Capítulo LXXIIb: Cacao. Seth POV.

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Pues aquí está el esperado Seth POV, 17 páginas... saboreádlas y disfrutadlas...

El capítulo se iba a llamar Mary Ann Wilson, pero lo he cambiado a última hora porque me parecía más gracioso... ya lo entenderéis ;)
Espero que disfrutéis de esa parte del capi leyéndola tanto como yo escribiéndola... con la mitad me conformo, de hecho... jajajaja
Silvy


Jake estaba sentado… esperando. Mi pierna temblaba compulsivamente, no podía estar quieto en el sitio y a él parecía molestarle.
-¿Puedes parar quieto?
-¿Podrías tú? –Bufé-. Si tu mujer no aparece en menos de una hora, iré a por ella… iré a buscarla. Me importará una mierda que esas sanguijuelas se me echen encima…
-Si fueras tan idiota de hacer eso te cruzarías con ellas en el aire… -Rodó los ojos-. Cálmate, volverán pronto… el avión se habrá retrasado…

-¿Qué hora es?
-La misma de hace cinco minutos… más cinco minutos. -¿Tres y cuarto? –Me miró mal-. Voy a dar una vuelta… ayudaré a Leah…
-¡No, no, no! –Se levantó para pararme-. Quédate ahí…
-Necesito… matar algo… necesito cazar sanguijuelas. No sabes cuanto. No sabes lo que deseo ver arder de nuevo esa aberración de la naturaleza.
-Cálmate. Sólo pondrás a Leah de los nervios… pégate de golpes contra la mesa si quieres, tiembla todo entero… pero no me hagas aguantaros a los dos a la vez, me pegaría un tiro sin Nessie aquí… siéntate, ¿vale?
-Tú mandas, jefe… -Bufé tirándome en su sofá y temblando entero-. Tan listos que son esos putos bichos podían haber inventado una máquina del tiempo… -Dije al rato-. ¡Dios! ¿Qué hora es?
-¡Las tres y veinte, Seth! –Gritó. Convulsionó ligeramente y decidí controlar mis nervios-. Entiendo porqué Vera te ha echado de tu propia casa…
-Gracias por el apoyo y la comprensión…
-De nada…

Ambos hicimos una mueca y miramos el techo. Bajé la vista para mirar el reloj y él hizo lo mismo. Él también parecía angustiado… pero yo no sabía siquiera qué iba a encontrarme, qué es lo que habían hecho con ella. ¿Quería ser más joven? ¡Idiota! No debiste haberle dicho que querías dejar la manada por estar con ella… ¿No tuviste otra idea mejor? Me cansa escuchar los repetitivos pensamientos de Vera sobre los celos de Wendy… estoy harto de ver cómo mis hermanos están con sus mujeres y que ellos vean cómo yo estoy contigo… ¿Ahora lo piensas? ¡Gilipollas!
-No, déjalo. No le despiertes, por favor… no quiero soportarlo más horas en modo hiperactivo… mis nervios no podrían…
-Es su ronda…
-Dile a Quil que cubra la mansión Cullen, puede que los busquen a ellos también. Kyle cubrirá La Push con Collin y Jared… Brady y Paul cubrirán Forks.
-Paul va a doblar turno…
-Pues… no sé, Vera. Dile a Cora que va a ser su primera salida, la quiero custodiada por Brady a cada momento… Sean irá con ellos.
-Sean doblará turno…
-¿Sean tiene hijos?
-No, pero…
-Entonces doblará turno. Yo lo hice hace tres días… y Seth lo hizo durante una semana. Si quiere librarse de pringar, la única excusa que me vale es tener hijos, una novia de la que no sabes ni como está… o una mujer que corre peligro de ser atacada por tu mejor amigo. Si no tiene ninguno de esos tres problemas, dobla turno. ¿De acuerdo?
-Claro…

Noté algo sobre mi cuerpo. Me removí ligeramente y me acomodé… ¿Acomodarme? Abrí los ojos y salté del puñetero sofá, me había quedado dormido. Jake saltó de la silla, también se había quedado ido, aunque no de manera tan profunda como yo… las cuatro y media… pero de la mañana. ¿Dónde cojones estaba su mujer? Le miré y simplemente torció el morro.
-¿Cuándo van a venir?
-No lo sé… la he llamado y no contesta, estarán en el avión…
-¿Cómo que no contesta? –Cogí mi móvil y la llame una y otra vez. Apagado-. ¿Cuántas horas tarda el avión? ¿No se supone que es el medio más rápido?
-Seth… -Su mirada asesina me obligó a sentarme-. Vuelve a dormir.
-¿Crees que puedo? –Rodó los ojos y miró al techo-. No sé cómo puedes mantener la calma… -Mi pierna cobraba vida sola de nuevo, temblaba como todo mi cuerpo-. Tío, tengo que salir… iré a ayudar con la ronda…
-Están todas bien cubiertas. Sólo los enervarías a todos… quédate aquí…

Su móvil sonó y me levanté de golpe. Era ella. Él suspiró calmadamente mirándome aún con todo su poco amor por mi hiperactividad.
-¿Dónde estáis?
-Acabamos de llegar…

Fue todo lo que necesité, salí corriendo y entré en fase para poder ir más deprisa, alguien se coló en mi cabeza… Cora. Estaba corriendo… ¿Delante de un vampiro? ¿Qué cojones estaba haciendo esa cría? Corrí hacia su posición a toda velocidad y aullé para alertar a mis hermanos. ¿Estaba loca?
-¿Qué pasa?
-Cora… -Dije sin más-. Juega a burlar vampiros…
-¿Dónde demonios se ha metido Brady? ¿Y Sean?
-Vamos detrás… -Brady parecía adormilado-. Necesitaba parar un momento, la he dejado a cargo de Sean…
-¿Y Sean…?
-¡Aquí! –Dijo saltando sobre el vampiro-. ¡Cabrón! –Los dientes del vampiro pasaron a un centímetro de su cara, me encogí al sentirlo como él. La sanguijuela volvió a seguir a Cora-. ¡Deja a la niña en paz! –Dijo saltando sobre sus espaldas, pero era demasiado rápido y ágil, jamás había visto nada igual… Se esfumó-. ¿Dónde se ha metido?
-¿Lo localizáis alguno? –Dijo Jake sin obtener respuesta-. Seth… yo tampoco he visto nada igual. Deberíamos deshacernos primero de él, es el último que sepamos y será zona segura para ella... si te vas me dejas sin el más rápido.
-¿Me lo estás pidiendo en serio? –Bramé-. ¡Dios! Avisad a todos, quiero su cuello entre mis dientes en menos de diez minutos. Daros prisa.

Mis hermanos actuaron deprisa, todos se movilizaron y rastrearon cada centímetro de bosque, no había rastro de él, parecía que se hubiera esfumado. Empecé a preguntarme qué endemoniado don tendría para poder perderse así en nuestro territorio.
-Es imposible…
-Hemos buscado en cada centímetro…
-Tiene que estar aquí… -Dijo Jake-. No estamos buscando bien…
-Jake, tú mismo lo has visto… -Suspiré pesadamente-. Deberíamos repartirnos, que unos salgan del territorio y otros vayan al centro. Haremos y desharemos el camino hasta dar con él…
-Está bien… Quil, vuelve a casa de los Cullen, quiero tenerla cubierta por si intenta ir allí… el resto a First Beach, dibujaremos un abanico… no puede haberse esfumado…


Nos dirigimos al punto de partida, yo estaba harto, sólo quería ir en dirección contraria, al aeropuerto. Empezamos con el ridículo abanico, zigzagueando para cubrir el máximo territorio posible, aún así no había rastro, ni un leve aroma… nada.
Un olor quemó mi nariz. No era la mía, era la de Quil. Unos olores conocidos… estaban llegando. Zigzagueé más rápido, sólo quería cubrir mi zona antes y llegar hasta Quil… y hasta ella. El olor era cada vez más intenso, pude discernir el suyo entre tanta peste dulzona. Mi corazón volvió a latir con ganas, corrí más rápido. Algo impactó sobre mí.
-¡Hijo de puta! –Me revolví viendo que todos venían en mi ayuda, Quil notaba que los Cullen le seguían-. ¿De dónde ha salido?
-Aguanta Seth, estamos llegando…
-Aguanta… correr más, es demasiado rápido y va a escaparse -Me miró y gruñí, se lanzó contra mí y le di un zarpazo lanzándolo a diez metros, se levantó y se esfumó para impactar en mi pierna… noté el chasquido del hueso al partirse-. ¡Cabrón!
-Seth estoy llegando… Edward acaba de pasarme…
-Va a matarme… -Se desdibujó frente a mí, parecía gustarle jugar… podía notar su aroma aún en mi nariz, no podía dejar que me matase sin haber llegado a verla… lancé otro zarpazo al aire-. ¡Muérete ya! –Lancé otro zarpazo-. ¡Púdrete!
-¡Mío! –Gritó Edward saltando sobre él y arrancando su cabeza-. ¿Estás bien?
-¡Sólo quiero verla…! ¡Chicos, haced algo!
-Voy de regreso, Seth… -Quil sonreía-. La verás en un minuto…
-¡Seth! –Jake derrapó a mi lado, rió levemente al ver que me molestaba la tierra que me había lanzado a la cara-. Vamos campeón, ya está todo arreglado…
-Deberías salir de fase, va a dolerte mucho más si empieza a soldarse… -Carlisle sonrió derrapando a mi lado-. Déjame ver a ese humano que llevas dentro…
-Dos minutos, Edward…
-Sal de fase ya…
-Jake y su tono autoritario… mi cuerpo convulsionó y pude notar como me quedaba a puertas, su aroma era cada vez más intenso en la nariz de Quil. Jake salió de fase sonriendo-. No te enfades, perro… -Golpeó mi hombro y rió-. Tendrá una buena bienvenida, así olvidará que su novio es un idiota que no ve por donde va… -Temblé y gruñí-. Seguro que prefieres tener la pierna recta cuando la veas, y créeme que me agradecerás que no tengan que volver a romperte los huesos.
-Veamos… -Temblé por el tacto frío de Carlisle-. Tengo que colocarte de nuevo la rodilla… -Me miró con una mueca-. Va a doler…

Sonó un chasquido enorme, grité al notar cómo el hueso se encajaba de nuevo en su lugar, un ardor horrible se extendía desde mi rodilla a toda la pierna, me revolví y Jake hizo una mueca de dolor sujetando mis hombros. Collin y Brady aparecieron con Kyle, Paul y Jared me ayudaron junto a Jake a levantarme, me desmayé notando de nuevo un chasquido al apoyar la pierna.
-No tardará en despertar…
-Gracias, Carlisle… -La voz de mi madre me reportó cierto alivio, podía notar algo húmedo en mi cabeza-. No sé si sigue teniendo fiebre… -Medio rió y me removí-. Parece que ya despierta…
-Déjame… -Una mano fuerte y suave tocó mi frente quitando el paño húmedo-. No tiene ya fiebre… -Abrí los ojos y Leah rió-. Vaya, buenos días, bello durmiente…
-¡Seth! –Vera me abrazó, parecía aliviada-. Te ha costado despertar…
-¿Cómo te encuentras cariño? –Mi madre me miró de un modo raro, su sonrisa era rara… me levanté de golpe al pensar en lo ocurrido y Leah me tumbó-. ¿Qué pasa?
-¿Dónde está?
-No deberías moverte por esta noche… -Carlisle sonrió-. Está en casa de Nessie, ha preguntado varias veces por ti… no deja de preguntar si sufres…
-Tengo que verla…
-No, hermanito… -Leah y Vera volvieron a tumbarme-. Deja que tu pierna cure, iré a buscarla y la traeré aquí… pero tú no debes salir de la cama –Carlisle examinó mi pierna con cuidado y Leah suspiró-. Vuelvo en unos minutos, no des guerra.
-Te acompaño… -Vera se alejó y Carlisle dobló mi rodilla, grité-. ¿Estás bien?
-Lo siento… -Dijo mientras yo me retorcía de dolor-. Parece que algo no ha ido bien… -Hizo una mueca-. ¿No puedes estar quieto ni dos minutos…? –Pareció resignado-. Has saltado dos puntos… -Negó pesadamente-. Tendré que volver a coserte y ponerte antibióticos… -Miró a mi madre y a las chicas de un modo que no me gustó-. Iré a por el material…

La luz daba en mis ojos, tenía calor. Me removí y tiré de las mantas que alguien me había puesto… mamá y su estúpida creencia de que necesitábamos taparnos… Bufé y la tiré al suelo, abrí los ojos de golpe al notar su aroma. La habitación estaba vacía, murmullos en el piso de abajo. Cogí de nuevo la manta y la olí, no había sido Sue… Me levanté y gruñí al doblar la pierna, ardía.
-¿Qué se supone que haces? –Nessie abrió la puerta y me miró sonriente… más bien radiante-. No puedes moverte de la cama, ¿no recuerdas lo que dijo Carlisle? –Traidor… antibióticos, ahora entendía esa mirada… Nessie sonrió-. Necesitabas estar quieto por unas cuantas horas más… no hubieras aceptado si lo hubiera propuesto. Además, no mintió. También te puso antibióticos…
-Antibióticos narcotizados… -Negué aturdido y la miré-. Quiero verla.
-Calma, tito Seth… -Ella sonrió-. Deberías dormir un poco y despejarte, aún estás algo atontado por la medicación…
-Eso creo… -Me notaba lento, pesado… olí de nuevo la manta y sonreí-. ¿Dónde está?
-Fuera… ha ido a pasear a Maila, no sé cual de las dos estaba más nerviosa… -Rió-. Estábamos esperando a que despertaras para desayunar juntos… pero no querías despertar y ella no quería que te zarandease… así que hemos desayunado sin ti, aunque te hemos guardado unas tortitas…
-Sólo dos… -Jake rió asomándose-. No deberías apoyar la pierna, ¿sabes?
-¿Por qué no… os largáis?

Me levanté y cojeé hasta las escaleras, las bajé saltando sobre la pierna buena y Vera y Leah murmuraron algo sobre que debería desayunar… las ignoré. Cojeé hasta la puerta y cuando la abrí mi corazón palpitó. Llevé una mano a mi pecho y me aventuré a bajar las escaleras del porche. La brisa soplaba trayéndome su aroma, me encaminé en contra del ligero aire.
Pude escuchar los ladridos de Maila, pude escuchar cómo correteaba por el lado derecho de la casa, su risa… mi corazón. Sonreí al escucharla y respiré aliviado, su risa…
¿Por qué no me movía? Sólo tenía que doblar la esquina y verla, abrazarla, besarla… pero algo en mí me hacía lento, o quizá sólo era una estúpida sensación de que todo sucedía más rápido… no podría explicar esa sensación. Me notaba mareado. Respiré de nuevo y seguí andando, su risa bailoteó con la brisa haciéndome sonreír, Maila dobló la esquina de la casa y subió a mi pecho, la acaricié y reí, parecía alegrarse de verme… bajó y me apoyé en la pared de la casa para poder girar…
Ahí estaba. Mi corazón se encogió, no era lo que esperaba. Ella intentó sonreír, pero me miraba seria, nerviosa… parecía asustada. No era nada de lo que recordaba, pero cuando nuestras miradas se cruzaron… Tragué en seco e intenté ser rápido para sonreír, pero en vez de dar la orden a los músculos de mi cara, mi cerebro desvió la orden a mis piernas. Empecé a andar, cojeaba ligeramente, no me importaba ya el dolor. Ella se apoyó en el suelo para levantarse, tardó el tiempo exacto para que mis brazos la cogieran y la estrecharan fuerte. Respiré su aroma, acaricié su suave pelo y quise llorar, reír y gritar, todo a la vez. Co
gí su cara y la miré, ella me miraba asustada, paralizada.
-¡Niña tonta! –Volví a abrazarla-. No vuelvas jamás a hacer algo así. ¿Sabes lo preocupado que estaba? No sabía qué… -Sus brazos caían a los lados de su cuerpo, su corazón se había acelerado tanto como el mío, sus labios estaban entreabiertos y sus ojos me miraban con miedo. Sus ojos… brillaban. ¿Lloraba?-. ¿Estás…? –Limpié una lágrima y besé su mejilla-. Lo siento, no quería asustarte… -Suspiré-. ¿Estás bien? –Ella asintió limpiando otra lágrima, pero no habló-. ¿Seguro? En serio, lo siento… -La abracé-. No quería gritarte, sólo estaba preocupado, ¿vale?
-¿Estás bien? –La miré sorprendido-. ¿Te duele?
-¿Qué?
-Tu pierna… -Sacudí mi cabeza y ella volvió a preguntar-. ¿Te hace daño?
-¡No! –Dije sonriendo-. Ni me acordaba de ella… -Ella asintió mirando el vendaje e hizo una mueca desviando su mirada a mis manos tomándola por la cintura. La solté-. Perdona… sólo… me alegra ver que estás… -¿Viva? Suspiré-. Yo…
-¿De verdad que no te duele? –Me dijo confusa dejándome a mí del mismo modo-. Es que… te oía gritar desde muy lejos… -Pareció apenada-. Estaba… creo que estaba preocupada. Por ti… -Sonreí y ella me miró raro-. Pareces feliz…
-Mucho –Maila se acercó lloriqueando y ella se agachó a acariciarla. Tomó mi mano para hacerlo y la miré detenidamente. Era extraño, era como si la conociera como sabía que la conocía, pero viéndola por primera vez. Se levantó tirando de mí y me miró raro-. Has cambiado… y a la vez te veo como siempre, pero diferente.
-No… -Frunció sus labios-. No sé qué quieres decir.
-Sólo… -Reí-. Que me alegro de que estés aquí, de cualquier forma –Ella pareció sonreír y me miró, sus ojos me decían que se guardaba algo-. ¿Qué?
-No… -Suspiró y sonrió-. Sigo sin saber qué quiere decir… -Rió-. Pero me siento… extraña. Como si te conociera.
-Así es… -Sonreí y acaricié su pelo, me miró de un modo que no podría describir, se limitó a sonreír después-. Pero tienes razón, es extraño.

Ella miró mi pierna y sonrió algo más, me miró con los ojos relucientes y acercó su mano lentamente, acarició mi pelo sonriendo y yo sentí como si estuviera tocando lo más profundo de mi ser. Cerré los ojos disfrutando de esa sensación, inconscientemente coloqué de nuevo mis manos en su cintura y apoyé mi cabeza en su hombro. Ella siguió acariciando mi pelo y después mi espalda. Me devolvía el abrazo y era… simplemente hubiera deseado pasar toda mi vida en ese instante.

Pasó las primeras dos semanas en casa de Nessie, seguían trabajando duro en recuerdos… aunque siempre preguntaba por mí y esperaba a estar conmigo para preguntar las cosas más difíciles, cosa que realmente me incomodaba e intentaba contestar con monosílabos hasta decidir qué iba a decirle de verdad… la verdad era demasiado dura y no quería que sufriera de nuevo. Hablé con Carlisle, con Gabriela, con Nessie… acabé decidiendo que lo mejor era decirle parte de la verdad, no necesitaba saber demasiados detalles. Le expliqué que ella había tenido una vida normal, con unos padres que la adoraban, amigos que lo hacían de igual modo… que conoció a Nessie y ella quiso compartir toda nuestra historia con ella, le conté nuestras historias, los dones… qué es lo que ella había ido a pedir a Isabel y lo que salió mal. Pero cuando la dura pregunta que esperaba llegó, no supe qué decir.
-Seth… -Dijo en ese tono característico, sabía que iba a preguntar-. ¿Puedo preguntarte algo?
-Claro… -Sonreí pausando la película-. Me da que es profunda, ¿no?
-Sí… -Asintió y su cara pareció entristecer, mi corazón se encogió-. Yo… me he estado preguntando algo… -Me miró y yo me quedé congelado-. ¿Cómo murieron mis padres?
-Pues… -Su angustiosa e inocente mirada me hizo reaccionar-. Al parecer iban a ir a desayunar al restaurante favorito de tu padre… -Tragué y ella jugueteó con sus manos, le ofrecí la mía para que lo hiciera y la tomó haciéndome sentir peor, pero ella no tenía que saber cada mínimo detalle que la hiciera sufrir más… quizá se sentiría culpable si supiera todo-. Perdieron el control del coche… -Ella asintió retorciendo sus manos con las mías. Acaricié su pelo y me miró-. Lo siento mucho, en serio.
-Yo… -Bajó su mirada y me miró con los ojos llorosos-. ¿Puedo darte un abrazo?

Me lancé sobre ella y la abracé con angustia, ella lloró sobre mí y pude escuchar unas llaves en la puerta, Vera dudaba para entrar. Ese fue el primer día que se quedó en mi casa y el último en que su habitación estuviera vacía. Vera decidió mudarse con Leah y con mi madre, le resultaba extraño estar con nosotros ahora. No había querido decirle qué habíamos tenido exactamente antes de eso, al fin y al cabo sería muy complicado explicárselo y se angustiaría por no recordarlo… prefería que siguiera pensando que simplemente era su mejor amigo…

Cada día que pasaba parecía mejor, agradecí la gran ayuda de Nessie, cada día venía a pasar tiempo con ella mientras yo trabajaba, todos se volcaron en enseñarle nuevas cosas y en intentar ponerla al día con el nivel que se suponía debía tener. Conforme pasaba el mes de julio y ella avanzaba pensé que sería bueno que empezara las clases en septiembre, por lo que Bella y Jasper le consiguieron una nueva identidad, Mary Ann Darlene Wilson. Para el resto del mundo sería Mary Ann, había que explicar de alguna manera quién era ella… ya que no parecía en realidad Darlene.
-¿Una prima? –Sugirió Vera-. Como yo…
-Ya… -Leah colocó su brazo junto al de Darlene-. ¿No se nota, verdad? –Darlene se sonrojó y yo reí-. No va a colar que sea familia, no se parece a nadie que conozcamos…
-¡Chicos! –Gritó Nessie entrando como un tornado y depositando unos folletos en la mesa-. Está solucionado, los Denali nos han ayudado mucho… -Sonrió mostrando un folleto de institutos-. Serás la sobrina de Carmen y Eleazar Wilson… -Rió-. Estás inscrita en el instituto de Anchorage, el cual tiene un programa de intercambio con varios estados… ¿Adivinas qué instituto han solicitado? –Sonrió-. Estamos esperando que respondan, pero Gabriela va a encargarse de que sea a ti a quien escojan… -Me miró emocionada-. ¡Además te pagarán por tenerla en casa! Sólo tienes que rellenar este formulario proponiéndote como casa de acogida…
-Yo… -Miré el formulario a medio rellenar-. Nessie… -La miré y me levanté para abrazarla-. Gracias… en serio.

Pasaron los días, pero no llegaba una respuesta oficial y me daba miedo que de algún modo ella acabara en otra casa de las veinte que habían solicitado tener a un estudiante en acogida. Ella parecía algo más despreocupada, decía que no quería ir a otra casa… pero no sentía que para ella quedarse conmigo fuera una necesidad tan apremiante como para mí…
-¡Seth! –Abrí los ojos y ella me zarandeaba-. ¡Feliz cumpleaños, Seth! –Rió tendiéndome un sobre-. ¡Mira lo que ha llegado! –Me quedé algo parado al ver la carta certificada, estaba sin abrir y ella sonrió-. Creí que te haría más ilusión abrirla…
-¡Claro! –Sonreí y lo pensé-. Me da miedo que…
-¡Ábrela! –Sonreí al ver su impaciencia y la abrí, me quedé paralizado-. ¿Me quedo? –La miré pasmado y ella pareció decepcionada-. ¿Tengo que irme?
-No… -Reí y ella abrió los ojos ilusionada-. Te quedas… -Ella me abrazó, fue extraño porque jamás lo hacía sin pedírmelo-. Te quedas aquí…
-¡Es genial! –Dijo estrechándome más fuerte-. ¡Lo sabía! ¡Llegando en el día de tu cumpleaños tenían que ser buenas noticias! –Sonrió tendiéndome más cartas-. Han traído unas cuantas más, creo que son felicitaciones…
-Me dan igual… -Dije riendo y mirando la confirmación oficial-. Es el mejor regalo de cumpleaños que podía tener… -Ella sonrió y pareció algo apenada-. ¿Qué?
-Que ahora mi regalo va a parecer una tontería… -Se encogió de hombros-. Pero no me importa… ¿Sabes por qué? –Negué-. ¡Porque me quedo aquí! –Rió y me abrazó de nuevo-. Estaba preparando tortitas, Sue me dijo que es tu desayuno favorito…
-Claro…

Ella sonrió y bajó correteando, me quedé sentado en mi cama mirando las cartas, me sorprendió una de ellas, Cyntia Graham. Mi corazón se paralizó y me levanté a cerrar la puerta, me apoyé en ella y abrí la carta, desplegando la hoja y arrastrándome por la puerta hasta sentarme en el suelo.

Realmente… no sé porqué te escribo.
No sé, puede que en el fondo espere
que ella se ponga en contacto contigo antes que conmigo… aunque apenas tengo
esperanzas de que ella vuelva. Me gustaría poder coger el teléfono y llamarte,
decirte que en parte te odio por haberle dicho algo así por teléfono… por no ir
con nosotros a seguir sus últimos pasos. Aunque la búsqueda no sirviera para
nada, me hubiera gustado saber que te preocupabas por lo que podía pasarle, por
lo que pudo haberle pasado por la cabeza y lo que hizo. Sólo te escribo porque
han cerrado el caso, han encontrado un cuerpo en la costa de Niza, dicen que es
ella, aunque no pueden confirmarlo… yo no puedo creerlo. Me resigno a pensar que
se fue a Londres y sigue allí, esperando a que el dolor pase para volver a casa
con nosotros.
A pesar de todo no quieren creerme, no quieren hacer otra
búsqueda por Londres… y por desgracia han preferido certificar su muerte sin
siquiera comprobar que es ella… ¿Cómo puedes vivir con eso? Yo no lo soporto… no
puedo poner un pie en casa de mi hermana… y ahora dicen que es mía.
Michael
cree que debemos venderla, que es la única manera de que lo supere y asuma la
realidad… él piensa que ella también se rindió, pero yo no puedo creerlo. No
cuando te tenía a ti, no cuando tenía claro lo mucho que quería a mi hija… pero
tengo que hacerlo. Venderla es la única manera de que asuma que mi hermana ya no
está. El día veinticinco irán los de la inmobiliaria, así que debería coger
todas las cosas antes de que las tiren. Te agradecería que pasaras y me
demostraras que realmente te importa, que no has desaparecido como ella… porque
realmente no creo que pueda ir hasta tu casa a decirte personalmente la rabia
que tengo contra ti en este mismo instante.
No te odio, sé que la amabas…
pero no te comprendo. Sólo te pido un leve gesto por tu parte para demostrarme
que te importa. No sé si para ti que hayan cerrado el caso supondrá algo, a mí
sólo me dice que se han rendido en una búsqueda que yo nunca abandonaré.
Espero verte pronto… que al verte sienta que algo de esto es real…
Cyntia.

Suspiré y golpeé con mi cabeza en la puerta. Doblé la carta y pensé en quemarla… pero no podía hacer eso. Me vestí y guardé la carta en mis vaqueros, bajé a desayunar con ella, que sonreía y parecía irradiar inocencia y alegría.
-¿Tienes que trabajar?
-Sí… -Asentí y lo pensé-. Tendré que irme hoy a Seattle, tengo que arreglar unas cosas de… papeleos del taller.
-¿Vendrás a comer?
-No creo… -Sonreí-. Se supone que Seattle está a cuatro horas… tres si corres más de lo debido… -Sonrió-. Pero tardaré más…
-¿A cenar? –Asentí-. ¿En serio vas a ir en coche? –Negué y ella asintió riendo-. Aprovecharé el día con Nessie… quizá aprenda algo nuevo hoy.
-Seguro… -Alcé una ceja sonriendo-. ¿Cómo hacer una fiesta poco sorpresa?
-¿De qué me hablas? –Dijo riendo-. ¿Hay que hacer una fiesta por alguna razón? Pensé que con un desayuno especial te conformarías… ¿Quieres una fiesta?
-Tienes que practicar un poco más eso de mentir… -Sonreí y ella asintió pesadamente suspirando-. Pero tranquila, me haré el sorprendido, ¿vale?

Desayunamos y me levanté para irme, cogí mis cosas y Nessie llegó en el mismo momento, me felicitó y le hice un gesto. Ella entrecerró los ojos, pareció tan disgustada como yo pero disimuló algo mejor. Me dijo que se pasaría por el taller para explicárselo a Jake y que me fuera sin perder un solo segundo.
Cuando llegué… realmente me daba miedo llamar a la puerta. Suspiré y posé mi dedo en el timbre, apenas lo rocé para que sonara. La puerta se abrió dejándome ver a una Cyntia realmente demacrada… como estaría yo si pensara como ella y no supiera todo. Me quedé paralizado y ella me abrazó llorando, intenté consolarla en cierto modo pero era realmente difícil ya que me transmitía fuertemente su tristeza. Me miró y me hizo pasar.
-No pensé que… que fueras a venir.
-He leído la carta… y creo que era lo que te debía. No quiero que pases por eso sola, quiero ir… quiero que sepas que por supuesto que me importa… ella es mi vida.
-Siento… -Cargó a la pequeña y la acunó-. Creo que me pasé, pero realmente necesitaba decirte lo que pensaba, por mucho que en el fondo supiera que me estaba equivocando. Pero… -Contorsionó su cara en una mueca de dolor-. No puedo con esto, ¿sabes? Michael cree que voy a acabar como acabó mi hermana… -Me levanté y cargué con la pequeña para abrazarla-. No quiero perderle… pero tampoco quiero rendirme, no puedo…
-Lo sé… -La abracé más fuerte-. Yo creo que realmente está metida en algún sitio, que está bien… sólo… intentando superarlo… -La miré y ella asintió-. Y creo que es lo que deberías hacer también, tienes una niña estupenda. Tienes que pasar esto y hablarle de sus tíos… para que cuando su prima vuelva sepa que no los hemos olvidado –Tragué-. En serio.
-¿Debería vender la casa? Yo no quiero… pero Michael…
-Véndela… -Asentí-. Es lo mejor. No puedes llevar esa carga.
-Me gustaría conservar tantas cosas…
-Lo sé… -Acuné a la niña en mi hombro-. Por eso vengo, para ayudarte a empaquetar lo que quieras quedarte…

Al entrar en aquella casa… un escalofrío me recorrió. Empezamos a empaquetar, era r
ealmente duro ponerme en la piel de Cyntia… y el sentimiento de culpabilidad no me abandonaba. Si yo me hubiera fijado en las señales, si hubiera pasado con ella más tiempo en Seattle hubiera olido al demonio chupa… Rompí la caja. Cyntia acarició mi brazo para consolarme y yo tuve que salir. Nos tomamos un respiro. No podía quitarme de la cabeza ese pensamiento, si hubiera parado antes a Jairo su familia seguiría viva y ella seguiría siendo ella… no tendría que haber pasado por toda esta confusión, el dolor de tomar una decisión, de arriesgarlo todo por mí. ¿Cómo iba a explicárselo si algún día recordaba todo?
Volvimos al trabajo y llegó el momento más duro, el piso de arriba. La ayudé a recoger muchas de las cosas de la habitación de Nick y Grace, cuando traspasé la puerta de la habitación de Darlene… no pude evitar los recuerdos. Empecé a montar cajas y a guardar cosas de nuevo, ella examinaba todo buscando algún tipo de pista. Mi móvil sonó y me parecía mal cogerlo, aunque ella dijo que debería hacerlo, que no le importaba. Era Nessie.
-Ness… ¿qué pasa?
-¿Cómo va todo, cumpleañero?
-Pues… -Suspiré-. Va… ¿Y vosotras? ¿Cómo van las clases?
-Le estoy enseñando un montón de cosas… Alice, Claire y yo hemos pensado que le vendría bien unas lecciones sobre tiendas… -Rió-. Hemos venido a Port Ángeles y hemos parado a comer, sólo te llamo para que te feliciten… te paso con Claire.
-Vale…
-¡Felicidades Seth! Espero que vayas haciendo otro armario más grande para Darlene, porque no va a caber toda la ropa que hemos comprado…
-Gracias… por la felicitación y por el trabajo extra…
-¡Seth! ¡Felicidades! –Alice parecía más prudente de lo habitual-. Recuerda que este año va a ser muy importante… y que como este año vas a tener ingresos extras, deberías hacerte un regalo… algo grande y que pueda ayudarte en el futuro…
-Gracias… -Suspiré-. ¿Eso es algo que debería captar? Quiero decir… -Miré a Cyntia que parecía prestar poca atención a las cajas-. ¿Un consejo de los tuyos?
-Creo que me entiendes más de lo que pensaba… -Rió-. Te paso con Darlene…
-¡Hola! ¡Felicidades otra vez, Seth! ¿Cómo va tu día de negocios? Espero que ya estés terminando, porque tu madre me ha dicho que va a hacer tu pescado favorito… -Tomé una foto del escritorio… Sonreí al recordar lo feliz que estaba ese día…-. ¿Seth?
-¡Sí! Perdona… -Sonreí-. Estaré para la cena, no te preocupes… -Suspiré y sacudí mi cabeza volviendo a la realidad-. ¿Has comprado tantas cosas como dice Claire?
-Unas cuantas… -Dijo algo tímida-. Creo que me he pasado un poco, pero es que no sabía que necesitara tantas cosas…
-¿Mucha ropa, eh?
-No… -Murmuró-. Sólo un poco… un par de pantalones y camisetas… y un vestido, Alice me lo ha enseñado y no he podido decir que no… es precioso. Creo que me lo pondré esta noche.
-Seguro que estás preciosa… -Pude ver en el cristal la cara de pasmo de Cyntia-. Creo… -Suspiré-. Tengo que colgar…
-¡Vale! Trabaja mucho y rápido, no puedes llegar tarde, ¡recuérdalo!
-Tranquila… estaré a tiempo. No quiero que Sue se enfade, seguro que no tendría reparos en reprocharme lo desastroso que soy –Sonreí y ella rió-. Pasarlo bien… ¿vale?
-Seguro… -Suspiró-. Me da pena que tengas que trabajar tanto hoy, debería ser ilegal… me gustaría que hubieras podido venir.
-Lo sé, a mí también… el año que viene me tomaré el día libre, lo prometo… pero esto no podía esperar… -Cyntia guardó algo en la caja y suspiré-. Nos vemos esta noche.
-Adiós…

Colgué y suspiré de nuevo, Cyntia me miraba queriendo preguntar pero sin llegar a atreverse, fruncí mis labios y ella suspiró, parecía querer calmarse.
-¿Quieres que termine yo? –La miré y se encogió de hombros-. Si te están esperando, no tienes porqué quedarte… no quiero que pierdas oportunidades por estar aquí… -El tono en que lo dijo no me gustó demasiado, la miré extrañado y ella se encogió de hombros-. Sólo que parece que tengas algo más importante, nada más.
-Están intentando asegurarse de que llego a la cena. Quedaría un poco mal si llegara tarde a mi propio cumpleaños… -Alcé una ceja-. Pero puede esperar.
-¿Es tu cumpleaños? –Pareció sorprendida-. Lo siento, no… -Negó-. Felicidades. No me acordaba… no… yo pensé que… -Suspiró y se golpeó la frente-. Lo siento, soy idiota, pensaba que tenías una cita o algo parecido… -Negué y miré la foto-. Si quieres… llévatela. Siempre decía que esa foto era su preferida. Estáis tan graciosos…
-Es verdad… -Acaricié la foto con cierta nostalgia, era en uno de los muchos arranques de cariño, yo sonreía mientras ella plasmaba su beso en mi mejilla-. ¿No te importa de verdad?

Ella sonrió negando y empezó a empaquetar más cosas, bajamos todo al garaje, dijo que volvería otro día con Michael a por todas las cosas… aunque no sabía qué hacer con la mitad, dónde guardarlas o si donarlas… Mi corazón se encogió. Me despedí y le prometí que la llamaría pronto.

Mis ánimos estaban por los suelos cuando regresaba, sólo su inconfundible aroma sacó una sonrisa en mí cuando llegaba a casa. Salí de fase y me puse los pantalones donde había envuelto la foto… Mi segundo mejor regalo del día, sin duda alguna. Anduve con una sonrisa estúpida por notar su presencia cerca, su risa resonó y me apresuré a abrir la puerta. Me quedé embobado.
-¿Te gusta? –Dijo sonriendo-. Lo he visto… y lo quería –Me quedé aún más pasmado al verla tan interesada en mi respuesta, hizo una mueca-. ¿No te gusta?
-Sí… -Dije intentando calmar mi corazón-. Es… perfecto… -Estaba equivocado, ése era mi mejor regalo del día. Su sonrisa fue espectacular-. Tendré que buscar algo adecuado… ¿no?

Ella asintió enérgicamente, estaba emocionada… cuando llegamos a casa de mi madre ella me miraba constantemente, Nessie me pedía que por una vez no intentara quejarme de una fiesta que yo no había organizado, Darlene se había esforzado al máximo.
Disfruté cada minuto, pero de nuevo ningún regalo podía desbancar al número uno de mi lista de favoritos. Parecía integrarse bien, hablaba con todos como siempre, reía y bailaba, sus amigas parecían seguir viendo lo mismo en ella, como la mayoría. Los pensamientos de Kyle, Sean, Collin y Brady me lo confirmaban.

Se hizo la hora de irse, así que me despedí de las tres mujeres de mi familia y me llevé a la más importante conmigo, le abrí la puerta y ella sonreía y reía a cada segundo, era tan extraño verla así. No dejaba de mirarme mientras conducía, pero no de esa manera que yo recordaba, cuando se me comía con los ojos. Era algo más inocente, no podría adivinarlo… así que pregunté.
-¿Qué pasa? –Ella negó sonriendo y miró al frente por unos segundos. Cuando volvió a mirarme reí-. Darlene…
-¿Lo has pasado bien o sólo finges…? –Alcé una ceja-. ¿Eso es que lo has pasado bien? –Asentí sonriente-. ¿Mucho? –Afirmé-. Y los regalos… ¿Te han gustado? ¿Cuál ha sido tu favorito?
-¿Mi favorito? –Tragué y ella asintió-. Pues… -Suspiré-. ¿Cuál crees tú? –Se encogió de hombros-. La fiesta ha sido genial… creo que ningún regalo puede superar eso…
-Siento no haberte regalado nada… -Dijo apenada-. Realmente he sido un poco egoísta, me hacía mucha ilusión porque era la primera fiesta que organizaba… pero Nessie me dijo que era el mejor regalo que podía haber pensado… realmente no sabía qué podía regalarte.
-¿Sabes? –La miré aparcando-. Nessie tenía razón…

Sonrió y bajé del coche, fui a ayudarla pero ya había bajado, le tendí mi brazo y ella se aferró sonriente, Maila se lanzó sobre mí nada más abrir la puerta y ella empezó a reír por el susto que se había llevado. Le tomé un poco el pelo y miré el reloj, eran casi las doce.
Fui a ponerme más cómodo y cuando salí no la oía en toda la casa, me asomé pensando que se habría quedado dormida, pero no había nadie en su cuarto. Bajé y salí para verla cerca del bosque en pijama, se agachó y pareció observar algo. Me quedé por pura curiosidad, cuando se incorporó y me vio pareció sonrojarse, se acercó a mí con sus manos en la espalda y se encogió de hombros.

Le ofrecí un vaso de leche y aceptó a cambio de que fuera fría… sonreí asintiendo. Serví los vasos y al salir de la cocina la vi sentada en el sofá mirando la foto. Me asusté y dejé los vasos en la mesa para quitarle la foto. Me miró algo preocupada y la guardé en un cajón, sentándome a su lado en silencio.
-¿Quién…? –Dudó-. ¿Esa era yo? –La miré y ella frunció sus labios-. Nessie me enseña algunas imágenes de mi pasado… esa chica se parece a mi yo… a mí. A mí en el pasado –Asentí y ella se levantó para sacar de nuevo la foto, se sentó a mi lado y la miró-. Estabais… estábamos felices.
-Fue un día genial… -Suspiré acomodándome y ella me imitó esperando que le contara más-. Fue el catorce de febrero de este año… -Sonreí-. Ese día te pusieron clases hasta las cinco de la tarde y el sábado tenías que trabajar todo el día, yo salía a las siete y el sábado también trabajaba… habíamos planeado una fiesta brutal… bueno, iba a ser mi regalo para ti, pero insististe en que pospusiéramos la celebración al sábado noche… -Alzó una ceja-. Yo ya tenía la fiesta preparada, todos nuestros amigos iban a venir… no podía posponerlo a sólo unas horas, así que realmente estaba cabreado… empecé a preparar la fiesta sin ganas, todos mis amigos habían llegado y estaba al borde de un ataque cuando… apareciste –Alcé las cejas y ella sonrió-. Fue un día genial…
-¿Por eso estoy besándote? ¿Por qué era San Valentín?
-Eso… -Sonreí-. Era algo que hacías constantemente, me pegabas, me abrazabas… -Reí y ella pareció sorprendida-. Siempre hacías lo que te apetecía… aunque está bien que ahora pidas permiso… -Reí-. Pero era algo muy tuyo, abrazar, besar y pegar sin venir a cuento…
-Cuando me dijiste… -Dudó y sonrió-. Todos decís que recurrí a Isabel por hacer algo para alguien muy importante… -La miré-. Pero nadie me dice quien era…
-Nadie te lo dice, ¿eh? –Reí-. ¿Qué te hace pensar que voy a decírtelo? –Puso cara de pena-. Realmente… ¿Tú qué crees?
-Que… fue por ti. No veo nadie… -Dudó y me miró-. Nessie y las chicas dicen… que hay cosas que debemos guardarnos… -La miré confuso-. Que hay cosas que no son adecuadas contarlas… como lo de que sois lobos y ellos... –Asentí-. Y que hay cosas que no se pueden decir porque pueden llevar a situaciones complicadas… -Alcé una ceja-. No lo entendí muy bien, pero Nessie me ha mostrado muchas cosas y creo que esta es una de esas situaciones en las que debería callarme –Reí levemente y ella frunció sus labios-. Lo siento.
-¿Qué sientes? ¿Dejarme sin saber qué ibas a decir? –Ella sonrió-. Tienen razón, hay cosas que son demasiado complicadas… siempre que te sientas incómoda o que vayas a hacer sentir a otra persona así, es mejor dejarlo estar.
-Es que… no sé si te sentirías mal.
-Prueba…
-Iba a decir que… me importáis todos mucho, pero nadie me importa como tú. Así que supongo que si ahora es así, será porque antes… también lo era… -Sonreí-. ¿No? –Acaricié su pelo y suspiré asintiendo-. ¿Lo hice por ti?
-Pues… -Inspiré hondo-. Realmente no sé porqué lo hiciste. Fue una locura…
-Fue realmente malo, ¿cierto? –Negué y ella frunció sus labios, se acercó y me abrazó-. Lo siento… no sé muy bien, pero creo que te hice algo muy malo… ¿Fui mala amiga?
-Fuiste la mejor amiga que jamás he tenido… y lo sigues siendo.
-¿En serio? –Asentí y me abrazó más fuerte-. Me alegro de que estés conmigo, cuando Nessie intentaba explicarme lo que era un buen amigo jamás pude imaginar que fuera algo tan bueno…

Estuvimos abrazados durante mucho tiempo… se quedó dormida y permanecí sosteniéndola y viéndola dormir. Era algo que añoraba, verla dormir entre mis brazos. No podía sentir en cierta manera nada romántico, pero cientos de recuerdos de besos y caricias se agolpaban cada vez que la miraba.
La llevé hasta su cuarto y la arropé, quedándome por un rato y viéndola simplemente dormir, respirar… sonreír. Me fui a mi cuarto pensándolo, no podía dormir, en mi mente rondaban las palabras y la idea que Alice me había brindado, pero no podía hacerlo yo directamente. Volví a levantarme y me aseguré de que ella seguía durmiendo, salí de casa y entré en fase, corrí hacia la mansión Cullen, Alice estaba en la escalera y sonrió.
-No sabía cual de todos iba a aparecer… -Me senté a su lado pesadamente mientras ella me miraba alzando una ceja-. Pareces cansado… ¿Lo has pasado bien en tu fiesta?
-Sí… pero no estoy aquí por eso.
-Lo suponía. Pero la decisión está tomada, la he visto entrando en su cuarto. Durmiendo en su propia cama…
-¿La has visto? –Ella asintió y ambos torcimos el gesto-. Eso es… -Suspiré-. ¿Y si no lo hago?
-Pasará de todas maneras, algún día ella descubrirá algo… o simplemente recordará y querrá estar allí… está en su destino.
-Destino… -Reí falsamente y la miré-. Se supone que yo soy su destino… y que ella es el mío. Pero cada vez que parece que así va a ser pierde su sentido…
-Calma, perrito… -Dijo riendo-. Consúltalo con la almohada si quieres, el destino no está escrito a fuego… -Alcé una ceja, que me lo contaran a mí…-. No todo. Sí quiénes somos, sí qué o quiénes queremos ser. Esas decisiones rara vez cambian.
-Entonces no tengo nada que consultar… -La miré-. Pero no puedo hacerlo, si soy yo quien compra esa casa… Cyntia se hará preguntas. No quiero que ella sufra más… tiene una familia. Es injusto… no debería estar sufriendo tanto.
-No puede saber la verdad, Seth. Si así fuera, tendríamos que hacer lo mismo con Kevin, Ryan… y no podemos. Sería la excusa perfecta para los que os atacaron… y Marco tendría q
ue entrar en acción. Ya hacen demasiado dejando que las imprimaciones sepan…
-Lo sé… -Suspiré-. Pero me gustaría… -Ella asintió-. ¿Cómo puedo comprar una casa sin que sea yo quien la compre? –Reí-. Seguro que tú lo sabes…
-Sí… pero conozco a alguien que te puede ayudar más… -Miró hacia su casa, Jasper y Carlisle jugaban al ajedrez-. ¿Jasper?
-Un momento…
-Jasper, vas a peder. Déjalo correr…

Él alzó una ceja en su dirección mientras Carlisle y yo reíamos, me hizo mucha gracia la expresión de Alice… era como si estuviera intentando hacer ver a un niño que no había manera posible de conseguir lo que quería… Él suspiró y se dirigió hacia mí, sentándose un escalón por encima de Alice, que se acomodó en sus piernas.
-Deberías convencer a alguien de que la compre por ti, un contrato verbal para que no haya documentos si lo que quieres es que jamás sepan que es realmente tuya. Comprenderás que tiene que ser alguien que no puedan relacionar contigo, a veces los delincuentes más buscados lo hacen así, pagan un poco más a la persona que les compra la casa, comprando a la vez su silencio.
-Es decir… -Lo pensé-. Tengo que comprar la casa a través de alguien que no conozco… y pagarle para que lo haga y no diga que es mía… ¿Cómo un delincuente? –Reí-. No es para tanto, sólo quiero que Cyntia no sepa la verdad.
-¿Conoces a alguien que ella jamás pudiera relacionar contigo del que realmente te fíes? –Asentí-. Bien, ahora piensa que esa persona sospechará del motivo de la compra camuflada, quiero decir… la curiosidad de para qué necesitas otra casa… y para qué necesitas ocultar la compra. Eso puede complicar las cosas, podría chantajearte para ir con el cuento a Cyntia…
-No suena bien…
-Por eso pagan mucho más… -Jasper sonrió-. Otra opción sería hacerte una falsa identidad y que mandes a tu representante legal al acto de compra.
-Suena mejor…
-Pero te arriesgas a que a Cyntia le entre otra curiosidad morbosa por asegurarse de quien compra la casa de su hermana…
-¿Hay alguna posibilidad sin riesgos?
-No… pero la que menos levantará sospechas para Cyntia es que otro compre por ti.
-No puede ser nadie de la zona… -Jasper y Alice asintieron-. Eso complica las cosas… no conozco a nadie que ella no pueda relacionar con la reserva… a excepción de vosotros, claro…
-Nessie… -Jasper hizo una mueca-. Y hemos vendido ya tres casas allí, sería raro si reapareciéramos…
-Quizá funcione… -Edward sonrió saliendo abrazado por Bella-. No es mala idea, puedo convencer a Tania…
-No sé si… -Hice una mueca-. No quiero tener que molestarles más, ya han hecho suficiente por nosotros y no quiero que tengáis que pedirles nada más…
-Es lo que se hace por la familia… -Dijo Esme arrastrando de la mano a Carlisle-. Ellos son parte de nuestra familia, también vosotros. Y no supondrá esfuerzo para ellos, creo recordar que estaban buscando un nuevo lugar para empezar…
-Pero… -Miré a Edward, lo pensó-. Ahora están vinculados a ella…
-Wilson es un apellido corriente, ¿recuerdas? –Jasper sonrió-. Por eso lo escogí… de cualquier modo puedo facilitarles otra identidad… y que se muden con otro nombre. Así podrían estar empadronados en dos sitios a la vez y no supondría riesgo alguno.
-Deberías marcharte ya… -Alice miró al infinito y después me sonrió-. Va a despertar y va a preguntarse donde estás…
-Está bien…
-No te preocupes de nada… -Edward sonrió-. Les llamaremos de inmediato y mañana podrás hablar con ellos personalmente.
-Te lo agradezco…

Cuando volvía hac
ia casa estaba realmente preocupado, no quería pensar en todos esos retorcidos riesgos, quizá todos fueran improbables… pero en vista de lo que sabía, tenía claro que no había imposibles. Ya no podía creerlo, no después de pensar que era imposible perderla de nuevo y haber estado tan cerca… ¿Cuántas probabilidades había de que ella volviera a pisar Volterra? ¿Una entre un millón? Y ella misma fue a la boca del lobo… por mí. Casi la pierdo de nuevo por mi culpa.
Abrí la puerta y ella me miró desde la cocina, parecía sorprendida y a la vez preocupada, torció sus labios levemente y medio sonrió.
-Pensé que estabas durmiendo… no sabía que no estabas…
-¿Demasiado sigiloso? –Rió asintiendo y reí con ella-. Tenía unas cosas que aclarar… -Entrecerró sus ojos-. Con los Cullen… a ellos no les molesta que vayamos a verles en medio de la noche.
-Ya… -Rió y abrió sus ojos-. Ya que estás despierto… ¡Espera un minuto! –Alcé una ceja y la vi subir corriendo las escaleras… ese sonido, cuántas veces había añorado ese sonido… Apareció saltando las últimas escaleras y sonrió con su mano en la espalda-. Oficialmente ya no es tu cumpleaños… así que ya no puede ser el regalo más penoso de tu cumpleaños… -Sonrió y luego frunció el ceño-. Aunque ahora podrás decir que es el más penoso de tu vida… no se qué es peor.
-¿Regalo? –Alcé una ceja y ella suspiró-. Pensé que era la fiesta…
-Sí, pero luego me sentí mal… -Suspiró-. Realmente también es egoísta, no es un regalo, es más bien algo que quiero saber… -Se mordió el labio angustiada-. No solo va a ser el regalo más penoso, también está siendo la
presentación de regalo más ruinosa del mundo… -Reí y negué-. Bueno, dicen que lo importante es la intención… -Se encogió de hombros y me dio una pequeña caja roja-. Es… la vi el otro día… y cuando me he puesto el pijama me he acordado y he ido a por ella…
-Veamos… -Abrí la caja y me sorprendió ver aquella pequeña flor. Esa precisa, pequeña y simbólica flor. Quité mi cara de circunstancia, parecía sospechar y tenía que decir algo que no sonara a… “¡Eh! Es que eras mi novia, mi imprimación… mi vida”. Sonreí débilmente y la miré-. ¿Una flor?
-En realidad… -Se encogió de hombros-. Se parece a mis tatuajes… y es azul. Pensé que te gustaría porque es tu color favorito… -Sonreí-. Es una tontería, sólo quería decirte que… -Señaló los pétalos-. Tiene cuatro pétalos, pensé que sería algo así como el trébol de la suerte… -Sonrió y negó-. Es una chorrada, sólo… pensé que quizá pudieras tenerlo como una especie de talismán…
-Te lo agradezco… -Sonreí e hice de tripas corazón-. ¿Qué es lo que quieres saber?
-Creo que es la que llevo tatuada… Nessie me dijo que lo hice porque representa fidelidad… pero no me quiso contar más… y todas tienen uno parecido –Asentí notando mi corazón latir con fuerza-. ¿Qué simboliza?
-Es… -Suspiré… pensé y sonreí-. No tengo ni idea. La de las flores eras tú… -Sonreí de nuevo y ella me miró frunciendo sus labios-. Imagino que te gustó, por eso te la tatuaste…
-¿Y las letras?
-Pues… -Suspiré y la miré fijamente-. Personas que te importaban… -Ella me miró también fijamente, quería más-. No sé si… -Ella bajó la mirada y volvió a mirarme suplicante-. Te lo hiciste en un día muy nostálgico, echabas de menos a mucha gente importante en tu vida…
-Ellos… -Pareció buscar las palabras adecuadas-. Ya sabes…
-Darlene… -Acaricié su pelo y suspiré-. Perdiste a demasiada gente. No deberías… -Negué-. No te merecías pasarlo tan mal. No te mereces todo lo que has pasado, ni esto…
-Yo… -Negó angustiada-. Siento que soy un monstruo, debería querer llorar y estar más triste…
-Oye… -Cogí su rostro-. No veo nada en ti que me haga pensar eso, eres una chica estupenda… lo eras y sigues igual, nada ha cambiado en el fondo. Estoy seguro de que podrás recordarlo todo…
-He tenido un sueño extraño… -Me miró aún angustiada-. Llevo unos días teniéndolo, no sé si tiene algo que ver… pero sueño con una chica rubia y dos chicos… es como si estuviera en una clase y aparece Nessie… siempre se acaba cuando voy a hablar con ella, no consigo recordar nada más. Ella dice que es el día en que nos conoció, pero que no significa nada porque ella ya me lo había contado.
-Seguro que simplemente son tus ganas de recordar… y por eso sueñas con algo que ya sabes, intentando buscar algo más… -Ella asintió-. No te angusties. Date un tiempo… ahora vamos a dormir, ¿quieres? –Sonreí-. Todo irá bien, en serio… -Me miró apenada y me abrazó-. Te lo prometo.
-No sé porqué, pero te creo… -Me miró más calmada-. Gracias por todo… por escucharme, por contestar a todo… por no ocultarme nada… -Eso dolió-. No sé cómo voy a poder compensarte, sé que era tu amiga pero… que me acogieras en tu casa…
-No tiene importancia, Nessie también lo hizo…
-Pero… ella necesitaba tiempo con Jake, a veces me sentía como… como un estorbo. Ella dice que no era así, pero… aquí no me siento así. Gracias por eso…
-No eras un estorbo para ellos… sólo que Jake quiere acapararla demasiado… -Reí-. Si Nessie le dejara, la secuestraría para que nadie más pudiera verla…
-La quiere mucho… -Suspiró en mi pecho-. Se portaron muy bien, pero aquí… -Me miró sonriendo-. No quiero ser una carga, si algún día necesitas tu espacio lo entenderé… pero realmente me siento cómoda contigo. Haces que todo sea más fácil para mí. Gracias…
-Para eso están lo amigos…

La acompañé hasta su cuarto y coloqué la caja abierta en mi mesilla… no pude dejar de mirarla hasta conseguir dormirme.

Los días fueron pasando, Tania vino a visitarnos sola y me dijo que ella compraría la casa. Quería pasar una temporada alejada de parejas, quería dar un espacio a Eleazar y Carmen… quería estar instalada cuando Kate y Garret volvieran de vacaciones.
Firmó el contrato el día veintiséis, yo estuve nervioso todo el día esperando una llamada de Cyntia, pero no pasó. Darlene me miraba preocupada durante la cena, estaba angustiada por lo que intenté distraerla, pero ella parecía también algo rara y no dejaba de mirarme.
-¿Pasa algo? –Negó mirando la televisión de nuevo-. Te noto rara…
-Es que… estás… diferente.
-Lo siento… no ha sido un buen día en el trabajo, estoy cansado… -Fruncí mis labios-. He estado esperando una llamada para saber si unas gestiones habían terminado… y aún estoy preocupado por eso.
-¿No han llamado? –Negué-. ¿Es por lo de Seattle? –Me quedé algo helado y asentí-. No te preocupes, seguro que todo sale bien… -Asentí pesadamente-. Deberías ir a dormir… pareces cansado.
-No quiero dejarte sola… parece que algo te preocupa a ti también…
-Sólo… he visto demasiadas películas hoy con Claire… -Alcé una ceja y negó-. Estoy algo confusa… se me pasará.
-¿Confusa? ¿Sobre las películas? –Reí y ella conmigo… luego se encogió de hombros-. Si necesitas que te explique alguna… -Reí-. Pero hay algunas que no tienen sentido.
-Eran películas de amor… -Tragué en seco intentando mantener la sonrisa-. Algunos se odiaban y luego se amaban… otros eran amigos y luego se besaban y pasaba algo más… -Negó aturdida-. Claire se emocionó de un modo raro cuando había una escena de sexo… -Me empecé a sentir incómodo-. Ha dicho que tenía muchas ganas de probar, pero… ¿Eso es que quiere ser madre? Quiero decir… tu madre es más mayor, Nessie me dijo que la suya es porque no cambia… pero ella no parece una madre, las madres se supone que están casadas y algunas con trabajo…
-No siempre, hay muchos casos… pueden estar divorciadas, madres solteras…
-Pero… ¿estudiante? Va a empezar su primer año de bachillerato…
-A veces… si no tienes cuidado… -Suspiré-. Es complicado, pero no creo que ella quiera ser madre… sólo… -Me sonrojé sólo de pensar cómo decirlo-. Quiere probar.
-Pero el sexo es algo que sirve para tener hijos…
-No sólo para eso… -Suspiré al recordar y tuve que templarme a mí mismo y buscar las palabras adecuadas-. La gente normalmente lo hace por razones… distintas –Me miró confusa-. Digamos… que para demostrarse que se quieren…
-¿Cómo los besos? –Asentí-. Pero ellos ya se besan…
-Pero… -Suspiré de nuevo y resoplé-. Es diferente.
-¿En qué se diferencia? –Me quedé boquiabierto y la miré incómodo, ella se mordió el labio-. ¿Es una de esas conversaciones que no deben tenerse?
-Algo así… -Ella pareció entenderlo y asintió acomodándose en el sofá, pero seguía
pareciendo pensativa y relinché-. ¿Qué no entiendes exactamente?
-Si te besas… ¿para qué necesitas más?
-Pues… -Lo pensé-. Si tienes… -Sonreí-. Leche… -Me miró raro-. Leche caliente… si tienes leche caliente, ¿para qué quieres ponerle cacao?
-Está más bueno… -Dijo sin más. Alcé una ceja y ella lo pensó-. ¿Es mejor? –Hice una mueca sopesándolo-. Pero… si es mejor… ¿Por qué Quil no quiere dárselo? Ella dice que siempre que lo intenta él no quiere… sin embargo él siempre ha dicho que quiere lo mejor para Claire…
-Eh… -Lo pensé y ella pareció vencedora-. Estoy pensando un ejemplo para explicarlo… -Ella rió-. Bien… -Repensé y ella pareció esperar divertida-. No encuentro ejemplos, simplemente es demasiado pequeña…
-¿Hay que ser mayor de edad? ¿Cómo beber y conducir?
-No hay… -Suspiré-. Creo que hay un mínimo legal, pero no es el punto… el problema es que hay cosas para las que es mejor esperar un poco… es algo muy importante, sobre todo la primera vez. Es algo más íntimo que un beso… -Me miró intentando comprender-. Nunca olvidas ese momento… es perfecto, es… muy tuyo.
-¿Tú tuviste tu momento? –Me lo dijo de sopetón, ella hizo una mueca-. ¿Pregunta incómoda? Lo siento… no hace falta que respondas…
-No deberías andar preguntando eso… -Sonreí-. Pero sí, lo tuve.
-¿Fue bonito? –Hizo una mueca-. Sé que no debería preguntarte todas estas cosas… pero es que pronto empiezo el instituto y Claire habla de ello con total normalidad… sólo quiero comprenderlo para no… ¿parecer tan nueva?
-Serás nueva…
-Pero… no sé. Me comparo con Claire o con Vera… y a veces me parezco más a Wendy…
-Es una chica genial…
-¡Es una niña, idiota! –Me dio un almohadazo y reí-. Sólo quiero parecer normal…
-Eres normal… -Sonreí y ella pareció descontenta. Suspiré-. Está bien, pero ten en cuenta que todas estas preguntas no deberías hacerlas a cualquiera…
-Tú no eres cualquiera… -Se encogió de hombros-. ¿No?
-No… -Suspiré y sonreí-. Pero tienes que empezar a saber qué preguntas no hacer… esta es una de ellas. Todo lo que tenga que ver relacionado con… sexo, relaciones románticas, política, dinero, situaciones familiares… esas cosas, es mejor que te las cuenten sin más, no debes preguntarlas.
-Sólo con gente con la que tenga mucha confianza… ¿no? –Asentí sonriendo-. Entonces… -Sonrió ampliamente-. ¿Cómo fue tu primera vez?
-Eso… -Tuve que reír por su cara-. Es algo demasiado personal, ¿sabes? –Me dio con la almohada de nuevo y yo reí-. Sólo te diré que fue precioso… fue algo inesperado y me sentí genial de compartirlo con la persona correcta… -Alzó una ceja y pude ver su pregunta, así que me adelanté-. Y no puedes preguntar nada más por esta noche… me voy a dormir.
-¡Oye! –Se aferró a mi brazo cuando me iba y suspiré rodando los ojos-. Sólo una más, por favor… -Negué pero me miró de un modo que acabé asintiendo-. Parece que eso es algo realmente importante y que no debe olvidarse… ¿Yo también tuve algo así? ¿Me sentí como tú describes?
-Creo que sí... no sé exactamente qué sentiste…
-¿Fue con la persona correcta?
-Has dicho una pregunta… -Sonreí y ella me miró mal-. Mira… deja de darle vueltas. Es algo íntimo que no vas contando a todo el mundo, así que… -Me encogí de hombros-. ¿Qué más da?
-Sólo quiero saber… -Entristeció-. Si pasó eso, esa persona significaba mucho para mí y no me gustaría que pensara que lo he olvidado todo… -Hice una mueca y ella suspiró-. Creo que debería saber quien es para poder disculparme…
-Oye… -Suspiré y me acuclillé pensando qué decir-. ¿Sabes por qué te fuiste a Londres?
-Nessie dijo que fui a estudiar…
-En parte… pero también te fuiste porque querías dejar de ver a esa persona… -Eso me dolió a mí más que a ella, pareció confusa-. No todo sale bien siempre.
-Entonces… ¿no era la persona adecuada? –No supe qué decir y ella frunció sus labios-. Creo que deberíamos haber dejado la conversación cuando me lo has pedido… ahora me siento peor. Me siento estúpida por no poder recordar a las personas que más quise y que fueron importantes…
-¡Ey…! –Me miró-. Mucha gente querría poder hacerlo, olvidar cosas de su vida, personas… borrar todo y volver a empezar. No es agradable todo lo que estás pasando, pero estamos nosotros a tu lado… quizá no todos los que te importaban. Pero hacemos lo que podemos…
-Lo siento… no debí decir eso. No quería decir eso, sólo que…
-Lo sé. Te gustaría saber todo, recordar todo… a mí también me gustaría que lo hicieras, ojala todo dependiera de mí… -Me odié, en parte yo podía hacerlo y no quería… pero solo imaginar lo que podría sufrir…-. Lo siento. No sé qué decirte, ojala fuera yo quien estuviera en tu situación.
-No, Seth… -Negó y se levantó murmurando-. No se lo deseo a nadie.

Me quedé completamente congelado hasta que oí la puerta de su habitación. Me odié a mí mismo, quería… decirle todo, contarle todo. Salí corriendo a casa de Jake, yo no podía mostrarle todo, pero Nessie sí que podía, sería rápido y podría recordar cada momento que yo recordara…
-Ni de coña… -Dijo ella-. ¿Sabes lo que me está costando esto? A mí también me duele, es mi amiga… pero dijimos que era lo mejor. Que empezara de cero, como si no hubiera habido un antes. Sería cruel hacerle pasar por eso ahora… no cuentes conmigo, Seth.
-Se lo merece, no puede seguir así…
-Sería cruel, lo único que quieres es limpiar tu pesar y tenerla de nuevo entre tus brazos…
-¡Nessie! –Jake la miró mal y me aferró cuando me levanté, me volvió a sentar de un tirón-. Estamos todos muy alterados… deberíamos calmarnos. Tomamos una decisión, Seth… créeme que sé porqué lo haces y lo que sufres, pero no estamos hablando de simplemente contarle algo. ¿Te imaginas qué pasaría si recordara todos sus sentimientos de golpe? ¿Todos y cada uno? Sería tan confuso que la destrozaría, lo sabes…
-Además… no hablamos sólo de ella. ¿Te imaginas qué pasaría si quisiera verles? ¿Cómo le explicaríamos a su tía todo? ¿A sus amigos? Ha cambiado demasiado, no hay explicación posible a que su Darlene de veintidós años ahora sea una adolescente de quince…
-La hay…
-No razonable… -Dijo ella-. No sin tirar de la manta y delatarnos a todos… Sé lo que piensas, y si el mayor riesgo fuera una batalla incluso podría aceptarlo. Pero hablamos de muertes, Seth…
-Aniquilación completa de la tribu, los Cullen… la manada. Completa –Jake me miró apenado-. Siento que tengas que cargar con algo tan pesado, pero… no hay más opciones.
-Deberías esforzarte porque olvide esa sensación, hacerle lo más agradable posible estas semanas, cuando empiece las clases y empiece a tener otra vida no querrá saber nada más… -La miré y suspiró-. Las visiones de Alice cambian, lo sabes.
-No esa…
-De cualquier modo, es demasiado pronto. Si cuando pasen unos meses la cosa no mejora, yo misma estaré ahí para contarle todo.

Cuando llegué a casa me sentí fatal, pero quizá Nessie estuviera en lo cierto… o quizá no. Fuera como fuera, no podía dejar que ella estuviera de nuevo como la había visto, no podía dejar que estuviera tan deprimida de nuevo… ni un solo minuto.

Puse mi despertador una hora antes de lo normal, me levanté de un salto sin apenas haber dormido y empecé a preparar el desayuno. Pude escuchar unos pasos cuando estaba a punto de terminar, bajaba las escaleras despacio, quizá dormida. Me miró con los ojos medio cerrados y frotándolos con evidente cansancio, estaban hinchados y me sentí mal por eso… pero tenía que disimular, tenía que conseguir que estuviera bien.
-He preparado el desayuno, un montón de cosas para que comas lo que quieras… -Miré el reloj e hice una mueca-. Tengo que irme en diez minutos…
-No pasa nada… estoy bien. No hacía falta todo esto… seguro que lo de ayer se me olvida en un par de días… -Pareció tan apenada…-. Imagino que nada importa de lo de antes…
-Tú importas. Lo que sientas sobre tu pasado me importa… pero para ser sinceros me importa mucho más tu presente… así que perdóname si intento… arreglarlo. Aunque no pueda contarte todo lo que tú quieras saber… aunque quizá no sepa muchas cosas, sé que tu futuro te importaba siempre más que tu pasado… y que eso también me importaba a mí –Sonrió levemente-. Así que desayuna fuerte y empieza a repasar todos esos apuntes que Nessie te dejó para hoy… no quiero que suspendas su examen… -Reí-. Y le voy a decir que te lo ponga difícil…
-Seth… -La miré y ella medio sonrió-. Quizá no sepa nada, quizá no recuerde quién me importaba más, a los que quería o a los que odiaba… no recuerdo ni cual era mi comida favorita, pero… quiero que sepas que aprecio el esfuerzo. Que sé que tú me importas. Y que te agradezco todo lo que haces por mí, no sabes cuánto.
-Lo sé… -Sonreí y señalé su desayuno-. Va a enfriarse, come.

Me fui a trabajar y estuve pensando sobre lo ocurrido, había estado feliz prácticamente todo el tiempo… quizá sólo fuera un día tonto…
Cuando llegué a casa Nessie salía riendo, la miré raro pero se encogió de hombros y me lanzó una imagen de ella en la cocina. Entré y me asomé, ella parecía pelearse con una masa, miraba el rodillo y lo pasaba suavemente, la masa se encogía y ella la miraba mal. Volvió a pasarla con delicadeza y la masa no cedió, parecía enfadada por eso, pero me divertía verla así. Me coloqué tras ella y la asusté.
-Fuerza –Saltó y casi me atiza con el rodillo, reí con ella y negó-. No es un bebé, es una masa… hay que hacer más fuerza...
-No tengo tanta como tú… -Dijo pasando de nuevo el rodillo-. No soy Hulk…
-No es eso… es que lo haces con demasiado cariño… -Reí cogiendo sus manos sobre el rodillo-. Todo es cuestión del ángulo y de cómo colocas los brazos… -Puse mis brazos bajo los suyos y reí cuando se sorprendió-. ¿Qué querías hacer?
-Pizza… -Se puso colorada y negó-. Soy un desastre, no sé ni hacer una base…
-Sólo un poco… -Reí-. Ya aprenderás… es cuestión de práctica… -Negó y reí-. Si quieres puedes poner luego el resto de ingredientes… -La dejé salir y ella me pisó con rabia por mi comentario-. No intentes hacerme daño… no tienes fuerza suficiente, ¿sabes?
-Ya… -Negó y señaló la pizza-. Demuéstrame tu habilidad… -Empecé a estirar la masa cuando una nube de harina me puso blanco, la miré y rió-. Pensé que serías rápido al apartarte…
-Ya… -Me sacudí y la miré mal-. Ve a por lo demás, no quiero enfadarme…
-Perdona… -Empezó a reír y a limpiarme, aunque la aparté-. Voy a por lo demás, ves haciendo eso, ¿vale? –La miré mal-. Por favor…
-¡Ah, bueno! –Reí cuando se marchó, le pasé un trozo para que lo decorara, puso tomate y queso, empezó a cortar trozos de beicon y a colocarlos… me lanzó uno-. No empieces, anda… -Rió y paró, pero al minuto volvió a tirarme otro trozo-. Darlene…

Me tiró otro y gruñí, me miró asustada y reí. Ella me pegó levemente y empezó a reír mirándome y diciendo que aun tenía harina en el pelo, me alejé para sacudirme y entonces vi en tarro abierto, me acerqué a ella acechándola y algo raro pasó, su corazón se paró de golpe y volvió a latir frenético. El mío hizo lo mismo. Quería besarla, pero no podía hacerlo… no ahora. Ella empezó a reír de nuevo por cómo me veía… así que metí la mano al tarro y le manché la cara.
-¡Idiota! –Gritó mientras reía manchándola-. ¡Te odio!
-Muy guapa así de rojita… -Reí-. ¿Vas a seguir riéndote tú ahora? –Negó limpiándose-. Vale… -Me aparté y la miré, parecía feliz-. Sigue poniendo beicon ahí… anda.
-Claro… -Carraspeó y me lanzó otro trozo-. Iba a la masa… me he confundido con tanta harina… -Cogí queso y se lo lancé a la cara, ella se apartó y reí-. ¡Idiota!
-Le va al tomate… ¿sabes?
-Tonto… -Negó y se sonrojó, me encantó que lo hiciera. Me lanzó una loncha entera a la cara-. ¡Deja de mirarme ya!
-¿Ya ni los cortas? –Reímos y negó, lancé una loncha de queso a su masa, el tomate la salpicó y ella se apartó poniendo sus brazos en jarra-. Sólo ayudaba… -Dije riendo-. No te enfades…
-¡Idiota! –Me lanzó un paño y lo esquivé, así que le lancé de vuelta la loncha de beicon, ella la esquivó-. ¿Qué haces? No se tira la comida…
-¿No? –Negó riendo y me acerqué rápidamente para cogerla, intentó escapar y no le sirvió, la cogí por la cintura en el salón y mordí su mejilla levemente. Ella gritó que era un guarro-. La comida no se tira… y el tomate es comida…
-¡Idiota! –Gritó riendo y yo la miré… el timbre sonó-. Están llamando…
-Lo sé… -Lamí su barbilla y ella gritó riendo, la solté y me lanzó de vuelta el trozo de beicon, reí. Abrí la puerta y mi sonrisa se borró-. Hola… -Sus ojos estaban de par en par, me miró y tragó en seco, sus ojos brillaban y la niña empezó a reír como cada vez que la veía, Darlene se quedó paralizada y parecía que Cyntia iba a llorar-. ¿Qué ha pasado?
-Yo… -La miró y yo tragué, ¿la reconocería? Imposible… improbable-. Sólo venía para… hablar contigo, pero… puedo volver luego.
-Yo… -La miré y negué-. Pasa… -Darlene se limpió un poco sonriendo y me miró confusa-. Mary Ann, podrías… -Suspiré y pensé rápido-. ¿Te importa ir a sacar a Maila?
-Yo… -Se miró la ropa y luego a mí, la niña volvió a reír y los tres la miramos, Darlene me miró y algo en mi gesto hizo que asintiera-. Claro, creo que necesita tomar el aire… -Buscó a su alrededor y me miró-. ¿Dónde…?
-Está fuera, en la caseta… -Asintió y salió con una mueca, miré a Cyntia, parecía rabiosa-. Lo siento… no sabía que ibas a venir…
-Debí haber llamado… -Negó asombrada y la niña empezó a llorar, fui a cogerla y ella apartó mi mano para coger a su hija-. ¿Mary Ann? No lo entiendo… no te ha costado mucho superarlo. Ahora lo entiendo todo.
-¿Qué? Yo… no es lo que piensas.
-¿Vas a decirme que es tu prima? ¿O una amiga? He visto como te mira… -No digas nada… es la mejor explicación, es la forma de que se aleje…-. Sólo venía a para decirte que he vendido la casa, que tenemos que sacar las cosas del garaje, por si querías algo… pero… no creo que te importe mucho ahora.
-Lo siento… no sé qué decir.
-No digas nada… -Negó dejando a la niña que no paraba de gimotear-. Pensé que realmente la echabas de menos, ¿sabes? Pero… no tenía que haber venido.
-Oye, quiero ir… yo…
-No, déjalo. La chica que ha comprado la casa parecía interesada en algunas cosas, así que le diré que se quede lo que quiera… sólo venía para saber si tú ibas a necesitar algo, pero veo que ya tienes todo lo que podías necesitar de ella, al fin y al cabo… no sé de que me sorprendo… -Bufó-. ¿Ella lo sabía? –La miré confuso-. Que la engañabas… -Me quedé paralizado y ella negó con sus manos-. No quiero saberlo, como sea así… entiendo porqué no quiere volver. Espero que no me entere de que así es, porque entonces te aseguro que…
-No la engañaba. Ni te engañé a ti cuando fui a verte el otro día. La sigo queriendo…
-¿Y cómo no está necesitas sustituta? –No supe reaccionar-. No te entiendo, pensé que lo hacía… pero no. Espero que tú puedas cargar con eso, yo no podría, mi conciencia no me lo permitiría…

Salió de mi casa sin que yo pudiera reaccionar, no fui capaz ni de despedirme de ellas. Escuché cómo su coche arrancaba y Darlene apareció por la puerta con cara de preocupación, pareció apenada y me dio miedo que ella hubiera podido recordar. Hice una mueca, tenía que decírselo…
-¿Es por lo de Seattle?
-Sí… no sé cómo explicártelo.
-¿Tienes una hija?
-¿Qué? No… -La miré confuso-. No es eso… ella… -Suspiré y la miré-. No sé cómo explicarte esto… en serio.
-No quiero saberlo –Me quedé paralizado y ella encogió los hombros-. Seguro que no lo comprendería y parece que es una de esas situaciones incómodas. No quiero que vuelvas a estar incómodo conmigo… no quiero que siempre me tengas que explicar miles de cosas.
-Tiene que ver con lo que he estado haciendo en Seattle… -Negó-. En serio.
-Da igual, no importa… -Sonrió-. No quiero que me lo cuentes si te sientes obligado.
-Siento haberte pedido que te fueras… -Suspiré y me acerqué a ella, cogí su rostro apenado e hice una mueca-. Ella… -Suspiré-. Lo está pasando mal, sólo la he ayudado a vender una casa…
-Parecía enfadada contigo.
-Lo sé… porque ella cree que he olvidado cosas… aunque no sea así.
-Me alegro de que vosotros no os enfadéis tanto porque yo no me acuerde de nada… -Sonreí y ella hizo una mueca-. ¿Habéis discutido por eso?
-Algo así… -Preferí no explicar nada más, nos había oído discutir… así que era arriesgarse demasiado-. Deberíamos olvidarlo… -Sonreí un poco-. ¿Crees que quedará algo de beicon para mi pizza?
-Sí… -Sonrió-. Creo que sí...

2 comentarios

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15 de febrero de 2011, 16:43 delete

Vuelves alas andadas! ya as vuelto a finalizar el cap. dejandome con una intriga tremenda! agg! odio eso, sabes?? menuda la q as liado con cinthya, estoy deseando ver como vas a desenvolver eso!!
aunque la "transformación" de darlene no me ha quedado muy clara, no se le ha quedado nada de vampiro, hibrido, lo q sea???volvere a leer los 3 ultimos cap x si se me ha escapado algo.espero cap pronto, un besoooooo!!!!!!! =)

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Ashley_Silvy
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15 de febrero de 2011, 18:50 delete

´Realmente encontrarás la respuesta más en Cielo Estrellado, donde se explican los dones de cada uno... tantos híbridos me dieron dolor de cabeza, pero vi una ventaja en tema "dones" que pudieran ser usados después, no quería una Darlene transformada en vampiro, la quería mantener humana... y poder facilitar un camuflaje a todos los Cullen cuando quisieran quedarse en un lugar, de ahí que Isabel haga rejuvenecer a los seres y Fernando envejecerlos... pero eso no implica ponzoña alguna, como no necesita hacerlo ningún otro vampiro para usar sus dones en humanos ;)

Espero habértelo aclarado...

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