Capítulo XII: ¡Genial! ¿Y ahora qué digo? ₪ Seth POV.

14:27 0 Comments A+ a-

-¿Qué tal tío? –Esa voz… asomé la cabeza del capó del Chevrolet y ahí estaba mi colega de fiestas… Jason-.


-¡Ey! ¿Qué haces por aquí?


-Ya ves… el viejo Ford de mi padre, no funciona muy bien y he pensado en que quizá podríais echarle un vistazo…


-Sabes que eso está hecho… -dejé el Chevrolet y me puse a hacerle una revisión al Ford, cambiando un par de piezas que tenía desgastadas. Me dirigí a la sala de espera y él me miró sorprendido-. Ya está…


-¿Ya está arreglado del todo?


-Sí… ya sé que soy un genio… -dije riendo mientras él sacaba la cartera-. No, déjalo… no ha sido nada…


-¡Vaya! Gracias tío… no sabes de la que me has salvado. Mi padre quiere vender el terreno que tiene a medio kilómetro de aquí y necesitaba el coche estos días… me has librado de quedarme sin el mío…


-¿Tenéis terrenos por aquí?


-Sí… es un solar, no hay nada… sólo nos da gastos.


-¿Por cuánto lo vende?



Me quedé sorprendido, era un precio bastante razonable por tantos metros. Quedé con él y su padre esa misma tarde, el padre me mostró el terreno y pude imaginarme la casa allí plantada. Cuando llegué a casa, Leah estaba haciéndole monerías al pequeño Ephraim, mientras Sam aparecía por allí para llevárselo, dejando a mi hermana con cara de decepción. Sue sonreía cada vez que Sam se lo llevaba, al parecer le hacía ilusión ver que Leah estaba realmente unida a él… aunque yo no pudiera comprenderlo por mí mismo. Por eso últimamente odiaba entrar en fase a la vez que ella, todos piensan demasiado en sus imprimaciones, pero mi hermana lo llevaba al extremo.



Durante la cena les conté lo del terreno, mi hermana me miró como si estuviera viendo a un niño encaprichado con algo que no tenía ninguna utilidad, y mi madre me miraba de ese modo que tanto odiaba, una mezcla de pena y preocupación.


-Oye, entenderme… ya soy mayor, necesito mi espacio, mi intimidad… quiero tener independencia, no tener que mandarte a casa de Charlie para hacer una fiesta o tener que tener por aquí rondando a Leah con sus baberos… No es que me vaya del país…


-Pero Jake no te va a dejar… -Leah bufó-. Ya sabes que quiere tener intimidad… y si tú vas ahí no la va a tener, ojala que no te lo permita…


-No puede hacer eso… -Sue reprimió a mi hermana-.


-Claro que puede… -no se podía callar-. Es el alfa…


-Bueno, que soy mayor de edad y tengo mis ahorros, no necesito pediros permiso…



Me levanté de la mesa y dejé los platos en la pila, encerrándome en mi habitación con la música a tope. Comencé a darle vueltas a la casa que había imaginado, necesitaba una sala de fiestas, eso estaba claro. Esto de ser el único de la manada que no se había imprimado debería tener sus ventajas… ¿no?


Comencé a dibujar los planos de cómo la imaginaba, pero algo en mí me decía que faltaba algo. Mi móvil sonó y sonreí al ver quien me llamaba, Kira seguía llamándome después de todo. Hablé con ella durante casi media hora, me contó que ahora estaba enamorada de un chico de la ciudad, así que me alegré por ella. Pensé en todo lo que habíamos pasado, y aún así ella seguía siendo mi amiga. Había salido con ella, incluso estuvimos a punto de acostarnos, pero algo en mí hizo que me frenara. Por muchas veces que hubiera tenido citas con chicas… me daba miedo. Ella había sido la única con la que había llegado tan lejos, pero me daba miedo que al final pudiera pasar lo que al resto y ella acabara sufriendo, era una buena chica y siempre había sido una buena amiga.



Suspiré y seguí con los planos, quizá no estaría mal poner una habitación, ella siempre acababa conduciendo de vuelta a Port Ángeles sola después de las fiestas, siempre me preocupaba que se durmiera por el camino… si ahora iba a tener casa propia daría fiestas muchas veces, así que si dormía antes de volver, yo me sentiría mejor…



Estuve toda la noche dibujando cómo imaginaba mi casa. El sol empezaba a salir… ya era hora de levantarse, ¿no?



Salí disparado de mi casa, entré en fase en cuanto estuve alejado del pueblo. Cuando estaba llegando a casa de Jake salí de fase y me puse los pantalones, entré corriendo, sabía que nunca cerraba con llave. Subí disparado y lo vi medio dormido sujetando a Nessie. Alcé una ceja y estuve a punto de estallar en risas, pero me limité a saltar la cama y salir a la terraza, le daría su tiempo.


El salió un poco zombi y se sentó conmigo, bostezó bien alto y comencé a reír… seguramente no habría dormido por aquella rara promesa… Bufé.


-Ha estado teniendo pesadillas… ayer vimos la profecía… no me mires así, no me he dormido…


-Ya veo… -estuve a punto de reír por aquella estupidez, pero no podía… en cierto modo le envidiaba, lo hacía por un amor que yo jamás sentiría…-.


-¿Hay alguna razón para que no te mate por entrar así en mi casa?


-Sí… -Saqué los planos arrugados del bolsillo de los pantalones-. ¿Qué te parece? –Él los desplegó y los puso en la mesita, mirando confundido-. Será mi casa, si es que me das permiso…


-¿Te tengo que dar permiso para irte de casa? Deberías hablarlo con Sue…


-Ja, ja… -Rodé los ojos y él sonrió-. Mi madre y Leah ya lo saben, se lo dije anoche. La cosa está en que el padre de Jason tiene un solar enorme, me lo deja a buen precio y había pensado en comprarlo para hacer la casa…


-¿Y por qué me tienes que pedir permiso?


-Bueno… digamos que está cerca de aquí…


-¿Cómo de cerca?


-A medio kilómetro del taller… un poco más. Como dijiste que querías estar solo, que por eso te venías aquí…


-Ya veo…


Cogió los planos levantando una pequeña corriente de aire. Mi nariz se resintió de aquello levemente, levanté la vista para ver a mi sobrina mirarnos raro. Mi sobrina… aquella pequeña criatura que había hecho que todo este pequeño mundo de fantasía en Forks se revolucionara…


-¡Buenos días! –Me levanté a abrazarla mientras Jake la miraba embobado-. Así que has tenido pesadillas… mira que darte miedo esa película…


-Seth… -Jake me lanzó una mirada recriminatoria, pero pronto se puso a sonreír-. Recuerda que sólo tiene cinco años… -Nos empezamos a reír mientras ella cogía ese tono de piel característico de cuando se mosqueaba-. Va venga Nessie… no te enfades…


-Muy gracioso… me voy a la ducha, creo que no os voy a soportar en todo el día…


-Pues parece que se ha mosqueado un poco, ¿no?


-Anda… cuéntame qué es esto antes de que se enfade más…


-Está muy rara… ¿no? –Jake asintió levemente-. Bueno, imagino que en parte debe ser como si fuera normal… -Me miró raro-. Quiero decir, que mi hermana se pone un poco hipersensible cuando está así… no sé… eso debe ser su parte humana, ¿no?


-No sé… pero me gusta –Una sonrisa extraña se dibujó en su rostro-. Me gusta siempre, pero no sé… es como si ahora por fin fuera el momento… -Le miré raro-. Sé que no, pero… me cuesta lo mío controlarme…


-Tío… me alegra que yo no esté imprimado… -Me miró raro-. Si ya me vuelvo loco cuando estáis en fase… no quiero saber qué pasaría si yo os diera más quebraderos, me he pegado toda la semana pensando en Claire… -Suspiré-. Quil no sabe qué regalarle…


-Si tú lo dices… pero recuerda que al igual que tú ves lo que pensamos… nosotros también… -Alzó una ceja y me dedicó una enorme sonrisa para mofarse-. Estás loquito por encontrarla, te he visto fantaseando con Kira, con Susan… ¡Hasta con las amigas de Nessie! Cuando volví del primer viaje te pegaste una semana pensando en ellas…


-Bueno, pero eso es culpa vuestra… me liáis la cabeza cosa mala…



Alzó una ceja y se acomodó mirando mis planos. Nessie se asomó y apareció con un enorme edredón rodeándola. Miré a Jake e intercambiamos una mirada rápida, comenzando a reír por el tonto enfado de Ness.


-¿De quién es esa casa?


-Mía, al menos lo será… -Sonreí-. Estoy un poco cansado de vivir con mi madre y Leah… me gustaría marcharme, pero creo que sería mejor hacerme una casa, como Jake, a comprar alguna ruinosa, como Embry… -Jake me miró mal-. En serio, está harto de tener que arreglar cosas… no sé cómo Rebeca no te dejó hacerle la casa…


-Es muy cabezota, quiere conseguir todo sola, se parece mucho a mi madre… más que Reich…


-Ya… -Sonreí apenado-. Bueno, ya me contarás qué te parece la idea, no quiero comprárselo si no te parece bien…


-Seth… cómpralo –Me quedé congelado-. Mira, sé que dije que no quería estar cerca de nadie cuando estuviera en casa… pero está suficientemente lejos de aquí y cerca del taller. No me importa tenerte como vecino, preferiría dos kilómetros, pero ese terreno es bueno y te lo deja a buen precio… un kilómetro es suficiente…


-Yo…


-Corre, llámale y empezaremos lo más pronto posible, sé que es difícil vivir con Leah… -No pude más que abrazarle…-. ¡Eh, eh! Déjate de muestras de amor…



Salí corriendo y riendo, dándole un beso en la frente a la pequeña Nessie. Salí disparado hacia casa de Jason, su padre me miró extraño cuando me vio tan exaltado, pero se alegró al ver que estaba dispuesto a comprarlo. Cuando llegué al taller Quil y Embry me miraron mal, pensando que llegaba tarde por alguna fiesta. Cuando les conté lo que había pasado rieron como locos y bromearon sobre mis fiestas.


Ese mismo jueves me levanté temprano para visitar el solar antes de ir al taller. Los papeles iban a tardar un poco y mi madre me dijo que no me emocionara mucho, pero no podía evitar pasar por allí cada día. Al poco tiempo de llegar Jacob vino algo alterado.


-¿Habéis visto a Nessie?


-No…


-No sé dónde se ha metido… me he despertado y había una nota, que iba a dar una vuelta…


-¿Crees que…? –Una fugaz imagen de Nessie atacando humanos pasó por mi cabeza-.


-¡No! ¡Claro que no! –No, no podía ser… Jake tenía razón-. Pero me da miedo que le pase algo… no sé… anoche estuvo muy rara…


-¿Más aún que la otra mañana? –Me eché a reír pero Jake parecía muy preocupado, así que cambié mi tono-. Mira… no te preocupes. Ha dicho que iba a dar una vuelta, quizá haya ido a la casa árbol… -Su cara me indicó que lo estaba considerando, así que bromeé- imagino que ya no te aguanta y por eso ha necesitado huir…


-Seth… -Quil me miró mal-. De todos modos Jake tiene razón, ahora es muy inestable, no debe alejarse de la manada… Es peligroso…


-¿Para quién? –Jake alzó los ojos y su mirada asesina me asustó-.


-Para todos, para los humanos, para la manada y para ella misma –Jake gruñó y comenzó a temblar-. Por mucho que sea nuestra amiga, sigue teniendo la misma naturaleza y sabes que cuando está así es capaz de atacar…


-¡Jake! –Su gruñido y sus convulsiones me asustaron y puse una mano en su pecho. Un minuto después me miró-. No ha estado muy acertado, pero en el fondo sabes que tiene razón. No opino del mismo modo, ella ha aprendido mucho… pero será mejor que vayamos a buscarla, no creo que estar aquí esperando nos haga bien a ninguno…



Cerramos el taller y nos dirigimos a la parte trasera de la casa de Jake, su rastro era fuerte allí. Entramos en fase y suspiré al entrar en los fascinantes mundos de las mentes de la manada. Jake aulló, señal de que necesitábamos a Leah y al resto. No tardaron en entrar en fase, me sorprendió ver a todos juntos de nuevo. Mi hermana Leah no paraba de pensar en su pequeño Ephraim, hasta que un rugido del alfa nos hizo centrarnos a todos. Pero su mente no estaba muy centrada, desvariaba entre los días pasados, cómo la había visto sufrir por aquella chica, Darlene, cómo había sufrido al hablar con ellos ayer, cómo había logrado distraerla, cómo había dormido en sus brazos el día que les desperté. Rugí porque me estaba volviendo loco. Estaba empezando a llover cuando llegamos a la casa árbol y su rastro seguía en dirección a la playa. Lo intentamos seguir, pero se perdió con la lluvia. Buscamos por los alrededores de la playa mientras él pensaba en las miradas que se intercambiaban en una conversación con aquella extraña chica. No paraba de repetir en su cabeza cosas sobre madurez, hacer o no hacer cosas, el momento adecuado. Rugí de nuevo cuando oí su móvil sonar. Él salió de fase y todos descansamos de sus desvaríos.


Gruñó y volvió a entrar en fase, saliendo disparado hacia su casa. Cuando llegamos su olor era débil, salimos de fase y le agarré, intentando calmarle. Me había pasado todo el camino pensando que no se enfadara, que se controlara… rodé los ojos cuando lo vi entrar como un ogro en su propia casa.


-¿Dónde demonios te has metido? –Comenzó a chillarle-. ¿Sabes el susto que me has dado?


-Jake… no es para tanto… he ido a dar un paseo, ya te lo he dicho.


-¿Qué me lo has dicho? ¡Una nota! –Sacudió un papel arrugado-. ¡Una nota para decirme que te ibas a dar un paseo! ¡He esperado una hora! Tiempo suficiente para un paseo… ¿Estás loca? ¿Un paseo de un día entero?


-Jake… cálmate…


-¿Qué me calme? –Nos asomamos a la puerta y su mirada me dio pena, estaba asustada… pero mejor sería que nos fuéramos o de algún modo seríamos nosotros los culpables de esto…-. ¡Hemos estado buscándote durante horas! Seguimos tu rastro hasta la casa árbol, pero luego empezó a llover y perdimos tu rastro camino a la playa. ¿Dónde demonios has estado?


-Encontré un animalito… lo seguí…


-¿Un animalito? ¡Un animalito!...



Entré en fase y eché a correr hacia mi casa. Leah se puso a mi altura y bufé, no podía quitármela de encima…


Rió cuando me pasó y me esperó sentada en la puerta de casa. Podía ver mi casa en su cabeza y un nombre resonó en su cabeza y en la mía.


-¿Darlene?


-Sal de mi cabeza, ¡pesada!


-¿Qué ha sido eso?


-Los pensamientos de Jake, resuenan en mi cabeza… siempre lo hacen… no es nada nuevo…


-¿Pero porqué no deja de pasar la misma imagen de las dos en la cafetería?


-Porque estaban las dos… imagino que no había reparado en el momento que pasaba porque él sólo se centraba en ella, pero repasándolo en mi cabeza de nuevo… la chica me da pena. ¿A ti no?


-¿Por qué iba a darme pena?


-Se supone que las mujeres tenéis solidaridad femenina… o algo así, ¿no?


-Sí, bueno… -Pude verla correr hacia mí hasta que me placó-. Pero el porqué en un recóndito rincón de tu mente tienes ganas de matar a ese chico y lo escondes de ti mismo, me hace plantearme que te estás enamorando…


-No… no digas tonterías Leah… lo haría igual por ti o por Kira, y bien sabes que no estoy enamorado de ninguna de vosotras…


-¡Tío! ¡Qué asco! –Se levantó y echó a correr-. Ahora entiendo porqué no te imprimas…



Su presencia salió de mi cabeza, dejándome por fin solo. Cuando llegué Sam llegaba con Emily y Ephraim, ambos sonrieron.


-No puede dormir sin darle las buenas noches a tu hermana… -Bufé y Emily sonrió-. Vamos… no desesperes…


-¿Yo desesperar? ¿Por qué?



Ella rió bajito mientras Leah salía a babearle la cara al pobre mini Sam. El crío parecía más contento que si le hubieran dado toneladas de galletas de chocolate, sus favoritas… me golpeé la cabeza ante tal pensamiento, ya empezaba a pensar como ellos, me iba a volver loco.


Ephraim se acercó a mí y tiró de mi mano, el niño me abrazó la pierna y corrió de nuevo a mi hermana, que lo cogió en brazos con una enorme sonrisa… Sonreí levemente, había que reconocer que estos renacuajos eran adorables…



Estuve en mi cuarto por horas, escuchando mi música intentando no pensar en nada que los chiflados de mis hermanos habían metido en mi cabeza. Imágenes de Claire, Ephraim, Kim, Emily, Rachel y Rebeca pasaban por mi mente… al igual que esa imagen de Nessie y su amiga en la cafetería.



Era plena noche y Leah me despertó de un sueño extraño, un sueño en el que esa chica corría a mis brazos mientras yo abría la puerta de mi casa. La miré raro, parecía muy seria.


-Jake nos necesita.



Con esas solas palabras salimos disparados de casa y entramos en fase. Una extraña imagen, Jake besándola como un loco, ella sentándose sobre él, él dejándola en la encimera… gruñí ante esos pensamientos y pronto vi porqué nos reclamaba. Ella cayendo mientras él la recogía con sus brazos. Él llevándola a su habitación y llamando a los Cullen, la larga espera de dos horas. La visión de mi hermana viéndolo desesperado, la llamada que había hecho Jake a mi hermana y como corría hacia mi casa tras comprobar que Carlisle la examinaba tranquilo. Todo un jaleo, pero yo volví a centrarme en un solo pensamiento.


-¿Os habéis besado?


-¡Qué guay! –Quil y Embry lo pensaron a la vez-.


-Nada de guay… -Gruñó Jake-. Mirad lo que ha pasado… ¡Dejadme solo!


-Pues sal de fase… -Reí-. De todos modos… algo así hay que celebrarlo… -Todos bufaron-. Creo que Jason daba una fiesta hoy… Si no me necesitáis…


-¡Lárgate!



Hice lo que la voz del alfa me ordenó. Salí de fase y fui directo a casa de Jason. La fiesta estaba montada a la perfección, collares hawaianos, matasuegras, buena música y cerveza a raudales. Kira estaba embobada con aquel chico que me había contado, Hugh. Me puse a bailar con aquella chica con la que había tenido un par de citas, Leslie. Era morena, alta, con unas piernas de infarto y unos ojos verdes que quitaban la respiración. Sus labios gruesos tardaron muy poco en encontrar el camino a los míos. Algo me hizo parar y dejar de besarla, alejándome de ella y evitándola hasta que se fue de la fiesta.


La gente comenzaba a marcharse, miré mi reloj y apenas eran las seis de la mañana, todavía quedaban unas horas de fiesta. Pero pronto llegó el coche patrulla que indicaba que era hora de acabar la fiesta. Charlie apareció por allí algo molesto, me miró con esa mirada extraña y no pude evitar reír, sólo quedábamos ocho personas y ya eran casi las once de la mañana. Mark, su ayudante, resopló al meterme al coche patrulla, así que nos metieron a los ocho en el calabozo.



Me sentí un poco mal al ver a Charlie marcharse corriendo a casa de Jake, Nessie al parecer aún no había despertado. Cuando regresó parecía sonreír.


-¿Cómo está mi sobrina?


-Bastante mejor… -dijo abriendo la celda y puso una mano en mi pecho-. De hecho ha sido ella quien me ha dado la idea… -Paró a Jason también-. Siempre nos andamos con lo mismo… pasar un día más aquí no va a ser nada malo para vosotros…


-Estás de broma, ¿verdad Charlie?


-Nada de eso… Voy a hacer caso al consejo de mi nieta, os quedaréis una noche más aquí, a ver si aprendéis a comportaros… no puedo estar todo el día vigilándoos, esperando a que los vecinos desesperados me llamen por la mañana para decirme que estáis liándola otra vez…


-¡Vamos Charlie!


-Jefe Swann, joven Clearwater… aquí soy el jefe Swann…



Y allí nos quedamos Jason y yo, mano a mano, esperando que a Charlie se le bajara de la cabeza el jefe Swann. Esperamos hasta la noche, cuando mis ánimos decayeron ligeramente, él se iba de cena con mi madre y con Billy a ver a la pequeña monstruito que le había dado la idea de dejarme aquí encerrado otro día más. Si no fuera porque Jason fliparía y Jake me mordería una pata, entraría en fase sólo por acojonar al Jefe Swann…


Pronto vinieron otros chicos que habían estado dando una fiesta en plena calle, por lo que hicimos amistad con ellos. Las chicas, en el calabozo de al lado, cantaban una estúpida canción que me hacía reír… algo de que un chico no les impresionaba por nada… yo sólo comencé a reír y a seguirles el ritmo golpeando el banco.


Mark nos miró mal pero sabía que no se enfadaría, así que comenzamos a cantar alguna de las canciones de la radio y a bailar. Cuando Mark se cansó resopló, dejándonos salir a Jason y a mí que éramos los que más incitaban a las chicas a cantar. Recogimos nuestros efectos personales, saliendo bastante animados de allí. Hicimos sonar nuestros matasuegras al salir, para insuflar ánimos al resto.


Jason parecía demacrado, así que se fue a su casa arrastrando los pies con algo de ritmo. Yo anduve hasta las afueras, aún tenía una cuenta pendiente con un pequeño demonio…



No me molesté en entrar en fase, simplemente eché a correr hacia aquella casa que iba a ser la única cercana a la mía dentro de poco tiempo. La puerta estaba abierta, como siempre… pero ellos estaban en el sofá, ambos durmiendo. Alcé una ceja y me senté en la mesita, acercándome sigiloso para que Jake no se despertara, su sueño era más ligero que el de Nessie. Hice sonar el matasuegras y ambos dieron un respingo.


-¡Buenos días parejita! –Los ojos de ambos parecían destriparme a distancia. Miré a Nessie ceñudo-. Gracias por proponerle a tu abuelo dejarme allí un par de días… me perdí la fiesta de anoche… -reparé en su posición-. ¿Mucha celebración?


-Seth… -rodó los ojos-. ¿Aún tienes ganas de fiesta?


-Seth… -Jake estaba reventado, era algo obvio-. ¿Sabes que hora es? –Les mostré el reloj, era muy temprano, pero yo había estado encerrado por ese diablillo-. Apúntala, porque será la hora de tu muerte mañana… -Jake cayó de espaldas al sofá de nuevo, cerrando los ojos. Nessie puso cara de boba al mirarle mientras él gruñía-. ¡Largo!


-Creía que el amor te pone de buen humor… ¿Tanto jaleo hubo anoche? –No vi de donde lo sacó, pero el mando de la televisión voló hacia mi cabeza-. ¡Qué agresividad!


-Seth, no es lo que piensas… -Típica frase… sonreí y Nessie se sonrojó-. En serio. Nada va a cambiar, aunque en ese momento estuviéramos… confundidos –No podía creer lo que me decía-. Mira, fue una cosa rara, momentánea, pero sigue siendo mi amigo y nada más… como lo podéis ser vosotros…

-A mi no me da esos besos…



Jake se levantó rápidamente, estampando sus morros en los míos mientras me sacaba de su casa. Me quedé en el jardín flipado mientras comenzaba a reír. Seguí la fiesta que no había podido concluir en su jardín mientras ellos me miraban divertidos por la ventana. Seguí a mi marcha, bailando y dando palmas pensando en que por fin había pasado, en que las torturas de Jake iban a ser ahora cambiadas por pensamientos más vulgares… pero menos taladrantes, al menos.


Nessie se asomó riendo por la ventana y la miré con atención. Rió y negó mientras Jake hacía lo mismo a sus espaldas.


-¿Puedes traer algo rico de desayunar? –Pregunté con la cabeza, no sabía su definición de algo rico-. Lo que te apetezca, ven a desayunar con nosotros… pero deja las drogas ¿vale?


Hice sonar el matasuegras como afirmación.



Cuando llegué a casa mamá me miró realmente mal, pero le di un beso enorme en la mejilla mientras cogía todo lo que había preparado para el desayuno. Leah me miró extraño, pero estaba de buen humor, así que también le di un pequeño beso en la mejilla, haciendo que su mueca cambiara a la más pura confusión.


Les conté lo ocurrido en la fiesta y en el calabozo, Nessie no paraba de reír mientras podía ver a Jake analizando sus gestos y los míos. Jake decidió preparar una barbacoa para la noche, así que todos vinieron por la noche, pudiendo sentir las manitas de Ephraim y Claire repartiéndose mi cuerpo. Suspiré y me tiré al césped, dejando que mi cuerpo fuera pisoteado y golpeado por puñitos de distinto tamaño. Nessie reía, al igual que Quil y Leah mientras los pequeños me torturaban. Rugí repentinamente y los cogí, a cada uno con un brazo mientras les hacía cosquillas. Sus risas me hicieron sentir extraño, todos pudieron notarlo cuando los dejé en el suelo. Mi hermana me miró preocupada y le guiñé un ojo, salí corriendo y me fui a entrar en fase.


Cuando volví los niños treparon por mi pelo, pero apenas notaba los tirones, sólo tenía una imagen en mi cabeza. Nessie en la cafetería… Pronto una presencia entró en mi cabeza, Jake analizaba las imágenes que yo veía.


-¿Tan angustiada estaba que te la llevaste hasta Monroe? –Las imágenes de Nessie antes de ponerse en marcha me rompieron el alma, a punto estuve de llorar-. Ya veo…


-Leah me ha dicho que esa imagen te hace sufrir…


-No sé… me da rabia que Nessie pase por cosas así… -A mi cabeza vinieron momentos robados de los recuerdos de Jake, aquel día del funeral, donde Nessie caía ante la atónita mirada de sus amigos, imágenes de Jenner…-. No sé qué me pasa, llevo unos días que no paro de pensar en lo mucho que ha sufrido siendo tan pequeña…


-Lo sé… sé que te duele, porque a mi me duele también…


-A ti mucho más, imagino… ¿Cómo lo soportas?


-Porque no es la única que está en esos pensamientos… siempre hay alguien a su lado, eso me consuela…



Su imagen apareció nítida en mi cabeza, ella sonriendo mientras comía un helado. Parecía tan curiosa, tan agradable… un polo opuesto a la imagen que Jake me había mostrado de hacía unos pocos días. Aquella chica parecía estar muy unida a Nessie… eso me consoló a mi también. Jake salió de fase y lo vi aparecer cargando contra Quil mientras la pequeña Claire reía.



Cuando íbamos a casa mi hermana me miraba curiosa. Entró en fase y me retó a una carrera, llegando yo antes a casa sin haberlo pensado y sin haber reparado en mis pensamientos o en los de mi hermana, sólo quería correr. Cuando llegué mi madre me miró curiosa, Leah llegó segundos después mirándome del mismo modo.


-¿Qué?


-Algo te pasa… -mi madre miró a Leah que parecía sonreír-. ¿Tú sabes algo?


-Creo que iré a hablar con el alfa…


-Estáis locas…



Me encerré en mi cuarto, puse mi equipo de música y comencé a escuchar a mi cantante favorito. “Fly away” fue mi elección.


Quil vino a despertarme, así que fuimos a despertar a la nueva parejita. Nessie parecía animada, lo que me alegró un poco. Mucho más cuando un hombre trajeado vino con el coche que su hijo había chafado. Un BMW Alpina B6, del 2008, en rojo… ¿Cómo podía haber chafado ese coche? De todos modos me alegré pícaramente, el arreglo le iba a salir algo caro, aunque lo que más me emocionaba era que por fin podría meter mano a ese cochazo.



Comimos allí, como siempre y por la tarde me metí en la cabina con Quil para pintar el viejo Ford del señor Walton. El diseño era sencillo, azul eléctrico y un par de franjas blancas. Lo hicimos rápido, tenía que ir a terminar de firmar los papeles con el padre de Jason. Cuando los firmé… me sentí libre… entré en fase y corrí hasta el taller, saltando y reproduciendo en mi cabeza “Are you gonna go my way”.




-¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! –Nessie me miraba raro y la abracé y la besé-. ¡Tito Seth ya tiene su terreno! ¡Alejado de todo! ¡Podré montar las mejores fiestas del mundo!


-Seth… -Jake me miró raro-. ¿Sabes que ahora toca trabajar duro, verdad?


-Sí, lo sé, sé que ahora tenemos que ponerle mucho tiempo y esfuerzo… ¡pero no me importa! Porque va a ser mi casa, ¡mía! –Todos reían, aunque yo era el que más…-. ¡Venga chicos! Quiero enseñaros mi casa…


-Dirás el terreno… -Embry se reía-.


-Bueno, da igual… ¡vamos!



Les llevé a mi terreno y comencé a enseñarles qué era lo que quería para mi casa. Parecían ignorarme, Nessie se aferraba a Quil y Embry y Jake no hacían más que sacarle pegas a todo… Comenzaba a desesperarme…


-Seth… -Jake me miró serio, pero pronto se dibujó una sonrisa en su rostro-. Espero que tengas ganas, porque mañana comenzaremos…


-¿En serio? –Me quedé flipado-. Jake…


-Mira, tú me ayudaste con la casa árbol, el taller, la casa… porque cerremos un par de tardes el taller no creo que pase nada…


-Bueno… -Quil parecía avergonzado-. Yo no puedo contribuir mucho a la casa, pero puedo quedarme todas las tardes en el taller, de guardia. Pero eso sí… vosotros se lo explicáis a Claire…


-Tranquilo Quil… creo que en un mes puede estar listo… Seguro que quiere dar una fiesta de Navidad… ¿cierto? –Jake me miró divertido y yo comencé a saltar imaginándome mi sala de fiestas-.


-Vendré antes de que esté acabada –Ness se volatilizó a mi lado y la miré sorprendido-. Creo que un toque femenino en la decoración no vendrá mal… ¿no?


-Nessie… no te ofendas, pero…


-Seth, hazme caso, al menos déjame colaborar en algo…


-Bueno, te esperaremos para pintar y dejaré que decores… la sala de fiestas y el jardín… -me miró mal-. Oye, que la sala de fiestas es algo muy importante…



Todos nos echamos a reír y los comenzamos a poner palos y cuerdas por doquier, dibujando una especie de plano sobre el terreno. Nessie parecía meditar, quizá dejarle decorar la sala de fiestas no era mala idea del todo… pero le tendría que dar indicaciones, cosas indispensables para la sala de fiestas…



Así pasaron los días, trabajando por la mañana en el taller, por la tarde en mi casa… hasta aquel miércoles dieciocho de diciembre. Llegué al taller y los chicos me esperaban en la puerta. La mirada de Jake me daba miedo, vale, llegaba quince minutos tarde… pero no era para tanto… ¿no?


-Seth…


-Lo sé Jake… perdón… no volveré a llegar tarde… -fui a entrar pero puso una mano en mi pecho y me miró de un modo que me acojonó-. Oye… lo siento, ¿vale?


-No me vale con eso… sabes que estamos hasta arriba de trabajo, que te estamos ayudando con la casa… y odio que siempre llegues tarde.


-Vale…


-Además… pronto es navidad…



Quil y Embry se echaron a reír y Jake sonrió un poco. Ahora si que definitivamente no entendía nada. Les miré extrañados y Jake hizo un gesto, mientras los chicos abrían la puerta del taller. Un coche azul, el BMW Alpina rojo… ahora era azul. Precioso.


-Espero que ahora no tengas excusa… -le miré flipando-. Aunque pudiendo venir a cuarto patas… no creo que lo necesites… pero por si acaso quieres viajar acompañado…


-¿Qué…?


-Es mi regalo de Navidad… por eso ayer me fui antes de tu terreno, tenía que pintarlo…


-¿Cómo…?


-Le expliqué al hombre que la reparación era muy cara… así que me lo dejó a buen precio. Dejé que lo reparases, pero le he hecho alguna mejora… -Sonrió mientras abrió un capó-. Ahora tiene 100 CV extra, consumiendo menos gasolina y además le he puesto llantas de 20 pulgadas…


-Esto es…


-Feliz navidad…



No pude más que abrazarle. Los chicos se rieron mientras me veían emocionado en mi coche. Cuando se lo conté a Charlie y a mi madre me miraron asustados… pero Leah no paraba de reír, diciendo que eso me pasaba por no entrar en fase en dos semanas…


Me sentí en deuda con él, estuve toda la tarde pensando en qué podía regalarle yo para navidad… pero nada se me pasaba por la cabeza.


El jueves fui a lo que iba a ser mi casa, puse mi mp3 y empecé a pensar inevitablemente en ella. En esa cara que había visto. El repertorio no me ayudaba nada, empezaba a dudar si me estaba enamorando de Nessie, de su amiga… o de cada mujer que se cruzaba en mi vida. Me quedé dormido pensando en su dulce cara, la cara de una adolescente que no tenía nada que ver con las caras de las mujeres con las que me citaba habitualmente. Me desperté por la mañana, así que me había quedado durmiendo a la intemperie en mi casa… mi madre me iba a matar.


Charlie me contó a la hora de comer que iban a ir a Monroe, que había una fiesta de fin de curso en el instituto de Nessie… así que ya tenía algo así como un regalo. Llamé a Alice que me ayudó a preparar la sorpresa para la parejita.



Nada más comer salí directo a mi terreno, estábamos casi acabando mi casa, pero retrasarlo un par de días no me importaba ahora. Aparqué mi coche y palmeé el hombro de Jake.


-¿Nos vamos a Monroe?


-Me iba a ir en un rato…


-No… -Sonreí-. Nos vamos ahora…


-¿Nos vamos? ¿Ahora?


-Sí… yo te llevo en mi coche nuevo… -Reí y él me miró alucinado-. Yo también te he preparado una sorpresa para Navidad… así que vete a por tus cosas…



Desapareció y volvió al cuarto de hora con una pequeña mochila. Nos pusimos en camino y en menos de tres horas estábamos en Monroe. Creo que pasamos al coche de Charlie a la altura de Sequim.


Cuando llegué Jasper me dio las indicaciones que Alice le había dejado para mí. Estuvimos en casa de Carlisle hasta que Edward llegó con Bella. Nos fuimos a su casa y al poco rato llegaron mi madre y Charlie. Poco después pude ver que Edward se ponía tenso y Jake casi saltaba. Nessie estaba aquí.


Salimos los dos a la puerta riendo, mientras ella se quedaba pasmada mirando mi coche nuevo.


-¿Te gusta mi coche, nena? –Corrió hacia mí y la cogí en brazos, dándole un beso en la mejilla-. ¿Vienes a dar una vuelta en el nuevo coche de tito Seth?


-¿Qué? ¿Tu coche?


-Regalo del mejor amigo del mundo… -Jake se acercaba embobado, sólo la miraba a ella…-. En serio, tienes que ver cómo corre… hemos llegado en tres horas…


-Seth… recuerda que el jefe Swann lleva las esposas… -Miré a Charlie que apareció ceñudo por la puerta, no sé si por mi comentario o por la cara de enamorado de Jake-. ¿Qué tal Nessie?


-Bien… -Nessie le abrazó tan embobada como él, hasta que se percató de la presencia de su abuelo-. ¡Abuelo! –Corrió hacia él y Jake se quedó con la sonrisa estúpida que me hacía envidiarle-. ¿Cómo habéis venido? Creo recordar que íbamos a ir nosotros mañana…


-Sí… -Fingí enfado-. ¿No vas a invitar a tu tito Seth a la fiesta del instituto?


-Seth… -Jake puso una mano en mi hombro-. En serio, ella tiene una buena reputación… no puede dejar que te vean de fiesta con ella…



Entramos en casa mientras Nessie se probaba mil vestidos, algunos de ellos bastante provocativos que no convencían a Edward ni a Charlie… y Jake parecía molesto a veces… No entendía porqué, a mi ya no me parecía tan niña como él quería imaginar… hacía tiempo que ella sabía lo que quería, por más que ambos lo negaran. Nos arreglamos nosotros también, pues íbamos a ir también a la fiesta aunque Nessie no supiera nada. Edward me llamó a la cocina mientras Jake terminaba.


-¿Qué tal llevas eso de irte a vivir solo?


-Genial… -sonreí-. Ya sabes… -Toqué mi cabeza-. No dejo de pensar en eso…


-¿Seguro? –Me quedé helado mientras él sonreía y Jake aparecía por allí con una sonrisa enorme-. Tenías razón…


-¿Qué me pierdo? –Bella nos miró extrañada-. ¿Seth?


-No sé… estoy más perdido que tú, es tu marido…



Me fui de allí, me iban a volver loco… Nessie bajó espectacular y la llevamos hasta su instituto, dejándola en la puerta mientras pude ver a Alice indicándome en la retaguardia el lugar. Nessie seguía embobada con Jake, así que no se dio cuenta mientras protestaba.


-En serio, no hace falta que os quedéis… allí viene Kevin.


-No, me apetece saludar a Darlene… -Jake puso su chaqueta sobre ella, protegiéndola del frío y de las miradas de los chicos-. Sería de mala educación irme sin saludarla, además… me cae bien.


-Lo sé… a ella también le caes muy bien…



El chico rubio se acercó y después uno moreno, ambos miraban mi coche algo fantasiosos. Bajé y me presenté, contándoles los arreglos que Jake había hecho. El chico moreno miró a una de la niñitas que pasaban por allí, Nessie sonrió y se acercó a él.


-Está muy guapa, ¿verdad? No creo que debas darle tantas vueltas… sabes que a Meg le hubiera gustado verte feliz…


-¿Te gusta esa chica? –El chico moreno torció el morro mientras el rubio, que me parecía un poco payaso, asentía como tal-. ¡Vamos! No hace falta que te pongas así… es normal que te gusten las chicas, son nuestra debilidad… yo que tú iría directo, es muy guapa… -El chico pareció molestarse, así que rectifiqué-. No creas que… ¡vaya! Es muy joven para mí… me gustan más mayores…


-Sí, lo sabemos Seth… -Jake se rió bien alto-. Más mayores y morenas, altas y de ojos verdes… ¿Cómo se llamaba la última?


-Leslie… -Suspiré ante su recuerdo-. Esa mujer es… una diosa…


-No Seth… -Jake alzó una ceja-. Aún no has encontrado a tu diosa… recuérdalo…


-Bueno, sigo creyendo que yo debo ser el soltero del grupo. Imagino que debo ser yo el que rompa las reglas… No me apetece atarme de ese modo…


-Ya, claro… -Jake rodó los ojos-.



Comenzamos a hablar de nuevo del coche, mientras a Nessie le sonó el móvil y se sumergía en una extraña conversación. Jake la miraba preocupado así que agudicé el oído.


-¿Estás loca? ¿Cómo no vas a venir?... ¿Qué le pasa a tu pelo?... ¡Vamos! No importa, seguro que estás preciosa… -Jake parecía preocupado-. Darlene se ha cortado el pelo y no le gusta… Jake, ha venido con Seth y me han acercado, estaban esperando porque Jake quería saludarte… así que vente para aquí… Mira, si quieres puedo ir a recogerte… -Me desesperé, le había dicho a Jake que nos iríamos de fiesta… tenía reservado un sitio para comer y beber cerveza antes de volver aquí-. Seth me dejará en tu casa, llamaré a mi tía Rose, es buena peluquera… ¿Te parece?... Ni se te ocurra, iré a buscarte… Ahora nos vemos.



Suspiré, íbamos a dar otra vuelta… dejé a Nessie en casa de la chica y salí picando rueda, pude verla mirarme mal por el retrovisor mientras Jake se lamentaba.


-Vamos tío… tenemos mucha noche por delante… ya la verás mañana…


-Ya sabes que no me gusta estar lejos de ella…


-No te martirices… yo también la quiero… -Torcí el gesto y él me miró curioso-. No de ese modo… creo.


-¿Crees? –Ahora me miraba divertido-.


-No sé, ya me parece estar enamorado hasta de tus hermanas.


-¡Eh!


-Tío, entiéndeme… no sé qué pensar… últimamente no dejan de venirme esas imágenes que te enseñé, incluso cuando no estoy en fase…


-Lo sé… por eso te he regalado también el coche… -Le miré extraño-. Creo que de algún modo te has enamorado de Darlene por mis recuerdos y por los de Nessie…


-¡Eso es imposible! –Le miré, debía de estar loco-. Mira, no es que tenga nada contra ella, pero es un poco joven… y no es mi tipo. No sé…


-¿Estás seguro? –Me miró alzando una ceja-. ¿Aún crees en los imposibles? ¿Después de todo?


-No en los imposibles… pero es muy improbable. No tiene nada que ver con la tribu, ni con la manada, ni con Forks… además sabes que no, que yo soy más de otro tipo de chicas, que me gustan más mayores… no sé…


-Ya…



Empezó a reír y se quedó callado mientras yo evitaba pensar en todo eso que yo mismo no me había permitido pensar en estos días. Había estado considerando la posibilidad incluso de haberme imprimado con Nessie, pero eso era imposible… incluso había soñado con esa chica, pero también en otras ocasiones con Kira, y con Leslie… no sé. Él seguía mirándome divertido mientras comíamos.


-Déjalo ya, en serio… me voy a mosquear…


-Yo creo que deberías pensarlo, en serio… -Le miré mal-. La chica es encantadora y tiene algo misterioso que me llama la atención, no sé qué es… es como si fuera algo familiar para mí… eso me ha hecho plantearme mucho estos días, tu hermana me dijo que habías pensado en ella y yo mismo pude verlo en tu mente… quizá sea esa la respuesta, quizá por eso me siento tan familiar con ella… por ti.


-Vamos Jake… ¿no será que es porque cuida de Nessie? Quizá yo también me haya obsesionado con ella porque tú lo has hecho antes…


-No sé… puede…


-¡Ves! ¡Qué razón tengo cuando digo que me vais a volver loco entre todos…!



Nos reímos hasta que se hizo la hora. Jake me miró mal cuando conduje como un loco de vuelta al instituto. Le hice esperar hasta que vi a Alice salir con un hombre mayor, que cogió un coche y se marchó. Ella sonrió en la distancia y Jake me miró divertido.


-Mi regalo de Navidad… una fiesta especial con tu chica…



Reí y saqué de mi guantera los CDs de fiesta mientras él asentía. Bajamos y nos colamos en la fiesta ayudados por Alice. Subí al escenario y le indiqué cómo conectar el equipo de música y qué canciones poner. Me acerqué al micro y me dejé llevar por mi olfato.


-Bueno, veo que estáis un poco amuermados… -Se oyó la risotada de Jake-. Como os veo muy pastelosos, os voy a dejar una canción más, que por cierto dedicaremos a mi encantadora sobrinita Nessie… -La miré, pero no la vi. Todo se paró en ese mismo instante. La chica que estaba detrás de Nessie, aquella chica que había visto en mi cabeza tantas veces, aquello que intentaba negar en lo más profundo de mi ser… ahí estaba ella. Jake volvió a reír, tenía razón… No podía quedarme aquí como un pasmarote… -. Bueno, esto… sí, la pastelada…



Aquella canción sonaba de fondo mientras me acercaba a ella. Mi corazón palpitaba frenético mientras Jake apoyaba su mano en mi hombro y me miraba satisfecho. Sus ojos me parecieron tímidos, su sonrojo me lo confirmó. Estaba nervioso, me temblaban incluso las manos, algo que sólo me pasaba cuando entraba en fase, y ahora no tenía ganas de explotar en lobo, simplemente me temblaban por mi pulso frenético y mis ganas de tocarla. Mi felicidad era inmensa al ver cómo Jake la saludaba pero parecía que no dejaba de mirarme a mí.


-¿Qué tal estás? ¿Todo bien?


-Eso creo… -Definitivamente me miraba a mí…-. ¿Tú eres el famoso Seth? –Asentí como un bobo… ¿Tendría la misma cara que Jake ponía al ver a Nessie? Tenía que serenarme… ser yo…-. ¿El fiestero?


-Sí, bueno… Veo que te han hablado bien de mí… -Sonreí como pude, había oído hablar de mí y recordaba mi nombre… -.


-¿Bailas? –Jake se llevó a Nessie dejándome a solas con la chica-.


-A mí también me han hablado bastante de ti… -Hablado no era la palabra correcta… pero sí era cierto que sabía de ella mucho más de lo que podía imaginar-. Nessie no para de hablar de todos, y Jake también me ha contado algunas cosas…


-Espero que buenas… -La chica parecía tímida… Darlene. Su nombre sonaba ahora distinto en mi cabeza, como algo armonioso que debía unirse a mi nombre por la eternidad-.


-¡Por supuesto! –Reaccioné y sonreí, pero ella bajó la mirada muy sonrojada por lo que murmuré-. ¡Genial! ¿Y ahora qué digo? –La chica alzó su mirada y volví a sonreír sin poder evitarlo… comenzó a sonar otra canción-. ¡Esta canción me encanta!



Le guiñé el ojo esperando que me siguiera, buscando a Jake para empezar con nuestro baile… Lala Song… canción extraña pero alegre donde las haya. Justo lo que necesitaba ahora… Me sorprendió ver a la pequeña Alice bailoteando entre nosotros, seguramente Jasper estaría algo histérico si la viera tan relajada con nosotros. Las chicas se echaron a reír y Nessie intentó hacerla bailar y ella parecía realmente tímida… eso no podía ser…


Me acerqué animándolas, mi necesidad de tocar su piel me hizo rozar su mano y eso provocó en mí una especie de estallido de mariposas… una sensación que aumentó al verla sonrojar.


Cuando Nessie vino con nosotros ella pareció relajarse un poco, pero parecía preocupada por algo. Jake se acercó a mí un segundo y me susurró lo que Ness le había contado. Los padres de Darlene se separaban, quizá era por eso por lo que estaba tan cohibida.



Me sorprendió a mi mismo que ni siquiera mirase a las chicas que venían a nosotros. Me di cuenta que estaba actuando ahora como Jake, algo de lo que me había mofado en su momento…



Dieron las doce de la noche, así que la fiesta se acabó. Sentí la necesidad de ofrecerme a llevar a Darlene, aún a riesgo de parecer un plasta… La observaba de vez en cuando por el retrovisor, parecía tan preocupada, tan frágil… tan necesitada de un abrazo que una parte de mi quería parar el coche y bajarme para abrazarla… pero no quería parecer un lunático. Cuando paré el coche ella entristeció un poco más y parecía reacia a bajar del coche. Ella se disculpó.


-No me apetece entrar… mañana mi padre se marcha, aún no he decidido con quién me quedo… no sé ni siquiera qué voy a hacer para navidad…


-Haz un viaje sola… -No dije lo que quería decir precisamente… mi frase quería ser vente a vivir conmigo… pero era una locura-.


-¿Dónde voy a ir? Ojala pudiera irme de viaje, en serio, un viaje para relajarme… -¡Genial! ¿Qué era esto? ¿Una tortura? ¿Debía decirle lo que realmente había pensado? Ella abrazó a Nessie, despidiéndose-. Pásalo bien… nos vemos a la vuelta.


-Te quiero Dar…


-Y yo Ness… y yo –Jake la ayudó a bajar y sentí envidia, quería ser yo quien la ayudase a bajar, pero me controlé-. Gracias… -Se giró y me miró, su mirada me traspasó… me parecía el ser más precioso del universo-. Gracias por traerme.


-No hay de qué, preciosa –Su sonrojo me hizo plantearme si había estado bien ese comentario… pero un ápice de tristeza me hizo intentar consolarla con palabras, aunque realmente sólo quería abrazarla-. No te preocupes, seguro que todo acaba saliendo bien…


-Gracias de nuevo…



Darlene se marchó y el coche se quedó en silencio. No paraba de pensar en ella y Jake sonreía a veces a Nessie y a veces a mí. Él tenía razón… era ella… era ella…