya que anoche había estado con el gran parte de la boda.

Sabía que se alargaría, así que volví a casa de Jake para comer. Cuando llegué estaba dormido, se disculpó un millón de veces, pero a mi no me había molestado. Le miré preparar unas hamburguesas “tipo Jake” mientras me reía. Después de comer me acompañó hasta el coche, dándome un gran abrazo.

Cuando llegué a casa de mis abuelos Carlisle me miró ceñudo.

-¿Qué?

-Vamos arriba… -sabía lo que significaba… revisión-.

Al parecer estaba cerca de uno de esos momentos, lo que me angustió. Recordé la última vez y mi padre vino en seguida a abrazarme. Me consoló saber la fecha aproximada, veintinueve de noviembre.

-Quizá sea mejor que te quedes allí tras la boda… -mi padre gruñó-.

-Abuelo, no quiero volver a quedarme con Jake… la última vez casi le ataqué… no quiero pasar por eso otra vez… ¿No sería mejor que me marchara sola a Jenner?

-Prefiero que te quedes mil veces con ese perro a que estés sola en Jenner… -mi padre se puso muy tenso- si alguno de los nuestros pasara por allí por casualidad… sé que en Forks la manada puede protegerte… Créeme que no me hace ilusión, pero debes quedarte allí… es lo mejor.

La semana pasó rápido, les comenté a mis compañeros que me iba a quedar un par de semanas en Forks, que mi abuelo había pedido unas vacaciones y quería que estuviera con él. Me alegró saber que habían planeado una salida para el fin de semana siguiente al club de golf. Me alegraba verlos más animados, gracias en gran parte a Wanda.

El viernes me fui sola de nuevo, así que mis compañeros me acompañaron hasta el coche y se despidieron emotivamente. Me iban a echar de menos, podía notarlo.

Otra oleada de abrazos de bienvenida me acogió al llegar a Forks. Esta vez dormí en la cabaña, mi padre no me dejó quedarme a la fiesta…

Por la mañana acudimos a casa de Rachel, donde pude ver de nuevo a los mellizos, que estaban bastante cambiados. Paul se los llevó a casa de Emily, mientras su casa volvía a convertirse en un salón de belleza. La verdad es que Claire estaba preciosa, era el mismo vestido que el nuestro pero en miniatura, amarillo, con un cinturón negro (http://img.chicade15.com/wp-content/uploads/2009/03/vestido-amarillo-negro.jpg) con unos zapatos cerrados negros con un lazo amarillo. Rose nos hizo unos recogidos muy rápidamente, dejando algo de pelo suelto en Emily, tapando las cicatrices sutilmente.

Después vimos a Rebeca, que estaba preciosa, con un vestido palabra de honor y un adorno en la cadera (http://img.webdelanovia.com/wp-content/uploads/2006/04/Vestido%20de%20Novia.jpg) con un recogido alto y una tiara. Encima llevaba un abrigo de pelo en el mismo color que el vestido, nosotras llevábamos unas chaquetas iguales pero en negro.

La boda se celebró en el mismo lugar que la de Rachel, con la misma carpa para el banquete llena de calefactores, por lo que se estaba mucho mejor, ya que después de comer comenzó a nevar. Me asomé por una rendija a ver cómo la nieve caía.

-Estás preciosa… -Su voz ronca me hizo sonreír, le mostré a distancia que si no fuera por el frío me encantaría bailar fuera, nevando…-. Vamos… -posó sus manos en mis caderas y apoyó su barbilla en mi hombro-. No creo que pases frío si bailas con un lobo…

Comenzó a sonar “I don’t wanna miss a thing”, por lo que me encaminé a la nieve, bailando calentita en sus brazos, mientras él susurraba bajito la canción.

La nieve se posaba en el abrigo mientras sonaba esa preciosa canción, derritiéndose en su piel y en la mía. Tenía su mano posada casi en mi nuca, así que la tomé y la bajé a mi cintura, quedando atrapada en sus brazos. Su corazón empezó a latir fuerte, así que decidí abrazarme un poco más.

-Tengo frío…

-Vamos dentro…

-No, esto es perfecto, abrázame fuerte y se pasará…

Él hizo lo que le pedí, pero la canción acabó, dando paso a un ya acostumbrado “Lala song”, mientras Seth se asomaba en nuestra busca. Comencé a reír y arrastré a Jake dentro. Pude ver a Billy bailando, movía las ruedas de la silla haciéndole girar, parecía feliz bailando con sus hijas. Jacob se echó a reír al ver la escena y comenzó a hacer el gamberro con su padre. Jacob se giró buscando a alguien, se lanzó directo a mi abuelo, sacándole a bailar con ellos. Mi abuelo parecía perdido, no le gustaban estas cosas así que me puse a hacer el tonto con ellos, animando a mi abuelo.

La verdad es que lo pasé genial, estuvimos bailando hasta las cinco de la mañana en aquella carpa. Después hubo despedidas, pero Jake vino conmigo. Esa noche decidí pasarla en nuestra antigua casa, con mi familia. Iba a estar separada de ellos durante unas semanas, algo que sabía era necesario.

La pena era que necesitaba dormir, sabía que Jake no estaba a gusto con tanto efluvio quemándole la nariz, así que le pedí que se marchara, que iría a su casa a la hora de comer. Mi padre me llevó en mi coche a su casa, despidiéndome de mi familia allí. No querían que condujera con nieve y hielo, así que por eso me llevó papá. Se marcharon poco después dejándome comer a solas con Jake.

Por la noche estuvimos cenando en casa de Rachel con los mellizos, Billy, Rebeca y Embry, que parecían bastante cansados. Me lo pasé genial, los pequeños eran alucinantes, no hacían absolutamente nada, pero me encantaba sostenerlos. Billy cogía a William, y yo a Wendy, eran la cosa más bonita que podía ver. Después fuimos a casa, nos pusimos a ver una película que me hizo recordar mi niñez, WALL-E. Disfruté viendo la película, creí que Jacob se aburriría pero parecía feliz, satisfecho.

Al día siguiente a la hora de comer recibí una llamada de Wanda, al parecer había notado a Darlene bastante triste, por lo que me pedía que la llamase. Así lo hice.

-¡Hola Nessie! ¿Qué tal la boda? –Pude notar que algo me ocultaba sólo por su tono de voz-.

-¡Dar, cariño! La boda muy bien, estuvimos bailando hasta las cinco de la mañana y ayer estuve de cena familiar… -Jake sonreía al oír mi frase-. ¿Qué tal todo?

-Bueno… iba a llamarte por la tarde… la verdad es que es… -noté cómo su tono de voz cambiaba, recordándome aquella vez que la había oído hablar al borde de las lágrimas-. Estoy bien.

-Dar, no me engañes, te conozco… ¿Qué ha pasado?

-Espera… -oí cómo se disculpaba de los chicos y unas cuantas puertas cerrarse-. Te quise llamar anoche, pero… -comenzó a llorar-. No sé cómo explicarte esto… ayer estuve con Omar, me invitó a su casa, había preparado una cena pero… Me ha dejado Nessie, me ha dejado.

-¿Qué? ¿Pero por qué?

-Es muy difícil de explicar por teléfono… -Oí cómo Kevin le preguntaba qué ocurría-. Te echo de menos Nessie, me encantaría verte…

-Cariño, yo…

-Lo sé, estás lejos, lo entiendo… no te preocupes se pasará… debo volver, tengo que ir a clase… te quiero Ness…

-Y yo Dar, y yo…

Cuando colgué Jake me miró preocupado, le mostré que quería ir allí, verla, hablar con ella… me había angustiado mucho su llamada, sabía que era algo que no iba a contar a los chicos, algo que no podía contar a Wanda por falta de confianza, algo que contaría a Meg, Allison o Mary… pero ellas ya no estaban. Y yo estaba lejos. Ahora mismo odiaba la nieve, si no fuera por ella cogería el coche para ir a verla, pero me daba miedo.

-Conozco una forma rápida de ir… -Jake desapareció y bajó con un anorak suyo enorme, un jersey y unos pantalones enormes-. Vamos…

-Jake…

-Sé que necesitas ir, ella te necesita, es tu mejor amiga… tu padre me mataría si te llevara en moto, o incluso en coche… Vamos…

Me sacó de la mano, llevándome al espesor del bosque mientras una angustia me invadía, la angustia de Darlene… Jake soltó mi mano y desapareció, volviendo rugiendo como aquel lobo rojizo que me llevaba de paseo de niña. Entendí su pretensión, monté de un salto en su lomo y me aferré a él. Posiblemente yo fuera más rápido que él, pero el frío y el cansancio podrían conmigo. Por el contrario él no se cansaría, y yo no pasaría frío con toda la ropa y su calor.

En dos horas estábamos en un lugar conocido, Jake paró para que bajara, aquí no nevaba. Corrí hacia aquel jardín, el de aquella casa que creí terrorífica por primera vez, pero que ahora me parecía la más linda del mundo gracias a las manos de mi abuela, la que salió corriendo a recibirnos.

Le expliqué a mi familia lo que ocurría, Alice había llamado avisando que alguien de la manada acudiría, pero no me esperaban a mí.

No tardé mucho en explicarlo, así que me puse en camino hacia mi instituto. Jake me siguió, cogiendo mi mano. Le miré confundida.

-No voy a dejarte sola, no estando tan angustiada… me iré si necesitáis estar solas, lo prometo.

-Gracias Jake…

Llegamos al instituto justo cuando los chicos salían. Darlene me abrazó llorando, sorprendida de verme allí. Todos se sorprendieron de verme, excepto una mirada, la de Alice. Los chicos estaban reacios a irse, pero Darlene les aseguró que estaba bien, que sólo me echaba de menos y le apetecía estar a solas conmigo. Comenzamos a andar en dirección a una cafetería, seguidas a lo lejos por Jake. Cuando llegamos Darlene sostuvo la puerta para que pasara, haciendo señas a Jake para que nos acompañara.

-No importa, puedo esperar fuera…

-No, no pienso dejarte pasar este frío… además creo que me gustaría que tú… bueno… seguro que tu opinión me resulta útil.

Nos sentamos ambas juntas, con Jake frente a nosotras con cara de circunstancia, parecía ligeramente incómodo sin saber de qué iba la historia muy bien. Le hice un resumen que le mostré a distancia. La camarera nos sirvió muy amable, quizá demasiado… miraba a Jake con deseo, pero él sólo miraba a Darlene preocupado. Eso me gustó, ya que la camarera se sintió algo ofendida por el desprecio involuntario de Jake y se marchó.

-Dar… -la miré cariñosa-. ¿Cómo no me llamaste anoche?

-No quería molestar… además no sabía cómo contártelo, la verdad es que es algo… -miró a Jake y se sonrojó, bajando la mirada a la mesa-, incómodo. Pero… ¿Cómo has llegado tan rápido?

-Jake me ha traído… -le miré sonriente, parecía realmente cansado… pero Darlene miraba confundida-. Ha ido como un loco con la moto, al parecer hay una ruta de moteros alternativa…

-¡Vaya! –miró a Jake, un tanto agradecida y avergonzada-. Gracias… -Jake hizo un gesto cortés, indicando que no tenía importancia-. Me alegra que estés aquí…

-¿Qué pasó?

-Bueno… -juntó sus manos, mirándolas. Yo las cogí y me miró fugazmente para volver al mismo punto-. Me invitó a cenar, estuvimos viendo una película… cuando terminó aún quedaba un rato para que tuviera que estar en casa, así que bueno… digamos que nos acaramelamos mucho. Llegó un punto en el que yo me sentía incómoda, así que fui parándole delicadamente, no quería que se sintiera mal, pero él volvía a intentarlo de nuevo… -Jake estaba serio, temblando ligeramente. Yo estaba furiosa-. Cuando le dejé claro que debía parar, él se enfadó un montón. Dijo que él lo necesitaba…

-¿Qué? –Podía notar la ira fluyendo por mi cuerpo, pero Jake parecía más relajado-. ¡Será desgraciado!

-¡Ya ves!... Comenzó a hacer aspavientos y me dijo que él creía que yo iba a querer, que estaba teniendo mucha paciencia conmigo. Yo le recordé que apenas llevábamos unas semanas conociéndonos, pero el dijo que era suficiente… -parecía que iba a ponerse a llorar-. Me dijo que no debía haberme besado nunca, que él sabía que iba a pasar, que al final iba a resultar una estrecha… -mi furia fluía, ahora junto a la de Jake. Darlene comenzó a llorar-. Yo creía que al ser mayor él lo entendería, pero me dijo que era una cría, que nunca debía haber hablado siquiera conmigo… me dijo que me fuera y que no le molestara, que me lo advertía porque seguro que era de esas niñas tontas que se encaprichan y luego no paran de molestar…

-¡Desgraciado! –mi ira fluía, pero ahora debía hacer algo más, debía hacer eso que había venido a hacer, consolar a Darlene, escucharla y apoyarla-. Darlene, cariño, no te preocupes.

-Pero yo creía que él iba a ser el amor de mi vida, todo parecía genial antes de aquella noche. Realmente me estaba enamorando de él… -miró a Jake-. ¿Qué hice mal?

-Absolutamente nada –giré su cara para enfrentarla, sin dejar contestar a Jake-. No es la persona adecuada, ya está… algún día la encontrarás, será genial, perfecto, hecho para ti.

-Nessie… -bajó la mirada-. Tú lo tienes fácil, siempre te lo he dicho. Todas vosotras lo tenéis más fácil que yo…

-No digas estupideces, ¿me oyes? Sabes perfectamente qué dirían todos si te escucharan, sobre todo Allison… de hecho creo que ellos estarían ahora en casa de ese desgraciado linchándolo.

-¡No! –me miró suplicante-. No quiero que nadie sepa nada, no debí habértelo contado… No debí haber hecho que vinieras por mí…

-Sí, hacía falta… -Jake se acercó para poner una mano en el brazo de Darlene, después puso su mano sobre la mesa, ofreciéndosela como consuelo que ella aceptó. La miraba de un modo protector, tierno, mientras acariciaba su mano-. Es bueno soltar esas cosas, además ella sólo con oírte sabía que algo andaba mal… por lo que necesitaba verte.

-Pero sólo demuestra lo cría que soy… que él tiene razón…

-Mira… -Jake suspiró y me miró, después fijó sus ojos en los de Darlene-. Es cuestión de madurez… -le miré alucinada, ¿le daba la razón a ese desgraciado? La expresión de Darlene era parecida, pero con el abatimiento sumado-. Quiero decir… yo no creo para nada que seas una cría… habéis pasado por situaciones muy complicadas y las habéis superado, algo que gente de mayor edad les costaría años superar, lo habéis logrado. Eso es madurez. El afrontar las cosas, el saber cuándo pedir ayuda a los amigos… -me miró con una sonrisa amable-. No eres una cría, te lo aseguro.

-Pero entonces… si no soy una cría… ¿Por qué no pude?

-Mira… -Jake suspiró-. Hay cosas que tienen un momento adecuado, hay quien no sabe controlarse y hace cosas de las que luego puede arrepentirse. Ser maduro no es hacer cosas porque sí, si no porque es el momento adecuado. Ese… -dudó-. Ese chico, que no hombre, no supo controlarse. Es más crío que tú, es lo único que puedo decirte, lo que creo. Tú fuiste madura, supiste que no era el momento y no cediste, algo que él no supo controlar. Su reacción fue desproporcionada, infantil… te puedo asegurar que lo más fácil es dejarse llevar, pero lo duro es parar; saber que puedes hacerlo, aunque no debas, porque no sea el momento… te aseguro que lo difícil es lo que hiciste, y fue lo correcto.

-¿Cómo se sabe cuándo es el momento correcto?

-No lo sé, imagino que simplemente se sabe… -me miró, ahora sus palabras tenían un sentido diferente para mí que para Darlene-. Al igual que sabes que no es el momento, imagino.

-Si tú estuvieras en la misma situación…

-Quiero creer que haría lo correcto, puedo imaginar la desesperación del chico, pero… no entiendo que se comportara de ese modo, su reacción fue desmesurada… -hizo una mueca-. Siento decirlo, pero dudo que fuera la persona correcta.

-Pero estoy cansada de esperar a la persona correcta…

-Te entiendo, créeme… pero si te dejas llevar acabarás cometiendo algún error que no olvidarás nunca. Yo estaba igual de desesperado cuando tenía tu edad y acabé creyéndome enamorado de la persona incorrecta.

Darlene sonrió, parecía animada. Jake estaba del mismo modo, pero yo estaba pensando en toda la conversación que había oído, más bien en sus palabras. Él a veces se sentía como Omar, había dicho que podía entenderlo, que sólo quería esperar al momento adecuado.

Estuvimos con Darlene hasta la hora de cenar, cuando la acompañamos a su casa. Le pedí a Jake que nos quedásemos esa noche, pero él quería volver. Me despedí de mi familia sin alargarlo demasiado, Jake estaba realmente cansado. Durante la despedida le robé el poder a papá, comprobando que mamá seguía protegiendo a Jake.

El viaje de vuelta fue más calmado que el de ida, yo estaba más calmada, al igual que mi peculiar medio de trasporte. Cuando llegamos Jake parecía demacrado, pero se tiró en el sofá proponiéndome ver una película. Volvimos a poner WALL-E, pero se quedó dormido enseguida.

Pensé en sus sueños, me hubiera encantado verlos. En defecto del poder de mi padre usé el mío, mostrándole imágenes que quería que viera, el agradecimiento que sentía por cómo había tratado a Darlene, por llevarme de esa manera, con urgencia, como si fuera yo la que hubiera estado tan mal. Cómo sentía que era el hombre perfecto, mi mejor amigo… cómo esperaba con ansia nuestro momento, el momento en el que pudiera estar con ese hombre perfecto que veía en mi mejor amigo…