Capítulo X: Como cabras.

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El lunes entramos a la cafetería y pudimos ver desde la fila cómo Wanda miraba las ocho sillas, cuatro con nombre y cuatro vacías. Después se sentó dos mesas más lejos. Ness comentó el detalle y Ryan parecía bastante apenado. Cuando nos sentamos no parábamos de mirarla.

-Pobre chica, seguro que las estúpidas de sus amigas… -Volvimos a mirar todos a Wanda, que se volvió al sentirse observada. Ness la invitó pero negó débilmente. Ryan tiró el sándwich al plato y se levantó. Cogió una silla vacía y la puso en nuestra mesa, entre Nessie y yo, sentándose de nuevo. La chica parecía contenta con ese gesto, así que se levantó y se acercó-. ¿Estás segura de que quieres unirte al club de los gamberros?

-No creo que seáis tan malos como dice la gente… -sonreía ahora, al igual que Ryan-. ¿Seguro que no os molesta tener en la mesa a una cría?

-Yo no veo ninguna… -Kevin parecía ahora feliz, mientras miraba a Ryan parecía igual de contento-.

-Chicos… tengo trece años…

-¿Y? –Ness sonrió gentilmente-. ¿Quién te dice a ti que no tengo cinco?

-Ya… -comenzó a reír y dejó su bandeja en la mesa mientras se sentaba-. Claro…

-Bienvenida al club… -Le sonreí-. Imagino que ya nos conoces… pero él es Ryan, Kevin, Nessie y yo Darlene… si quieres un consejo, aléjate de Kevin…

Todos se echaron a reír y ella asintió.

-Vale, vale… te haré caso…

-Eres nueva en la ciudad, ¿verdad?

-Sí… -me miró avergonzada-. ¿Tanto se nota?

-No demasiado… pero nunca te habíamos visto… y al resto las conocíamos del colegio…

-Bueno, yo vine a principios de este curso, mis padres se han separado y no quería ir con ninguno de los dos… así que me decidí a pasar una temporada con mi abuela… Pero no sé, se supone que el año que viene me tengo que decidir para irme con uno o con otro… pero es difícil…

-Es difícil elegir… -Ryan la miró con una mueca-. Pero al menos tienes suerte, tienes opción de quedarte con tu abuela… -le mostró una leve sonrisa-. Yo ando a caballo entre Monroe y Nueva York…

-¿Nueva York? ¡Estuve en verano! ¡Me encantó!

Ambos parecían cómodos y Kevin empezó con sus bromas, haciendo que ella se sonrojara alguna que otra vez…

La semana fue relativamente alegre, Wanda trajo un soplo de aire nuevo al grupo y nos distrajo de la habitual rutina. Hicimos planes para el sábado, aunque yo estaba más emocionada por la cita que tenía el viernes.

El jueves por la noche Omar me mandó un mensaje para que quedásemos, así que estaba eufórica por nuestra cita del viernes.

Por fin llegó el viernes y los chicos se reían de mí, pensando que estaba eufórica por nuestra salida del sábado, mientras que Nessie estaba también exaltada porque se iba a Forks. La señora Cullen se acercó a la hora de comer.

-¡Hola! Tengo noticias… -Se inclinó sonriente en nuestra mesa mirando a Ness-. Tus padres están con Charlie, así que… irás tu sola hasta Forks. Yo iré a buscar a Jazz y Emmett irá con Rose… así que no te preocupes por nada, Bella se ha llevado tu maleta, así que… no vuelvas demasiado tarde…

-¿Cómo?

-Sé donde iras nada más llegar… y Sue me ha contado el plan… así que no vuelvas tarde…

Ness la miró sorprendida y me miró con la duda en los ojos. Yo me encogí de hombros y reí, mientras ella parecía muy confundida. Kevin me tiró una bola de pan y le di una patada bajo la mesa. Me miró sorprendido y Wanda se echó a reír.

-¿Siempre estáis los dos así?

-Sí… -Kevin me hizo una mueca-. Sólo que a veces es un poco borde…

El día pasó rápido, nos despedimos de Nessie que iba emocionada y algo expectante por la duda que había despertado en ella la señora Cullen. Cuando llegué a casa me arreglé, me maquillé y me hice un ligero recogido. Mi madre se asomó al baño y me vio mirándome durante un rato, algo que nunca hacía. Alzó una ceja y se echó a reír. La miré y salió corriendo escaleras abajo, oyendo que rebuscaba algo y ponía la mini cadena. “I’m gonna getcha good” sonó,



ella subió las escaleras intentando bailar mientras yo la miraba espantada. Cogió mis manos y empezó a cantar y a bailar, para luego seguir saltando por el pasillo mientras yo terminaba… como una cabra, definitivamente.

Mi padre llegó y apagó la música, me miró extrañado y mi madre salió al pasillo mirándolo con algo de decepción. Se dio la vuelta y se encerró en su cuarto dando un portazo.

-¿Vas a salir?

-Sí…

-Estás muy guapa… -me miró especulativo-. ¿Sales con los chicos?

-Papá… -le miré frustrada-. Sabes que nunca me arreglo tanto cuando salgo con los chicos. Si quieres preguntar algo, hazlo directamente. Tengo una cita con Omar, así se llama el chico del otro día… ni Kevin ni Ryan saben nada, así que si llaman… estoy estudiando, ¿vale?

-No entiendo porqué se lo ocultas…

-Porque se estarían riendo de mi toda la eternidad si algo de esto sale mal, así que no quiero decirles nada hasta que sea algo seguro, al igual que tampoco te quería decir nada a ti para que no te preocuparas tanto… estaré bien, no te preocupes tanto…

-Vale… -besó mi sien-. Pero no llegues tan tarde como el otro día, por favor…

-Vamos a ir a cenar y luego al cine… no me entretendré mucho más…

-Eso espero…

Llegué a su casa y él me abrió con una enorme sonrisa. Había preparado la mesa con velas y flores, la cena estaba terminando de hacerse en el horno… estaba algo alucinada. Era una cita como la de las películas, nada de citas de McDonals típicas de las chicas de mi edad, esto era mucho mejor… era genial. Me ayudó a quitarme la chaqueta y me ofreció la silla, para después servir la cena y sentarse mirándome sonriente.

-Esto es… -le miré anonadada-. Demasiado.

-Bueno… espero que te guste…

La cena estaba muy buena y después nos tumbamos en el sofá a ver la misma película que habíamos empezado a ver el otro día… pasaron diez minutos y él ya estaba besándome. De nuevo, no me enteré de absolutamente nada de la película. Sus manos buscaban tocar partes de mi cuerpo que nadie había tocado, haciéndome sentir incómoda y él se reía cuando lo notaba retirándose un poco.

Me llevó de nuevo a casa y como en la otra cita, el beso de despedida fue el que más me gustó. Me tumbé en mi cama y pensé en eso, porqué no estaba a gusto con él cuando estábamos en su casa besándonos… sin embargo el resto del tiempo era perfecto. Quizá fuera mi problema, quizá yo era demasiado remilgada… suspiré y pensé en ello hasta que me dormí.

Al día siguiente fuimos al cine con Wanda, ella parecía algo preocupada por los horarios, así que fuimos a la película de la sesión anterior a la que solíamos ir, para que su abuela no le regañara por llegar tarde. La dejamos en casa y fuimos a dar un paseo, mientras ellos comentaban los mejores momentos de acción de la película y yo no dejaba de pensar en el lío que tenía el protagonista con la dama en apuros…

En la película el protagonista tenía un lado oscuro cuando estaba con la chica y tenía un grave conflicto interno sobre cómo tratarla, pero siempre acababa actuando bien y ella parecía feliz. ¿Era mi historia parecida de algún modo a esa?

El lunes Nessie llegó emocionada de la boda y nos relató las fiestas a las que había ido y cómo lo había pasado. Yo no podía parar de imaginarme esas fiestas, me ilusionaba pensando que algún día podría ir a alguna… aunque sólo fuera una ilusión. También nos dijo que se iba a quedar unos días porque su abuelo había cogido vacaciones y quería pasarlas con él.

Por la tarde al llegar a casa mi madre tenía la música a todo volumen. Entré en casa y me cogió de las manos, saltando y cantando mientras sonaba “Up”.




No entendía nada, se pegó toda la semana haciendo lo mismo, cantando y bailando las canciones que a ella le gustaban, de Shania Twain.

El jueves quedé con Omar y la situación volvió a ser la misma, mi padre al verme llegar me miró preocupado pero insistí en que todo iba bien, que no debía preocuparse. Me encerré en mi cuarto y pronto oí gritos. Cuando bajé mi madre despotricaba, diciendo estupideces como que quería que mi padre se fuera de casa, que prefería que la abandonara a que la ignorara como lo estaba haciendo últimamente. Yo suspiré y volví de nuevo a mi habitación.

Lo pensé fríamente, quizá mi madre había estado así esta última semana para llamar la atención de mi padre y él parecía ignorarla y despreciarla, pues siempre apagaba la música y la miraba un poco mal. Mi padre lo hacía porque llegaba cansado del trabajo y por las noches no dormía muy bien, pero al parecer eso hería los sentimientos ocultos de mi madre.

El viernes fue un mal día, Mi madre había vuelto a la rutina de no salir de su cama y eso me dolía de alguna manera, la habíamos tomado por loca hasta el extremo y ahora que intentaba mejorar todo se había desvanecido. Además Nessie se iba y no iba a verla en dos semanas…

El sábado pasamos el día en el club de golf, fue muy divertido, Ryan y Wanda parecían llevarse muy bien, intercambiaban bromas y sonrisas que me hacían sentir bien por él, hacía mucho tiempo que no le veía así. Para ser sincera, nunca le había visto mostrar sus sentimientos tan claramente. Con Meg siempre estaban besándose y se picaban entre ellos, pero nunca los había visto así. Quizá él estuviera cambiando… no sabría decir si era por Wanda o por el accidente, sólo que me alegraba verle mejor.

Kevin en cambio parecía distraído, enfadado, me acerqué y le pregunté qué le pasaba pero no hacía más que huir de mí, lo que me molestó demasiado.

-¿Qué demonios te pasa?

-¿Y a ti? –Le miré sorprendida y su cara pasó de furia a abatimiento-. Estás muy rara últimamente, cuando te hago bromas me ignoras, antes me contestabas… ahora ni siquiera me dices que me paso o que no tiene gracia… no sé. Siento que te pasa algo y no me lo quieres contar. Eso me molesta.

-Kev… yo… siempre que te contesto me dices que soy una borde…

-Pero eres mi amiga borde. Y ahora… parece que no eres ni una cosa ni la otra. No sé si es que algo va mal conmigo o en casa… no sé. Pero creo que te he demostrado muchas veces que puedes confiar en mí… ¿no?

-Kev… -Fruncí el ceño-. Estoy saliendo con alguien.

-¿Qué? –Me miró raro-. ¿Cómo que sales con alguien?

-Sí, estoy saliendo con un chico… más bien con un hombre –reí ante su cara de sorpresa-. Tengo citas, cenas románticas y esas cosas que tú jamás harás porque nadie te soporta, exceptuándome a mí…

-¡Qué borde! –Dijo riendo-. ¿Por qué no me lo has dicho antes? ¿No nos lo vas a presentar?

-No… de momento no. Es más mayor que nosotros… -Frunció el ceño- y no sé…

-¿Qué? –Me miró preocupado-. ¿No va bien?

-No sé… es raro, pero imagino que la diferencia de edad va a ser algo que va a costar superar… pero bueno…

-Por muy mayor que sea… soy capaz de pegarle si te trata mal… Aunque seas una borde a veces, eres mi tata…

-Kev… te machacaría con un solo dedo, no intentes hacerte el valiente… déjalo para cuando crezcas…

El día pasó volando y Wanda y Ryan se enteraron de mi situación sin hacer ningún tipo de comentario… así que me sentí un poco aliviada.

El domingo quedé con Omar y nos pasamos la tarde en su casa… cenamos, vimos una película… aún me quedaba tiempo para ir a casa, así que siguiendo con la rutina seguimos besándonos hasta que terminaron incluso los créditos. Apenas hablamos y sólo me besaba. Empezaba a cansarme el sólo besarme con él, empezaba a pensar que me gustaba más cuando sólo hablábamos… Sus manos se metieron bajo mi jersey, acariciando mi estómago y subiendo hacia mi pecho, así que paré su mano. A los minutos él volvió a intentarlo y volví a pararlo. Creo que a la quinta vez me rendí. Poco después su mano intentó meterse por mis pantalones, algo que impedí en repetidas ocasiones. Llegó un momento que me enfurecí y quité su mano de mi pecho, separándome de él.

-Para, por favor…

-¿Qué?

-Que no corras tanto, me haces sentir incómoda y no me gusta…

-¿Qué? –Se retiró y se levantó enfurecido-. Pensaba que eso era lo que querías, llevas varios días viniendo a mi casa y creo que ya es hora de que también cubramos mis necesidades. He tenido bastante paciencia contigo, me he frenado mucho…

-Pero si sólo llevamos unas semanas saliendo… -no entendía nada-. ¿Qué estás diciendo?

-¡Por favor! ¡Nunca debí haberte besado! Sabía que esto iba a pasar, eres una cría y una estrecha… no sé porqué me dejé llevar… No sé ni porqué me acerqué a ti esa tarde…

-¿Qué? –Me quedé helada-.

-Será mejor que te marches a casa… -me acercó mi abrigo. Me levanté y lo cogí con furia, dirigiéndome a la puerta-. No te molestes en llamar…

-¿Cómo?

-Sé lo que os pasa a las crías, os encapricháis y luego no paráis de molestar… no quiero que vuelvas arrastrándote, no quiero saber nada de ti jamás…

Salí de allí casi corriendo. Llegué a mi casa y respiré un poco antes de entrar. Mi padre abrió la puerta y me vio a punto de llorar. La furia corría por su rostro de una manera que nunca había visto, ni siquiera cuando había discutido seriamente con mamá.

-¿Qué te ha pasado?

-Lo he dejado con él…

-¿Te ha hecho algo?

-No… -negué rápidamente-. En serio, estoy bien. Sólo que pensaba que esto iba a funcionar pero somos muy distintos… no te preocupes… mañana ya estaré bien…

Cuando entré mamá me miraba preocupada en la escalera, pase a su lado y acarició mi pelo, dedicándome una mirada que apunto estuvo de hacerme llorar. Cuando llegué a mi cuarto dejé las lágrimas fluir, no podía dormir. Mi padre me trajo un vaso de agua y me abrazó, dejándome de nuevo a solas y un poco más calmada, pudiendo llegar a dormirme.

Me levanté antes de que amaneciera, pero no me apetecía levantarme de la cama. Mi madre apareció con una bandeja y la dejó en la mesilla, entendí que era su forma de apoyarme en silencio. Desayuné y me duché, llegando al instituto antes de hora. Me senté en nuestro banco leyendo las pintadas… si Meg, Allis o Mary estuvieran aquí… recordé que Nessie se iba a quedar allí y aún me deprimí más. Wanda apareció contenta, así que escondí mi tristeza. Kevin llegó y se metió con ella.

-Con esas coletitas pareces aún más niña…

-Tú no necesitas coletas para parecer un crío… -La defendí-. No le hagas caso…

-Ya veo… -ella se echó a reír-. ¿Qué tal ayer? Yo estuve haciendo unos trabajos… ¡Qué rollazo! Odio la Historia…

-Darlene también… -estaba un poco ausente y Kevin me miró raro. Le sonreí para disimular-.

Cuando llegó Ryan nos metimos a clase y Wanda se marchó al edificio nuevo. A la hora de comer vino corriendo y le preguntó algo a Ryan en susurros, que le contestó con una mueca y un asentimiento. Se disculpó y nos dijo que la esperásemos en la cafetería que iba al baño. Cuando llegó se sentó a mi lado y comenzamos a comer. Mi móvil sonó y al ver que era Nessie me animé un poco, seguro que me contaba algo grandioso, como siempre.

-¡Hola Nessie! ¿Qué tal la boda? –Intenté sonar alegre-.

-¡Dar, cariño! La boda muy bien, estuvimos bailando hasta las cinco de la mañana y ayer estuve de cena familiar… ¿Qué tal todo?

-Bueno… iba a llamarte por la tarde… la verdad es que es… -Intenté decirlo serena pero las lágrimas acechaban y no podría decirlo-. Estoy bien.

-Dar, no me engañes, te conozco… ¿Qué ha pasado?

-Espera… -Me disculpé, sabía que en el momento que empezara a hablar lloraría y no quería dar el espectáculo en la cafetería. Llegué a la puerta y no me contuve-. Te quise llamar anoche, pero… No sé cómo explicarte esto… ayer estuve con Omar, me invitó a su casa, había preparado una cena pero… Me ha dejado Nessie, me ha dejado.

-¿Qué? ¿Pero por qué?

-Es muy difícil de explicar por teléfono… -Kevin me había seguido y me abrazó-. Te echo de menos Nessie, me encantaría verte…

-Cariño, yo…

-Lo sé, estás lejos, lo entiendo… no te preocupes se pasará… debo volver, tengo que ir a clase… te quiero Ness…

-Y yo Dar, y yo…

Colgué y ahora me sentía mal por hacerla preocuparse… y Kevin me miraba tan preocupado, y en parte furioso… me recordó a la mirada de mi padre.

-No iba tan bien como pensaba…

-¿Te ha dejado?

-Algo así… -intenté serenarme-. Ya te dije que había mucha diferencia de edad…

-Oye, si quieres que le pegue, o que le ralle el coche, o…

-¡Idiota! –Le pegué flojito mientras reía-. Vamos a clase… se me pasará… lo sé.

Me ayudó a serenarme un poco antes de entrar. En la clase de Literatura la Señora Cullen me miraba como si supiera lo que había pasado… quizá debí haberle hecho caso… pero ahora no había solución, y yo le había prometido estar más atenta en clase… así que me centré.

Cuando salí no podía creer lo que estaba viendo. Corrí hacia ella llorando, había venido hasta aquí y había hablado con ella apenas unas horas antes. Los chicos se preocuparon al verme llorar, sobre todo Kevin, pero les insistí en que estaba bien y él entendió que sólo quería hablar con ella… Me sentí mal pero él lo comprendió.

Fuimos hacia la cafetería más cercana en silencio, mientras la cogía del brazo y Jake nos seguía intentando dejarnos algo de privacidad, supuse. Cuando llegamos a la cafetería él se quedó parado en la esquina, mientras yo abría la puerta y le invitaba a entrar.

-No importa, puedo esperar fuera…

-No, no pienso dejarte pasar este frío… además creo que me gustaría que tú… bueno… seguro que tu opinión me resulta útil.

Nos sentamos ambas juntas, con Jake frente a nosotras.

-Dar… -Nessie me miró cariñosa-. ¿Cómo no me llamaste anoche?

-No quería molestar… además no sabía cómo contártelo, la verdad es que es algo… -miré a Jake y me avergoncé, bajando la mirada-, incómodo. Pero… ¿Cómo has llegado tan rápido?

-Jake me ha traído… -Sólo hacía dos o tres horas de la llamada…-. Ha ido como un loco con la moto, al parecer hay una ruta de moteros alternativa…

-¡Vaya! –No sabía si darle las gracias o esconderme debajo de la mesa-. Gracias… -Jake hizo un gesto cortés, indicando que no tenía importancia. Miré a Nessie y le sonreí-. Me alegra que estés aquí…

-¿Qué pasó?

-Bueno… -Noté mis manos temblar y las uní, Nessie puso sus manos sobre las mías-. Me invitó a cenar, estuvimos viendo una película… cuando terminó aún quedaba un rato para que tuviera que estar en casa, así que bueno… digamos que nos acaramelamos mucho. Llegó un punto en el que yo me sentía incómoda, así que fui parándole delicadamente, no quería que se sintiera mal, pero él volvía a intentarlo de nuevo… Cuando le dejé claro que debía parar, él se enfadó un montón. Dijo que él lo necesitaba…

-¿Qué? –La mirada de Ness me asustó, parecía llamear fuego en sus ojos-. ¡Será desgraciado!

-¡Ya ves!... Comenzó a hacer aspavientos y me dijo que él creía que yo iba a querer, que estaba teniendo mucha paciencia conmigo. Yo le recordé que apenas llevábamos unas semanas conociéndonos, pero el dijo que era suficiente… -Estaba a punto de llorar así que me serené-. Me dijo que no debía haberme besado nunca, que él sabía que iba a pasar, que al final iba a resultar una estrecha… -No pude más y comencé a llorar por pura impotencia-. Yo creía que al ser mayor él lo entendería, pero me dijo que era una cría, que nunca debía haber hablado siquiera conmigo… me dijo que me fuera y que no le molestara, que me lo advertía porque seguro que era de esas niñas tontas que se encaprichan y luego no paran de molestar…

-¡Desgraciado! –Ness parecía furiosísima, más incluso que Kevin o mi padre-. Darlene, cariño, no te preocupes.

-Pero yo creía que él iba a ser el amor de mi vida, todo parecía genial antes de aquella noche. Realmente me estaba enamorando de él… -miré a Jake, él era mayor y quizá entendería mejor a Omar-. ¿Qué hice mal?

-Absolutamente nada –Ness se anticipó obligándome a mirarla-. No es la persona adecuada, ya está… algún día la encontrarás, será genial, perfecto, hecho para ti.

-Nessie… -Para ella era fácil, lo tenía delante… además era guapa como las demás, encantadora… Yo no me podía comparar, era ridículo-. Tú lo tienes fácil, siempre te lo he dicho. Todas vosotras lo tenéis más fácil que yo…

-No digas estupideces, ¿me oyes? Sabes perfectamente qué dirían todos si te escucharan, sobre todo Allison… de hecho creo que ellos estarían ahora en casa de ese desgraciado linchándolo.

-¡No! –Me asusté, era la única que sabía la verdad-. No quiero que nadie sepa nada, no debí habértelo contado… No debí haber hecho que vinieras por mí…

-Sí, hacía falta… -Jake se acercó para poner una mano en mi brazo, después puso su mano sobre la mesa, así que la tomé. Me acariciaba la mano y me miraba de un modo que me hizo sentir mejor-. Es bueno soltar esas cosas, además ella sólo con oírte sabía que algo andaba mal… por lo que necesitaba verte.

-Pero sólo demuestra lo cría que soy… que él tiene razón…

-Mira… -Jake suspiró y miró a Nessie para volver a mirarme-. Es cuestión de madurez… -Entonces Omar estaba en lo cierto…-. Quiero decir… yo no creo para nada que seas una cría… -Me había perdido algo y él lo notó- habéis pasado por situaciones muy complicadas y las habéis superado, algo que gente de mayor edad les costaría años superar, lo habéis logrado. Eso es madurez. El afrontar las cosas, el saber cuándo pedir ayuda a los amigos… -Sonrió de forma amable-. No eres una cría, te lo aseguro.

-Pero entonces… si no soy una cría… ¿Por qué no pude?

-Mira… -Jake suspiró-. Hay cosas que tienen un momento adecuado, hay quien no sabe controlarse y hace cosas de las que luego puede arrepentirse. Ser maduro no es hacer cosas porque sí, si no porque es el momento adecuado. Ese… -dudó-. Ese chico, que no hombre, no supo controlarse. Es más crío que tú, es lo único que puedo decirte, lo que creo. Tú fuiste madura, supiste que no era el momento y no cediste, algo que él no supo controlar. Su reacción fue desproporcionada, infantil… te puedo asegurar que lo más fácil es dejarse llevar, pero lo duro es parar; saber que puedes hacerlo, aunque no debas, porque no sea el momento… te aseguro que lo difícil es lo que hiciste, y fue lo correcto.

-¿Cómo se sabe cuándo es el momento correcto?

-No lo sé, imagino que simplemente se sabe… Al igual que sabes que no es el momento, imagino.

-Si tú estuvieras en la misma situación…

-Quiero creer que haría lo correcto, puedo imaginar la desesperación del chico, pero… no entiendo que se comportara de ese modo, su reacción fue desmesurada… -hizo una mueca-. Siento decirlo, pero dudo que fuera la persona correcta.

-Pero estoy cansada de esperar a la persona correcta…

-Te entiendo, créeme… pero si te dejas llevar acabarás cometiendo algún error que no olvidarás nunca. Yo estaba igual de desesperado cuando tenía tu edad y acabé creyéndome enamorado de la persona incorrecta.

La hermana de Nessie, eso me hizo sonreír. Él sonrió amablemente y siguió aferrando mi mano hasta que mi ánimo se estabilizó. Se hacía tarde y me acompañaron a casa, Jake parecía cansado por el viaje y Nessie tenía un brillo raro en los ojos, suponía que sueño… aún no se habrían recuperado de la boda.

Cuando mi madre me vio entrar me miró apenada y yo intenté sonreírle. Subí a mi cuarto y llamé a Kevin, contándole que estaba mucho mejor, que se me había juntado un poco todo y por eso había estado tan rara, pero que ver a Nessie me había animado y que no debía preocuparse. Tuve que colgar al oír la música, de nuevo Up. Mi madre me miraba desde la puerta del salón, así que bajé las escaleras y le sonreí, bailando con ella. Cambié de música pensando en Kevin, poniendo “The way I see it”,




mi madre reía ahora, lo que me sorprendió, mientras bailábamos por el salón. Mi padre entró y no nos dimos cuenta hasta que estuvo en medio del salón. Nos miró raro y se echó a reír, poniéndose a bailar, muy mal por cierto, mientras los tres reíamos.

El que nos viera… esto era una casa de locos, estábamos como cabras.