Capítulo LXXVIb: El concepto de desnudez.

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Pues aquí está el capi, es super corto en comparación (8 páginas) pero no tengo tiempo... en serio, lo siento mucho por estar tanto por actualizar.

Quiero dedicarlo especialmente a Ainhoa, que hace poquito fue su cumple... así que nada... un poco tarde, lo sé, pero... ¡¡FELICIDADES!!


Espero que disfrutéis del capi :)

Besotes!!!

Silvy ^^


El ramo era precioso, gladiolos blancos y orquídeas con un tono rosáceo. Lo observé con detenimiento y con una sonrisa, lo tomé entre mis manos y alcé la vista para mirar por la ventanilla del coche, suspiré y miré al otro lado, Nessie sonrió. El coche paró y bajé con cierta dificultad… tomaron mi mano, sonreí y seguí andando sosteniendo la mano fuerte que me llevaba, bajamos el camino a la playa, sillas blancas hacían un pequeño pasillo. Seth me sonreía y mi corazón latía frenético. Empecé a andar de nuevo sin dejar de mirarle, podía notar la emoción alrededor, mi mano temblaba unida a la de aquel hombre con chaqué.


-Deja de temblar, hija… vas a ponerte a llorar antes de tiempo…


-Lo sé, pero estoy nerviosa papá… -Le miré, mi corazón se encogió-. ¿Papá?


Todo empezó a desvanecerse, aquel hombre no tenía rostro, todos me miraban asustados, una señora se acercaba corriendo junto a Seth gritándome asustada, intuí que era mi madre. Me desperté sudando y de un salto, la puerta se abrió cuando me volvía a tumbar.


-¿Estás bien? –Seth me miraba preocupado, entró con el pelo mojado y con una toalla en su cintura-. Me ha parecido oír que te despertabas… -Tomó las sábanas y me arropó-. ¿Pesadillas?


-Algo así… -Suspiré negando y reí al pensar en lo absurdo del sueño-. Cada vez mis sueños son más raros… -Pareció sorprendido al verme reír-. No importa, estoy bien…


-¿Seguro? –Asentí-. Bueno… duerme un poco, aún quedan un par de horas para que te tengas que despertar oficialmente…


-¿Te vas a ir ya a trabajar? –Asintió y examiné su pelo, reí al ver espuma en su oreja-. ¿Estabas en la ducha y me has escuchado?


-Ya sabes… -Sonrió-. Oído de perro, es lo que tiene… -Rió y yo asentí algo sonrojada mirando la toalla, me miró curioso y rió-. Espero que no estés pensando lo que creo… -Le miré raro y él abrió su boca riendo-. Vale, será mejor que me vaya a terminar de duchar antes de que quieras tirar de ella…


-No pensaba quitarte la toalla…


-Ya, claro… -Rió y metió mis manos bajo las mantas-. Mejor no saques las manos de las mantas, por si acaso…


-¿No llevas nada debajo?


-¡No! –Dijo tan tranquilo y riendo-. Estaba en la ducha, ¿no lo ves? –Dijo riendo y señalando su oreja, cerré los ojos y metí mi rostro bajo las sábanas, él rió más alto-. Bueno, si estas bien voy a quitarme el jabón… -Tiró un poco de la sábana para que le mirase-. Si quieres salimos al jardín y te dejo la manguera para que me aclares…


-¿Qué? –Le miré raro y reí-. ¿Quieres que te bañe como a Maila?


-Otro día lo probamos… -Rió y revolvió mi pelo-. Descansa, anda…


Escondí un poco mi cara para verle salir… me gustó el hecho de que no cerrase mi puerta al salir, eso me dejó verle un poco más. Cuando cerró su puerta hice una mueca de disgusto… no podía contárselo a mis compañeros y me daría mucha vergüenza decírselo a Nessie o a Claire… ¡pero qué cuerpazo!


Reí levemente y me escondí bajo las sábanas, ¿qué me pasaba? ¡Vamos Darlene! Sé realista… quizá si tú fueras la de antes… pero no ahora… no siendo una chica de quince años… ¿Antes también me pasaba esto cuando estaba con él? Quizá este sentimiento fuera algo pasajero, algo por el mero hecho de ser una adolescente… pero la duda de si antes de que me pasara esto estaba colada por él… Pero él había dicho que estaba con una chica, le había visto incluso llorar por ella… ¿Se puede desear a alguien que está enamorado de otra persona? Eso era algo que veía constantemente en las películas… pero siempre había uno de los tres que salía mal parado.


Suspiré y relinché, ¿cómo podía estar pensando eso después del sueño que había tenido? Tendría que estar angustiándome por no ser capaz de recordar el rostro de mis progenitores… Seth abrió la puerta de su cuarto con la camisa desabrochada y una ceja alzada, me hizo reír.


-¿Eso era un caballo?


-¡No! –Reí y le miré atentamente, lo pensé y suspiré negando-. Eres un tramposo, ¿lo sabías? –Alzó una ceja sorprendido, yo fruncí mis labios-. Gracias por serlo…


-Sabes que no tengo ni idea de lo que me hablas, ¿verdad? –Su sonrisa ladeada me hizo sonreír-. Me voy a trabajar, no sé si podré llevarte hoy a clase… pero tendrás un taxista en la puerta a las ocho y media… no te retrases sea quien sea…


-Vale…


-Alegra esa cara… -Dijo abrochando el último botón de su camisa, dudó y lo desabrochó, le miré raro y sonrió bajando sus dedos al siguiente botón-. ¿Vas a hacer que me quite otro para que sonrías y te ruborices más?


Reí con ganas y él me guiñó un ojo bajando las escaleras, había sido listo, pero ya le había pillado en su juego. La desnudez es una gran distracción cuando eres una adolescente dominada por las hormonas… y él parecía saberlo.


Me levanté de la cama viendo que no iba a poder volver a dormir, me di una ducha y bajé a desayunar, puse un poco de comida en el bol de Maila y desayunamos juntas, jugueteé con ella un rato esperando que diera la hora. Me cansé enseguida y me tumbé, no tenía ganas de nada, me sentía rara y sólo quería abrazarme a algo y volver a dormir… lo estaba consiguiendo cuando llamaron a la puerta. Hice una mueca, seguro que no era Seth…


Suspiré y cogí mi mochila para salir, abrí la puerta y sonreí al ver a Gabriela esperando apoyada en la barandilla de las escaleras.


-Buenos días…


-Hola… -Sonreí y suspiré cargando mi mochila, ella abrió su coche y entré algo desganada. No quería ser desagradable, aunque no fuera el taxista que más deseaba…-. ¿Qué tal has dormido?


-Pues… -Rió arrancando-. He dormido poco, pero muy bien… -Se giró dando marcha atrás y salimos a la carretera, sonrió mirándome de reojo-. ¿Cómo van esos sueños? –Me sorprendí levemente, ella sonrió-. Brady… -Se encogió de hombros-. Parece que tienen morriña de no leerse los pensamientos y ahora hablan como cotorras…


-Ya… -Reí un poco y suspiré-. Hoy he tenido otro… -Hice una mueca-. No sé, creo que es uno de esos sueños aleatorios, estuvimos el domingo hablando de bodas… imagino que tiene que ver.


-Sí, es posible… -Se quedó en silencio por unos instantes-. Las bodas son alegres… ¿no? –Asentí-. ¿Y porqué esa cara tan larga?


-Pues porque… -Suspiré y negué-. Era mi boda, pero no podía ver el rostro de mis padres… -Ella hizo una mueca de angustia como la mía-. No consigo recordar cómo eran, aunque Nessie me ha mostrado alguna vez su imagen, no consigo retenerlas bien, no es un recuerdo claro… -Suspiré y ella palmeó mi rodilla-. Siento como si los recordase… pero en realidad creo que sólo los imagino…


-Hablaré con Nessie, seguro que puede hacer algo al respecto… -Asentí pesadamente y ella frunció sus labios-. No quiero que te pongas nostálgica antes de clase… -Sonrió-. ¿Has dicho que era tu boda? –Asentí-. ¿Con quién te casabas?


-Pues… -Reí y rodé los ojos-. No sé, no me quedó muy claro… era todo muy raro y borroso… -Alzó una ceja riendo-. Pero era bonito, me sentía feliz antes de… no conseguir ver a mis padres.


-Ya… -Negó riendo-. No quieres compartirlo, ¿eh? –La miré raro-. No me parece mal… pero no creas que puedes engañarme fácilmente… sé cuando alguien me miente, ¿sabes?


-Vale… -Reí-. Es que… -Me sentí incómoda y me sonrojé-. Es una tontería… -Me miró curiosa pero no dijo nada, paramos en un semáforo y siguió mirando al frente, sonriendo y mirándome cada poco por el rabillo del ojo. Suspiré-. El domingo estuvieron hablando de la boda de Nessie y Jake… Debió de ser realmente bonita…


-Lo fue… -Sonrió y me miró-. Y tu regalo fue precioso…


-¿Mi regalo? –Asintió y sonrió-. Vale… no vas a contármelo, ¿cierto? –Alzó una ceja y yo suspiré-. Vale, pero no digas nada de esto o me moriré de la vergüenza… -Asintió-. Me casaba con Seth, pero es sólo porque cuando hablamos de la boda él entristeció mucho, jamás le había visto tan triste… no entendí porqué. Creo que por eso soñé con eso… porque me preocupó verlo así… y no sé porqué.


-Según me dijo Brady… -Suspiró-. Estuvo planteándose seriamente casarse no hace mucho… quizá pensó en eso y por eso se puso triste… -Asentí y fruncí mis labios-. No te preocupes, lo tiene casi superado… estoy segura.


-¿Quería casarse con su novia? –Creo que mi voz tornó algo más aguda, ella asintió sonriendo-. Vaya… -Suspiré y lo pensé-. Me resulta raro pensar en Seth teniendo citas o novias… mucho más casado… -Reímos un poco y suspiré-. ¿Cuál fue mi regalo?


-Pues… le dedicaste una canción preciosa… -Alcé mis cejas y ella asintió-. Fue emocionante, intentaré buscar el video para que lo veas, si quieres…


-Me gustaría…


Me bajé en la puerta y ella siguió para aparcar. Esperé a mis amigos y estuvimos hablando hasta que sonó el timbre. Casi me quedo dormida en la primera hora, parecía estar más cansada de lo normal… me arrastré hasta la siguiente clase y me desplomé en la silla, mis amigos me miraron raro.


-¿Estás bien? –Hanna frunció sus labios-. Tienes mala cara.


-No me encuentro muy bien… estoy cansada y me duele mucho la cabeza… -Apoyé mi cabeza en la mesa, estaba fría y lo agradecí-. No sé que me pasa…


-A ver… -Susan puso su mano en mi frente-. Estás ardiendo… deberías irte a casa. Creo que tienes fiebre.


-Buenos días chicos… tomad asiento… -Me erguí como pude y el señor Banner comenzó a dar la lección. Realmente intentaba atender, pero sólo quería desplomarme en la mesa y dormir-. ¿Señorita Wilson? –Sacudí mi cabeza y él alzó una ceja-. ¿Qué opción es?


-¿Cuál… -Intenté situarme, suspiré y me erguí de nuevo, me sentía mareada y él me miró preocupado, suspiré de nuevo- cuál era la pregunta?


-¿Te encuentras bien? –Se acercó a mi mesa y me cogió del hombro, me di cuenta de que me había tambaleado. Negué-. Bryan, ¿puedes acompañarla a enfermería?


-Claro… -Se levantó y me ayudó a incorporarme, salimos de clase mientras todos me miraban-. Realmente tienes mala cara, deberías irte a casa… -Abrió la puerta de la enfermería y la mujer me ayudó a tumbarme en la camilla, me puso una cosa fría bajo el brazo y tocó mi frente, mandó a Bryan a clase-. Ponte mejor, ¿vale?


-Gracias…


La señora se puso a rellenar unos papeles, me dio un vaso y echó un sobre en él… estaba asqueroso, pero fresquito. Miró más papeles e hizo una llamada de teléfono, volvió y miró la cosa que había puesto en mi brazo.


-Lo que sospechaba… -Suspiró-. Ahora mismo vienen a buscarte… pero deberás ir al médico, no puedo darte otra cosa más fuerte aquí… -Asentí algo atontada-. Iré a por una compresa fría, te sentará bien… -Sonrió y vino con un pañuelo mojado, lo puso en mi frente y temblé-. Lo siento, pero así te bajará antes la fiebre…


-Gracias… -Sujeté el pañuelo en mi frente, estaba algo aturdida y no terminaba de saber qué me pasaba… cerré los ojos y escuché a la señora cerrar la puerta. Poco después un motor y la puerta de entrada. Abrí los ojos y Seth resopló-. Hola…


-Hola… -Dijo dulcemente y sonriendo, quitó el pañuelo de mi cabeza y examinó mi cara con preocupación-. Estás ardiendo… -Negó y me ayudó a levantar-. Vamos, te llevaré a ver… -Lo pensó y me miró-. ¿Cómo no me has dicho nada esta mañana? Van a pensar que soy un irresponsable…


-No me encontraba tan mal esta mañana…


-Tranquilo… -La enfermera sonrió-. Es normal, a veces pasa…


-Gracias por todo… -La enfermera negó sonriendo y nos abrió la puerta mientras Seth me ayudaba a salir, me abrió la puerta del coche y me metió con cuidado-. Vamos a ir a ver a Carlisle, ¿vale? –Asentí y él arrancó, me miró prudente-. ¿Prefieres que te lleve a casa y que lo llame?


-No… es igual. Estoy bien…


-Es media hora de viaje… -Me encogí de hombros y me miró con una mueca-. Vale, espera… -Sacó su móvil y tecleó mirándome preocupado-. ¿Carlisle? ¿Puedes pasarte por mi casa? –Me apoyé algo desganada en el reposacabezas y él sonrió acariciando mi cara-. Vale, perfecto. Hasta ahora… -Metió la marcha y suspiró-. Vamos, él ya está de camino…


-No era necesario…


-Ya… -Rió-. Seguro que prefieres una hora de viaje a tumbarte en la cama y esperar… -Alzó una ceja y yo reí-. Duérmete si quieres…


-No… -Me aovillé en el asiento y puse la calefacción-. No tengo mucho sueño…


-¿Sólo frío? –Rió tendiéndome su mano, la aferré y él rió-. No deberías tenerlo… estás ardiendo.


-¿Cuándo se me va a pasar esto?


-No lo sé, me imagino que en un par de días… -Rió al ver mi mueca horrorizada-. Tranquila… no es la primera vez que enfermas… -Alcé una ceja, era la primera que yo recordase-. Estarás bien… te lo prometo, cuidaré de ti.


Asentí y me sentí extrañamente reconfortada por sus palabras, me acomodé abrazando su mano y no hablamos en todo el camino. Al llegar me ayudó a bajar y entramos en casa, me había abrazado a él pero seguía tiritando, rió y nos sentamos en el sofá. Carlisle no tardó a llegar, examinó mi garganta y rió ligeramente diciendo que lo suponía, me dio un bote de antibióticos y otro más de antiinflamatorios diciendo que mis amígdalas parecían ruedas de camión. Seth rió y fue a por un vaso de agua, me tomé el antibiótico y cogí una manta mientras me despedía de Carlisle y le daba las gracias, Seth hizo una mueca al verme y me cogió en brazos, me llevó a mi habitación y me tapó con las mantas.


-¿Estás bien? –Asentí sintiendo escalofríos, hizo una mueca y suspiró-. Tengo que volver al taller, hoy tenemos mucho trabajo… -Asentí de nuevo y él resopló-. Avisaré a Sue, no creo que tarde mucho a llegar… -Dejó mi móvil en la mesilla-. Si necesitas cualquier cosa mientras llega… llama al taller y estaré aquí en menos de un minuto, lo prometo…


-No te preocupes… -Me acomodé-. Estoy bien…


-Vale… -Besó mi frente, me sentí extraña y él sonrió cerca de mí-. Puedes dormir todo lo que quieras, le diré a Sue que no te despierte… -Acarició mi pelo y me miró de un modo que me sentí aún más extraña, había algo tan dulce en su mirada que no podía explicar lo que sentía en ese momento-. Descansa… -Besó de nuevo mi frente y cerré los ojos-. Te veo luego, leoncita.


Me sumí en un estado extraño, no dormía, pero apenas era consciente de lo que pasaba a mi alrededor o de mis propios pensamientos. Tuve un sueño muy extraño… podía ver a Seth jugueteando en forma de lobo con Maila, yo los veía desde la puerta, sentada… pero de repente me levantaba y era como si una leona saliera de mí y se pusiera a corretear con ellos.


Abrí los ojos algo aturdida y sudando, aparté las mantas y rasqué mi nariz, me senté en la cama y escuché que llamaban a la puerta.


-Buenos días, querida… -Sonreí a Sue y ella examinó mi ropa-. ¿Te has dormido así?


-Sí… -Anda, deberías ponerte el pijama, estarás más cómoda… -Sonrió tocando mi frente-. Bueno, no quemas tanto ahora… ¿Te apetece comer algo?


-No tengo mucho apetito… pero sí me apetece beber algo… y darme una ducha, tengo calor ahora… -Rió dulcemente y la miré raro-. ¿Es normal?


-Claro… es lo que tiene la fiebre… tan pronto tienes frío como calor, no te preocupes, sólo te durará un par de días… -Sonrió ayudando a levantarme-. ¿Necesitas ayuda?


-No… -La miré algo raro-. Creo que puedo sola.


-Bueno, voy a prepararte un zumo bien rico mientras te duchas… Seth no creo que tarde mucho más a llegar, me ha dicho que volvería sobre las cinco y media o seis…


-Las… -Miré el reloj, las cinco y diez-. ¿Ya es tan tarde?


-Sí… necesitabas descansar…


Se encogió de hombros y sonrió saliendo de la habitación, me dio un escalofrío y gruñí para mis adentros, de nuevo tenía frío… busqué en el armario el pijama más grueso que encontré, tomé una enorme toalla amarilla y me duché lo más rápido que pude temblando de frío, salí y me envolví en la toalla frotando con rapidez para no pasar tanto frío, tomé el pijama y me lo puse tiritando. Volví a entrar a la cama para templarme, me aovillé y me tapé bien, llamaron de nuevo y Seth asomó con una sonrisa.


-¿Cómo estás, dormilona?


-Bien… -Dije entre tiritonas-. ¿Mucho trabajo?


-Sí… -Sonrió acercándose y se metió en mi cama, lo agradecí y me abracé a él como si de un salvavidas se tratara-. ¿Frío, eh? –Asentí y él rió-. Deberías secarte el pelo… o vas a ponerte peor.


-Estoy bien así… -Me abracé más a él-. Que calentito estás…


-Ya… -Rió-. Y tú estás parecida, ¿eh?


-Chicos… -Sue se asomó con una mueca extraña, miró hacia el suelo y después hacia nosotros con lo que yo intuí como timidez-. Os he dejado pescado en el horno, sopa y zumos en la nevera… ¿Necesitáis algo más? –Noté que Seth negaba-. Entonces me voy, Charlie, Leah y Vera estarán esperándome…


-Gracias por todo, mamá…


-No hay de qué, mejórate…


-Gracias Sue… siento haber sido tan mala compañía… -Ella rió negando-. Dale un beso a todos de mi parte, ¿vale?


-Pero sin gérmenes… -Seth rió alto y Sue sonrió-. No quieras compartir eso…


-Hasta mañana…


-Adiós… -Seth suspiró y me miró-. ¿Vamos a comer? –Arrugué la nariz con algo de disgusto-. Tienes que comer algo, tienes que tomar la medicación… venga…


-Ahora bajaré, ve tú…


Rió negando y se marchó, me acomodé un poco más y él me zarandeó con un vaso de zumo y la pastilla. Me lo tomé y le pedí que se metiera conmigo porque volvía a tener frío, él suspiró abrazándome de nuevo y dejándome acomodarme para dormir. Realmente me encontraba fatal, sentía frío en cada parte de mi cuerpo y mi cabeza parecía que iba a estallar, quería llorar de pura impotencia.



-¿Estás bien? –Asentí débilmente-. Tienes mal color… estás muy pálida…


-No te preocupes… estoy bien. Será un poco de anemia… -Hice una mueca-. Suele pasar… pero a parte de eso estoy bien…


-Los chicos van a ir a la playa esta tarde… te iba a decir que fuéramos, pero creo que no tienes muchas ganas… ¿cierto?


-No… no te preocupes. Como algo y bajamos…


-Darlene… -Acarició mi pelo-. Si no tienes ganas no me apetece bajar, prefiero quedarme aquí y que te pongas mejor, en serio, tienes mal aspecto…


-¿Tan horrible estoy?


-No seas tonta… estas preciosa siempre, pero ya sabes a qué me refiero… -Tocó mi frente-. Incluso juraría que tienes fiebre…


-¿Lo dice alguien que tiene fiebre constantemente? Siento decirte que no me fío demasiado de tu termostato… está algo estropeado.


-Vale… -Sonrió y me hizo un gesto para que esperase, subiendo y bajando las escaleras en un momento, poniéndome el termómetro y después mala cara-. ¿Ves? Tienes casi treinta y nueve… -Suspiró-. ¿Ahora te lo crees? –Hice una mueca poco entusiasmada y asentí-. Aún tendré que darle las gracias a Kim…


-Pero igual es por ti… Tú desprendes calor… no es fiable, dame… -Me lo puse y seguía marcando lo mismo, haciendo que Seth levantara una ceja-. Vale, no digas nada… pero comeré y me tomaré algo, por la tarde estaré como nueva…


-Aunque estés como nueva, no me arriesgaré a llevarte hoy a la playa… hoy vas a descansar… has tenido mucho estrés últimamente… es normal que te pongas mala ahora que todo ha pasado… aunque lo odie… -Besó mi frente-. Quédate ahí, iré a casa de Sue a por medicamentos y después te prepararé la comida… ¿Qué te apetece?


-Que no te vayas…


-Vale… -Rió-. Llamaré a Leah para que traiga la medicación y algo de comida… ¿te parece?


-No, no quiero que os molestéis… -Tapó mi boca mientras sacaba su móvil del pantalón-. -¿Leah, puedes hacerme un favor? –Suspiró-. No, no es directamente para mí, es para Darlene… está enferma, tiene fiebre y necesito que me traigas algo para que le baje… -Hizo una mueca-. Sí, sería un detalle… me sorprendes, hermanita… Vale, hasta ahora… -Colgó y me miró divertido, soltándome-. ¿Decías algo?


-Que te odio…


-Lo sé… pero aún con todo yo no puedo dejar de quererte… -besó mis labios y me aparté-. ¿Qué?


-No quiero que enfermes tú también…


-¿Enfermar yo? ¡Ja! Jamás podría enfermar por cualquier cosa contagiosa… no soy indestructible, pero sí resistente a gérmenes… -Rió-. Así que te besaré tantas veces como quiera, ahora que estás enferma no puedes impedírmelo…

Abrí los ojos de golpe. Estaba abrazando la almohada, gimoteé odiando ese dulce sueño, quería que eso hubiera pasado de verdad. Suspiré y me estiré, miré el reloj, las once y treinta y dos… había luz, así que era de día. Una nota colgaba de la lámpara de la mesilla, la tomé para leerla.
Espero que cuando te despiertes estés mucho mejor, al menos esta mañana no tenías fiebre cuando me iba. He llamado a Sue, pero al parecer Charlie está igual que tú y no podía venir, te iba a llevar con ella, pero dormías tan placidamente que creí que me odiarías si te despertaba. Para cualquier cosa, estoy en el taller… Seth.

Suspiré y sonreí, me estiré y quité las sábanas. Hice una mueca. Llevaba un pijama corto. No recordaba haberme quitado el pijama grueso que me puse ayer. Acentué mi mueca. Salí de la cama y busqué por la habitación mi otro pijama, lo busqué en el baño y tampoco. Llamaron a la puerta y Nessie apareció riendo.


-¿Confusa? –Rió y la miré mal-. ¿Cómo te encuentras? Estaba abajo y te he oído danzar… pensaba que bajarías a comer algo.


-No… no tengo mucha hambre.


-Pues vas a tener que comer algo, iba a despertarte en un rato para que te tomases las pastillas… -Alzó sus cejas amenazante-. Vamos, deja de buscar tu pijama por ahí y ven a desayunar…


-¿Tú sabes dónde está mi pijama?


-¡Claro! –Rió-. Ahora está en el cesto de la ropa, en el baño del pasillo… -Sonrió-. Venga, vamos… cuando desayunes te contaré todo…



Bajé a desayunar y cuando estaba terminando ella subió al piso de arriba, terminé y me tomé las pastillas, subí siguiendo sus pasos, estaba cambiando mis sábanas. Fui a ayudarla pero no me dejó, diciendo que lo único que tenía que hacer yo es dejarme cuidar, darme una ducha y volver a la cama. Entre las sábanas que ella cambiaba salió la toalla amarilla, me quedé blanca y Nessie empezó a reír al ver cómo recordaba perfectamente lo que había pasado.


-Venga… -Dijo poniendo las nuevas sábanas-. Duérmete un rato más y sueña con eso… -Rió con ganas y me ayudó a caminar, estaba ahora enrojecida-. Vamos, no es para tanto…


-¿Qué no? –Dije escandalizada-. Qué vergüenza…


-Tranquila… creo que él lo pasó peor que tú, ¿sabes? No dejaste de acosarle en toda la noche… así que ahora no te hagas la tonta.


-Voy a morirme de vergüenza cuando le vea…


-No, más bien creo que será al revés… o quizá los dos estéis tan avergonzados que no os habléis en siglos… -Rió-. Se pasará, en serio… -Suspiró-. Estaré abajo estudiando, tú duérmete.


-Claro, como si fuera tan fácil…



Rió cerrando la puerta. Cerré los ojos recordando lo que había pasado, era bochornoso en todos los sentidos que pudiera pensar, no iba a poder volver a mirarle a la cara, seguro.


-¿Sigue durmiendo?


-Se ha despertado y la he obligado a desayunar un poco antes de tomarse las pastillas, pero al rato estaba ya grogui…


-Mejor, no ha pasado muy buena noche…


-Lo sé… -Escuché la risa de Nessie y me encogí-. Está traumatizada… Podías haberme avisado y lo hubiera hecho por ti… pero veo que no desaprovechas oportunidades, eh…


-No digas tonterías… eran las tres o las cuatro de la mañana, Jake me hubiera matado si os hubiera llamado… -Bufó y noté que se sentaba a mi lado, destapó mi cabeza y mantuve los ojos cerrados, tocó mi frente y suspiró-. Al menos funcionó, ya no ha vuelto a tener fiebre.


-Ya… -Nessie se apoyó en la cama-. Los grados que conseguiste bajarle a ella te subieron a ti de repente, ¿no?


-No digas tonterías, Ness… -Suspiró y acarició mi pelo-. Gracias por pasarte, me angustiaba pensar que se despertaría sola…


-No es nada… yo me voy ya…


-¿Quieres comprobar la temperatura de Jake?


-Ja, ja… muy gracioso, perro.



La habitación se quedó en silencio de nuevo, sólo podía notar su mano acariciar mi pelo. Era realmente agradable siempre que no se me pasaba por la cabeza la noche anterior. Cuando por fin conseguí abrir los ojos la habitación estaba vacía, sólo podía oír la televisión en el piso de abajo. Miré el reloj, eran las seis y media… tenía que tomarme la medicación… y al parecer él estaba en casa. Me levanté sigilosa, cuando abrí la puerta oí unas cuantas risas… muchas risas.


-Fue genial ese momento Seth… no me había reído tanto… en años. Y creo que desde entonces no me reía tanto…


-Ya cariño… vas a despertar a los peques… -Dijo una voz femenina riendo-. Es que lo hemos encontrado cuando estábamos guardando la ropa de la pequeña en el baúl… y hemos tenido que venir. No recordaba este video ni las cientos de fotos que había allí…


-Ya, bueno… -Seth rió-. Así que volvéis definitivamente, ¿eh?


-Sí… -La chica suspiró-. Ya he hablado con Frank y dice que el puesto está vacante para mí… -Rió-. Quizá mi madre sea feliz allí, pero Texas no es para nosotros. Y Jason no se sentía cómodo, era una tontería seguir allí.


-Quizá si la pequeña fuera más mayor y tuviera amigos me lo hubiera pensado, pero realmente… mi hogar está aquí…


-Pues yo me alegro mucho, chicos… Sabéis que con su primito Jonás nunca va a estar sola… y yo te echaba mucho de menos, Kira…


-Lo sé, y yo a vosotras…


-Gracias, eh… -Seth bufó-. Yo te las presento, te presento al padre de tu hija… y a mí que me zurzan, ¿no? –Todos rieron y yo me sentí extraña, no sabía si bajar o no-. Gracias por las fotos… en serio. Apenas recordaba esta fiesta… creo que era de la única que no tenía ni una sola foto… y creo que fue la mejor fiesta de todas. Al menos, para mí…


-Hombre… ahí nos reconciliamos, así que ya puede ser importante para ti… -Rieron y pronto cesaron las risas-. ¿No sabes nada de ella? ¿Ni siquiera te ha llamado?


-Es complicado… -Seth suspiró-. Creo que tengo que olvidar aquello… dejarlo correr.


-Al menos… -La chica suspiró-. Al menos esta vez lo estás llevando mucho mejor. He estado por no darte las fotos… pensaba que te encontraría tan echo polvo como la otra vez… de hecho… ten, había quitado todas las que salíais juntos…


-Dame…


-A ver… -Nessie parecía curiosa-. Estaba muy guapa… y tú también, me encanta ese vestido de lentejuelas, tendrás que dejármelo…



Bajé y todos cambiaron sus caras de sonrisa. Seth guardó las fotos y apagó la tele, la pareja que no conocía me miró muy raro. Nessie sonrió y se levantó para abrazarme, sentí que me tenía que haber quedado arriba.


-Buenos días, dormilona… -Seth sonrió-. ¿Cómo estás?


-Bien…


-¿Te has tomado las medicinas? ¿Has comido algo? –Negué y Seth se levantó guardando las fotos en el bolsillo y mirando a la pareja-. Ella es Mary Ann… ellos son Kira y Jason, unos viejos amigos…


-Hola… -Miré mi pijama e hice una mueca-. Lo siento, no sabía que había visita…


-Tranquila, ya les he dicho que tenía una marmota enferma…


-Yo soy Kira… -La chica se levantó y me dio dos besos-. Encantada. Él es Jason…


-Hola… -El chico me tendió la mano-. Encantado… -Sonrió mirando mi pijama-. Kitty… -Miró a su mujer-. ¿A que quieres uno igual para Daphne?


-No seas bobo… -Me sonrojé y ella sonrió-. No le hagas caso…


-Por cierto… -Seth alzó una ceja sonriendo-. Tu novio Bryan ha llamado a ver cómo te encontrabas y si ibas a ir mañana a clase…


-¡No es mi novio, pesado!


-Da igual, el caso… le he dicho que cuando despertaras de tu letargo le llamarías… -Asentí algo molesta y él resopló-. Parejas, ¿os quedáis a cenar?


-Nosotros nos vamos ya… -La tal Kira sonrió-. Hemos prometido a los padres de Jason que iríamos a cenar allí… quieren ver a la peque…


-Nosotros hemos quedado con Emily y Sam… -Kim se acercó y me dio un beso enorme-. Ponte buena pronto, que el fin de semana tenemos que hacer una fiesta…


-Claro… -Jared me guiñó un ojo mientras cogía en brazos a Jonás-. Celebraremos mi cumple… así que mejórate.


-Jo, si lo sé me quedo en la cama… -Arrugué la nariz-. No hace falta que os vayáis, yo me vuelvo ya a la cama…


-¿Otra vez? –Seth abrió sus ojos de par en par y rió-. Jake, Nessie… ¿Os quedáis a hacerme compañía entonces?


-No... –Nessie negó dándome un beso-. Nos vamos también, le prometí a Emmett que iría a darle una paliza al DDR…


-Genial… me quedo con la marmota… -Seth rió yendo a la puerta a despedir a todos, me quedé donde estaba, agarrada al pomo de la escalera y me despedí con la mano sonrojándome cuando él se giró y cerró la puerta. Sonrió-. ¿No vas a llamar a Bryan?


-¡Claro!



Sacudí mi cabeza y fui a por el teléfono mientras él reía e iba a la cocina, me mostró una pizza de salmón, asentí mientras hablaba con Bryan. Le dije que iría al día siguiente y estuvimos hablando por un rato, Seth sacó la pizza hecha y decidí que era hora de colgar… para mi desgracia. Cenamos en silencio, estuvimos viendo la tele… yo estaba a un lado del sofá aovillada y él parecía ajeno a mi recelo por estar con él. Resoplé en contadas ocasiones, hasta que finalmente me miró alzando una ceja.


-¿Quieres que cambie de canal?


-¿Eh? No… -Entrecerró sus ojos y yo desvié mi mirada a la tele notando mi sonrojo-. Esta… serie esta bien.


-Es una película… -Alzó una ceja riendo-. ¿Aún tienes fiebre? –Di un respingo cuando se acercó y frunció sus labios, los arrugó evitando reír y tocó mi frente-. No, no tienes fiebre… a pesar de que estás más roja que un tomate… -Rió-. ¿Quieres algo de postre? –Negué sin dejar de mirar la tele, me pareció que estaba a punto de reír-. ¿Segura? –Le miré y sonreía, se acercó y mi corazón se disparó-. Pues te quedas sin chocolate… -Se levantó riendo y se fue a la cocina, cuando volvió me tendió una chocolatina, le miré mal-. No te voy a dejar sin postre encima de que estás malita… -Besó mi frente y me quedé paralizada, me miró atento-. ¿Estás bien?


-Sí, claro… -Abrí la chocolatina y él suspiró a mi lado mirándome raro-. Estoy bien, en serio…


-Ya, estás más rara que un perro verde… -Resopló y rodó los ojos mirándome de frente, me sonrojé sin poder evitarlo y él sonrió-. Ya está, olvídalo y yo haré lo mismo, pero si estás todo el rato pensándolo… yo lo noto y me siento incómodo… -Me sonrojé más y asentí bajando la mirada, él suspiró-. Además, no te preocupes… -Sonrió-. Como no me dejabas de abrazar, tampoco pude ver mucho…


-¡¿Qué?! –Empezó a reír muy alto y yo le empecé a pegar-. Eres, asqueroso, idiota, estúpido…


-No decías eso anoche, eh… -Empezó a reír y yo empecé a pegarle más fuerte, creo que de hecho le arañé y le hice sangre, me sentí mal y paré… pronto curó-. Al menos, ahora dejo de estar preocupado por tu salud, veo que estás mucho mejor…


-Lo siento… -Hice una mueca y él sonrió-. Bueno, no. No lo siento. Te aguantas… te lo mereces, eres un… asqueroso.


-Oye, no digas eso… -Su cara se contorsionó, hice una mueca de disculpa. Suspiró y se lanzó a morder mi chocolatina, sonrió masticando y yo bufé-. No te mereces que te haya dado una chocolatina…



Sonreía. No se había enfadado… pero a pesar de todo seguía resultándome algo extraño mirarle ahora. Quizá si hubiera pasado en los primeros días de mi regreso no me hubiera importado tanto, no tenía un sentido muy claro de lo políticamente correcto… ¿Había sido políticamente correcto que hiciera eso? Tenía mucha fiebre y deliraba, sí… pero…


Le miré de reojo de nuevo, comía chocolate embobado mirando la televisión. Él no le daba apenas importancia, sólo era cosa mía… quizá no debía tenerlo tan en cuenta, sólo actuó por instinto. Me hubiera puesto peor si hubiese dormido con el pijama completamente calado. Sonreí sin poder evitarlo cuando me miró de reojo, escondí mi sonrojo de su mirada apoyando mi cabeza en su hombro.