Capítulo LIV: Los aciertos de Claire. Seth POV.

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Bueno... ya sabéis que cuando subo yo es mucho más ruinoso.... pero para que lo tengáis... luego si eso Ainhoa ya retocará errores XD
Os lo dedico con amor... y lo subo porque estoy mega feliz... me voy a Sitges a ver a Kellan Lutz!!! :D:D:D:D Os prometo fotos y vídeos si es que conseguimos colarnos... ke espero que sí porque menudo viajecito es... como al final no pueda verlo me da algo, en serio...

Espero que no queráis hacerme budú xD


Silvia


Su cuerpo cayó en mis brazos, su mirada me caló hondo. Se ayudó de mi brazo para ponerse en pie y me arrastró de la camiseta hacia ella. La cogí en brazos y la subí, su mirada clavada en mis ojos mientras yo examinaba cada milímetro de su piel, quería recordarla lo mejor posible hasta que regresara. La dejé en el suelo, en la puerta de su cuarto. Ella abrió la puerta sin quitar su mirada de mis ojos y tiró de mi camiseta arrastrándome con ella, pasé la puerta y la cerró cercándome.
Apoyó su cabeza en mi pecho y la abracé, ella negó y se separó levemente, tomando mi mano y llevándome hasta la cama, donde se desplomó.
Alcé una ceja cuando se giró, realmente había bebido mucho y no tenía claro si esto era correcto. Me indicó con el dedo que me acercara y palmeó el colchón, por lo que me tumbé a su lado y ella se tumbó a mi lado boca abajo, mirándome con una extraña sonrisa que me hizo querer reír. Acaricié su cara y ella suspiró cerrando sus ojos.

La observé dormir durante un largo rato, ella parecía dormir tranquila… intenté no dormirme, pero estaba realmente cansado y me dejé ir.
Abrí los ojos asustado al no notar su cuerpo junto al mío, notando unas patas moverse sobre mí. Pude oír el grifo de la ducha y su ropa estaba tirada por el suelo, como si se hubiera ido desprendiendo de ella de camino a la ducha… lamentaba realmente haberme perdido eso, pero me alegraba que no se hubiera marchado aún, no lo hubiera soportado si no se hubiera despedido…

Esperé a que el grifo se cerrase, pude oír el sonido del cepillo de dientes, parecía que estaba haciéndolo con fuerza. Se paró por un par de minutos y oí el grifo abrirse. Esperé unos minutos más y escuché como dejaba algo en el lavabo. Salió y tenía aspecto de estar bastante mareada. Entrecerré los ojos al verla así, una parte de mí quería reír pero otra estaba lastimándose por haberla dejado beber tanto su último día conmigo…
-Per… ¡hip! –Alcé una ceja-. Perdón… ¡hip!
-¿Estás bien? –Me senté en la cama y ella asintió, se aferró al marco de la puerta parando y volvió a asentir más despacio-. Ya… -Me acerqué-. Déjame ayudarte, McBrown…
-Clearwater… -Levantó su dedo y lo observó con curiosidad y confusión. Se tambaleó y la cogí de la cintura, parecía realmente confusa y estuve a punto de reír-. Clearwater… ¿Qué le ha pasado a mi dedo? –Parecía indignada-. Está… morado.
-Suele pasar cuando te golpeas el dedo con la puerta del armario… -Reí y ella me miró realmente confusa y asombrada-. ¿Qué? ¿No lo recuerdas?
-Claro que… ¡hip! Claro que no… Eso no pasó… te estás riendo…
-Es que me ha costado recordar cual de todos los golpes fue… -Me miró realmente mal y le expliqué algunos de los tropiezos que había tenido-. Te golpeaste el dedo, te caíste por las escaleras… te caíste del taburete…
-Dios… -Rodó los ojos de una forma que me resultó realmente tierna-. Cállate, Clearwater, me das dolor de cabeza… -Quitó mis manos y me señaló-. Puedo yo sola, sólo son… tres pasos. O cuatro… o cinco… no sé.
-Vale… -Ahogué una leve risa y me aparté para que pasara, se tropezó y la cogí antes de que se golpeara, la ayudé a ponerse recta de nuevo y no pude evitar reír-. Ya veo… -Parecía enfadada, me señaló y miró de nuevo su dedo con curiosidad, lo chupó y negué quitándoselo, parecía una niña pequeña y me resultó realmente tierno-. ¿Te duele?
-No mucho… sólo un poquito… -Hizo un gesto que me hizo reír-. Creo que sobreviviré…
-¿Crees? –Reí de nuevo-. Déjame ver…

Cogí su dedo y lo miré, sangraba un poco y soplé, no era nada grave… no ahora que Nessie estaba a un par de kilómetros. Besé su dedo con cuidado, como si fuera una niña pequeña y ella clavó sus ojos en los míos, su mirada era seria y dulce, se tambaleó un poco y la sujeté. Ella se acercó y dejó sus labios a un centímetro de los míos, acercándose más para rozarlos. Me quedé paralizado, realmente no sabía qué hacer. Ella me miró con una débil sonrisa y volvió a besarme, me abofeteé en mi interior y detuve el beso, no podía hacer eso… ella buscó mis labios de nuevo y se aferró a mi cuello. Se tambaleó y se apoyó en la pared, apoyándose en ella mientras me acercaba más a ella.

No pude o no quise evitarlo, pero creo que más bien no podía… sus labios no se separaban de los míos y su lengua los rozaba volviéndome completamente loco. Sus manos buscaron mi camiseta y tiraron de ella, me la quité rápido para volver a besarla. Sus manos ahora buscaban quitar mis pantalones… intenté frenarla pero parecía decidida y eso lo hacía peor, porque sabía que si ella realmente lo quería lo conseguiría, daría igual lo mucho que a mí me apurase hacerlo así.

Consiguió desabrocharlos y empezó a bajarlos, no pude soportarlo más y los quité sin separar mis manos de ella, tampoco mis labios eran capaces de separase de los suyos… parecía que mi piel era un pequeño trozo de metal ante un potente imán, no había opción.
Bajé mis manos y cogí la toalla que la envolvía, intenté entrar en razón pero un leve gemido susurrado en mi boca acabó con toda la razón de mi mente, el instinto se apoderó de mí y levanté sus caderas, ella fue rápida y enroscó sus piernas a mi espalda forzando más aún la desesperada situación.
No era mi idea, no hubiera ido tan rápido, pero ella parecía saber realmente lo que quería y no pude negarme a la petición. Recorrí su cuello y su rostro con mis labios, los cuales dejaban escapar su nombre cada vez que estaba a punto de perder el sentido. Ella susurró un leve te quiero en mi oído y mordió levemente mi oreja, no pude contenerme más.
Sus labios dijeron algo que hizo que mi corazón se paralizara, sabía que era una despedida… pero no esperaba escucharlo así.
-La mejor despedida del mundo… -Suspiró y apoyó su mejilla en mi hombro-. Jamás te olvidaré… por más que lo intente. Lo sé… no podré hacerlo…
-No lo hagas… -Besé su pelo-. No me olvides… yo jamás lo haré…

Un molesto ladrido me distrajo. Entreabrí los ojos y la luz me daba de lleno en la cara… miré el reloj, las diez de la mañana. ¡Mierda!
-¡Maila! –Me levanté corriendo y entré en el baño con ella siguiéndome-. ¿Cómo no me despiertas antes, eh? –Ella ladró-. Genial… Quil va a patearme de nuevo… -Suspiré y ella torció su cabeza-. ¿Llevas mucho intentando despertarme? –Ladró-. Ya veo… -Me vestí a toda velocidad y bajé con ella siguiéndome. Eché comida en su plato y la acaricié, ella lamió mi rostro y yo reí-. Vale, no quiero más babas… Sé buena chica mientras estoy trabajando, ¿vale?

Salí disparado hacia el taller, Jake asintió cuando hice un gesto de disculpa y Quil rodó los ojos…. me había librado de la charla sobre la puntualidad, sobre mi estilo de vida... sobre la pena que les daba, la misma charla piadosa que se repetía cada vez que estaba en fase.
Exceptuando cuando mi hermana estaba en mi cabeza… ella tenía su propia manera de torturarme. “Los Clearwater somos el eslabón perdido, tenemos malos genes, yo soy la prueba… y tu prueba es que tu imprimación es desastrosa… deberías haberte quedado con Kira…”. Ese pensamiento era el que usaba para intentar torturarme, pero era el que usaba para intentar evitar que escuchara su verdadera preocupación, que la suya también saliera mal. Se sentía dolida con Darlene por querer hacer su vida, pero yo, por mucho que doliera, podía entender que ella quisiera más libertad, que no quisiera atarse a mí como yo estaba dispuesto a hacerlo…

Último día de mayo, un lunes desastroso… cuando cerramos el taller pude notar la mirada de Nessie, siempre la misma mirada de pena que me atormentaba, ella también la echaba de menos. Quil se despidió feliz, iba a recoger a su niñita del colegio… su niñita.
Esa niñita molesta que no paraba de preguntarme si aún seguía queriendo a Darlene… ¿cómo no hacerlo? Ella era todo lo que yo necesitaba… todo lo que quería… sin embargo ahora me había vuelto excesivamente protector con Claire, parecía que Quil se molestaba por eso, exceptuando las veces que le acompañábamos para sacarla de alguna fiesta de adolescentes mal encaminados…
En el fondo… era buena chica. Nunca había fumado ni bebido nada, a pesar de estar rodeada de gente que lo hacía… tenía personalidad.

Embry se montó en su coche, el cartel de bebé a bordo me hacía gracia… intentaba mofarme de él diciéndole que debería poner bebé al volante… había perdido su gracia, pero él seguía riéndose… patético. Llegué a mi casa y Maila saltó sobre mí… era hora del paseo diario.

Cogí su juguete y mi entretenimiento… la até y empecé a correr hacia la playa, ella parecía ansiosa así que paraba y corría más, ella se volvía loca. Cuando llegamos a la playa solté su correa y lancé su juguete, ella salió disparada para recorrer el medio kilómetro que la separaba ahora de su juguete y yo me senté en la arena, sacando aquella carta… manoseada, arrugada… apenas legible, pero podía recitarla de memoria sin necesidad de mirarla. Las dos primeras líneas tachadas. La confusión de cómo empezar me mostraba lo difícil que tuvo que ser para ella el simple hecho de escribirla.


Querido…
Amado…
Seth… Siento haberte defraudado. Siento haber acabado
haciéndote sufrir de ese modo tan injusto, siento no haber sido lo que deberías
haber tenido.
Siento no ser la adecuada, realmente espero que la encuentres.
Sé que vas a obcecarte con el pretexto de que soy tu imprimación… que estoy
hecha para ti. Pero no es así. Si estuviera hecha para ti estaría preparada para
decirte que sí a todo, no tendría tantas dudas, no estaría sintiendo que te hago
daño a cada paso que doy. Bien sabes lo que pienso al respecto.
Sólo puedo
esperar que me perdones, que olvides todo lo malo que he hecho y te quedes con
los buenos momentos que hemos vivido, que me recuerdes como a una amiga más…
esperar que cada vez que me recuerdes te sea más fácil sonreír… y si algún día
me olvidaras, en esta carta te prometo que no habrá reproches, sólo una sonrisa
en mi rostro, alegrándome de que seas feliz sin mí.
Mira a tu alrededor,
Seth, estás lleno de ternura, magia… eres una de las mejores personas que he
conocido, por no decir la mejor. Eres noble, sincero, dulce, cariñoso y muy
divertido. No pierdas todo eso y compártelo con alguien que creas adecuada,
alguien que te aprecie tanto como lo hago yo…
Siempre recordaré a aquel
chico que me hizo descubrir un mundo nuevo, a ese chico que me cuidaba y me
quería con toda su alma… sé que jamás encontraré a nadie como tú… pero aún con
todo, no puedo formar parte de tu mundo, se me queda grande. Tus detalles me
hacen sentir grande, importante… pero veo excesivos los cuidados que recibo, no
vale la pena que des tanto por mí cuando yo siento que no puedo dártelo todo. Es
injusto… no quiero que sufras más…
Dudo que sea capaz de despedirme, que sea
capaz de decirte adiós cara a cara… espero que entiendas que el dolor que supone
despedirme es enorme… pero será mucho más llevadero que el verte sufrir por mi
causa. No lo hagas. No sufras. Estarás bien sin mí.
Con todo el dolor de mi
corazón y con todo mi amor, te escribo este adiós. Hasta siempre…
Darlene.

Maila se acercó cautelosa, dejó su juguete a mis pies y se tumbó sobre la arena. La mire y la acaricié levemente, mirando la puesta de sol. Siempre venía a mi mente la misma canción… me llevé a Maila a casa, cogí mi coche y volví a aquel acantilado…
Siempre me gustaba ver ponerse el sol allí, desde que ella se había ido esperaba que al ponerse el sol regresáramos a aquella noche donde me declaré por primera vez… habían pasado cinco años de aquello y lo recordaba como si hubiera sido ayer.
-¿Preparada?
-¿Para qué?
-Para quitarte el vestido, abrazarte a mí… -señalé el acantilado-. Y saltar. Es una locura, pero no sé… me apetece saltar y que saltes conmigo, quiero que sientas cómo es realmente caer al vacío… pero sin que tengas miedo, no es malo caer… y el otro día estabas tan asustada, que no sé… se me ha ocurrido.
-El otro día soñé que me caía… y estaba aterrorizada… ¿y tú quieres que salte?
-Sí… -Me miró raro-. No vas a sentir frío, si quieres puedes abrazarte a mí para evitarlo… pero la sensación de caer… es genial.
-No me da miedo caer… -me miró sonriente-. Dicen que cuando te enamoras sientes como caer… y me gusta esa sensación…
-¿Estás enamorada?
-Eso creo… -se sonrojó un poco-. El caso es que me gusta sentirme así… pero no me gusta lo que sigue…
-¿Lo que sigue? –La miré y ella hizo una mueca-. No entiendo…
-Pues… la relación. Prefiero estar enamorada de alguien que no sé… que no sabe lo que siento a decirlo… es mejor…
-¿Mejor? –Me quedé algo helado-. No sé… mis hermanos son realmente felices… así que no veo lugar para el dolor o el miedo…
-Pero el amor conlleva eso –la miré raro-. Da igual… déjalo, no es buen día para hablar de todas estas cosas… quizá tengas razón y necesite saltar para olvidarme de todo…
-Oye… -Fue a salir pero tomé su mano-. ¿Ha pasado algo?
-Has escogido el peor día posible para hablar de amor… simplemente… -La miré con la duda en los ojos y ella suspiró-. Omar me ha mandado un mensaje. No le he dicho nada a Nessie, porque sabía que cuando volviéramos ella… -Sopló-. Dice que lo siente, que quiere verme de nuevo…
-Y… -Intenté calmarme, aunque solo pensaba en arrancarle la cabeza a ese desgraciado-. ¿Qué vas a hacer?
-Nada… -Se encogió de hombros-. No quiero nada, no me siento cómoda con una relación, no me gustó… así que no quiero más relaciones, ni más desengaños… nada.
-Pero eso… -me callé y ella hizo una mueca-. Creo que es como lo que te decía, es como saltar. Depende de cómo saltes, cuándo y con quién. Si saltas solo, en un día de tormenta y de cabeza, lo más posible es que te des un golpe, la corriente te arrastre y te ahogues porque nadie puede ayudarte… -Rió-.
-Entonces… ¿tengo que saltar con alguien, en un día despejado y de pie? –Asentí y ella volvió a reír-. Ya… con la suerte que tengo saltaría así, me dejarían sola, se haría una tormenta repentina y me golpearía con las rocas haciendo que entrara de cabeza…
-Bueno… pero encontrarás a alguien que no te suelte nunca… yo no pienso soltarte… -Me miró sonrojada y sonreí-. Y mucho menos vas a ahogarte… seré un perro… pero nado bien…
-Vale, vale… -Rió-. Y luego… ¿Cómo subimos? ¿Escalando?
-Si quieres… -Alcé las cejas y ella negó saliendo. Me quité la camiseta y ella me miró raro-. ¿Vas a saltar con el vestido? Cogerás un pasmo…
-Más si salto sin él…
-No… porque luego cuando salgas del agua vas a querer ponerte algo seco… -Alcé las manos-. Pero como quieras…
-Es que… -hizo una mueca y bailoteó en el sitio-. Me da vergüenza… -La miré mal-. ¿Qué?
-¿Lo dices en serio? –Ella asintió avergonzada-. Como quieras… pero luego no digas que no te he avisado… -Le tendí la mano y nos pusimos en el borde, ella miró asustada al vacío y luego a mí-. No pienso soltarte… -Ella se mordió el labio-. ¿Quieres que le pida a Charlie unas esposas a estas horas?
-No… -dijo riendo-. Como me sueltes… te juro que…

No le dio tiempo a acabar pues tiré de ella hacia el vacío. Entramos al agua de la mano, ella gritando y yo riendo. Cuando salimos a la superficie se agarró a mi cuello asustada y yo reía como un loco, lo que hizo que se enfadara y me pegara un bofetón.
-¡Eh!
-¡Tendrías que haber avisado! –Me miró furiosa y yo reí, sacándole la lengua-. No es gracioso…
-¿No ha sido emocionante?
-No… -Rodé los ojos y la sumergí, cuando salimos me miró apenada-. Perdón… -La miré raro-. ¿Te he hecho daño? –Alcé las cejas divertido y ella hizo una mueca-. ¿Nada?
-Sólo un poco… -¿Parecía sentirse mal por no haberme hecho daño… o me lo parecía?-.
-Lo siento… -Tomó mi cara y me dio un ligero beso en la mejilla-. Estaba asustada… -Se encogió de hombros y sonrió-. Pero tenías razón… ¡ha sido emocionante!
-Sabes… creo que me duele aún… -Puse la mejilla pero ella me miró mal-. Tenía que intentarlo… -Reí y la sumergí de nuevo, saliendo a la superficie mientras ella ponía mala cara-. Es emocionante ver como te enfadas…
-¿Quieres que te ahogue yo? –Pareció pensarlo de nuevo-. Vale… quizá te apuñale cuando lleguemos a casa…
Se alejó nadando mientras yo me quedaba pensando en sus palabras. A casa. No a mi casa… nadé hasta que la alcancé y la cogí por la cintura, llevándola en volandas hasta la orilla mientras ella pataleaba. Empezamos a andar hacia el coche, nos costó casi veinte minutos. Ella iba abrazándose a sí misma, así que la rodeé con mis brazos. Cuando llegamos saqué mi camiseta y se la dí, me miró raro y me hizo darme la vuelta para que se cambiara. Entró al coche y cuando vi sus piernas… tuve que respirar hondo. Ella me miró raro y yo sonreí.
-No entiendo porqué no las enseñas más a menudo… -Me miró pasmada-. Es sólo un comentario… -Me miró peor-. Vale, olvídalo…
-Mejor… -Fui a arrancar pero ella posó su mano sobre la mía-. Espera… -Sonrió-. ¿Qué tal si conduzco yo de vuelta?
-¿Qué? ¿Crees que estoy loco?
-¿Después de hacer que salte por un precipicio a estas horas? Sí… -Rió-. Eso es más locura que dejarme conducir de vuelta a tu casa… -Encendí el motor y ella hizo una mueca que me partió el alma-.
-Vale… -Suspiré y bajé del coche, cruzándome con ella y mirándola bailotear hacia el asiento del conductor. Entramos y arrancó, mirándome dudosa-. Todo tuyo… pero yo escojo la música…
-Vale…
-Genial… -Busqué esa canción que había venido a mi mente, http://www.youtube.com/watch?v=U2ogL1YwLsc y subí la radio-. ¿Has escuchado esta? Es preciosa… Por cierto… por si no te lo había dicho antes, antes de que me estampes con mi propio coche… Te quiero.
-¡Idiota!
-¿No vas a decirme que tú también me quieres?

Sonreí ante el recuerdo escuchando esa canción… quizá ella tenía razón. El amor siempre traía consigo sufrimiento… y estaba claro que ahora estaba sufriendo de lo lindo. Negué y suspiré, si para estar con ella de nuevo, aunque sólo fueran unas horas, tenía que sufrir años de tormento… no me importaba ni un ápice. No podía haber canción más adecuada… para aquel momento y para este… siempre ahí, siempre esperando para ella.

Arranqué y volví hacia mi casa… Maila me recibió y miré mi contestador automático, Kira me llamaba y me pedía una de abierto hasta el amanecer… reí y la llamé.
-¿Qué pasa, que tú no descansas?
-Sí… cuando voy de fiesta… -Empezó a reír-. ¿Te hace? No creo que quedarte solo en tu casa con tu perra sea mejor plan que salir con tus amigos…
-No… no es mejor plan, pero teniendo en cuenta que es un lunes y que mañana trabajo… tengo que decantarme por una noche casera…
-Sosainas… -Rió-. ¿Estás seguro? –Afirmé-. Bueno… pues yo me voy, ahí te quedas… pero recuerda que si luego te arrepientes… no pienso cogerte el teléfono…
-Ya… -Reí-. En caso de arrepentirme no necesitaría tu teléfono para localizarte… lo sabes. Eres demasiado previsible…
-¡Gracias! –Dijo con ironía-. Bueno… espero verte antes del viernes… ¿eh?
-No sé… ya hablaremos. Pásalo bien…
Colgué y me desplomé en el sofá. Maila se sentó a mi lado y apoyó su cabeza en mi pierna, mirándome como si estuviera esperando algo. La acaricié y desvió la mirada.
-Tú tienes mucho morro… -Tiré de sus labios para ver sus dientes, ella gruñó-. Mucho morro, señorita… -Ladró-. ¿Te apetece ver un documental? O mejor… ¿el plan de siempre…? –No obtuve respuesta, como era lógico-. Vale, elijo yo…

Subí hasta mi cama y encendí el ordenador. Revisé mi correo poco emocionado, suspiré al ver la cantidad de correos basura que me enviaban… casi todos de Kira. Tendría que tomarle el pelo por eso…
Suspiré y cerré mi correo, abriendo aquella carpeta. Apoyé mi brazo en el escritorio y mi cabeza sobre él, mirando sus fotos, sonriente, feliz, radiante… preciosa.

Los días pasaban amargamente, apenas tenía ganas de hacer otra cosa que mirar sus fotos… junio no era mi mejor mes. Peor incluso que Pascua.
El ir de vacaciones había apaciguado algo mis ánimos, julio empezó relativamente bien, viaje a Hawai… salimos mucho, comimos mucho, nos reímos mucho de Embry…
Al regresar nos sorprendimos, Jake había hecho las maletas, nos dejaba con los nuevos… ¡Genial! Encima Leah al cargo… ¿Era todo una jodida broma?

Me tocó guardia con Sean… paseaba tranquilamente por el bosque recordando conversaciones con ella, su despedida… su despedida. Mi mente voló a aquella mañana con la que soñaba a menudo, cómo después dormí con ella sobre mi pecho sollozando… y me desperté solo y a oscuras, con un simple recuerdo suyo en mi piel, sus labios en color rojo sobre mi pecho… ¡cuánto me arrepentía de no habérmelos tatuado!
-Vaya horterada hubiera sido… -Bufó
-. No sé cómo sigues pensando en ella tío, te dejó, una cría que no sabe lo que es esto te dejó…
-¿Quieres tenerla de nuevo?
-Sólo te cabreas porque digo la verdad…
-No… sólo me cabreo porque eres un bocazas, porque ni siquiera la conoces, porque ni siquiera eres capaz de sentir lo que nosotros sentimos… porque no te integras igual que el resto en la mente de la manada… porque eres un estúpido novato que no sabe nada y que habla demasiado. Por eso me cabreo.
-Vale… vaya humor…
-Limítate a hacer tu ronda lo más lejos posible de mí, por favor…
-¿Necesitáis que me cabree? Estoy oyendo vuestros gruñidos desde casa de Sam… como tenga que volver a entrar en fase para que os calméis, prometo morderos en lugares que no queréis ser mordidos…
-Vale… mami. ¿Ephraim duerme?
-No me busques, hermanito… no me busques. Que yo al menos sé dónde está la razón de mi existencia…
-De momento… -
Ella gruñó y yo de vuelta
-.
-Oye… oigo algo al Sur…

Corrimos en dirección Sur, el barullo se hacía patente. Nos asomamos desde los matorrales del acantilado y ahí estaban, los jóvenes adolescentes haciendo una hoguera en la playa, bailando y bebiendo… Quil no tardaría a llegar…
-Seth, arréglalo…
-¿Yo?
-No… mejor que lo arregle Sean, que entiende mucho lo que siente Claire y lo desesperado que está Quil… -
Bufó y después gruñó desafiante
-. No volváis a molestar…
-Claro, macho alfa…


Salí de fase y sus dientes aparecieron frente a mi cara. Palmeé su hocico y ella gruñó de un modo realmente fiero. Casi me asusta. Casi.
-Tu aliento huele fatal, hermana… deberías probar las barritas que le compro a Maila…

Salté por el acantilado y el golpe contra el agua apenas escoció… era inútil, por mucho que saltara jamás podría ahogarme en esas aguas. Sólo conseguía fracturarme huesos… y eso no era nada útil, porque luego “papá Jake” me castigaba poniéndome custodia y cargándome horas extras de rondas… en especial con mi encantadora hermana Leah.

Salí del agua y me acerqué a la hoguera, pude ver a Quil acechando y acercándose por el norte. Me acerqué a Claire que reía sentada en un tronco con su amigo rarito, bebió de su vaso y cuando me vio casi se atraganta. Me encogí de hombros y ella se giró hacia el otro lado, Quil se acercaba temblando y con una mueca que mostraba su verdadero cabreo. Me acerqué a él y le paré, su mirada era fiera y lo agarré para llevármelo de las miradas que ya se habían posado en él.
-Quil…
-Esa… -Suspiró e intentó dejar de temblar-. Me dijo que tenía que estudiar… he ido a verla a su casa y su madre me ha dicho que había ido a la biblioteca… y no estaba allí. Me he vuelto loco pensando que le había pasado algo…
-Va… lo sé, sé que te angustias cuando te engaña… ¿Pero crees que vas a arreglarlo llegando así, con cara de cabreo monumental y mandándola a casa como si tuviera diez años?
-Tiene quince…
-Por eso… ¿No recuerdas lo que hacías tú a los quince? ¿No le ocultabas a mucha gente muchas cosas? –Alcé las cejas-. Mira, sé listo, ¿quieres? Aprende la lección a través de mí… no la cagues como hice yo. Dale su espacio, no te cabrees cada vez que esté en una fiesta o te diga que quiere ir a una…
-Pero mira a esos chicos…
-Quil… márchate, déjame hablar con ella, ¿vale? Cuando la lleve a casa entraré en fase y podrás verlo con tus ojos… -Un temblor lo recorrió y asintió alejándose hacia los matorrales mirándola con el mayor de los temores. Ella parecía cabreada también… Me acerqué con una mueca y me senté a su lado, el amigo se disculpó y ella le fulminó con la mirada-. Es un chico listo…
-Es un cobarde…
-¿Y tú no? –Me miró mal-. Vale, vale… -Suspiré-. Pero no deja de ser la verdad. Si no fueras cobarde le hubieras dicho que venías a una fiesta, tanto a él como a tu madre…
-No me hubieran dejado venir si les hubiera dicho la verdad…
-¿Y crees que si se entera tu madre de esto va a tomarte más en serio? –Rodó los ojos-. Pequeña Claire… si quieres dejar de parecer una niña, no actúes como tal… Si les explicas que te vas con tus amigos a la playa… no van a ponerte pegas… y estarán más tranquilos que si van a buscarte a la biblioteca y no estás.
-Quil me seguiría de todos modos... es como mi guardaespaldas… antes no me molestaba, pero ahora… es agobiante que aparezcáis siempre…
-Es porque nos preocupas… -Me encogí de hombros-. Pero si tú le explicas a Quil que necesitas tu espacio, hacer cosas nuevas… pero siempre diciendo la verdad, no le ocultes lo que sientes, sólo complicaría las cosas, él se preocupa pero si tú no le das motivo, si no le mientes, no se preocupará…
-¿Consejos vendo y para mí no tengo? –Eso dolió. Ella lo notó e hizo una mueca-. Lo siento…
-No, tienes razón… pero por eso que para mí no hubo consejos, quiero que para ti los haya… sé que tu situación es agobiante, que Quil a veces te molesta… pero simplemente dímelo y me encargaré de que ese grandullón se aleje… ¿vale?
-¿Lo prometes? –Asentí-. Bueno… yo prometo no ocultar… -Hizo una mueca-. Bueno, prometo no engañar a Quil sobre lo que voy a hacer… si tú prometes que siempre serás sincero conmigo…
-¿Porqué siempre me toca prometerte algo? Es como… no sé.

-¿Es que te gusta mentirme? –Alzó una ceja y rodé los ojos-. Quiero que hagas algo por mí…
-¿Más cosas? Además de las fiestas, el regalo por duplicado… -Ella rió y asintió-. No sé porqué voy a hacer esto… -Suspiré negando-. ¿Qué quieres, pequeña chantajista?
-Quil está preocupado porque vas todas las noches en el acantilado… -Se mordió el labio angustiada-. Quiero que me lleves contigo una noche, saber qué es lo que pasa por tu cabeza, porqué acudes allí…
-No puedo hacer eso… tú huyes a estas fiestas para perdernos de vista… ¿no?
-¿Quieres perdernos de vista?
-A veces… -Asentí-. Es mi momento de paz…
-Pero vosotros siempre estropeáis mis momentos de paz… -Alzó sus cejas, tenía razón-. Así que es justo que yo…
-No, es justo que se lo hagas a Quil, no a mí… yo vengo a salvarte de la furia de Quil, así que no me confundas, ¿quieres? –Miró a los chicos-. Creo que por esta noche deberías despedirte de ellos… Tu madre debe estar preocupada…
-Vale… -Suspiró-. ¿Me llevas tú? –Asentí y ella hizo una mueca-. ¿Tan enfadado está Quil?
-No está enfadado… pero sí algo nervioso. Es mejor que te lleve yo…

Ella asintió y se despidió de sus amigos, acercándose a mí y caminando en silencio hasta la espesura del boque. Le pedí que esperase y me alejé de ella por un segundo, viendo como se mordisqueaba el labio angustiada, entré en fase y ella hizo una mueca, subiendo a mi lomo y tumbándose sobre mi espalda.
-Ya era hora… quiero llevarla…
-No… es mejor que la lleve yo… seguro que te pones a gritarle y creo que no será lo mejor… -
Pude ver que se acercaba a mi posición
-. Quil, hazme caso… no la agobies tanto… ¿Quieres que acabe cansándose de ti?
-¿No harías tú lo mismo?
-¿Ves que ella esté aquí conmigo ahora? –
Pude notar un sentimiento de pena acechándose
-. No hagas eso, no te apenes tanto y aprende algo de eso.
-Sólo quiero hablar con ella, explicarle lo mismo que tú has hecho… a mi manera…
-Pero no la confundas más, ¿quieres? Dale espacio… lo necesita.

Paré y ella se bajó y me miró confusa. Quil apareció y ella me miró algo asustada y apenada, bajó su cabeza y Quil acercó su hocico, Claire lo acarició con cuidado y lo abrazó. Me alejé corriendo y salí de fase cuando los perdí de vista, no necesitaba sentir lo que Quil pensaba cada vez que la chica lo acariciaba, no necesitaba sentir eso… no en la cabeza de un hermano.

Los días pasaron, otra ronda más con Sean y acabé de los nervios. Él estaba esperando luchar, pelear, atacar… y sí, atacaba… conseguía atacarnos los nervios al resto.
-¿Cuándo vas a dejar de lamentarte?
-¿Cuándo vas a dejar de entrometerte?
-Cuando consiga sacarte de mi cabeza, espero que Jake vuelva y no nos ponga más rondas juntos, eres realmente penoso, todo el día con su imagen en la cabeza… es… -
Bufó-. Repelente. Además, ni que ella fuera gran cosa, tu hermana tiene razón, si yo fuera tú me hubiera quedado con Kira…

Le ataqué. Empecé a morderle y él apenas se defendía, no sabía cómo hacerlo, no podía ver qué iba a hacer porque sólo la rabia y la ira manejaban mis fauces y mis zarpas. Leah entró en fase y mordió mi nuca, me ordenó retirarme y no pude más que quedarme quieto. Ella se acercó a Sean, que se lamía las heridas, obligándome a disculparme.
-No pienso disculparme…
-Ambos debéis disculparos… -
Eso me sorprendió
-. Sean…
-Pero si tú dices lo mismo…
-Pero él es mi hermano y tú eres un molesto novato que no sabe qué se siente estando imprimado. Así que hasta que no lo sientas, no eres quien para hablar del tema. Ambos estáis castigados, no haréis rondas hasta que Jake regrese…nada de entrar en fase… él tomará una decisión… ahora salir de fase, tenemos que ir a casa de Emily a comer.

Salí de fase y él también, tenía una sonrosada línea en su cara, una herida cicatrizando en la pierna y arañazos por todo el pecho. Bajé mi mirada, quizá me había pasado.
-Lo siento… -Me miró alzando las cejas-. Siento haber herido a un hermano, pero no siento haberte dado lo que tanto buscabas… si no contienes tus pensamientos, te enseñaré a manejarlos…
-¡Seth! –Leah se cubría con un vestido blanco-. Te esperan en casa de Emily. Sean… sígueme.

Rodé los ojos, me alejé hacia mi casa para ponerme algo decente y mimar un poco a Maila, era la única que me entendía y echaba de menos a Darlene tanto como yo. Era una de las cosas que más me molestaba, ellos sólo parecían echarla de menos por mí… Claire parecía haber olvidado la que montó cuando se marchó, parecía que apenas la echaba de menos… Ephraim la había nombrado alguna vez de pasada, pero apenas la recordaba… y Nessie… era la única que parecía echarla de menos sinceramente.

Leah apareció en mi salón con mirada de pocos amigos, cruzó sus brazos y suspiró. Rodé los ojos y ella pareció hacer un gesto de pena para poner su cara de sargento.
-Tus pensamientos nos desquician a todos, Jake sabe cómo manejarte mejor, con quien ponerte… pero ahora… yo no sé qué hacer contigo, no aguanto tus angustiosos pensamientos, como el resto. Es normal que ninguno quiera hacer rondas contigo. Así que te quedas sin eso…
-Leah, es injusto, soy el mejor…
-Eras… eras el mejor… -Alzó sus cejas-. No quiero que entres en fase hasta que Jake regrese, él sabrá qué hacer, pero yo tengo que prohibírtelo por el momento… distraes a la manada y eso no es bueno… -Fui a hablar pero levantó su mano-. Cuando Jake regrese, que él haga lo que quiera, pero yo no pienso dejar que el resto sufran por tu causa. Es una orden.
-Genial… ¿Te importaría salir de mi casa?
-Claro… -Ella rodó los ojos-. Muy maduro.

Se largó y pateé una silla. Maila se escondió asustada y suspiré, me disculpé hacia ella pero se alejó… era lo que siempre conseguía, parecía ser que ahora alejaba a todo el mundo… Decidí entrar en fase para ir a casa de Emily, era lo más rápido y seguro que eso molestaba un poco a Leah. Llegué a la comida y todos estaban ya sentados, Claire me abrazó y me senté frente a Quil y Sean, miradas distintas pero el mismo efecto… me cargaban de mala leche.
-¿Estás enfadado? –Claire me miraba asombrada-. Pareces realmente mosqueado…
-Es que hay mucho bocazas suelto… -Miré a Sean y ella hizo una mueca-. No importa…
-¿Qué le habéis dicho? –La niña nos miraba pero nadie contestaba-. ¿Quil?
-No… no son cosas que debas saber… -Ella rodó los ojos y me miró, yo negué y Quil afirmó de nuevo-. Son cosas entre hermanos…
-Eres demasiado pequeña… -Sean se mofó-. Una cría no debe saber algunas cosas…
-¿Cría?
-Claire… -Sonreí-. En serio, son cosas de mayores…
-Pero…
-Claire, te lo explicaré cuando seas mayor, ¿quieres?
-¿Cuándo sea mayor? ¡Señor! Sois realmente molestos, ¿no veis que ya soy bastante mayor? Para ser unos hombres lobo que deben proteger a la tribu os fijáis bien poco en ella… -Pareció rabiar y cogió el móvil de Quil-. Odiosos perros…

Salió y Quil pareció atender a la llamada, al otro lado habló Nessie. Empezamos a hablar tranquilamente y ella entró con una enorme sonrisa en su rostro. Me miró y se paró a mi lado, la miré raro y se abalanzó sobre mí, me dio un enorme beso en la mejilla que resonó en mi oído. La miré raro y ella empezó a darme más besos mientras yo me tensaba al ver la mirada de Quil, estaba rojo, creo que su cara se iba a hinchar hasta estallar… la niña paró y miró a Quil con curiosidad mientras me abrazaba.
-Quil… ¿estás bien? Parece que vaya a estallarte la cabeza… -Todos empezamos a reír mientras el color de Quil bajaba un par de tonos. Reí como hacía mucho no hacía y abracé a la niña-. ¿Qué?
-Que eres la chica más tierna del mundo mundial… -Reí-. Y eso que ni te lo propones…
-¿La chica más tierna? –Asentí y ella me abrazó fuerte-. Gracias…
-¿Vas a ponerte a llorar como una niña? –Reí-. No hagas que cambie de opinión…
-No me hagas jugar sucio… -Ella me amenazó-. Sabes que puedo… Nessie volverá en unos días y sé que ella puede molestarte mucho más que yo…
-Vale, me rindo, señorita…

Ella sonrió y se sentó a mi lado. Quil miró raro su teléfono que vibraba y descolgó.
-¿Nessie? Sí… creo que ha sido el pequeño monstruito quien te ha llamado… -Escuchó-. Sí… espera, te la paso… -Le tendió el móvil a Claire-. Ya te vale…
-Gracias… -Dijo con tono burlón-. ¡Hola! –Hubo una pausa y sonrió-. ¿Qué necesitas? –Ella rió y asintió-. Kim… ¿vienes conmigo? Queremos hablar lejos de ellos…

Nos miró raro y se marchó, preguntando qué tal estaban yendo sus vacaciones mientras escuchábamos a Nessie de fondo… cuando dejamos de oírlas Quil pareció molesto.
-Déjala… -Alcé una ceja-. Es Nessie… -Escuchamos un pequeño grito de emoción y todos intercambiamos una mirada-. Ahora tengo curiosidad…
-Sólo falta que se hayan quedado embarazados… -Leah rodó los ojos-. Claire se emocionaría por cualquier cosa… pero tanto… ¡Vaya desastre si es eso!
-No sería un desastre… sería un milagro…
-Ya, claro Emily… para ti quizá… o para cualquiera… pero a saber qué sale de un licántropo y una híbrida… sería una constante tensión… seguro que entrarían en fase más… no necesito más niños de los que cuidar…
-Voy a ver…
-Quil, espera…

Le seguí y esperamos viendo a Kim, que nos indicaba que le dejáramos su espacio. Quil empezó a angustiarse y cada vez nos acercábamos un poco más hasta que le paré.
-Iré yo, ¿vale? Voy a decirle que quiero hablar con ella…

Me acerqué con cuidado y escuché un poco, pero me sorprendió lo que escuché. No hablaban de embarazos, sólo pude oír algo salir de boca de Claire… eso me llevó a pensar que estaba muy equivocado con ella, no era tan niña como todos pensaban.
-Por mucho que las chicas intenten que Kira acabe con él… es maja, pero a mí no me gusta para Seth. Lo acapara demasiado… es muy pegajosa con él… y no pegajosa tipo bonito, si no pegajosa tipo cansina… -Relinchó-. En serio, está tan pendiente de él que parece que si no se dirige a él cada cinco minutos, no es capaz de hablar con el resto… No sé… puede que tengas razón… -Se giró y se quedó pasmada-. Esto… Nessie, creo que tengo que colgar… ¿Me llamarás pronto?
-Pues… -Nos acercamos bastante y escuché lo que Nessie decía-. No queda mucho para que nos veamos, así que no creo que hablemos hasta que nos veamos… ¿Quién te ronda?
-El pesado de Quil y el majísimo Seth… -Le hizo la burla a Quil y a mí me sonrió-. Seguro que Quil ya estaba pensando que me había perdido como una niña tonta…
-Quizá creía que te habías escapado a una fiesta de esas tuyas… -Nessie rió y yo también mientras ella rodaba los ojos-. ¿Qué te dicen?
-Nada… Quil está a cinco metros con los brazos cruzados, parece mosqueado… y Seth está riéndose ahora mismo…
-Pásamelo… Quiero hablar con ellos…
-¿A Seth? –Nessie afirmó-. Eso suena bien… ¡Seth! –La niña me gritó-. ¡Ven conmigo! –Me acerqué rápido-. Creo que quieren decirte algo…
-Dame, pequeña osa adolescente…
-¿Qué ha pasado con chica?
-Quil se ha preocupado por eso… pero no pienso decirte más niñita, ¿te vale?
-Me vale… Creo que te vas a alegrar de hablar con Nessie… -Rió-. Ponte, corre…
-¿Sí? –Eso me preocupó un poco y me hizo gracia… ¿Realmente estaba preñada?-. ¿Hola?
-Seth… ¿qué está pasando con la pequeña Claire?
-Que parece ser que empieza a crecer demasiado deprisa… -Suspiré-. Y Quil no está preparado para eso, es una adolescente y hace cosas de lo que es… pero Quil está algo obsesionado, dice que no deja de mirar su correo y que le oculta algo…
-Sois un poco paranoicos… -Nessie suspiró-. Es normal que haga eso, está en la edad de pegarse todo el día colgada del ordenador y del teléfono hablando con amigos… sabes que le gusta eso desde pequeña… no la agobiéis…
-Quil quería venir antes… no he podido retenerlo más… ¿qué os habéis contado que era tan secreto y tan emocionante?
-¿Crees que voy a contártelo?
-Sé guardar un secreto…
-No, no sabes… quizá una parte de ti sí, pero tu parte animal va a desvelar nuestro secreto… y creo que es un secreto que no puede ser desvelado…
-Vale, lo que tú digas… pero intenta que no sea tan evidente que tenéis un secreto gordo… nos desquicia un poco, ¿sabes?
-Oye… ¿Cómo estás? Te noto algo animado…
-Pues… -Suspiré-. La verdad es que las vacaciones me han sentando bien…
-No lo dices muy convencido…
-No sé… hoy está siendo un día raro, pero por lo demás… Me imagino que es por volver aquí… ¿Cuándo volveréis? Eso de tener a Leah dando órdenes…
-¿Aún seguís a la gresca?
-Es muy picajosa… no me deja ni hacer rondas, dice que mi angustia pone de mal humor a todos y que no quiere que entre en fase… para algo que no me disgusta hacer… -Suspiré molesto-. Es… odiosa.
-¿No has entrado en fase?
-¿Crees que le hago caso? –Reí-. Para una cosa que me entretiene… ¿Puedes pasarme con Jake?
-No ahora mismo… está ocupado…
-Eso suena… -Hice una mueca de asco-. ¡Buaj! Creo que no quiero saberlo… vuestros recuerdos de lunas de miel ya me atormentan demasiado…
-No es eso, idiota… -Nessie empezó a reír-. Está dentro, estamos en un karaoke… Hemos estado viendo unas actuaciones geniales… creo que te encantaría estar aquí…
-Sabes que no… -Bufé-. Yo…
-Creo que no encontrarías mejor lugar para estar que este, créeme… ¿Dónde mejor que en Venecia, oyendo canciones de amor?
-Creo que estar metido en mi cama con mi perra me emociona más… -Nessie empezó a reír-. No te ofendas… prefiero otras compañías…
-No estoy tan segura de que prefieras a tu perra… Bueno… nos veremos a la vuelta…
-Sí… será genial… Oye… ¿Has estado con Alice?
-Claro…
-Ella… -Suspiré, sabía que no me diría nada, pero había que intentarlo-. Sé que no quiere decirme nada y tu padre piensa lo mismo pero sabes que no es por… ¿Ha visto algo?
-¿Sobre qué? Sabes que no ve nada sobre los lobos…
-Ya sabes que no quiero cotillear… pero quiero saber sólo si está bien, si le va a ir bien… sólo eso. No necesito nada más…
-Parece feliz… -Se quedó en silencio y mi corazón hizo una cosa extraña-. Al menos cuando no piensa en ti… está muy cambiada. Sus ojos han tomado un tono distinto… ha cambiado su imagen… su aura parece distinta… pero en esencia sigue siendo ella, su olor es el mismo.
-Eso suena… -Mi corazón se paró-. ¿La has visto?
-Estuvo con Alice… -Me quedé congelado-. Te contaré todo cuando regrese…
-¿Estuvo con Alice? ¿Fue a Volterra?
-No… se encontraron en París… ella está de vacaciones… no te angusties, ¿vale? Te mostraré todo cuando regrese, lo prometo.
-Sólo… -Suspiré-. ¿Sabes si llegó a sonreír? Sólo quiero saber eso…
-Ella sonríe. Muchas veces, de maneras distintas… pero sonríe. ¿Ahora vas a decirme que sigues prefiriendo a tu perra?
-No… Pero me quedaría con Maila antes de irme con vosotros a Venecia… ya os lo dije… no he perdido nada allí…
-No sé… sólo fue una idea peregrina…
-Lo sé… -Su proposición de que fuera con Kira y ellos dos no me pareció muy acertada… pero no era con mala intención-. Pero no creo que un viaje así sea lo más conveniente…
-Entiendo… -Nessie suspiró-. Tengo que colgar… manda un beso enorme para todos…
-Vale… un besazo…
-¿Para mí o para Jake?
-Para Jake mejor… sé que me estará echando de menos… -Reí, sabía que sólo había preguntado para distraerme-. Pasároslo bien…
-No lo dudes…

Colgué y me giré, Quil y Claire me miraban algo apenados. Intenté sonreír y me acerqué para devolverle el teléfono a Quil, que me miró preocupado y fue a decir algo que sabía que no quería oír.
-Es mejor que me marche. No me apetece entrar a despedirme de todos y eso… así que… despídeme ¿vale?
-¿Necesitas hablar? –Claire me miró apenada-. ¿Qué te han contado?
-Sólo he hablado con Nessie… Jake estaba ocupado al parecer…
-Ah… -Asintió algo extrañada-. ¿Seguro que no quieres venir con nosotros un rato? Se alegrarán más si vas a despedirte tú…
-No creo que les importe mucho si voy a despedirme o no… -Revolví su pelo y Quil me miró preocupado-. Estoy bien, ¿vale?
-Iré a verte después…
-No vengas… no pienso abrirte… -Reí-. Simplemente estoy cansado…
-No hagas tonterías… Jake no está, pero yo sí… y el resto… -Asentí-. Iré a verte cuando deje a Claire en casa…

Suspiré y asentí resignado. Me marché de allí y volví con Maila, parecía estar cansada y se marchó a los diez minutos a la oficina de Darlene… siempre hacía eso cuando sabía que necesitaba estar solo.


Cogí las llaves de mi coche y conduje hasta aquel acantilado. Paré justo en el borde, odié mi coche por tener tan buenos frenos… eché marcha atrás y golpeé el volante, no era capaz ni de hacer lo que le arreglaría la vida a ella… desaparecer.
Era mi teoría, mi madre parecía feliz con Charlie… así que si yo desaparecía, ella acabaría siendo feliz con alguien bueno… un golpecito en el cristal me distrajo de mis pensamientos. Bajé la ventanilla y asomó su cabeza con una mueca.
-Sé que no quieres que te molesten… pero me apetece ver anochecer…
-¿Quil te envía a cuidar de mí? –Ella negó mordiendo su labio-. ¿Estabas preocupada por mí? –Asintió y yo la hice entrar mientras negaba-. No sé qué es peor… creo que hubiera preferido lo primero, sería un poco menos penoso…
-¿Es penoso que una amiga se preocupe por ti? –Ella me miró alzando una ceja y sonreí negando-. Porque… soy tu amiga, ¿no?
-Mi excesivamente joven amiga… pero sí… -Ella hizo una mueca-. Sería peor que hubiera dicho mi excesivamente cría…
-Oye… -Rodó los ojos riendo y se puso seria-. ¿La echas de menos?
-Yo… -Suspiré y asentí-. Cada día, cada segundo… pero es lo que ella necesitaba… así que no puedo hacer nada. Quizá debería haber hecho más para que no se fuera… no sé…
-¿Qué te dijo en el aeropuerto?
-No me atreví a acercarme… hubiera sido injusto hacer eso… -Me miró curiosa-. Hubiera sido egoísta… sólo me angustia el hecho de no saber qué está haciendo… pero Nessie dice que es feliz… así que… no sé, espero que realmente así sea…
-Lo es… -La miré asombrado-. Estoy segura de que lo es… creo que de alguna forma, tú estás cada día mejor porque ella está cada día mejor. Aunque la eches de menos… al principio fue mucho peor… ¿no lo recuerdas?
-¿Tú si?
-Sólo han pasado dos años…
-¿Te parecen pocos? –Dije riendo-. Has crecido mucho en este tiempo… -Ella asintió con una mueca y me miró cautelosa-. Dispara…
-Has sufrido mucho… y cuando veo cuánto la echas de menos… me pregunto… -Cogió aire y suspiró-. ¿Te arrepientes de haberte enamorado de ella?
-Jamás podría –Alzó sus cejas-. Jamás. Todo lo que… todo lo que buscaba, todo lo que quería… ella me lo daba. Me sentía realmente perdido hasta que la conocí… estar con ella… me ha cambiado.
-Pero ahora…
-Ahora sigo pensando lo mismo. Cambiaría una eternidad de sufrimiento por estar una tarde con ella… ni eso… bastaría unos minutos.
-¿A pesar de todo? –La miré raro-. A pesar de los disgustos que te has dado, o ella se ha dado… a pesar de que se marchara y te dejara aquí… ¿Sigues queriéndola?
-Más que el primer día… cada día más, si es que eso es posible… -Ella asintió bajando su cabeza-. ¿Qué te ronda?
-Yo le doy muchos disgustos a mi madre… y sigue queriéndome… -Hizo una mueca y me miró algo sonrojada-. Quil parece que también…
-Quil sería capaz de aguantar una tortura china por una semana sólo para conseguir que le besaras la frente… -Reí y ella se sonrojó un poco más riendo-. ¿Y tú? –Me miró confusa-. ¿Sigues queriéndole a pesar de todo? De los acosos… de las broncas…
-A veces… -Suspiró-. Intento creer que no. Pero… es no sé… -Hizo una mueca-. Una amiga me ha dicho que es porque me quiere demasiado… que se preocupa mucho… dice que las personas que más te quieren o a las que más quieres, a veces son las que más te agobian o resultan molestas…
-No sé… aceptaré la teoría de tu amiga…
-Seguro que ella… -Me miró con cautela y mordió su labio preocupada-. Yo creo que no te olvidará nunca. Creo que sólo está agobiada, no lo recuerdo tan bien como vosotros… y tampoco me enteraba de mucho… pero si te comportabas igual que Quil…
-Ya… ¿Tú también saldrás huyendo de Quil como siga así?
-No lo sé… pero creo que aunque lo hiciera, jamás dejaría de quererle –Sonrió y yo asentí, ella se abalanzó sobre mí y me abrazó-. Creo que tengo que irme…
-¿Quieres que…? Vale… -Miré por el retrovisor-. Veo que te esperan…
-Mañana… ¿Puedo ir a ver a Maila? –Suspiré y asentí-. Genial… -Me dio un beso en la mejilla-. No tardes en ir a dormir…
-Claro…

Sonreí negando… esta chica estaba creciendo demasiado, aunque realmente no parecía que quisiera que Quil dejara de ser su hermano mayor… y él tampoco. Me alegré por ellos…

Cuando Claire vino a desayunar a mi casa con Quil… trajo unas galletas de parte de Emily, jugueteó con Maila y me dijo que quería que tuviera una canción en mi mp3. Estuvo metiendo unas cuantas y yo bufé, sus gustos solían ser bastante malos… Quil se la llevó a clase y yo me dirigí al taller, el día fue extraño, la verdad me sentía realmente angustiado y perdido… mis ojos parecían querer dejar salir esas lágrimas que sólo soltaba cuando estaba en la cama viendo sus fotos o pensando en ella… cuando Quil llegó hizo una mueca.
-Lárgate… -Embry se asomó del capó del Toyota e hizo una mueca-. Tómate el día libre… no quiero que los clientes piensen que te estamos torturando…
-Toma… -Embry me lanzó un rollo de papel-. Creo que te iría bien ir a ver a Kira… llámala…
-Oye yo…
-Largo…

Suspiré y cerré el capó, salí corriendo de allí y entré en fase. Llegué hasta Canadá, pasé la frontera y pasé la noche allí. Regresé pensando en la pobre Maila, cuando llegué lamió mis patas con cuidado y yo no pude más que tumbarme a su lado mientras ella me pisoteaba.
Vi amanecer… y no quise moverme de allí. Maila entró como un rayo hacia la cocina y vino arrastrando su bol de pienso. Reí y salí de fase, llenándoselo y cogiendo una manzana para mí. Cogí el mp3 y bajé con Maila a la playa… me puse a escuchar una de las canciones mientras ella correteaba por la arena, me había equivocado de nuevo con Claire…



Pude notar unos pasos haciendo vibrar la arena, se sentó a mi lado y simplemente miró a la perrita jugar con una mueca extraña. En alguna pequeña parte de mi ser la odiaba, no a ella en sí, pero sí odiaba que no fuera Darlene la que venía corriendo a consolarme.
No dijo absolutamente nada, observó sus dedos, moviéndolos en la arena mientras me miraba de reojo. Bajé mi cabeza y miré la arena que había entre mis pies, ella apoyó su cabeza en mi hombro por lo que besé su pelo, apoyando mi mejilla en su cabeza.

El olor de su pelo era dulce, embriagador… pero no tanto como el que mi nariz ansiaba captar. Sabía que todos intentaban que yo estuviera con ella, que ella en el fondo esperaba que olvidara a Darlene y estuviera con ella… pero era imposible que yo la olvidara… y sería injusto estar con Kira cuando no podría evitar querer que fuera otra la que me besara…
-¿En serio sigues así por lo que creo?
-Yo... –Suspiré-. No puedo evitarlo... ¿Qué quieres que le haga?
-Han pasado... ¿Cuánto? ¿Dos, tres años?
-El nueve de junio hizo dos años que me dejó... y el dos de agosto hará dos años que se marchó... –Me encogí de hombros-. Es inevitable... no puedo quitarla de mi cabeza.
-Tampoco lo intentas... busca a otra que te haga feliz, si estás todo el día solo, pensando en ella... –Suspiró-. No sé qué le ves... entiendo que la quisieras... pero no hace falta estar de luto tanto tiempo, ¿sabes? No es así como funciona...
-¿Cómo funciona? ¿Liándome con otra persona a las dos semanas? –Me miró confusa-. Déjalo... mira, Kira, no quiero ser borde... ya tengo a mi hermana y a los chicos diciéndome eso constantemente, a mi madre preocupada... Lo único que se me ocurre es irme yo también bien lejos... o pegarme un tiro... porque lo único que hago es amargaros a todos, por más que intente salir de esto... no puedo.
-Sal conmigo... –La miré mal-. No… en ese plan. De fiesta. Te lo pasas bien...
-No esta semana... en serio, no tengo ganas...
-Quil me ha llamado para que venga... me ha dicho que me necesitabas, pero si no es así... tengo cosas que hacer...
-No es un buen día, Kira... –Ella suspiró negando y se levantó, tomé su mano pero sin atreverme a mirarla-. En serio... ojala pudiera hacer lo que me pides, ojala fuera tan fácil... pero no quiero engañarte... –La miré-. No me parece justo.
-Pues haz algo... lo que sea. Pero deberías reaccionar... estar así solo nos pone mal a todos... y si ella te viera te patearía el culo a ti y luego a nosotros por dejarte nadar en tu propia pena... Estaré en casa, si me necesitas...
-Lo siento...
-No te disculpes tanto, ¿quieres? Eso me irrita... menos disculpas y más soluciones...

Me quedé mirando la playa, tumbado en la arena mientras Maila correteaba, me pisoteaba, huía, gruñía, jugaba con turistas que le daban de comer, volvía a pisotearme... el sol empezó a ponerse... conecté la música y otra canción empezó a sonar...


El sol estaba realmente precioso, naranja... y eso trajo a mi mente su imagen, aquel atardecer sentada a los pies del acantilado viéndome correr tras Ephraim... la foto que Leah le hizo mientras miraba el horizonte...
Cómo lloraba el día que se marchó, ni siquiera era consciente de hacerlo, sólo lloraba en sueños y me pedía perdón... Esa imagen suya en la puerta del avión, mordiendo su labio ansiosa, abrazando a su familia al borde del llanto y corriendo hacia la fila para no echarse a llorar. Mirando a su alrededor temerosa, temerosa de que yo apareciera, sus ojos me mostraban el miedo y la confusión…
Desterré esa imagen de mi cabeza, las lágrimas se agolpaban en mis ojos y decidí pensar en los buenos momentos, aquella tarde, su pelo moviéndose con la leve brisa, su risa resonando mientras el sol le daba con una luz anaranjada como la que estaba dando en ese instante el sol... miré hacia el acantilado y me pareció verla allí, sonriendo en mi dirección. Cuando cerré los ojos para desterrar la niebla que me impedía verla ese extraño sueño desapareció.
Miré de nuevo al sol resignado... pensando en ella, en cómo sonreía en mis brazos, sus sonrisas al despertar conmigo, sus bromas y caricias que me alegraban el día.
La imaginé sonriendo bajo la Torre Eiffel, saludando felizmente a Alice... siendo feliz sin mí... vi como una gota impactaba en la arena y pedí al cielo que así fuera, que ella fuera feliz...

Maila se acercó lamiendo mis manos y después mi rostro, parecía querer limpiar mis lágrimas. La abracé, realmente esa perra era ahora mi vida, mi consuelo... la única que me comprendía y no parecía sentir lástima de mí, simplemente me consolaba y me hacía reír...

El sol estaba realmente bajo, cuando un olor agridulce vino a mí, entremezclado con un olor a bosque que me hizo sonreír. Me tumbé y atraje a Maila a mi lado, la perrita se tumbó sobre mí y empezó a ladrar hacia los arbustos.
-¿Eso no es ilegal?
-Eso creo... –Jake me miró raro-. No creo que eso sea legal... creo que no lo vería bien ni aún cuando estuvieras en fase...
-Igual es mi espíritu lobo que se ha enamorado... –Ambos alzaron una ceja a la vez y yo rodé los ojos-. ¿Tanta miel os ha dejado con resaca? Era broma...
-Nosotros... –Jake miró a Nessie y ella asintió-. No venimos a decirte ninguna broma. He estado hablando con tu hermana... –Rodé los ojos y volví a tumbarme en la arena, él se sentó a mi lado y Nessie se apoyó en su espalda, abrazándole de un modo que me hizo sentir extraño-. No me hace gracia que le rebatas una orden... mucho menos que trates así a Sean... somos hermanos y...
-Y él empezó... –Bufé algo molesto-. Además, ya me disculpé... él sin embargo se llevó el beneplácito de mi queridísima hermana... ya ves qué familia...
-Él se ha llevado lo que se merecía, te lo aseguro. He estado con él y con tu hermana... y con Quil... y Kyle.
-¿Ha habido una reunión a la que no he estado invitado? –Él hizo una mueca-. Qué bien... mi familia reniega de mí...
-No era una reunión oficial...
-¿Eso quiere decir que era una reunión para hablar de mí?
-Exacto, chucho amargado... –Nessie golpeó mi frente-. ¿Quieres dejarle hablar? Tenemos algo importante que decirte, por eso estamos aquí...
-Es... –Sus miradas me lo dejaron claro-. ¿Está bien?
-Depende... –Nessie bajó su mirada y miró a Jake-. ¿Te importa esperarme en casa?
-¿Segura? –Ella asintió y le besó dulcemente los labios-. Seth... me llevo a tu amante, ¿vale? –Puse una mano en su pecho-. No es nada... –Suspiró-. Pero creo que luego no tendrás ganas de estar pendiente de ella...
-¿Habéis estado con ella? –Ambos se miraron y mi corazón se paró, Jake apoyó una mano en mi hombro y se levantó, palmeándolo un par de veces y atrayendo a la perrita que parecía volverse preocupada por mí-. ¿Cuándo?
-Hace dos días... -Nessie se acomodó a mi lado-. Deberías saber que Alice no lo vio venir, sólo la vio desaparecer cuando tomaba rumbo a Treviso, así que se imaginó que nos encontraríamos...
-Así que no se encontró con Alice...
-Sí... en París. Pero lo que Alice no esperaba es que ella fuera a Venecia también... –La miré confuso-. Alice intenta no mirar... ¿sabes? No quiere saber, así evita que yo le pregunte o que tú le preguntes... o que mi padre vea... ya sabes. Ella le pidió que no te dijera nada de lo que viera... ni siquiera a mí... y Alice lo ha estado intentando.
-Muéstramela...
-Está muy cambiada... –Alzó una ceja y me mostró su imagen. Me quedé algo paralizado, ella parecía sorprendida y aturdida-. Quizá no sea la mejor imagen... es cuando me vio... si no fuera por su olor, apenas la hubiera reconocido... –Asentí sin poder hablar-. Le va bien... pero a veces se pone triste pensando cómo estarás...
-Muéstrame todo...
-No sé si...
-Todo...

Ella tragó y asintió con una mueca de pena. Yo empecé a ver sus angustias, sus medias sonrisas y sus medias verdades, pero lo único que veía completo en ella era la angustia y el miedo de que yo supiera de su vida. Su canción, sus lágrimas... esa coraza que había en sus ojos...
Nessie me miró apenada cuando terminaron de pasar las imágenes, creo que mi corazón latía una vez cada cuatro segundos. Se angustió y me abrazó, permaneció así mientras el cielo empezaba a oscurecer dejando paso a miles de estrellas, las cuales parecían estar todas burlándose de mí.
Seguí paralizado, hasta que me miró y acarició mi rostro.
-Nessie... –Ella negó-. En serio, necesito estar solo...
-No es buena idea...
-Nessie... –La miré fijo a los ojos-. Aléjate... necesito estar solo –Ella volvió a abrazarme-. Mañana iré a por Maila...
-Está bien... –Acarició mi rostro de nuevo-. No hagas tonterías, quieres... hazle caso a ella... es lo mejor, lo sabes... –Besó mi rostro-. Y no olvides que todos te queremos.

Asentí y miré al infinito mientras ella se marchaba. Miré mis cascos llenos de arena, puse el play y la pequeña Claire volvía a acertar...


Vi amanecer con aquella canción, mirando de nuevo al acantilado y volviéndola a ver esconderse tras él. Me levanté y sequé mis lágrimas, mi locura volvía a hacerme verla en todas partes. Entré en fase y corrí sin rumbo hasta llegar a un lugar que conocía bien. Salí de fase en las afueras de la ciudad y corrí hasta aquel portal, llamé y la puerta se abrió. Ella me abrazó y no pude evitar romper en llanto.
-¿Qué ha pasado?
-Olvida todo lo que ha pasado. No quiero que sufras más por mí, no quiero que nadie lo haga... te ofrezco lo único que puedo darte... los restos de mí, de lo que era... de lo que fui. Pero no me pidáis más que eso, no me pidáis que rehaga mi vida, mi corazón ya está entregado...
-Seth... –Me besó y me alejé negando-. Tienes que olvidarla...
-No pidas un imposible... confórmate con lo que siempre has tenido...
-Está bien... ¿quieres pasar a desayunar?
-No... Tengo que ir a... –Suspiré-. Tengo que ir a por Maila... pero prometo que el viernes saldremos... que recuperarás al Seth de siempre... pero necesito esta semana... –Ella asintió y besé su frente-. Sólo una semana...

Me marché de allí apenado, recogí a mi perrita y Nessie me miró preocupada, le expliqué lo mismo y me encerré con la única que me entendía por una semana... una semana en la que me obligué a empezar de nuevo, en la que prometí a su recuerdo empezar de nuevo...

1 comentarios:

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YOAN Mextli
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17 de diciembre de 2010, 16:19 delete

hola ya tenia un rato sin venir a molestarlas espero estenn bien les ha quedado precioso leere todos los demas que voy muy atrasada bueno nos leemos mas adelante

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