Capítulo LXXIXb: Los bonos.

11:22 0 Comments A+ a-

Lo prometido es deuda, como cada sábado... ¡Aquí os lo subo! Espero que os guste... Y nada, darle la bienvenida de nuevo a Lari! Seguid animándome el cotarro como lo hacéis todas, que estos días habéis sido una grata alegría para mí... odiando exámenes y todo... :(

Un besazo para todas!!!


Silvy ^^






-A veces eres realmente molesto… -Bufé atendiendo a la película-. En serio, no sé cómo puedo soportarte…
-Porque soy cálido, entre otras cosas… -Dijo riendo y acercándose al ordenador. Puso la película justo en el momento antes de que él me asustara llamando a la puerta y volvió a su sitio-. Venga, no te pierdas ni un minuto…
-Vale, pero cállate…
-Sí, señorita…

Vimos la película, la verdad es que él rió en algún momento, pero cuando acabó se empeñó en decir que era la película más mala que había visto en años y que, de no ser por mis carcajadas, se hubiera dormido en cualquier momento. Se acercó al ordenador para apagarlo y yo bufé.
-¿Qué?
-Que no voy a poder dormir… Podíamos poner otra película… a ver si así consigo dormirme.
-No… son las cuatro de la mañana ya, deberías dormirte de una vez. Además, no podría soportar otra ñoñada así, me daría un patatús o algo… -Rodé los ojos y él rió-. ¿Cómo pones una cosa así? Voy a tener que darte clases de buen cine…
-No ha sido tan mala… -Me miró mal-. Vale, bueno… pero es que me ha llamado la atención…
-¿Por?
-Por el título… -Me miró confuso-. Nunca me han besado… -Pareció entenderlo y sonrió-. No te rías… ¡jo! Si lo sé, no te digo nada.
-Vale, vale… perdona. No me río, en serio… -Intentó ponerse serio, apoyó su codo en la almohada y la cabeza en su mano-. Así que por eso has visto la película… ¿Acaso te preocupa? Tampoco es tan raro… y no es que nunca te hayan besado, simplemente no lo recuerdas.
-Para mí… es lo mismo. No sé lo que se siente… ¿De verdad se siente eso?
-¿En serio me estás preguntando a las cuatro de la mañana qué se siente cuando te besan? –Puse cara de buena y él resopló sonriendo-. ¿Para qué quieres saberlo?
-Pues… ¡Porque quiero saberlo! Susan habla de muchas cosas que siento que no entiendo… y vale que tú me has explicado algo… -Me sonrojé levemente-. Pero no sé qué se siente por mucho que tú hayas intentado explicarme las cosas, nunca me has explicado qué se siente realmente.
-Es que no puede explicarse…
-Siempre puedes intentarlo… -Le miré de nuevo con cara de cachorrito, él suspiró rodando los ojos de nuevo-. Por favor…
-Es que es realmente complicado… ¿Por qué quieres saberlo? Ya que voy a esforzarme lo máximo posible… quiero saber eso. Y no me vale que porque quieres saberlo…
-Porque… bueno, cuando tuve la no cita con Bryan… él estuvo a punto de besarme, pero no pude. Él me dijo que si era una cita… debería besarme. Pero no me atreví, me daba miedo porque no sabía que iba a sentir y cuando se acercó para besarme me dio miedo… bueno, no miedo. Fue raro. Como… no sé, como si no quisiera hacerlo por muy curiosa que me sintiera. Es una locura, ¿verdad?
-No… -Negó serio-. Si… técnicamente, va a ser tu primer beso, tiene que ser con alguien especial. Si te besas con cualquiera… será como besarte el brazo. Bueno, mejor que eso… pero ni de lejos algo parecido a cuando besas a alguien que quieres.
-¿Y qué se siente cuando besas a alguien que quieres de verdad?
-Es muy relativo, sólo te puedo contar lo que sentí yo cuando besé por primera vez a la persona adecuada… aunque creo que siempre que la besaba a ella lo sentía.
-Y… ¿cómo era?
-¡Qué pesadita, eh! –Suspiró pellizcando mi nariz y zarandeando mi cara, después la soltó y se puso serio-. Imagina la situación más inquietante que hayas podido pasar… la que más miedo pasaste y la que más feliz fuiste… mézclalos y sabrás más o menos qué se siente en el momento previo al beso. Después, cuando por fin tus labios acarician los suyos… es… -Cerró los ojos y sonrió, me miró fijamente y susurró-. Es como una corriente débil que hace que se te pongan los pelos de punta al primer contacto, después quieres más e incluso puedes notar la textura de los labios de la otra persona con los tuyos, puedes saborear su aliento mientras tu corazón se pone a mil por hora… -Mi corazón se aceleró por la tensión del momento, él sonrió acercándose un poco-. Piensa en la caricia más agradable que recuerdes, pero situándola en tus labios y sabiendo que lo está haciendo la persona que más deseas… -Sonrió más cuando respiré hondo humedeciendo mis labios-. ¿Eso te vale?
-Creo… -Tragué un poco-. Creo que sí.
-Ya… -Sonrió mucho más-. Pero si me preguntas, personalmente… me gusta más lo que se siente antes del beso… cuando en lo único que puedes pensar es en besar a la otra persona, pero no sabes si la otra persona quiere que la beses. Cuando estás tan cerca de sus labios que puedes notar su respiración en tu cara y eso hace que no puedas dejar de pensar en saborear sus labios… -Sonrió-. Cuando tu corazón se acelera pensando en que vas a hacerlo, pero el miedo no te deja mover un solo músculo esperando que la otra persona dé el primer paso. Odiando ese instante porque quieres estar más cerca, pero disfrutándolo por el miedo de no poder volver a estar así… deseando y temiendo a la vez lo que pueda ocurrir sin tener la certeza de que la otra persona siente lo mismo… y temiendo por hacerlo mal, aunque sepas que la otra persona también lo está deseando… -Tragué de nuevo-. Es realmente inquietante… -Sonrió-. Aunque creo que ahora mismo te estás haciendo a la idea claramente… -Podía entenderlo, tenerlo tan cerca susurrándome me había atontado, no podía moverme… y mi corazón… su sonrisa se ensanchó acercándose un poco más-. ¿Ves porqué no quería explicártelo?
-¿Por qué? –Dije con un hilo de voz-.
-Porque ahora mismo tu corazón va a mil, no puedes mover ni un solo músculo… apenas puedes pensar en otra cosa que no sea besarme… -Me quedé en blanco y él sonrió mucho más-. ¿Vas a decirme que me equivoco?
-Creo que deliras… -Susurré como pude-. Sólo era curiosidad…
-Ya… ¿Y ahora no tienes curiosidad por saber cómo sería besarme, no? –Susurró de un modo que me hizo suspirar, alzó una ceja y negué levemente evitando una sonrisa, él alzó la otra ceja-. ¿No? –Negué de nuevo notando que no podía evitar una sonrisa-. Bueno… tú misma. Iba a ser permisivo en esto dado que esta noche he perturbado tu sueño con la fiesta y mis ronquidos… -Se acercó un poco más y se apartó alejándose mínimamente-. Pero si quieres puedo irme a mi cuarto…
-¡No! –Él casi rió y acarició mi cara-. Yo… no es que… es que…
-Es que… -Susurró acercándose más y acariciando mi cara. Su sonrisa me atontaba, creo que todo mi cuerpo temblaba y mis labios sentían frío y calor a la vez, como desprotegidos… era imposible, era estúpido que me lo negara a mí misma… pero aún más estúpido confesárselo a él. Respiré hondo y despacio mientras él seguía ahí, esperando… expectante. Entonces lo entendí… me reí negando-. ¿Qué?
-A veces, llevas tus bromas demasiado lejos, ¿no crees? –Él alzó una ceja-. Si no quieres que te vuelva a preguntar estas cosas… vale. Mensaje captado.
-Ya… ¿crees que estoy de broma? –Lo pensé, no pude moverme y él sonrió-. Pues… -Se acercó mucho más, rozó su nariz con la mía en varias ocasiones y se quedó a dos centímetros de mis labios-. Deberías empezar a tomarme más en serio… ¿No recuerdas lo que te dije el otro día?
-¿Nada de actuar? –Asintió rozando mi mejilla con su nariz, suspiré nerviosa-. Pero… esto… ¿estás hablando en serio? –Tragué-. ¿Quieres que…?
-No sé… -Sonrió-. Compruébalo…

Me quedé paralizada por unos instantes mientras le miraba a los ojos, parecía que lo decía en serio… pero siempre había sido así y luego se reía… me puse más nerviosa y mantuve la respiración por un segundo, él parecía temblar. Puse mi mano derecha en su pecho, él sonrió cuando noté su corazón latir con fuerza sobre mi mano y rozó de nuevo con su nariz la mía. Me acerqué algo temblorosa, estaba realmente asustada de que él se apartara y se riera… o se enfadara. ¿Y si no lo hacía bien? Noté que todo lo que me había dicho era realidad… sonrió al ver cómo me ponía más nerviosa y rozó levemente mis labios con los suyos, quedando de nuevo a un centímetro. Me quedé paralizada por un momento, pero de repente algo hizo contacto en mi cabeza. Mi mano salió disparada a su cuello y le besé. No sabía cómo hacerlo, sólo estampé mis labios en los suyos con fuerza, él los movió y yo le imité. Entreabrió su boca y mordió mi labio inferior, le besé de nuevo con fuerza e hice lo mismo que él me había hecho, se apartó ligeramente y le miré mientras su labio se resbalaba entre mis dientes, me miró y apenas se soltó volvió a besarme, esta vez rozó mi labio con su lengua, así que fui a imitarle. La mordió con cuidado y sonrió alejándose para besarse con fuerza, me abrazó y me besó así varias veces, alejándose.
-¿Sigues creyendo que era broma? –Rió y yo me sonrojé, besó mi mejilla y me miró fijamente sonriendo-. Creo que debería irme… tienes que dormir.
-¿Estás de broma ahora, verdad? –Me miró sorprendido y rió negando-. ¿Y tú te crees que ahora voy a dejar que te vayas?
-Tenía una mínima esperanza… -Sonrió y me besó-. Pero creo que te ha gustado demasiado el primer beso y quieres probar el segundo…
-Ya... y a ti te da igual, ¿no? –Se encogió de hombros-. Pues te iba a pedir el segundo… y después el tercero… pero si quieres irte…
-No… -Me besó despacio, disfruté de las caricias de sus labios y su lengua en mi boca, sonrió apartándose un poco-. ¿También vas a querer un cuarto? –Me encogí de hombros riendo-. Bueno… igual si te portas bien… te regalo el quinto…
-Ya… -Reí-. ¿Ibas a cobrármelo o algo?
-Con el séptimo… el sexto iba a ser cortesía de la casa…
-Entonces… -Negué-. No quiero regalos, cóbramelos todos… -Sonrió ampliamente y negó-. No me importa, con intereses si quieres…
-No… -Me besó de nuevo, me dio el quinto y el sexto-. Es mejor que reserves el séptimo para otro día, ¿no crees? –Negué y él se alejó un poco con esa sonrisa que odiaba y amaba a la vez, sabía que iba a hacerme rabiar-. El bono gratis sólo incluye cuatro, te he regalado dos más… y te regalaré el séptimo cuando quieras si te duermes ahora mismo… -Hizo un mohín y suspiró-. Son las cinco, tienes que levantarte en tres horas…
-Pero yo lo quiero ahora…
-Creo que deberías saber que es difícil comprar mis besos…
-¿No hay algún bono ilimitado? –Alzó una ceja serio, borré mi sonrisa al momento, quizá me estaba equivocando-. Esto… -Hice una mueca-. ¿Sólo ha sido un bono especial para saber qué se sentía?
-Bueno… -Medio sonrió-. Podríamos negociar mañana un bono de diez… pero tendrías que sacrificar el séptimo y dormir al menos dos horas y media… casi tres.
-Sólo puedo dormir tres…
-Pues deberías darte prisa y dormirte… ¿No crees? –Hice un mohín y él sonrió-. ¿Ayudaría si te regalo el séptimo antes de irme?
-¿Vas a irte?
-Pues… -Intenté recomponer mi cara y él suspiró-. Elige, el séptimo… o me quedo. Pero para que te duermas, no para que intentes comprarme, eh…
-¿No hay una opción c que incluya las dos anteriores? –Negó frunciendo sus labios, fruncí los míos y lo pensé-. Si te quedas… -Arrugué el gesto-. ¿Puedo dormir abrazándote? –Sonrió ampliamente y asintió como si fuera obvio-. Entonces… -Suspiré con disgusto-. Creo que prefiero sacrificar el séptimo…
-Buena elección… -Sonrió y fue a acomodarse, pero se quedó parado, me miró confuso-. Oye… -Le miré preocupada, frunció sus labios y me miró serio, después sonrió-. ¿Crees que soy tan cruel?

Le miré raro y él rió regalándome un largo y maravilloso séptimo beso. Sonreí ampliamente y le abracé fuerte intentando dormir, pensé que sería realmente complicado por cómo estaba de nerviosa… pero estaba de nuevo equivocada.
El timbre del despertador me molestó de una manera desmesurada. Me revolví entre las sábanas buscando el maldito despertador dándole un manotazo para apagarlo y volver a dormir, mis ojos estaban doloridos y estaban mejor cerrados… cerrados. Los abrí de golpe y me levanté buscándole por la habitación. No estaba el ordenador, la silla estaba en su sitio… ¿Lo había soñado todo? No… toqué mis labios y parecían resentidos, no doloridos… pero sí extraños. ¿Realmente había pasado? Me fijé en la puerta… estaba cerrada. De repente sonó y se abrió, Seth sonrió.
-Vas a llegar tarde como no te levantes ya… -Señaló el despertador-. Son las ocho y cuarto… deberías estar ya desayunando… vamos a llegar tarde como no te des prisa.
-Prisa… -Susurré, luego miré el reloj de nuevo y grité-. ¿Las ocho y cuarto? ¡Entro en tres cuartos de hora!
-¡Pues corre! –Dijo riendo y haciendo aspavientos-. No te quedes ahí parada…
-Sí, claro…

Me levanté como un rayo, me enjaboné casi sin mojarme, me aclaré sacudiendo mi pelo como si quisiera arrancarlo, me sequé como si estuviera lijando mi piel… me vestí dando tumbos por la habitación mientras me preparaba la mochila. Bajé corriendo tirando la mochila al sofá, frené al ver el salón recogido. Seth salió de la cocina corriendo hacia las escaleras.
-Ves preparando el zumo, por fa…
-Claro… -Dije algo atontada. Entré en la cocina y corté un par de naranjas por la mitad, cogí el exprimidor y saqué el jugo lo más rápido que pude, cogiendo otras dos a toda prisa. Él volvió como un torbellino sacando las tostadas-. Están blancas…
-Confórmate… -Dijo aprisionándome con su cuerpo contra la encimera para coger un par de platos, sonrió cuando me quedé paralizada-. Si llegas tarde, pierdes puntos… -Le miré pasmada y él sonrió apartándose-. Y creo que no quieres eso… ¿no? –Me sonrojé muchísimo y él rodó los ojos-. Anda, ve a desayunar mientras termino con esto, a tu ritmo tomaremos zumo en la cena… -Me aparté, pero seguía algo atontada… ¿Había pasado? Él me miró raro-. ¿Qué te ha dado? ¿Te has dejado alguna tarea sin hacer, o qué?
-No, no… -Negué y me senté-. No es eso.
-Ya… -Dijo sirviendo los zumos y sentándose frente a mí-. Es por lo de ayer, ¿no? –Me quedé paralizada y él sonrió-. Bueno, bueno… no le des tantas vueltas que tampoco es para tanto… pero sí será para tanto si llegas tarde… así que venga, come…
-Pero… -Él me miró atento mientras mordía con rapidez la tostada. Sonreí pensándolo-. Entonces, ¿no estás enfadado ni nada?
-¿Te parezco enfadado? –Dijo mordiendo un tercio de la tostada. Me mordí el labio y negué. Tragó y rodó los ojos-. Pues entonces… desayuna rápido… -Engulló el resto de tostada y se levantó dejando el plato en la pila, se bebió el vaso en tres tragos dejándolo con el plato y se giró-. ¡Venga! Que así no vamos a llegar, eh… -Salió de la cocina y se asomó de nuevo-. Si llegas tarde será un punto menos, así que tú misma… -Sonreí sin poderlo evitar-. Venga, no te desanimes… que por esa sonrisa te has ganado un punto… -Me sacó la lengua y sonrió ampliamente-. Pero date prisa…
-Vale…

Me mordí el labio fuertemente. Había pasado… y al parecer, iba a volver a pasar. Quería gritar, saltar… bailar. Todo menos comer… pero debía hacerlo para no perder ni un solo punto…
Comí lo más rápido que pude, pero la tostada no me entraba. Maila apareció y le dejé la mitad en el bol, en los pocos segundos que me costó terminarme el zumo ella se la comió. Sonreí y dejé todo en la pila, fui a sacar el jabón y una mano cálida me paró.
-Déjalo, lo haré cuando vuelva… venga, que vas a llegar tarde… -Tiró de mí, cogió la mochila del sofá y me sacó arrastras, abrió su coche a distancia y entró como una bala, cuando salimos a la carretera suspiró-. Por cierto, no vale que le des tu desayuno a Maila… -Le miré alucinada y él rió-. Otra de esas y es un menos dos, que lo sepas…
-¿Cómo demonios…? –Alzó una ceja mirándome mal-. ¿Cómo lo has sabido?
-Fácil… dudo que te hayas comido la tostada en dos mordiscos… y Maila ha dejado su bol vacío antes de despertarte… sin embargo, misteriosamente, se relamía cuando he entrado a la cocina… -Le miré alucinada y rió-. Además, había migas alrededor de su bol…
-Alucinante… -Susurré, él rió-. Y eso que apenas has estado en la cocina…
-Soy observador… -Dijo sonriendo-. Tú por el contrario, no te has dado cuenta que llevas mal abrochada la camisa… -Rió mientras yo me daba cuenta, en el cuello sobraba un botón, no me había dado cuenta porque no había terminado de abrocharla-. ¿Alguien te ha metido prisa?
-Ja, ja, ja… -Dije abrochándola bien-. Podías haberlo dicho antes, ¿no crees?
-No, estaba pasándolo mejor viendo cómo te sonrojabas cada tres segundos… -Rió con ganas mientras yo me mosqueaba-. Venga, no te piques… te regalaré un punto si no pones esa cara de odio.
-¿Cuántos puntos necesito?
-Depende… -Dijo moviendo su pierna un par de veces-. Cada bono tiene un precio…
-¿Hay diferentes bonos? –Reí con él-. Cuéntame eso…
-Bueno, está el de dos… que vale cinco puntos. Luego está el de cinco… que vale… diez. Y luego esta el de diez más una cita… que vale… veinte.
-Te lo estás inventando ahora mismo, ¿no?
-¿Tanto se nota? –Reímos-. Sí… pero bueno, esas son mis tarifas… aunque como todo, los precios cambian con el tiempo.
-Ya… ¿Cuántos puntos tengo?
-Bueno… dejémoslo en cuatro. Puede que al salir de clase ya hayas conseguido los cinco… -Me miró de reojo y sonrió-. Pero solo puede.
-¿Sólo llevo cuatro puntos? ¿Después de todo el tiempo que te he soportado?
-Eso no cuenta… sólo se cuenta desde esta mañana a las cuatro… y has empezado con menos uno por hacerme tragar un bodrio de película como ese…
-Bueno, pues nada… -Intenté fingir indiferencia-. Buscaré tarifas más asequibles –Sonreí y él conmigo-. Avísame si algún día quieres reducir las tuyas…
-Tomaré nota en la agenda de clientes… tranquila –Me sacó la lengua haciéndome la burla, le imité y reímos-. Recalcularé de nuevo al llegar a casa, puede que haya dejado pasar algún precio especial por ser amiga…

Cuando paró frente al instituto cogí la mochila y le miré, me guiñó un ojo y me sonrió de un modo abrumador, consiguiendo dibujar en mi cara una sonrisa de estúpida que no borré en el resto del día. Mis amigas parecieron notarlo, aunque no entendían a qué se debía mi buen humor… Bryan sólo me miraba y sonreía perspicaz, cada vez que me miraba de esa manera intentaba ponerme seria, pero era una tarea prácticamente imposible. En clase apenas pude concentrarme, sólo pensaba en los besos que me di con él… suspiré sonoramente y la profesora se quedó callada mirándome.
-¿Le aburro, señorita Wilson?
-No, no… -Me sonrojé mientras Bryan reía-. Perdone…
-Por favor, preste atención…

Asentí bajando la cabeza, ella siguió con la clase y verdaderamente fue el único momento del día en el que bajé a la tierra para atender. A la salida Hanna y Susan empezaron a hacer planes para el viernes y el sábado, intenté escucharlas y fingir que no tenía ganas de salir corriendo y montarme en el coche con él, pero Bryan no paraba de mirarme esperando a que saliera corriendo.
-Entonces mañana… ¿compras? –Asentí como Hanna y Bryan rió-. ¿Qué te pasa ahora, vas a quejarte? Si es así, propón un plan nuevo…
-No, si lo de las compras para mañana… no está mal. Pero estaba pensando que quizá sería mejor ir el sábado por la mañana, podíamos comer en Port Ángeles y así estar todo el día… -Me guiñó un ojo-. ¿No es mejor así? Y mañana vamos al cine…
-Bryan… -Hanna le miró raro-. ¿Qué está pasando? –Él negó-. ¿Desde cuando quieres pasar un día entero yendo de compras?
-Os aseguro que prefiero pasar el sábado entero de compras que estar encerrado en casa… ¿Vosotras no? –Me miró-. Seguro que os apetece mucho más mi plan… Dylan podría venirse si te parece bien, me asquearé tanto que posiblemente desaparezca con él un rato…
-Suena genial, en ese rato podría comprar su regalo…
-Yo tengo una larga lista de cosas por comprar… -Hanna suspiró-. Quizá sea buena idea ir el día entero, así no tengo que ir dos veces…
-¿Estáis hablando en serio? –Los tres me miraron sorprendidos, no era mi plan genial para el sábado ahora… suspiré-. Bueno, vale… no me miréis así. Sólo que me apetecía hacer algo más que comprar durante un día entero… -Me encogí de hombros-. Pero bueno, hay muchos días…
-¿Qué tenías planeado para el sábado? –Bryan alzó una ceja-. ¿Tenías algún plan mejor? –Le fulminé con la mirada-. Si quieres… puedes proponerlo.
-Pues… -Vi el cartel de la pista de patinaje en el corcho de la entrada, sonreí tímidamente-. Había pensado que estaría bien hacer algo de deporte invernal… -Señalé el cartel-. Sólo por variar, ya sabéis… pero podemos ir otro día…
-A ver… -Nos acercamos y Hanna hizo un mohín-. La verdad es que es muy buen plan…
-¡Vayamos el domingo! –Dijo Bryan mirándome con una enorme sonrisa-. Así… podemos estar todo el fin de semana juntos…
-Qué pesadito estás, Bryan… -Susan suspiró, yo miré mal a Bryan mientras por el rabillo del ojo vi a Hanna haciendo un gesto de súplica a espaldas de Bryan, Susan asintió-. Venga, vale…
-Te adoptaremos como a un cachorrito perdido… -Hanna rió-. No te preocupes… además, seguro que a Dylan y a sus amigos les apetece ir también, así puedes interactuar con alguien más que no sea una chica…
-Genial… -Sonrió y me miró-. ¿Tú no dices nada?
-No… me encanta tener ocupado todo el fin de semana… -Suspiré pesadamente y todos me miraron raro-. Espero que no manden muchas tareas, tengo algo de trabajo atrasado… sólo me faltaría atrasarme más…
-¡No pasa nada! –Gritó Bryan-. Podemos ir el lunes por la tarde a la biblioteca, hasta que cierren… ¡Y el martes! Una o dos tardes de estudio intensivo y seguro que te pones al día…
-No, gracias… ya tendré bastante con aguantarte todo el fin de semana… -Sonreí y las chicas rieron, él alzó una ceja-. No te enfades, ya hablaremos de eso el lunes… ahora debo irme.
-¿Tienes prisa?
-Sí… -Sonreí y le saqué la lengua-. Ya te he soportado bastante por hoy…

Los tres rieron y yo sonreí ampliamente buscando su coche, pero me sorprendí al ver que no estaba. Hice una mueca, él nunca se retrasaba… escuché un bocinazo, Nessie paró frente a mí. Abrí la puerta algo sorprendida y ella sonrió.
-¿No me esperabas, eh? –Negué algo parada-. Sube, anda…
-Claro… -Subí y la miré con algo de miedo-. ¿Todo bien?
-Sí a todo… -Sonrió-. Sí, estoy bien. Sí, podré soportar tu olor… Y sí, Seth está bien. Bueno, al menos físicamente, está bien. Mi abuelo ya le ha dicho que puede hacer vida normal, pero no podrá hacer vida sobrenatural al menos en una semana…
-Me alegro… -Sonreí ligeramente y ella rió-. ¿Qué?
-Nada, me gusta ver que aunque te hablo no dejas de pensar en lo mismo… -La miré raro y ella rió poniendo morritos-. Así que os disteis besitos, ¿eh? –Me sonrojé y ella rió arrancando-. Tranquila, si no está aquí no es porque se haya arrepentido…
-¿No está arrepentido?
-No he dicho eso…
-¿Lo está?
-Tampoco he dicho eso… -Sonrió-. Sólo digo que no ha venido a buscarte por otra razón de peso… se le ha parado el coche cuando volvía de casa de mi abuelo, se había dejado el móvil en casa y ha intentado arreglarlo en mitad de la carretera… pero un hombre ha pasado y ha parado a ayudarle por lo que no ha podido mirarlo como a él le hubiera gustado, el muy bruto iba a meterse debajo del coche para levantarlo… -La miré pasmada y ella suspiró-. Menos mal que no lo ha hecho, se hubiera vuelto a hacer daño y mi abuelo se lo hubiera almorzado…
-Me dijo algo así… -Reí-. Así que sólo se le ha roto el coche…
-Sí, bueno… -Sonrió-. Sólo se le ha roto el coche y no dejan que él mismo lo arregle, los he dejado discutiendo en el taller… Quil y Embry no paraban de reírse de lo torpe que ha sido al no darse cuenta de que perdía líquido refrigerante… al parecer eso ha quemado el motor y tiene que cambiarlo entero, Jake estaba reprochándoles que hicieran eso, Seth no paraba de temblar… espero que no haya entrado en fase…
-¿Estaba muy enfadado? -Hizo una mueca medio asintiendo y luego se encogió de hombros, puso la radio y me gustó la canción-. Está muy bien… ¿Quién es?
-Avril Lavigne… -Abrió su guantera y me tendió un montón de CDs-. Tuve que grabarlos por duplicado porque se me rayan de tanto escucharlos…
-¿Tanto te gusta?
-Me trae recuerdos… -La miré raro y ella sonrió-. Me los regaló una vieja amiga… me gusta escucharlos porque me recuerda a ella y no la echo tanto de menos…
-Entiendo…

Supuse que era un tema sobre el que no debía preguntar más. Hubo un pequeño silencio incómodo hasta que me dijo que iba a ir a casa de Claire a ver una película, pensé en mi ajetreado fin de semana y en el montón de tareas que no había hecho el día anterior… ella sonrió y me indicó que no había dicho nada, que a mí me tocaba estudio intensivo… me dejó en la puerta de casa.
Entré y saludé a Maila, recordé lo que había pasado esta mañana y reí un poco, le di algo de comer mientras yo buscaba en la nevera algo de merendar. Me puse a hacer las tareas pero no podía dejar de mirar el reloj… Maila parecía entretenida con un pequeño juguete que mordisqueaba y parecía ignorarme. Suspiré intentando concentrarme en las tareas, pero no había manera. Puse los discos que Nessie me había prestado, me ayudó a concentrarme ligeramente hasta que Maila levantó ligeramente sus orejas, sonreí al ver ese gesto… no tardé en escuchar las llaves en la puerta. Me puse algo nerviosa y fingí estar tan concentrada que no le había oído, pero Maila fastidió mi plan empezando a ladrar y saliendo disparada a la puerta. Apagué la música odiando a la perrita que había derrumbado mi fachada.
-Eh… -La acarició y cerró la puerta con una mueca, entró y me miró, hizo un gesto con la cabeza y le imité-. ¿Qué tal?
-Haciendo tareas… -Me encogí de hombros intentando no sonreír, quería saber qué pensaba él del tema… si me descubría yo primero, mi plan se iba al cuerno-. ¿Cómo está tu brazo?
-Mejor… -Suspiró dejando las llaves, se metió en la cocina y cogió una cerveza, se desplomó en el sofá y se puso a ver la tele con cara de pocos amigos. Hice una mueca al verle y él me miró de reojo bajando la tele, intenté estudiar pero no podía más que mirarle-. ¡Vale! Perdona… -Apagó la tele y dejó el mando riendo-. Ya me voy, no me mires así… no pensé que te molestara tanto…
-No me molestas, no hace falta que apagues la tele.
-Entonces… ¿No me mirabas por el ruido? –Alzó una ceja con esa sonrisa estúpida, suspiré y rodé los ojos copiando la primera frase que vi en el libro-. Bueno, si lo que te distrae es mi presencia, aún con más razón debería irme…
-Que no es eso, pesado… -Rodé los ojos intentando no reír, pero fue casi imposible, él sonrió un poco y yo le saqué la lengua-. Por fin sonríes, es que traías una cara de palo…
-No ha sido mi mejor día… -Mi cara debió ser un poema, porque rió y pellizcó mi mejilla-. ¿Creías que no me iba a meter contigo? ¡Si es lo único que me levanta el ánimo! –Le fulminé con la mirada y fruncí mis labios, él sonrió-. Anda… estudia.
-Es lo que hacía hasta que has llegado… -Le saqué la lengua y él me guiñó un ojo-. Seguro que tu día no ha sido para tanto… sólo se te ha estropeado el coche.

Me miró algo serio y asintió, besó mi pelo y se metió a la cocina, me giré para verle meterse en la sala, me dejaba estudiar… suspiré y lo intenté, realmente adelanté mucho hasta que me pregunté qué haría en la sala tan callado. Me levanté y me sorprendió verlo tirado en el suelo, pensativo. Me miró y me salió una mueca extraña de preocupación.
-¿Ya has terminado? –Asentí y él hizo lo mismo mirando sus rodillas, suspiró y volvió a mirarme, sonrió un poco-. ¿Vas a quedarte ahí parada toda la noche? –Palmeó el suelo-. Si ya has terminado, podías hacerme algo de compañía, ¿no crees?
-No sé, quizá prefieras estar solo… -Me encogí de hombros y él sonrió-. Si te distraigo de tus pensamientos, es mejor que me vaya… -Alzó una ceja, señalé la cocina y sonreí-. Creo que iré haciendo la cena mientras acabas de… pensar.

Reímos y me puse a hacer la cena, pronto se levantó para ayudarme, pero parecía de nuevo algo distraído, no hablamos en toda la cena… sólo mirábamos la tele como si fuera una noche normal y corriente, como si no hubiera pasado nada. No quise decir nada sobre el tema, tenía claro que no iba a ser yo la primera en mencionarlo.
Recogimos y él bostezó enormemente varias veces, me reí y él me empujó levemente, reí con ganas pensando en la razón por la cual bostezaba tanto.
-¿De qué te ríes?
-De ti… -Reí de nuevo-. Pareces un oso bostezando así, ni que no hubieras dormido en una semana… vaya cara de sueño…
-No parezco un oso bostezando… en todo caso un lobo, ¿no? –Rodé los ojos mientras él sonreía-. Además, no deberías reírte… no estás viendo tu cara de sueño. Ni la cara que tenías esta mañana, entonces yo no me he reído… así que un respeto, ¿eh?
-Si tenía cara de sueño no ha sido culpa mía… -Alcé una ceja-. No soy yo la que monta fiestas en casa entre semana…
-No soy yo quien se queda viendo películas hasta las tantas para despertar a quien duerme en el cuarto de al lado y después obligarle a quedarse en su cama para seducirle…
-¿Perdona? –Casi grité mientras él sonreía-. Esto es increíble, lo que tengo que aguantar… -Relinché mientras él reía-. Creo que me hubiera ganado el cielo por pasar sólo una semana contigo… así que espero algo realmente bueno después de esto… porque si tengo que seguir aguantando tus bromitas ahora, no sé qué va a ser de mí…
-No te quejes… que ya tienes al menos ocho puntos… -Me quedé algo parada y él rió-. Aunque bueno, como yo he debido ser muy bueno y tengo el cielo teniéndote a ti, quizá deba darte los diez… -Seguí parada, creo que sonreía como una tonta y él me miraba de reojo sonriendo-. Si quieres puedes canjearlos… pero eso ya es cosa tuya.
-Ya… -Sonreí con ganas y negué-. No gracias, creo que tus tarifas son abusivas –Me miró sorprendido y sonriente-. Además, no quiero que te sacrifiques tanto, ya sé cómo se siente… -No me dejó acabar, sus labios se estamparon en los míos. Se separó con una sonrisa y me miró por un momento, no sabía si sonreír o enfadarme, no sabía si había protocolo para eso así que hice lo que me pidió el cuerpo, sonreír y luego ponerme seria-. ¿Qué haces?
-Enseñarte cómo de confuso se siente uno cuando te dan un beso por sorpresa… -Se irguió alejándose con una enorme sonrisa-. Eso te resta dos puntos más… así que a no ser que quieras comprar el bono de dos… -Le fulminé con la mirada y él rió-. Lo imaginaba… -Besó mi frente-. Buenas noches, leoncilla, que descanses…

Me quedé algo parada, realmente confundida y con ganas de suplicarle puntos para obtener uno de esos bonos que me había estado ofreciendo… Subí a dormir, pero la puerta de su cuarto estaba cerrada y me daba vergüenza entrar. Le estuve dando vueltas a la situación, a lo que había pasado… ¿Por qué me había llamado así? Suspiré y di mil vueltas en la cama, no iba a poder dormir si no me calmaba, eso estaba claro. Bajé a la cocina y preparé una taza enorme de leche caliente con cacao, me senté en el sofá de la sala y me puse los auriculares con la música de Nessie… hubo una canción que me relajó de un modo extraño, al fin pude dormir.

http://www.youtube.com/watch?v=DUM04kns4mk&feature=related

Noté que me zarandeaban, una enorme sonrisa en su rostro me dio los buenos días. Quité los auriculares de mis orejas y él rió.
-Creo que te has quedado dormida… -Asentí notando que había ya luz en la habitación, froté mis ojos mientras él seguía parado mirándome-. He llamado a Gabriela para que te lleve a clase, ¿vale?
-Vale… -Carraspeé un poco y él señaló la cocina-. Tienes el desayuno preparado, yo me voy ya a ver qué puedo hacer con mi coche… -Asentí aún algo aturdida-. Si puedo ir a recogerte lo haré, sino Gabriela te traerá, no te preocupes…
-¿Estarás en casa?
-Eso espero… -Sonrió-. Había pensado que podíamos cenar con los chicos, han quedado en casa de Maca y Sean…
-Es que… -Hice una mueca-. He quedado con mis amigos. Vamos a ir al cine… y mañana estaremos todo el día de compras… y el domingo iremos a patinar. Pero puedo decirles que no puedo ir… así puedo ir con vosotros hoy…
-No, de eso nada… -Sonrió y acarició mi mejilla, se quedó pensativo y me miró-. Oye… ellos… ¿no sabrán lo de ayer? –Negué y sonreí-. Es mejor así…
-Lo sé, no pensaba decirles nada. Además… ¡ya ves! Sólo fueron unos besos… para probar.
-Claro… y que, por supuesto, queda claro que tú no quieres volverlos a probar… -Sonrió ampliamente-. ¿Me equivoco? –Negué a punto de reír-. ¿Sabes? Me da la impresión de que mientes más de lo que deberías… -Se acercó a mí y besó mi mejilla con delicadeza quedándose a mi lado-. Por cómo va tu corazón juraría que estás deseando repetir…
-Pero no quiero tener que comprar los bonos a plazos… -Alcé una ceja y él sonrió-. Me parecen demasiado caros… -Alzó una ceja acercándose demasiado, así que me traicioné a mí misma sin poder evitarlo-. ¿Cuánto por un beso ahora mismo?
-No sé si te quedan muchos puntos después de rechazarme en repetidas ocasiones… -Rió acercándose más-. ¿Cuánto estarías dispuesta a pagar?
-Lo que sea… -Le cogí del cuello y le acerqué a mí, le besé con ganas y él no se quejó, me costó separarme de él… pero me quedaba sin aire. Él borró su sonrisa de repente y yo tragué en seco-. Lo siento... ¿Te has enfadado?
-No… -Hizo una mueca y suspiró acariciando mi pelo-. Pero creo que tenemos que hablar del tema seriamente… -Le miré algo preocupada y él sonrió-. Sé que mis besos vuelven loca a cualquiera, pero… no sé si está bien que no puedas controlarte…
-¿Perdona? -Alcé mis cejas y él sonrió-. Quizá si tú no me provocaras, no pasaría esto… así que tú eres más responsable que yo.
-Ya… ¿acaso tú no has intentado provocarme jamás? –Lo pensé y él sonrió al ver que no podía decir que no-. Tenemos que hablar de muchas cosas, es todo muy complicado y no quiero engañarte… dame un poco de tiempo para que aclaremos esto, ¿vale?
-¿No está bien que dos amigos… acaben siendo novios?
-¿Novios? –Sonrió ligeramente, parecía querer saber mi opinión, su mirada era más bien de preocupación-. ¿Eso quieres tú?
-Bueno… no sé. ¿Qué quieres tú? –Alzó una ceja, él había preguntado antes-. A mí… me gustaría, no sé… ¿a ti no?
-Sería complicado… muy complicado. No sé si sería capaz de manejar una situación así, me da miedo que tú no lo soportes tampoco… -Cogió mis manos y las acarició-. No quiero precipitarme, no quiero que lo pases mal… así que tú decides.
-Vale… -Me asusté al ver a Nessie parada en la cocina, él sonrió sin apartarse de mí-. Buenos días, Nessie… -Solté sus manos-. ¿Qué tal?
-Bien… vengo para llevar a Seth al taller, Jake me ha dicho que sería mejor si viniera a buscarlo, así evitamos que entre en fase…
-Claro… -Se levantó y sonrió-. Ven, quiero enseñarte algo… -Me miró después-. Deberías darte prisa, aún tienes que ducharte y desayunar… y Gabriela no tardará a llegar.

Asentí y desayuné rápido, subí las escaleras con sigilo, había puesto una música muy alta en la habitación, tanto que la barandilla de las escaleras temblaba. Mi intención no era para nada espiarles, pero pude escuchar la conversación.
-No sé qué hacer…
-¿Sigues pensando en el pasado?
-¿Cómo quieres que olvide todo? No puedo… no sabes las noches que he soñado con aquello, no puedo dejar de recordar cómo hacíamos el amor, no voy a poder olvidar eso… y no sería justo para ella, no me parece apropiado… y me detestaría a mí mismo por hacerle daño. No se merece pasarlo mal, no después de todo lo que ha pasado…
-Pero… -Llamé a la puerta y la abrí, ambos me miraron, Nessie sonrió y Seth cerró algo en el ordenador-. ¿Espiando?
-No… yo sólo… -Hice una mueca, Seth parecía asustado-. Quería despedirme, voy a meterme a la ducha y no os veré hasta esta noche… -Ambos asintieron-. Bueno… voy a ducharme.
-Pásalo bien en el cine… -Nessie sonrió-. Yo ya he visto esa película, espero que te guste…
-Sí, claro…

Escogí la ropa que iba a llevar ese día, escuché cómo ellos se iban y algo en mi interior me atrapó, tiraba fuerte de mí hacia el suelo. Empecé a llorar sin poderlo evitar, rememorando en mi mente las palabras que se habían clavado en mí como puñales. Él seguía pensando en cómo hacía el amor con otra, por eso me decía que no estaba seguro y que todo sería complicado. Él seguía enamorado de ella, por eso no quería seguir adelante conmigo, por eso… pero parecía quererme, él mismo había dicho que no quería hacerme daño, pero ya lo estaba haciendo sin querer…

Me duché e intenté serenarme, bajé corriendo cuando escuché un bocinazo, Gabriela me esperaba en el coche. Entré con aire nostálgico, ella sonrió poniendo una canción que reconocí, hablamos sobre Tara y después me prestó uno de sus CD. Me animé un poco, pero aún así pasé el día de nuevo ausente… aunque esta vez no estaba tan alegre como antes. Quedé con mis amigos en que me pasarían a buscar por casa a las siete, salí desganada buscando el coche de Gabriela, pero Nessie me esperaba.
-Hola… -Dije al entrar-. ¿Cómo va eso?
-Bien… -Sonrió-. He tenido que ir a Port Ángeles a por unas piezas para el coche de Seth, así que he pensado que podía recogerte de paso… -Asentí-. Oye, de lo que has oído esta mañana…
-No he oído mucho…
-Lo sé, pero no saques conclusiones precipitadas… ¿vale? –Alzó una ceja y asentí-. Bueno, entonces… ves animándote. No quiero que estés triste o la película te deprimirá más…
-Vale… -Suspiré-. ¿Dónde vamos?
-Pasaremos por el taller a darle esto y después te llevo a casa para que te cambies si quieres, ¿vale? –Asentí-. Y deja de darle vueltas, ya se ha quedado él bastante preocupado…

Hice una mueca. ¿Estaba preocupado? ¡Normal! Después de lo que había dicho, si sabía que lo había escuchado, era para estarlo… ¿Cómo se supone que debía actuar yo ahora con él? Nessie sonrió cuando aparcó en la puerta del taller, bajé pesadamente mientras ella parecía la energía personificada. Entró revolucionada sacudiendo un paquete, besó a Jake apasionadamente mientras Quil le quitaba la pieza de las manos y hacía mención de sonreírme. Intenté sonreírle de vuelta, pero no sé qué salió.
-Seth está en el despacho… -Dijo Embry saliendo del coche de al lado-. Mira a ver si lo animas, tiene el día tonto…
-Normal… -Quil suspiró-. Yo también estaría así si no me dejaran hacer nada, me sentiría un completo inútil también…

Me alejé ignorándoles un poco, por alguna extraña razón, por muy dolida que estuviera… no podía escuchar que él estaba mal y no hacer nada. Abrí la puerta y lo encontré recostado en la silla con las manos en la cabeza, me miró sorprendido.
-Hola… -Intenté sonreír de nuevo-. Quil ya está poniendo la pieza que ha traído Nessie, seguro que tu coche está listo en un momento…
-Genial… -Masculló pesadamente-. Seguro que la pone mal y tarda el triple de lo que tardaría yo… -Reí levemente y él hizo una mueca-. Oye, de lo que hemos estado hablando esta mañana…
-No importa. Tienes razón… -Sonreí y me encogí de hombros-. Sería muy complicado, podrías meterte en problemas por mi culpa… y es una tontería –Se quedó paralizado-. Creo que es mejor que lo olvidemos, no quiero causarte problemas.
-Sólo… -Respiró hondo y se incorporó-. ¿Sólo es por no causarme problemas? –Le miré confusa-. Quiero decir… -Lo pensó y se levantó, cerró la puerta y me miró-. No quiero que me digas lo que tu lógica te lleva a pensar… creo que yo te he confundido esta mañana, siempre que pienso demasiado sobre algo acabo haciéndolo mal… así que quiero que me digas lo que sientes, no lo que tu cabeza te dice.
-Pues… -Bajé la cabeza y le miré-. Es una tontería… ¿no crees? Has tenido mucho tiempo libre y has estado muy cerca de mí… y yo tampoco he tenido mi mejor semana. Quizá sea sólo eso.
-Ya… -Sonrió y se acercó, cogió mi barbilla y me hizo mirarle-. Está bien… tendré que creerme tu mentira… -Hice una mueca y él sonrió más-. Pero aún te quedan un par de bonos por gastar… -Se acercó para besarme, Quil abrió la puerta y después su boca, cerrando ambas a la vez, Seth no se movió, sólo cerró los ojos y suspiró molesto-. Dame dos minutos, anda…

Sonrió y salió cerrando la puerta, me quedé algo paralizada. No sabía si mis músculos responderían a la orden de que se movieran. Me apoyé en la mesa y suspiré profundamente, iba a necesitar mucha fuerza de voluntad para no volver a besarle. Se asomó por la puerta con una sonrisa y sacudió las llaves del coche.
-Ya está listo… no ha tardado tanto como creía… -Rió-. ¿Te llevo a casa? –Asentí y me dirigí a la puerta, él entró y cerró la puerta, le miré raro-. ¿Crees que voy a dejar que salgas de aquí tan tranquila? –Sonrió y me besó, quise apartarme pero no pude. Di gracias a que él se apartó rápido-. Te ha gustado… ¿eh? –Rodé los ojos y él rió-. Vale, también ha sido corto para mi gusto… pero no quiero que llegues tarde al cine… -Me sacó la lengua y sonrió, yo me sonrojé-. Qué guapa estás cuando te sonrojas, en serio… -Besó mi mejilla riendo-. Vamos, anda…
-Disfrutas haciéndomelo pasar mal, ¿eh?
-Mucho… -Fui a coger el pomo de la puerta, pero me cogió haciendo chocar mi espalda con su pecho y me besó de nuevo, no pude controlar mis instintos y le devolví el beso girándome para abrazarle, apoyé mi cabeza en su hombro y él acarició mi pelo-. Una pena que ya tengas planes… -Besó mi frente-. Vamos, anda…

Todos nos miraron cuando salimos, seguro que habían escuchado todo… me sonrojé mucho mientras esperaba a que sacaran el coche del taller. Cuando nos montamos recordé el CD de Gabriela, lo puse siendo observada por una tímida sonrisa. Puse la canción que tanto me había gustado.

http://www.youtube.com/watch?v=8X5AiLZBLWw&feature=related

Me sorprendió que él no hiciera ningún comentario sobre la canción, pero noté que iba más despacio de lo normal. Llegamos a casa a las seis y media, me duché y me cambié rápidamente, escuché un bocinazo y salí del cuarto corriendo.
-¡Eh! –Seth salió de la cocina sonriendo-. ¿Te ibas a ir sin despedirte?
-Adiós…
-¿Adiós? –Asentí cogiendo la chaqueta de la entrada, lo tuve tras de mí en tres segundos-. Eso no es una despedida… -Me sostuvo de la cintura y sonrió poniendo su mejilla-. Un besito al menos, ¿no?
-¡Qué pesado! –Le di un beso en la mejilla y suspiré-. ¿Puedo irme ya?
-No… -Me besó despacio, sentí que mis piernas flaqueaban y se separó sonriendo-. Pásatelo bien, ¿vale?
-Tienes que dejar de hacer esto…
-Sólo quería dejar las cuentas claras… -Me besó de nuevo-. Ya estamos en paz, ahora vete y pásatelo bien…
-¿Ya estamos en paz? –Asintió-. ¿No vas a besarme más? –Negó sonriendo-. Vale, eso espero… -Alzó una ceja, notaba que mentía, sonó el teléfono y alzó una ceja luciendo decepcionado-. Bueno, dales recuerdos a todos y pásalo bien…
-Sí, tú también… seguro que son ellos para que vaya de una vez… -Sonrió alejándose-. Disfruta.
-Gracias…

Me monté en el coche de Dylan sonriendo, hablé durante todo el camino y estaba mucho más que animada, estaba eufórica. Estuvimos tomando algo antes de entrar al cine, nos reímos al hacer una pequeña guerra de palomitas durante los anuncios… y después poco nos faltó a todos para llorar de pura emoción, Nessie tenía razón. La casa del lago era, hasta el momento, una de mis películas favoritas.

Mis amigos me dejaron en el comienzo del sendero, caminé paseando, no tenía prisa a pesar de que hiciera bastante frío, quería disfrutar de la sensación. Sonreí al ver que todas las luces de la casa estaban apagadas, seguramente Seth y el resto seguirían de fiesta. Me sorprendió ver a Maila sentada en la puerta, la acaricié preocupada por el frío, abrí la puerta lo más deprisa posible y busqué una manta para cubrirla, acariciándola esperando que eso la hiciera entrar en calor. Fui a cerrar la puerta y a dejar la chaqueta en la entrada cuando vi una nota en el mueble.


Darlene, me tengo que ir a Seattle, intentaré volver mañana a primera hora. Si
necesitas algo, o si no quieres dormir sola, puedes llamar a cualquiera, irán
contigo si es necesario. Espero que lo hayas pasado bien… hablaremos cuando
vuelva.
Seth.


Me quedé algo sorprendida, miré mi móvil y tenía cinco llamadas suyas… lo había puesto en silencio para clase y me había olvidado de él por completo. Suspiré dejándome caer en el sofá con la nota en las manos, volví a leerla. Parecía haber salido realmente rápido, incluso se había olvidado de que Maila estaba fuera… era preocupante. Le llamé de inmediato, pero su móvil estaba apagado. Hice un mohín dejando el móvil en la mesilla, la luz del contestador parpadeaba. Seguro que se había quedado sin batería y me había dejado un mensaje para que no me preocupase… sonreí y me levanté bailoteando para escucharlo, le di al botón y fui hacia la cocina para coger un vaso de leche.
-¿Hola? ¿Seth? –Me paré, era una voz femenina-. ¿Estás ahí? –La chica suspiró, su voz era dulce y armoniosa, me giré para escuchar más atenta-. Imagino que no… sólo quería decirte que he vuelto a casa, no sé si Nessie te habrá dicho algo… Bueno, sólo quiero ser yo quien te lo diga, que sepas de mi boca que he vuelto. Me gustaría también disculparme, sé que me fui sin avisarte y eso estuvo mal, pero realmente necesitaba hacerlo y creo que ha sido algo verdaderamente revelador. Espero que no me guardes rencor, porque tengo muchísimas cosas que contarte. Ya te llamaré en otro momento para hablar más tranquilamente, de cualquier modo… ya sabes dónde encontrarme, ahora estaré más cerca. ¡Un besito! Y ven pronto, ¡he vuelto con regalos!

Me quedé completamente congelada. La llamada se cortó con una leve y agradable risa, observé la nota en la mesa. Era evidente que se había ido de forma urgente… pude ver una imagen de la película, cómo Sandra Bullock corría escaleras abajo dejando todo… me sentía ligeramente como el chico que la llamaba sin que ella hiciera mención de volverse.
Me había dejado completamente sola, eso jamás lo había hecho. Di un respingo cuando llamaron a la puerta, me di cuenta de que dos lágrimas caían por mis mejillas, las limpié con rapidez y abrí la puerta intentando poner buena cara.
-¡Hola! –Claire y Quil me sonrieron-. ¿Todo bien?
-Sí, claro… -Sonreí-. ¿Ocurre algo?
-No… -Quil negó sonriendo-. Sólo pasábamos por si necesitabas algo… o si querías venir a dormir con nosotros… Nessie nos ha llamado y nos ha dicho que Seth ha tenido que marcharse…
-Sí… lo sé… -Sonreí-. Tranquilos, estoy bien… no pasa nada por quedarme una noche sola, puedo con ello…
-¿Seguro? –Claire dudó-. Pareces aterrada…
-Me habéis asustado al llamar, no esperaba a nadie… -Reí falsamente-. De verdad, muchas gracias por pasaros… pero estoy bien.
-Vale… -Claire me abrazó-. Si necesitas algo, llámanos a nosotros, Jake y Nessie han ido tras Seth, así que no estarán… somos lo más cercanos y Quil vendrá por ti en un minuto…
-O menos…
-Gracias… -Les devolví la sonrisa-. En serio, os lo agradezco…
-¡Descansa!

Cerré la puerta y apoyé mi cabeza en ella pensando en las palabras de Claire… habían ido tras él, no con él… eso es que algo iba realmente mal, no le hubieran seguido si él pudiera controlarse. Me arrastré hasta el sofá y me tiré en plancha, cogí la nota con desgana y la releí… era lógico, todas las piezas empezaban a encajar solas por más que no me gustara el dibujo del puzzle. Ella, la chica del teléfono… tenía que ser ella. Tenía que ser la chica de la que había oído hablar… por eso Seth me decía que hablaríamos a su regreso… porque habiendo vuelto ella, seguro que ahora yo resultaba una carga para él, tenía claro que los besos estaban completamente acabados… pero… ¿Se lo contaría a ella? ¿Ella había vuelto para recuperarle? ¿Podría seguir viviendo bajo el mismo techo con él si ahora ella entraba en escena? ¿Podría soportar eso? ¿Podría ella? ¿Podría él?